Febrero-2025
Significados y sentidos de mirar el presente como «democracia de la derrota» y
¡no! como «Estado del neoliberalismo».
Establezcamos diferencias entre las izquierdas electoraleras y la Unión de Asambleas de las Comunidades (UAC)
No estamos viviendo una «democracia de la derrota» desde diciembre de 1983 como sostienen las izquierdas que centran su activismo en las elecciones o en la oposición al gobierno de turno.
Les es ajena la revisión crítica, por un lado, de cómo su afán de engrosar el número de afiliados y votantes las ha convertido al reformismo. Por otro lado, tampoco han estudiado sobre cómo los 40 años legalizaron–sin importar el signo político del gobierno de turno siempre en posesión de los partidos de estado- la creciente expropiación de los bienes comunes por el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales (el establishment). Naturalizaron al vigente Estado corporativo que Juan Domingo Perón fundó desde identificarse con el nazi fascismo, de suerte que su sindicalismo combativo sólo reclama paritarias y Consejo del Salario mínimo…. ante el constante incremento –durante los 40 años- de la expoliación a los trabajadores, pueblos e individuos de abajo.
En fin, su persistencia en la relevancia de luchar por el voto las lleva a sumarse a la función de la democracia restringida que consiste en la legitimación del neoliberalismo cuya opresión-represión se ha agravado al máximo.
Otra política es la de la Unión de Asambleas de las Comunidades (UAC) en lucha por la vida y la dignidad de los pueblos tiene como principios rectores de su organización a la autonomía y a la horizontalidad. Es decir que, desde 2006, construye nuevas relaciones sociales a través de su creciente entrelazamiento del asamblearse, comunalizarse y territorializarse, esto último como empoderamiento de estar siendo parte de la PACHA y por tanto, sin fronteras ni muros burgueses.
Se centra en la disputa de territorios para la vida en contra del neoliberalismo que los mercantiliza o los desertifica mediante los extractivismos o ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciados e invisibilizados por el sistema.
También su construcción sufre constante ataque de las fuerzas progresistas e izquierdas electoraleras que se vanguardizan y sostienen como «la» política real y efectiva el ser partícipes de las elecciones. De modo que legitiman al Estado del neoliberalismo y su funcionamiento jerárquico reproducido en partidos políticos y en todas las centrales sindicales Estas últimas persisten en el Pacto de Paz Social que firmaron en diciembre 2019 con las cámaras y el Estado de carácter patronal.
Descubramos el nac&pop movimiento socioambiental y su ninguneo de las defensas y recuperaciones de los territorios
Después de la derrota del Partido Justicialista en el balotaje, dos profesores universitarios se han propuesto recomponer al peronismo. Santiago Liaudat instaló en la agenda social y la pública lo decisivo de luchar contra la ley Bases y su RIGI, con lo cual encauzó la renovación de la creencia en el Congreso de larga trayectoria antipopular. Desde mediados del 2024, Pablo Sessano le siguió, pero constituyendo el movimiento nac&pop desde su condición de máster en Eco auditorías y Planificación Empresarial del Medio Ambiente y su dedicación a la programación institucional de la educación ambiental. Es decir, rumbea en sentido contrario las necesidades e intereses populares.
.
Desde fines de diciembre de 2024 quienes se instalaron en la agenda pública y la social como movimiento socioambiental, quieren incluirnos en la disputa electoral y despreciar las resistencias permanentes ante:
-El Estado represor con complemento en desapariciones forzadas, aumento notable de la pena extrajudicial de muerte o gatillo fácil y narcotráfico.
-La conversión de las comunidades mapuche en el enemigo interno para hostigarlas, amenazarlas y criminalizarlas, pero, de fondo, las atacan como pueblo nación Mapuche Tehuelche que se yergue recuperando minúsculas partes de sus territorios ancestrales. Las estigmatizan para expulsarlas por estar yendo contra el régimen latifundista que garantiza la democracia desde diciembre de 1983 como la propiedad privilegiada sea privada sea estatal. Por el vigor de la espiritualidad y la sanación en el entrelazamiento mapuche tehuelche es que el gobierno de Cristina y Alberto Fernández crearon el Primer Comando Unificado de las Fuerzas Federales para desalojar encarcelar a la Machi Betiana Colhuan Nahuel junto a otras jóvenes mamás mapuche e hijitos.
-La puesta en práctica del Pacto de Julio (modernizador del poder territorial del PJ en binomio con la UCR-Pro o sea los partidos de estado) que acelera e intensifica el acaparamiento por el establishment de los territorios de Argentina a mercantilizar, es decir, a desertificar mediante los extractivismos rurourbanos.
-Los incendios multiplicados y planificados sin importar el arrasamiento de tanto esfuerzo puesto en viviendas, actividades productivas, etc. Lo más difícil de revertir es la devastación de montes, bosques nativos, selvas y humedales, todos creadores de los equilibrios ecológicos.
Consideremos algunas divisiones entre los diversos de abajo y su desorientación respecto al antagonismo con el establishment
El neoliberalismo representa al 1% de la humanidad apoderado del planeta y de cuanto construyeron tanto los trabajadores como los pueblos. ¿Cómo puede continuar agravando opresión y represión? Tengamos en cuenta cómo nos dividen por inculcación de sus normas y mitos a través de los siguientes intercambios entre quienes comentan:
Leo de Puelo a Elvio Mendioroz
¿diálogo? ¿con quién vas a dialogar? ¿con los que pretenden adueñarse de todo lo que les pueda significar ganar guita? No… con ese verso del diálogo nos viene cagando olímpicamente. Lo que necesita la Patagonia es autonomía y autoorganización, empezar a hacernos cargo de nuestro destino y dejarse de joder con seguidimos políticos partidarios y cagatintismo leguleyo, ya está… sirvió de bien poco lo que hicimos. En principio habría que dejar de mandarle recursos a los porteños, que sepan que dependen del interior, aunque les chupe 750 maples de huevos la catástrofes que nos pasan. Ahí si se van a acordar de nosotros.
Elena Cedrón a Leo de Puelo estoy de acuerdo sobre autonomía de la Patagonia pero, como porteña, disiento que nos mandan recursos. Enfrentemos juntos al establishment y sus burocracias que se enriquecen mediante despliegue de la Miseria Planificada desde 1977 y financian al Estado Policial reduciendo o eliminando al de derechos formales.
—
Norma Cristina Magariños a Alejandro Simbron– Que impotencia ver esto y no poder hacer- sólo difundir- Me pregunto por qué las juventudes de los partidos políticos , no están ahí como voluntarios- SERÍA UNA SI FUERA JOVEN, PERO AHORA SERÍA UN ESTORBO- GRACIAS X COMPARTIR.-
Alejandro Simbron a Norma Cristina Magariños en lo personal creo que es política de estado permitir los incendios, despoblar el sur y allanar el camino para el ziosatanismo israeli… todo esto tiene solución sólo que los jóvenes y sus partidos politicos están muy ocupados haciendo grandes marchas para una muy buena catarsis sin acciones contundentes.!!!
COINCIDO CON ALEJANDRO SIMBRON
https://www.facebook.com/FMPARAISO42/videos/1142824544187480/
Comprobemos cómo quienes querían a fines de diciembre del año pasado y principios de enero del 2025 transformar las defensas y recuperaciones de territorios en disputa electoral mediante constitución de un movimiento socioambiental se mantienen en silencio frente a la Patagonia en llamas.
Pero participaron de la multitudinaria Marcha del Orgullo LGBT antifascista y antirracista con el siguiente texto:
Somos, como movimiento socioambiental, parte del ataque expreso de la propia Presidencia de la Nación. *Somos parte de esta lucha antifascista*
Ante el ataque a los derechos en su integralidad, es momento de articular las resistencias feministas, por la diversidad sexual, de los trabajadores, las luchas indígenas y socioambientales.
*Tampoco volvemos más al closet, no vamos a callarnos ni vamos a mantenernos indiferentes cuando la Naturaleza, los territorios y nuestros derechos y cuerpos están en riesgo*
Nos encontramos *este sábado 1 de Febrero en la Marcha Antifascista y Antiracista,* en las calles de todo el país. *Por justicia social y ecológica, de género y étnica*
#OrgulloSiempre #NoAlFascismo #LGBTIodio
¿Por qué callan ante la quema de la Patagonia? Es que como las izquierdas electoraleras convocan a defender los derechos o a mejor inclusión en el sistema opresor-represor
Recordemos en 2014 el Papa Francisco, mejor nombrarlo el fascista Bergoglio por ser partícipe protagónico de la dictadura genocida, convocó a los movimientos sociales del mundo y entre ellos a La Vía Campesina. Los convenció de luchar por sus respectivos derechos y así bloqueó el subversivo Llamado de Yakarta de la Vía Campesina en junio de 2013. También el Kirchnerismo practicó esa política de embaucamiento sobre la dignidad humana de cada una de las diversas identidades. Engaño e ilusionismo sobre la realidad del capitalismo que aliena desde sus orígenes.
Están de vuelta quienes creí en silencio, pero ¿para qué?
Ante la falta de propuestas políticas, el discurso polarizado del oficialismo pretende establecer 2 opciones: el «wokismo» y el fascismo encubierto de libertario. Proponemos sumar a la construcción una opción política que nos libere de la elección cerrada y nos permita construir otra que contemple la diversidad cultural y social basada en la democracia participativa, las bases del estado plurinacional, las bases para la soberanía alimentaria y la transición productiva hacia el biocentrismo, economías circulares. Una construcción que abogue por un estado que termine con el clientelismo, la precarización laboral y la corrupción; entre otras propuestas.
En defensa de la Mama Agua y La Mama Tierra
La invitación al zoom está dirigida a todos los sectores que estén abordando activamente estos aspectos y sus textos bases: la carta de fines de diciembre del año pasado convocando al sector socioambiental para la disputa electoral. Y el texto siguiente de Marta Maffei:
Enfrentamos el colapso del país y la sociedad. Un desastre con fuertes impactos socioambientales y creciente mercantilización.
Las causas son múltiples, una amplia gama desde la incapacidad a la corrupción, desde los sistemas productivos a los consumos y la voracidad financiera. Señalamos algunas de las principales:
El neocolonialismo dominante, construido por la hegemonía de los grupos de poder económico y mediático, que, con sus tecnologías digitales autoproclamadas revolucionarias, han impuesto su cultura, sus valores, sus verdades, sus sistemas tecnológicos, productivos y extractivos…
Utilizan los mecanismos formales de la democracia para favorecer el acceso de las derechas al gobierno y allanar el camino al capital hiperconcentrado y financiarizado que saquea, contamina y somete.
Consideramos algunas claves para enfrentar el desafío de vivir con dignidad:
- Democratización efectiva. Implementación de los mecanismos constitucionales de participación social vinculante conocidos como instrumentos de democracia semidirecta.
- Trabajo digno, con derechos para todos. Reducción de la jornada laboral sin pérdida de ingresos, favoreciendo el pleno empleo. Equidad y recomposición del sistema jubilatorio
- Protección y cuidado de la tierra, el aire y el agua, de todas las vidas y todos los bienes naturales.
- Democratización del acceso a la tierra frenando la concentración de la propiedad y favoreciendo la producción de alimentos para pueblos y comunidades.
- Detener la expulsión de comunidades. Reconocer y restituir tierras a las comunidades indígenas.
- Descarbonizar la economía
- Promover sistemas adecuados para poner al alcance de todos: la vivienda, la salud, la educación y la información veraz, avanzando en la drástica reducción de la desigualdad
- Desmercantilizar la vida.
https://docs.google.com/document/d/1cFwPjl45JQHn7Ljd_hIiusoCtsnrKvQywTUKNf_oiG8/edit?tab=t.0
Preguntémonos cómo peronistas, progresistas e izquierdas electoraleras permiten el avance del neoliberalismo.
En base al texto de Marta Maffei, los de la disputa electoral y no, la de los territorios para la vida nos siguen vendiendo espejitos de colores. Pienso que no es su intención hacer negocios, sino que lo hacen por sus hábitos de burócratas e incapacidad de deconstrucción y descolonización del análisis hasta de sus propias experiencias de vida.
Ante todo, después de más de medio siglo de neoliberalismo, proyectan un idealizado capitalismo nac&pop cuyos mitos ocultaron al Estado Corporativo de Perón imitando a Mussolini y que constituye las bases del Estado neoliberal o sea del poder político de garantizar al establishment el sometimiento integral de las diversidades de abajo.
Descontextualizan que el Estado neoliberal es democracia para nuestra derrota sobre todo por ser esencialmente antisubversiva, prohibir la autodeterminación de los pueblos de Argentina y privilegiar al régimen latifundista que ha convertido en régimen extractivista.
Tienen enfoque nacionalista aun cuando mencionen al estado plurinacional ya que están programándolo bajo su dirección conciliadora con la institucionalidad capitalista. Y no se sitúan ni nos sitúan en el genocidio de los palestinos apoyado por todas las democracias congratuladas de haber conseguido el despliegue del nazi fascismo para el acaparamiento de tierras si las otras formas de despoblarlas fracasan
Observemos otra manera de desubicar e ilusionar a los de abajo -ahora desde las izquierdas electoraleras- que permite la continuidad del neoliberalismo pese a generar constante agravamiento de su criminalidad de lesa naturaleza y de lesa humanidad.
Revista Cítrica
Sooetrpnsd862186g3iuha2ict2mmfhn226 05itm371f11a77684i82h3ha ·
UN ABRAZO A LA PATAGONIA
Diferentes agrupaciones y autoconvocadxs se manifestaron esta tarde frente a la Casa de Río Negro, en CABA, exigiendo mayor presencia del gobierno nacional en la prevención, ayuda y solución de los incendios en la Patagonia.
Entre Neuquén, Río Negro y Chubut ya perdimos 24 mil hectáreas de bosques nativos, fauna, animales de granja, viviendas e historias que tal vez no se puedan recuperar más.
También se repudió la construcción de la narrativa del enemigo interno que hostiga, amenaza y criminaliza a las comunidades mapuches como a vecinos combatientes del fuego. Hoy liberaron a dos de los tres detenidos arbitrariamente pero, luego de violentos allanamientos a campings, se llevaron detenidas a otras 6 personas más.
Buscan responsables en la sociedad civil pero no en las estancias de, por ejemplo, Joe Lewis. El nivel de violencia se notó claramente ayer en El Bolsón cuando una patota atacó con rebenques desde sus caballos a la gente que exigía la libertad de los vecinos demorados. Todo frente a la Policía local que no detuvo a ningún agresor.
Desde la Ciudad de Buenos Aires, la solidaridad y el reclamo de que aparezca en el territorio a resolver y sensibilizarse la ministra Bullrich, responsable principal de mandar más equipamiento para los bomberos y contener a las y los evacuados.
Cobertura @ardianrodrigoruiz
Destaquemos la excelente caracterización de
El rol de las «izquierdas electorales” tiene TRES efectos principales
1) Naturaliza la SIMULACIÓN PARTICIPATIVA de la Democracia Delegativa 1983-2025 cuyos resultados están a la vista
2) Nos induce a CONFIAR EN LAS INSTITUCIONES DEL SISTEMA
3) Nos hace creer que son posibles «cambios revolucionarios… ¡CON ACTIVIDADES PARTIDARIAS, PARLAMENTARISTAS Y ELECTORALISTAS FINANCIADAS POR EL ESTADO CAPITALISTA!
Completemos que las izquierdas electoraleras nos apartan de la imprescindible lucha de clases que lleva adelante el Estado del neoliberalismo hasta sumirnos en derrota incesante. Concilian al limitarse a repudiar y reclamar cuando el Capital y su Estado queman la Patagonia. Reflexionemos sobre quiénes exterminan la vida con el aporte de:
Dany Aráoz Tapia
¡Se acaba de caer la imputación contra las seis personas a quienes pretendían inculpar por el incendio de Mallín Ahogado!
Se cae así este intento de perseguir a nuestros compañeros brigadistas.
¡Ahora que aparezcan los verdaderos responsables!!!
ACORDATE: Son los intereses megaempresarios, «nacionales» y trasnacionales que están ejecutando un verdadero «reordenamiento territorial con fuego».
Es una operación de «reordenamiento territorial» con la aplicación del fuego como arma de guerra. Es un proceso de desposesión de las comunidades originarias, históricas habitantes milenarias de esos territorios y, como tales, sus principales defensoras: alrededor del mundo (no sólo en nuestro continente) se calcula que el 82% de las tierras apuntadas como «zonas de sacrificio» por (y para) el capitalismo trasnacional está bajo protección de pueblos indígenas que las habitan y preservan contra la invasión de petroleras, minas a cielo abierto, hidroeléctricas, «fracking», monocultivos, megaemprendimientos inmobiliarios y turísticos, etc . Esto último se verifica en la llamada Patagonia (nombre de apenas unos siglos) donde la nación Mapuche es su principal guardiana y -nada casual- ha quedado señalada como el nuevo «enemigo interno» de la nueva comandancia de la Campaña del Desierto que No es Desierto.
gracias querida Vanesa Orieta por compartir sobre la emergencia de la Comarca Andina cuya causa explica:
Dany Aráoz Tapia
Es una operación de «reordenamiento territorial» con la aplicación del fuego como arma de guerra. Es un proceso de desposesión de las comunidades originarias, históricas habitantes milenarias de esos territorios y, como tales, sus principales defensoras: alrededor del mundo (no sólo en nuestro continente) se calcula que el 82% de las tierras apuntadas como «zonas de sacrificio» por (y para) el capitalismo trasnacional está bajo protección de pueblos indígenas que las habitan y preservan contra la invasión de petroleras, minas a cielo abierto, hidroeléctricas, «fracking», monocultivos, megaemprendimientos inmobiliarios y turísticos, etc . Esto último se verifica en la llamada Patagonia (nombre de apenas unos siglos) donde la nación Mapuche es su principal guardiana y -nada casual- ha quedado señalada como el nuevo «enemigo interno» de la nueva comandancia de la Campaña del Desierto que No es Desierto.
PERCIBAMOS (conozcamos e involucrémonos en) las defensas de territorios como construcción de presente-futuro con vida y salud de la naturaleza que incluye las humanas.
1)Valoremos al entretejido solidario de la comunalidad territorializada para apagar los incendios en la Comarca Andina. Nos está abriendo uno de los posibles caminos emancipatorios del sistema opresor-represor y que de adquirir confianza en su poder de autonomía del Capital-Estado se dirigirá, horizontalmente (sin liderazgo ni vanguardia política), hacia la creación por cada comunidad, pueblo de sus respectivos «buenos vivires» en confrontación con la sociedad de consumo.
Un movimiento popular solidario enfrenta los incendios en El Bolsón
6 de febrero de 2025
La comunidad de La Comarca, que une a las localidades de Chubut y Río Negro, se activó como una sola red solidaria frente a los incendios. Vecinos y vecinas salieron a combatir el fuego con sus herramientas, cocinaron viandas para los brigadistas y reunieron donaciones. Una reacción comunitaria frente a la falta de recursos estatales y las causas ocultas detrás de los incendios. Un pueblo frente a un Gobierno que inventa un enemigo interno para no debatir soluciones de fondo.
Por Martín Vallejos
Desde El Bolsón, Río Negro
«Hasta la lluvia» es el nombre de un grupo de Whatsapp surgido a partir de los incendios que, en 2021, arrasaron con las viviendas en el paraje Las Golondrinas, en el municipio de Lago Puelo (Chubut). El jueves 30, el grupo volvió a encenderse otra vez; otra vez el fuego. Las llamas están ahora en el paraje rural Mallín Ahogado, en la localidad rionegrina de El Bolsón, siempre dentro de la Comarca Andina del Paralelo 42 —región que une localidades de las provincias de Chubut y Río Negro—. El grupo, y las redes sociales todas, se transformaron en red org
«Hasta la lluvia» es el nombre de un grupo de Whatsapp surgido a partir de los incendios que, en 2021, arrasaron con las viviendas en el paraje Las Golondrinas, en el municipio de Lago Puelo (Chubut). El jueves 30, el grupo volvió a encenderse otra vez; otra vez el fuego. Las llamas están ahora en el paraje rural Mallín Ahogado, en la localidad rionegrina de El Bolsón, siempre dentro de la Comarca Andina del Paralelo 42 —región que une localidades de las provincias de Chubut y Río Negro—. El grupo, y las redes sociales todas, se transformaron en red organizativa para articular los esfuerzos comunitarios. Como en Epuyén (Chubut), en los primeros días de enero; otro incendio de interfase —en zonas de transición entre áreas urbanas, rurales, semi-rurales y boscosas— avanza contra vecinos, pequeños productores, animales, casas, galpones, alambrados y cultivos.
Arden bosques centenarios que custodian la vida tranquila que crece a las faldas de la Cordillera de los Andes. Con la tragedia en los rostros, las y los habitantes de la Comarca se preguntan cuándo llegará la lluvia. Y mientras el agua no cae del cielo, se ve en acción un movimiento popular de autodefensa de proporciones aún más grandes que la catástrofe de las llamas.
Detenciones y violencia contra los lazos solidarios
Dentro de ese movimiento se encuentran los brigadistas voluntarios que se suman al combate del fuego. Este miércoles, cuando el incendio estaba por cumplir una semana activo, el gobernador Alberto Weretilneck informó sobre la detención de tres brigadistas en Mallín Ahogado. En el marco de la causa que investiga el fiscal Francisco Arrien sobre las causas de los incendios, las detenciones fueron contra Nicolás Heredia, Tomás Anarella y Fabián Pasos. Aranella y Pasos fueron liberados esta jueves en la Comisaría 36 de Dina Huapi, mientras se hacían allanamientos y se anunciaba una cuarta detención.
Las organizaciones y asambleas denunciaron que los detenidos, acusados de iniciar los incendios, son en realidad brigadistas que estaban combatiendo el fuego junto a sus vecinos. Por eso, las detenciones generaron una inmediata reacción de la población y una protesta en la puerta de la Comisaria 12 de El Bolsón. Pero ante la movilización de la gente para exigir la liberación, una patota de personas a caballo persiguieron a los vecinos y vecinas a rebencazos y golpes, frente a la mirada e inacción de la Policía local.
Uno de los agresores, que golpeaba a la gente diciéndoles «no les tengo miedo», era Víctor Hugo Araneda, hombre ligado al intendente Bruno Pogliano y que es recordado en el pueblo por participar de acciones violentas en las protestas por el asesinato de Elías Garay, el joven mapuche de la Lof Quemquemtreu; y contra los participantes de la marcha que, cada año, se moviliza a Lago Escondido, propiedad de Joe Lewis.
«A Tomy lo conozco desde que es chiquitito. Es papá de una alumna mía, es amigo de la familia. Están diciendo que agarran a cualquier perejil, pero él no es ningún perejil. Es una persona súper comprometida. Me lo encuentro en todas las movidas que hay para fortalecer la comunidad. Es una persona que está trabajando en el fuego desde que empezó», dijo en diálogo con FM Alas una de las vecinas que se acercó a la Comisaria 12 a reclamar la liberación.
Desde la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) informaron que los detenidos fueron trasladados a Bariloche. «Fabián hace cinco días que se está levantando a las 8 de la mañana para ir apagar el fuego. Y hoy lo detuvieron. Yo lo llevé a una chacra en Wharton a él. Salvaron la casa, salvaron las ovejas, los animales», dijo, también a FM Alas, otro vecino sobre la tarea voluntaria realizada por Fabián Pasos.
La Comarca, comunidad organizada
Desde las primeras horas de declarado el incendio, las redes sociales empezaron a poblarse de ofrecimientos o pedidos de ayuda. “Pongo a disposición mi camioneta”. “Necesitamos agua y motobomba en el callejón”. “Estamos juntando agua para llevar a quienes combaten el fuego”. “Pongo a disposición camión con carro para sacar animales”. “Dispongo de equipo de agua y manguera, necesito camioneta”. “Somos cuatro vecinos con herramientas. ¿Dónde hay que ir?”.
El fuego se desató en el sendero de montaña denominado «Troncal del Azul», una de las sendas más visitadas por amantes del treking en la zona de refugios de montaña que se extiende al norte y al sur del Paralelo 42°, entre los lagos Puelo y Escondido, al oeste del río Azul. En pocas horas, los tres focos iniciales se convirtieron en una enorme área afectada de más de 2000 hectáreas. Sin números oficiales, las pérdidas materiales se cuentan por millones de pesos, las casas arrasadasson más de cien.
Los mensajes se multiplicaron por centenares en los grupos de Facebook y en los estados de Whatsapp, en las historias de Instagram, en todas las redes preexistentes y en todos los grupos vecinales creados de forma espontánea. Todo un pueblo a disposición. Es una práctica que se repite en cada uno de los últimos incendios y que ha ido creciendo en saberes y organización popular de los territorios y comunidades.
Los grandes incendios de los últimos cuatro años impulsaron a muchas familias, que habitan espacios rurales o semi-rurales, a equiparse con reservorios de agua y equipos de bombeo autónomos. Siguen el camino de brigadas comunitarias, populares y autoconvocadas prexistentes, por ejemplo, las ligadas a la Rojinegra, una agrupación surgida en el ámbito sindical docente y que en estos días sostiene procesos de comunicación popular en la región. En otros casos, surgen para apoyar las tareas de las brigadas oficiales, como la Brigada Forestal de Mallín, que realiza tareas concretas como la contención del fuego, pero no deja de lado acciones comunitarias de educación popular.
Mientras brigadistas y voluntarios hacen frente a las llamas, cientos de personas se abocaron a colaborar en el armado de viandas para apoyar esas tareas y para las familias evacuadas. Esas acciones confluyeron en centros comunitarios o culturales con tradición y raigambre en La Comarca, como el Centro Cultural Eduardo Galeano, la Vecinal del Paraje Entre Ríos, el Centro Integrador Comunitario (CIC) Primavera del Barrio Usina o el Espacio Ave Fénix. En todos esos espacios organizativos también se reciben donaciones. Otras personas acudieron de forma voluntaria a cocinar en el principal centro de evacuados, que funciona en el Polideportivo Municipal; y otras prepararon viandas en sus casas para luego llevarlas hasta los centros o distribuirlas entre grupos de personas que se movían para ir o venir de sus trabajos.
Azul Echegaray, del CIC Primavera, una organización comunitaria que funciona desde 2005 en el oeste de El Bolsón, cuenta la experiencia: “Desde el día que nos enteramos que se desató el incendio intencional, abrimos las puertas y nos desbordó la realidad. Por suerte, como ya tenemos un ejercicio comunitario, lo pudimos contener e incluso organizar la demanda de gente que venía a sumarse para ayudar”.
En el CIC Primavera la cocina comunitaria, en la que productores locales agregan valor a su producción, quedó a disposición para la preparación y empaque de viandas. En los primeros días del incendio se prepararon unas 4.500 porciones de alimento para brigadistas y evacuados, que también fueron alojados en el Centro de Educación Agropecuaria (CEA) y la Escuela 118 de Pampa de Mallín.
«Como estamos en contacto con otros centros de acopio, coordinamos, vemos qué se necesita. No solo preparamos las viadas, sino que distribuimos donaciones para los brigadistas como platsul (crema para quemaduras), borcegos, guantes. En red vamos dando respuesta”, explica Echegaray y analiza el por qué de la reacción comunitaria: «Hay una ausencia del Estado Nacional, eso hay que decirlo. Y ante esa ausencia, está la presencia de toda la gente, la solidaridad, el amor para dar una mano. El daño, el gran daño, está hecho, así que vamos a ver cómo nos reconstruimos. Pero acá estamos, firmes y organizados siempre”.
La red de contención se complejiza y la reciprocidad entreteje las experiencias de la tragedia. El Espacio Ave Fénix generó espacios de juego y cuidado para infancias. Al aire de FM Alas, la radio comunitaria de El Bolsón, Camila Ocampo —una de las voluntarias que está participando del active en ese espacio— comentaba que habían recibido niñas y niños evacuados que han perdido sus casas en el incendio, pero también otros cuyas familias están abocadas a tareas solidarias y de contención del fuego.
Brigadistas voluntarios y vecinos, un refugio ante el incendio
También al aire de FM Alas, que ha sostenido una cobertura maratónica desde las primeras horas del incendio, Lume Dorado, integrante de la Brigada Forestal de Mallín, comentaba que pocos días antes había sido afectada la casa de su madre en el incendio de Epuyén. No habían podido llegar allí con su equipamiento porque no consiguieron una camioneta a tiempo. Un día después, la propia sede de la brigada fue consumida por las llamas en Mallín.
Tanto en Epuyén como en El Bolsón, el clima —pese al negacionismo del Estado nacional— fue un factor fundamental en el desarrollo de la catástrofe. El calor intenso y los fuertes vientos, sumados a la falta de lluvias en la región, dieron lugar al comportamiento extremo de las llamas, que se expandieron a gran velocidad entre bosques, pastizales y forestaciones de pinos. Según estudios recientes del Observatorio del Agua de la Facultad de Ciencias Naturales y Ciencias de la Salud de la Universidad Nacional de la Patagonia, que compararon parámetros de calidad de agua en el río Azul, en los últimos 25 años, las temperaturas máximas de los veranos no han parado de ascender y las precipitaciones no están llegando a cumplir el ciclo anual necesario.
El sábado, tercer día de fuego, fue un momento muy difícil para la labor de brigadistas, bomberos y vecinos. Las condiciones climáticas generaron un rápido crecimiento del área incendiada, que se acercó a las 3000 hectáreas. Nuevas viviendas fueron consumidas por las llamas y el fuego comenzó a ascender por la montaña.
Muchas personas que realizaban tareas preventivas —raleo del bosque, mojado de casas y predios, entre otras— en zonas linderas al perímetro del incendio debieron resguardarse, mientras la labor de quienes realizaban la guardia de ceniza —extinguiendo con baldes de agua, azadas y palas los pequeños focos que se vuelven a encender bajo la tierra y en los troncos quemados— se vio amenazada por nuevos focos secundarios. Toda una franja cercana a la costa del río Azul debió ser evacuada. Ese día, se presume que murió don Ángel Reyes, un vecino de 84 años con discapacidad auditiva, que fue encontrado sin vida producto de la inhalación del humo.
El panorama desolador no fue suficiente parta desmoralizar a la comunidad. Durante esa noche, como las anteriores, siguieron las tareas de contención y extinción de los focos. Al día siguiente se pronosticaba una leve lluvia y, según el pronóstico, el clima se mantendría frío y nublado durante dos días.
Desde una de las zonas más comprometidas, en la Costa del río Azul, Manuel de Lucía —vecino del lugar— informaba sobre una intervención exitosa ante un nuevo foco y remarcaba: “Estamos peleándola solos. Somos seis personas de la chacra, dos de la cervecería de atrás, alguien en el hotel de la confluencia y un vecino enfrente. Hay poca asistencia de los organismos estatales, salvo el Splif (Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales), que vino a dar una manito”.
En el mismo audio, que se hizo viral rápidamente, Manuel contaba sobre la forma en que se agrupaban y reagrupaban para trabajar con el fuego y sobre la asistencia que estaban recibiendo: “Las donaciones, lo que está llegando, las viandas, los borcegos, está siendo traccionado por vecinas y vecinos de La Comarca y se agradece un montón. Está llegando comida, está llegando bebida, están llegando insumos de primera necesidad que vamos pidiendo”.
La escuela, el espacio común para iniciar la reconstrucción
En las tareas de distribución y logística está jugando un papel central el Centro de Educación Agropecuaria (CEA), una escuela de artes y oficios orientados a la ruralidad que realiza un trabajo de articulación interinstitucional fundamental para favorecer y fortalecer la producción agropecuaria en la zona. Ese trabajo de articulación se reactualiza en este contexto, como describe Milena Randucci, secretaria del centro desde hace doce años.
Randucci describe la rápida reacción de las organizaciones locales para coordinar las donaciones, entre ellas, fardos de pasto y alimento balanceado para alimentar a los animales que fueron salvados de las llamas o reubicados; abastecimiento en el que también reconoce la asistencia del Ministerio de Desarrollo Económico y Productivo provincial y la Municipalidad de El Bolsón. La secretaria del CEA también apunta la rápida coordinación con el área de Salud Mental del Hospital de El Bolsón para brindar una primera atención «a la gente que llega muy shockeada». «Estamos armando un mapa enorme para que cada vecino y vecina que llega y tiene novedades de lo que está pasando vaya poniendo los distintos damnificados en ese plano y poder armar un listado» explica sobre la coordinación de la escuela con los organismos estatales local y provincial. También destaca la asistencia de una red de veterinarios que se instalaron en el Club Jabalíes y el CEA.
En la sede del CEA, que está sobre el camino asfaltado del paraje Mallín Ahogado y no fue alcanzada por las llamas, se reciben y distribuyen donaciones de todo tipo, desde guantes y barbijos hasta combustible y repuestos para las máquinas con las que trabajan las brigadas vecinales. Un grupo de radioaficionades presta apoyo en las comunicaciones a las instituciones de combate de incendios y cientos de vecinos se acercan a buscar agua y alimentos para seguir trabajando en sus predios.
“Empezamos desde el mismo día del incendio. El CEA se hizo base y la comunidad empezó a llegar y a aportar. Al principio agua potable y fruta, luego otro montón de cosas: botiquines, ropa de recambio, botines, medias, guantes de trabajo. Así que ahí se armó toda una red súper solidaria de donaciones», repasa Randucci la reacción comunitaria. Las donaciones se anunciaban vía estados de Whatsapp para retirar por la escuela; pero con gente peleando con el fuego en sus casas, no tardaron en aparecer otros vecino con autos para acelerar la logística. «Gente que llegaba y decía: ‘Yo voy, yo voy’. Y se metía a recorrer los callejones, entrar chacra por chacra con los cajones de viandas, de frutas, botiquín, nafta para los equipos motobombas y motosierras, aceite para las cadenas”.
La secretaria del CEA avisa que el combate no termina cuando el fuego esté apagado. Como parte del Centro de Educación Agropecuaria pone el eje en una dimensión que se revela como la piedra angular para pensar la reconstrucción: “Esto es darle comer a la gente y tratar de que pueda cambiarse sus borcegos y su ropa trabajo y pueda descansar; pero esto recién empieza, va a hacer falta mucha ayuda para la reconstrucción de este lugar que se quedó no sólo sin casas: sin producción de frutas finas, sin animales y sin talleres los artesanos. Va a haber que poner mucha solidaridad para reconstruir la dinámica de este lugar y de esta Comarca, porque creo que lo que está pasando en Mallín va a afectar obviamente a toda La Comarca”.
Territorio para el turismo o para la producción
Así como el CEA reafirma su rol estratégico en la región, su misión y su tarea demarcan parte de un debate sobre el modelo productivo de la región que está lejos de ser saldado. El día anterior a declararse el incendio forestal de interfase más grande de su historia, El Bolsón cumplió 99 años. Los medios locales titulaban que lo hacía “reafirmando su perfil turístico”.
La zona de Mallín Ahogado y otras áreas rurales vienen siendo objeto de intentos de urbanización y parcelamientos, que han sido fuertemente resistidos por los pobladores del paraje, por su impacto en los modos de vida: producciones agropecuarias o la construcción de un modo de vida autónomo a partir del trabajo con la tierra.
La resistencia de algunas comunidades mapuche a esos avances ha dado noticias en estos últimos tiempos. En la zona de la Rinconada de Inalef, Zunilda Inalef, resaltó el trato desigual que sufrieron: “Las autobombas las tenían guardadas y, a lo último, nos pasaron una, pero ni siquiera nos la pasaron a nosotros, se la pasaron a un chico que estaba con nosotros ayudando, un winka. Él la fue a pedir y a él sí se la pasaron”.
Desde la zona de Pampa de Mallín, Justo Poso, werken de la comunidad Newen Che, reclamaba por la ausencia del Estado: “El Estado estuvo muy ausente. Tendríamos que tener en la calle o, al menos en cada comunidad, unos tanques de reserva de agua bien hechos, porque nos dan nylon para guardar agua, nylon para los techos… parecen invernaderos, los terrenos de los pobres y los pueblos originarios. Sin embargo, a los que tienen capital, la Municipalidad le cumple con todos los servicios. Nosotros siempre estamos desprotegidos», describe.
Y denuncia: «La Municipalidad de El Bolsón dice que no puede hacer limpieza en nuestro terrenos porque no tenemos título de las tierras, que ‘vivimos en una toma’, que el campo no sirve para producir. No nos quieren entregar nuestro título comunitario, no nos reconocen y las consecuencias las pagamos con el incendio».
La consigna “Mallín es rural” viene sosteniéndose frente a los siempre renovados intentos de loteo en la Pampa de Ludden. Allí, en la zona del cerro Perito Moreno, donde se levanta el centro de sky de El Bolsón, la empresa Laderas — conectada estrechamente al empresario británico Joe Lewis y con aval municipal— pretende construir un barrio cerrado desde hace diez años. Pero también existen muchos otros proyectos de urbanización forzada, como las ordenanzas de cambios de uso del suelo, los revalúos impositivos, la traza de calles. Incluso, los intentos de modificar el proyecto educativo de las escuelas con cambios de calendario escolar, baja de cargos en materias ligadas a la producción o ausencia total de transporte escolar por largos períodos. La tensión entre el turismo y la producción rural parece llegar a un punto de no retorno con esta catástrofe.
Manuel de Lucía denunció que “hubo mucho circo con el traslado de todos los turistas que estaban bajando de los refugios, tanto así que no nos dejaban bajar a amigos y asistencia con equipos que necesitábamos acá en la zona de Confluencia porque priorizaron la salida de turistas”. En ese sentido, comparte una reflexión respecto de la dinámica del turismo en la zona: «A partir de este incendio, se va a escribir una nueva historia con la palabra ‘turismo’ y, sobre todo, con la palabra prevención».
El vecino del Mallín denuncia que participaron en decenas de mesas de diálogo con el Splif, con Protección Civil, con el municipio, con el área de Medio Ambiente, con Área Natural Protegida “Río Azul – Lago Escondido” (Anprale) y presentaron decenas de notas ante esos organismos. Sin embargo, las respuestas son evasivas. «Hasta que no pasan estas cosas parece que nadie quiere agarrar el sartén por el mango. Esto acaba de poner un punto final al aforo desmedido, a no poder contener el turismo masivo«, sentencia. De Lucía lamenta que esa afluencia descontrolada del turismo tuvo consecuencias negativas para «los pobladores y las pobladoras, las vecinas, los vecinos, nuestras casas, nuestros animales, nuestro bosque, nuestro territorio, nuestras energías, nuestras fuerzas… Todo eso está pagando este mal lucro que se hace de los territorios, este mal manejo, estas malas políticas, estas malas decisiones”.
«Al menos queremos poder sentir que seguimos siendo pueblo»
Mientras en la montaña los brigadistas del Splif, del SPMF de Chubut y del SNMF dan todo para contener el incendio, el cielo vuelve a cubrirse y el cerro Piltriquitron (“colgado de las nubes”, en mapuzungun), que custodia el pueblo de El Bolsón al este, hace caso a su nombre originario y se enreda de nubes. Una nueva esperanza de lluvia alimenta los esfuerzos de miles de personas por dejar de respirar el humo de la destrucción.
El gobernador Alberto Weretilneck aparece en los medios regionales agradeciendo al Ministerio de Defensa, que envió algunas autoridades del Ejército a colaborar con la situación. Los medios oficialistas agradecen la gestión del helicóptero de la empresa de Joe Lewis sin preguntarse por la aparición del Lago Escondido en el nombre del área natural protegida incendiada. Para desviar el foco aparece la causa contra los brigadistas.
En paralelo, Patricia Bullrich, titular del recientemente renombrado Ministerio de Seguridad Nacional, que tiene bajo su órbita el Servicio Nacional del Manejo del Fuego (SNMF) brilla por su ausencia. Hay otros incendios activos en los Andes patagónicos. Y la respuesta de la Ministra es solo a través de las redes, volviendo a traer la figura de la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM) y de Facundo Jones Huala; al que dice denunciar penalmente por la aparición de un video en el que reivindica los incendios. En la creación del enemigo interno la siguen el gobernador Ignacio Torres y el vocero presidencial Manuel Adorni, todos el mismo día.
Mientras, el municipio local intentó centralizar las donaciones en la iglesia Nuestra Señora de Luján, en pleno centro de El Bolsón, y en el Polideportivo local. El intendente, Bruno Pogliano, comparte la noticia de la creación de un fondo solidario para la reconstrucción, gestionado en forma conjunta por el Municipio y referentes de diferentes iglesias con presencia en la localidad. Es el mismo esquema con el que su gestión viene intentando sostener una trama de contención de la conflictividad social en los crecientes barrios populares de El Bolsón.
Más acá de todo eso, la comunidad organizada articula esfuerzos entre instituciones, organizaciones sociales y solidaridad vecinal para hacer llegar la ayuda directamente a quienes ponen el cuerpo en la contención de la emergencia. Antes de partir a sumar sus esfuerzos para contener el fuego, una vecina piensa en voz alta y comparte: «Al menos queremos poder sentir que seguimos siendo pueblo».
2) Estimemos cuán crucial es hoy el periodismo que deconstruye los discursos oficiales rescatando testimonios desde la mirada de quienes habitan y defienden los territorios. Aclara que “la lucha por el territorio de comunidades Mapuche no es una cuestión de propiedad, sino un acto de supervivencia cultural, política y espiritual”.
Guardianas de la Fütawillimapu:
tres voces y una misma lucha por la defensa del territorio
8 de febrero de 2025
Por Comité editorial de Lom Ediciones | Rebelión
El trabajo no solo documenta la resistencia de estas tres mujeres, sino que también expone la complicidad del Estado en la expansión del extractivismo en Wallmapu. En un escenario donde la militarización del territorio mapuche se ha institucionalizado desde 2021 mediante el Estado de Excepción, prolongado por dos administraciones consecutivas
por Paula Huenchumil Jerez
El periodismo, cuando se ejerce con compromiso y una mirada crítica, tiene el poder de visibilizar historias silenciadas por los grandes medios. Guardianas de la Fütawillimapu: Crónicas de lucha contra la intervención eléctrica, de las periodistas Igna Solís y Camila Pérez Soto (LOM, 2025), es un ejemplo de ello. Esta obra nos sumerge en la resistencia de tres mujeres mapuche-williche que han convertido la defensa de su territorio en una lucha constante contra la expansión de megaproyectos eléctricos en la Fütawillimapu. A través de una investigación rigurosa y un exhaustivo trabajo en terreno, el libro reconstruye las trayectorias de la machi Millaray Huichalaf, la werkén Cristina Soto Guineo y la lonko Clementina Lepio Melipuchún, cuyas voces y acciones desafían la voracidad del extractivismo y reivindican los derechos de sus comunidades.
El pueblo mapuche, muchas veces retratado como un pueblo guerrero que desafió a la Corona Española, continúa su resistencia en el presente. No obstante, esta lucha no es un vestigio del pasado, sino una defensa constante de su lengua, su infancia, sus formas de vida y, fundamentalmente, su territorio. Guardianas de la Fütawillimapu da voz a tres mujeres que, desde distintos puntos del sur de Chile, enfrentan a poderosas empresas energéticas que han expandido sus megaproyectos sobre territorios indígenas sin consulta previa ni consentimiento de las comunidades, pero con el respaldo del Estado.
El libro nos lleva al corazón de la Fütawillimapu, la gran tierra del sur, habitada por el pueblo mapuche-williche, que abarca las regiones de Los Ríos y Los Lagos. Allí, cada una de estas mujeres enfrenta una batalla particular contra proyectos eléctricos de gran escala.
La machi Millaray Huichalaf, lideresa espiritual del territorio del río Pilmaikén, ha sido criminalizada por su oposición a las hidroeléctricas de la empresa estatal noruega Statkraft. Su historia ha trascendido las fronteras de Chile y ha sido reconocida a nivel internacional como un caso emblemático de defensa ambiental. En 2021, la Corte Suprema acogió un recurso de protección interpuesto por su comunidad en contra del proyecto Los Lagos de Statkraft, debido al hallazgo de restos arqueológicos en el terreno destinado a la obra. La resistencia de la machi ha sido destacada en el proyecto internacional Movements and Moments del Goethe-Institut, que documenta activismos medioambientales y luchas por derechos humanos en diversas partes del mundo.
Por su parte, Cristina Soto Guineo, werkén del Lof Wenul, en el norte de Ancud, lucha contra Transelec, una empresa de transmisión energética controlada por capitales canadienses y chinos. Su comunidad se opone al proyecto Sistema de Transmisión S/E Tineo – S/E Nueva Ancud, que atraviesa seis comunas de la Región de Los Lagos y supone una inversión de 100 millones de dólares. La paradoja de esta lucha es evidente: mientras las torres de alta tensión avanzan por el territorio mapuche, muchas familias no tienen acceso a electricidad. Cristina vive con energía solar y declara en el libro: «Si no tenemos nuestros árboles sagrados, si no tenemos nuestro espacio, si no tenemos nuestro küme mogen (buen vivir), ¿cómo seguimos adelante?»
Finalmente, la lonko Clementina Lepio Melipuchún, lideresa de la comunidad Fundo Alto Gamboa en Castro, Chiloé, se enfrenta a Saesa, una empresa energética controlada por grupos canadienses. Su comunidad ha encabezado una batalla legal para detener la construcción de la Línea de Transmisión 220 kV Chiloé-Gamboa, que pretende instalar torres de alta tensión sobre un territorio ancestralmente utilizado para ceremonias y recolección de lawen (plantas medicinales). A pesar de haber llevado su caso ante la Corte de Puerto Montt, los fallos han sido adversos, lo que evidencia los límites de la vía institucional para la protección de los derechos indígenas.
Un libro necesario en tiempos de despojo y militarización
El trabajo no solo documenta la resistencia de estas tres mujeres, sino que también expone la complicidad del Estado en la expansión del extractivismo en Wallmapu. En un escenario donde la militarización del territorio mapuche se ha institucionalizado desde 2021 mediante el Estado de Excepción, prolongado por dos administraciones consecutivas, el texto evidencia cómo la criminalización de la protesta indígena opera como un mecanismo de control territorial, facilitando la imposición de megaproyectos energéticos.
A través de la fotografía y la investigación periodística, las autoras muestran cómo estas mujeres resisten el hostigamiento y la represión policial por el simple hecho de proteger su entorno natural. Mientras los grandes medios de comunicación las presentan como una amenaza, en otras partes del mundo son reconocidas como defensoras del medioambiente. Este contraste ilustra el poder de los discursos oficiales y la importancia de rescatar testimonios desde la mirada de quienes habitan y defienden los territorios. Más que un libro, Guardianas de la Fütawillimapu es un testimonio vivo de la resistencia mapuche-williche. Nos recuerda que la lucha por el territorio no es una cuestión de propiedad, sino un acto de supervivencia cultural, política y espiritual.
Las autoras sostienen que, para comprender y erradicar el despojo territorial, es imprescindible conocer a sus protagonistas. En este caso, las guardianas de la Fútawillimapu no solo defienden su pueblo con sus cuerpos, sino que enfrentan directamente a empresas con nombre y apellido, cuyo avance sobre sus territorios no solo cuenta con el aval del Estado, sino también con su respaldo activo. Su resistencia no es abstracta ni simbólica: se expresa en acciones concretas contra proyectos energéticos que amenazan su forma de vida, reafirmando que la lucha por la tierra es también una lucha por la vida