Temas y sus síntesis

Noviembre 2024  

Recuperar el Llamamiento de Yakarta desde las autoorganizadas defensas y recuperaciones de territorios en el país-continente hacia enfrentar a:

Qué Sistema
Con la ONU encabezando la forma contemporánea más fundamental de la «lucha de clases» para derrotar la autoorganización de los pueblos en defensa de los territorios hacia crear sus respectivos «buenos vivires».

Qué Democracia
Con el Plan 2020-2030 de las corporaciones dominantes sobre el sistema de agronegocios como ley del agro (gracias al PJ) sin despertar la lucha en contra y sí la hay contra el RIGI gracias a la modelación peronista del consenso amplio.

Qué Trabajo
Con la ley de asociaciones profesionales de Perón consolidando el sometimiento del proletariado al Capital, también lo realiza mediante la democracia basada en la comunidad organizada por Perón según Mussolini.  

Qué Abya Yala
Con la COP16 sobre biodiversidad teniendo como estrella invitada a China, principal aniquiladora de la biodiversidad y la máxima depredadora de los océanos del mundo, invade aguas territoriales y captura especies en peligro de extinción.

Bakú + Cali = la doble farsa del ecologismo

14 de noviembre de 2024

Por Rebeldes indignadas | Rebelión

Cumbres del negacionismo al servicio del lobby ganadero-pesquero y del greenwashing.

– Doble farsa de las grandes cumbres de la ONU sobre cambio climático y biodiversidad, donde ni siquiera se habla de los problemas y soluciones más relevantes.

– Rebeldes Indignadas acusa a las grandes organizaciones ecologistas de silenciar los mayores problemas y soluciones en las dos grandes cumbres de la ONU para cambio climático y biodiversidad.

– La transición a dietas basadas en plantas y el decrecimiento profundo como las dos únicas respuestas ineludibles a la crisis, que brillan por su ausencia del debate. (…)

Sólo es posible con un cambio drástico del sistema alimentario global hacia dietas basadas en plantas y otras alternativas a la explotación animal, y hacia una producción local y de temporada, libre de productos tóxicos, pues los alimentos de origen animal son la primera causa de extinciones masivas, destrucción de ecosistemas y contaminación global, al ocupar el 80% de la agricultura mundial, más de un tercio de la superficie habitable, y ser principal fuente de deforestación, así como de la devastación de más del 55% de los océanos, de los que solo está protegido un 0,5 a 3% y aun en las zonas protegidas de la propia UE, con muy pocas excepciones, se permite la actividad humana más destructiva: la pesca de arrastre, poniendo de manifiesto que las figuras de protección de los espacios naturales constituyen un ejercicio de enorme hipocresía. Según el propio ministerio de consumo la carne tiene 4 veces más impactos que la aviación comercial y la transición de dietas seria entre 4 y 40 veces más eficaz que la eficiencia energética y la economía circular.

Sin embargo, de esta medida esencial no se habla. Se pretende proteger los ecosistemas en abstracto y como por arte de magia: una farsa inadmisible que se ejecuta con la complicidad de la grandes organizaciones ecologistas, que participan de ese falso discurso, un negacionismo al servicio del lobby ganadero-avícola-pesquero-acuícola, que infesta ya de por sí a las grandes instituciones de Naciones Unidas como la FAO o el mismo IPCC.(…)

Fuente: https://rebelion.org/baku-cali-la-doble-farsa-del-ecologismo/

Para hacer frente a los intereses de las grandes empresas que devastan los sistemas agrícolas y alimentarios

Los agricultores del mundo deben unirse

15 de noviembre de 2024

Por Bharat Dogra | Rebelión

Traducido del inglés para Rebelión por Jessica Safa

El sistema agrícola y alimentario debería basarse en gran cantidad de pequeños o medianos productores agrícolas (incluida la agricultura familiar) y en pequeños centros de procesamiento que produzcan alimentos de manera ecológicamente sostenible. En cambio, los pequeños productores están siendo desplazados y la agricultura familiar desapareciendo, aquellos que se dedican verdaderamente a la agricultura tienen que despedirse de sus granjas con lágrimas en los ojos, mientras los multimillonarios y las corporaciones más ricas adquieren grandes extensiones de tierras para el cultivo. Los pequeños procesadores de alimentos también están siendo expulsados y las posibilidades de contacto directo entre agricultores y consumidores para promover medios de vida sostenibles basados en la disponibilidad de alimentos saludables para todos están disminuyendo, mientras las gigantescas multinacionales asumen la producción, el comercio y el procesamiento de alimentos de maneras que son perjudiciales tanto para los consumidores como para los agricultores. (…)

Bharat Dogra es el coordinador honorario de la Campaña para Salvar la Tierra Ahora. Sus libros recientes incluyen Protecting Earth for Children, Man over Machine, Planet in Peril y When the Two Streams Met.

Texto original: https://countercurrents.org/2024/10/farmers-of-the-world-must-unite-to-oppose-big-business-interests-that-are-devastating-farming-and-food-systems/

Fuente: https://rebelion.org/los-agricultores-del-mundo-deben-unirse/

Premisas de una Argentina posible

16 de noviembre de 2024

Por Ezequiel Beer |Rebelión

Los valiosos aportes de prestigiosos integrantes del Sistema Universitario Argentino han señalado históricamente los niveles de evasión y fuga de capitales provenientes tanto de la actividad agropecuaria como minera que a su vez son funcionales a un mecanismo financiero local que es legitimado aun por la vigencia de la Ley de Entidades Financieras que data de la Dictadura Cívico/Militar y que ningún Gobierno desde el retorno de la Democracia se atrevió a derogar.

Para poder dimensionar el fenómeno una de las últimas investigaciones realizadas por el Geógrafo Luis Yanes para el caso agropecuario y al comparar las Cartas de Porte con las Declaraciones Juradas detecto que para los años entre 2019 y 2023 el importe perdido por el Fisco fue de unos 230.000 mil millones de dólares siendo un cálculo moderado pues en evolución de 20 años para atrás el número es muchos más superior.

La posibilidad de recuperar dichos tributos requiere una reformulan del sistema legal del Comercio Exterior, agudizar los mecanismos de fiscalización de los distintos entes tributarios y de las fuerzas de seguridad intervinientes.

Si los cálculos promedio indican que la deuda externa argentina ronda unos 500.000 mil millones de dólares poder captar una gran parte de dichos recursos y plantear una negociación de los compromisos externos con un plan de pagos de mediano plazo enfatizando la necesidad de evitar presiones políticas y económicas por parte de los actores nacionales e internacionales que efectúan dicho delito posiblemente vía los mismos organismos internacionales que serán los receptores de los fondos, estaríamos en presencia no solo de generar una cancelación de la deuda sino de contar en el tiempo de una progresiva libertad presupuestaria que hasta podría disminuir paulatinamente las llamadas pretensiones lo que empujaría a una mayor producción y exportación y por ende a una mayor recaudación (…)

Fuente: https://rebelion.org/premisas-de-una-argentina-posible/

¿Es realmente la economía el factor social determinante?

 12 de noviembre de 2024

 Por Jair de Souza| Rebelión

(…) No obstante, a pesar de todo lo que se acaba de decir, queremos demostrar que los factores que en última instancia impulsan a todas estas personas de sectores sociales no dominantes a dejar de lado las proposiciones que conciernen a sus verdaderos intereses económicos son, de hecho, motivaciones también basadas esencialmente en factores relacionados con disputas claramente asociadas a intereses económicos. Lo que sucede es que estas motivaciones no se originan en estos grupos socialmente subordinados, sino en aquellos que tienen el poder de manipularlos y desviarlos de los temas económicos que les beneficiarían directamente.

Como sabemos por los estudios sociológicos basados en el materialismo histórico, las clases que controlan el proceso de producción de riqueza en una sociedad también ejercen su dominación a través de su influencia ideológica. Así, este poder ideológico de las clases dominantes es utilizado sobre los grupos sociales a ellas subordinados con el fin de inducirlos a asumir como propios los objetivos y deseos infundidos por sus dominadores. Sin embargo, el verdadero objetivo de estas clases que ostentan el poder de manipulación no es otro que preservar y ampliar los privilegios económicos de los que gozan. (…)

Así, volviendo a la reflexión sobre la duda con la que iniciamos este texto, podemos afirmar que, si bien es correcto decir que los grupos sociales no se mueven exclusivamente por impulsos económicos, no se puede negar que la motivación original, eso es, la que concierne a los grupos que realmente detentan el poder en una sociedad determinada, en última instancia, se basa fuertemente en términos económicos. Esto nos lleva a concluir que sigue siendo muy válida la esencia de la teoría que hemos estado defendiendo, es decir, que el factor decisivo en la evolución y transformación de la sociedad humana está relacionado con su base económica.

Para que no haya malentendidos en cuanto a lo que queremos hacer explícito, no estamos proponiendo que se ignoren las cuestiones de naturaleza moral, religiosa, consuetudinaria y de otro tipo. Todo lo contrario. Lo que estamos tratando de mostrar es que, para hacer frente a estos problemas, necesitamos entender bien qué intereses económicos los impulsan. Con tal comprensión, seremos capaces de encontrar respuestas más eficientes a las preguntas que surgen detrás de facetas de moralidad.

Texto original en portugués: https://www.brasil247.com/blog/a-economia-e-mesmo-o-fator-social-determinante-04b2g3n9

Traducido por el autor.
Fuente: https://rebelion.org/es-realmente-la-economia-el-factor-social-determinante/

Conceptos para explicar la transición hegemónica

21 de noviembre de 2024

Claudio Katz

(…)En este caso latinoamericano es muy visible la imposibilidad de comprender los acontecimientos, omitiendo la centralidad de la movilización popular. En ese cimiento se asienta también la formulación de un proyecto de emancipación, que presenta aristas de convergencia con la transición hegemónica, sin amoldarse a la versión más corriente de esa mutación.

América Latina necesita ante todo batallar contra la dominación de Estados Unidos, porque no podrá encarar ningún proyecto avanzado, sin conquistar la soberanía política que sofocan las embajadas, las bases militares y las presiones del Departamento de Estado. La Casa Blanca veta cualquier rumbo regional diferente a su hoja de ruta y por esa razón, en este terreno existe un total empalme con las transiciones concebidas en choque frontal con el Norte Global.

Pero América Latina también requiere una renegociación económica en bloque con China, para superar las ruinosas consecuencias económicas del status quo. El gigante asiático aprovecha la fragmentación de sus clientes para obtener mayores réditos y el resultado está a la vista en la primarización, la ausencia de transferencias tecnológicas y la inversión en áreas no prioritarias. En este plano se verifican tensiones que podrían superarse dentro del propio del Sur Global, si se reconocen las contradicciones y disputas que afectan a ese entramado.

El tercer pilar de un proyecto de izquierda para la América Latina es la integración regional. Este sendero es insoslayable para erradicar el subdesarrollo y la desigualdad, forjando la soberanía financiera, energética y alimentaria que necesita la región. También aquí aparece una singularidad de la zona que la distingue como bloque especifico. Podría converger como en la época del Tercer Mundo con alianzas más extendidas, pero ese empalme no será indistinto, ni uniforme con todo el Sur Global.

La comprensión de estas singularidades exige superar la presentación corriente de la transición hegemónica, como un simplificado contrapunto entre el Norte y el Sur Global. Esos términos son útiles y fructíferos, si quedan enmarcados en nociones más ordenadoras de la época actual.

El punto de partida de esa conceptualización son las contradicciones inherentes al capitalismo que ha potenciado la era neoliberal. La drástica modificación de las relaciones económicas internacionales que genera el desarrollo desigual y combinado es un corolario indispensable de esa evaluación. A su vez, el agravamiento de todos los desequilibrios del capitalismo dependiente (que la periferia padece como consecuencia de las transferencias de valor) es otro proceso decisivo del período en curso.

El contraste entre el Norte y el Sur global sólo asume un contenido efectivo, si es enmarcado en la lógica del imperialismo y del sistema imperial, en los jerarquizados escenarios del centro, la semiperiferia y la periferia.(…)

(…) A China no le cabe hasta el momento ningún epíteto imperial. Captura los excedentes de la periferia aprovechando sus ventajas productivas e impone su dominación económica sin recurrir a la fuerza. Esa modalidad de supremacía la ubica fuera del casillero de las potencias imperialistas.

El gigante asiático no despacha tropas al exterior, evita involucrarse en conflictos militares y mantiene una gran prudencia en su política exterior. En todos los campos desenvuelve una estrategia defensiva, en las antípodas de su virulento rival estadounidense. Privilegia el agotamiento económico de su competidor y su única intervención militar relevante frente a Taiwán, apunta a resguardar sus fronteras.

Pero ese status alejado de la tentación imperial no se extiende a Rusia, que algunos analistas sitúan en el Sur, otros en el Norte y muchos en el limbo. Moscú afronta la hostilidad externa haciendo valer su poderío militar en todo el espacio pos soviético. Desenvuelve un doble papel de acosador y acosado, utilizando amenazas, disuasiones e incursiones directas.

Rusia se ubica fuera del sistema imperial, no integra la escudería del belicismo occidental y debe lidiar con la presión norteamericana. Pero no limita su reacción a la mera defensa. Apuntala los intereses de grupos dominantes internos con acciones que desbordan sus fronteras, enviando tropas a Siria y mercenarios al África. Fue amenazada por la OTAN en Ucrania y respondió con una injustificada invasión. Esa reacción ilustra los rasgos de un imperio en gestación, fuera del radio hegemónico del Norte global.

Variedades menores del mismo comportamiento exhiben las potencias intermedias, que bordean el sistema imperial, sin integrarlo y sin confrontar con él. Esas formaciones priorizan su acción en el entorno próximo con acciones subimperiales, para disputar primacía con sus rivales de la zona. Es el caso de Turquía (y probablemente de la India), pero no de Brasil o Sudáfrica, que se mantienen alejados de la tentación bélica. Las numerosas situaciones de mandantes regionales que atropellan a su propia periferia (Rusia a Ucrania, Turquía al Kurdistán, Arabia Saudita al Yemen) retrata la ausencia de un mero bloque defensivo y enemistado con el Norte.

En el mismo conglomerado del Sur Global se ubica también el grueso de la periferia atropellada por Estados Unidos y sus socios. América Latina comparte ese destino con África y la mayor parte de Asia. Los integrantes de ese espacio, no cuentan con las vallas defensivas construidas por sus pares intermedios para contener los avasallamientos imperiales.

Esta diversidad de situaciones en el Sur Global no sólo difiere con el comando que ejerce el Pentágono en el Norte. También evidencia la ausencia de un contraste entre actores imperialistas y antiimperialistas. El belicismo de la OTAN no confronta con una contraparte decidida y simétrica.

Aquí radica otra diferencia del Sur Global con su antecesor del Tercer Mundo. Los BRICS no guardan el menor parentesco con Bandung, los No Alineados o la Tricontinental. La gestación de organismos que retomen esa plataforma antiimperialista es una asignatura pendiente, que apenas despunta con iniciativas como el ALBA. Esta carencia determina, a su vez, la preponderancia actual de una transición hegemónica divorciada de los intereses populares. (…)

La comprensión de estas singularidades exige superar la presentación corriente de la transición hegemónica, como un simplificado contrapunto entre el Norte y el Sur Global. Esos términos son útiles y fructíferos, si quedan enmarcados en nociones más ordenadoras de la época actual.

El punto de partida de esa conceptualización son las contradicciones inherentes al capitalismo que ha potenciado la era neoliberal. La drástica modificación de las relaciones económicas internacionales que genera el desarrollo desigual y combinado es un corolario indispensable de esa evaluación. A su vez, el agravamiento de todos los desequilibrios del capitalismo dependiente (que la periferia padece como consecuencia de las transferencias de valor) es otro proceso decisivo del período en curso.

El contraste entre el Norte y el Sur global sólo asume un contenido efectivo, si es enmarcado en la lógica del imperialismo y del sistema imperial, en los jerarquizados escenarios del centro, la semiperiferia y la periferia.

Finalmente, la transición hegemónica no es un destino inexorable del futuro. Al igual que el ascenso del Sur Global puede asumir un curso provechoso u otro agobiante para las mayorías populares. Depende del perfil que adopte ese camino, como trayectoria de convalidación o reversión de la opresión capitalista.

El primer sendero augura nuevas versiones de las pesadillas que afrontan los desposeídos. El segundo rumbo abre las compuertas para el viejo sueño del bienestar popular, la igualdad social y la convivencia política. Ese curso cobraría fuerza con proyectos pluripolares, dinámicas antiimperialistas y horizontes socialistas, que aportarían un renovado ideal a la transición protagonizada por el Sur Global.

Fuente: https://www.anred.org/conceptos-para-explicar-la-transicion-hegemonica/

¿Qué le sucede a la izquierda latinoamericana?

 16 de noviembre de 2024

Efectivamente, si se reflexiona sobre la conducta de reconocidos representantes de la izquierda latinoamericana, como Lula y Correa, uno no puede menos que preguntarse ¿Qué sucede con ellos? La pregunta cobra mucho sentido cuando se comprende que ellos llevan a cabo -o promueven- exactamente el mismo tipo de comportamientos que la derecha ha llevado contra ellos. Como no recordar las últimas elecciones en Brasil en las que Bolsonaro, al verse perdido ya antes de los comicios, anunciaba un supuesto fraude en su contra. Una vez consumada su derrota, impulsó un intento de golpe en el que sus seguidores llegaron incluso a tomar el palacio de Planalto. Ese ha sido un guion que ha seguido la derecha en varios lugares, con exactamente el mismo patrón. El ejemplo más representativo de esa estrategia fue el golpe de la derecha en Bolivia, que encumbró a la autoproclamada Jeannine Añez al poder en 2019.

Siendo que es un guion que la derecha continental repite aquí y allá, en cuanto tiene la oportunidad de hacerlo, sorprendió muchísimo que Lula no haya advertido que ese mismo juego estaba implementando Corina Machado y Edmundo Gonzales en las últimas elecciones en Venezuela para desconocer la victoria de Nicolás Maduro e impulsar un golpe de Estado para derrocarlo, por fortuna, un intento de golpe fallido. Entonces, Lula, cual, si fuera un juez -nadie sabe nombrado por quién- requirió a Maduro que mostrara las papeletas electorales, haciéndole el juego a la derecha que ponía en duda, y todavía lo hace, la victoria electoral del presidente chavista. Como se sabe, la deriva de Lula lo llevó a consumar definitivamente su traición vetando el ingreso de Venezuela a los BRICS. De este modo, el que en algún momento fuera considerado como el líder de la izquierda latinoamericana, terminó como un sirviente arrastrado de los intereses imperialistas. Toda la razón, tenía Daniel Ortega, cuando caracterizaba de ese modo al presidente brasileño.

Por increíble que parezca y guardando las distancias, esa misma pregunta ¿Qué pasa con él? Podemos formularla, refiriéndonos a Rafael Correa. Sorprende muchísimo que el que fuera el mejor presidente de la historia del Ecuador y actualmente uno de los más connotados pensadores de la izquierda latinoamericana, no se percate que Luis Arce, lleva adelante contra Evo Morales la misma traición que, en su momento, Lenin Moreno llevó contra él. Las similitudes son tales que parecen sospechosamente extraídas de un mismo guion. ¿Acaso no es cierto que Lenin Moreno coadyuvó en la proscripción de Correa, tal como Arce intenta hacerlo hoy en día contra Evo?, ¿Acaso no es cierto que Lenin Moreno pretendió arrebatarle la sigla a Correa, del mismo modo que hoy pretende Luis Arce con la sigla del MAS, cuyo histórico líder es Evo Morales?, ¿Acaso no es cierto que Lenin Moreno desvirtuó completamente a la Revolución ciudadana, tal como hoy Luis Arce destroza el legado del proceso de cambio?  Entonces nos preguntamos ¿Qué pasa con Correa?, ¿Cómo puede presentar a Arce en su prestigioso programa «Conversando con Correa” de Rusia Today, dándole la oportunidad de pretender lavarse la cara ante la izquierda latinoamericana?

Sorprende mucho que Correa haya aceptado bajar el nivel de su muy buen programa, al permitirle al Lenin Moreno boliviano, decir dislates. Efectivamente, un intelectual de gran talla como Correa no podía dejar de advertir que Arce estaba pretendiendo embaucar a la audiencia de su programa al hablar de industrialización y de sustitución de importaciones en Bolivia bajo su gobierno. Arce no ha llevado adelante ninguna industrialización, pues las plantas de las que se vanagloria tanto convierten la papa en papa frita y algunas frutas, en mermeladas, lo que no es en absoluto una exageración. Cualquier observador, mínimamente criterioso, sabe que eso no es industrialización. Por el contrario, el proyecto del litio, que tenía potencialidades para empujar un verdadero proceso industrializador, Arce lo ha desbaratado, permitiendo a su hijo (marcelitio) lucrar con negocios que a la fecha, después de 4 años, no han dado resultado alguno. Por otro lado, un observador serio no podía permitirle a Arce decir que la nacionalización de los hidrocarburos fue «descuidada», sin preguntarle, «pero usted señor, fue el ministro de economía en el tiempo en el que sostiene que ocurrió eso».

En fin, un buen analista -como efectivamente es Correa- no podía dejar de notar que no pudo haber sustitución de importaciones en una economía que padece aguda escasez de dólares, dado que la sustitución ahorra dólares, que antes eran utilizados en la importación de los productos sustituidos.

Por todas estas cosas, nos preguntamos ¿Qué pasa con Correa? Estamos lejos de pensar que, como Lula, traicionó a la patria grande, pero creemos que urge una rectificación de su parte.

La reflexión es importante, puesto que Arce pretende mostrar una cara de izquierda hacia el exterior. Ahora importa, de una vez por todas, desenmascararlo. 

Fuente: https://rebelion.org/que-le-sucede-a-la-izquierda-latinoamericana/

……

Uruguay. América latina se vuelca más a la izquierda

Ganó Orsi y el Frente Amplio vuelve a gobernar Uruguay

25 de noviembre de 2024

Por Mercedes López San Miguel /Página12

El FA regresa después de cinco años de un ensayo promercado que interrumpió su hegemonía de 15 años. Casi a las 22 horas, Orsi se dirigió a un público masivo que lo esperaba bajo una lluvia suave. «Hoy triunfa el país de la libertad y fraternidad. Jamás hay lugar para el agravio y la descalificación. Estamos muy felices quienes abrazamos estas banderas. Hay una parte del pueblo que también precisamos».

Diálogo nacional

El discípulo de José «Pepe» Mujica dijo que su mensaje era claro: «no puede ser otro que debatir ideas» y se congratuló por la larga vida de los partidos políticos uruguayos. «Voy a ser un presidente que convoque una y otra vez al diálogo nacional. Voy a ser un presidente que construya una sociedad más integrada. Un país que camine hacia el desarrollo, que avance. Abracemos la idea de que Uruguay es uno solo». (…)

Al final del día, estaba claro que una mayoría de este lado del charco volvía a apostar por un proyecto que promete mejorar las condiciones de vida de los más postergados.

https://www.pagina12.com.ar/785377-gano-orsi-y-el-frente-amplio-vuelve-a-gobernar-uruguay
Fuente: https://rebelion.org/gano-orsi-y-el-frente-amplio-vuelve-a-gobernar-uruguay/

Introducción al libro Extractivismo en Argentina.
Saqueos, resistencias y estrategias en disputa

Esteban Mercatante

Juan Duarte

 (…) Los significados de la transición posextractivista

Desde la ecología crítica de Latinoamérica, se plantea la urgencia de encarar una transición posextractivista en la región. ¿Cómo se piensa la articulación de la misma con las luchas contra el imperialismo y el capitalismo? Miremos algunas de las propuestas más destacadas que se han puesto en debate.

Una cuestión que tiende a dominar muchas de las perspectivas posextractivistas es la apelación a iniciativas por fuera o alternativas a los circuitos dominantes de reproducción de capital que incluyen los entramados extractivistas. Los planteos de Maristella Svampa nos parecen un nítido ejemplo en este sentido.

La autora, una de las principales referentes de la cuestión ambiental en la Argentina, parte de un planteo que es claro respecto del carácter sistémico de la problemática que enfrentamos, aunque lo lleve a un terreno que bordea lo antropológico. “Asumir la crisis socioecológica y civilizatoria que plantea el Antropoceno conlleva el desafío de pensar alternativas al extractivismo dominante, de elaborar estrategias de transición que marquen el camino hacia una sociedad posextractivista” [97], sostiene. Svampa afirma la necesidad de “superar aquellas visiones hegemónicas que continúan viendo el desarrollo desde una perspectiva productivista (crecimiento indefinido), como si los bienes naturales fueran inagotables, al tiempo que conciben al ser humano como autónomo y alguien exterior a la naturaleza o por encima de ella”. Apunta finalmente a la necesidad de “elaborar alternativas integrales y sistémicas” [98].

Asimismo, rescata que en América Latina “la transición se piensa desde nuevas formas de habitar el territorio, algunas de las cuales se hallan en ciernes, otras vigentes, al calor de las luchas y las resistencias sociales que asumen un carácter anticapitalista”. Estas nuevas formas de habitar irían “acompañadas de una narrativa político-ambiental, asociada a conceptos como buen vivir, derechos de la naturaleza, bienes comunes, posdesarrollo, ética del cuidado, entre otros”. Todos estos conceptos “se apoyan en la defensa de lo común, que aparece hoy como una de las claves en la búsqueda de un nuevo paradigma emancipatorio, en la gramática antagonista de los movimientos sociales” [99]. Afirma que “es necesario explorar y avanzar hacia otras formas de organización social, basadas en la reciprocidad y la redistribución, que coloquen importantes limitaciones a la lógica de mercado” [100].

Desde esta óptica, el avance hacia el posextractivismo se concretaría a través del fortalecimiento de experiencias alternativas y autónomas de los procesos de producción y apropiación que comanda el capital.

Desde América Latina y desde el sur, existen numerosos aportes desde la economía social y solidaria, cuyos sujetos sociales de referencia son los sectores más excluidos (mujeres, indígenas, jóvenes, obreros, campesinos), cuyo sentido del trabajo humano es producir valores de uso o medios de vida. Existe, así, una pluralidad de experiencias de autoorganización y autogestión de los sectores populares ligadas a la economía social y el autocontrol del proceso de producción, de formas de trabajo no alienado, otras ligadas a la reproducción de la vida social y la creación de nuevas formas de comunidad. Por ejemplo, en un país tan sojizado como Argentina –o precisamente por ello– se crearon redes de municipios y comunidades que fomentan la agroecología, proponiendo alimentos sanos, sin agrotóxicos, con menores costos y menor rentabilidad, que emplean más trabajadores. Un nuevo entramado agroecológico va surgiendo, un archipiélago de experiencias que buscan conectarse por puentes y pasarelas, al margen del gran continente sojero que hoy aparece como el modelo dominante, basado en el cultivo transgénico para la exportación… estas experiencias de autoorganización van dejando su huella a través de la creación de un nuevo tejido social, un abanico de posibilidades y experiencias que es necesario explorar y potenciar [101].

En otro libro más reciente [102], junto a Enrique Viale, los autores discuten más concretamente las “vías de una transición socioecológica” que comprenderían tres ejes: una transición energética, repensar el modelo alimentario y repensar también el modelo urbano.

La transición energética implicaría seis puntos: “avanzar hacia una sociedad post fósil basada en energías limpias y renovables”; “cambiar el sistema, no solo la matriz energética”, de modo que la energía sea concebida como un bien común y un derecho humano; un proceso de desinversión en combustibles fósiles; estar atentos a las “falsas soluciones”, como las “transiciones corporativas” (dirigidas desde arriba por los intereses empresariales), contraponiéndoles la participación popular y democrática desde abajo; una “transición justa”, que articule “justicia social” y “justicia ambiental”; y, finalmente, “pensar la transición en clave de reducción del metabolismo social”, partiendo de reconocer la raíz marxista del concepto de metabolismo social y apuntando, en clave decrecentista, a “explorar y avanzar en otras formas de organización social, basadas en la reciprocidad y la redistribución, que pongan límites a la lógica del mercado y, por ende, al modelo de consumo” [103]. Sobre el modelo alimentario proponen una “vía agroecológica” que implicaría avanzar en: prácticas de producción centradas en el cuidado del suelo; prevención y control natural de plagas y enfermedades; el mantenimiento del suelo vivo; reciclaje de nutrientes; fortalecimiento de actividades productivas; producción, selección, conservación y cuidado de materiales genéticos locales de semillas, plantines y animales; uso múltiple y sustentable del paisaje y la biodiversidad [104]. En definitiva, un programa contrapuesto al del agronegocio. Y, finalmente, en el tercer eje proponen repensar el modelo urbano enfrentando la especulación inmobiliaria y el “extractivismo urbano” (concepto que no definen) con la perspectiva de “ruralizar la urbanidad”, desde el “urbanismo feminista”.

¿Cómo se plantean llevar adelante este ambicioso programa? Por medio de un “gran pacto social y económico”, una “agenda integral que articule justicia social con justicia ecológica, étnica y de género” [105]. Esta agenda encuentra, según los autores, su primera referencia en el Green New Deal, inspirado a su vez en el programa de reformas del New Deal de Franklin D. Roosevelt en la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Significativamente, los autores señalan que, en nuestro país, “lo más parecido a esto fue el Plan Quinquenal del primer gobierno peronista”, al cual exaltan como “nacionalista y distribucionista”, y el Plan Trienal para la Reconstrucción y la Liberación Nacional del tercer gobierno de Perón en el año 1973, al cual también destacan por “un gran y amplio control estatal de la economía y en el proceso productivo, que incluía la protección del ambiente y los recursos naturales” [106].

A su vez, afirman que si bien el Green New Deal “tuvo un origen reformista conservador asociado a ciertos sectores partidarios de la economía verde”, entre 2007 y 2008 Alexandria Ocasio-Cortez del Partido Demócrata de Estados Unidos “logró darle una vuelta de tuerca radical al Green New Deal […] y convertirlo en un verdadero programa de transformación ecosocial y económica […] una apuesta interseccional que busca articular justicia social con justicia ambiental” [107]. Desde esta referencia, los autores proponen cinco ejes para un “pacto ecosocial y económico”: ingreso universal o renta básica; una reforma tributaria progresiva (a grandes fortunas, impuestos verdes, etc.); suspensión del pago y auditoría de la deuda externa; “el involucramiento del Estado a través de políticas públicas que desmercantilicen la salud y conecten cuidado, salud y ambiente”, como “colocar en el centro la sostenibilidad de la vida”, un sistema nacional de cuidados “que exige el abandono de la lógica mercantilista, clasista y concentradora” [108]; y, finalmente, poner la capacidad del Estado al servicio de llevar adelante los tres ejes de transición planteados previamente –transición energética, agroecológica y urbana– y “transformar la economía mediante un plan holístico que se proponga salvar al planeta del colapso ecosistémico y, a la vez, persiga una sociedad más justa e igualitaria” [109].

Se trata, señalan, de instalar por esta vía “una agenda de transición justa” que pueda convertirse en “una bandera para combatir el pensamiento neoliberal”, al tiempo que “neutralizar las visiones colapsistas y distópicas dominantes, y vencer la persistente ceguera epistémica de tantos progresismos desarrollistas que privilegian la lógica del crecimiento, así como la explotación y mercantilización de los bienes naturales” [110].

¿Cómo llevar adelante esto? Continuando con la vía al posextractivismo, esbozada previamente por Svampa, proponen junto con Viale una “batería de políticas públicas” con “participación e imaginación popular” y la “interseccionalidad entre nuevas y viejas luchas, sociales e interculturales, feministas y ecologistas, incluyendo un diálogo Norte-Sur, centro-periferia, con quienes están pensando en un Green New Deal” [111]. Esto, señalan, “no admite autolimitaciones ni reformas tibias”, y requiere, citando al marxista peruano José Carlos Mariátegui, una “brújula en el viaje”, una “resignificación desde una perspectiva holística en clave territorial, política y civilizatoria”. ¿Los sujetos de este cambio? La juventud referenciada en Greta Thunberg, las organizaciones socioambientales, los movimientos territoriales urbanos y rurales, las organizaciones indígenas y las ONG ambientalistas, enfrentando a “las élites políticas y económicas a nivel global” y a sus expresiones locales y territoriales. En otro volumen colectivo posterior, compilado por Maristella Svampa y Pablo Bertinat [112] y dedicado a la transición energética en la Argentina, estos sujetos son ubicados dentro del “universo del ecologismo popular basado en una narrativa relacional y anticapitalista” en oposición al “ambientalismo corporativo”.

De conjunto, podemos decir que si bien el planteo de Svampa y Viale despliega un herramental crítico importante para desmontar los fundamentos del extractivismo y establecer su conexión profunda con los modos dominantes de producción y apropiación que impulsa el capital global, incluidos valiosos análisis concretos sobre extractivismo y transición energética [113], vemos necesario señalar aspectos problemáticos en diferentes niveles.

En cuanto a la perspectiva teórica de fondo, resulta problemática la afirmación de que la crisis civilizatoria y ecológica es “profundamente filosófica” y que se ubica en el corazón de la “episteme moderna”, propia de la revolución científica del siglo XVII, de tipo antropocentrista, mecanicista y dualista. Se trata de una posición muy difundida dentro del ecofeminismo, que se referencia en obras como la de Carolyn Merchant, que tiende por un lado a reducir la cuestión ecológica a una cuestión de valores (mecanicismo vs. vitalismo idealista), y se sostiene en un “holismo” abstracto, incapaz de ver el origen histórico y la conexión dialéctica de esos valores y categorías “epistémicas”, por lo que cae en nuevas dicotomías y se aleja de una mirada materialista histórica. De hecho, para Svampa y Viale, el marxismo sería también un “hijo de la Modernidad”, tanto “en su concepción de la naturaleza” como en su “visión del desarrollo asociado a la expansión infinita de las fuerza productivas” [114], o sea, productivista. Como mostramos anteriormente y ha abordado específicamente John Bellamy Foster en discusión con Merchant [115], esta afirmación es insostenible. Sin embargo, el mayor problema es que así desechan la posibilidad de un pensamiento materialista, dialéctico y estratégico frente al capitalismo.

Esta vertiente posextractivista se vincula explícitamente con las perspectivas decrecionistas que vienen ganando mucha influencia en el ecologismo crítico de las salidas de “capitalismo verde”. En el trabajo previo, Svampa afirma que el concepto de posextractivismo debe articularse con el de decrecimiento [116]; y en el posterior, junto a Viale, el objetivo de reducción del metabolismo social, como señalamos, es planteado en términos decrecentistas. No resulta sorprendente que los autores realicen este puente con una de las corrientes que más viene ganando influencia en la ecología crítica a nivel internacional (otras son el comunismo ecomodernista, que al contrario del decrecionismo apunta a “acelerar” el desarrollo de las tecnologías verdes ligado a la transformación de las bases sociales; y el llamado “colapsismo”). Al igual que otros autores de esta corriente, como Serge Latouche, Svampa se posiciona desde el “posdesarrollo”, planteando la necesidad de abandonar coordenadas que, en su mirada, son herederas de la colonialidad occidental. La historia de la perspectiva del desarrollo, en realidad, es menos lineal de lo que supone esta visión. Antes de las recetas esquemáticas de W. W. Rostow y otros autores, cargadas de mecanicismo lineal, fue desde la “periferia”, contra los planteos imperialistas y colonialistas, que se defendió la necesidad de apuntar al desarrollo ligada a la pelea por la emancipación de la opresión de las potencias europeas y del imperialismo yanqui [117]. Las posturas decrecionistas son marcadamente heterogéneas y llegan hasta autores que se identifican como marxistas, como es el caso de Kohei Saito (en su caso, fuerte y correctamente crítico de las perspectivas emparentadas con el Green New Deal o cualquier tipo de lo que él llama “keynesianismo ambiental” [118]). Pero de conjunto se terminan unificando en poner énfasis en lo cuantitativo (reducción del metabolismo social) por sobre lo cualitativo, es decir, los centros de gravedad fundamentales que deben ser atacados para desmontar el afán acumulativo del capital y reemplazarlo por una organización social que pueda proponerse un metabolismo equilibrado [119]. Posdesarrollo y poscrecimiento no alcanzan para prefigurar bases sociales alternativas a las del capital.

Hay que señalar que lo que surge de las propuestas que proyectan los autores no llega a cumplir con los requisitos de “integralidad” y “sistematicidad” que reclama la propia Svampa. Constituyen una serie de medidas que aparecen más como búsqueda de caminos para constituir en paralelo o por fuera de los circuitos de producción y acumulación dominantes. Es decir, proponen formas de relacionarse no extractivistas, pero que apuntan a crear espacios en los marcos de la sociedad del capital, cuya lógica seguirá empujando a la profundización de los extractivismos. El privilegio de lo que ocurre por fuera de los circuitos de producción y circulación del capital (por ejemplo, esas “formas de organización social, basadas en la reciprocidad y la redistribución”, agroecológicas), sin proponerse transformar los mismos, excluye como objetivo una transformación sustancial como horizonte más o menos inmediato. Por supuesto, no puede negarse el valor de todas las experiencias de resistencia, muchas encarnadas en poblaciones originarias que luchan por sus territorios y buscan ganar fuerza por fuera de los agronegocios, la megaminería, los extractivismos hidrocarburíferos y muchas otras vías capitalistas de apropiación de la naturaleza. Las formas alternativas de habitar el territorio, las nociones del “buen vivir” que chocan con los imperativos de la valorización capitalista que tiende a reducir a todos los valores de uso según la vara de la creación de (plus)valor y las experiencias que se vienen desarrollando para defender estos espacios del avance de las cadenas de valor globales en nuestra América Latina son puntos de apoyo fundamentales para la articulación de una alianza social que pueda proponerse una transformación radical de la sociedad. Pero es necesario constituir una unidad de fuerzas sociales que se proponga ir más allá de la resistencia y de la defensa de espacios alternativos o autónomos. El paulatino fortalecimiento de los mismos no alcanzará para gestar una transición posextractivista. Es necesario apuntar al corazón de la bestia: disputar cómo se lleva a cabo la organización de los medios sociales de producción y circulación de valor.

Junto con estas, sí encontramos otras medidas que correctamente apuntan a los circuitos de producción y acumulación dominantes, e implican un cuestionamiento profundo a la gran propiedad capitalista y sus intereses imperialistas. Ejemplos de esto son el conjunto del eje de transición energética, el no pago de la deuda externa, o una transición agroecológica que resulta imposible sin la expropiación de la gran propiedad terrateniente. Pero estas no tienen más agente para llevarlas a cabo que el Estado actual, capitalista. Este aparece como el sujeto del Pacto Ecosocial del Sur, como si la movilización popular por el Pacto Ecosocial fuera suficiente para que la Nación y las provincias abandonen de manera duradera su rol de garantes últimos de la mercantilización y partes interesadas en el avance extractivista [120].

Este tipo de iniciativas, si realmente se plantea con seriedad llevarlas adelante, requieren de la fuerza de la clase trabajadora, que es la que mueve diariamente la producción y puede disputar al capital el dominio de los resortes de la misma –energía, agricultura, industria–. Esta fuerza social es fundamental para imponer a los capitalistas el pasaje a otras formas de producción planificadas    –desde abajo, democráticamente y en alianza con los pueblos originarios, activistas socioambientales, jóvenes, trabajadores científicos, etc., cuestión que enfrentará al propio Estado que necesita de organizaciones políticas, de su propio partido revolucionario, con independencia de clase respecto al Estado, los gobiernos y los sectores y partidos patronales [121]. A lo largo de los capítulos que componen este libro, discutimos, a partir de las discusiones desatadas por las resistencias a los distintos extractivismos, y a partir de las experiencias de los ceramistas de Neuquén, la gestión obrera de Madygraf e incluso a nivel internacional, articulaciones programáticas y estratégicas generales y particulares para cada extractivismo.

Pero en Svampa y Viale, la lógica interseccional, que tiene el mérito de acentuar la multiplicidad de resistencias que enfrenta la avanzada capitalista, imperialista y extractivista, va de la mano de una reticencia a definir un eje claro, un centro de gravedad donde deba golpearse para poner fin al sistema de expoliación de la naturaleza y explotación del trabajo que es el capitalismo, que es cada vez más desembozadamente extractivista en las periferias. Esto los aleja de cualquier alternativa integral y sistémica al orden de cosas existente, y empuja hacia hacer eje en las posibilidades de pequeñas trincheras dentro de los marcos del mismo [122].

Por otro lado, el propio Eduardo Gudynas aporta, a su vez, algunos elementos para pensar las alternativas a las que se verá confrontada la sociedad en un país dependiente donde los extractivismos aparecen como alternativas cada vez más dominantes, para desenredar ese círculo vicioso.

Para realmente salir de los extractivismos –escribe– es necesario abordarlos en todas sus múltiples dimensiones, y por lo tanto, las opciones de cambio también deben ser alternativas al desarrollo. Dicho de otra manera, se deben pensar ordenamientos económicos y sociales que no dependan de los extractivismos, lo que explica que estemos hablando de alternativas a los actuales desarrollos convencionales [123].

Gudynas tiene el mérito –aunque también representa un límite, como veremos– de articular su planteo sistematizando las experiencias que se vienen llevando a cabo para apuntar hacia el posextractivismo.

Un aspecto importante, que muchas veces los defensores del extractivismo confunden adrede es que “las alternativas al extractivismo no implican estar en contra de la minería o la agricultura. Tampoco postulan una Naturaleza intocada” [124]. El punto de partida es clarificar las prácticas que pueden ser llevadas adelante con menores impactos ambientales o con impactos manejables, y que se puedan considerar como necesarias y legítimas para asegurar la calidad de vida de las personas. “Las alternativas apuntan a salir de la dependencia de los extractivismos, en tanto apropiaciones intensivas y de gran volumen de recursos naturales, y en particular cuando estas se dan violando derechos” [125], afirma.

Los lineamientos para el posextractivismo deberían orientarse para Gudynas por dos metas: “cero pobreza” y “cero extinciones”. “Son compromisos en atender la calidad de vida de las personas y sus comunidades, y en evitar impactos ambientales que no puedan ser revertidos” [126].

Al contrario de los presupuestos habituales de la ideología del desarrollo, se entiende que se cuenta con las condiciones para anular completamente la pobreza en el continente. No hace falta esperar un “derrame” de mayores inversiones y ganancias capitalistas para reducirla. Al contrario, terminar con la apropiación privada de la riqueza social es requisito y condición suficiente para proponerse este objetivo. “A su vez –señala–, la meta de cero extinciones implica una posición de fuerte compromiso ambiental basado en los derechos de la Naturaleza, y no aparece como una condición que eventualmente podría ser atendida en un futuro después que se cumplieran objetivos sociales y económicos. Por el contrario, aquí se colocan esos propósitos ambientales con la misma importancia que la erradicación de la pobreza” [127].

Gudynas propone un sendero que priorice el desmonte urgente de los extractivismos depredadores, mediante el fortalecimiento de alternativas cada vez más sostenibles. Esto conlleva un primer conjunto de medidas de transición enfocadas en detener los peores impactos ambientales y sociales de los extractivismos depredadores. Se trata de alcanzar una primera instancia donde todavía existen extractivismos, pero se aplican “en forma efectiva y rigurosa las normas sociales, laborales, sanitarias y ambientales […] Las evaluaciones de impacto ambiental son serias, y los emprendimientos que no cumplen las exigencias sociales y ambientales no son aceptados” [128]. Se utilizan las mejores tecnologías disponibles para reducir los impactos ambientales (sea, por ejemplo, tratamientos de efluentes y relaves, reciclaje del agua, captura de emisiones contaminantes particuladas, etc.); se logran mejores condiciones de trabajo para sus empleados (como medidas de seguridad y sanidad laboral, cobertura médica, salarios dignos, etc.); y se progresa en mejores relacionamientos con las comunidades locales. Esta situación correspondería a un “extractivismo sensato”, contradicción en los términos que solo puede sostenerse por un período muy limitado. Las medidas de cambio, subraya Gudynas, no descansan sobre el autocumplimiento corporativo y son aplicadas con energía desde el Estado, bajo un fuerte control ciudadano y bajo análisis sectoriales (dejando de estar enfocada en sopesar los emprendimientos en forma unitaria).

Este oxímoron de los “extractivismos responsables” no puede ser más que un momento transitorio hacia alcanzar una condición regida por las “extracciones indispensables”. Los usos de bienes comunes naturales se enfocan en las necesidades y demandas genuinas de la producción local, dirigida a satisfacer las necesidades y asegurar una adecuada calidad de vida en un metabolismo socionatural racional.

Gudynas contribuye a hacer concreto el sendero de una transición posextractivista. En su libro sistematiza además los contenidos de las distintas etapas que ésta debería atravesar.

Pero lo que resulta más esquivo en su planteo es, también, la articulación de fuerzas sociales que podrían ser sujetos para esta transición. Se pone énfasis en el rol que le cabe al Estado como controlador y disciplinador. Pero ¿qué tipo de Estado puede plantearse semejante objetivo? Un problema que recorre el enfoque de Gudynas radica en la conexión por momentos difusa de la relación entre extractivismos, en plural, y el capitalismo, en singular. Si bien despliega una mirada crítica del orden social capitalista, por momentos, en el foco exclusivo en los extractivismos y el planteo de posextractivismo queda desdibujada la cuestión de que solo poniendo fin a las relaciones de explotación que caracterizan a este modo de producción, y que presuponen la cosificación de la naturaleza, se podrá terminar con las condiciones que reproducen y amplifican los extractivismos.

Las luchas contra los extractivismos que venimos registrando en la Argentina involucran a una multiplicidad de actores. Intervienen las organizaciones ecologistas ya constituidas, las organizaciones de las comunidades o localidades cercanas a los proyectos, las organizaciones de trabajadoras y trabajadores de actividades que se pueden ver perjudicadas, así como las organizaciones de pueblos originarios, como ocurre en Neuquén con el fracking y en Jujuy con las explotaciones de litio. En muchas provincias, estas confluencias heterogéneas (de las que a veces participan episódicamente incluso sectores empresariales [129]) han logrado hasta el momento frenar las avanzadas extractivistas. En otros distritos, en cambio, la actividad se mantiene a pesar de las dañinas consecuencias que ha mostrado. Otras actividades como el agronegocio llegan a escapar al reconocimiento pleno de este carácter, lo que les permite seguir desplegándose con cuestionamientos todavía acotados. Pero incluso donde se han trabado hasta el momento los intentos de poner un freno a la extensión de las zonas de sacrificio en el territorio nacional, sabemos que son batallas que deben ser libradas una y otra vez. Lo vimos en Mendoza y Chubut, luego de que las autoridades y empresas mineras volvieran a la carga, a partir de la sanción de la Ley Bases y el RIGI.

En definitiva, la única forma de llevar adelante los aspectos progresivos de la perspectiva posextractivista, en sus distintas variantes, es mediante la vinculación de la problemática del extractivismo con un cuestionamiento de raíz de las condiciones del capitalismo dependiente argentino, y subrayar la importancia de que los movimientos que se encuentran luchando hoy en los territorios –como las comunidades originarias o las asambleas socioambientales– apunten a articular alianzas junto a los trabajadores, reconociendo el poder social que tiene esta clase para paralizar y reorganizar la producción; que los trabajadores –a su vez– den pelea contra el corporativismo en las organizaciones sindicales, incorporando la lucha antiextractivista a sus programas, y que cada trabajador sea un “tribuno del pueblo”, que denuncie cada uno de los agravios y plantee un horizonte en clave socialista.

Para torcerle el brazo a los intentos de expandir el extractivismo de manera definitiva es necesario enmarcar la lucha contra el mismo con el planteo de otro horizonte, comunista, de organización de la producción social. Es decir, con la perspectiva de poner fin a la opresión imperialista y romper con las dinámicas en círculo vicioso del capitalismo dependiente. La transformación revolucionaria de la sociedad, para terminar con las relaciones enajenadas que caracterizan al capitalismo y poder dirigir de manera consciente nuestro metabolismo social, es condición para otras formas de articulación del metabolismo socionatural, en las cuales la búsqueda de asegurar condiciones materiales adecuadas para la vida de toda persona vaya de la mano de asegurar las condiciones de reproducción adecuada de los ecosistemas.

En esto consiste, en nuestra opinión, una perspectiva ecosocialista para el siglo XXI, que solo podemos alcanzar a través de una alianza de la clase trabajadora con el conjunto del pueblo oprimido, y con las comunidades originarias amenazadas por el avance extractivista. Poner en manos del conjunto de la sociedad los principales medios de producción que hoy están en manos de una pequeña minoría, para que dejen de estar puestos en función de la ganancia y pasen a estar organizados en función de las verdaderas necesidades sociales, es el puntapié inicial para poner fin a las nefastas herencias ecológicas del capitalismo. Conquistar nuevas relaciones de producción que se apoyen en la deliberación colectiva no asegura que podamos, de un día para el otro, revertir los trastornos ecológicos producidos por el funcionamiento de este orden social. Pero sí podrá abrir el camino para decidir, a partir de la deliberación democrática basada en la más amplia participación de los trabajadores y las comunidades, cómo lidiar con esas consecuencias y encarar la necesaria reparación de los ecosistemas. Al mismo tiempo, esto creará condiciones para decidir democráticamente cómo y en qué grado se desarrollarán las actividades de extracción. De esto depende no solo el establecimiento de un metabolismo equilibrado con la naturaleza, sino también la búsqueda de una articulación entre la ambición comunista de lograr asegurar “a cada quien según su necesidad” y el respeto a los modos de apropiarse de la naturaleza de las comunidades que hoy siguen resistiendo al margen de (y resistiendo a) las formas de valorización capitalista.

Desde el PTS apoyamos, impulsamos y somos parte activa –allí donde podemos–, no solo con nuestra vasta militancia sino también con nuestros referentes y parlamentarios, de las luchas del movimiento socioambiental en la Argentina. Desde allí intentamos aportar al desarrollo de las luchas antiextractivistas desde una perspectiva estratégica socialista. En algunos casos, incluso, alcanzamos un rol destacado en los momentos álgidos, como atestiguan las peleas contra el fracking en Neuquén, contra la megaminería en Mendoza y Chubut, o por el agua frente a la amenaza del extractivismo del litio en Jujuy. También desde las fábricas bajo gestión obrera, como Madygraf y Zanon, y siendo parte de la pelea de los pueblos fumigados y por la Ley de Humedales, entre otras. En las páginas de este libro, el lector encontrará no solo un análisis de los principales enclaves extractivistas, sino un despliegue de nuestra intervención concreta en cada una de las principales luchas, desde la organización de base en lugares de trabajo y estudio hasta el parlamentarismo revolucionario desde cada banca. En este sentido, se trata de un libro militante y apostamos a que su lectura contribuya a este objetivo.

En los próximos días estará disponible la preventa del libro en https://edicionesips.com.ar/

Fuente: https://www.laizquierdadiario.com/Introduccion-a-Extractivismo-en-Argentina-Saqueos-resistencias-y-estrategias-en-disputa

II. Nuestra unión emancipatoria es imposible
por la conciliación de clases implícita en
planteos y soluciones dominantes abajo.
Las defensas y recuperaciones comunales de territorios nos interpelan a reconocerlas como base de esa unión, ¿por qué?

«la vinculación de la problemática del extractivismo con un cuestionamiento de raíz de las condiciones del capitalismo dependiente argentino, y subrayar la importancia de que los movimientos que se encuentran luchando hoy en los territorios –como las comunidades originarias o las asambleas socioambientales– apunten a articular alianzas junto a los trabajadores, reconociendo el poder social que tiene esta clase para paralizar y reorganizar la producción; que los trabajadores –a su vez– den pelea contra el corporativismo en las organizaciones sindicales, incorporando la lucha antiextractivista a sus programas, y que cada trabajador sea un “tribuno del pueblo”, que denuncie cada uno de los agravios y plantee un horizonte en clave socialista.

Para torcerle el brazo a los intentos de expandir el extractivismo de manera definitiva es necesario enmarcar la lucha contra el mismo con el planteo de otro horizonte, comunista, de organización de la producción social. Es decir, con la perspectiva de poner fin a la opresión imperialista y romper con las dinámicas en círculo vicioso del capitalismo dependiente. La transformación revolucionaria de la sociedad, para terminar con las relaciones enajenadas que caracterizan al capitalismo y poder dirigir de manera consciente nuestro metabolismo social, es condición para otras formas de articulación del metabolismo socionatural, en las cuales la búsqueda de asegurar condiciones materiales adecuadas para la vida de toda persona vaya de la mano de asegurar las condiciones de reproducción adecuada de los ecosistemas».

21 de noviembre de 2024

Por Teresa Samper | El Salto

 (…) Seguramente sin el trabajo de esas personas, que asumieron tareas que no daban visibilidad individual y que trabajaron en un entorno no competitivo, no se hubieran dado los pasos que se dieron hacia la astrofísica y la genética.

En lugar de narrar procesos, la historiografía principal eligió mostrar una realidad centrada en grandes hombres, tutores, gestores y genios de la ciencia. Se podría decir que “da lo mismo”, que qué importa el sexo de la persona que logró hallazgos importantes o descubrimientos relevantes si sus aportaciones son conocidas y han tenido influencia en el devenir del conocimiento científico. Sin embargo, he tratado de destacar que, en la organización del trabajo científico se daban dos características que han sido abandonadas en las narrativas principales. Por un lado, que se trabajaba colectivamente sobre la base de un proyecto común que da coherencia, fuerza y confianza para generar la creatividad necesaria, donde no se destacan nombres singulares, donde no había competencia por los puestos.

Y, por otro, que era relacional en tanto que se asumían tareas marginales ya que, contingentemente ―porque todo tiene un momento, no hay nada esencial ni absoluto―, no son las valoradas como importantes; esto es, tareas que los científicos varones no querían realizar tanto porque eran aparentemente tediosas y formalmente repetitivas como porque las nuevas áreas de conocimiento no ofrecían carreras científicas prometedoras. Las características de colectiva y relacional de la producción de conocimiento científico, que tan buenos resultados ha ofrecido a la ciencia como he tratado de mostrar, se oponen a una definición individualista de la ciencia que se ejemplifica en la imagen del genio, de uso masculino, para naturalizar esa individualización creativa para el progreso científico.

Para entender la relación de estas formas de trabajo con el sistema de sexo-género, nos puede ayudar la tesis de la etnoarqueóloga Almudena Hernando que, en su libro “La fantasía de la individualidad”, afirma que los hombres construyen la individualidad al tiempo que toman el poder social, un poder donde juega un papel relevante la especialización en ciertas formas de conocimiento para el control sobre el mundo, esto es, el conocimiento científico. Sin embargo, dicha individualidad es una ficción en tanto que no puede existir sin las mujeres que realizan todo aquello que ellos no quieren hacer. De modo que, al no incorporar a las mujeres en el relato sobre las grandes aportaciones científicas, no se ha materializado una realidad de la producción del conocimiento que depende de un trabajo colectivo y relacional. Y que, como el trabajo de cuidados para la vida, es central para el desarrollo del conocimiento.

Una idea abierta al debate es que mientras un trabajo —como el cálculo en astronomía o el análisis de laboratorio en biología de la herencia— es poco relevante y repetitivo suele ser asumido por mujeres, en cambio cuando abandonado los márgenes se vuelve relevante —la astrofísica y la genética— pasa a ser de dominancia masculina. La divulgadora Carolina Martínez Pulido nos recuerda que Margaret Rossiter, en Writing Women into Science, “explicaba este fenómeno en términos económicos y sociológicos, subrayando que, debido a su marginal estatus dentro de la ciencia, las mujeres frecuentemente han conquistado los campos nacientes de la investigación antes de que estas áreas atrajeran a los hombres y al dinero”. Así pues, las mujeres buscaban espacios donde ejercitar sus conocimientos y poner a prueba sus capacidades, alejadas de disputas de poder no relacionados con el talento y la curiosidad científica.

En el presente texto no he hablado de rescatar a mujeres científicas del olvido, sino que he planteado que, al incluirlas a ellas, la forma en la que presentamos la producción del conocimiento cambia. Y lo relevante es que esa experiencia organizativa, relatada sobre lo colectivo y lo relacional, la convertimos en algo valioso para una reflexión sobre qué ciencia queremos. Y, siguiendo de nuevo a Almudena Hernando, si el orden patriarcal es el que valora socialmente todo lo que tiene que ver con lo individual y lo racional, romper con el individualismo y propiciar las prácticas relacionales son dos de las estrategias necesarias para quebrar con el orden económico neoliberal.

Teresa Samper, Plataforma de PDI Asociado de la Universidad de Valencia.

https://www.elsaltodiario.com/paradoja-jevons-ciencia-poder/no-genios-rescatemos-trabajo-colectivo-relacional-ciencia
Fuente: https://rebelion.org/no-mas-genios-rescatemos-el-trabajo-colectivo-y-relacional-en-ciencia/

La crisis del capitalismo tardío y la banalidad del mal

27 de noviembre de 2024

Por Fernando Rosas/| Sin permiso

 (…) La cuestión de la desigualdad y la conciencia de clase

Sólo aparentemente hay contradicción entre el culto ideológico de las “virtudes” de la desigualdad y la competencia proclamada por los políticos y publicistas de la derecha y la extrema derecha y la apología que todos ellos hacen del fin de la lucha de clases y de la armonía esencial entre el capital y el trabajo. En realidad, la difusión neo-corporativista y organicista de las concepciones defensoras del “abrazo” entre patrones y trabajadores como fruto del “orden natural” de las cosas y de la lucha de clases como anomalía artificialmente inducida por la subversión socialista es la puerta abierta para la imposición de las formas más brutales de desigualdad e injusticia social y para la criminalización, como “comportamiento desviado”, de cualquier forma de organización y resistencia de clase. Hoy como en el pasado, en el fascismo clásico, el corporativismo es el camino para la sumisión del trabajo al capital.

Por dos razones obvias. Porque con su predicación sobre la conciliación de clases, los oligarcas preparan la neutralización o la prohibición de la libertad sindical, la limitación o la prohibición del derecho a la huelga, el vaciado de la contratación colectiva, la liberalización de los despidos, la devaluación real de los salarios, la generalización de la precariedad y la uberización, el empeoramiento de las condiciones y de la duración del trabajo, en definitiva, la maximización de la extracción del valor añadido y del beneficio

En segundo lugar, porque para alcanzar estos objetivos necesitan anestesiar la conciencia de clase del mundo del trabajo, hacer que el proletario deje de reconocerse como sujeto transformador de la sociedad y se asuma como «clase media» que colabora con los patrones. Es decir, el capital necesita imponer un ambiente ideológico de desmovilización y alienación, poner a los trabajadores en contra de sus propios intereses, trivializar la explotación. Para empezar, contra el trabajo inmigrante, lanzando a los trabajadores «nativos» contra los inmigrantes, sin tener en cuenta que tiende a ser este patrón de explotación el que la patronal quiere imponer globalmente.

A esta ofensiva ideológica –que ha progresado con éxito en el mundo occidental– contribuye la propia estructura del capitalismo neoliberal y sus efectos en la naturaleza y en la conciencia de la clase obrera: la desmovilización y desindicalización derivada de la hegemonía de las ideas triunfantes por la ausencia de alternativa al capitalismo financiero victorioso de la posguerra Fría; la progresiva quiebra de los PC de obediencia soviética y de sus aparatos sindicales sin constituir una alternativa a la izquierda suficientemente fuerte como para resistir con éxito el reflujo y la deriva hacia la derecha (excepto, en Europa, el caso de Francia Insumisa); el proceso objetivo de segmentación, precarización, uberización, deslocalización y desempleo del mundo del trabajo asalariado, con profundos reflejos en su unidad y movilización.

El mundo del trabajo cambió objetiva y subjetivamente en la época actual del capitalismo tardío. Y estos cambios contribuyen al retroceso de la conciencia de clase, al sonambulismo social y a la conciliación, a la desmovilización. Este es el fruto de la banalización de la explotación y de la aceptación de las peores formas de injusticia y desigualdad. Una vez más, la banalidad del mal va de la mano de la regresión social y civilizatoria. La izquierda socialista tiene que encontrar las soluciones políticas y sindicales adecuadas para contrarrestar esta tendencia. A raíz del triunfo del trumpismo en los Estados Unidos han surgido puntos de vista que proponen el retorno a un cierto economicismo reformista y el abandono de la conexión de la lucha del trabajo con los combates feministas, antirracistas y antihomofóbicos. No parece ser ese el camino. La explotación y la opresión del capitalismo actúan como un todo. La centralidad de la lucha por la emancipación del trabajo es inseparable de la lucha contra el patriarcado, el racismo y la homofobia. La lucha por el socialismo, por la transformación de la sociedad, solo puede ser la lucha de todos. La izquierda que se engaña sobre esto camina inevitablemente hacia la irrelevancia.

Nota:

(1) António Araújo y Miguel Nogueira Brito, “Introducción. Arendt en Jerusalén”, en Hanna Arendt, Eichmann en Jerusalén. Un reportaje sobre la banalidad del mal, Ítaca, 2017, p. 32

Fernando Rosas. Historiador. Profesor emérito de la Universidad Nova de Lisboa. Fundador del Bloque de Izquierda

Texto original: https://www.esquerda.net/artigo/crise-do-capitalismo-tardio-e-banalidade-do-mal/92963

https://sinpermiso.info/textos/la-crisis-del-capitalismo-tardio-y-la-banalidad-del-mal
Fuente: https://rebelion.org/la-crisis-del-capitalismo-tardio-y-la-banalidad-del-mal/

«articular alianzas junto a los trabajadores, reconociendo el poder social que tiene esta clase para paralizar y reorganizar la producción; que los trabajadores –a su vez– den pelea contra el corporativismo en las organizaciones sindicales, incorporando la lucha antiextractivista a sus programas, y que cada trabajador sea un “tribuno del pueblo”, que denuncie cada uno de los agravios y plantee un horizonte en clave socialista».

Octubre 2024  

El Frente Cultural Político como unión de las luchas de abajo a la izquierda para encaminar «buenos vivires» partiendo de percibir:

Qué Sistema
Descubierto como generador de los problemas fundamentales a resolver, mediante diálogos deconstructivos del presente y pasado tanto del país-continente como del mundo. Elaboraciones conjuntas entre los componentes del Frente hasta el esclarecimiento mutuo sobre la prioridad de poner fin a la conciliación de clase de los pueblos. Viéndola un hábito de siglos y cuya ruptura está emergiendo en la disputa de territorios con el Capital y su Estado extractivistas.

Qué Democracia
Asumida tanto en su peronización o fascistización como en su cultivo, por los K, de la lectura maniquea sobre la realidad y de los deseos consumistas. Para arraigar el despliegue horizontal del antagonismo irreconciliable con el Capital-Estado. Ya presente en las disputas de territorios de las autoorganizaciones vecinales y comunidades indígenas en favor de la vida y la salud de la naturaleza que incluyen a las humanas.

Qué Trabajo
Descubierto en su estar posibilitando la existencia y el desarrollo del capitalismo local e imperialista. Tal reconocimiento da lugar al conocimiento y compromiso consecuentes con la construcción de la independencia de clase mediante el asamblearse, el comunalizarse y el territorializarse. Es un entrelazarse que se origina en, o confluye con, las defensas y recuperaciones de territorios. Al compartir el objetivo de afirmación de autonomías de las comunidades de vida y de su confederación democrática.  

Qué Abya Yala
Objeto hoy de encantamiento con la desdolarización como independencia de EE.UU. y fe en China, Rusia concretándola e instaurando un nuevo orden mundial beneficioso a los pueblos del Sur Global. De modo que el Frente ante todo debe contribuir a la reflexión crítica sobre el economicismo, la designación como países en vía de desarrollo y la negación de la capacidad de nuestros pueblos de autodeterminación.

SÍNTESIS    

Creemos un lenguaje común,
entre
las existentes luchas autoorganizadas en el país,
para arraigar la vida humana-no humana
y

la dignidad tanto de los pueblos
como de sus individuos

  Partamos de generalizar, abajo a la izquierda como el Zapatismo nos nombra, la Memoria Verdad y Justicia sobre los 40 años. Requerimos de modo prioritario el cambio radical de la lógica de Claudio Katz y de todos los otros trotskistas e izquierdistas reformistas con actual predominio entre nosotros. Porque centra nuestra mirada en combatir a las derechas explícitas desconociendo a la más real y efectiva: la del Partido Justicialista que se enmascaró de progresista bajo el liderazgo del matrimonio Kirchner. Por cierto éste no produjo las transformaciones radicales para poner fin al enriquecimiento gran capitalista mediante incesantes apoderamiento de bienes comunes y mercantilización tanto de la naturaleza como de los trabajadores y los pueblos. 

Por el contrario, más de una deKada indujo al consenso para ser continuada por el gobierno de Mauricio Macri. ¿Cómo?

En mayo del 2003, Néstor Kirchner prosiguió con el modelo del dólar alto que el gobierno de facto de Eduardo Duhalde instauró como nuevo patrón de acumulación gran capitalista ante la imposibilidad de continuar el Plan de Convertibilidad del impune Domingo Cavallo. Su avance -gestionado por el matrimonio Kirchner- en expropiaciones y expoliaciones aprovechó el boom de los commodities para optimizar la concentración-centralización capitalista y la transnacionalización económica territorial.

Los K-PJ, como Lula y Evo, posibilitaron esta contrarreforma agraria integral institucionalizando a las dirigencias de las organizaciones de campesinos y fomentando su creencia tanto en la anacrónica agricultura familiar como en su coexistencia con el sistema de monocultivos transgénicos en nexo indisoluble con venenos o agrotóxicos. Sin ese enorme apoderamiento de tierras no habría establishment local e imperialista. Por eso, es grave luchar contra el RIGI o sea delegar nuestro poder de decisión en el muy corrupto poder legislativo y actual casta política.

RECORDEMOS LA PROFUNDIZACIÓN POR CFK DE LA ACUMULACIÓN OLIGOPÓLICA DE RIQUEZAS, PODER DE DOMINIO E INGRESOS. SUBRAYEMOS SU TOMA DE PARTIDO POR EL ESTABLISHMENT.

-Cristina Fernández nos forzó, a las diversidades de abajo, a «ser pagadores seriales»(como ELLA nombró a su criminal operación) de la deuda externa contraída por el oficializado como poder real (otra incompatibilidad con la democracia) y que Cavallo estatizó casi totalmente (se completó en el gobierno de Alfonsín) durante la dictadura genocida. Esta transferencia desde nuestros bolsillos a las arcas de los multimillonarios nos quitó oportunidades laborales e ingresos. Y fue sólo para pagar servicios usureros porque la deuda se diseñó para ser eterna. Estimemos otra prueba de la perfidia de CFK que los pagó mediante vaciamiento de ANSES, Banco Nación y Banco Central llenándolos de papeles, agotando las reservas del Central y obligando a Anses a pedir préstamos para poder cumplir sus obligaciones. ¿Des-endeudamiento por el gobierno CFK? Falso, lo prueban documentos.

-Como los de Carlos Menem-PJ, los gobiernos K-PJ introdujeron en funciones principales a dirigentes del partido de Alsogaray que representó al establishment en dictaduras. Cuando éstas acababan era un partido partícipe de las  elecciones. Así se presentó a la del 11 de marzo de 1973 como Nueva Fuerza y a la de 1983 como Unión del Centro Democrático (Ucedé).

-Enfoquemos, ahora, a Néstor y Cristina Kirchner liderando al Partido Justicialista. En contraste con su autodesignación como gobierno de derechos humanos, promovieron más de una década de expansión de los extractivismos o ecocidios con sus consecuentes genocidios. La concretaron en especial a través del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2010-2020 que desertificó el país y hambreó a un importante porcentaje de los ancianos, menores de 17 años, campesinos e indígenas. Pese a tan graves consecuencias supieron encubrirlas y suscitar entre diversos de abajo olvido de haber sido partícipes de la antineoliberal rebelión popular de fines de 2001 hasta mediados de 2002,freno por el llamado a elecciones que las izquierdas predominantes entre nosotros aceptaron gozosas pese al reciente terrorismo de estado que fusiló a Darío Santillán, asesinó a Maximiliano Kosteki e hirió a muchos.

-Durante la pandemia Cristina Fernández, ahora enmascarada como vicepresidenta, afianzó su criminalidad de ser principal responsable del hambre creciente en el país. Porque junto al presidente Alberto Fernández se apersonó al Congreso para la conversión en ley del agro del plan 2020-2030 elaborado por el bloque dominante del sistema globalizado de agronegocios.

—- ES HORA DE PREGUNTARNOS qué hicieron los K para la creencia mayoritaria en la democracia que, en verdad, es representativa del establishment local e imperialista.

Destaquemos, en primer lugar, que Néstor Kirchner junto al obispo Jorge Casaretto, presidente de Caritas, al comienzo de su presidencia estigmatizó al movimiento piquetero y que Cristina Fernández, en su vicepresidencia procedió de modo semejante.

Es que ya el 1 de noviembre de 2001 «El Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD): Por un movimiento popular para la transformación social en la Argentina» señala que «nuestras luchas no son meramente reivindicativas: tenemos consciencia de que la raíz de estas políticas antipopulares está en el orden social injusto que nos domina. Por eso, definimos para el Movimiento las banderas que unifican nuestras luchas:

TRABAJO, porque es de lo que nos privan y lo que exigimos como derecho impostergable, porque somos parte de la cultura del trabajo que con tanta lucha y sacrificio forjaron los mejores hombres de nuestra historia.

DIGNIDAD, porque sin dignidad no hay futuro. Porque a pesar de las dificultades, no perdemos nuestra dignidad, no nos rendimos ni nos entregamos, porque heredamos la dignidad de las luchas históricas de nuestros antepasados, y la mantenemos viva como principal bandera hacia el futuro que queremos para nuestros hijos.

CAMBIO SOCIAL, porque ese futuro digno deberá construirse sobre una sociedad justa e igualitaria, y para eso habrá que transformar de raíz este sistema en el que, gobierne quien gobierne y apliquen los planes que apliquen, poco cambiará si no se erradica definitivamente la explotación del hombre por el hombre.».

La maduración de los trabajadores afirmados en su dignidad prosiguió. En el 2004 comprobamos que han superado el reclamo de trabajo como derecho. Observamos que los MTD se constituyen arraigándose en su Trabajo insubordinado al Capital y lo asumen con las características autogestivas y humanizantes: colectivo en su planificación-ejecución y comunitario respecto a satisfacer necesidades cotidianas y futuras del barrio o de la sociedad local.

Más aún, reconocen el antagonismo irreconciliable con el Capital y su Estado de ahí que los enfrentan y se esmeran por autonomías con base en que pueden erradicar el modo capitalista de producción. Han comprendido que sus exclusión y marginación sociales se debe a la economía del gran capital local e imperialista con progreso mediante crecientes expropiaciones de las condiciones y medios de vida para mercantilizarlos o transnacionalizarlos.

Sobre todo, han destapado el fraude que el Capital origina fuentes laborales cuando lo cierto es que el Capital existe por, y depende de, el Trabajo. Comienzan, en consecuencia, por el ¡Basta ya! Y como piqueteros se yerguen desde la toma de partido contra la negación por el Estado y el Capital de la dignidad de cada cual y de todos los oprimidos, humillados y sometidos por el sistema.

Pienso que, en vez de recuperar el «que se vayan todos» (iluso en ese entonces más ante la actual omnipotencia del bloque dominante en el país y el mundo), cabe erguirnos desde generalizar la toma de conciencia que el Capital existe y progresa gracias a apoderarse del trabajo presente y pasado de incontables generaciones planetarias.

Indica reproducir «¡Piqueteros, carajo!» conque los despedidos en masa se autopercibieron sujetos del cambio social. Por supuesto, elevar el canto propio de cada singular subjetividad colectiva al confrontar con el Capital-Estado que les niega dignidad humana.

Es el urgente desafío de quienes componemos el 90%, en el Sur Global, frente al acontecimiento en avance constante que nuestra humanidad está siendo pisoteada y aniquilada.

Despojo total y totalitario por el sistema del 1%. Por ende, en Argentina necesitamos romper con el círculo vicioso del peronismo que procura instalar el cambio de gobierno en la agenda pública y la social como salida a la emergencia socioeconómica del 90%.

Sin embargo, abundan los ejemplos hasta gestionados por progresistas tanto en el Abya Yala como en otros continentes sobre que estamos sumidos en la ofensiva del sistema mundo capitalista bajo hegemonía de EE.UU. Y los BRICS también aceleran e intensifican expropiar los territorios de nuestros países empobrecidos-hambreados para sostener la modernidad de las potencias capitalistas e imperialistas. 

El exterminio y la expulsión de los palestinos por el Estado Sionista de Israel junto a EE.UU. y con apoyo integral de las democracias de Occidente demuestra que el nazi fascismo no es sólo de Milei, además recordemos a Massa abrazando feliz al embajador de EE.UU. en la reunión convocada por la DAIA para la adhesión al genocidio en vivo y directo de palestinos por Israel-EE.UU..

Esta adhesión puesta en agenda pública de ambos candidatos al balotaje inmediatamente antes que se concretase, significó compromiso de ambos con el establishment de hasta recurrir al nazi fascismo para imponer su acaparamiento completo de los territorios de Argentina. Desde 2019 se cumple ese objetivo, en Sudamérica, mediante la multiplicación de incendios intencionales.

Ante esta criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza, desde quienes impulsan la formación de un nuevo movimiento peronista (al ver que en el balotaje triunfó el odio al Kirchnerismo y al Partido Justicialista) no sólo se conformaron con el éxito de desviar a las defensas y recuperaciones de territorios hacia presionar a los corruptos poderes legislativos para que no convalidaran al RIGI sino también las restringen a ser ambientalistas y se esmeran por sumarlas al nuevo movimiento nacional (sinónimo de peronismo) para presentarse a las elecciones.

Advirtamos

ante el peronismo yendo en contra de coherentes territorialidades centradas en la vida humana-no humanas

que el capitalismo surge rompiendo los binomios de las culturas con las naturalezas lugareñas y se desarrolla sobre la base de la fractura metabólica o sea convierte al trabajo en dominador de la naturaleza a la cual le impone los objetivos lucrativos del Capital sea como sea. Este menosprecio por los derechos de la naturaleza (o sea su salud que incluye la humana) el capitalismo lo ha maximizado generando la actual emergencia socioecológica, cuya manifestación más contundente es la climática.

Las defensas y recuperaciones de territorios están frenando, no lo suficiente por la asimetría de los poderes en disputa,  al destructivo modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza.

Para erradicarlo requieren unión sin fronteras ni muros burgueses con las otras luchas por la vida humana-no humana y por la dignidad de los pueblos como las de los trabajadores en procura de justicia social. Porque el capitalismo progresa según les roba hasta sus vidas y según implanta el crecimiento constante de las desigualdades sociales e internacionales.

Valoremos esas autoorganizaciones de vecinos y comunidades indígenas por disputar territorios para la vida al Capital-Estado cuidando, en exclusivo, sus súper negocios que amenazan de extinción a la vida planetaria. Contra ellas,  aunque no parezca, está el peronismo de quien era asesor de políticas ambientales del Senado de la Nación en 2021:

La vigencia del mensaje ambiental de Perón
ante la cumbre de Glasgow COP26

8 de noviembre de 2021

Por Juan Pablo Olsson 

Hace 50 años Perón anticipaba en la Cumbre de Estocolmo la gravedad de la crisis ambiental y llamaba a tomar conciencia de la marcha suicida de la humanidad ante la destrucción de los ecosistemas. LEER  

Septiembre 2024

 La disputa de territorios vs. la del Estado para la autodeterminación de los pueblos de Argentina de:

Qué Sistema
De permanencia por la conciliación de clase de los pueblos como hábito de siglos, la rompe la disputa de territorios con el Capital y su Estado extractivistas, pero abajo a la izquierda predominan los nac&pop o estatistas.

Qué Democracia
De permanencia por la creencia mayoritaria en su carácter antagónico con la dictadura genocida de los ’70 cuando ambas son formas de someter a los trabajadores y pueblos de Argentina a la expoliación del establishment. La disputa de territorios para la vida tiende a cuestionarla, pero la del Estado contribuye a actualizarla y reforzarla.

Qué Trabajo
De permanencia por todas las centrales sindicales y dirigencias de los excluidos usurpando-bloqueando (gracias al PJ) el poder de unión de los trabajadores para el cambio social por afirmarse en su independencia de clase, hoy a generalizar entre las diversidades de abajo.  

Qué Abya Yala
De permanencia por contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales. La disputa de territorios al Capital y su Estado promotores de ecocidios-genocidios asume erradicarlos. En cambio, la del Estado antepone convertir al último en regulador y distributivo como el Pacto Ecosocial del Sur.  

Comprobemos porqué
los 40 años
no son antagónicos
tanto con la dictadura genocida

como con el gobierno de Milei.  

Descubramos que, respecto a las diversidades de abajo, comparten políticas genocidas de Estado y objetivo principal de contrainsurgencia. Sucede que las burocracias de todos los poderes públicos en sus distintas jurisdicciones y el poder sindical del Partido Justicialista están al servicio del establishment que, desde el gobierno constitucional de Perón, despliega su neoliberalismo comenzando por erradicar pueblazos e izquierdas revolucionarias mediante terrorismos paraestatales y estatales.  

¿Qué políticas genocidas de Estado ejecutaron los gobiernos de turno durante los 40 años?

Reparemos en las principales y todas caracterizadas por creciente cinismo y perfidia de los presidentes de turno para modelar el consenso imprescindible:  

-Instalación del honrar la deuda como responsabilidad prioritaria de los presidentes durante toda la vigente democracia esencialmente antisubversiva e instituyente de la conciliación con el sistema opresor-represor. Alfonsín implantó esa transferencia al establishment local e imperialista, en ese período, sólo de fondos públicos e ingresos de las diversidades de abajo. Esta perversión del Estado la encubrió con publicidad paga por nosotros, los de abajo, sobre que la democracia atendía nuestras necesidades.  

-Optimización del neoliberalismo o acumulación gran capitalista local e imperialista mediante expropiación de los bienes sociales. Resultó en privatización casi completa del oficializado como Estado de bienestar o benefactor. De manera que sometió a familias e individuos a tener poder adquisitivo para contar con posibilidades de atención a exigencias e infraestructura básicas de la vida social e individual. Tamaña perversión se reforzó con el despido masivo de los trabajadores de empresas estatales, el colapso de las economías regionales y la quiebra de la mitad de los medianos pequeños comerciantes e industriales con el consiguiente incremento del desempleo masivo.

¿Cómo se concretó?
Menem liderando al PJ convirtió en súper ministro a Domingo Cavallo, quien había estatizado casi toda la deuda externa del establishment en 1982 desde su cargo de presidente del Banco Central designado por Leopoldo Galtieri durante el último período de la dictadura genocida.
Con esta notable perfidia, el Partido Justicialista abrió camino a la implementación del Consenso de Washington por Domingo Cavallo que devino herencia respetada y constantemente profundizada por los gobiernos posteriores.  

-Expansión de los extractivismos o ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciados e invisibilizados por el capitalismo. La pusieron en ejecución los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner autodenominándose gobiernos de derechos humanos cuando lo cierto fue que garantizaron al establishment local e imperialista avasallarlos por completo en las oficializadas como «zonas de sacrificio» en multiplicación incesante.

Ni siquiera se hicieron cargo de los juicios a militares y policías genocidas, por supuesto, los bloquearon por completo al de los autores del Partido Justicialista de asesinatos y masacres durante su gobierno constitucional comenzado por Perón.  

-Consolidación del aumento constante del hambre y la pobreza estructural por Cristina Fernández al promocionar el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2010-2020 que implicó concentración y transnacionalización económica territorial, desertificación, destrucción de comunidades rurourbanas, transformación de las tierras productoras de alimento en vastos monocultivos de soja transgénica en nexo indisoluble con venenos y por tanto, origen no sólo de extinción de la vida no humana sino también ataque mortal y discapacitante a las poblaciones fumigadas cuyos efectos lo sufrimos todos por contaminación ambiental. El cinismo y perversión de CFK (que no es reconocida como monstruo semejante a Milei) se ratificó cuando como vicepresidenta junto a Alberto Fernández concurrieron al Congreso (en medio del confinamiento por Estado policial con la excusa de la pandemia) para convertir en ley del agro al Plan 2020-2030 del Consejo Agroindustrial Argentino, agrupamiento del poder con dominio sobre el sistema global de agronegocios.

  -Afianzamiento del Estado policial sobre el Estado de derechos formales en correspondencia con la expansión del régimen extractivista que requiere crecientes autoritarismo, redes de narcotraficantes y de prostíbulos, trata de personas para esclavizarlas por completo.
Durante los gobiernos K hubo aumento destacable del gatillo fácil y la desaparición forzada de personas. Néstor Kirchner aplica inmediatamente la decisión de la OEA de considerar como nueva amenaza a la seguridad hemisférica a quienes han sido desposeído de todo por el sistema y a quienes se autoorganizan para la resistencia al avasallamiento de derechos . Néstor Kirchner ocupa tres grandes barriadas pobres con la policía bonaerense, la prefectura y la gendarmería respectivamente. Multiplica códigos contravencionales, monta juicio falso a los petroleros de Las Heras de Santa Cruz para poner fin a la lucha por salarios dignos desde la autoorganización y vuelve impune a la segunda desaparición forzada y definitiva de Jorge Julio López, cuyo testimonio fue fundamental para condenar a Etchecolatz y caracterizar de genocidio a lo hecho por la dictadura militarizada del establishment en los setenta.  

-Despliegue del Estado policial por el gobierno de Alberto y Cristina Fernández con la justificación de cuidar de la Covid19 que para los desposeídos de todo fue extensión del estado de excepción de las cárceles súper pobladas de sus jóvenes.

Aún más, constituyó -a fines de octubre del año 2022-  Comandos Unificados de las Fuerzas Federales, el primero tuvo el objetivo de arrebatar el rewe en Villa Mascardi a la Machi Betiana Colhuan Nahuel y la apresaron junto a otras madres mapuche tehuelche e hijitos pequeños. La Machi nos esclarece: «en ese espacio territorial, atendía pacientes. Se podía sanar a la gente, darle un tratamiento. Había personas que permanecían ahí, internadas. En cambio, lejos del rewe, es otra cosa, porque atendiendo en una sala de cemento no puedo salir afuera y buscar los lawen, remedios, que se encuentran en ese territorio, como, por ejemplo, ciertas plantas… Y cuando el rewe está mal, nuestra salud resulta afectada».  

-Entrega del agua dulce (aguas superficiales y subterráneas) de Argentina a MEKOROT por el gobierno de Cristina y Alberto Fernández a través de Wado de Pedro como ministro del Interior. La empresa del estado sionista de Israel ya estableció, con apoyo militar, el apartheid hídrico de los palestinos.

ENTREGA que fue precedida por la entrega de Vaca Muerta con la ley Chevron promulgada por la presidenta Cristina Fernández a continuación de nacionalizar parcialmente a YPF. Lo último fue para forzarnos a financiar los subsidios directos e indirectos a las grandes petroleras debido a las cuantiosas inversiones que exige el fracking hoy limitado a Vaca Muerta que destruye las condiciones de vida en Neuquén y en parte de Río Negro, La Pampa y Mendoza. Pero también afecta a Chubut y sobre todo a Entre Ríos por la extracción de arenas apropiadas para el fracking. En fin, además, está Bahía Blanca (en provincia de Buenos Aires) debido a su puerto con terminales para exportar esos hidrocarburos no convencionales.  

Quienes nos convocan a la unión contra El RIGI, el gobierno de Milei, el pago de servicios de la deuda eterna o quienes se esmeran por imponer la constitución de un frente antifascista:

Nos desubican de cuál es la actual inflexión histórica en Argentina y el mundo.

Nos apartan de deliberar-decidir sobre que :

-el neoliberalismo recurre hoy al nazi fascismo en el genocidio palestino para apropiar el territorio a mercantilizar. Que en el balotaje se legitimó hacer lo mismo contra las defensas territoriales en Argentina;

– las democracias se han degradado tanto que están hoy centradas en apoyo integral al exterminio del pueblo nación de Palestina;

-la crisis estructural del sistema mundo capitalista, el 1% la pretende resolver agravando consecuencias de su crecimiento económico como son la crisis civilizatoria y el peligro de extinción de la vida planetaria;

-los cuarenta años (sin interrupción alguna) de legalización y legitimación del neoliberalismo o sea de las expropiaciones por el establishment de los bienes comunes tanto sociales como naturales que explica su actual omnipotencia para quitar la fachada democrática a su dictadura desde, por lo menos, 50 años;

-el autoritarismo del establishment que fue legitimado mediante el fraudulento balotaje y es sostenido por el Partido Justicialista vertebrando el Pacto de Paz Social con las cámaras patronales de todas las centrales sindicales y las dirigencias de la tramposa economía popular.

En fin, nos hacen olvidar, perdonar y reconciliarnos con el gobierno de Alberto y Cristina Fernández que estableció:

la legalización de la dictadura en el agro del Consejo Agroindustrial Argentino como continuidad agravante del Plan Estratégico Agroalimentario-Agroindustrial 2010-2020 hambreador a la vez que desertificador; y la presidencia de facto de Sergio Massa quien entabló las relaciones carnales de Argentina con EE.UU.

Gracias al gobierno de los Fernández, también, los 40 años concluyeron en la máxima degradación de las elecciones. Ya que el balotaje estuvo restringido a expresar odio contra el candidato distinto al votado. Aún más, el DNU y la ley ÓMNIBUS ya habían sido elaborados por el poder oficializado como poder real, que lo es por el artículo 22 de la Constitución Nacional que prohíbe la autodeterminación a los pueblos de Argentina.

Constatamos que el balotaje se redujo a legitimar el DNU y la ley Ómnibus que es la actual Ley Bases como cimientos para desplegar el punto 7 del Pacto de Mayo que resultó de Julio y que ambos candidatos se ofrecieron para garantizar su gobernabilidad hasta mediante despliegue nazi fascista.  

 

Recuperemos nuestro trabajo y nuestra dignidad cuyas esencias humanistas y humanizantes son negadas por el Capital y su Estado.

¿Cómo realizarlo?

Constituyamos comunidades en cada lugar geográfico y lugar laboral. Que sean autónomas, territorializadas y se vayan entrelazando en una confederación democrática. Se trata de asumirlas en confrontación con el régimen extractivista en plena ejecución obediente al pto 7 del Pacto de Julio.

Ya lo hacen desde décadas, las defensas y recuperaciones de territorios a lo largo y ancho de Argentina e incluso de todo el Abya Yala. Resisten al avasallamiento de derechos tanto de los trabajadores, pueblos e individuos de abajo como de la naturaleza. El arrasamiento de los últimos condujo a la actual emergencia climática, la manifestación más contundente de la socioterritorial, cuyo agravamiento por el sistema (centrado en el ilimitado lucro del 1% humano) extinguirá la vida planetaria.  

Estos caminos de autoorganización arraigan en las existentes luchas por la vida sea desde las varias facetas de la justicia social sea desde las etiquetadas como socio ambientales cuando, en verdad, se comprometen en frenar, para luego erradicar, los ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciados e invisibilizados por el capitalismo mirando, en exclusivo, por persistir en su avance de mercantilización de la naturaleza sin importarle generar exterminio masivo.

Agosto 2024

El reconocimiento mayoritario de significados e implicancias del nombrarnos «países en vía de desarrollo» es clave para emanciparnos de:

Qué Sistema
Con la criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza e irracionalidad de aniquilar milenarias simbiosis culturales con la Naturaleza cuyo producto son selvas, bosques nativos y humedales creadores de los equilibrios ecológicos esenciales a la vida planetaria.

Qué Democracia
Con la usurpación de los territorios y de la representación política a los pueblos de Argentina transnacionalizándolos según avanza el establishment en su acumulación oligopólica de riquezas, poder de dominio e ingresos. 

Qué Trabajo
Con abstracción del trabajo concreto de colectivos e individuos y total sometimiento de estos dos últimos a realizarlo para subsistencias suyas y de sus familias.

Qué Abya Yala
Con condena a ser desertificado en todos los sentidos del concepto para la incesante acumulación -por el 1% humano- de riquezas, poder de dominio e ingresos.

Necesitamos, abajo a la izquierda, separarnos de
las dirigencias nac&pop e izquierdistas que institucionalizan, con éxito, las defensas y recuperaciones de territorios para la vida

Descubramos que esas dirigencias nos concilian con el establishment al fetichizarlo o encubrirlo mediante la focalización de nuestras luchas hacia gobiernos de turno y otros poderes públicos en sus distintas instancias o hacia ir contra el FMI, el pago de la deuda externa pública, el BM y las otras instituciones del sistema mundo. Comparten privilegiar la política según las reglas de juego de la ‘normalidad’ gran burguesa e imperialista. Ahondemos en su guía contraria a nuestra emancipación del capitalismo.  

Reconcilian con el gobierno justicialista de Alberto y Cristina Fernández al contrastarlo con el de Milei  

Advirtamos, para salir del círculo vicioso que nos impone el establishment a través de sus burocracias, cuáles han sido las políticas gubernamentales de los Fernández desde fines del año 2019 hasta hoy:  

a) Se burlaron del Nunca Más al gobierno de Mauricio Macri por el voto mayoritario en las PASO. Lo dejaron terminar a su plan neoliberal profundizando lo conseguido por los de Néstor y Cristina Kirchner. En simultáneo, prepararon el bloqueo a la contundencia de las resistencias contra el aumento incesante de ajustes e inflación programado para la expansión lucrativa de los extractivismos rurourbanos. En efecto, establecieron el Pacto de Paz Social que firmaron todas las centrales sindicales y las dirigencias de la ‘economía popular’ con las cámaras empresariales y con el Estado como patrón. Lo cumplieron durante todo el gobierno FF y lo siguen haciendo para garantizar -al establishment- el éxito del gobierno de Milei en ‘democratizar’ la desterritorialización total de la Argentina.  

Subrayemos que las dirigencias nac&pop e izquierdistas electoraleras se suman a ese bloqueo en la actualidad. ¿Cómo? Lo concretan uniendo a diversidades de abajo contra El RIGI para presionar al poder legislativo sin reparar que cada vez más éste se identifica con los súper negocios del establishment.

De suerte que dichas dirigencias desvían de la confrontación con el Capital y su Estado para el ¡¡NO!! al régimen extractivista que ejecutan las comunidades en todo el país mediante construcción de sus autonomías y territorialidades sin fronteras ni muros burgueses.  

b) Instauraron el Estado Policial Militarizado para asegurar el confinamiento de los de abajo durante la pandemia con la justificación de defender la salud. Agravaron esta forzada reclusión a los desposeídos de todo por el capitalismo mediante extensión del estado bajo excepción (que sufren) en las cárceles hacia sus enormes barriadas. Eximieron de ella a empresarios de la deforestación y del sistema global de agronegocios pese a ser los principales causantes del Covid19.  

Les concedieron libertad de mercado, tanta que Alberto y Cristina Fernández nos condenaron en el año 2020 a la aceleración e intensificación del hambre, la pobreza estructural y la multiplicación de zoonosis y cánceres por la deforestación, el envenenamiento de la vida y de los subsistemas que la hacen posible y la sustitución de los cultivos alimenticios mediante vastos monocultivos de agrocombustibles, árboles transgénicos, etc.  

¿Por qué denunciar a Cristina y Alberto Fernández como quienes nos entregaron a la criminalidad de lesa humanidad y lesa naturaleza del sistema global de agronegocios?

En el año 2020, cuando regía confinamiento militarizado para las diversidades de abajo, ambos se presentaron -como vicepresidenta y presidente respectivamente- al Congreso para que convirtiera en ley del agro al plan elaborado por el Centro Agroindustrial Argentino que agrupa a los únicos beneficiados por el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2010-2020 (PEA2). Este último fue promovido por Cristina Fernández en su segunda presidencia. Es la principal responsable del PEA2 que implicó: la concentración-transnacionalización tanto territorial como económica, la desertificación y la expansión de la Miseria Planificada durante la dictadura genocida por el establishment.  

Pese a estas graves consecuencias del PEA2, Cristina Fernández y Alberto Fernández hicieron a su continuidad y profundización en el Plan 2020-2030 del bloque dominante sobre el agro. Sin embargo, los nac&pop y las izquierdas silencian e invisibilizan a este modelo capitalista de producción agropecuaria que nos mata y es dictadura del poder concentrado en el agro gracias al gobierno de los Fernández (FF).

Aún peor focalizan la lucha contra el crimen del hambre en el desfinanciamiento que el gobierno de Milei lleva a cabo de los comedores comunitarios auspiciados por los gobiernos anteriores para acallar la protesta social o ‘compensar’ a las masas más sacrificadas por el PEA2.  

Titulan crueldad planificada ante la retención de alimentos sin distribución del gobierno de Milei mientras ocultan e incluso apoyan a Cristina Fernández que usó sus gobiernos no sólo para constituirse en millonaria sino sobre todo para forzarnos a subsidios directos e indirectos a las corporaciones saqueadoras y ha sido principal garante de los hambreadores Planes tanto el PEA2 como el Plan 2020-2030.  

c) Dispusieron, en octubre del año 2022, la constitución del primer Comando Unificado de las Fuerzas Federales para desalojar y apresar a la Machi Betiana Colhuan y otras seis mujeres mapuche. Que, durante la madrugada, fueron gaseadas dentro de sus propias casas y sacadas de las mismas a la fuerza con sus niños pequeños, en medio de golpes y maltrato, disparos de armas de fuego y quema de viviendas. Después crearon otros dos Comandos para prevenir estallidos sociales donde se concentran los habitantes del país, es decir, en el Conurbano Bonaerense y en Rosario.  

A este refuerzo de la vigente democracia esencialmente antisubversiva lo afianzaron mediante el acuerdo con Mekorot (empresa del estado sionista de Israel) que implantó el apartheid hídrico a los palestinos. Sin embargo, el traidor a sus padres Wado de Pedro, como ministro del interior del gobierno FF, le entregó el agua dulce de Argentina tanto las subterráneas como las superficiales. Por supuesto, el acuerdo fue ‘democrático’ de modo que se ordenó ser ratificado por las provincias según la Constitución Nacional de 1994 que, en nombre del federalismo, determina el neofeudalismo del país a favor de las transnacionales extractivistas.  

d) Montaron un balotaje fraudulento al contener los planes del establishment (DNU, ley Ómnibus que devino Ley Bases, Pacto de Mayo que resultó de Julio y Protocolo Represivo) y los dos candidatos comprometidos en garantizar la gobernabilidad de esos planes.

La evidencia mayor de la optimización en negar toda posibilidad de decisión al voto mayoritario fue que, inmediatamente antes del balotaje, tanto Massa como Milei instalaron en la agenda pública su adhesión feliz al genocidio de los palestinos para expropiarles, por completo, el territorio. Con esa puesta de manifiesto del posicionamiento a favor del estado sionista de Israel, ambos definieron su resolución de desarrollar el nazi fascismo para combatir la resistencia a los extractivismos.

En complemento a servir al saqueo total, ambos ratificaron las relaciones carnales de Argentina con EE.UU. que Sergio Massa estableció como presidente de facto. Los Fernández le delegaron su mandato para que concretara ajustazo e hiperinflación durante más del último año de su gestión.  

Prefieren acomodarse al modo burgués de hacer política o sea son politiqueras   Comprobamos que ante la antineoliberal rebelión popular desde el 19/20 de diciembre de 2001 hasta mediados de 2002 se pelean entre ellas por encabezarla. Después se suman a candidatearse para ser parte de restaurar el orden capitalista. Desatienden que la convocatoria a elecciones era del principal responsable de fusilar a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki durante la masacre del Puente Pueyrredon. Fue el 26 de junio de 2002.  

Es una constante conductual de esas dirigencias izquierdistas procurar ser reconocidas capaces de incidir en los poderes sindical y legislativo del capitalismo. Se inclinan por su vanagloria en vez de asumir el aprendizaje mutuo y la deliberación conjunta con las autoorganizaciones populares que emergen en lucha contra el avasallamiento de derechos por el Capital y su Estado.

De modo que, a fines de los noventa, cuando el bipartidismo no pudo continuar con el simulacro de democracia, se esmeran por ser quienes se adueñan de dicha crisis de representación política y soslayan el simultáneo avance del Partido Justicialista en gestionar un nuevo patrón de acumulación del contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales. Una vez más, en el transcurso de los 40 años, no se compenetran de las situaciones límites de los trabajadores, pueblos e individuos de abajo.

 Hablar de esas dirigencias es referirse a sus partidos políticos y organizaciones sociales ya que replican el orden jerárquico de las instituciones capitalistas. Es hora de apreciar principios del zapatismo en contra de la superioridad de discernimiento atesorado por ‘líderes’ o referentes que nos desprecian hasta calificarnos de «nadies».  

¿Qué principios del Zapatismo nos interesa en este decisivo momento histórico tanto para el país como para el mundo?  

-En vez de esperar de redentores y de programas de esas dirigencias o de la unión de ellas, el Zapatismo practica el caminar preguntando. Que implica el imperativo de hoy, ir facilitando a los pueblos el ejercicio de su protagonismo en la deliberación y toma de decisiones sobre los problemas fundamentales a resolver para enderezar rumbos hacia la creación por cada uno de ellos de sus respectivos «buenos vivires».  

-En oposición a movilizar a las diversidades de abajo para objetivos de afirmación de nuestro estar en democracia sin reparar que los 40 años de ésta prueban que legalizó y legitimó el desarrollo de la «Miseria Planificada» -como nombró Rodolfo Walsh al neoliberalismo- por el establishment durante su dictadura genocida.

El Zapatismo se dedica al despliegue horizontal del antagonismo irreconciliable con el Capital y su Estado. Es lo que intenta, desde 2006, la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC) por los territorios para la vida en contra de los extractivismos rurourbanos o ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciados e invisibilizados por el capitalismo.

  Se caracterizan por rigidez conductual y peronizada  

Son insensibles a que estamos sumidos en una inflexión histórica como país, como continente y como mundo. Que el sistema capitalista local e imperialista está maximizando el acaparamiento de tierras y bienes comunes hasta el extremo de arrasar las cordilleras, los océanos, los bosques nativos, las selvas y la heterogeneidad de ecosistemas. Conduce a la extinción de la vida planetaria.  

Aún más, lo central del hoy en el planeta y en la Argentina es que el Estado sionista de Israel sostenido por EE.UU. y con apoyo integral de toda la institucionalidad ‘democrática’ del sistema mundo capitalista desarrolla su nazi fascismo en procura del exterminio de la vida de Palestina para expropiar los ‘recursos naturales’ de su territorio de manera completa. Pero ni recuerdan que tanto Massa como Milei, inmediatamente antes del balotaje, se definieron partidarios de imitar el genocidio nazi fascista del pueblo palestino para derrotar las resistencias a los extractivismos en nuestro país.

Tampoco tienen Memoria Verdad y Justicia sobre la genocida dictadura del establishment para derrotar a los pueblazos y a las izquierdas revolucionarias. Es que no sólo se atrincheraron en no ejercer autocrítica ni diálogos con las diversidades de abajo sino que también se peronizaron o sea privilegian su activismo parlamentario y sindical según las reglas de la democracia burguesa cuya función esencial es suscitar e imponer la conciliación con el establishment.  

De ahí que persistan en consignas anacrónicas y de pensamiento mágico: ¡fuera FMI!, ¡no a su ajuste! y ¡suspensión del pago de deuda externa pública! Incluso han restringido a la última virando el no pago a suspensión y atribuyéndola sólo al gobierno de Mauricio Macri. En suma, reafirman la creencia en otro capitalismo posible como lo hacen los gobiernos progresistas y la justificación gubernamental sobre que los extractivismos permiten obtener las divisas necesarias para el pago a los acreedores locales e imperialistas. También son estatistas al exigir esas falsas soluciones.  

Destaquemos inflexiones históricas en que estas izquierdas mostraron su verdadera condición de institucionalizadas o aburguesadas.  

a) Abandonan al movimiento piquetero y al movimiento asambleario, en el año 2002, para dedicarse a legitimar como democracia a la que acababa de patentizar su carácter antisubversivo  aplicando terrorismo de estado. En efecto, concurren al llamado a elecciones de Duhalde responsable principal del fusilamiento de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki durante la Masacre del Puente Pueyrredon, el 26 de junio de 2002.  

b) Aprobaron el confinamiento militarizado ( inicio de la conversión del Estado de derecho formal en Estado policial) que ampliaron -para los desposeídos de todo por el capitalismo- al estado bajo excepción reinante en las cárceles súper pobladas por sus jóvenes. Ante la pandemia y la implantación por el sistema mundo capitalista y sus locales de una especie de estado de sitio, estas izquierdas se involucraron en el miedo medieval y acatamiento de las grandes mayorías. Fue sumisión a confiar en los poderes opresores para salvarse del coronavirus de suerte que evidenciaron la involución general de las diversidades de abajo en sus capacidades sensibles e intelectuales hacia siglos pasados que sólo se explica por el éxito de la modelación capitalista de subjetividades colectivas e individuales en acuerdo con el orden neoliberal, cuya instauración implicó el triunfo gran burgués en la lucha de clases mediante despliegue de terrorismos paraestatales y estatales desde el gobierno constitucional de Perón-Perón.

Así como el Kirchnerismo destapó la inautenticidad de las izquierdas que se le subordinaron incondicionalmente, la pandemia y el afianzamiento capitalista de su Estado represor en respuesta a la Covid19, mostró el superficial compromiso anticapitalista de los trotkistas  e integrantes de otras agrupaciones de las izquierdas no K que son ante todo electoraleros. En efecto, esos dirigentes e intelectuales se consagraron a exigir trabajo virtual y la inoculación experimental de todos, es decir, reforzaron las tendencias hacia el desarrollo expoliador del sistema.

No hubo análisis de cómo el exterminio de las biodiversidades o la crianza en gran escala de animales da origen a zoonosis como la Covid19. Tampoco asumieron que candidatearse en las elecciones y votar era aceptar la inoculación experimental (mal designada vacunación) como superación de la situación límite de la humanidad hoy todavía está vigente e incluso agravada por el avance depredador del sistema mundo capitalista y sus locales. No repararon en cómo se está desertificando el país con la acelerada e intensificada expansión de los extractivismos cuya gestión ecocida-genocida inician Néstor y Cristina Kirchner y sin embargo son contrastados con Milei.

Tampoco prestaron atención cuidadosa sobre la vida humana al no averiguar el carácter experimental de las oficializadas como vacunas, menospreciar su índole genética y no instalar en la agenda social argumentos contra esa inoculación en sucesivas dosis abarcando a todas las edades y a favor de las posibilidades de asistir la enfermedad o prevenirla con medios más naturales y baratos. Pero, sobre todo, se desentienden de luchar por cambios radicales de la cotidianidad mayoritaria pese a que el capitalismo la precariza cada vez más.

Es hora de separarnos de esas dirigencias que enrostran la insignificancia de enfrentamientos locales cuya única trascendencia, señalan, es frenar el ataque a la naturaleza lugareña del Capital con su Estado. Se autoenaltecen convocando a cumbres y campañas que restringen sus propuestas de solución al «qué hacer» en acuerdo con sus ‘brillantes’ inteligencias y a un único aspecto del pluriverso naturaleza-humanidad aun cuando sea muy importante como el agua.

Sepamos que hay caminos a la toma generalizada de conciencia sobre que la patente destrucción de la naturaleza (incendios intencionales, deforestación, desertificación, conversión en zona sísmica por el fracking, etc.) y su envenenamiento implican eliminar la salud planetaria que incluye a la humana.

Sepamos que hay ya avanzando -desde diversidades de abajo- el «cómo resistir» construyendo otros modos de habitar la Argentina, el Abya Yala y el mundo. Mejor aún, los fundamentan de modo práctico e inducen el imperativo de emancipación del capitalismo. Nos demuestran que no precisamos soportar la opresión del establishment más y urge nuestra confianza en el poder transformador de los pueblos. Pues nuestra vida y la no humana están siendo amenazadas de extinción.

Hasta a nuestro alimento, el capitalismo ha convertido en veneno y el agua tan imprescindible para toda vida no sólo la está contaminando completamente sino también la vuelve escasa o la desaparece por el gran despilfarro del consumo de gigantescos volúmenes en los extractivismos sino también por modificación estructural de las cuencas hidrográficas. Aún más -lo prueba el Paraná tan necesario a las poblaciones de mayor densidad de Argentina- el actual arrasamiento capitalista de la Amazonía, El Impenetrable y otras riquísimas biodiversidades, por ejemplo, los humedales: afecta su caudal al ser interrumpido el ciclo real y efectivo del agua.

c) No historiaron al balotaje procurando transparentar que, cualquiera fuese su resultado, habría fachada de democracia para la dictadura del establishment. Tampoco historian al Partido Justicialista como el imprescindible garante de 40 años de la constante acumulación por el último de riquezas, poder de dominio e ingresos. Por tanto, el PJ es el principal responsable de la actual omnipotencia del establishment y le garantizó, a través del balotaje, la puesta en práctica del maximizar su neoliberalismo.

Es hora de separarnos de esas dirigencias que enrostran la insignificancia de enfrentamientos locales cuya única trascendencia, señalan, es frenar el ataque a la naturaleza lugareña del Capital con su Estado. Se autoenaltecen convocando a cumbres y campañas que restringen sus propuestas de solución al «qué hacer» en acuerdo con sus ‘brillantes’ inteligencias y a un único aspecto del pluriverso naturaleza-humanidad aun cuando sea muy importante como el agua.

Sepamos que hay caminos a la toma generalizada de conciencia sobre que la patente destrucción de la naturaleza (incendios intencionales, deforestación, desertificación, conversión en zona sísmica por el fracking, etc.) y su envenenamiento implican eliminar la salud planetaria que incluye a la humana.

Sepamos que hay ya avanzando desde diversidades de abajo el «cómo resistir» construyendo otros modos de habitar la Argentina, el Abya Yala y el mundo. Mejor aún, los fundamentan de modo práctico e inducen el imperativo de emancipación del capitalismo. Nos demuestran que no precisamos soportar la opresión del establishment más y urge nuestra confianza en el poder transformador de los pueblos. Pues nuestra vida y la no humana están siendo amenazadas de extinción.

Hasta a nuestro alimento, el capitalismo ha convertido en veneno y el agua tan imprescindible para toda vida no sólo la está contaminando completamente sino también la vuelve escasa o la desaparece por el gran despilfarro del consumo de gigantescos volúmenes en los extractivismos sino también por modificación estructural de las cuencas hidrográficas. Aún más -lo prueba el Paraná tan necesario a las poblaciones de mayor densidad de Argentina- el actual arrasamiento capitalista de la Amazonía, El Impenetrable y otras riquísimas biodiversidades, por ejemplo, los humedales: afecta su caudal al ser interrumpido el ciclo real y efectivo del agua.

c) No historiaron al balotaje procurando transparentar que, cualquiera fuese su resultado, habría fachada de democracia para la dictadura del establishment. Tampoco historian al Partido Justicialista como el imprescindible garante de 40 años de la constante acumulación por el último de riquezas, poder de dominio e ingresos. Por tanto, el PJ es el principal responsable de la actual omnipotencia del establishment y le garantizó, a través del balotaje, la puesta en práctica del maximizar su neoliberalismo. Es decir, por un lado, el establishment optimiza la inculcada creencia popular en que es el poder real y de facto a través del DNU y la Ley Bases con centro en El RiGI. Por otro lado, a través del Pacto de Mayo devenido en Pacto de Julio y del Protocolo Represivo afianza su despotismo. Este se territorializa no sólo modernizando con tecnologías de avanzada tanto a los poderes territoriales sobre todo del PJ como a su unidad neofeudal al disolver la República en acuerdo con enclaves e IIRSA. Sino también por real y efectivo apoderamiento de la economía y el territorio de Argentina para reducirla a lo que denomina eufemísticamente recursos naturales como el sistema mundo capitalista concreta en Palestina. Tengamos presente que las izquierdas aburguesadas o sin ruptura con el peronismo han colaborado con el PJ en impulsar la gestión de Milei del total y totalitario acaparamiento de Argentina por el establishment. ¿Cómo? Durante los primeros meses convocaron a esperar la conducción de la protesta social contra ajustazo e hiperinflación por quienes la bloquearon durante los cuatro años del gobierno FF en obediencia al pacto de paz con las patronales. Además circunscribieron la unión de luchas a exigir al Senado, la Cámara más reaccionaria y neofeudal.

En fin, hoy promueven la Campaña Plurinacional del No! al RIGI. Eluden reconocer que, desde el peronismo, se origina y se expande la actual Campaña Plurinacional de no al RIGI. Sin embargo, Contrahegemoniaweb la presenta como articulación de una enorme diversidad de voces comunitarias. Es grave que no tenga en cuenta a Santiago Liaudat como quien instala en la agenda social, desde la Paco Urondo, la centralidad del RIGI para la resistencia al avasallamiento de derechos de los de abajo.

¿Por qué es grave? Por un lado, comprobemos hacia dónde mira y lucha Santiago Liaudat en:

 La reconstrucción del movimiento nacional – Santiago Liaudat https://www.youtube.com/watch?v=fRoqd3j-bSY  

Peronismo: una filosofía para el siglo XXI (charla de Santiago …  https://www.youtube.com/watch?v=uyTohe91B3w  

Por otro lado, elevar El RIGI a poder que se debe derrotar para una Argentina democrática y soberana implica desconocer cómo los 40 años legalizaron y legitimaron la herencia de la dictadura genocida en forma de incesante desarrollo del neoliberalismo propio al establishment. Pero sobre todo es mantener oculto al establishment y desviar del enfrentamiento a ese verdadero enemigo cuya omnipotencia lo es, esencialmente, porque la democracia, según el artículo 22 de la Constitución Nacional, prohíbe la autodeterminación de los pueblos de Argentina.  

Julio 2024

La ruptura de nuestra conciliación de clases o nuestra desperonización
es esencial para emanciparnos de:

Qué Sistema
Con la visión de peligrar su existencia si no expropia totalmente los territorios del Sur Global. Dispone, entonces, maximizar no sólo la neoesclavitud laboral y la exclusión social sino, sobre todo, la militarización de la vida humana.

Qué Democracia
Con la conversión del estado de derechos formales en estado policial militarizado tendiendo al neofascismo. Requiere, por tanto, reforzar abajo la creencia en sus leyes al extremo de ser estimadas instauradoras de la mayor expoliación.

Qué Trabajo
Con alienación de su producto, de la Naturaleza, del sí mismo de su sujeto y de las dimensiones inherentes al ser genérico. Son consecuencias del estar expropiado y expoliado por el Capital.  

Qué Abya Yala
Con
democracias contrainsurgentes condenando a ser continente de sacrificio para el incesante enriquecimiento de oligopolios y sus burocracias

Necesitamos, abajo a la izquierda,
salir de
la lectura maniquea

que CFK inculcó.  

Lo hizo para sustituir el bipartidismo esencial a la gobernabilidad del neoliberalismo implícito en el régimen extractivista. En simultáneo, promovió la despolitización mayoritaria tal cual se manifiesta hoy en que las luchas son reivindicativas. Sólo las que responsabilizan al Estado y las que construyeron autonomías se afirman privilegiando el amor por la vida y la salud en toda la Argentina o sea caminan contra los ecocidios-genocidios con origen en la mercantilización capitalista de la Naturaleza. Sin embargo, el éxito de Cristina Fernández en lograr amplia obediencia debida a ELLA arraiga en nuestra peronización o domesticación capitalista. Es hora de generalizar la revisión crítica de la misma:  

1) Porque nos urge asumir el desafío de deconstruir el amplio consenso, contrario a necesidades e intereses populares, implícito en:  

-La indiferencia mayoritaria sobre la multiplicación y militarización de las «zonas de sacrificio» en todo el país-continente sólo para la acumulación gran capitalista de poder de dominio, riquezas e ingresos.  

-El amedrentamiento de las diversidades de abajo e izquierdas partidarias que provocó el sistema mundo capitalista y sus locales ante la Covid 19.  

-La tibieza de la ‘política correcta’ que adoptan las izquierdas electoraleras frente a los extractivismos. Al nombrar a su coordinadora «Basta de Falsas Soluciones» engañan que los de arriba los desarrollan para atender a los pueblos. Cuando lo cierto es que éstos son las formas capitalistas e imperialistas del continuo enriquecerse sea como sea. Ni siquiera su ecologismo interpela a una creciente mayoría para el viraje de mirada hacia donde real y efectivamente se está exterminando la vida y la salud de la naturaleza que incluyen las humanas.  

-Las mesas de diálogo, por ejemplo, como respuesta a la guerra dispuesta por el gobierno de los Fernández que desplegó su primer Comando Unificado de las Fuerzas Federales para desalojar una pequeña comunidad Mapuche. La expulsó por recuperar una minúscula parte de su ancestral territorio expropiado, primero por los ingleses en nexo con la oligarquía terrateniente cuyo representante es paradigmático para Perón y el PJ. Aún más, el Brigadier General Juan Manuel de Rosas simboliza -paradójicamente- soberanía nacional como rutiniza la ‘fecha patria’ del 20 de noviembre.  

– La legalización-legitimación de los latifundios (o usurpaciones a los pueblos originales) expropiados desde siglos por el Estado como tierras fiscales y por la oligarquía terrateniente que desde Juan Manuel de Rosas se subordinó a Inglaterra sometiendo el país a la expoliación del imperialismo hegemónico de ese entonces. Hoy la Patagonia está expropiada no sólo por Benetton, Lewis y la oligarquía terrateniente sino también por grupos y familias de distintos países y por la casta política sobre todo por Cristina Fernández.  

– La naturalización de la apropiación gigantesca de la Patagonia por corporaciones extractivistas como Benetton, Lewis, las petroleras , las de la IIRSA, las megamineras… Todas que desertifican o sea aniquilan la vida y la salud de la naturaleza que no tiene fronteras ni muros burgueses y por tanto, ese exterminio nos amenaza de extinción a todos.  

-La rutina de las izquierdas institucionalizadas en sus consignas que menosprecian investigar sobre cómo el ajustazo y el creciente e incesante pago deservicios de la deuda externa pública (que nos condenan a expansión y profundización de la pobreza estructural) tienen la función de subsidios directos e indirectos a la comunidad de súper negocios de los capitales y estados imperialistas con los locales en nombre de la Argentina y de su progreso  

-El silencio de progresistas e izquierdistas sobre la vigente dictadura hambreadora y envenenadora que contrasta con su actual denuncia del hambre es un crimen contra Milei por desmantelar los comedores. Que fueron creados para contener la ira popular ante la comprobación durante el 2008 (en el mundo y en Argentina) que el hambre y la amenaza del hambre producían disturbios e inestabilidad. Tampoco progresistas e izquierdistas hicieron revisión crítica del cínico “primero está la gente” que fue slogan gubernamental de Alberto y Cristina Fernández durante la pandemia. Por eso, no instalaron en la agenda pública que los Fernández la aprovecharon para convertir en ley del agro al plan 2020-2030 de profundización del hambre y el envenenamiento que elaboró el agrupamiento corporativo de quienes son los únicos beneficiarios del sistema global de agronegocios. Incluso el gobierno de los Fernández contribuyó a su expansión al permitir e incentivar la deforestación, causa principal del retrovirus.  

-La insistencia en realizar campañas que fomentan la creencia en la democracia esencialmente antisubversiva al basarse en el régimen latifundista y el artículo 22 de la Constitución Nacional que prohíbe la autodeterminación de los pueblos de Argentina.

Desde el año 2019, o antes, un agrupamiento político social organiza la imprescindible unión de las diversidades de abajo como Campañas, por ejemplo, la Ganequiengane y la Plurinacional por el agua para los pueblos. En la actualidad lanza la Campaña Plurinacional No! Al RIGI y participa en Campaña mundial ¡ALTO al FMI-BM!

Las Campañas parten de iniciativas de las dirigencias y se las presenta como elaboraciones conjuntas de muchas organizaciones. En todo su desarrollo no se facilita el urgente protagonismo de los pueblos en deliberar y decidir sobre los problemas fundamentales en común. Peor aún, se lo desvía de asumir el poner fin al capitalismo.

Restrinjámonos a las dos últimas para destacar su simultaneidad con procesos decisivos para Argentina como el punto 7 del Pacto de Mayo  y para la humanidad, el genocidio de los palestinos por el estado sionista de Israel sostenido por EE.UU. y apoyado tanto por el pueblo israelí como por las democracias. ¿Qué plantean las Campañas?

Atacar institucionalidades del capitalismo local y del sistema mundo pero eluden la autoorganización de los pueblos y sus comunidades para la emancipación de la clase burguesa cuya expropiación de los bienes comunes tanto sociales como naturales y la mercantilización de éstos, avanzan exterminando la vida y las culturas planetarias.

ATENDAMOS A ADRIÁN MOYANO QUE NOS ACLARA:

EL NEOLIBERALISMO NO ES UN MODELO ECONÓMICO QUE SE PUEDE REMEDIAR, SINO LA FASE ACTUAL DE UN SISTEMA PUTREFACTO. FASCISTA ES EL CAPITALISMO.  

2) Porque nos urge frenar al sistema mundo capitalista y su local en su constante agravamiento de nuestro malvivir y destrucción de la naturaleza  

En informe de la ONU se aclara que es imprescindible «adoptar medidas urgentes a una escala sin precedentes para detener y revertir emergencias actuales y proteger así la salud humana y ambiental. Algunas de las medidas esenciales son reducir la degradación de la tierra, frenar la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire, la tierra y las aguas; mitigar el cambio climático y reducir la quema de combustibles fósiles”. Joyce Msuya, directora ejecutiva de ONU Medio Ambiente, fue tajante: «Estamos causando el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. No habrá mañana para muchas personas, a menos que nos detengamos».  

Advirtamos que no señalan al sistema mundo capitalista como causante de tal emergencia ecológica cuya manifestación más contundente es la climática. Cuando urge frenarlo en ese desplegar criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza. Por tanto, precisamos desarrollar de modo horizontal al antagonismo irreconciliable con el Capital y su Estado en sus distintas instancias. Que incluye independizarnos de la ONU y toda la otra institucionalidad supranacional del orden imperialista.    

Estamos sumidos en el agravamiento incesante de las emergencias socioeconómica del 99% humano y socioecológica cuya expresión más contundente es la climática. De modo que es cuestión de vida o muerte poner en práctica «¡Cambiemos el Sistema, no el clima!» del movimiento internacionalista por la justicia climática. Éste nos descubre lo imprescindible de las menospreciadas luchas de comunidades y de autoorganizaciones de vecinos e indígenas en defensa y recuperación de los territorios clasificados (por el bloque dominante) como zonas de sacrificio o a sacrificar.  

Es crucial generalizar la percepción (conocimiento con su correspondiente toma de partido) de que están defendiendo o recuperando las tramas de la vida y su complejidad: obra de la coevolución de todos los seres vivientes con el planeta desde la era Precámbrica aproximadamente 1.500 millones de años. También resultan de la coevolución entre las culturas de los distintos pueblos planetarios y la Madre Tierra cuya salud incluye a la humana y está siendo arrasada por el sistema mundo capitalista y sus locales.     Desentrampémonos de la «grieta» que es falsa como lo demuestra ante todo la promoción de ambos agrupamientos políticos de los extractivismos. Unámonos a los silenciados, demonizados e invisibilizados. Entre ellos la autoorganización del entrelazarse entre las luchas en defensa de los territorios de vida de la Argentina sin fronteras burguesas, asumió el legado de democracia directa de las asambleas entre 2001 y 2002 como puesta en concreto de la imaginación al poder del mayo de 1968 en París. En efecto, desde 2006 hasta ahora, desarrollaron sus autonomías y sus libertades de expresión e iniciativas creativas mirando hacia un futuro, más temprano que tardío, de buenos vivires convivires de los pueblos de Argentina.   Sin embargo, la unión en diversidad de una creciente mayoría por el cambio de sistema. ¿Cómo establecerla, con quiénes y para qué?   Comencemos en politizar al esfuerzo de articular todas las luchas por la vida y la dignidad de los pueblos e individuos. Implica tener en cuenta cómo la mayoría, partícipe de la rebelión antineoliberal a fines de 2001, fue encarrilada por el Kirchnerismo hacia conformarse con el capitalismo. De ahí que la unión en diversidad requiera establecerse por esclarecimiento mutuo sobre:

Contextualización del hoy en el sistema mundo capitalista que despliega nazi fascismo en el genocidio de los palestinos (con sostén de todas las democracias) para expropiarles su territorio por completo. Pero donde el partido comunista conductor de China compite con el imperialismo hegemonizado por EE.UU. . Ante progresistas e izquierdistas propagandizando sobre un futuro de cooperación en el mundo gracias a China, es clave enfocar cómo ambos se pelean por  imponer su dominio sobre la opresión de los pueblos planetarios. En fin, cabe comprender que el exterminio y expulsión de los palestinos por el estado sionista de Israel en conjunto con EE.UU. no es ajeno a nosotros. Inmediatamente antes del balotaje, tanto Massa como Milei hicieron público su apoyo al genocidio y su ratificación de las relaciones carnales de Argentina con EE.UU. que el primero ya había establecido durante su presidencia de facto. Cabe recalcar que ésta fue para incrementar extractivismos con sus correspondientes ajustazos e hiperinflación. Aún más, el gobierno de los Fernández a fines del 2022 delegó ‘democráticamente’ en Mekorot (la generadora del apartheid hídrico de los palestinos) la administración de todas las aguas superficiales y subterráneas de Argentina, ya lo están realizando 12 provincias.
 

Historización del Estado en vigencia y sus políticas públicas para poner fin a la naturalización de la sociedad institucionalizada por Perón al estilo de Mussolini. Únicamente así se podrá avanzar en la construcción de una real y efectiva democracia o autogobierno de los pueblos naciones de Argentina desde las existentes luchas de las diversidades de abajo que, de modo conciente o inconciente,  van creando las izquierdas coherentes con su esencia común-ista. Entonces es clave recordar cuando Juan Domingo Perón explica el plan de optimización incesante del extrañamiento de los trabajadores de sus derechos y de su poder de emancipación mediante estructuración del Estado, en las distintas jurisdicciones, como organización antisubversiva. Lo hace en su carácter de  integrante gubernamental de la dictadura pro-nazi del GOU el 25 de agosto de 1944 dirigiéndose a la oligarquía terrateniente y a la gran burguesía local e imperialista o al oficializado como poder real.
 

Desenmascaramiento de la lideresa y los dirigentes e intelectuales K hacia ir creando la metodología esclarecedora sobre porqué confrontar con el Capital y su Estado. Es la indagación en mancomún que concluya en a) plantear: ¿Contra quiénes la expansión horizontal del antagonismo irreconciliable de los pueblos de Argentina?; b) responda: Contra quienes han expropiado y mercantilizado los bienes comunes sociales y naturales. Y contra quienes rigen o rigieron sobre los poderes y las empresas con funciones públicas, sobre el sistema político, sobre las fuerzas armadas, sobre las universidades, sobre los medios de comunicación masiva e iglesias de Argentina.

En lo referente a: ¿Cómo concretar esa erradicación de la opresión-represión sobre las diversidades de abajo? Orienta el siguiente esclarecimiento mutuo.
 

Análisis -y consiguiente toma de posición- respecto a por qué, en Argentina y Chile, se despliega la guerra contra el pueblo nación Mapuche desde los respectivos Estados terroristas que la democracia oculta en su estructura esencial. Sucede que sus comunidades al recuperar territorios autónomos van contra la expansión del monopolio sobre la tierra y la concentración de la población desalojada (de provincias y países hermanos) en ciudades que consolidan la expoliación capitalista e imperialista tanto de los pueblos planetarios como de la naturaleza.

De ahí que nuestro desafío, abajo y a la izquierda, es construir: la «reforma agraria integral» desde las defensas y recuperaciones de territorios contra el régimen extractivista.

Pues, paradójicamente gracias a CFK,  las organizaciones campesinas se esfuerzan por conseguir la ley de acceso a la tierra. Por el contrario, las comunidades mapuche tehuelche que recuperan minúscula parte de sus territorios ancestrales están iniciando e impulsando la «reforma agraria integral» en su carácter actual de anticapitalista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonializadora tanto del saber como del poder.

Es decir, se desintitucionalizan o sea rompen con el bloqueo a luchar contra, e independizarse de, los opresores que instauró Perón en Argentina. Quien también implantó la conciliación con el régimen latifundista que, desde los noventa, se convirtió en extractivista.  
En Chile,
la Coordinadora Arauco- Malleco señala que no se trata sólo de desalambrar sino de ir creando comunidades cada vez más entretejidas por sentidos
colectivos de vida.

Coincidamos con Héctor Llaitul, Werken de CAM, dice respecto a la Constituyente en Chile: «No podríamos participar en la institucionalidad opresora. Esa es nuestra posición desde la CAM y desde el movimiento autonomista. Los que han participado de las vías institucionales no han logrado prácticamente ningún derecho fundamental para nuestro pueblo; simplemente son políticas de integración, de subordinación. A nosotros no nos parece que a través de esa vía consigamos mucho. Estamos por la vía del control territorial y la autonomía de facto. De hecho, vamos recuperando metro a metro y desde ahí vamos transformando una realidad que nos golpea a diario a través del latifundio y de las forestales. Nosotros estamos desarrollando un proceso para sentar las bases para la liberación del pueblo-nación mapuche, y eso pasa por una estrategia de resistencia, por un lado, y de reconstrucción, por otro lado».

https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/03/03/nacion-mapuche-entrevista-a-hector-llaitul-werken-de-la-coordinadora-arauco-malleco-sobre-el-pseudo-acuerdo-nacional-de-la-burguesia-y-la-farsa-del-proceso-constituyente/



No es un Estado ‘bobo’ ni siquiera cómplice es garante de multimillonarios subsidios directos e indirectos a las corporaciones extractivistas y de la gobernabilidad sobre el sistema de saqueo y envenenamiento.

Junio 2024

La defensa de la vida y los territorios nos exige, abajo a la izquierda, desfechitizar y contextualizar a:

Qué Sistema
En guerra de amplio espectro contra los pueblos planetarios, sobre todo los del Sur Global a los cuales estigmatiza inculcando racismo, para expropiarles territorios a desintegrar en uno o varios de los que denomina eufemísticamente recursos naturales

Qué Democracia
En decadencia mayúscula al sólo garantizar privilegios del 1% por sobre necesidades e intereses del 90% convirtió a la clase política en casta y al estado de derechos formales en estado policial militarizado tendiendo al neofascismo.

Qué Trabajo

En función ecocida-genocida como ejecutor directo e indirecto de los extractivismos rurourbanos y en servicio de atacar hasta mortalmente a diversidades de abajo desde el Estado policial minlitarizado.

Qué Abya Yala

En devastación sumamente trascendente para la vida y la salud planetarias pero, también, para la creación por los pueblos planetarios de sus respectivos «buenos vivires».

SÍNTESIS


El desafío, abajo a la izquierda, es desencarcelarnos
de cuanto nos inculcó el capitalismo

La pérdida de autonomía de la mayoría de nosotros

Leonardo Rossi nos advierte cómo el capitalismo desde sus orígenes hasta la actualidad global ha ido condicionando -e imponiendo- a las comunidades no hacerse cargo de los problemas básicos de la vida en común. De suerte que

«actualmente puede decirse, a escala social amplia, se padece una generalizada pérdida de dimensión sobre las implicancias de los trastornos ecológico-políticos sobre el desarrollo de la vida humana como especie. Como marca correlativa, las sociedades contemporáneas se encuentran profundamente expropiadas de los saberes en torno a sus procesos más elementales de salud/enfermedad.

En este marco, el uso de tecnologías médicas novedosas con alto grado de complejidad se instaló como una de las principales respuestas para «enfrentar» la pandemia…a pesar de la incertidumbre sobre sus implicancias a mediano y largo plazo. Antes de explicar las causas, las estructuras y circuitos pandémicos, se construyó lo que el epidemiólogo Jaime Breilh llamó la «panacea vacunal».

Leonardo Rossi destaca que sin tener en cuenta franjas etarias, estado de salud previo, áreas geográficas y clase social se emprendieron  masivas campañas de vacunación de forma indiscriminada con escaso a nulo conocimiento previo e informado.

Justamente, el abordaje que hegemonizó el tratamiento de la pandemia en la opinión pública se monta sobre una episteme mecanicista que aún hegemoniza las ciencias en general y las médicas en particular: una jerarquía científica que ubica la medicina por sobre otras ciencias y, dentro de las ciencias médicas, a quienes dominan las llamadas “tecnologías de punta” por sobre otros saberes; la selección de agentes de diversos campos científicos y no científicos que refuerzan esta mirada en los medios y plataformas digitales de comunicación; la cancelación, desprestigio o relativización de miradas críticas bien fundamentadas y la sobre-amplificación de los cuestionamientos poco o nulamente fundados en su mayoría rotulados como “anti-vacunas” (Rossi, 2022). LEER pp.38

-El constructo de «lucha contra el hambre»

Por el Kirchnerismo alcanzó mayor puesta en práctica antes y durante el gobierno de los Fernández para complementar el Pacto de Paz Social de la CGT, las CTA y la dirigencia de los excluidos con las patronales.

Evidencia la importancia que ha tenido y tiene la modelación masiva del reflexionar la «pobreza» como carencias en especial de alimentos. Se explica por este extrañamiento general del modo capitalista de producción que se admita a Syngenta (una de las corporaciones hambreadoras) entre la dirigencia de la solución y que la solución sean los comedores. También que se culpabilice en exclusivo al gobierno de Milei del hambre como crimen por secuestrar suministros y fondos para los comedores.

Oculta no sólo la realidad concreta que el supermercadismo complementa a la agricultura industrial en aniquilar la autonomía alimentaria sustituyéndola por la seguridad alimentaria de la FAO. Sino también la responsabilidad principal de Cristina Fernández de Kirchner en esa criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza. Porque promovió el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2010-2020 de ocupación económica territorial de la Argentina por el sistema de la soja transgénica en nexo indisoluble con biocidas y cuyo modelo se reprodujo para otros cultivos de exportación. La expansión de esta agricultura industrial significó e implica eliminación creciente de producción alimentaria y deforestación con la consiguiente expulsión de comunidades indígenas y liquidación de sus culturas, alimentos, medicinas.

Aún más, pese a que el PEA2 intensificó la criminalidad de lesa humanidad de hambrear al producir commodities en vez de alimentos y despojar de condiciones de vida y trabajo a millones, Cristina Fernández como vicepresidenta junto al presidente Alberto Fernández hizo a la conversión en ley del agro del plan 2020-2030 elaborado por el agrupamiento corporativo que controla, dirige y se beneficia del sistema de agronegocios.

Leonardo Rossi nos explica la criminalidad de lesa naturaleza que se interrelaciona con la humana: 

La agro-industria, máquina de trastornos ecológicos

En base a la definición de nueve áreas clave para la sostenibilidad de la vida humana, los niveles de perturbación antropogénica exceden el límite propuesto para una vida humana segura en, al menos, cuatro de los procesos necesarios para el funcionamiento del sistema Tierra, tal como lo hemos conocido. Se trata del cambio climático, la integridad de la biosfera (incluida la erosión de la biodiversidad), los flujos biogeoquímicos (con graves impactos por la alteración de los ciclos de nitrógeno y fósforo) y las modificaciones del uso terrestre. (…)

El modelo agrocapitalista ha contribuido de forma protagónica para que la abundancia de especies nativas en la mayoría de los principales hábitats terrestres haya disminuido drásticamente y para que, por lo menos, 680 especies de vertebrados …. esta vez la principal fuerza causal de extinción es la acción humana bajo el influjo de las relaciones capitalistas. “La red esencial e interconectada de la vida en la Tierra se está haciendo cada vez más pequeña. Esta pérdida es un resultado directo de la actividad humana y constituye una amenaza directa para el bienestar humano en todas las regiones del mundo”. (…)  En cuanto a la emisión de gases de efecto invernadero, diversas estimaciones responsabilizan al sector de la agricultura y la silvicultura tal como las practica el modelo hegemónico, a quienes corresponde un 24% del total mundial. Las emisiones directas de la agricultura serían las causantes de más de un 10% del total global. Asimismo, el sector genera indirectamente emisiones provenientes del cambio de uso de la tierra, por ejemplo, por los desmontes para abrir nuevos campos agrícolas. A la ganadería de tipo industrial corresponderían dos tercios de las emisiones directas de la agricultura. Otras miradas, que adicionan las distintas ramas de la cadena agroalimentaria industrial, sostienen que el sector aporta ya un 40% de las emisiones de gas con efecto invernadero, si se considera —además de la deforestación, del uso de fertilizantes y del trabajo con maquinaria pesada— también a las largas distancias que recorren los granos y las mega-estructuras logísticas de acopio y distribución. Una mención especial merece el uso y la contaminación del agua por parte del sector agroindustrial. En un mundo donde el agua por parte del sector agroindustrial. En un mundo donde el agua para consumo humano es una problemática prioritaria en la geopolítica global, en vistas de las formas productivas agroindustriales, de los desperdicios del sector y de la ineficiencia de las cadenas de circulación y distribución, el uso de este bien común adquiere un sentido particular. En América Latina y el Caribe, casi el 70% de las extracciones de agua dulce corresponden al sector agrícola. Los análisis de economía ecológica apelan al término “agua virtual” para referirse a la cantidad de agua necesaria para producir un alimento determinado. Con este planteo se intenta dar cuenta de los flujos hídricos asociados, por ejemplo, al comercio de granos, frutas y verduras alrededor del mundo. Para dimensionar el incremento de esta dinámica, se estima que, entre 1961 y el 2000, se triplicó —de 460 km3 a 1340 km3— el comercio virtual de agua vinculado a la cadena agroalimentaria global.(…) El acople entre territorios y los complejos ciclos hídricos no sólo se ve alterado de forma directa por la deforestación o por la falta de cobertura vegetal del suelo, sino también por este trasvase de agua a gran escala, oculto por el comercio internacional de granos. Además de alterar de forma drástica los flujos hídricos, la agroindustria es una de las causantes principales de lo que se denominan “zonas muertas” de lagos, ríos y costas marinas. El grave impacto de la ganadería intensiva —como los feed-lots y sus desechos concentrados, así como también el uso a gran escala de fertilizantes sintéticos, sobre todo nitrógeno y fósforo— han sido largamente documentados. Se estima que al menos 415 áreas costeras en el mundo padecen algún grado de eutrofización, es decir, un exceso significativo de nutrientes en el cuerpo de agua. De ese total, al menos 169 presentan hipoxia, una reducción de oxígeno que afecta de forma aguda la vida de los ecosistemas. Algunos estudios reportan que 240.000 km2 en todo el mundo padecen este fenómeno causado por los modelos productivos actuales.   Todos estos impactos actúan de forma sinérgica, repercutiendo en la degradación de la biósfera y en el calentamiento del clima, implicando la intensificación de fenómenos extremos en breves periodos de tiempo. Los estudios del clima marcan que, en 2022, la temperatura media mundial se situó 1,15°C por encima de la media del período 1850-1900; y que el período 2015-2022 fue el más cálido desde que inició la registración sistemática de datos a partir de 1850. LEER pp.32-36  

El embaucamiento de desaparición del Estado o su relegamiento

Leonardo Rossi nos esclarece:

Las acciones predatorias de las corporaciones no pueden comprenderse escindidas de la jurisdicción política de los Estados-nación: el dominio del capital sobre el mundo de la vida, no puede realizarse sin la estructuración jurídico-política de los Estados territoriales modernos. Como da cuenta el caso argentino (véase capítulo 4), la devastación causada por el modelo de monocultivos transgénicos fue apuntalada por una batería de legislaciones y regulaciones específicas, políticas fiscales, marcos ambientales laxos, proyectos de infraestructura vial y la disponibilidad del sistema científico público, en conjunto con una narrativa estatal que lo avala. Se trata de líneas directrices que, si bien encuentran resistencia social u ocasionales políticas públicas que le resultan relativamente contradictorias, se mantienen como tendencia principal a pesar de los cambios de gobierno. A la vista de la experiencia regional, las democracias representativas otorgan el soporte jurídico y construyen la hegemonía política para hacer viables estas dinámicas.

Al tiempo que los gobiernos impulsan esta expoliación, son también una y otra vez desbordados por la inercia voraz de las corporaciones y los organismos multilaterales. Se observa, de este modo, el rol activo que estos sistemas políticos desarrollan —así como los límites que encuentran— frente al avance predatorio del capital. Compartimos las miradas que plantean que hace tiempo han quedado atrás las grandes olas democratizadoras de los sistemas representativos, fruto de las luchas de clases, feministas y descolonizadoras del siglo xx.

Como trazo principal, en el marco de la reorganización neoliberal del capital global, las últimas décadas se han caracterizado por una reducción de la política institucional a la gestión de lo existente, es decir, al apalancamiento del avance del capitalismo hacia más espacios de la vida, construyendo hegemonía en torno al mismo o reprimiendo cuando es necesario.

Estos sistemas se han limitado a la distribución del poder entre grupos profesionalizados, ampliando aún más la distancia originaria entre democracia y sistema represerepresentativo (Traverso, 2018; Lazza- 35 rato, 2020). Lo que emerge es el síntoma y, a la vez, causa del problema político de este tiempo: la incapacidad de reorganizar democráticamente la sostenibilidad de la vida. (…)

Describir la degradación de los sistemas políticos es dar cuenta de estas nuevas derechas, para poder ir más allá, porque el tiempo socio-ecológico así lo demanda. No puede ya omitirse que gobiernos de opuesta orientación ideológica —enfrentados retórica y, en otros casos, hasta militarmente— coinciden en seguir acelerando el sendero destructivo basado en el imaginario del desarrollo, la modernización, el progreso tecno-científico y el crecimiento económico. En definitiva, sostienen en bloque una guerra contra la vida. Por abajo, enormes segmentos de la sociedad, cruzados por las más diversas matrices culturales, han sido impregnados por las promesas del desarrollo.

Atrapados en vidas precarias —material y/o espiritualmente—, aún no perciben la gravedad del problema: estar en tiempos de extralimitación de las condiciones de habitabilidad planetaria. A la vista de los datos revisados en materia agroalimentaria, sanitaria y ambiental, entendemos que el mundo atraviesa un enorme déficit de justicia ecológica global, junto a una erosión creciente/acelerada del control efectivamente democrático de las bases materiales que permiten sostener la vida humana en cada territorio.  LEER pp.34-36

Mayo 2024

La lógica de izquierdas institucionalizadas y el lenguaje de la ONU bloquean nuestra emancipación de:

Qué Sistema
Fetichizado, respectivamente, como imperialismo e incluso reducido a EE.UU. y como progreso científico tecnológico sin consecuencias de extinción de la vida planetaria por uso del eufemismo de «medio ambiente» para ocultar la criminalidad capitalista de lesa naturaleza. Pero ambas eluden poner fin a los ecocidios con sus consecuentes etnocidios-genocidios.

Qué Democracia
Fetichizada, respectivamente, como lucha contra las derechas de explícito neofascismo y como institucionalización de la paz mundial. Ambas soslayan que el capitalismo contemporáneo o neoliberalismo implica la bélica violencia e injusticia de privilegiar sólo al 1% humano en sus ilimitados acaparamiento y mercantilización de bienes comunes.

Qué Trabajo
Fetichizado, respectivamente, al reducir el activismo del proletariado tanto a reivindicaciones de cada sector como a la consigna «que la crisis la paguen los capitalistas» y al expandir la creencia en la prescindencia de los trabajadores inculcando la mentira que el Capital puede existir, progresar sin el proletariado.
 

Qué Abya Yala
Fetichizado, respectivamente, como engendro del sometimiento creciente e histórico a EE.UU. y como necesidad de la Minustah de cuyas gravísimas consecuencias se irresponsabiliza así como de las de continuar con importante poder de intervención en las decisiones de la política interna haitiana.

¡NO! a Milei ni al PJ ni a los K.
Recuperemos del capitalismo a
nuestros trabajos y
territorios comunalizándolos.

Recuperemos nuestro trabajo y nuestra dignidad cuyas esencias humanistas y humanizantes son negadas por el Capital y su Estado. ¿Cómo realizarlo? Constituyamos comunidades en cada lugar geográfico y lugar laboral. Que sean autónomas, territorializadas y se vayan entrelazando en una confederación democrática. Se trata de asumirlas en confrontación con el régimen extractivista como lo hacen las defensas y recuperaciones de territorios a lo largo y ancho de Argentina e incluso de todo el Abya Yala. Resisten al avasallamiento de derechos tanto de los trabajadores, pueblos e individuos de abajo como de la naturaleza. El arrasamiento de los últimos condujo a la actual emergencia climática, la manifestación más contundente de la socioterritorial, cuyo agravamiento por el sistema (centrado en el ilimitado lucro del 1% humano) extinguirá la vida planetaria.

Estos caminos de autoorganización arraigan en las existentes luchas por la vida sea desde las varias facetas de la justicia social sea desde las etiquetadas como socio ambientales cuando, en verdad, se comprometen en frenar, para luego erradicar, los ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciados e invisibilizados por el capitalismo mirando, en exclusivo, por persistir en su avance de mercantilización de la naturaleza sin importarle generar exterminio masivo.

Antes de emprenderlos necesitamos:

*    Preguntarnos desde subjetividades colectivas anticapitalistas:

¿Cómo el establishment adquirió la actual omnipotencia para ejercer dictadura sin ocultarse detrás de la democracia bien paga?

¿Por qué seguimos subordinados a la democracia? Que hizo impune al establishment de acumular riquezas e ingresos en forma creciente. Que cumplidos los 40 años resultó en una crítica desertificación del país; 60% de menores de 17 años  y casi 80% de la ancianidad avasallados en todos sus derechos; y en el fraudulento balotaje por contener DNU, ley Bases, Pacto de Mayo, Protocolo Represivo y ambos candidatos ofreciéndose a posibilitar hacer gobernable dicha puesta en práctica del despojo total y totalitario e incluso usar el método nazi fascista que despliegan Israel-EE.UU. para apoderarse por completo del territorio palestino.

*    Reflexionar sobre si hemos cambiado de raíz nuestras luchas hoy ante la ofensiva del capitalismo contra los pueblos planetarios que lleva 7 meses de genocidio palestino en vivo y directo.

Comprobamos que:

-Seguimos subordinados al PJ, al Congreso y a la CGT cuando sus historias prueban estar siempre contra las necesidades e intereses populares.

-Valoramos las consignas del PJ e izquierdas institucionalizadas sin reparar que son fetichistas y, por tanto, no nos convocan a derrotar al capitalismo. Al revés, lo encubren y nos mantienen ajenos a abrir caminos a la creación de buenos vivires por autónomas comunidades territorializadas yendo hacia su confederación democrática.

-Nos esforzamos, abajo a la izquierda, en concretar las consignas del PJ e izquierdas institucionalizadas que demuestran, desde hace décadas, ser pro capitalistas. Por eso, coinciden en hacer creer como primordial el rechazo al RIGI.  Sin embargo, el RIGI es sólo culminación de medio siglo de elaboración-actualización del sistema jurídico a favor exclusivo del oficializado como poder real y factico. Ahora, que lo sea no se debe a su carácter de gigantesco propietario, lo es por nuestra obediencia a la democracia basada en el régimen latifundista y en la prohibición, a los pueblos de Argentina, de autodeterminarse como establece el artículo 22 de la Constitución Nacional. Es decir, de democracia no tiene nada sólo que nos parece tal por compararla con los terrorismos de estado y así la interpretamos por el amedrentamiento sufrido. Algo semejante a este último fue el de la pandemia que nos llevó a desear la vuelta a la normalidad. ¿Cuál? Si causó la Covid19.

-Quienes instalan al RIGI en la agenda pública, por un lado, alarman que su aprobación implicará cambio de raíz del país, la entrega total del mismo por 30 años y la sujeción al CIADI. Todo ya concretado por el neoliberalismo cuyo principal gestor fue el Partido Justicialista desde que el general Juan Domingo Perón impuso terrorismos paraestatales para homogenizarlo como derecha fascista. Medio siglo ha transcurrido del autodenominado “plan de reorganización nacional” por el establishment.

Por otro lado, este ninguneo de lo catastrófico y criminal que fue y es el progreso –incesante- de la acumulación gran capitalista local e imperialista nos mantiene en el círculo vicioso del bloque dominante y es simultáneo con la real y efectiva reestructuración socioeconómica del capitalismo local e internacional. Como es de máxima exclusión e injusticia social requiere darse en nexo indisoluble con la restauración del Estado represor militarizado tendiente al nazi fascismo.

*    Deliberar y decidir independizarnos del PJ e izquierdas institucionalizadas.

Es desobedecer a la democracia para nuestra derrota y afirmar nuestro desafío de comunalizar los lugares tanto geográficos como laborales hacia la autodeterminación de los pueblos de Argentina. Autodeterminación que, ante todo, exige aniquilar el régimen latifundista. ¿Cómo? Mediante unión de nuestras comunidades que, creando sus respectivas autonomías, requieren luchar por desprivatizar y desmercantilizar sus territorios.

El PJ y las izquierdas institucionalizadas -al buscar conducirnos- menosprecian las autoorganizadas defensas y recuperaciones de territorios ya existentes en todo el pais. Justo cuando quien gobierna -el establishment- está ejecutando la reestructuración de su poder de dominio territorial, contenida en el Pacto de Mayo, para concretar el acaparamiento total y totalitario de los bienes comunes naturales o de los territorios.

*    Descubrir que

 las izquierdas están estancadas en luchas callejeras -con incremento de ineficacia como demostró recientemente Francia- de hacer cumplir reivindicaciones de las variadas facetas de la justicia social y de la justicia socioterritorial mediante organización de la unión sectorial o multisectorial para presionar al gobierno-estado en sus distintas jurisdicciones. Es decir, que las izquierdas respetan la institucionalidad implantada por Perón para bloquear la lucha de clases e independencia de clase en especial de los trabajadores, con lo cual son cómplices de la desertificación capitalista cuyo progreso raudo amenaza de extinción a la vida planetaria. En efecto, ante todo son electoraleras pese a 40 años de comprobación de la continuidad y profundización en el perfeccionamiento expropiador gran capitalista e imperialista del trabajo social, así como de los bienes comunes tanto sociales como naturales durante los sucesivos gobiernos constitucionales desde fines de 1983.

Emanciparnos del sistema que nos oprime y reprime nos desafía a rechazar esa politiquería de las derechas e izquierdas electoraleras. Nos interpela, abajo y a la izquierda, a entrelazarnos con las organizaciones piqueteras que se han mantenido independientes del Estado gracias a comunalizarse-territorializarse como hicieron los pueblos originarios en su resistencia de siglos al capitalismo. Y también se comunalizan y territorializan las autoorganizaciones de vecinos que en todo el país no sólo resisten los ecocidios-genocidios o extractivismos sino sobre todo se esmeran en ir creando relaciones sociales e interpersonales confraternales entre los diversos de abajo mediante constitución de asambleas como democracias directas mirando hacia la puesta en práctica de asambleas comunitarias. De modo que avanzan construyendo comunidades que recuperan los bienes comunes y establecen simbiosis culturales con sus territorios sin las fronteras ni los muros ni el régimen de propiedad de la burguesía. Los concretan según nos ejemplifican los pueblos originarios, estigmatizados por el capitalismo y neocolonialismo inculcándonos racismo.

Emanciparemos nuestro Trabajo del Capital asumiendo su carácter comunitario en la antropogénesis y los siglos de las tribus indígenas. Es decir, multiplicando los existentes involucramientos de diversidades de abajo en propulsar otras economías ecológicas en antagonismo irreconciliable con la del gran capital local e imperialista. Y en simultáneo reparando que hoy la contradicción prioritaria con el capitalismo nos exige defender y recuperar todos los territorios de la vida planetaria como lo están haciendo comunidades de la nación Mapuche y la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC) por la vida y los territorios contra los extractivismos rurourbanos.

En fin, también implica el descubrimiento del denominador común de todas las luchas por las distintas facetas de la justicia social con las que se dan contra el avasallamiento total y totalitario de los derechos tanto de los pueblos como de la naturaleza mediante el régimen extractivista o el modo capitalista de producción y consumo en el Abya Yala. Todas se comprometen con privilegiar la vida humana/no humana y la dignidad humana de los pueblos e individuos que están incluidas en la Madre Tierra.

Abril 2024

La  emergencia climática es a causa del capitalismo al mercantilizar la naturaleza. Urge enfrentar a:

Qué Sistema
Está ocultando -mediante la Agenda 2030- su criminalidad al generar exterminio de las biodiversidades, creadoras de equilibrios ecológicos, y de los pueblos planetarios.

Qué Democracia
Está legalizando y legitimando la desertificación del país-continente al expandir la ocupación total y totalitaria de los territorios mediante los monocultivos de transgénicos en nexo indisoluble con agrotóxicos.

Qué Trabajo
Está siendo forzado a maximizar el acaparamiento económico territorial de Argentina por quienes imponen el régimen extractivista cada vez más contra la vida en general y la dignidad de los pueblos de nuestro país.
 

Qué Abya Yala
Está siendo arrasado en su pluriverso de milenarias simbiosis de las culturas indígenas con los ecosistemas locales, a la vez, integrados como ecorregiones en la biosfera.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema

 Las defensas de territorios nos interpelan a la unión de todas nuestras luchas hacia comunidades emancipatorias de nuestros trabajo y dignidad

Recuperemos nuestro trabajo y nuestra dignidad humana negados por el Capital y su Estado. ¿Cómo? Constituyamos autónomas comunidades territorializadas y entrelazadas en una confederación democrática. Se trata de asumirlas en confrontación con el régimen extractivista como lo hacen las defensas y recuperaciones de territorios a lo largo y ancho de Argentina e incluso de todo el Abya Yala. Resisten al avasallamiento de derechos tanto de los trabajadores, pueblos e individuos de abajo como de la naturaleza. que condujo a la actual emergencia climática, la manifestación más contundente de la socioecológica, cuyo agravamiento por el sistema centrado en el ilimitado lucro del 1% humano extinguirá la vida humana.

Es hora de confrontar con el Capital y su Estado en sus distintas instancias como lo hicieron -en los sesenta y setenta- las diversas izquierdas al asumir la real y efectiva representación del proletariado, del campesinado y de los pueblos de Argentina.

Porque hoy la dictadura genocida del establishment(contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales) usa su omnipotencia engendro de los 40 años para concretar su total expropiación y explotación del país. nos fuerza a subsidiar de modo directo e indirecto a sus extractivismos rurourbanos y a un enorme estado represor.

A diferencia de las izquierdas -en los ’60 y ’70’- luchando de modo consecuente por la emancipación del capitalismo, hoy existen singulares subjetividades colectivas que han emergido de oponerse a su prohibición por el sistema opresor-represor como el frente de piqueteros no estatistas, el feminismo anticapitalista, las autónomas asambleas ecoterritoriales, los centros culturales, las asociaciones científicas y artísticas comprometidas con la sociedad, etc.

HOY el 1% humano impone su insaciable lucro por sobre las necesidades y aspiraciones del 90% mediante fomento de su carácter expropiador y expoliador de bienes comunes como naturalización de la sociedad de consumo o fraudulento bienestar social. Pero a esta fetichización de la realidad social e internacional la sostiene inculcando aceptación de su régimen extractivista-latifundista como progreso; racismo respecto a campesinos e indígenas para percibirlos como atraso; régimen patriarcal ante todo para mujeres y niñas sometidas a la Iglesia Católica en especial, a las redes de trata de las personas y de prostitución. También instaura -desde sus orígenes- el sometimiento de mujeres, niñas, disidencias y de mujeres de las diversidades indígenas para legalizar su imponerles desigualdad laboral, civil y hogareña que implica mayor rentabilidad capitalista.

Sin embargo, la vida planetaria se extingue si no frenamos, para luego erradicarlo, al sistema mundo capitalista y sus locales. De modo que situémonos en -y generalicemos- la percepción (conocimiento con correspondiente compromiso de lucha) de Renán Vega Cantor:

(…)Ahora podemos hablar del Método Israel, por el cual debe entenderse de manera sintética al conjunto de prácticas criminales, terroristas, bestiales y genocidas de Israel contra el pueblo palestino en las tierras ocupadas [el nivel interno] y el terrorismo internacional contra todos los que son declarados “enemigos antisemitas” [el nivel externo]. Esto incluye el asesinato de miles de palestinos, árabes y personas de otras nacionalidades fuera de las fronteras de Israel y de los territorios ocupados; incluye el asesinato de científicos extranjeros que realizan investigaciones en programas nucleares, como ha sucedido en años recientes con personal iraní; ataque a instalaciones civiles y militares de otros países; atentados con coches bombas y con drones para masacrar dirigentes palestinos y árabes; bombardeo de sedes diplomáticas, con la violación de los convenios internacionales que protegen esas instalaciones, incluso en tiempos de guerra, siendo el más reciente el bombardeo con drones del consulado de Irán en Siria y el asesinato de 16 personas, entre ellos dos generales de la Guardia Revolucionaria de Irán; secuestros en el extranjero, violando las disposiciones internas de los países, de lo que el caso de Karl Adolf Eichmann es el más conocido….

El Método Israel no existe solo gracias y por el Estado sionista de Israel, sino porque es tutelado por Estados Unidos, la Unión Europea, muchos países árabes y de otros lugares del mundo. De la misma forma que el Método Yakarta ha sido funcional al capitalismo mundial, para destruir procesos democráticos, nacionalistas y revolucionarios, ahora en el plano internacional se despliega el Método Israel, acogido desde hace décadas por las clases dominantes y el Estado en Colombia en su guerra contrainsurgente y antipopular. El Método Israel, caracterizado por la brutalidad criminal y desconocimiento de cualquier derecho, es la pauta dominante en el capitalismo mundial y eso se ha normalizado con el genocidio de los palestinos y los sucesos de los últimos seis meses, tiempo durante el cual Israel ha realizado, con la protección de la autodenominada “Comunidad Internacional”, liderada por Estados Unidos, crímenes que avergonzarían a la Alemania nazi. (…) https://contrahegemoniaweb.com.ar/2024/04/19/ecuador-el-nuevo-israel-de-sudamerica/

 

Marzo 2024

Las defensas y recuperaciones de territorios prueban
 cómo la Agenda 2030 encubre a:

Qué Sistema
Con la puesta en práctica de todo lo opuesto a su Agenda 2030 por estar amenazando de extinción a la vida planetaria.

Qué Democracia
Con la legalizada y legitimada dictadura de los capitales y estados imperialistas subordinando a los locales por hacerlos partícipes de sus súper negocios.

Qué Trabajo
Con el objetivo de maximizar el acaparamiento económico territorial de Argentina por quienes imponen el régimen extractivista cada vez más contra la vida en general y la dignidad de los pueblos de nuestro país.
 

Qué Abya Yala
Con los gobiernos tanto progresistas como desembozados neoliberales garantizando la desertificación camuflada de modernidad y progreso.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema/

Las luchas socioterritoriales destapan la Agenda 2030 a los de abajo si éstos se libran de la lógica subjetiva y fetichista de izquierdas

Advirtamos que dicha lógica aleja a la mayoría de nosotros de situarse en el presente de Argentina y el mundo tal cual es. Esto impide posicionarse para poner fin al círculo vicioso del poder y al distanciarse de las luchas socioterritoriales. Partamos de constatar analizando la actualidad de distintos países y comenzando por Palestina que el capitalismo impone el fascismo y no Milei. Tergiversación de la realidad nacional e internacional que llevan a cabo hasta las izquierdas electoraleras e intelectuales como Claudio Katz. Convocan desde el balotaje a ir contra Milei. La razón de esta conducta antagónica a su identificación política es ante todo por ningunear las defensas y recuperaciones de los territorios de vida.

Al estimar a Milei en las antípodas del Kirchnerismo -vertebrado en el  PJ- eluden que éste viabilizó el avance durante este siglo tanto de ecocidios-genocidios como de la IIRSA regeografiando Sudamérica y el ascenso de Milei a candidato presidenciable. Tampoco aprecian que a ese progreso criminal lo frenan comunalidades territorializadas ni menos reparan sobre el desafío actual de facilitar su unión con todas las luchas de autoorganizaciones de las diversidades de abajo en procura de concretar las distintas facetas de la justicia social y que se afirman en responsabilizar al Estado.

Raúl Zibechi en «Argentina desde abajo» nos ubica en nuestro presente contextualizado:

(…)El escenario global y regional no permite hacerse la menor ilusión sobre ninguna posible tregua en la ofensiva/tormenta del arriba contra los abajos. El capital financiero y su acumulación por despojo, no hacen más que intensificarse con más y más proyectos de muerte. Las guerras, la depredación y la muerte ya no se divisan en el horizonte porque se han convertido en la cotidianeidad de las niñas y niños de nuestros pueblos. Lo que está en juego no es ni más ni menos que la vida, ya que el proyecto del 1% consiste en crear una Franja de Gaza global –integrada por favelas, villas miseria, barriadas y callampas- donde amontonarnos como población sobrante y controlarnos a punta de fusil. Un gran campo de concentración globalizado. Una política que vienen perfeccionando desde hace casi un siglo, primero en las colonias como Argelia y Vietnam, con sus “aldeas estratégicas” o campos de concentración para “quitarle el agua” al pez de las guerrillas y, luego, progresivamente, en todos los mundos de abajo. Gaza es el horizonte y la inspiración de las clases dominantes durante esta etapa de despojo, que les permita despejar territorios para convertir la vida en mercancías. Por eso la militarización, el paramilitarismo y el narcotráfico se despliegan contra los pueblos, para fomentar las migraciones y el abandono de los campos. No podemos hacernos la menor ilusión en los proyectos políticos electorales y estatistas, porque van a seguir impulsando este proyecto de encierro y muerte con nuevos y más sofisticados métodos, como lo demuestran todos los procesos progresistas. Confiar en los derechos que nos otorgan, sin construir poder de abajo, es tanto como meternos en un callejón. Por eso, disputar en el terreno electoral es hacerle el juego al proyecto de dominación de arriba. Sólo la resistencia puede impedir que nos encierren en campos a cielo abierto y abrir la esperanza de un mundo nuevo.(...)

Quienes ejercen el periodismo popular desde los medios alternativos de comunicación recurren al monólogo de dirigentes e intelectuales de suerte que contradicen el urgente objetivo prioritario de ayudar a deconstruir, a los diversos de abajo, su egocentrismo por adaptación al capitalismo desde la niñez. Claudio Katz es uno de quienes frecuentan para entrevistarlo o difundir sus artículos. Resulta que su lógica desde el trotskismo ha devenido subjetiva y personificadora en grado extremo. Dice: «Con este gobierno estamos instalados en una tragedia social, con una indigencia espantosa en el granero del mundo,…». De golpe descubre, para atribuirla a Milei, esta penosa consecuencia de 40 años en que se implementó la «Miseria Planificada» como Rodolfo Walsh acusó a la Junta Militar en 1977,

Claro, su afinidad con el Kirchnerismo (ocultada al declararse crítico e independiente) así como su menosprecio por las luchas socioterritoriales, no le permitieron reparar cómo el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2010-2020 garantizó la maximización de la ocupación económica territorial de Argentina por el sistema global de la soja transgénica en nexo indisoluble con el glifosato secundado por otros agrotóxicos. En síntesis, el PEA2 destruyó la producción de alimentos acaparando tierras para la soja forrajera y la destinada a agrocombustibles como otros cultivos transgénicos pero en menor escala.

No se limita al PEA2  la responsabilidad criminal de Cristina Fernández por aumento de la pobreza estructural, la malnutrición y el hambre que agravó mediante el fracking en Vaca Muerta. En el año 2020 cuando sufrimos confinamiento (aplaudido por Claudio Katz e incluso nos tildó de conspiradores por protestar contra el despliegue del Estado Represor en especial dentro de las barriadas de los avasallados en todos sus derechos) Cristina y Alberto Fernández presentaron al Congreso el Plan 2020-2030 de las corporaciones dominantes del agro para convertirlo en ley. De modo que, por esta legalizada dictadura del Consejo Agroindustrial Argentino, habrá incesante agravamiento del arrasar: la naturaleza, las economías regionales, las comunidades, los pueblos….la salud y la vida de todos los de abajo en Argentina.

Laura Vales relata que la «Caja PAN» (Programa Alimentario Nacional) fue lanzada en 1984 como la primera política masiva de asistencia alimentaria en la Argentina. Consistió en un bolsón de alimentos para las familias con necesidades básicas insatisfechas y llegó a nada menos que el 20 por ciento de la población del país. El Programa Alimentario Nacional fue presentado como una política provisoria, de emergencia: iba a durar dos años, mientras los cambios de fondo que implementaría el gobierno democrático iban reactivando el empleo y recuperando los salarios: la emergencia social dejada por la dictadura cívico-militar sería superada en democracia, era la promesa implícita. Pero esto no llegó a suceder. Alfonsín dejó anticipadamente el gobierno en 1989, en medio de una crisis de hiperinflación, y en las décadas que siguieron las políticas de asistencia alimentaria se quedaron. Son un reflejo de cómo el acceso a los alimentos nunca llegó a quedar garantizado para el conjunto de la población. Sin embargo aún hoy la alimentación continúa siendo considerada, en el ideario hegemónico, como una cuestión del consumo privado. (…)

Hoy hay 41.000 comedores y merenderos reconocidos por el Estado, inscriptos en el Registro Nacional de Comedores Comunitarios(Renacom). Sin duda, los existentes son más que 41.000, pero ese es el piso de los registrados, es decir de los que completaron el trámite de inscripción y fueron monitoreados por el Renacom. (…)

Como conclusión Laura Vales nos plantea: El final del conflicto de los comedores comunitarios está hoy indeterminado. El modo en que se resuelva dependerá de cómo lo procese la mirada pública, de si va a primar la narrativa de derecha —los referentes son intermediarios, la gente es usada, además son vagos que no quieren trabajar— o el entendimiento de que las organizaciones sociales tienen un sentido y son dueñas de una historia. Una construcción que en su primer escalón, el más básico, se activa para sostener ollas cada vez que los ingresos de los sectores populares caen, pero que necesariamente son también organizaciones con intereses propios, con aspiraciones y proyectos de país. Que incidan o no en el escenario político no da lo mismo, la terrible situación de las dificultades de acceder a la comida muestra cuán necesarias son. Tanto como poder comer.

Con razonamiento similar por aceptar como normalidad al orden opresor bajo gestión de los Fernández y luego de Sergio Massa durante más de un año de presidencia de facto, Claudio Katz critica «al corte de suministro de alimentos en los comedores  con el argumento de que los movimientos sociales “hacen negocio” cuando en realidad los movimientos garantizan el funcionamiento de los comedores y lo hacen en forma mucho más barata que cualquier otra institución. El gobierno no para: anuló el plan Potenciar Trabajo con el cuento que de esta forma va a generar empleo, algo que ya lo hizo Macri. Si uno destruye eso no se va a generar empleo porque el empleo depende de que la economía funcione. Y como Milei destruye, la economía no genera empleo».

Indignante que un economista marxista se haya amoldado a conformarnos con comedores comunitarios,  Economía Popular y Potenciar Trabajo que han sido implantados para contener la lucha contra el Capital y su Estado de los expropiados, expulsados de sus territorios y de los excluidos, marginados, flexibilizados, etc.

Hasta señala: «el empleo depende de que la economía funcione»  en cierto modo repite a Cristina Fernández cuando aleccionó a trabajadores en huelga manifestando algo así como no sean tontos dejen progresar la empresa.

Recordemos al matrimonio Kirchner haciéndonos festejar «el crecimiento a tasas chinas» cuando era sólo para los únicos beneficiarios del sistema de la soja transgénica en nexo indisoluble con agrotóxicos.

El 17 septiembre 2007 -o sea durante el alabado crecimiento a tasas chinas- Mariela Zunino  escribe:

En los últimos diez años, en Argentina, se ha venido profundizando un modelo de agricultura sin agricultores. Se trata del modelo de la soya, que a su paso va expulsando a hombres y mujeres de sus tierras, dejando en su lugar grandes desiertos verdes. De este modo, se fue configurando la gran paradoja argentina: a más producción, más hambre y exclusión. Argentina se posiciona como el tercer productor mundial de soya transgénica después de Brasil y Estados Unidos. Este año, la soya (o soja) batió nuevos récord de cosechas. Al mismo tiempo se conoció la muerte de por lo menos 14 indígenas por desnutrición en el norte del país. Hoy, de cada 100 argentinos, unos 27 viven bajo la línea de la pobreza. En las provincias del norte argentino esta cifra asciende al 40%. Paradójicamente, son estas provincias norteñas las que en los últimos 10 años percibieron un mayor avance del monocultivo de la soya. Hambre, exclusión y devastación, los pilares del modelo de la soya.

Mariela Zunino contextualiza con cita siguiente:

«El reordenamiento de los procesos de producción y circulación de mercancías
y el reacomodo de las fuerzas productivas,
producen un excedente peculiar:
seres humanos que sobran,
que no son necesarios para el «nuevo orden mundial»,
que no producen, que no consumen,
que no son sujetos de crédito, en suma,
que son desechables…»
Subcomandante Marcos

Mariela Zunino destaca: (…)El etnocidio silencioso

En Argentina, la situación de los pueblos originarios es crítica. Mientras siglos antes, durante la conformación del Estado-Nación, se daba un genocidio étnico abierto y explícito – como lo fue la Campaña del Desierto en 1878 que exterminó a más de 3000 indígenas y desplazó a otros miles a zonas periféricas-, hoy en día se da un genocidio pero de forma silenciosa. Mientras en el sur, cientos de comunidades mapuches son desalojadas por la construcción de represas, sus tierras y aguas contaminadas por empresas mineras y petroleras, en el centro y norte del país, comunidades kolla, wichi y toba sufren el éxodo rural, el saqueo de sus recursos, el hambre y la violencia estructural de un sistema arraigado en los capitales y el mercado externo, cuya cara más visible hoy es el negocio de la soya transgénica.

Según datos oficiales, en Argentina hay más de 600.000 indígenas y descendientes de indígenas, aunque para algunas ONG el dato asciende a entre 2 y 3 millones. La mayoría pertenece a las comunidades kolla, wichi, toba, guaraní y mapuche.

Alrededor de 60 mil indígenas viven en la provincia de Chaco. En su mayoría son tobas, wichis y mocovies. Los primeros viven en el monte sin ser propietarios de las tierras, y muchos habitan en barrios marginales de las ciudades. Los wichis también viven en las periferias urbanas y en tierras marginales y montes deteriorados. Los mocovies no tienen tierras, viven en caminos abandonados, en los cordones marginales de las ciudades o en campos donde son asalariados. De los indicadores sociales a nivel provincial, Chaco presenta los más alarmantes: el 67,8 % de la población vive en la pobreza, mientras que más del 36,3 % está por debajo de la línea de la indigencia. 28 de cada 100 chaqueños están desempleados. Los índices de mortalidad infantil superan el 30 %. Para la población indígena estas cifras son aun más alarmantes: el 98 % de los indígenas chaqueños vive en la pobreza y el 92 % se encuentra por debajo de la línea de indigencia. (,,,)

Rolando Nuñez, del Centro de Estudios e Investigación Social Nelson Mandela, denuncia el desastre sanitario: «Toda la red sanitaria es antigua; data de la década de los 60. El hospital cabecera Güemes-J.J. Castelli, está en verdadera situación de desastre hospitalario. Los puestos sanitarios, diseminados en localidades y parajes, también están desbordados». Como resultado del colapso de las instituciones sanitarias, muchos enfermos son atendidos cuando ya se encuentran en situaciones físicas extremas. A otros, cuando llegan a los centros hospitalarios con alguna enfermedad avanzada, se les da el alta medico rápidamente para que mueran en sus hogares. Nuñez señala que en estas poblaciones ha habido una «respuesta biológica, en el sentido que han desarrollado un genoma humano que les permite afrontar situaciones extremas, que pagan con horas de vida perdidas prematuramente u horas de vida vividas insatisfactoriamente. Sin embargo, como la tierra, el monte y los animales, están en severo riesgo de extinguirse.»

El 20 de agosto de 2010 Jorge Eduardo Rulli (uno de los fundadores del Grupo de Reflexión Rural que inició en la Argentina la lucha contra los transgénicos) nos esclarece:

(…)Nuestras poblaciones tienen una larga historia de crecimientos locales y uso de los bienes comunes que, a pesar de la mercantilización, no han logrado apagar el sentimiento de pertenencia y de identidad común por encima de las lógicas individualistas y acumulativas. Se trata de una ventaja sustancial: la de poder recomponer las redes locales recurriendo a los saberes profundos que respetaron desde siempre la biodiversidad y el uso común de los ciclos alimentarios no extractivos. Solamente los sectores condensados de los poderes locales y nacionales se han entregado plenamente al paradigma productivista. Ellos son una minoría enriquecida al modo y uso de las metrópolis mundiales, y han roto toda pertenencia y sentido comunitario; pero la misma crisis del paradigma cada vez más concentrado en unos pocos, dejará los espacios necesarios para que los sectores medios y urbanos vean en el decrecimiento la oportunidad de recomponer la vida y su armonía natural. Estas transiciones hacia un «mejor estar» y un «buen vivir», ya han comenzado y el decrecimiento es un camino a seguir que seguramente será poco numeroso y desarticulado en sus comienzos, pero que puede constituirse en un poderoso imán ecológico en las zonas grises de la crisis en que vivimos. Tenemos en nuestras manos la capacidad de volver a la tierra y recomponer los ciclos agrarios que generaron la vida de los pueblos durante milenios, tenemos la necesidad de volver a armonizar la vida humana con los ciclos cósmicos. El decrecimiento es uno más de tantos caminos que se van abriendo, algunos desde los países ricos pero muchos, también, desde las periferias, buscando nuevas alternativas para tanta infelicidad.

Darío Clemente y Facundo Lastra entrevistan a Claudio Katz  y reflexionemos sobre sus respuestas ante las preguntas siguientes:

-Muchos estudios sobre el tema enfatizan los rasgos extractivistas del neodesarrollismo e incluso sus similitudes con experiencias de corte liberal. Según tu visión, ¿cuál es la relación entre neodesarrollismo y extractivismo? ¿Y entre neodesarrollismo y dependencia?

-CK :Yo no creo que el neodesarrollismo sea sinónimo de extractivismo. El extractivismo es la explotación intensiva de los recursos naturales. Si yo digo que son lo mismo, estoy suponiendo que el neoliberalismo no es extractivo, entonces, ¿cuál sería la singularidad del neodesarrollismo? Para mí el neoliberalismo es el modelo más extractivo. Si yo utilizo el elemento extractivista como parámetro de clasificación, resulta muy difícil pararse ante las especificidades latinoamericanas, porque absolutamente todos nuestros países son extractivistas. Siguiendo esa lógica, todos los países serían también neodesarrollistas.

¿Hubo algún gobierno latinoamericano no extractivista en los últimos veinte años? Así pierden sentido el concepto de neodesarrollismo y el de neoliberalismo, porque termina siendo todo lo mismo. Es la tesis del «consenso de los commodities», la cual para mí es errónea porque borra las singularidades. Así, por ejemplo, Evo Morales pasa a ser igual a Piñera en Chile porque ambos son extractivos. No tiene ningún sentido.

Además objeto el fundamento teórico de esta identificación entre extractivismo y neodesarrollismo que es la idea del «posdesarrollo», es decir, que no hay que criticar el neodesarrollismo por su incapacidad de traer desarrollo, sino porque no hay que alcanzarlo. Yo creo que sí hay que desarrollarse, lo cual sigue siendo una asignatura pendiente de América Latina. Por supuesto que hay que hacer un desarrollo no extractivo, yo soy antiextractivista, compartimos esa visión. Pero me parece que con la mirada meramente ambientalista no se registra que Argentina no es Francia, que Bolivia no es Suiza y que la diferencia justamente radica en que en nuestros países está pendiente el desarrollo y allá no.

-CK: El extractivismo es la renovación de la dependencia de América Latina. Hay extractivismo, en cuanto destrucción del medioambiente, en los Estados Unidos y en todos lados: es la norma bajo el patrón de reproducción actual del capital. La singularidad del extractivismo latinoamericano es que esa depredación del medioambiente no es utilizada para proyectos de acumulación, desarrollo o industrialización, sino para transferencia del ingreso hacia arriba y dilapidación de la renta.No hay ninguna duda de que China es extractivista, pero durante treinta años China ha utilizado la política de contaminación ambiental para generar el mayor desarrollo económico del siglo XXI.

En América Latina asistimos al mayor deterioro ambiental de la historia y el resultado es nulo en materia de crecimiento y desarrollo. En todo caso, el problema del neodesarrollismo es que convalida el extractivismo, pero el eje debe ser la dependencia y el neoliberalismo. Esto es importante, porque de lo contrario no se pueden distinguir gobiernos, políticas económicas y, sobre todo, fijar posiciones políticas. Negar la identidad entre extractivismo y neodesarrollismo me parece prerrequisito para poder utilizar en manera productiva cualquier debate sobre el neodesarrollismo.(…)

-DC / FL: En tus últimos escritos sostuviste que la izquierda necesita elaborar una «estrategia de radicalización» que entre en diálogo con las experiencias progresistas. ¿Podrías ampliar ese punto? 

-CK: Yo creo que la clave para responder a esta pregunta es que estamos en un escenario de rebeliones sin revoluciones. En este marco hay que priorizar la lucha social y popular, realizando un análisis que contemple lo que sucede por abajo. Esto se contrapone con la tendencia dominante hoy en día de unilateralizar los análisis de los gobiernos por arriba, desplegando reflexiones centradas en los acontecimientos geopolíticos, que dirimirían la primacía de una u otra potencia, y observando las transformaciones progresistas como un mero resultado de pulseadas entre potencias o gobiernos. El gran problema de estas miradas es que restringen todas las opciones a lo que sucede por arriba. Solo evalúan cómo dominan las clases capitalistas articulando consenso, dominación y hegemonía, pero omitiendo por completo el protagonismo de los pueblos.

Lo importante es tener una estrategia de poder. Yo creo que muchas corrientes de la izquierda o socialdesarrollistas a lo sumo tienen una estrategia de gobierno, sobre cómo llegar al gobierno, pero no hay una reflexión sobre cómo hacerse con el poder. Esto es clave porque, en general, el progresismo llega al gobierno pero ni se aproxima al poder, y este es un aspecto central para reevaluar el pasado. El neodesarrollismo ha llegado a tener gobiernos, a tener el poder Ejecutivo, pero el verdadero poder reside en el ámbito económico, en los medios de comunicación y en el sistema judicial. Los progresistas llegan al gobierno, no disputan el poder y, como el poder sigue en manos de la derecha, esta comienza una contraofensiva y vuelve a tomar el gobierno.

Ahora bien, la izquierda tuvo dos problemas durante el ciclo progresista. Un primer problema, bastante generalizado, fue la participación en la experiencia progresista de manera acrítica. Eso llevó a acompañar todo el ciclo y, en lugar de tomar conciencia de que no se estaba disputando el poder, se aceptaron las limitaciones de los gobiernos como algo inevitable, sin confrontar con ellos. El problema opuesto, también presente en la izquierda, fue el de igualar a los gobiernos progresistas con la derecha. Desde esta perspectiva no se ven como propios los conflictos de los gobiernos progresistas que involucran demandas sociales y objetivos populares.

Ejemplo de ello en Argentina fue la estatización de las AFJP, la Ley de Medios o la 125. En todos estos casos había una bandera democrática, social y popular que había que retomar para radicalizar el proyecto progresista. Si yo digo que la nacionalización de los fondos de pensión no fue nada, sino tan solo la continuidad de una política anterior bajo el paraguas del Estado; si yo digo que la nacionalización de YPF fue una continuidad del negociado anterior; si yo digo que la 125 fue una disputa entre grupos por la tajada del negocio… No estoy distinguiendo lo que es un efectivo conflicto que involucra la redistribución del ingreso, donde es necesario participar con planteos de radicalización y de disputa de poder.(…)

Comencemos por debatir a Claudio Katz en las respuestas a las primeras preguntas:

-Uso del lenguaje eufemístico que Naciones Unidas impuso como «medio ambiente o ambiente» para ocultar a la Naturaleza como sujeto de derechos o sea respetarla en su funcionamiento e historia esencial a la vida-salud planetaria. Pero, en especial, considerarnos parte de la Naturaleza y no percibirla nuestro objeto externo a dominar.

-Definición capitalista o mercantilista de extractivismo cuando consiste en el régimen de expropiación incesante de los bienes comunes tanto sociales como naturales y de expoliación tendiente a maximizarse de la naturaleza, los trabajadores y  los pueblos e individuos de abajo que el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales planifica según la división internacional del trabajo para el Abya Yala así como de todos los países condenados a ser periféricos del capitalismo central. Sus consecuencias no se restringen a ecocidios, a su vez, menospreciados al desatender sobre todo significados e implicancias de la focalización en los eufemísticamente llamados «recursos naturales». Sus resultados son de criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza: genocidios silenciados e invisibilizados por el sistema; desertificación (los vastos monocultivos de soja no son desierto verde al exterminar toda la vida de la zona) en los distintos sentidos del concepto; concentración y transnacionalización económica territorial; disolución nacional al fragmentar el país en enclaves de exportación y de mega emprendimientos turísticos, comerciales e inmobiliarios integrados por la IIRSA que regeografía Sudamérica para la eficiencia del saqueo. En fin, no puede haber otro capitalismo en el Abya Yala, de ahí que con independencia del signo político del gobierno, fue acelerado e intensificado como acumulación gran capitalista de riquezas, poder de dominio e ingresos.

-Desarrollo capitalista como necesidad de nuestros países y admiración por China que Katz en ANRed describe:

Expande su gravitación económica sin correlatos militares equivalentes y a diferencia de Estados Unidos no actúa como una potencia imperial. Es imprevisible si alcanzará ese status. Los convenios económicos desfavorables generan dependencia, pero no sometimiento político. Esa diferenciación es omitida en la identificación de ambas potencias o en el presupuesto de un capital transnacional preeminente. Hay que evitar la idealización de China para registrar la adversidad de los convenios con América Latina. Lo ocurrido en el Indo-Pacífico anticipa las disyuntivas que enfrenta nuestra región. Corresponde resistir a Washington y negociar de otra forma con Beijing

Claudio Katz ignora, no así la Unión de Asambleas de la Comunidades (UAC) por la vida y los territorios contra los extractivismos, a Rosa Luxemburgo alertando que la colonialidad ha sido el reverso fundante e imprescindible al desarrollo  de la modernidad de Europa. No habría progreso en forma de capitalismo central y de imperialismo sin sometimiento colonial de los pueblos y las naturalezas respectivas. China acumula gran capital no sólo por súper explotación laboral sino sobre todo por desposesión y sometimiento de los pueblos condenados a ser expoliados de sus bienes comunes o sea arrasados en sus potenciales de «buenos vivires» que son opuestos a los de la sociedad de consumo. Es iluso e irracional o sectario indicar la negociación con China en vez de enfrentarla para poner fin a su ocupación económica territorial de Argentina y el Abya Yala. De ahí que hoy el desafío abajo a la izquierda sea construir poder plurinacional, anticapitalista, antirracista, antieclesiástico, antipatriarcal y decolonial tanto de las capacidades gubernamentales de los pueblos de Argentina como de los saberes fundantes de otra sociedad, otro país, otro Abya Yala y otro mundo de confraternidad. ¿Cómo? Mediante la desmercantilización de los bienes comunes tanto sociales como naturales que programa la «reforma agraria rurourbana e integral» como producto de la deliberación de todas las existentes luchas en el país procurando justicia social y territorios libres de ecocidios-genocidios generados por el capitalismo local del sistema mundo capitalista. Ya están las bases en la Unión de Asambleas de las Comunidades (UAC) por la vida humana/ no humana y la dignidad de los trabajadores, los pueblos e individuos de abajo de la Argentina sin fronteras ni muros burgueses. Contra esta emancipación del capitalismo que arraiga hondamente al internacionalismo antiimperialista hallamos a Claudio Katz. Sigamos refutándolo.

Horacio Machado Aráoz nos aclara sobre neoliberalismo y extractivismo en el año 2009:

 (…) 1.- NEOLIBERALISMO, TRANSFORMACIONES SOCIOTERRITORIALES Y AUGE MINERO.

Lejos de ser algo aislado y acotado, el gran auge de la megaminería transnacional en América Latina en los ’90, constituye un fenómeno que se inscribe dentro del más vasto y complejo proceso de transformaciones geoeconómicas, socioambientales y políticas impulsadas desde los centros del poder mundial desde el último tercio del siglo pasado a través de la profunda reestructuración que el neoliberalismo implicó a escala global.

En el marco de la aguda crisis estructural del capitalismo, el neoliberalismo cabe ser comprendido como una nueva estrategia impulsada desde los nodos de poder de las sociedades centrales a fin de reorganizar la dinámica de acumulación a escala global y recuperar sus posiciones de dominio en el contexto de la agudización de la disputa geopolítica por el control de los ‘recursos naturales’ desde el último tercio del siglo pasado.

Desde esta perspectiva, el gran auge de la minería transnacional en América Latina emerge como resultado paradigmático del conjunto de transformaciones verificadas en la región como consecuencia de la drástica aplicación de la geopolítica imperial del neoliberalismo; expresa de modo cabal, la lógica y características de la nueva fase de acumulación por desposesión del capital (Harvey, 2004).

En el caso de nuestra región, tras el luctuoso saldo de la fase represiva de las políticas neoconservadoras aplicadas entre los años ’70 y ’80 (flagrantes violaciones a los derechos humanos, desindustrialización, endeudamiento, y pauperización generalizada de la población), las políticas de los ‘90 (impulsados coercitivamente por los organismos multilaterales de crédito) involucraron la gravosa empresa de ‘reactivar el crecimiento económico’ abriendo su vasta reserva de recursos naturales a un nuevo ciclo de explotación intensiva.

Como fase final de las transformaciones neoliberales, las políticas del Consenso de Washington significaron la puesta en disponibilidad de la vasta reserva de bienes naturales y biodiversidad de la región como proveedora ecológica de las políticas de recuperación del crecimiento en las sociedades centrales. A través de políticas fiscales preferenciales, provisión de servicios básicos subsidiados, regímenes de desregulación, liberalización financiera, cambiaria y comercial, garantías a sus ‘inversiones’ y libre disponibilidad de sus divisas, flexibilización laboral y de los controles ambientales, grandes corporaciones transnacionales vieron expandir aceleradamente sus negocios sobre la superficie territorial de la región.

En este marco, junto a las privatizaciones de los servicios básicos (agua potable y energía eléctrica), la expansión de los agronegocios, la creciente radicación de explotaciones forestales, el control sobre las reservas y la explotación de hidrocarburos, las fuentes de recursos hidroenergéticos y el avance de las industrias químicas y farmacéuticas sobre las reservas de biodiversidad de la región, el gran auge minero da cuenta de un fenomenal proceso de reconfiguración neocolonial de la economía, la población y el territorio regional, materializado a través de la desindustrialización, concentración y extranjerización de la economía regional y la reinstauración de un patrón exportador primario extractivo (Martins, 2004; Gandásegui, 2004).

Se inaugura, así, un nuevo ciclo de valorización dependiente, estructurado en torno a la explotación extractiva de los recursos naturales de la región, ahora conectados a cadenas globalizadas de valor controladas por grandes corporaciones transnacionales. Simultánea y correlativamente a la,naturalización de la ‘racionalidad de mercado’ estas políticas impusieron e impulsaron un creciente proceso de mercantilización de la naturaleza, del territorio y sus recursos.

En el caso de la minería, el origen de las transformaciones estructurales tiene lugar en Chile. Dada su crucial relevancia histórica como ‘país minero’, el ‘Chile de Pinochet’ oficiaría como escenario social de experimentación e implementación paradigmática del conjunto de reformas institucionales que, a la postre, funcionarían como los dispositivos legales del nuevo gran saqueo minero de los ’90. El decreto Ley Nro. 600 que sanciona un nuevo Estatuto de Inversión Extranjera (1974), seguido de la Ley Orgánica Constitucional sobre Concesiones Mineras (Ley Nro. 18.097, 1ª de diciembre de 1981) y la reforma del Código de Minería (1983), serían las reformas claves que no sólo permitirían la progresiva privatización encubierta de la gran minería del cobre en Chile (Caputo y Galarce, 2007), sino los marcos legales que se aplicarían luego como ‘modelo exitoso’ en los restantes países de la región.

Tres fueron los pilares centrales que establecieron las bases políticas de estas reformas (…)

Claudio Katz reconoce el imperativo actual de las izquierdas de priorizar el protagonismo popular. Pero: ¿para qué? Radicalizar los progresismos. Critica a las izquierdas de no haber asumido «como propios los conflictos de los gobiernos progresistas que involucran demandas sociales y objetivos populares.

Ejemplo de ello en Argentina fue la estatización de las AFJP, la Ley de Medios o la 125. En todos estos casos había una bandera democrática, social y popular que había que retomar para radicalizar el proyecto progresista. Si yo digo que la nacionalización de los fondos de pensión no fue nada, sino tan solo la continuidad de una política anterior bajo el paraguas del Estado; si yo digo que la nacionalización de YPF fue una continuidad del negociado anterior; si yo digo que la 125 fue una disputa entre grupos por la tajada del negocio… No estoy distinguiendo lo que es un efectivo conflicto que involucra la redistribución del ingreso, donde es necesario participar con planteos de radicalización y de disputa de poder».

Si leemos la segunda entrevista completa comprobaremos que CK coincide con todos los progresistas, nacionalistas populares y China en privilegiar el desarrollo capitalista por sobre las necesidades y aspiraciones de los de abajo. En contraste, las izquierdas coherentes (con la praxis de común-ismo) procuramos abrir caminos al protagonismo deliberativo de los pueblos, las naciones y las comunidades de Argentina. Es un protagonismo pluriverso, plurinacional e internacionalista revolucionario en el que cada nación-comunidad crea su propio «buen vivir» o sea cultiva relaciones recíprocas dentro suyo y con la naturaleza del lugar. En simultáneo implica irse constituyendo todas en confederación democrática. 

Al contrario de CK nos oponemos a luchar por la distribución de riquezas e ingresos del saqueo, el envenenamiento de todo lo existente y el exterminio masivo. Enarbolamos «no es desarrollo o progreso si contamina y mata» que es consigna elaborada por las asambleas socioterritoriales. Tampoco las nacionalizaciones o estatizaciones han significado los urgentes cambios estructurales que erradiquen el modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza. Basta observar en qué se ha convertido YPF al forzarnos abajo a subsidiar de modo directo e indirecto a los oligopolios imperialistas y locales para que que puedan fugar capitales y gozar de rentabilidades extraordinarias.

Rosario nos ejemplifica las catástrofes socioterritoriales en las megalópolis. El origen de éstas se debe a la expulsión social de la ruralidad y la exclusión social por desindustrialización que causa el progreso del neoliberalismo (el capitalismo contemporáneo). De faro cultural-artístico y combativo proletariado de gran gravitación en el país ha sido desindustrializada e invadida en distintos campos de actividad por las tramas degradadoras de la sociedad instauradas desde las cinco grandes exportadoras, a la vez, dominantes sobre el sistema de agronegocios cuyo paradigma es el modelo de la soja transgénica en nexo indisoluble con venenos mortales para todos los seres del lugar-zona.

Me alegra comunicado de la  Mesa Coordinadora de los Organismos de Derechos Humanos de Rosario que señala la emancipación del capitalismo como única vía de soluciones de fondo. Es alumbrar la necesidad de luchar hoy por otra sociedad, otro país, otro continente y otro mundo mirando hacia liberar el Trabajo del Capital y desmercantilizar los bienes comunes tanto sociales como naturales.

Diciembre 2023

La rebelión antineoliberal
del 19y20 diciembre 2001
desafía hoy
a romper con el PJ y con CFK así como con todos los progresismos para erradicar:

Qué Sistema
Genocida hoy de los palestinos y mañana de quienes componemos Argentina, así como de todo el Abya Yala al mirar hacia el acaparamiento oligopólico del planeta entero.

Qué Democracia
Legalizadora, legitimadora y subsidiadora de ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos, silenciados e invisibilizados por el sistema.

Qué Trabajo
Enyugado de modo total por el Capital transnacionalizado y el imperialista gracias al Partido Justicialista sobre la base de la fascista comunidad organizada desde Perón en 1944.

Qué Abya Yala
Destruido en su gran riqueza de comunidades, culturas y biodiversidades estimulando racismo.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema

SÍNTESIS

Discutamos propuestas izquierdistas en  conciliación con el capitalismo.

1. Es necesario bloquear el acceso de la ultraderecha de Milei al gobierno
Los peligros democráticos y económicos de un gobierno de Milei no deben ser subestimados. El programa de Milei consiste en una reforma estructural del capitalismo argentino a partir de la modificación de las leyes laborales, la eliminación de la moneda nacional y la privatización del conjunto de empresas y derechos que hoy garantiza el Estado. (…)

2. Es importante empalmar con el buen sentido de nuestra clase

Exceptuando a quienes dieron un voto decidido por el FITU (que mantuvo su promedio de voto en el marco de las elecciones presidenciales) y a algunxs que mantuvieron el abstencionismo, la enorme mayoría de las personas preocupadas por la amenaza de la ultraderecha optaron por dar su voto a Unión por la Patria. ¿Qué expresa ese voto? (…)

El electorado que votó por Massa, conserva un grado de crítica importante hacia su figura y lo eligió en defensa de los derechos humanos conseguidos, de las libertades democráticas, de la vigencia de la educación y la salud pública, del aborto legal y de la ESI. Todos estos son núcleos de buen sentido de nuestra clase con los que debemos empalmar, no por seguidismo sino para apostar a su radicalización. En el balotaje, una posición como el voto en blanco nos ubicaría en la oposición a esas razones del voto (y no “más a la izquierda”). En cambio, un voto por Massa, por estas mismas razones defensivas y con las mismas críticas, nos permite continuar el diálogo y construir puentes para que, en el caso de que logre ser presidente, ese gobierno pueda ser enfrentado con movilizaciones que condicionen su programa.

3. No perdemos nuestra independencia política por votar a Sergio Massa en el marco de un balotaje

En el campo de las izquierdas solemos utilizar los términos “independencia política” e “independencia de clase”. Si bien parece expresar un común acuerdo entre quienes elegimos el campo de la pelea por el socialismo, este concepto se utiliza desde dimensiones y tácticas diferentes. Gran parte de las izquierdas han adoptado un concepto de “independencia” que fue difundido por las organizaciones que forman parte del Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (FITU) en las dos últimas décadas.

Desde esta perspectiva, que no compartimos, sería necesario que las izquierdas tengamos siempre una orientación de oposición a los bloques dominantes e incluso a otras organizaciones del campo popular. De la misma manera, ante movilizaciones masivas convocadas por sectores del oficialismo o de la burocracia sindical sería imprescindible movilizar de manera separada. Esta definición hipertrofiada de “independencia política” se hace presente en la negativa por parte del bloque legislativo del FITU a votar en el Congreso leyes que son propuestas por el oficialismo, incluso aunque sean progresivas (como el caso del Impuesto a las Grandes Fortunas o la Ley de Emergencia Social). También en las “movilizaciones independientes” en el marco de la lucha contra el macrismo, que se realizaban a pocas cuadras, pero separadas, de las convocadas por las centrales sindicales, aún cuando en esas movilizaciones se exprese la bronca contra las burocracias (como en aquella en la que se robó el atril de la CGT, en la que algunas organizaciones de izquierda no estuvieron presentes).

Desde nuestra perspectiva, la independencia política no tiene por qué implicar sectarismo alguno, sino que se garantiza desde la decisión de no formar parte de estructuras orgánicas dirigidas por sectores de las clases dominantes. También con la defensa de un programa comprometido con las transformaciones de las condiciones de vida del pueblo, al que no se renuncia por alianzas o acuerdos con fuerzas políticas de la burguesía. En el marco de la militancia cotidiana, nos parece importante que desde las izquierdas no nos automarginemos, impidiéndonos hablarle a las mayorías populares en movilizaciones de masas. De la misma manera, es posible coordinar y construir alianzas tácticas con sectores con los que en otros planos no tenemos tantos acuerdos, siempre con el objetivo de generar mejores condiciones para la lucha y la organización popular y mejoras para el pueblo. Un ejemplo de ello es la táctica de frente único, que supone una coordinación no solo con los iguales sino con amplios sectores.

Nuestra coherencia en la lucha contra el ajuste se constata en nuestra historia y en nuestra práctica cotidiana y no se modifica por un voto táctico a Massa, que no expresa ningún compromiso con esa fuerza política ni con su programa, sino que se reduce a una herramienta defensiva. El llamado al voto es algo táctico, que por lo tanto no tiene que expresar todas nuestras delimitaciones políticas y no pone en juego nuestra independencia. (…) Leer

(…)Enfrentar el ajuste

Milei y Caputo confirmaron este martes el plan de guerra contra el pueblo trabajador. La devaluación y los tarifazos acelerará la inflación. Es urgente un aumento de salarios, jubilaciones y programas sociales. Se necesitan medidas de otra clase para recomponer las reservas del país y atacar las causas de la inflación como la nacionalización del comercio exterior bajo administración de los trabajadores, nacionalizar el sistema bancario y la creación de un banco estatal único, y la movilización por el desconocimiento soberano de la deuda. Hay que reorganizar la economía sobre otras bases, poniendo por delante las necesidades de las mayorías sociales y no la sed de ganancias de unos pocos.

“Frente a este saqueo al bolsillo del pueblo, con una escalada inflacionaria brutal, hay que construir desde las bases de los sindicatos un plan de lucha x aumento inmediato de salarios y jubilaciones y prohibición de despidos, para que las y los trabajadores no paguen la crisis”. Nicolas del Caño (@NicolasdelCano) December 12, 2023

Es necesario organizarse, coordinar asambleas y planes de lucha entre distintos sectores y la más amplia unidad de la clase trabajadora entre trabajadores ocupados y desocupados para enfrentarlo e imponer a las centrales sindicales un plan de lucha.

Algunas hipótesis para pensar la resistencia popular y
para una nueva (o renovada) izquierda frente al gobierno de Javier Milei

14 de diciembre de 2023

Por Sergio Zeta| Rebelión

El triunfo de Milei reveló las corrientes subterráneas de una Argentina inédita. Ya nada será igual, aunque se repitan trágicamente buena parte de los actores, conocidos muchos de ellos desde la triste década del ’90, desde el repudiable gobierno macrista e, incluso, del gobierno que acaba de finalizar.

Se avizora un futuro nefasto, de profundización de la miseria, la opresión y la precarización de la vida de las mayorías populares. Solo el pueblo organizado, en unidad y recreando las experiencias de luchas acumuladas, puede impedirlo.

Sorprendió que mucho de lo que parecía una realidad incuestionable, resultara un espejismo. Como si los algoritmos y microclimas -habituales en las redes- se hubieran lanzado sobre la realidad, transformándola en una inmensa “fake news”. Como la suposición de que, aún deteriorada, la “grieta” continuaba escindiendo al país entre un peronismo que mal que mal, seguía siendo bastión de un Estado “presente” en la garantización de derechos y una derecha adoradora de un mercado inmisericorde. Por lo pronto, para millones, lo verdaderamente inmisericorde pasó a ser un Estado cuya presencia ya no garantizaba derechos esenciales para la vida como el trabajo, la vivienda, la seguridad, la salud y la educación, pero se asegura de que aquellos que “se la vienen llevando con pala” no pierdan ninguno de los privilegios que obtienen gracias a los y las que “agarramos la pala” cada día de nuestras vidas.(…)

(…) Más allá de cuanto perdure Milei, el crecimiento derechista no es un fenómeno meramente local ni se restringe a este personaje desequilibrado, sino responde a una necesidad profunda del capitalismo global y, como tal, necesitará de respuestas populares a corto, mediano y largo plazo.

Los dueños del capital, ya hace décadas que impusieron a sangre y fuego (recordemos a Thatcher, Reagan, Pinochet o Videla) un sistema de dominación neoliberal basado en la competencia: competencia entre países para atraer inversores y prestamistas (archivando en el arcón de la desmemoria cualquier mención sobre imperialismos o liberación nacional), competencia en el seno de una clase trabajadora fragmentada, competencia por la primacía de unos u otros derechos de sectores populares, como el de circular o protestar. Pero desde la crisis mundial del 2008 y de las rebeliones populares que desde entonces sacudieron gran parte del mundo (países árabes, África, España, Francia, Grecia, Honk Kong, Colombia, Chile, etc.) el capital necesitó redoblar su guerra contra los pueblos y profundizar sus rasgos autoritarios, promoviendo una oleada de avances derechistas en el mundo.

En Argentina, la casta política “mimosa” con el capital, viene conflictivamente realineándose en dos nuevas coaliciones: una de derecha y otra de ultraderecha que, con distintos métodos y aprovechando sus reales diferencias, intentan acorralarnos con el ardid hollywoodense del policía bueno y el policía malo en pos de similar objetivo común de reconfigurar la sociedad en crisis, acomodándola a los designios del capital internacional, ávido de apropiarse de los abundantes bienes de la naturaleza de nuestra tierra y de acabar definitivamente con las reservas éticas y combativas de nuestro pueblo, que se le ha plantado una y otra vez.

Este realineamiento se aceleró con Milei, pero no comenzó recién. No casualmente, los candidatos del peronismo desde el 2015 fueron Daniel Scioli (ahora embajador de Milei en Brasil), Alberto Fernández (cuesta recordar qué cargo ocupó) y Sergio Massa (constructor de la victoria de Macri en el 2015 entre otras “virtudes”), tres personajes de la derecha neoliberal ungidos por el deteriorado progresista dedo de Cristina Kirchner quien, sin embargo, no se equivocó, sino leyó como nadie las necesidades y tendencias del capital.

En estas condiciones, suponer que una probable crisis del gobierno de Milei conduciría por sí misma a potenciar a las izquierdas -por ser, sin dudas, las más consecuentes en la lucha popular- nos condena, al igual que a Sísifo, a cargar una y otra vez la misma piedra. Salvo que desde esas luchas se despliegue una praxis integral por presentar propuestas y por tornar deseable y posible una Argentina eco-socialista y feminista, sostenida en construcciones comunitarias, en una América Latina unida y liberada. En este recorrido, si Milei se ve urgido a abordar un helicóptero, pase lo que pase después ¡a festejar con ganas!!

Resistencia popular e instituciones “democráticas”

Las elecciones evidenciaron una crisis de las estrategias desplegadas por las izquierdas, que no pudieron canalizar, siquiera en parte, el enorme descontento popular. Al mismo tiempo, expusieron algunos nudos a destrabar por las luchas populares por venir.

Mientras sectores masivos de nuestro pueblo depositaban su voto en quien confusamente enarbolaba su motosierra contra una institucionalidad política -que cumple en estos días 40 años- sentida como ajena y opresora por las mayorías, las izquierdas –desoyendo ese mensaje- intervinieron aspirando a integrarse a la misma. Convocatorias a sumar izquierda al Congreso, a ser la “tercera fuerza” o a agregar alguna diputación más revelaron la debilidad de su vocación de poder y de su confianza en cambiarlo todo de raíz. Apenas alcanzó para poner de relieve a una gran compañera y figura como la de Myriam Bregman, sin que la izquierda fuera visualizada como vehículo de transformación.

Si bien fue el progresismo el que institucionalizó la conflictividad social y la ruptura política que eclosionó en la rebelión popular del 2001 –escondiendo bajo la alfombra la profundidad política de la rebelión-, las izquierdas no supieron sustraerse a su influjo. Ni al de la añeja escisión -característica del capitalismo- entre la política y la lucha social, que restringe a la primera al momento electoral -mientras relega sujetos colectivos y realza organizaciones partidarias e individuos-, al tiempo que condena a la segunda al reclamo corporativo sin pretensiones transformadoras. El “Malón de la Paz” del pueblo jujeño en lucha, pagó con su invisibilización esta escisión promovida por los medios e instituciones “democráticas”.

La democracia llega senil a su 40 aniversario, sin conformar ya a nadie. Mientras las clases dominantes impulsan que toda su institucionalidad, con sus tres poderes, adquiera rasgos cada vez más conservadores y reaccionarios, al punto de dibujar sobre ellos el monstruoso rostro de Milei, al pueblo le resulta insuficiente para satisfacer las necesidades más mínimas. Mientras se defienden las conquistas obtenidas con la lucha popular en estas décadas y los derechos y garantías que se pretenden avasallar, habrá que ir construyendo otra institucionalidad, popular, con la que «comer, curar y educarse”, sean una realidad y no vana promesa.

La sana desconfianza en las reaccionarias instituciones de la democracia representativa puede servir como reaseguro ante la más que probable tentación de dirigir todas las luchas hacia las mismas. La debilidad del gobierno de Milei en el Congreso, en el que resulta una minoría en ambas Cámaras, afianzará esa tentación. Aprovechar esa debilidad será correcto y necesario, si no resume las estrategias de lucha y aporta a que sea el pueblo quien vaya construyendo y asumiendo en sus manos las soluciones necesarias.

La lucha contra las privatizaciones no se agota en la defensa de lo público

Frenar el frenesí privatista será una de las principales batallas que el pueblo dará. Pero la mera defensa de lo público se ha demostrado poco eficaz para librar esa batalla con éxito.

Quienes enfrentamos las privatizaciones de Menem en los ‘90 recordamos lo difícil que fue defender a las empresas públicas ante el conjunto de la población, cuya mayoría aprobaba su privatización. La razón de fondo para tal dificultad se encuentra en que el capital había ya perdido todo interés en solventar el llamado “Estado Benefactor”, rapiñando y dejando en ruinas lo público.

Tuvo que ocurrir, por ejemplo, que ocurriera la masacre ferroviaria de Once, o que Repsol vaciara YPF, o que las AFJP se quedaran con gran parte de la plata de las jubilaciones, o que la energía se cortara cuando más necesaria era, en manos de Edesur y Edenor, para constatar lo nefasto de que estuvieran en manos privadas.

A su vez, el capital alimenta la idea –que ahora lleva al paroxismo una personalidad carente de toda empatía como la de Milei- de que toda empresa debe dar ganancias o desaparecer. Y mete en la misma bolsa derechos ineludibles que se debe garantizar sin otra consideración como el acceso a la educación, la salud, el transporte, o la energía, para dar sólo algunos ejemplos. El capitalismo neoliberal, en su devenir, instala la falsa idea de que la población no es un sujeto de derechos sino apenas costos a reducir.

En los tiempos actuales -más avanzada aún la labor destructiva de lo público- resultará más difícil e ineficaz enfrentar el vendaval reaccionario libertario con el sólo recurso de exaltar sus ventajas, muchas de ellas ciertas, pero ya claramente insuficientes.(…)

(…)Resulta vital combatir estas campañas para infundir miedo, sin dejar de redoblar recaudos ante un previsible aumento exponencial de la represión estatal, acompañada de algunas muy posibles acciones intimidatorias o violentas no estatales, pero amparadas y alentadas desde el poder. Recaudos, articulaciones antirrepresivas y de DD.HH. serán imprescindibles en estos tiempos.

Combatir el temor resulta esencial, ya que nadie gana una batalla si parte de que la perderá. Esto que resulta una verdad de Perogrullo, es sin embargo desechado por organizaciones sociales y sindicales que hacen un culto de la relación de fuerzas, a la que siempre definen como desfavorable, infundiendo temor, para rehuir las peleas.

Intervenciones artísticas y culturales, responder masivamente a cualquier hecho represivo, impulsar la solidaridad ante todas las luchas, articular las peleas, será crucial. El temor se supera o controla cuando se lo encara de forma colectiva. Habrá que recuperar entonces la gran tradición asamblearia de los sectores populares. En barrios, rutas, empresas, escuelas, todo se hacía debatiendo ideas, compartiendo temores y sensaciones, decidiendo en asambleas de base. Esa gimnasia desde abajo fue conscientemente desvirtuada para encumbrar personalidades providenciales o viejas instituciones degradadas.

La dureza con la que amenaza el gobierno amerita realizar esfuerzos por la mayor articulación posible. En tiempos de imposición del individualismo descarnado, se hará necesario recuperar y profundizar en la práctica conceptos como el de la multisectorialidad –nacido desde algunos movimientos territoriales- o el de la interseccionalidad, desde la lucha feminista. En los años ’70 fue la “unidad obrera y estudiantil”, en la rebelión del 2001 fue el “piquete y cacerola, la lucha es una sola” los cantos que señalaban un rumbo hacia la unidad. Está por verse que es lo que la creatividad y lucha popular parirá en estos nuevos tiempos. Mientras tanto, impulsar cada lucha en la mayor unidad posible, sin encerrarse en la propia identidad, sin dejar a nadie afuera, sin sectarismos o subordinación.

Realineamiento de las izquierdas y de los sectores populares en la nueva resistencia

En tiempos en que, para dar cuenta de las nuevas necesidades del capital, las derechas se reorganizan, las izquierdas ya no podemos seguir como siempre.

Resulta ya una necedad suponer que sólo los Partidos de la izquierda poseen la capacidad de generar alternativas al capitalismo patriarcal y ecocida, aunque resulten una usina necesaria para ello. El pueblo ha generado múltiples organizaciones y colectivos desde las que no sólo se lucha sino se construyen alternativas superadoras en el terreno de lo ambiental, la producción alimentaria, la educación, la superación del patriarcado, la cultura, los derechos humanos, la relación con el territorio. Las identidades, valores, culturas de las izquierdas van mucho más allá ya de los partidos. Habrá que dar una batalla, por superar preconceptos, sectarismos, exclusivismos identitarios, la creencia en formas organizativas excluyentes –que nos afectan a todos y todas-, para avanzar a una articulación de las izquierdas, en todos los terrenos y en un plano de igualdad, sin auto-limitarse a lo electoral. Una articulación que se atreva a mantener y debatir de cara al pueblo las diferencias, sin convertir por ello al otro en adversario, lo que sería inédito en nuestra cultura de izquierdas.

Sólo desde una amplia articulación popular de izquierdas podría disputarse con éxito la subjetividad popular que el capital construye, de que obtener dólares es más importantes que defender el agua o la tierra, que las deudas, así sean fraudulentas e impuestas, se pagan, que el capital puede humanizarse y hacer posibles la libertad y la democracia, que el éxito empresarial se derramará al bien común y tantas otras creencias que siglos de dominación convirtieron en sentido común.

La articulación de las izquierdas no resume en sí misma la necesidad de una unidad más amplia para pelear contra el ajuste y los proyectos de Milei que, de tener éxito, arruinará nuestras vidas y transformará de forma reaccionaria al país. Pero resultará esencial para impulsarla e instalar que otro país y sociedad es posible, con un proyecto que vaya más allá de los designios del capital y de las instituciones políticas y sociales por él creados.

Fuente: https://rebelion.org/algunas-hipotesis-para-pensar-la-resistencia-popular-y-par

-«Las identidades, valores, culturas de las izquierdas van mucho más allá ya de los partidos. Habrá que dar una batalla, por superar preconceptos, sectarismos, exclusivismos identitarios, la creencia en formas organizativas excluyentes –que nos afectan a todos y todas-, para avanzar a una articulación de las izquierdas, en todos los terrenos y en un plano de igualdad, sin auto-limitarse a lo electoral. Una articulación que se atreva a mantener y debatir de cara al pueblo las diferencias, sin convertir por ello al otro en adversario, lo que sería inédito en nuestra cultura de izquierdas.

Sólo desde una amplia articulación popular de izquierdas podría disputarse con éxito la subjetividad popular que el capital construye.(…)

Noviembre 2023

El PJ viabilizó al avance de ecocidios-genocidios y a Milei. Lo frenan comunalidades territorializadas a unir con todas las luchas contra:

Qué Sistema
Genocida hoy de los palestinos y mañana de quienes componemos Argentina, así como de todo el Abya Yala.

Qué Democracia
Legalizadora, legitimadora y subsidiadora de ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos, silenciados e invisibilizados por el sistema.

Qué Trabajo
Enyugado de modo total por el Capital transnacionalizado y el imperialista gracias al Partido Justicialista sobre la base de la fascista comunidad organizada desde Perón en 1944.

Qué Abya Yala
Destruida en su gran riqueza de comunidades, culturas y biodiversidades estimulando racismo.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema

Vivimos tiempos decisivos
para la vida planetaria.

Sólo las defensas y recuperaciones de territorios los están asumiendo. Se contraponen al Capital y su estado cuyo sistema mundo apoya el genocidio palestino por el estado sionista de Israel para expropiar reservas petrolíferas y gasíferas.

Sin extractivismos el capitalismo no puede existir nos advirtió hace años Horacio Machado Aráoz. En Gaza se patentiza que el neoliberalismo (capitalismo contemporáneo) requiere hoy del fascismo para acelerar e intensificar su progreso extractivista. El genocidio palestino en vivo y directo descubre intención de ser reconocido como política de democracia para garantizar sus intereses puestos en un crecimiento ilimitado. También anticipa futuro del Abya Yala de totalizar el actual despoblamiento humano-biológico para expropiar territorios y convertirlos en negocios de alta rentabilidad pero de corto plazo. Este nefasto porvenir es confirmado por el nuevo presidente de Argentina apoyando el genocidio palestino junto al embajador de EE.UU. que es el principal apoyo de Israel.

El Abya Yala y por tanto la Argentina están amenazados de vivir bajo fascismo por el capitalismo y no por Milei, además, a través de la constante multiplicación de «zonas de sacrificio» como las designan los poderes opresores. Ya Andalgalá y Jachal denuncian estar en dictadura minera. En las «zonas de sacrificio», por un lado, se fomenta conformismo en parte de esas comunidades arruinadas en sus modos de vida por aplicación de Cavallo (respaldado en el PJ) del Consenso de Washington durante los noventa. Por otro lado, se despliega legitimados (por la institucionalidad ‘democrática’) terrorismos paraestatal y estatal para derrotar las autoorganizaciones de vecinos en rebelión contra el avasallamiento extractivista de derechos tanto de los trabajadores y pueblos e individuos como de la naturaleza que hacen a la habitabilidad de esos lugares geográficos.

En Argentina, la democracia a partir de fines del 83 suscitó la creencia de las grandes mayorías en ser antagónica a la dictadura militarizada del que se continúa reconociendo como poder real a la vez de facto. Todavía hoy ante el descrédito creciente en ella desde el gobierno inconstitucional de Sergio Massa (al desplazar el de los Fernández) se convoca a votar por la democracia y tiene consenso hasta en izquierdas. Cuando lo cierto es que  prohíbe, por el artículo 22 de la Constitución Nacional, la autodeterminación de los pueblos de Argentina y de ahí que siga la dictadura del contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales pero legitimada por gobiernos constitucionales cuyos partidos de estado lo representan cada vez más en forma exclusiva y excluyente.

Los 40 años han sido de incesante profundización del neoliberalismo instaurado por la dictadura genocida. Ejecutaron sin interrupción alguna a la «Miseria Planificada» por el contubernio en simultaneidad con los terrorismos paraestatales y estatales (desde el gobierno constitucional Perón-Perón) para derrotar las izquierdas subversivas. Hoy los 40 años concluyen con tres presidenciables celebrando el genocidio palestino como política de democracia y el sometimiento explícito de Argentina a EE.UU.

Subrayemos que, mientras la mayoría atendía cómo se desarrollaba el período electoral, los mega emprendimientos y la represión a las resistencias se extendieron. Otra realidad que contextualiza a la votación surge de preguntas y reflexiones de:

Roberto Sale

«Y ¿si el PJ así como le prestó fiscales a Milei y le ayudó a completar listas, le presta las patotas que usaron para matar a Mariano Ferreyra? ¿O las que usaron para tirarle las camionetas encima a los docentes en huelga en Santa Cruz? ¿O las que mandan contra los ambientalistas anti mineria?.

Es legítimo y compartido el posible avance de grupos de choque de Milei, que hoy no tiene, pero no creo que alentando a los que sí tiene el pj se pueda conjurar ese peligro. Honestamente no se que puede pasar a partir del lunes, gane quien gane, pero si sé que no puedo esperar nada ni siquiera un poco favorable de la derecha. De ninguna.»

En línea con esta sospecha, recordemos a Stanley, embajador de EE.UU., señalándoles a las derechas que debían unirse y el más probable futuro inmediato es que actuarán de manera conjunta al compartir el objetivo prioritario del sistema mundo capitalista y su local.

 Ahora lo lógico hubiera sido el triunfo de Massa por haber establecido relaciones carnales de Argentina con EE.UU.  y sobre todo, vertebrarse en el Partido Justicialista. Ha sido el principal e imprescindible gestor de los 40 años de puesta en práctica de la Miseria Planificada por el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales durante su dictadura militarizada para el genocidio de las izquierdas subversivas o revolucionarias.

Pero el shock emocional-afectivo ante MILEI presidente PERMITE ACELERAR EL cumplimiento con el mandato actual del sistema mundo capitalista y su local que se está concretando como despoblamiento total de territorios con riqueza natural mediante el genocidio palestino en vivo y directo para reconocimiento como política de democracia y para amedrentarnos, por ejemplo, en el Abya Yala que el sistema ve sólo como ‘recursos naturales’ y como poblaciones sobrantes, estorbos.

  ¿Es que el PJ y Massa se retiran de la «democracia para nuestra derrota»?

¡No! Es crucial el constantemente perfeccionado estado corporativo construido desde 1944 por Perón a favor del contubernio y en contra de la subversión de las diversidades de abajo.

Entonces ¿cómo nos fortalecemos quienes nos autoorganizamos en las defensas y las recuperaciones de los territorios de vida ante el capitalismo que ve la Argentina (como a todos los países de su periferia) sólo como fuentes de los eufemísticamente llamados recursos naturales?

Necesitamos que la mirada mayoritaria con atención sobre la escenificación de la macropolítica o en la politiquería vire hacia dónde se está decidiendo sobre la vida en Argentina y el planeta. El posibilitarlo depende de multiplicar espacios en común a lo largo y ancho del país para debatir por qué unir las resistencias al ajuste e hiperinflación con las dedicadas a frenar los extractivismos rurourbanos. Significa e implica ante todo revisión crítica sobre las consignas que han formulado las izquierdas durante los cuarenta años y por tanto, instalar en la agenda social el por qué dejar de confrontar con esos fetiches esperanzadores de humanizar al capitalismo o neoliberalismo y encubridores de que es el sistema del 1% humano.

Escuchemos las experiencias y los dramas de quienes sufren las zonas de sacrificio para la acumulación gran capitalista mediante extractivismos. Nos ayudará a la elaboración conjunta  y generalizada sobre el carácter incompatible del capitalismo con la vida y la dignidad humana de los pueblos. Hasta ahora muchos aburguesados de izquierda no querían asumir dicha realidad y ahora surge Milei como presidente, quizás los sacuda de sus modorras. Al respecto la pregunta: ¿En serio pensábamos que con Sergio Massa nos salvábamos de alguna manera…? de

Juan Alberto González Oroná

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Es la pregunta que deberíamos hacernos, abajo a la izquierda, para: responsabilizar principalmente al PJ sobre los 40 años que así concluyen; advertir cómo las izquierdas electoraleras han sido funcionales al capitalismo hoy extractivista en el Abya Yala y asumir nuestras autoorganizaciones autónomas o antiestatistas, multiplicarlas en todo el país; y entrelazarlas hacia abrir caminos emancipatorios al ir arraigándose en las diversidades de la vida humana-no humana y en la dignidad de los pueblos de Argentina.

Octubre 2023

La generalización de la desobediencia al
artículo 22 de la Constitución Nacional romperá nuestra conciliación con:

Qué Sistema
Genocida hoy de los palestinos y mañana de quienes componemos Argentina, así como de todo el Abya Yala.

Qué Democracia
Legalizadora, legitimadora y subsidiadora de ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos, silenciados e invisibilizados por el sistema.

Qué Trabajo
Enyugado de modo total por el Capital transnacionalizado y el imperialista gracias al Partido Justicialista sobre la base de la fascista comunidad organizada desde Perón en 1944.

Qué Abya Yala
Destruida en su gran riqueza de comunidades, culturas y biodiversidades estimulando racismo.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema

El capitalismo impone el fascismo.

¡No! Milei. Es el voto de izquierdas electoraleras e intelectuales como C.Katz y J.Gambina al ningunear las defensas y recuperaciones de los territorios de vida.

Atendamos a Juan Laborda que nos explica:

«Desde un punto de vista estrictamente político, el capitalismo actual, en una profunda crisis sistémica, es intrínsecamente autoritario y peligroso. En la deriva actual, está evolucionando desde una visión cínica de la democracia, el Totalitarismo Invertido, hacia una deriva autoritaria, el clásico fascismo».

Por el contrario, Julio Gambina personifica al capitalismo actual en la fórmula Milei – Villaruel. En efecto, nos señala:

«(…)Frenar a Milei es frenar a las derechas

El motor de las derechas es la libertad de explotación y saqueo.

No es una especificidad local, sino global, que convoca a la izquierda y al movimiento popular en su amplitud, a poner un freno a esa ofensiva y recrear condiciones de lucha para retomar un proyecto político orientado a la emancipación social.

Frenar la fórmula Milei – Villaruel es el punto de partida para imaginar la condición de posibilidad de una perspectiva de liberación social.(…)»

Julio Gambina desecha que el Partido Justicialista sea derecha cuando ha sido y es la más eficaz, durante los 40 años, para hacer gobernable la incesante profundización de la Miseria Planificada desde la dictadura genocida. 

Ya desde 1944 Perón fundó la comunidad organizada que copió de Mussolini y que todavía rige como instituciones de sometimiento de los trabajadores al Capital. En 1973 Perón creó la Alianza Anticomunista Argentina (más conocida como Triple A e ideada en España) que se destacó entre los terrorismos paraestatales en asesinar y masacrar sobre todo a las izquierdas peronistas. Es decir que la conversión del PJ en sólo derechas responde a planes de Perón que continúa el gobierno constitucional de María Estela Martínez de Perón.

Sin embargo, esa derechización se afianza con otro gobierno del PJ que fueron los de Carlos Menem donde la conducción del país es delegada a Domingo Cavallo que, cuando era presidente del Banco Central en la dictadura genocida, estatiza la mayor parte de la deuda externa del llamado poder real. Y quien, en los noventa, aplica el Consenso de Washington como ofensiva extrema del Capital sobre los trabajadores y los pueblos de Argentina. Esta optimización del neoliberalismo se reforzó con las burocracias sindicales del PJ participando en la expoliación de los trabajadores al transformarse en lumpem burguesía. Advirtamos la máxima concentración-transnacionalización de la economía y el territorio de Argentina por la ofensiva del gran capital durante más de una década en que el matrimonio Kirchner promueve el acaparamiento oligopólico de tierras con sus otros bienes comunes naturales. También esta expropiación creciente se dio gracias a la aceleración e intensificación de los extractivismos rurourbanos durante el gobierno de los Fernández cuyo último año correspondió a Massa, quien estableció el sometimiento del país por completo a EE.UU., principal propulsor del genocidio palestino por el nazisionismo de Israel.

Recordemos, además, que los gobiernos del Partido Justicialista de Carlos Menem con Domingo Cavallo como súper ministro ejecutaron el Consenso de Washington o las bases para el despliegue de los extractivismos rurourbanos por los del matrimonio Kirchner liderando al PJ. Es decir, previo a la expropiación de los bienes comunes naturales, se desposeyó de los sociales con las consecuencias de despidos masivos, quiebra de pequeños y medianos propietarios, desmantelamiento del sector público…y colapso de economías regionales, declaración de estados fallidos.

Destapemos que los 40 años de democracia esencialmente contrainsurgente (así lo proclama el artículo 22 de la Constitución Nacional) viabilizaron el desarrollo del neoliberalismo causante de las actuales emergencias socioeconómica del 90% y la socioterritorial cuya manifestación más contundente es la climática.

Rolando Astarita escribe: «defiendo una caracterización del neoliberalismo distinta de la que sostiene la mayoría de la izquierda. En particular, sostengo que lo distintivo del neoliberalismo no fue la mayor o menor participación del Estado en la economía; y que es equivocado interpretarlo en términos de ascenso del capital financiero sobre otras formas del capital».

Rolando Astarita nos aclara:

«(…) El significado de clase del neoliberalismo

El ascenso desde mediados de la década de 1970 del llamado neoliberalismo ha sido interpretado en muchos ámbitos del pensamiento progresista y de izquierda como un asalto del sector financiero a los puestos de mando del capital. Esto significa que el análisis se hace en términos de lucha entre fracciones del capital.

Desde un enfoque marxista nuestra interpretación es diferente. Sostenemos que el neoliberalismo expresó una reacción política del conjunto del capital. Esto es, el fenómeno no se reduce a la orientación de una fracción en particular del capital. El apoyo que tuvieron las políticas recomendadas por monetaristas, nuevos clásicos, nuevos keynesianos y similares excedió en mucho al capital financiero. Los ataques a los derechos sindicales; las políticas de caída del salario; las legislaciones para flexibilizar el mercado y las relaciones laborales; la reducción o supresión de subvenciones a los desempleados; el empobrecimiento de pensionistas y jubilados; las ofensivas contra los inmigrantes, fueron todas medidas que se tomaron para restablecer de conjunto la rentabilidad del capital. Y fueron apoyadas por los grandes medios, las cámaras empresarias e incluso amplios sectores de las clases medias y las patronales pequeñas y medianas.

De la misma manera, las oleadas de privatizaciones y las aperturas comerciales significaron someter de manera más abierta y plena a todos los sectores de las economías a la ley de la ganancia, y en ellas participaron capitales industriales, comerciales, agrarios, junto al capital financiero. Este movimiento fue acompañado de la reacción política, cultural e ideológica. En muchos ámbitos se impuso la consigna «que gane el mejor y el más fuerte», los que tienen más oportunidades, que por lo general son los más ricos. En este contexto se rechazaron los movimientos críticos, las culturas contestatarias y se asistió al resurgimiento de movimientos racistas y xenófobos, y a la exaltación de los valores conservadores burgueses. Se trató, por ende, de un movimiento mucho más abarcador que una disputa entre fracciones del capital. El trabajo fue subsumido de forma más completa al capital de conjunto, sin distinciones.

En este marco, la cuestión del mayor o menor gasto fiscal es un tema secundario. (…)».

Apreciemos:

La complicidad europea con la barbarie sionista

10 noviembre, 2023 por Publicación Abierta Indymedia

(…)En los años cincuenta, aparentemente, el triunfo sobre el nazismo y el fascismo había liberado a Europa de los regímenes que inundaron de horror el mundo, sin embargo, visto desde los pueblos colonizados, los fascismos y la guerra apenas habían desenmascarado el verdadero rostro de la civilización Occidental.

Aimé Cesaire (Discurso sobre el colonialismo) supo ver que, expansión colonial y civilización occidental van de la mano; que el nazismo pudo prosperar y expandirse por la connivencia de esa civilización que veía en él un fenómeno pasajero y no la barbarie suprema que hacía tiempo se aplicaba a los pueblos no europeos. Decía que Europa antes de ser víctima del nazismo había sido cómplice, que había apoyado al nazismo antes de padecerlo, que lo había legitimado porque se aplicaba fuera de sus fronteras.

Podemos acercar esta reflexión a lo que ocurre en estos momentos en Oriente Próximo y explicar las raíces profundas de la complicidad europea en el genocidio de los palestinos.

El conflicto colonial sionista en Palestina tuvo su origen en Europa, y ni siquiera podemos decir que se inició con la autoproclamación del Estado sionista israelí en 1948, todo empezó mucho antes. El colonialismo fue, y es, la condición necesaria del capitalismo; y fueron las potencias europeas las que al tiempo que ponían en práctica el expansionismo saqueador y el exterminio de las poblaciones de los territorios colonizados, necesitaron desarrollar una ideología que, ante sus propias poblaciones, justificara el genocidio y la barbarie.

El colonialismo de asentamiento, que es el que practica el ente sionista en Palestina, implica acabar con la población nativa mediante la expulsión o el exterminio, borrar todo resto de memoria y cultura del territorio, y no permitir que sobrevivan ni los niños y las mujeres porque está en ellos el futuro de Palestina. Para ello, paradójicamente, la ilustración ha proporcionado los instrumentos racionalizadores capaces de justificar las violencias más atroces: la racionalización instrumental con arreglo a fines y el cálculo económico. En este caso, garantizar la hegemonía Occidental en Oriente Próximo, un territorio del que necesita para subsistir el control de las rutas comerciales, de las fuentes energéticas y del mercado.

Esa Comunidad internacional minoritaria que se autodenomina Occidente global, vive en un mundo disociado. Por un lado, los principios universales que dice defender y que guían sus actos, por otro, unas prácticas antagónicas con esos principios. Aunque lo cierto es que en este mundo postmoderno en que habitamos se han normalizado los discursos esquizofrénicos en los que se sostiene una idea y su contraria casi de forma simultánea. Se dice que los palestinos tienen derecho a resistir al colonizador al tiempo que se les recrimina por resistirse. Se afirma que el Estado sionista israelí está violando todas las convenciones y resoluciones internacionales al tiempo que se dice que tiene derecho a defenderse.

Los valores humanistas y civilizatorios que, en el tránsito del fundamentalismo cristiano medieval hacia la modernidad, se enarbolaron como principios universales, se colocan en un plano abstracto, ideal, sin que se plantee su materialización práctica y sin que los datos objetivos (la esclavitud, el saqueo, el genocidio) destruyan su credibilidad. Los fines, para esa racionalidad occidental anglosajona y europea, serán la acumulación económica, la pervivencia del Estado y la salvaguarda del modo de vida occidental. Todo lo demás: el asesinato, el exterminio de los pueblos, la demolición de casas, las detenciones arbitrarias, el expolio de los recursos naturales…. son sólo daños colaterales o consecuencias no queridas equiparables a los desastres naturales (terremotos, riadas, huracanes, etc.) Al fin de al cabo, estadísticas que serán borradas tarde o temprano de la memoria de los pueblos civilizados.

El proyecto democrático y civilizador europeo hizo necesaria la deshumanización de los pueblos nativos para sostener la gran cruzada civilizatoria, y esta deshumanización se ensartó en las corrientes supremacistas y nacionalistas que permeaban toda Europa contraponiendo la civilización europea a los “salvajes”-el jardín frente a la selva que diría Borrell-. Había que llevar la civilización, la modernidad y el progreso a unas gentes que no eran conscientes del valor económico de la tierra en que vivían.

El sionismo estructura el Estado israelí y a su sociedad de la misma forma que el humanitarismo occidental define nuestras respuestas europeas ante la limpieza étnica y el genocidio de los palestinos. Respondemos ante el genocidio de los palestinos comenzando siempre nuestros discursos condenando el “terrorismo de Hamas”, o la muerte de civiles sean del bando que sean. Y en ese principio está ya implícita nuestra posición, lo que estamos dispuestos a hacer y lo que no, están ya implícitos los límites de nuestro compromiso y nuestra solidaridad con el pueblo palestino.

El sionismo nació en el continente europeo y prosperó en un contexto filosófico que proclamaba la civilización europea frente al salvajismo de los pueblos a los que quería someter y saquear. La Declaración universal de los Derechos humanos tuvo lugar el 10 de diciembre de 1948, el 14 de mayo de 1948 se había autoproclamado el Estado de Israel poniendo en marcha la limpieza étnica (Al-Nakba) de la población originaria palestina que continúa hasta hoy, cada vez con mayor crueldad e impunidad. El huevo de la serpiente había eclosionado en Palestina, pero fue puesto en Europa; y la declaración de Naciones Unidas se convertía así, para el caso de Palestina, en un alegato retórico tranquilizador de conciencias pusilánimes, incapaces de poner en práctica los principios que decían defender.

Hay una conexión lógica y práctica entre el nazismo, o los fascismos, y las prácticas del Estado sionista israelí. No son descabelladas estas conexiones que establecemos intuitivamente poniendo unas al lado de otras las imágenes de los campos de concentración judíos y las de Gaza, las de los niños judíos y los niños palestinos aterrorizados. Ciertamente, los fascismos no terminaron con la guerra, pero tampoco se iniciaron con Hitler ni Mussolini ni Franco. Si los definimos como regímenes supremacistas y racistas, no cabe duda de que tanto la sociedad europea como sus instituciones han dado muestras en sus prácticas y políticas, camufladas primero bajo las consignas “igualdad, libertad y fraternidad”, y después con la tolerancia y multiculturalidad, de pensarse y sentirse superiores al resto de los Estados y pueblos. Decía W. Reich que “El fascismo es un fenómeno internacional, potencialmente presente en toda sociedad humana en la que exista el racismo”, pues bien, se trata de un hecho no de una posibilidad en el caso de Europa y sin duda aplicable a EE. UU. desde sus orígenes como Estados.

En la última década del siglo XX y lo que llevamos de siglo XXI estamos asistiendo al florecimiento de viejas y nuevas formas de fascismos, lideradas por EE. UU., que adquieren distintas expresiones: guerras interpuestas en África, guerras económicas, bloqueos y sanciones en América Latina, lawfare, operaciones encubiertas como las “revoluciones de colores”, terrorismo financiero, extorsión, intervenciones humanitarias, golpes de estado, y un largo etcétera. No se trata sólo de intereses económicos y de expansión imperialista. El racismo y la ideología supremacista son consustanciales al capitalismo como sistema económico y al liberalismo como ideología ya que, sin esta ideología, no pueden sobrevivir. En todos estos procesos, Europa ha reaccionado de la misma forma, acogiéndose a los principios universales, a los derechos humanos, para tolerar la injerencia estadounidense, para consentir la destitución o asesinato de presidentes no convenientes. Tras el declinar de las potencias europeas, éstas pasan de ser ejecutores directos a cómplices necesarios del colonialismo sionista en Palestina.

Los sistemas políticos a los que llamamos democracias no se han desarrollado en oposición al fascismo sino sirviéndose de él para legitimar su expansión y controlar a sus poblaciones atemorizándolas con un mal mayor. Lo que estamos viendo desde el 7 de octubre en territorio palestino es el espejo que refleja el ser más profundo de Europa, una civilización moribunda que sabe que lo que hacen los sionistas a los palestinos es lo que llevan haciendo los europeos y anglosajones durante siglos a todos los pueblos que han colonizado. La única diferencia está en que, tras la Segunda Guerra Mundial, ha sido Estados Unidos quien ha liderado el saqueo.

El colonialismo sionista y su barbarie no es el resultado de unas pocas mentes asesinas, o de algunos gobernantes sociópatas, como quieren hacernos creer ciertos humanistas europeos. El colonialismo, decía Sartre, es un sistema y para que funcione como tal abarca todos los ámbitos de la vida, la economía, la psicología, la cultura, la política… y de la misma forma que ningún pueblo puede desarrollarse y sobrevivir bajo régimen de ocupación, ninguna nación sobrevivirá ni moral ni políticamente consintiendo las atrocidades que comete el colonialismo sionista en Palestina

Fuente: https://publicar.argentina.indymedia.org/?p=14838

Afirmémonos en que LOS TERRITORIOS SON VIDA, N0!! NEGOCIOS CAPITALISTAS.

¿CÓMO? INVOLUCRÁNDONOS EN LAS EXISTENTES DEFENSAS Y RECUPERACIONES DE TERRITORIOS EN TODO EL PAÍS QUE SON RESISTENCIAS A LA VEZ QUE RE-EXISTENCIAS.

CONFRONTAN CON EL CAPITAL Y SU ESTADO AL RESPONSABILIZARSE POR OTRO MODO DE VIVIR Y HABITAR EL PLANETA EN ANTOGONISMO IRRECONCILIABLE CON EL CAPITALISMO QUE DESPLIEGA NECROPOLÍTICAS PARA CONTINUAR REPRESENTANDO AL 1% HUMANO.

Septiembre 2023

Las lógica y praxis de las izquierdas predominantes son contrarias a las de los 60-70 por conciliar con:

Qué Sistema
En guerra contra la humanidad y la naturaleza al verlas recursos a sobreexplotar y mercantilizar.

Qué Democracia
En ejercicio de la legalización y legitimación de la criminalidad de lesa naturaleza y de lesa humanidad del neoliberalismo, único capitalismo existente.

Qué Trabajo
En subordinación total al Capital transnacionalizado y al imperialista como lo evidencia la lucha sólo reivindicativa y el enfrentamiento a vecinos e indígenas en las «zonas de sacrificio».

Qué Abya Yala
En situación de objeto de la acelerada e intensificada destrucción de las comunidades y biodiversidades.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema

SÍNTESIS

Los 30.000, junto a todos los otros izquierdistas de los 60-70, estarán en nuestra recuperación de los bienes comunes.

¿Cómo pondremos fin a las expropiaciones y expoliaciones que el capitalismo llevó a cabo?

Veo la imprescindible unión de los diversos de abajo como resultado del proceso de construcción de una reforma agraria integral anticapitalista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonializadora tanto del saber como del poder. Ya está andando como contraposición a los diversos extractivismos o modos capitalistas de producción y mercantilización de la naturaleza. Que concentran y transnacionalizan tanto la economía como el territorio de Argentina. Que han concretado la contrarreforma agraria integral que los planes del gobierno FF consolidaron. Están arrasando la naturaleza (bosques nativos, humedades y ríos, cordillera, sistemas de periglaciar-glaciar, suelos, cultivos de semillas nativas y criollas, etc.) sustituyéndola por ecosistemas artificiales y por gigantescas devastaciones. Están desintegrando el país, además de arruinarlo por completo, al aniquilar sus comunidades de vida. En suma, el capitalismo está destruyendo las condiciones de vida (humana y no humana) tanto del presente como del futuro.

Comparto la concepción de reforma agraria integral con la Coordinadora Arauco- Malleco en que no se trata sólo de desalambrar sino sobre todo de ir creando comunidades cada vez más entretejidas por sentidos colectivos de vida.

Héctor Llaitul, Werken de CAM, también nos aclara el otro sentido del caminar hacia los buenos vivires abajo que nos enseñaron los pueblos andinos: «No podríamos participar en la institucionalidad opresora. Esa es nuestra posición desde la CAM y desde el movimiento autonomista. Los que han participado de las vías institucionales no han logrado prácticamente ningún derecho fundamental para nuestro pueblo; simplemente son políticas de integración, de subordinación. A nosotros no nos parece que a través de esa vía consigamos mucho. Estamos por la vía del control territorial y la autonomía de facto. De hecho, vamos recuperando metro a metro y desde ahí vamos transformando una realidad que nos golpea a diario a través del latifundio y de las forestales. Nosotros estamos desarrollando un proceso para sentar las bases para la liberación del pueblo-nación mapuche, y eso pasa por una estrategia de resistencia, por un lado, y de reconstrucción, por otro lado»


(Leer más en )https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/03/03/nacion-mapuche-entrevista-a-hector-llaitul-werken-de-la-coordinadora-arauco-malleco-sobre-el-pseudo-acuerdo-nacional-de-la-burguesia-y-la-farsa-del-proceso-constituyente/

En Argentina se multiplican las resistencias al avasallamiento total y totalitario de derechos que el progreso capitalista genera al mercantilizar los bienes comunes (sociales y naturales) y hasta nuestras personas.

Se dan esas diminutas subversiones, en la actualidad, ocultas para las grandes mayorías (de nosotros, los diversos de abajo) por la gigantesca escenificación de minúsculas derechas e izquierdas tratando de convencer que las voten. Dichos politiqueros (lo son al degradar la política a promesas ya demasiado ahuecadas de futuro real y efectivo) consiguen que las mayorías abajo las critiquen y permanezcan espectadoras del que prevén agravamiento de su emergencia socioeconómica.

A las mayorías abajo ni se les ocurre sentipensarse representadas por esas cientos de localidades; de agrupamientos artísticos, científicos e intelectuales y de iniciativas productivas que subvierten el orden opresor-represor. Cierto son de pequeñas dimensiones pero confrontan con el Capital y su Estado recuperando bienes comunes naturales y sociales.

Respecto al actual período electoral, parte considerable de las mayorías desobedecerá absteniéndose de votar o votando en blanco y nulo. Es un posicionamiento positivo de rechazo a legitimar las crecientes expropiación y expoliación capitalistas e imperialistas. Sin embargo, la otra parte de las mayorías ha vuelto a entramparse con la polarización diseñada por el Partido Justicialista que en el presente se ha disfrazado de Unión por la Patria.

Derechas e izquierdas electoraleras son politiqueras o sea encubren al capitalismo en su criminalidad de lesa humanidad de envenenar o condenar a más de la mitad de los menores de 17 años a la pobreza estructural, y en su criminalidad de lesa naturaleza al estar aniquilando las condiciones para la vida humana y no humana. De ahí que progresistas e izquierdistas se encolumnen detrás del ¡NO! MILEI. HOY más que ayer el mal menor no existe. Los 40 años de cumplimiento fiel de la Miseria Planificada que anticipó Rodolfo Walsh en su carta abierta a la Junta Militar, prueban la inexistencia de desacuerdo entre los partidos de estado y un Milei que procura recomponer la representación política del llamado poder real a la vez de facto que lo es gracias a la democracia vigente desde fines de 1983 que usurpa la capacidad de autodeterminación de los pueblos de Argentina. Basta leer el artículo 22 de la Constitución: «El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición».

Propongo, respetuosamente, que hagan revisión crítica de los 40 años y sobre todo de los gobiernos K y del actual de los Fernández. Comprobarán en qué consiste el neoliberalismo del único capitalismo posible y existente desde los setenta. Progresa aumentando el empobrecimiento de trabajadores y pueblos. También produjo incesante incremento de la precarización de la vida laboral, social e individual. Y mediante la destrucción de las soberanías alimentarias condena a estar sometidos a los supermercados que generan malnutrición, desnutrición y hambre de una creciente mayoría al complementar el capitalismo agrario en expansión por despojo, desalojo y contaminación de las tierras campesinas e indígenas.

Esta implantación de la contrarreforma agraria integral no sólo implica concentración y transnacionalización económica territorial sino sobre todo, reterritorialización (regeografiando nuestro continente para la eficiencia del saqueo a gran escala mediante la IIRSA y el Proyecto Mesoamérica), desertificación del país-continente por exterminio masivo de la vida y arrasamiento de las condiciones para la vida hacia la inhabitabilidad planetaria.

40 AÑOS PRUEBAN QUE GANEQUIENGANE CONTINÚA PROFUNDIZANDO EL MALVIVIR DE UNA CRECIENTE MAYORÍA DE LOS DIVERSOS DE ABAJO. Porque las políticas de la vigente democracia privilegian en exclusivo a los súper negocios de capitales y estados imperialistas con socios menores en los locales.

Ganequiengane habrá continuidad en la aceleración e intensificación de la expropiación de bienes comunes de la naturaleza u ocupación territorial económica para la acumulación gran capitalista local e imperialista y de sus burocracias. No estamos en el período del boom de los commodities como desde principios del siglo hasta el año 2008. Desde ese año, como todo el sistema mundo capitalista, el local está en crisis estructural, más grave que las anteriores ya que no se recupera. Sólo con ajustazos y profundización del sistema eterno de endeudamiento-desendeudamiento puede proseguir garantizando extraordinarias rentabilidades a los oligopolios. Pero, entonces, requiere agrandar-fortalecer al Estado policial militarizado e ir enterrando al Estado de derecho formal.

Recordemos que pese al rotundo triunfo electoral de Cristina Fernández de Kirchner en 2011 hubo simultaneidad de promulgación de ley antiterrorista y promoción del ajustazo que, como costumbre del peronismo que los K perfeccionaron, se lo nombró «sintonía fina» con lenguaje eufemístico.

Es clave el cambio radical de la lógica de Claudio Katz y de todos los otros trotskistas que predomina abajo a la izquierda. Porque centra nuestra mirada en combatir a las derechas desconociendo a la más real y efectiva: la del Partido Justicialista que se enmascaró de progresista bajo el liderazgo del matrimonio Kirchner. Por cierto éste no produjo las transformaciones radicales para poner fin al enriquecimiento gran capitalista mediante expropiación de bienes comunes y expoliación tanto a la naturaleza como a los trabajadores y los pueblos. 

Por el contrario, más de una deKada hizo posible al gobierno de Mauricio Macri. ¿Cómo? Continuó el modelo del dólar alto o sea el nuevo patrón de acumulación gran capitalista que aprovechó el boom de los commodities para optimizar la concentración-centralización capitalista y la transnacionalización económica territorial. También Cristina Fernández nos forzó a «ser pagadores seriales»(como ELLA nombró a su criminal operación) de la deuda externa contraída por el llamado poder real y que Cavallo estatizó durante la dictadura genocida. Para pagarla, CFK la convirtió en vaciamiento de ANSES, Banco Nación y Banco Central llenándolos de papeles, agotando las reservas del Central y obligando a la  Anses a pedir préstamos para poder cumplir sus obligaciones. ¿Des-endeudamiento por el gobierno CFK? Falso:

«El informe destaca que gran parte de la deuda que se reclama corresponde a empresas privadas nacionales y extranjeras que conforman la actual cúpula empresarial del país que han crecido y se han enriquecido con estas maniobras contra el pueblo y la Nación argentina.

También que el gobierno de los Kirchner presentó el pago al FMI como un acto emancipatorio lo que era una instrucción del tesoro de EEUU. La etapa del 2002 al 2015 es la de mayores pagos netos y la deuda pasó de 150.000 millones de dólares a 250.000 millones de U$S. La deuda con el Club de Paris, que claramente es una deuda odiosa, que era de 6.700 millones de U$S y se terminó aceptando pagar 9.000 millones de dólares.» Leer:https://pcr.org.ar/nota/la-mentira-k-del-desendeudamiento/

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Agosto 2023

SÍNTESIS

Los terricidios del Capitaloceno nos exigen
entretejernos en  comunalidades territorializadas
y entrelazadas

Según Moira Millán: «El terricidio es la síntesis de todos los mecanismos de muerte que encontró el sistema para arrancar la vida del planeta. Implica una visión tridimensional: no es solamente el espacio tangible, es decir los ecosistemas, sino también los humanos como pueblos habitando los ecosistemas, y también la cultura que emana de ellos, el ecosistema espiritual. Entonces decimos: el terricidio es la síntesis de los genocidios, ecocidios y epistemicidios. Y el epistemicidio lo planteamos como algo estructural: en la lógica de entender “el arte-habitar de los pueblos indígenas” aparece el mundo perceptible, el mundo espiritual como algo estructurante de la vida. Entonces decimos: cuando se asesina la tierra, se asesina también los lugares sagrados y con él, los idiomas, las formas de ceremoniar, las formas de hablarle a la naturaleza, se está asesinando una alternativa de vida en el mundo. Y eso es gravísimo. La gente dice: ¿por qué inventan una palabra si ya existe el término ecocidio? Porque ecocidio queda corto. Y es importante darle la dimensión que verdaderamente tiene».

Agreguemos que, en la actualidad post las Paso de Argentina, surgen desde el progresismo en la oligárquica Cámara de los Senadores de la Nación el proyecto de ley de los derechos de la naturaleza por el lado del oficialismo y por el de la derecha opositora (iniciativa impulsada desde la Manzana de las Luces): tres asambleas públicas con el objetivo de elaborar un manifiesto en defensa de la tierra, el fuego y el aire. Subrayemos que ambas actividades no se centran en los pueblos planetarios cuando los originrios han creado simbiosis culturales con la Madre Tierra. Y hoy el protagonismo de todos los pueblos planetarios creando sus respectivas autodeterminaciones: es crucial para erradicar los terricidios del Capitaloceno.

¿Qué tipo de protagonismo? Desde la afirmación de sus respectivas dignidades humanas que el capitalismo avasalló e incluso guerreó para exterminarlas. Al asumirse esencialmente sociales -y no, un conjunto de individuos- en la lucha por recuperar los bienes comunes tanto sociales como naturales, se autoorganizan en «comunalidades territorializadas». Entablan relaciones de reciprocidad, complementariedad, cooperación y diálogos de incesante elaboración conjunta del qué y el cómo hacer colectivo. «Comunalidades» en extensión hasta abarcar a todas las luchas por la vida y la dignidad humana en el país-continente, que deberán territorializarse para arraigar sus sentipensares de compenetración con la Madre Tierra y de ruptura con la lógica del Capital.

Atendamos a Jorge Spíndola en su invitación a:


(…)Volver a mirar, volver a pensar, volver a sentir que somos parte de la tierra y no sus dominadores. Volver a una relación de afectividad con nuestro territorio para mejor comprender y mejor hacer, es lo que digo.
Pienso que tal vez sea tiempo ya de salir a disputar el sentido del territorio en que vivimos, y hacerlo desde otras miradas más amorosas y colectivas; enfrentar las lógicas extractivistas de los cabeza de trépano que siempre están ahí perforándonos la madre, llevándoselo todo sin devolver nada, más que destrucción.

Profundicemos sobre esta destrucción del territorio de la ciudad de Comodoro Rivadavia que los extractivismos o modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza está expandiendo a todo el país-continente de manera acelerada e intensificada en:

7 Sep 2023

Treng Treng y Ka Kai: la marejada,
el Chenque y nuestras formas de habitar

Por Jorge Spindola

Fuente: https://www.elextremosur.com/nota/45197-treng-treng-y-ka-kai-la-marejada-el-chenque-y-nuestras-formas-de-habitar/?fbclid=IwAR1hSBHqPDx3C4eT-Jm61tOhDTINY8Iai9FCgOSdAiyJa3SMXlvYKAiLZ5U

Ampliemos conceptos de «territorio» y de «extractivismo» ejemplificando con la ciudad de Buenos Aires bajo el súper negocio de los desarrolladores inmobiliarios:

Martín Suárez, en Resumen Latinoamericano, del 6 de septiembre de 2023, escribe: (…)Desde hace varios años, quienes habitan los diferentes barrios de la Ciudad de Buenos Aires, se vienen organizando en colectivos vecinales ante el avance de la construcción descontrolada de torres y edificios, tras la sanción e implementación del nuevo Código Urbanístico de 2018.

Durante la jornada, más de una veintena de barrios nucleados en la “Interbarrial Buenos Aires” entregaron un petitorio a los legisladores y legisladoras donde solicitan frenar nuevas obras hasta que avance la aprobación de las modificaciones al Código vigente, y declarar la emergencia urbanística ambiental en todo el distrito. Aseguran que la cementización de los barrios, la falta de espacios verdes y el colapso de los servicios, son solo algunas de las consecuencias negativas de la aplicación del nuevo Código.

Decenas de vecinos y vecinas de diferentes barrios porteños participaron de una nueva jornada de protesta para frenar el avance edilicio y suspender el nuevo Código Urbanístico. Sostienen que no es difícil darse cuenta que la Ciudad atraviesa una emergencia urbanística ambiental, y que el gobierno porteño es el principal responsable.  

“Nosotros decidimos agruparnos en la Interbarrial Buenos Aires a raíz de la destrucción que estamos padeciendo en el barrio desde hace años. Fundamentalmente, a partir de la pandemia. Si bien estamos desde hace ya varios años, hasta hace poco luchábamos en forma individual”, contó a Tiempo Sandra Barbonetti, integrante de Conciencia Urbana de la Comuna 11, que incluye a los barrios de Villa Santa Rita, Villa del Parque, General Mitre y Devoto. La vecina señala que ante la falta de medidas por parte del Ejecutivo porteño para detener la destrucción de los barrios.

“Particularmente en Villa del Parque lo que está sucediendo es que hay más de 370 casas en venta, alrededor de 180 obras en construcción, se está destruyendo el patrimonio histórico del barrio, y por ende la identidad barrial. Las casas que conformaban la trama urbana de nuestra zona desaparecieron y donde había casitas bajas aparecen edificios en altura o torres con 7 u 8 pisos”, agrega Barbonetti.(…)

Observamos que, como en todo extractivismo, hay:

-desterritorialización sustituida por reterritorialización según lógica del Capital contraria a la vida y la dignidad humana de las diversidades de abajo;

disputa de territorios de estas últimas al Capital-Estado, enfrentamiento según dos proyectos de antagonismo irreconciliable respecto a cómo habitarlos, disfrutarlos y establecer calidad de vida, la cual no sólo es concebida en forma muy distinta sino también a los destinatarios.

En búsqueda de qué significa «territorializarse» recordemos a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner cuando les advirtió a representantes de pueblos originarios durante el festejo del bicentenario: si una fuente de recursos naturales existe en sus territorios, serán desalojados y trasladados a otras tierras. Reflejó su mirada latifundista acorde con el Estado en sus distintas instancias que privilegia a la gran propiedad sobre las tierras sea de modo estatal como privada. Mirada combinada con la capitalista de mercantilizar la Madre Tierra justificando que es valorizarla. Por el contrario, las comunidades Mapuche no se apropian de tierras sino en las seleccionadas por memoria histórica se reencuentran recreando su cultura, su espiritualidad y sentidos de vida autónoma. Son subversivas también por reconstruir el territorio arrasado por extractivismos.

De ahí que el Estado las enfrenta como «enemigo extranjero» y no a los Benetton, Lewis ni menos a las transnacionales extractivistas, los tres adueñándose de vastas extensiones para desertificarlas en todos los sentidos del concepto. El gobierno de turno y el Estado las guerrea. Recordemos, en octubre 2022, la constitución del primer Comando Unificado de Fuerzas Federales o sea terrorismo estatal para desalojar a la Machi Betiana Colhuan Nahuel junto a otras seis mujeres con sus hijitos. La Machi es la única autoridad espiritual y médica del pueblo nación Mapuche en el Puelmapu.

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Desde los poderes de quienes han expropiado y expropian los bienes comunes (tanto sociales como naturales) para mercantilizarlos y dominarnos por completo se nombra la actual era geológica como Antropoceno para responsabilizar a toda la humanidad de la ocupación e invasión del planeta con megaemprendimientos que arrasan la biosfera y la van sustituyendo por la uniformidad de existencias artificiales, con lo cual se implantan rupturas de equilibrios y ciclos ecológicos que se vuelven evidentes en la emergencia climática. En disenso la designamos Capitaloceno quienes valoramos a la realidad histórica sobre que:

Durante milenios las naciones, comunidades indígenas se sentipensaron parte de la naturaleza y asumieron el trabajo en su esencia humanizante. Es decir, se esforzaron por respetar cómo la naturaleza funciona y evoluciona según los saberes coetáneos. A la vez, la fueron transformando en acuerdo con sus necesidades e intereses. De resultas surgen los bosques nativos, las selvas, los humedales…o sea los ecosistemas con máximo equilibrio ecológico por su enorme biodiversidad. Es decir, son obra del trabajo de pueblos originarios.

Hoy el sistema mundo capitalista y sus locales imponen a los «trabajadores» realizar la desaparición forzada -también constituirse en etnocidas- de esas imprescindibles simbiosis de sociedades con las ecorregiones componiendo biomas de óptimas evolución biológica y contribuyendo, de modo fundamental, a la habitabilidad planetaria.

El sistema mundo capitalista y sus locales progresan imponiendo al trabajo social generar ecocidios causa, a su vez, de genocidios silenciosos que también -usando trabajo social- silencian e invisibilizan. Desinforman sobre su estar envenenando todos los subsistemas vitales del planeta. Atacan mortalmente la salud tanto de la naturaleza como de la humana, además, con la desertificación (agotamiento del agua, ruina de los suelos, exterminios masivos de seres) y entre las poblaciones humanas expanden el hambre, la desnutrición, la malnutrición, la alta siniestralidad laboral, los cánceres y refuerzan esta quita de presente-futuro por disolución de comunidades al expropiar territorios y el trabajo social.

Hasta planifican y multiplican incendios de bosques nativos, selvas, humedales…o sea de milenarios ecosistemas biodiversos -por trabajo de sus pueblos originarios a los cuales pretende exterminar- para acaparar tierras, agua y otros bienes comunes naturales en procura de obtener alta rentabilidad de corto plazo del 1% humano. En suma, están avasallando total y totalitariamente tanto los derechos de los pueblos e individuos (sobre todo en el capitalismo periférico) como los derechos de la naturaleza constituidos por su funcionamiento básico para la vida y la salud planetarias que incluyen las humanas. Por eso, tienden hacia la extinción de ambas.

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La modernidad alcanzada por el capitalismo -encabezado por imperialismos- ha culminado en maximización del acaparamiento oligopólico de la naturaleza y del trabajo social a costa de generalizar terricidios. Hunde a la humanidad en crisis civilizatoria y situación límite. ¿Cómo es posible que sólo las comunidades de las designadas oficialmente «zonas de sacrificio» confronten al sistema en defensa de la vida y la salud?

Frente a esta ausencia de despertares sobre que el capitalismo está aniquilando, amén de matar y enfermar en gran escala, las condiciones de vida y de trabajo tanto del presente como del futuro: los partidos trotskistas y otras fuerzas izquierdistas asumen la representación política de la clase trabajadora imponiendo como política correcta el esfuerzo por integrar la cámara de diputados con 2 o 3 de sus dirigentes.

El que ésa sea su política correcta confirma su creencia en la democracia (o Estado) del Capital como mediadora neutral o mejor dicho susceptible de inclinarse hacia necesidades e intereses populares si hay presión social por parte de una gran movilización o si sube un gobierno nac&pop aun cuando sea el municipio de una minúscula localidad, en este caso no tiene en cuenta que la federalización administrativa –encubridora del neofeudalismo- de la Constitución de 1994 fue para garantizar la expansión de los extractivismos rurourbanos.

La creencia en el Estado o la democracia post dictadura genocida existe hasta en las autoorganizaciones de vecinos y las comunidades de naciones indígenas en resistencia al avasallamiento total y totalitario de derechos por los extractivismos. Luchan por leyes y  presión social sobre los gobiernos de turno al frente del Estado cuyas políticas, tanto en dictadura genocida como en democracia burguesa, ha garantizado continuidad y profundización de la expropiación-expoliación oligopólica.

Requieren, entonces, superar la contradicción de obediencia debida a quienes las guerrean para quedarse con los bienes comunes. ¿Cómo? Mediante aprecio de su capacidad de politizarse o de asamblearse adquiriendo arte-ciencia de gobierno de lo común. Porque las dos direcciones políticas predominantes entre las diversidades de abajo a la izquierda: ya probaron conciliar con el capitalismo cuyo modo de producción y mercantilización de la naturaleza son los extractivismos.

En efecto, los progresistas consideran que concretarán la justicia social humanizando el capitalismo o desde la inclusión en el Estado, por ejemplo, triunfarán sobre el sistema global de agronegocios mediante la agroecología que promueve Eduardo Cerdá en calidad de director nacional de agroecología del ministerio de agricultura, ganadería y pesca. A su vez,  los trotskistas persisten en políticas anacrónicas como: -liderar las luchas de abajo desde sus dos o tres diputados, legisladores; -coincidir con el desarrollismo capitalista por el dogma que el perfeccionamiento de las fuerzas productivas hace al progreso social; -adueñarse del Estado para las transformaciones radicales.

Ambos desprecian que los diversos extractivismos concentran y transnacionalizan tanto la economía como el territorio de Argentina o sea instauran la contrarreforma agraria integral. En confrontación con el Capital y su Estado se yerguen contra el régimen extractivista, autoorganizaciones en comunidades y en asambleas para recuperar o/y defender sus territorios.  Por el contrario, las organizaciones campesinas se esfuerzan por conseguir la ley de acceso a la tierra sin reparar en la actual aceleración e intensificación del acaparamiento de tierras. Tampoco se sienten-piensan solidarias de asambleas de vecinos autoconvocados y de comunidades indígenas que luchan por la vida y la salud contraponiéndose a las megamineras, las petroleras, las corporaciones de la agricultura industrial, etc. Cuando lo cierto es que las afecta la deforestación, la contaminación ambiental, la desestructuración tanto de suelos y cuencas hidrográficas como de los ciclos geoquímicos e hídrico.

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En la actualidad argentina observamos que el Tercer Malón por la Paz acapara la atención de organizaciones de abajo a la izquierda mientras éstas silencian e invisibilizan tanto al Estado policial militarizado (hasta convertirse en terrorista) contra los Mapuche recuperando minúsculas partes de los territorios ancestrales; como a las Asambleas Constituyentes de los Pueblos Riojanos.  ¿ Su posicionamiento responde a considerar que esas realidades de nuestro hoy no tienen nada en común? Si fuera así se equivocan porque comparten despojo de territorios a pueblos originarios por el Capital-Estado extractivista y reformas constitucionales provinciales para favorecer la explotación del litio por el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales.

Comprobamos, en verdad, que se ha agudizado la disputa entre quienes procuran conservar las institucionalidades capitalistas con bases edificadas por Juan Domingo Perón y quienes procuramos subvertirlas mediante despliegue horizontal del antagonismo irreconciliable con: el capitalismo conducido por imperialismos; el racismo contra las naciones indígenas y contra todos los de abajo de la Argentina al condenarnos a malvivir-morir en forma creciente; la oligarquía terrateniente y represora sobre todo de la Iglesia Católica; y el patriarcado propio del medioevo que el capitalismo ha modernizado para la eficiencia de su control-dominio de las subjetividades de abajo. Sin embargo, aprendiendo de naciones indígenas del Abya Yala, nosotros hemos emprendido nuestra emancipación por decolonialidad tanto del saber como del poder.

Nos urge a quienes luchamos por otra sociedad-país-mundo posible asumir la actual transparencia de la división, abajo a la izquierda, entre quienes defienden los territorios valorando:

– la democracia vigente como antagónica a la dictadura militarizada del llamado poder real, con lo cual de forma inclaudicable permanecen precaria e inútilmente reclamando a los poderes públicos que hoy se mantendrán imperturbables (como en Francia se patentizó) al creerse omnipotentes por su poder de manipulación mental, patente durante la pandemia y ahora estableciendo la polarización electoral entre tres ultraderechas y encauzarla hacia el voto a Sergio Massa al frente del PJ cuya eficiencia en la gobernabilidad de la maximización de las injusticias la demuestran presente e historia reciente.

– La descripción de sus luchas por los investigadores brasileños en su libro “Despojos y resistencias en América Latina / Abya Yala”(2016). Carlos Walter Porto-Gonçalves, Luís Daniel Hocsman G(coord), y Omar Arach lo concluyen:

Estos escritos nos permiten ver que cada una de estas luchas tiene sus propias particularidades. Son singulares los lugares, los territorios, las personas que los habitan y los sujetos políticos que se construyen en ellos. Pero están mancomunados, en principio, por el hecho de que se enfrentan a fuerzas equivalentes, si no idénticas. Una misma matriz neo-desarrollista/mega-extractivista motoriza los programas económicos con independencia del signo político de los gobiernos que los promueven. Una misma voluntad de convertir territorios y espacios de vida en colecciones de recursos valorizables en el mercado global o en enclaves estratégicos para asegurar la circulación de flujos de mercancías y factores de producción. Una misma mirada, en la que los múltiples, plurales y mega-diversos territorios de Nuestra América son desvirtuados bajo la mirada reduccionista que los entiende únicamente por su inserción funcional en las cadenas de valorización capitalista o por su ubicación estratégica en las cartografías donde se dirimen intereses geopolíticos en pugna.

Los trabajos muestran comunidades políticas que se oponen a la forma en que la globalización hegemónica está geo-grafiando sus territorios. Luchas frente a diferentes dispositivos expropiatorios ensayados para habilitar el ingreso de las explotaciones mineras, madereras, hidrocarburíferas, etc. que tienen resonancias con los momentos “originarios” de la acumulación capitalista (la violencia militar y paramilitar, la criminalización de los que resisten, el cercamiento de los comunes, la privatización de la tierra, el despojo de los medios de vida comunitaria, incluyendo allí el ambiente, porque una naturaleza pródiga es condición de libertad (Porto-Gonçalves). Desde una perspectiva marxista pueden ser vistas como la lucha de clases en su dimensión territorial. Desde un plano de ecología política como movimientos que ponen de relieve las configuraciones de poder en la apropiación de la naturaleza y en la distribución de sus beneficios y sus costos. Desde una perspectiva decolonial como movimientos que erosionan los fundamentos epistemológicos y ontológicos del orden colonial que se continúa bajo la figura de los estados nacionales independientes.

Podríamos agregar una nueva capa interpretativa, que no viene a reemplazar a las anteriores, sino a complementarlas. Siguiendo a Margara Millán, y a tantos, es que estos movimientos expresan, no tanto tendencias, sino emergencias que prefiguran posibilidades de más largo alcance. Movimientos que nos sensibilizan frente a las múltiples vinculaciones que hacen posible nuestro existir, que recuerdan un orden de prioridades invertido por las inversiones capitalistas (“el agua vale más que el oro”) y que en muchos casos valorizan o reactualizan maneras de escuchar y percibir a los seres no humanos que habían sido subalternizadas por el discurso científico. Son las matrices de conformación de los nuevos sujetos políticos que, al actualizar cosmovisiones y cosmovivencias de poblaciones consideradas como representantes de etapas pretéritas de la humanidad (aunque sean contemporáneas), erosionan los cimientos del conjunto civilizatorio y prefiguran horizontes alternativos. (…)

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Rumbo a la «reforma agraria integral» de carácter anticapitalista-antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonizadora tanto del poder como del saber: las luchas territoriales en todo el país deberían convocar la solidaridad de abajo y a la izquierda.

Están defendiendo o recuperando las tramas de la vida y su complejidad, obra de la coevolución de todos los seres vivientes con el planeta desde la era Precámbrica aproximadamente 1.500 millones de años. También resultan de la coevolución entre las culturas de los distintos pueblos planetarios y la Madre Tierra cuya salud incluye a la humana y está siendo arrasada por el sistema mundo capitalista y sus locales.

Frente al agravamiento incesante de las emergencias socioeconómica del 99% humano y socioecológica cuya expresión más contundente es la climática, urge poner en práctica «¡Cambiemos el Sistema, no el clima!» del movimiento internacionalista por la justicia climática. Éste nos descubre lo imprescindible de las menospreciadas luchas de comunidades y autoorganizaciones de vecinos e indígenas en defensa y recuperación de los territorios clasificados (por el bloque dominante) como zonas de sacrificio o a sacrificar.

Las luchas territoriales implican otras relaciones sociales tendientes a la convivencia intrahumana sin fronteras ni muros burgueses y con la naturaleza. Hacen centro en los bienes comunes o sea miran hacia erradicar la gran propiedad privada y estatal sobre las tierras y sus componentes. Comunalizan ante todo. En Chile, la Coordinadora Arauco- Malleco (CM) señala que la «reforma agraria integral» no es sólo desalambrar sino sobre todo ir creando comunidades cada vez más entretejidas por sentidos colectivos de vida.

Héctor Llaitul, Werken de CAM, también aclara porqué es clave independizarse del Estado, lo hace respecto a la Constituyente en Chile:

«No podríamos participar en la institucionalidad opresora. Esa es nuestra posición desde la CAM y desde el movimiento autonomista. Los que han participado de las vías institucionales no han logrado prácticamente ningún derecho fundamental para nuestro pueblo; simplemente son políticas de integración, de subordinación. A nosotros no nos parece que a través de esa vía consigamos mucho. Estamos por la vía del control territorial y la autonomía de facto. De hecho, vamos recuperando metro a metro y desde ahí vamos transformando una realidad que nos golpea a diario a través del latifundio y de las forestales. Nosotros estamos desarrollando un proceso para sentar las bases para la liberación del pueblo-nación mapuche, y eso pasa por una estrategia de resistencia, por un lado, y de reconstrucción, por otro lado».

Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/03/03/nacion-mapuche-entrevista-a-hector-llaitul-werken-de-la-coordinadora-arauco-malleco-sobre-el-pseudo-acuerdo-nacional-de-la-burguesia-y-la-farsa-del-proceso-constituyente/
 

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Comunalizar como hermanamiento entre los de abajo hacia sus respectivas autonomías enraizadas a particulares territorios (por culturas, historia, sentidos de vida)  es lo que sintetiza Facundo Jones Huala en su carta “Resistencia Ancestral” para las asambleas villeras que publicó la Unión de Asambleas de las Comunidades por la vida contra el saqueo y la contaminación (UAC) en agosto de 2017:

Yo vengo del barrio 169 Viviendas, en Alto de Bariloche, donde crecí en conflicto con las fuerzas del “orden”, por ser joven, pobre y sobre todo mapuche: pocos delitos traen peores represalias que los rasgos originarios. Pues nadie nunca ha garantizado nuestra seguridad. Ya en 2001 pasamos hambre, muchísima hambre. Estuvimos en los piquetes y recuerdo bien cómo cagaron a palos a mi vieja. Me tocó vivir en la calle, pasarla mal de verdad, pero así aprendí a defenderme, a no permitir que me falten el respeto, a no callarme la boca. Muchas de nuestras familias debieron buscar mejor suerte en otras provincias. Y sí, gran cantidad de hermanos y hermanas se instalaron en distintas villas, donde todavía intentan reencontrarse con sus orígenes, sembrando organización política a través del trabajo, para ir hacia el mundo que sueñan. No estamos planteando desde aquí que nadie destruya nada, ni que construyamos de conjunto un Estado paralelo, sino apenas que seamos capaces de reconstruir nuestras raíces. Ahora más que nunca, es imprescindible fortalecer los vínculos dentro de las comunidades, no esperando a un Estado asistencialista, sino exigiéndole que nos devuelva las tierras, porque tenemos manos para trabajar…

Los derechos no se mendigan, se practican.

Las comunidades indígenas, como las villas, necesitamos desarrollar autonomía, esa que hizo posible un medio como La Garganta, para ganar independencia informativa, sí, pero sobre todo independencia política. Por eso, es fundamental y muy valorable la decisión que tomaron, al mantenerla sin pauta oficial ni publicidad comercial: así, han podido socializar esas herramientas que tanto cuesta forjar y sostener, rompiendo con los prejuicios que las clases dominantes cargan sobre los pobres, los mapuches y todo sector marginado de la sociedad. Siento orgullo y esperanza, leyendo cada nota que publican, por la calidad que defienden al elegir el papel. Y cada concepto. De esto se trata, de generar cantidad mediante la calidad orgánica, siendo exigentes con los niveles de reflexión y de acción, para no negociar esa coherencia revolucionaria capaz de romper la mentalidad burguesa.

Me gusta, me gusta verlos confrontar todos los días con este sistema, generando preguntas y cultivando la conciencia, porque muchas veces nos plantean que la única salida posible sería volvernos gendarmes para servir al poder. Y no es casualidad. Nos quieren moldear, para que nunca se nos ocurra transformar la realidad, ni ser creativos, ni pensarnos junto a otros. Hasta dentro de la cárcel, tengo que discutir los imaginarios que han instalado desde la más pobre interpretación de la «seguridad». Y sí, me indigna tanta enajenación. Pero también pienso que nos tocó nacer en este mundo y debemos cambiarlo. Por eso, les hablo a ustedes, las pibas y los pibes de los barrios, como les hablo a mis compañeros de celda. Ahí, en una de las paredes, tengo un afiche de Bertolt Brecht, que dice: “El peor analfabeto es el analfabeto político”. Y con ese disparador, hace varios días venimos discutiendo sobre la dialéctica que nos mantiene presos, aún en libertad.

Hoy, lamentablemente, existe mucha violencia hacia los barrios pobres, que necesitamos poder reciclar, para convertirla en el motor de nuestra resistencia, frente a quienes históricamente nos han oprimido. Contra toda esa basura que nos inculcan, debemos seguir un mismo camino, que nos sirva para avanzar unidos, porque todavía existe el colonialismo sobre algunos pueblos, perfectamente visible en la sumisión y en la falta de desarrollo interno. No podemos dejar de pensar. Y mucho menos podemos dejar de enseñar.

Siempre, la teoría es más fácil. Ustedes vienen llevando adelante el ejercicio constante de la confraternización entre las comunidades y eso cuesta, porque hay que saber discutir hacia dentro. A veces, muy fuerte, porque hace falta. No podemos dejar de ser críticos de nosotros mismos, ni dejarnos caer en fanatismos centrados sobre nuestros propios ombligos. Ni calcos, ni copias, ni dogmas, ni prepotencia, por encima de la realidad.

Parece resistencia, pero se llama dignidad.

Aclaremos, para finalizar, que:

-Las comunalidades territorializadas no sólo residen en un lugar geográfico sino también comprenden a las laborales superando al corporativismo por hacerse cargo en su desarrollo de comunicación recíproca como colectivo o individuo con quienes componen su objetivo y contexto de acción.

Julio 2023

Los 40 años prueban
cómo las elecciones
legitiman el avance incesante de:

Qué Sistema
En guerra de amplio espectro para aplastar las resistencias al avasallamiento total y totalitario de derechos de los pueblos mediante los extractivismos rurourbanos.

Qué Democracia
En ejercicio de la desinformación y manipulación mental a gran escala para legalizar e incluso decretar el acaparamiento territorial con la criminalidad de lesa naturaleza y de lesa humanidad del único capitalismo existente.

Qué Trabajo
En maximización de su alienación al estar arrasando, por completo, las condiciones y medios de vida para todos los seres vivientes en el planeta y por tanto, para la humanidad.
 

Qué Abya Yala
En situación de acelerada e intensificada destrucción de la coevolución en diversidad entre culturas y naturalezas desde los orígenes del poblamiento continental.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema

SÍNTESIS

El no votar es ¡basta! que,
en nuestro nombre,
expropien todos los bienes comunes y
nos opriman cada vez más.

Es comenzar a unirnos en las actuales defensas y recuperaciones de territorios que
ya confrontan con el Capital y el Estado.

Ante esta invitación de no votar, votar en blanco u optar por el voto anulado, la oposición de izquierda responde que costó miles de vida volver a votar. Quienes así piensan están muy equivocados si se refieren a los 30.000 y a quienes sufrimos exilio externo o interno como en mi caso. Todos luchábamos -desde distintas metodologías- por la emancipación social y nacional. Por el contrario, desde la democracia vigente a partir de diciembre de 1983, las izquierdas electoraleras avalan la legitimidad del gobierno de turno siempre perteneciente a alguno de los partidos de estado. Es decir, concilian con las clases expoliadoras y con el sistema mundo capitalista. También al restringirse a reivindicaciones de las diversidades de abajo y peor aún, fetichizan al FMI y consolidan la institucionalidad fundada por Juan Domingo Perón para subordinar a los trabajadores en base a normalizar su mentirosa dependencia del Capital y del Estado opresor-represor.

A partir de 1982, la dictadura militarizada del llamado poder real no podía seguir. El 30 de marzo de 1982 hubo una multitudinaria movilización de protesta social en CABA. Fue la Marcha «Paz, pan y trabajo» convocada por la CGT Brasil bajo conducción de Saúl Ubaldini como secretario general. Ante el éxito de esta insubordinación, para recuperar consenso, los poderes decidieron la toma de Las Malvinas y como fracasaron en sus intenciones, hubo llamado a elecciones por acuerdo de las fuerzas armadas con los dirigentes de los partidos de estado o sea con el Partido Justicialista y con la Unión Cívica Radical.

Reparemos que los llamados a elecciones son cuando los poderes establecidos no pueden continuar dominando o derrotando la lucha de los oprimidos-reprimidos mediante terrorismo estatal. Fue en 1972 y en 2002 siempre por pacto de los de arriba en contra de la autodeterminación popular. Veamos que para poner fin a los pueblazos como los dos Rosariazo y el Cordobazo…hubo acuerdo de Alejandro Lanusse con Juan Domingo Perón. En 2002 surge del PJ que sustituye al bipartidismo garante de la continuidad y profundización del neoliberalismo desde fines de 1983 hasta 2002 o de la Miseria Planificada como Rodolfo Walsh acusó a la Junta Militar en 1977. Después el Kirchnerismo metamorfoseó al PJ de menemista a gobierno de los derechos humanos y modeló la generalización de la lectura binaria, dicotómica o maniquea para reemplazar al desprestigiado bipartidismo.

Se desprende de los párrafos anteriores que las elecciones han tenido y tienen la función -antidemocrática- de legitimar el orden del neoliberalismo desde 1984 y la consecuente gobernabilidad -como los 40 años prueban- hizo a la continuidad y profundización hasta hoy, sin interrupción alguna, de políticas de estado garantizando el impune acaparamiento oligopólico de bienes comunes sociales y naturales o sea de las condiciones esenciales a la vida en general y la dignidad humana.

Con el objetivo de esclarecimiento mutuo, pongo en debate a la siguiente secuencia de comentarios en facebook respeto al no voto y voto en blanco:

-Marce Vi Si no es organizado con un mensaje, no sirve para nada . Y el voto en blanco favorece a quienes ganen . Costó miles de vida volver a votar . Me parece de cuarta

-Elena Cedrón a Marce Vi te preguntaste qué significan 40 años de avance de las privatizaciones.  Implicó acaparamiento oligopólico de bienes comunes (sociales y naturales) o transnacionalización tanto de la economía como del territorio de Argentina. En fin, los 40 años legalizaron y a través de las elecciones legitimaron el desmantelamiento del Estado ‘benefactor’; la precarización de la vida; la flexibilización laboral; los salarios y jubilaciones de miseria. Y el incesante incremento en el ‘gatillo fácil’ y la superpoblación de cárceles para los desposeídos de todo por el capitalismo; los ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos o la desertificación que es exterminio masivo humano/no humano y destrucción de la habitabilidad del país y del continente.

Te preguntaste cómo fue posible la actual emergencia económica del 90% de nosotros, los diversos de abajo. Si lo hubieras hecho estarías de acuerdo con el «¡Basta! Que en nuestro nombre sigan robándonos presente y futuro. De ahí que nos posicionemos por el NO VOTO, VOTO EN BLANCO O VOTO NULO».


Ante este pronunciamiento mío siguen comentarios de:

Dante Alfaro a Elena Cedrón Siempre leo con respeto y atención tus reflexiones pero quiero advertir contra las simplificaciones y reduccionismos. Una cosa es tener una lectura crítica de la realidad, de estos 40 años de democracia formal burguesa, otra es decir que esos 40 años «legalizaron» o «legitimaron» todas las calamidades que señalás.

«Recuperar» el estado de derecho, un régimen constitucional, por cierto costó vidas y luchas, no fue una graciosa concesión del sistema. Recordemos cuando el general Bignone dijo que «las urnas están bien guardadas». También hoy mismo hay sectores que opinan que el voto no puede ser para cualquiera, porque «la gente vota mal».

Estoy tan en contra de hacer de las elecciones un fetiche cuanto de lo contrario. La abstención y el voto en blanco pueden resultar una táctica revolucionaria cuando hay una fuerza revolucionaria que la promueve, o bien, como me parece en este caso, un gesto de impotencia. Y te lo digo desde mi propia postura, que es que no le voy a dar mi voto a ninguno, ni a Massa ni a sus opositores de ultraderecha. Pero soy consciente también que es una actitud personal, individual, y aunque presumiblemente habrá un porcentaje alto de abstenciones, voto en blanco o nulo, nada de eso está inscripto, lamentablemente en una estrategia liberadora.

Lo que legalizó y legitimó el saqueo y demás calamidades, es la ausencia de una alternativa política viable y seria de este lado.

¿No sería más acertado aplicar el análisis concreto de la situación concreta para decidir que hacer con el voto? ¿No evitaría atarnos las manos, o prescindir de una posible herramienta, la del voto, cuando fuera necesario y útil ? Lexis Seba ¡¡Que se vayan todos!!! Es lo que vendrá. Que la nefasta dictadura no justifique esta supuesta democracia. Hay que organizarse y cambiar todo lo que haga falta cambiar para que dejemos de padecer esta partidocracia parlamentaria de sanguijuelas que no trabajan para el Pueblo sino para sostenerse en el poder y controlar el botín del Estado.

-Elena Cedrón a Dante Alfaro porque te respeto me tomé cierto tiempo. Comienzo por tu disenso con: «que esos 40 años «legalizaron» o «legitimaron» todas las calamidades que señalás».

Respondo: por un lado, no se debe sólo al gobierno de Macri y al súper ministro Sergio Massa el presente de 60% de los menores de 17 años y del casi 80% de jubilados y pensionados en situación de despojados de todos sus derechos y hambreados. Te propongo investigar las políticas de estado y hallarás que implementaron los legados de la dictadura genocida como la obligación principal del Ejecutivo de «honrar la deuda externa pública» y el acaparamiento sucesivo de los bienes comunes sociales y naturales para mercantilizarlos. Estimá, además,  los conflictos desde abajo que, sin embargo, terminaron en leyes y decretos a favor de las privatizaciones. Éstas resultaron transnacionalizaciones e incluso la nacionalización parcial de YPF fue acompañada por la ley Chevron (la Standard Oil del presente) y comprobamos que YPF sirve para forzarnos a los de abajo a pagar subsidios directos e indirectos -con ajustazos- a las petroleras, al sistema global de agronegocios, a las transnacionales de la megaminería, etc.

Por otro lado, te preguntaste cómo fue posible el viraje desde las luchas por la emancipación social en los setenta hasta hoy en que la mayoría de las izquierdas partidarias y sociales ni se les ocurre poner fin al capitalismo aun cuando está avanzando hacia la extinción de la vida planetaria y cada vez más gravemente, mantiene a la humanidad en cárceles a cielo abierto y acorralándola a malcomida, desnutrida, hambrienta, envenenada, masacrada. Explico esta decadencia de las izquierdas en su participación -durante 40 años- de simulacros propios de la politiquería que hoy llegan al extremo que las promesas electorales y publicidades gubernamentales consisten en sarcasmo o burla a la capacidad de memoria y de reflexión crítica de las diversidades de abajo.

Son 40 años de acostumbramiento a la ‘normalidad’ del orden neoliberal que pudimos poner en deliberación generalizada durante la pandemia, el confinamiento que impuso el sistema mundo capitalista y su local; y la vacunación como experimento a gran escala en los humanos de la transgénesis. Pero las izquierdas mayoritarias se sumaron a reforzar las medidas gubernamentales y exigirles aumentar su extensión. ¿Cómo interpretar este aburguesamiento de las mayoritarias dirigencias e intelectualidades de izquierdas? No sólo por hábitos de su vida cotidiana sino sobre todo por su marxismo asumido como dogma y su autopercepción de vanguardias de facto.

Respecto a tu opinión que: «»Recuperar» el estado de derecho, un régimen constitucional, por cierto costó vidas y luchas, no fue una graciosa concesión del sistema. Recordemos cuando el general Bignone dijo que «las urnas están bien guardadas». También hoy mismo hay sectores que opinan que el voto no puede ser para cualquiera, porque «la gente vota mal»».

Al contestar a Marce Vi señalé causa del cambio político en el oficializado como poder real que lo es gracias a la democracia vigente desde fines de 1983. En efecto, ésta usurpa la autodeterminación a los pueblos de Argentina. Pensemos en el 22 artículo constitucional: «El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución. Toda fuerza armada o reunión de personas que se atribuya los derechos del pueblo y peticione a nombre de éste, comete delito de sedición.»

Los 40 años prueban que todos los gobiernos de turno hasta hoy privilegiaron el lucro del 1% por sobre las necesidades e intereses de las diversidades de abajo. Por tanto, hubo un elitismo de hecho que las derechas desembozadas practican en la vida cotidiana y en las elecciones al responsabilizar del incesante avance empobrecedor del capitalismo local a quienes optaron por el gobierno de turno.  

Durante los 40 años comprobamos que el Estado de derecho, así como el régimen constitucional, se ha degradado como se patentizó en nuestra situación y en mayor medida la de los excluidos y marginados durante la pandemia-confinamiento. Sufrimos en ese entonces que existiera el desmantelamiento totalitario del Estado ‘benefactor’ (surgido ante todo por confrontación con la Unión Soviética) que ejecutó sin anestesia el gobierno del Partido Justicialista bajo liderazgo de Carlos Menem. Aún más, nos subordinaron al impune Domingo Cavallo.

¡¡Sí!! el PJ nos sometió a quien es el principal estatizador de la deuda externa del oficializado como poder real o de facto y en los noventa instituyó el Plan de Convertibilidad o aplicación del Consenso de Washington que -con la justificación de honrar la deuda- transnacionalizó todas las empresas estratégicas para el desarrollo del país e hizo estados fallidos a los provinciales.

PERO el PJ además es responsable fundamental de la malnutrición, desnutrición y el hambre de una creciente mayoría de Argentina. De esto no se habla en el período electoral ni las izquierdas lo instalan en la agenda pública. Hay silencio sobre la ley de emergencia alimentaria que rige desde principios del siglo hasta ahora a causa que los gobiernos K garantizaron la ocupación e invasión territorial por los extractivismos sobre todo del sistema de la soja transgénica cuya existencia y desarrollo depende de los agrotóxicos, con lo cual nos están envenenando nuestro alimento, el agua, el suelo, el aire. Agreguemos que tampoco se delibera sobre la reforma constitucional de 1994 que viabilizó la expansión de la concentración-centralización económica y territorial de las transnacionales extractivistas al feudalizar el país en nombre del federalismo.

En la actualidad, se oculta a la Mesa Nacional del Litio que el gobierno de los Fernández instauró en el año 2021, y formula aprovechar las elecciones provinciales en implantar reformas de las constituciones de donde haya litio  como garantía de poder maximizar el despojo económico territorial a las comunidades para la ilimitada mercantilización de las tierras y los otros bienes comunes por el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales.

Sin conciencia política o descubrimiento de ser parte en el sometimiento mortífero a todos los pueblos de Argentina-Abya Yala por el sistema mundo capitalista y sus locales, el Tercer Malón de la Paz reclama a la democracia o a sus poderes públicos que institucionalizaron a la Mesa Nacional del Litio y desde octubre del 2022 han acordado, en Israel y a través de Eduardo «Wado» de Pedro como ministro del interior de Argentina, la entrega de las aguas superficiales y subterráneas o el agua dulce del país a la empresa estatal Mekorot que impuso el apartheid hídrico a los palestinos. Tampoco tiene en cuenta los doce años de lucha con sus mismos objetivos y acciones de la Mesa de Pueblos Originarios de la Cuenca de Guayatayoc y Salinas Grande.

Recordás Dante Alfaro a Eduardo Galeano aclararnos que «Si votar sirviese para cambiar algo estaría prohibido.» Por este descubrirnos la real y efectiva implicancia de nuestro voto ya es tiempo de no preguntarse como vos planteás:  «¿decidir que hacer con el voto? ¿No evitaría atarnos las manos, o prescindir de una posible herramienta, la del voto, cuando fuera necesario y útil ?»

 Tu propuesta es anacrónica, máxime después de 40 años de la continuidad-profundización neoliberal que se evidencia en la máxima concentración y centralización económica territorial con su consecuencia en la creencia gran burguesa y sus burocracias de ser omnipotentes hasta el extremo de promesas electorales y publicidades gubernamentales que se desentienden de sus presentes e historias de saquearnos en forma total y totalitaria tanto a través de nuestra miseria planificada como de la desertificación del país.

Dante Alfaro disiento con vos también en que la ausencia de una alternativa política viable y seria de las izquierdas hizo a las legalizaciones y legitimaciones de la incesante expropiación gran capitalista de riquezas, poder de dominio e ingresos. No entiendo bien cómo irresponsabilizás a los grandes propietarios y sus burocracias de la criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza que es apropiarse, por completo, de las condiciones para la vida y súper explotar tanto a la naturaleza como a los trabajadores y pueblos de Argentina. Quizás suponés que el Estado se disputa. Tampoco coincido cómo definís lo que hubieran debido realizar las izquierdas. Porque lo imprescindible es el cambio social y quiénes lo llevarán a cabo son los pueblos recuperando su capacidad de autodeterminación que la democracia o Estado usurpa.

Te aclaro, Dante Alfaro y a los muchos de izquierda que piensan como vos, que no es por impotencia el No voto, voto en blanco y voto nulo. Al contrario, es para romper el círculo vicioso del poder y comenzar el viraje de la atención mayoritaria sobre los grandes medios de desinformación e incomunicación hasta dirigirla hacia cómo autoorganizaciones vecinales resisten la desertificación y miseria planificada que incumbe a todas las diversidades de abajo del país y continente.

Introduzco mi comentario a un posteo de Matías Blaustein para seguir desarrollando el tema:

Gracias Matías Blaustein por tu análisis necesario y tu propuesta al menos eso me parece:»Organizarnos por abajo para hacer brotar ese mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones». Considero que ésta ya tiene raíces profundas y está andando caminos hacia los «buenos vivires convivires» abajo.

Sólo, pienso, es imprescindible se politicen esas subjetividades colectivas en rebelión contra el avasallamiento de sus respectivas dignidades humanas por el capitalismo (por eso digo con raíces profundas y por mirar hacia que hoy el desafío es facilitar el despliegue de la autodeterminación de los pueblos) .

Es decir, las autoorganizaciones abajo en procura de alguna de las varias facetas de la justicia social requieren reconocimiento mutuo para descubrir compartir el sentido del voto bronca. Matías Blaustein bien señalás de interpretar «el voto bronca como rechazo al mal vivir al que nos acostumbró la delegación por arriba en los representantes de ricos y poderosos».

Recuerdo a Raúl Alfonsín enfurecido porque las asambleas barriales de 2001-2002 cuestionábamos al artículo 22 de la Constitución: «El pueblo no delibera ni gobierna, sino por medio de sus representantes y autoridades creadas por esta Constitución». Es justificable su ira porque en 2006 se crea (asumiéndose hija de ese movimiento de asambleas barriales) la Unión de Asambleas contra los extractivismos o modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza en el Abya Yala.

La UAC va madurando que su antiextractivismo es en esencia anticapitalista y antipatriarcal, por tanto, requiere independizarse del Estado o poderes públicos que usurpando la autodeterminación de los pueblos de Argentina convierte al poder económico transnacional y transnacionalizado en el poder real, a la vez, de facto.

La UAC madura rechazando en 2018 denominarse Unión de Asambleas Ciudadanas y pasa a autodesignarse Unión de Asambleas de las Comunidades contra el saqueo y la contaminación ambiental. También nos esforzamos en que nuestras asambleas sean democracias directas en contra de la vigente que es representativa del oficializado como poder real.

Matías Blaustein transmitís que según la Consultora Proyección sólo un 4,4% tiene como principal preocupación la problemática medioambiental (creo más precisa la calificación de socioterritorial o socioecológica) cuando las grandes mayorías privilegiaron la vida y la salud durante la pandemia.

Es paradójico que haya tan mayoritaria negación de la realidad profunda. Pues estamos sumidos en acelerada e intensificada desertificación o exterminio masivo e inhabitabilidad del país como consecuencia de los 40 años de despliegue del neoliberalismo cuyo avance se basa en la súper explotación tanto de la naturaleza como de los trabajadores y los pueblos e individuos de Argentina.

Es hora de multiplicar espacios en común a lo largo y ancho del país para diálogos abajo arrancando de valorar las autoorganizaciones locales en rebeldía contra su destino programado por el sistema. Y desde esa comprensión recíproca ir entrelazándose con las otras comunidades territorializadas donde «territorio» a diferencia del capitalismo no es propiedad privada o estatal para mercantilizarla, tampoco tiene fronteras ni muros burgueses. Lo asumimos como creación de «buen vivir» según aprendimos de la cosmovisión indígena.

Mayo Junio 2023

Las resistencias-reexistencias a extractivismos
 guían las luchas abajo hacia poner fin a:

Qué Sistema
En guerra de amplio espectro para aplastar las resistencias al avasallamiento total y totalitario de derechos de los pueblos mediante los extractivismos rurourbanos.

Qué Democracia
En ejercicio de la desinformación y manipulación mental a gran escala para legalizar y legitimar la criminalidad de lesa naturaleza y de lesa humanidad del único capitalismo existente.

Qué Trabajo
En maximización de su alienación al estar arrasando, por completo, las condiciones y medios de vida para todos los seres vivientes en el planeta y por tanto, para la humanidad.
 Qué Abya Yala
En situación de acelerada e intensificada destrucción de la milenaria coevolución en diversidad entre culturas y naturalezas desde los orígenes del poblamiento continental.

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SÍNTESIS

La vida y la dignidad humana se afirman yendo contra el Capital y su Estado.

Ante todo preguntémonos: ¿Por qué el gobierno de los Fernández mantuvo presa a la Machi Betiana y destruyó el rewen?

Lo hace para erradicar la cosmovisión y cultura de simbiosis con la naturaleza que nos guía, abajo y a la izquierda, sobre cómo hacer el viraje desde las política e ideología burguesas hacia las correspondientes a nuestras necesidades y aspiraciones de «buenos vivires convivires».

Vayamos descubriendo las honduras de quienes se afirman Mapuche Tehuelche:

A doscientos cuarenta días del injusto encarcelamiento, en carácter de presas políticas mapuche y pertenecientes al Lof Lafken Winkul Mapu, hijas del Relmu Lafken, queremos expresar en el día de hoy los logros que hemos alcanzado y lo que aún falta:

Primeramente valorar enormemente la articulación y unidad representado en el kiñe rakizuam que tuvimos como pueblo mapuche tehuelche, autoridades tradicionales, pu lof y organizaciones, para exigir nuestras demandas ante el estado, que lo obligó a sentarse a escuchar, dialogar y responder. Así mismo reconocer y agradecer a los distintos sectores de la sociedad civil la solidaridad expresada a través de diferentes acciones, tanto a nivel nacional como internacional.

El acuerdo firmado en el día de ayer tuvo como resultado:

Que el estado reconozca nuestro Rewe como sitio sagrado de nuestro pueblo.

Ante la responsabilidad que le cabe al estado por la destrucción total de 15 casas se ha obtenido el compromiso de la reconstrucción de 2 viviendas y una tercera para uso exclusivo de los pacientes.

Un acuerdo de conciliación que permitirá la aplicación del artículo 34 del código penal federal que posibilitará que se desactive la medida de prisión preventiva.

Lo que falta:

La restitución plena, absoluta y definitiva de nuestro Rewe.

La desmilitarización del Rewe.

Nuestra libertad efectiva y definitiva, cómo así también el cese a la persecución y hostigamiento judicial a los demás miembros de nuestro Lof, desactivando los pedidos de captura y detención.

El respeto a nuestro derecho a maternar desde nuestra normativa mapuche.

Esta apertura del estado para hablar con nuestro pueblo, no sucede por la buena predisposición humanitaria de los funcionarios, si no por la resistencia, organización y lucha de nuestra gente, ya que no debemos olvidar que nuestra lucha por el derecho a habitar como mapuche nuestro territorio ancestral ha cobrado la vida de nuestro weychafe Rafael Nahuel Iem asesinado por este estado.

Así mismo somos conscientes que no hay reparación frente a las atrocidades que el estado cometió contra nosotras, las torturas, vejámenes, cómo así también el nacimiento de una bebé en cautiverio y el sufrimiento de nuestros hijos es irreparable.

Teniendo en cuenta todo esto es natural nuestra desconfianza por lo cual, hacemos un llamado a continuar en alerta hasta el pleno cumplimiento de lo acordado.

Presas políticas Mapuche

Furilofche 2 de junio 2023.

Comprobamos que el sistema mundo capitalista y sus locales con sus mega emprendimientos agroganaderos, forestales, petroleros, mineros, hidroeléctricos, turísticos e inmobiliarios están aniquilando las biodiversidades creadoras de los imprescindibles equilibrios ecológicos para la habitabilidad del planeta.

En la naturaleza, distintas especies viven componiendo la comunidad de un lugar geográfico que no sólo habitan sino sobre todo se interrelacionan construyendo su compartirlo a través de adaptación mutua que, a la vez, lo modifica constituyéndose así el ecosistema local.

Durante milenios las naciones, comunidades indígenas se sentipensaron parte de la naturaleza y asumieron el trabajo en su esencia humanizante. Es decir, se esforzaron por respetar cómo la naturaleza funciona y evoluciona según los saberes cosechados en su maduración. A la vez, la fueron transformando en acuerdo con sus necesidades e intereses. De resultas surgen los bosques nativos, las selvas, los humedales…o sea los ecosistemas con máximo equilibrio ecológico por su enorme biodiversidad. Es decir, son obra del trabajo de pueblos originarios.

Hoy el sistema mundo capitalista y sus locales imponen a los «trabajadores» realizar la desaparición forzada -también constituirse en etnocidas- de esas imprescindibles simbiosis de sociedades con las ecorregiones componiendo biomas de óptimas evolución biológica y habitabilidad planetaria.

El sistema mundo capitalista y sus locales progresan imponiendo al trabajo social generar ecocidios causa, a su vez, de genocidios silenciosos que también -usando trabajo social- silencian e invisibilizan. Desinforman sobre su estar envenenando todos los subsistemas vitales del planeta.

Además, atacan mortalmente la salud tanto de la naturaleza como de la humana con la desertificación (agotamiento del agua, ruina de los suelos, exterminios masivos de seres) y entre las poblaciones humanas expanden el hambre, la drogadicción, la desnutrición, la malnutrición, la alta siniestralidad laboral, los cánceres y refuerzan esta quita de presente-futuro por disolución de comunidades ante la expropiación de territorios y de trabajo social.

Hasta planifican y multiplican incendios de bosques nativos, selvas, humedales…o sea de milenarios ecosistemas biodiversos -por trabajo de sus pueblos originarios a los cuales pretende exterminar- para acaparar tierras, agua y otros bienes comunes naturales en procura de alta rentabilidad de corto plazo del 1% humano.

En suma, están avasallando total y totalitariamente tanto los derechos de los pueblos e individuos (sobre todo en el capitalismo periférico) como los derechos de la naturaleza constituidos por su funcionamiento básico para la vida y la salud planetarias que incluyen las humanas. Por eso, tienden hacia la extinción de ambas.

La modernidad alcanzada por el capitalismo -encabezado por imperialismos- ha culminado en maximización del acaparamiento oligopólico de la naturaleza y del trabajo social a costa de generalizar ecocidios-genocidios. Sume a la humanidad en crisis civilizatoria y situación límite. ¿Cómo es posible que sólo las comunidades de las designadas oficialmente «zonas de sacrificio» confronten al sistema desertificador en todos los sentidos del concepto?

Frente a esta ausencia de despertares sobre que el capitalismo está aniquilando, amén de matar y enfermar en gran escala, las condiciones de vida y de trabajo: los partidos trotskistas y otras fuerzas izquierdistas asumen la representación política de la clase trabajadora imponiendo como política correcta el esfuerzo por integrar la cámara de diputados con 2 o 3 de sus dirigentes.

El que sea ésa su política correcta confirma su creencia en la democracia (o Estado) del Capital como mediadora neutral o mejor dicho susceptible de inclinarse hacia necesidades e intereses populares si hay presión social por parte de gran movilización o si sube un gobierno nac&pop aun cuando sea el municipio de una minúscula localidad, esto no tiene en cuenta a la federalización administrativa –encubridora del neofeudalismo- de la Constitución de 1994 para garantizar la expansión de los extractivismos rurourbanos. Creencia que existe hasta en las autoorganizaciones de vecinos y las comunidades naciones indígenas en resistencia al avasallamiento total y totalitario de derechos por los extractivismos.

Destaquemos que los diversos extractivismos concentran y transnacionalizan tanto la economía como el territorio de Argentina o sea instauran la contrarreforma agraria integral. De modo que urge politizar las defensas y recuperaciones de territorios en todo el país-continente para construir la «reforma agraria integral» desde su unión plurinacional con elaboración conjunta del cómo concretarla.

Sin embargo, para ello, tienen que asumir el requisito básico de poner fin a la obediencia debida al sistema mundo capitalista y sus locales que consiste en luchar por leyes y  presión social sobre los gobiernos de turno al frente de Estados cuyas políticas, tanto en dictadura genocida como en democracia burguesa, han garantizado continuidad-profundización de la expropiación-expoliación oligopólica.

Precisan hacer el viraje desde la uniformización o masificación en forma verticalista y antidemocrática hasta la autoorganización horizontal de la democracia directa tendiente a comunitaria. Son los sujetos colectivos de la «reforma agraria integral» de carácter anticapitalista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonial tanto del saber como del poder. Ya que han emergido de abajo a la izquierda en confrontación con el Capital y su Estado o sea se yerguen contra el régimen extractivista. Por el contrario, las organizaciones campesinas concilian con los poderes constituidos durante la dictadura genocida y la democracia esencialmente antiinsurreccional para garantizar el despliegue del neoliberalismo. En efecto, se esfuerzan por conseguir la ley de acceso a la tierra sin reparar en la actual aceleración e intensificación del acaparamiento de tierras.

Descubramos que las comunidades mapuche al recuperar una minúscula parte de sus territorios ancestrales están iniciando e impulsando la «reforma agraria integral». Se desintitucionalizan rompiendo con el bloqueo a luchar contra, e independizarse de, los opresores que instauró Perón en Argentina. Quien también implantó la conciliación con el régimen latifundista que, desde los noventa, se convirtió en extractivista.

Desde Chile, la Coordinadora Arauco- Malleco nos aclara que la «reforma agraria integral» va más allá de desalambrar. Ante todo exige ir creando comunidades cada vez más entretejidas por sentidos colectivos de vida. Respecto al imperativo de desintitucionalizarse Héctor Llaitul, Werken de CAM, dice refiriéndose a la Constituyente en Chile:

«No podríamos participar en la institucionalidad opresora. Esa es nuestra posición desde la CAM y desde el movimiento autonomista. Los que han participado de las vías institucionales no han logrado prácticamente ningún derecho fundamental para nuestro pueblo; simplemente son políticas de integración, de subordinación. A nosotros no nos parece que a través de esa vía consigamos mucho. Estamos por la vía del control territorial y la autonomía de facto. De hecho, vamos recuperando metro a metro y desde ahí vamos transformando una realidad que nos golpea a diario a través del latifundio y de las forestales. Nosotros estamos desarrollando un proceso para sentar las bases para la liberación del pueblo-nación mapuche, y eso pasa por una estrategia de resistencia, por un lado, y de reconstrucción, por otro lado».
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Advirtamos a los Comandos Unificados de las Fuerzas Federales como aplicación actual del estado terrorista en la democracia vigente desde diciembre de 1983. El gobierno nacional de los Fernández los estableció a fines del año 2022. El primero contra la comunidad a la cual pertenece la autoridad espiritual y sanitaria del pueblo nación Mapuche en Argentina. Los otros dos para prevenir la subversión en el Conurbano Bonaerense y en Rosario o sea donde es mayor la densidad de la población de desposeídos en las provincias. Nos conviene atender a:
 

Tato Jones Huala

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Mari mari kom pu Mapuche ka Wenuy.

La Cámara de Apelaciones de Esquel confirmó por unanimidad la sentencia contra Javier Solorza, Jefe del grupo de Infanteria en la sanguinaria represión del 11 de Enero de 2017.

Este largo proceso judicial empezó cuando una Lamgen y 3 Peñi decidimos llevar adelante esta denuncia, intentando revertir la impunidad que caracteriza a las fuerzas policiales en hechos como estos y similares. Esta sentencia afianza lo que siempre denunciamos hace generaciones o cientos de años, la represión estatal como instrumento de despojo sistemático de nuestros derechos y valores humanos mas básicos.

Se condenó «a la pena de un año y seis meses de prisión en suspenso y tres años de inhabilitación especial para desempeñarse en las fuerzas de seguridad por considerarlo autor penalmente responsable del delito de Abuso de Autoridad … por el hecho ocurrido el 11 de enero de 2017 … en perjuicio de los integrantes de la Pulof en Resistencia Cushamen.»

Esperábamos más, ya que las cicatrices, lesiones, recuerdos y secuelas seguirán presentes en nuestras vidas.

Mediante la justicia winka a lo largo de este proceso se ha demostrado la violencia institucional, la complicidad de los medios pseudoperiodísticos, maltrato físico y psíquico a decenas de personas, inclusive bebes y niños. Este operativo represivo es parte de una continuidad de sucesos, que continuaron, intensificándose el nivel de violencia, torturas y odio racial.

La siguiente represión sería la del 1 de Agosto donde desaparecen a Santiago Maldonado y meses después aparece rio arriba. A los pocos meses el asesinato por la espalda del Weichafe Rafael Nahuel iem. Todo esto en complicidad con el poder político, mediático y económico.

Estamos ante un escenario de conflicto político histórico en el cual aun intentan cazarnos y someternos, por defender dignamente la vida en su totalidad con todos los elementos que la conforman, mediante nuestra Cosmovisión en territorios libres, sanos y productivos, sosteniendo el desarrollo y revitalización de nuestra existencia milenaria.

Esperamos que sea un aporte a la construcción de una sociedad realmente justa, marcando jurisprudencia dentro de la misma justicia donde generalmente no prosperan los reclamos Mapuche o inclusive llega a ser muchas veces un instrumento de persecución judicial y criminalización cargado de montajes absurdos, terminando muchas veces en la prisión política de nuestra gente. Por esto esperamos salir fuera del plano judicial y que la solución sea política, madura y de reconocimiento.

Saludamos a las Autoridades Tradicionales y las Lof que siguen ejerciendo nuestros derechos colectivos y espirituales por la reivindicación y defensa de nuestra gente y los territorios.

Justicia por el Weichafe Rafael Nahuel iem, por el Wenuy Santiago Maldonado, por la familia Calfullanca, Matias Catrileo y todas las victimas del Estado cómplice de los intereses económicos y privados.

Libertad al LONKO Facundo Jones Huala y a todos los Presos Politicos.

FUERA Mineras, Hidroelectricas, Forestales y demás emprendimientos que destruyan la vida.

Inkaleyin taiñ Azmongen

Newentunge kom ta LofChe Wallmapu mew.

Weuaiñ! Marichiweu!

Apreciemos qué significa e implica arraigarse en su dignidad de comunidad y pueblo nación mediante:

ESMA: Con toma de rehenes no hay diálogo, es extorsión del gobierno a la WinkulMapu

Publicada el 10 de junio de 2023 por Agencia Para la Libertad

Por Mauricio Nilian y Bárbara Taboada/ APL

Tras 8 meses de sufrir vejaciones de todo tipo, de violar derechos humanos, de sostenerel hostigamiento y la tortura a mujeres, niños y bebes lactantes; de accionar la“caza de mapuche” a los wentru(hombres) y miembros de la lof la cruenta toma de cautivas y niños parece llegar a su fin.

Tras el acuerdo firmado el 1 de junio, “el estado, a través de la secretaria de DD.HH -INAI-se compromete a reconocer al rewe como sitio sagrado para el pueblo mapuche, a fin de que la machi Betiana Colhuan pueda ejercer sus tareas espirituales y medicinales”.

Luego de este acuerdo, Celeste Huenumil  y las lamngen Luciana Jaramillo, Romina Rosas, y la machi BetianaColhuan, junto a sus püñen (hijos), fueron excarceladas.

Es menester exponer que esta excarcelación fue extorsiva.

La violencia no ha cesado; ya que el comando unificado sigue vigente, así como también el hostigamiento judicial a cuatro miembros de la lof, quienes continúan con pedidos de captura y detención.

El control de las fuerzas de seguridad está en auge, el rewe sitiado, la lofWinkulMapu físicamente desmembrada y los amigos del gobierno celebrando su accionar como si todo hubiera sido un gran triunfo.

Como educadores interculturales de puelmapu, sosteniendo autonomía y mirada crítica,  venimos exponiendo desde el primer momento, que no es debido asumir que existe, existió o existirá una “mesa de diálogo” cuando quienes deben dialogar no están presentes; ya que una parte de los integrantes de la comunidad se encuentran  resguardando sus vidas en la clandestinidad, ante un comando de fuerzas unificadas que busca cazarlos como animales, y otra parte, son niños, niñas y mujeres cautivas, que el estado argentino, en nombre del actual gobierno, ha tomando como botín de guerra.

En tal contexto, no cabe la denominación de “diálogo”; ya que lo que existe es una extorsiva toma de rehenes que se emparezca con las prácticas propias de “La pacificación de la Araucanía” o “Campaña del Desierto”.

Rafael Nahuel Yem, Elias Carricoy Garay Yem, reflejan cómo Argentina castiga a quienes se reconocen mapuche y buscan recuperar su identidad autónoma. Con ese castigo sistemático, el estado busca sofocar a todo aquél que no acate sus condiciones.

Día a día el control avanza sobre nuestros cuerpos/territorios asumiéndonos como materia prima, como “zona de sacrificio”. Buscan identificarnos, censarnos, “re-conocernos”, “integrarnos” para que nadie escape del nuevo mundo diseñado para la devastación de lo humano, la hipervigilancia digital y la geolocalización.

Como en 1880, en octubre del 2022, el estado argentino apuntó a hombres y mujeres, amedrentó a madres con bebes en brazos. Las gaseó, las amenazó y las tomó de cautivas.Tres de ellas fueron trasladadas a Buenos Aires e incomunicadas. Las pasearon impunemente de un sitio a otro, hicieron parir a una madre en cautiverio, desmembraron familias, buscaron humillarlas e intimidarlas; y para todo esto, eligieron el mes acorde.

Con muchísima violencia, desgarraron a toda una lof de su legítimo territorio.

Este gobierno que se jacta de defender la democracia, el derecho a la identidad y la diversidad; no se encuentra tan disociado del terrorismo de estado que supone condenar.

Con un severo cuadro de extorsión, donde los afectados no tienen libertad de tránsito, ni si quiera para participar de las “mesas de diálogo”, poco se puede hablar de “igualdad” o “respeto” , condiciones mínimas para un “diálogo” coherente.

Lo que tenemos aquí, es un grupo de mujeres y niños tomados como botín de guerra, para que el Estado ocupante de un territorio ancestral, pueda agredir la autonomía mapuche bajo la tutela de las fuerzas militares y el poder político de derecha e izquierda winka.

——

Abril 2023

Defender la vida es objetivo común de las luchas existentes abajo
a direccionar contra:

Qué Sistema
Con ejecución acelerada e intensificada de la desertificación planetaria y de la maximización expoliadora a los trabajadores y pueblos.

Qué Democracia
Con ejecución acelerada e intensificada del legalizar y legitimar al capitalismo en su criminalidad de lesa naturaleza y por pertenecer a ésta, de lesa humanidad.

Qué Trabajo
Con ejecución acelerada e intensificada del arrasamiento de las condiciones y medios de vida para todos los seres vivientes en el planeta y por tanto, para la humanidad.
 Qué Abya Yala
Con ejecución acelerada e intensificada destrucción de la coevolución en diversidad entre culturas y naturalezas desde los orígenes del poblamiento continental.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema/

SÍNTESIS

Las diversidades de abajo defienden la vida
ante todo,
lo prueban sus luchas por justicias social y socioterritorial, también el éxito del amedrentamiento ante la Covid19.
 

Por respeto a este interés primordial de las distintas subjetividades de Argentina requerimos, abajo a la izquierda, generalizar la revisión crítica de nuestra peronización o domesticación capitalista.

1) Porque debemos asumir el desafío de deconstruir el amplio consenso, contrario a necesidades e intereses populares, implícito en:

-La indiferencia mayoritaria sobre la multiplicación y militarización de las «zonas de sacrificio» en todo el país-continente sólo para la acumulación gran capitalista de poder de dominio, riquezas e ingresos.

-El amedrentamiento de las diversidades de abajo e izquierdas partidarias que provocó el sistema mundo capitalista y sus locales ante la Covid 19.

-La tibieza de la ‘política correcta’ que adoptan las izquierdas electoraleras frente a los extractivismos. Al nombrar a su coordinadora Basta de Falsas Soluciones engañan que los de arriba los desarrollan para atender a los pueblos. Cuando lo cierto es que éstos son las formas capitalistas e imperialistas de enriquecerse sea como sea. Ni siquiera su ecologismo interpela a una creciente mayoría para el viraje de mirada hacia donde real y efectivamente se está exterminando la vida y la salud de la naturaleza que incluyen las humanas.

-Las mesas de diálogo como respuesta a la guerra dispuesta por el gobierno de los Fernández contra una pequeña comunidad Mapuche que recupera una minúscula parte del territorio expropiado, primero por los ingleses en nexo con la oligarquía terrateniente que (el representante paradigmático para Perón y el PJ) el Brigadier General Juan Manuel de Rosas, simboliza paradójicamente soberanía nacional como rutiniza la ‘fecha patria’ del 20 de noviembre.

– La legalización-legitimación de los latifundios (o usurpaciones a los pueblos originales) expropiados desde siglos por el Estado como tierras fiscales y por la oligarquía terrateniente que desde Juan Manuel de Rosas se subordinó a Inglaterra sometiendo el país a la expoliación del imperialismo hegemónico de ese entonces. Hoy la Patagonia está expropiada no sólo por Benetton, Lewis y la oligarquía terrateniente sino también por grupos y familias de distintos países y por la casta política.

– La naturalización de la apropiación mayúscula de la Patagonia por corporaciones imperialistas extractivistas como Benetton, Lewis, las petroleras, las de la IIRSA, las megamineras que desertifican o sea aniquilan la vida y la salud de la naturaleza que no tiene fronteras ni muros burgueses y por tanto, ese exterminio nos amenaza de extinción a todos.

-La rutina en consignas que menosprecian investigar sobre cómo el ajustazo y el creciente e incesante pago de servicios de la deuda externa pública (que nos condenan a expansión y profundización de la pobreza estructural) tienen la función de subsidios directos e indirectos a la comunidad de súper negocios de los capitales y estados imperialistas con los locales en nombre de la Argentina y de su progreso o del cínico slogan gubernamental de “primero está la gente”.

2) Porque nos urge frenar al sistema mundo capitalista y su local en su constante agravamiento de nuestro malvivir y destrucción de la naturaleza :

En reciente informe de la ONU se aclara que es imprescindible «adoptar medidas urgentes a una escala sin precedentes para detener y revertir emergencias actuales y proteger así la salud humana y ambiental. Algunas de las medidas esenciales son reducir la degradación de la tierra, frenar la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire, la tierra y las aguas; mitigar el cambio climático y reducir la quema de combustibles fósiles”. Joyce Msuya, directora ejecutiva de ONU Medio Ambiente, fue tajante: «Estamos causando el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. No habrá mañana para muchas personas, a menos que nos detengamos».

Advirtamos que no señalan al sistema mundo capitalista que está desplegando su criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza. Por eso, precisamos romper con la ONU y toda la otra institucionalidad supranacional del orden imperialista.  

Estamos sumidos en el agravamiento incesante de las emergencias socioeconómica del 99% humano y socioecológica cuya expresión más contundente es la climática. De modo que nos urge poner en práctica «¡Cambiemos el Sistema, no el clima!» del movimiento internacionalista por la justicia climática. Éste nos descubre lo imprescindible de las menospreciadas luchas de comunidades y de autoorganizaciones de vecinos e indígenas en defensa y recuperación de los territorios clasificados (por el bloque dominante) como zonas de sacrificio o a sacrificar. Es crucial generalizar la percepción (conocimiento con su correspondiente toma de partido) de que están defendiendo o recuperando las tramas de la vida y su complejidad: obra de la coevolución de todos los seres vivientes con el planeta desde la era Precámbrica aproximadamente 1.500 millones de años. También resultan de la coevolución entre las culturas de los distintos pueblos planetarios y la Madre Tierra cuya salud incluye a la humana y está siendo arrasada por el sistema mundo capitalista y sus locales.

Desentrampémonos de la grieta y unámonos a los silenciados, demonizados e invisibilizados. Entre ellos están agrupamientos que asumieron el legado de democracia directa de las asambleas entre 2001 y 2002 como puesta en concreto de la imaginación al poder del mayo de 1968 en París. En efecto, desde entonces hasta ahora, desarrollaron sus autonomías, libertad de expresión e iniciativas creativas mirando hacia un futuro, más temprano que tardío, de buenos vivires convivires abajo. Sin embargo, la unión en diversidad abajo y a la izquierda. ¿Cómo establecerla, con quiénes y para qué?

Preparemos la articulación de todas las luchas por la vida y la dignidad de los pueblos e individuos bregando por facilitar que haya:

  • Contextualización del hoy en el sistema mundo capitalista cuya institucionalidad supranacional hegemoniza EE.UU. en el desarrollo imperialista de los europeos y los japoneses. Pero también contextualizar en que el partido comunista de China le libra competencia para dominar la opresión de los pueblos planetarios. Mientras el estado genocida de Israel no sólo extiende sus servicios de seguridad e inteligencia en Nuestra América sino también es apoyado en su apartheid a Palestina hasta por artistas e intelectuales progresistas. Aún más, el gobierno de los Fernández a fines del 2022 delegó ‘democráticamente’ en Mekorot(la generadora del apartheid hídrico de los palestinos) la administración de todas las aguas superficiales y subterráneas de Argentina, ya lo está haciendo en 7 provincias. Politizar así las luchas por justicias social y socioterritorial, será ir al fondo de nuestra situación de país-continente sometido ‘democráticamente’ a acelerado e intensificado empobrecimiento-ruina total.
     
  • Historización del Estado en vigencia y sus políticas públicas para poner fin a la naturalización de la sociedad institucionalizada por Perón y avanzar en la construcción de una real y efectiva democracia o autogobierno de los pueblos naciones de Argentina desde las existentes luchas de las diversidades de abajo y a la izquierda coherente con su esencia común-ista. Historiar es atender a Juan Domingo Perón en su explicación sobre el plan de optimización incesante del extrañamiento de los trabajadores de sus derechos y de su poder de emancipación mediante estructuración del Estado en sus distintas jurisdicciones como organización antisubversiva. Lo hace en su carácter de  integrante gubernamental de la dictadura pro-nazi del GOU el 25 de agosto de 1944 dirigiéndose a la oligarquía terrateniente y a la gran burguesía local e imperialista o al oficializado como poder real.
     
  • Desenmascaramiento de la lideresa y los dirigentes e intelectuales K para generalizar el saber porqué confrontar con el Capital-Estado. Para establecer la expansión horizontal del antagonismo irreconciliable contra: los poderes públicos, el sistema político, las fuerzas armadas, las universidades, los medios de comunicación masiva e iglesias de Argentina, todos al servicio del contubernio entre los imperialismos y los transnacionalizados poderes económicos locales.
     
  • Análisis -y consiguiente toma de posición- respecto a por qué, en Argentina y Chile, se despliega la guerra contra el pueblo nación Mapuche desde los respectivos Estados terroristas que la democracia oculta en su estructura esencial. Sucede que la expansión del monopolio sobre la tierra y de la concentración de la población en ciudades consolida la opresión capitalista e imperialista de la humanidad y de la naturaleza. De ahí que nuestro desafío, abajo y a la izquierda, es construir: la «reforma agraria integral» desde las defensas y recuperaciones de territorios contra el régimen extractivista. Ya que las organizaciones campesinas luchan por la ley de acceso a la tierra mientras las comunidades mapuche que recuperan minúscula parte de sus territorios ancestrales están iniciando e impulsando la «reforma agraria integral» en su carácter actual de anticapitalista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonializadora tanto del saber como del poder. Es decir, se desintitucionalizan o rompen con el bloqueo a la lucha e independencia de clases que instauró Perón en Argentina. Quien también implantó la conciliación con el régimen latifundista que, desde los noventa, se convirtió en extractivista.

En Chile, la Coordinadora Arauco- Malleco señala que no se trata sólo de desalambrar sino de ir creando comunidades cada vez más entretejidas por sentidos colectivos de vida.

Héctor Llaitul, Werken de CAM, dice respecto a la Constituyente en Chile: «No podríamos participar en la institucionalidad opresora. Esa es nuestra posición desde la CAM y desde el movimiento autonomista. Los que han participado de las vías institucionales no han logrado prácticamente ningún derecho fundamental para nuestro pueblo; simplemente son políticas de integración, de subordinación. A nosotros no nos parece que a través de esa vía consigamos mucho. Estamos por la vía del control territorial y la autonomía de facto. De hecho, vamos recuperando metro a metro y desde ahí vamos transformando una realidad que nos golpea a diario a través del latifundio y de las forestales. Nosotros estamos desarrollando un proceso para sentar las bases para la liberación del pueblo-nación mapuche, y eso pasa por una estrategia de resistencia, por un lado, y de reconstrucción, por otro lado».


https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/03/03/nacion-mapuche-entrevista-a-hector-llaitul-werken-de-la-coordinadora-arauco-malleco-sobre-el-pseudo-acuerdo-nacional-de-la-burguesia-y-la-farsa-del-proceso-constituyente/


Considero que la imprescindible unión de los diversos de abajo será resultado del proceso de construcción de su «reforma agraria integral». Ya está andando como contraposición a los diversos extractivismos que concentran y transnacionalizan tanto la economía como el territorio de Argentina o sea instauran la contrarreforma agraria integral. Falta poner fin a la obediencia debida al sistema mundo capitalista y sus locales que consiste en luchar por leyes y presión social sobre los gobiernos de turno al frente de Estados cuyas políticas, tanto en dictadura genocida como en democracia burguesa, han garantizado continuidad-profundización de la expropiación-expoliación oligopólica. Se trata del viraje desde la uniformización o masificación en forma verticalista o antidemocrática hasta la autoorganización horizontal de la democracia directa tendiente a comunitaria.

¿Por qué el gobierno de los Fernández mantuvo presa a la Machi Betiana y destruyó el rewen? Para erradicar la cosmovisión y cultura de simbiosis con la naturaleza de la nación Mapuche Tehuelche que nos guía, abajo y a la izquierda, sobre cómo hacer el viraje desde las política e ideología burguesas hacia las correspondientes a nuestras necesidades y aspiraciones de buenos vivires convivires.

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Marzo 2023

El viraje de la economía centrada en
los recursos naturales a
la del trabajo desalienado
para el cambio de:

Qué Sistema
Con el objetivo de acaparamiento oligopólico de los bienes comunes naturales cuya consecuencia fundamental es la desertificación planetaria en todos los sentidos del concepto.

Qué Democracia
Con el objetivo de legalizar-legitimar a la dictadura del régimen extractivista y al Estado policial militarizado en el Abya Yala.

Qué Trabajo
Con el objetivo de súper explotación tanto de la naturaleza como de los trabajadores y pueblos-naciones de Argentina, al igual que en todo el capitalismo periférico.
 

Qué Abya Yala
Con el objetivo de sustituir el entrelazamiento vital de las diversas naciones-comunidades-geografías por enclaves de megaemprendimientos extractivos.

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema/

SÍNTESIS

El capitalismo hoy representa al 1% de la humanidad. ¿Cómo fue y es posible? Por la alienación de la clase trabajadora.

Observamos que durante la pandemia escaseó la reflexión sobre cómo ésta patentizaba la incompatibilidad del capitalismo con la vida e incluso, todavía peor, el sistema nos ubicó en guerra contra el retrovirus o sea hizo a la involución de nuestra mentalidad hasta el medioevo. Hoy no hay percepción (conocimiento y compromiso correspondiente) sobre la crisis civilizatoria en que estamos sumidos, como humanidad, a causa del progreso capitalista exclusivamente mirando hacia el incesante crecimiento de la acumulación oligopólica de riquezas y poder de dominio. De modo que la mayoría de nosotros abajo persiste en aferrarse como ‘normalidad’a la que engendró el Covid19 y la emergencia climática, además aceptando la vacunación -o inoculación genética- como superación de la amenaza de muerte.

Podemos preguntarnos: ¿Cuándo los trabajadores tomarán conciencia de clase para sí? ¿Cuándo dejarán de creer que necesitan del Capital o/y del Estado burgués? ¿Hasta cuándo no advertirán que los dos últimos dependen de su sometimiento expoliador?

Comencemos nosotros, quienes así nos interrogamos, a averiguar por qué ese desencuentro de los trabajadores con su poder de emancipación del capitalismo.  Situémonos en que el sistema mundo y sus locales van agravando la alienación de los trabajadores por exigirles ultraespecialización, competencia, automatización, etc.; por maximizar la manipulación mediática convirtiéndolos en subjetividades colectivas e individuales convenientes al sistema; y en simultáneo, por esclavizarlos a la subsistencia más elemental, a la bancarización forzosa y a la sociedad de consumo cada vez más inalcanzable para las grandes mayorías del Abya Yala.

Pero el capitalismo está destapando su dictadura con fachada de democracia. Hoy hace ostentación de su representar los objetivos de vida e intereses socioeconómicos del 1 % humano y estar integrado en sistema mundo. Éste progresa expropiando y acaparando, en forma de oligopolios imperialistas, los bienes comunes tanto naturales como sociales o sea las condiciones y medios esenciales a la vida humana. En el Abya Yala, dicha concentración y centralización del Capital se concreta como extractivismos con apariencia de modernidad por las tecnociencias aplicadas. Sin embargo, éstas ponen en evidencia la crisis civilizatoria en que el capitalismo sume a la humanidad. La comprobamos en el menosprecio por la vida e irracionalidad de obtener un gramo de oro demoliendo una tonelada de roca y usando mil litros de agua dulce cuyo porcentaje es un 2,5%  del volumen total de agua planetaria y sólo se puede acceder fácilmente a un 0,3% de esta agua dulce  para uso de los seres humanos, el resto está congelado o son aguas subterráneas. El capitalismo la quita a poblaciones locales casi todas de regiones semiáridas o áridas. La contamina, además de despilfarrarla, como al aire y al suelo. Por tanto, los humanos y no humanos enferman o mueren torturados.

Destapemos que el gobierno de turno en el país así como en cada provincia clasifica a esas pequeñas y medianas comunidades de «zonas de sacrificio» sin repudio mayoritario a esta criminal discriminación. Podemos explicar tamaña incompatibilidad gubernamental con la dignidad humana de todos a quienes debería representar y con la democracia porque ni las izquierdas políticas asumen el carácter no antagónico con la dictadura genocida de la última. De suerte que son estatistas pese a que las políticas de estado desde fines de 1983 prueban que es un Estado garante de convertir a los extractivismos (o ecocidios-genocidios) en extraordinario negocio desde los noventa.

Lo impuso el Partido Justicialista bajo liderazgo de Carlos Menem, quien delegó su representación -legitimada por los votos- en Domingo Cavallo instaurador de la estafa dictatorial del llamado poder real o sea de la oficializada como deuda externa pública.

 

Aún más perversión de la representación política, el presidente Alberto Fernández señala que la cordillera es una inmensa fuente de minerales y después de dos años, su ministro de economía afirma que es una torta a repartir cuando se mercantilice. Concuerdan con el sistema mundo capitalista y sus locales que, en nombre de valorizar la naturaleza, la arrasan. Arrasan la cordillera, la Amazonía, El Impenetrable…Lo último hizo que casi toda la provincia de Chaco sufriera catastróficas inundaciones y sequías profundizando la pobreza estructural y que comunidades indígenas en simbiosis culturales con El Impenetrable, ante su deforestación, se disgregaran y sufrieran tanto el hambre como la gravísima desnutrición infantil.

 

El capitalismo se ha apropiado no sólo del planeta sino sobre todo del trabajo humano de siglos y de su potente poder de transformación en la actualidad. El último es sumamente peligroso y amenaza de extinción a la vida planetaria por perseguir objetivos descontextualizados de la complejidad real y efectiva sobre la que actúa, e irresponsabilizarse por las consecuencias socioecológicas de los mega emprendimientos. Esto no es advertido por los científicos sino por las autoorganizaciones de diversidades de los de abajo en todo el país-continente al resistir los extractivismos rurourbanos y proponer economías alternativas en consonancia con «buenos vivires» abajo, contrapuestos a la cosificación humana de la sociedad de consumo.

 

Ahora bien. las predominantes fuerzas progresistas e izquierdistas de oposición persisten en conducir la protesta social con consignas reivindicativas y fetichizadoras tanto del Estado como del FMI. Se explica en que son ante todo electoraleras o sea concilian con el poder real que lo es gracias a la vigente democracia esencialmente contrainsurgente.

Coinciden con las derechas de ambos bandos de la falsa «grieta» en que se trata de poner fin al empobrecimiento y así no sólo se suman al embaucamiento de los pueblos de Argentina sino sobre todo encubren al incesante enriquecimiento del 1% que lo originan. A diferencia de las derechas convocan al ¡Basta de FMI y de ajuste! como solución a que casi la mitad de la población de Argentina haya sido hundida en la pobreza estructural. No se plantean poner fin al capitalismo que causó las actuales emergencias socioeconómica del 99% y socioecológica cuya prueba más contundente es la climática. En suma, por no tomar partido en que el capitalismo es origen-profundización del creciente empobrecimiento, consolidan la sociedad institucionalizada por Perón que viabilizó y viabiliza la naturalización abajo y a la izquierda de:

  • la acumulación de oligopolios locales e imperialistas sea como sea y que desde este siglo es mediante ecocidios y sus consecuentes genocidios silenciosos;
  • la creciente opresión y represión de la vigente democracia -desde fines de 1983- a los de abajo por usurparles el poder decidir sobre el destino común. Gracias a Cristina-Alberto Fernández la usurpación de la capacidad de autodeterminación de los pueblos de Argentina está reforzada mediante el pacto entre todas las centrales sindicales, las cámaras patronales y el Estado cuya clase política mutó en casta;
  • la conversión de los trabajadores de sujetos hacedores y creadores a adoctrinados en depender del Capital, de ahí que no se propongan salir del intensificado yugo succionador de quienes los desposeen totalmente;
  • la aceptación racista y colonial sobre la inferioridad del Abya Yala respecto a los países imperialistas, que hace al continente objeto de superexplotación tanto de sus pueblos y trabajadores como de su naturaleza.

 

 

De modo que nos urge, abajo a la izquierda, la revisión crítica de nuestra peronización o domesticación capitalista que compartimos con el proletariado mundial cuya subordinación al sistema se debe, esencialmente, a la gravedad de la burocratización derechista e izquierdista. Para caminar hacia la clase para sí o independencia de clase de los trabajadores, reparemos que hubo dos inflexiones históricas de Argentina por ruptura de esa conciliación de los oprimidos con el bloque expoliador y represor:

  1.  El Cordobazo y los otros azo de fines de los sesenta desperonizaron al proletariado que enfrentó a las burocracias sindicales y se posicionó como unión abajo en diversidad para la emancipación social y nacional. En contra de este involucramiento mayoritario en la lucha de clases, Perón: acordó con el gobierno de facto de Alejandro Lanusse la elección de un gobierno constitucional. Recordemos que Juan Domingo Perón no bien aterrizó en Buenos Aires masacró a las izquierdas de su movimiento en Ezeiza y bajo la consigna de «Cámpora al gobierno, Perón al poder» volteó a poco de la asunción al gobierno constitucional de Héctor Cámpora que ganó las elecciones como Frejuli, Frente Justicialista de Liberación o sea, al igual que Menem cautivó la voluntad popular mintiendo sobre sus objetivos de derecha. En efecto, Perón-durante su tercera presidencia- organizó el terrorismo paraestatal de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina) complementado por CNU y otros e implantó la derechización total del Partido Justicialista bajo conducción del gobierno de la impune María Estela Martínez de Perón en subordinación a José López Rega. Constatamos que este gobierno constitucional concretó también terrorismo de estado mediante el Operativo Independencia. Ante su insuficiencia para derrotar a las izquierdas, la comunidad de negocios de los capitales y estados imperialistas -liderados por EE.UU.-con los locales impuso su dictadura militarizada hacia planes de genocidio y de expansión de la miseria.
  2. La rebelión antineoliberal entre diciembre 2001 y mediados del 2002, donde las izquierdas partidarias se sumaron al llamado de elecciones del presidente de facto Eduardo Duhalde que lo hizo ante el fracaso de su terrorismo de estado fusilador de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki, además de malherir a muchos, ejecutado mediante la coordinación de todas las fuerzas del Estado policial militarizado. Es decir, quienes se autoperciben vanguardias del proletariado tranzaron también en ese momento de potencial para transformar la correlación de fuerzas a favor de las diversidades de abajo e hicieron posible el surgimiento de la versión kirchnerista del Partido Justicialista mimetizada con las aspiraciones mayoritarias abajo a la izquierda.

¿Dónde radicaba el potencial anticapitalista? En la autoorganización de los trabajadores marginados o mejor dicho: usurpados totalmente por el sistema que se irguieron afirmándose en «trabajo, dignidad y cambio social» desde un posicionamiento comunitario mirando a constituir la unión de las diversidades de abajo. «Piquetes y cacerolas, la lucha es una sola» se cantó en nuestras movilizaciones de ese período.

Recuperar ambas inflexiones históricas nos indica situarnos en el hoy y preguntarnos si podemos seguir naturalizando que:

a) Nuestra vida y lucha sólo pueda aspirar a un poder adquisitivo que nos permita satisfacer necesidades e intereses familiares cuando el ajustazo se intensifica día a día así como la inflación.

b) Las organizaciones sindicales y los partidos de izquierda marxista sólo se deben dedicar a lo definido en el anterior interrogante.

c) Las organizaciones socioterritoriales sólo se pueden solidarizar con la huelga de trabajadores petroleros y por ende, contradecirse en sus fines.

d) El carácter abstracto y desactualizado de la contradicción del Trabajo con el Capital frente a la  subordinación total del primero al segundo o a su superlativa alienación, patente en que trabajadores desertifiquen el planeta, como demuestra la actual emergencia climática.

e) La condición de trabajador y la política e ideología marxista leninista como garantes de sentidos emancipatorios de los gobiernos cuando comprobamos el presente e historia de Lula y los del partido comunista de China demostrando la degradación a la cual llegaron ambos por institucionalizarse en el capitalismo.

e) Los trabajadores con mayor poder adquisitivo sean los que industrializan (de modo muy subordinada a la concretada en el capitalismo central) los extractivismos o ecocidios-genocidios y que sus aumentos resulten inflación por cómo el sistema mundo perfeccionó la expoliación gran capitalista.

En fin, alertémonos que tanto la dictadura militarizada del contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales como su democracia desde fines de 1983 hasta hoy -sin interrupción alguna- nos acostumbraron e inculcaron, a los diversos de abajo, conformismo o conciliación con su poder oficializado como real. Alertémonos, en especial, que las izquierdas partidarias y sociales converjan en afianzar el statu quo o fachada ocultadora de la constante profundización y expansión del enriquecimiento de una minúscula minoría mediante avance veloz de la desposesión total o pobreza estructural tanto de los pueblos de Argentina como del país.

Descubramos que las izquierdas están estancadas en luchas callejeras -con incremento de ineficacia como demostró recientemente Francia- de hacer cumplir reivindicaciones de las variadas facetas de la justicia social y de la justicia socioecológica mediante organización de la unión sectorial o multisectorial para presionar al gobierno-estado en sus distintas jurisdicciones. Es decir, que las izquierdas respetan la institucionalidad implantada por Perón para bloquear la lucha de clases e independencia de clase en especial de los trabajadores, con lo cual son cómplices de la desertificación capitalista cuyo progreso raudo amenaza de extinción a la vida planetaria. En efecto, ante todo son electoraleras pese a décadas de comprobación de la continuidad y profundización en el perfeccionamiento expropiador gran capitalista e imperialista del trabajo social así como de los bienes comunes tanto sociales como naturales durante los sucesivos gobiernos constitucionales desde fines de 1983.

Emanciparnos del sistema que nos oprime y reprime nos desafía a rechazar esa politiquería de las derechas e izquierdas electoraleras. Nos interpela, abajo y a la izquierda, a entrelazarnos con las organizaciones piqueteras que se han mantenido independientes del Estado gracias a comunalizarse-territorializarse como hicieron los pueblos originarios en su resistencia de siglos al capitalismo. Y también se comunalizan y territorializan las autoorganizaciones de vecinos que en todo el país no sólo resisten los ecocidios-genocidios o extractivismos sino sobre todo se esmeran en ir creando relaciones sociales e interpersonales mediante constitución de asambleas como democracias directas mirando hacia la puesta en práctica de asambleas comunitarias. De modo que avanzan construyendo comunidades que recuperan los bienes comunes y establecen simbiosis culturales con sus territorios sin las fronteras ni los muros ni el régimen de propiedad del capitalismo.

Emanciparemos nuestro Trabajo del Capital asumiendo su carácter comunitario en la antropogénesis y durante siglos de las tribus indígenas. Es decir, multiplicando los existentes involucramientos de diversidades de abajo en propulsar otras economías ecológicas en antagonismo irreconciliable con la del gran capital local e imperialista. Y en simultáneo reparando que hoy la contradicción prioritaria con el capitalismo nos exige defender y recuperar todos los territorios de la vida planetaria como lo están haciendo comunidades de la nación Mapuche y la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC). Pero también implica el descubrimiento del denominador común de todas las luchas por las distintas facetas de la justicia social con las que se dan contra el avasallamiento total y totalitario de los derechos tanto de los pueblos como de la naturaleza mediante el régimen extractivista o el modo capitalista de producción y consumo en el Abya Yala. Todas se comprometen con privilegiar la vida y la dignidad humana de los pueblos e individuos que están incluidas en las planetarias.

En fin, a las inflexiones históricas mencionadas anteriormente, se suma la de la pandemia y de la emergencia climática que interpela a la humanidad a solidarizarse con los pueblos originarios y aprender de ellos como sentipensarse parte de la naturaleza en vez de desertificarla o aniquilar su vida y su salud que incluye las humanas. Así como las recuperaciones de territorios por comunidades Mapuche Tehuelche son ejemplos a seguir por afirmarse en su dignidad humana de autonomía territorial (cultura, espiritualidad y trabajo hacia la simbiosis con su ecosistema) en contra de los extractivismos exterminadores de la vida y la habitabilidad planetarias. En Jujuy, el Tercer Malón de la Paz prueba que es posible despertar la toma de partido multisectorial y del país-continente en favor de las defensas de territorios por los pueblos naciones originarias y en contra de la megaminería del litio.

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Febrero 2023

El antagonismo irreconciliable con el Estado es clave para emanciparnos de:

Qué Sistema
Capitalista Mundial y sus locales en expansión de su criminalidad de lesa naturaleza y de lesa humanidad al mirar por la acumulación de oligopolios mediante crecientes expropiación y explotación tanto de los trabajadores y pueblos como de la naturaleza.

Qué Democracia
Capitalista Mundial sosteniendo a las locales latinoamericanas en el enmascaramiento legal-legitimador de la dictadura extractivista o del privilegio de mercantilizar todo a beneficio exclusivo y excluyente de los oligopolios.

Qué Trabajo
Capitalista Mundial mirando sólo por el ilimitado crecimiento oligopólico local e imperialista y en consecuencia contra la vida-salud del 99% humano.
 

Qué Abya Yala
Capitalista Mundial en contra de sus biodiversas ecorregiones y sus pueblos-naciones en simbiosis culturales con las respectivas geografías.

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SÍNTESIS

Las defensas y recuperaciones de territorios encaminan a liberar el Trabajo
del Capital y su Estado

Si interpretamos que el origen histórico del Trabajo se da como productor y producto de transformaciones de la naturaleza en acuerdo a necesidades e intereses comunitarios, entonces es clave recuperarlo para erradicar su actualidad de ejecutor de las emergencias socioeconómica del 99% humano y socioecológica cuya manifestación más contundente es la climática. Y si atendemos a los siglos de resistencia de las naciones indígenas al avasallamiento de sus derechos, descubrimos que fueron posibles por sus respectivas autoorganizaciones en comunidades económico territoriales.

De ahí que la autoorganización de los vecinos en asambleas o de pueblos originarios en comunidades para resistir el saqueo y el envenenamiento territorial encamina la emancipación de nuestro Trabajo de estar al servicio del Capital.

Enfrenta la desterritorialización del acaparamiento de tierras por los mega emprendimientos extractivos o sea para la megaminería, el fracking, las hidroeléctricas, las agroindustrias o los negocios inmobiliarios. Todos ellos menosprecian e invaden los «territorios» existentes; es decir, desprecian la comunidad de cada uno con sus culturas, economías e historias en común y a los subsistemas terráqueos en nexo indisoluble con la biosfera.

Esa autoorganización en defensa de la vida y la salud de la naturaleza que incluyen las humanas, nombra “bienes comunes” naturales o sea los desprivatiza y por tanto los desmercantiliza. Consigue alcanzar ese concepto fundamental para desalambrar a todas las condiciones de vida y dignidad humana al haber elaborado sus experiencias de lucha de larga data. Se contrapone al sistema opresor que los señala “recursos naturales” para mercantilizarlos a fin de su insaciable enriquecimiento a partir de privatizarlos a la vez que privilegiar su valor de cambio por sobre su valor de uso. Aún más, el capitalismo clasifica “zonas de sacrificio” donde planifica y/o lleva a cabo el saqueo a gran escala de “recursos naturales”.

Observamos que los poderes dominantes justifican su desertificación en todos los sentidos del concepto, valiéndose del lenguaje eufemístico. En efecto, “recursos naturales” oculta:

-Por un lado, que los distintos elementos de la naturaleza la mantienen como totalidad funcional-evolutiva mediante constantes interrelaciones e interacciones. Esto explica la devastación que generan los extractivismos.

-Por otro lado, que los poderes dominantes privilegian el valor de cambio en vez del valor de uso que atiende a necesidades e intereses populares.

Mediante la designación de “zonas de sacrificio” mienten que la contaminación ambiental es inherente al progreso industrial encubriendo así su criminalidad e irresponsabilidad de expoliar no sólo a los trabajadores sino además a la naturaleza mediante: la obtención de lucro exento de pagar consecuencias de su producción al designarlas “externalidades”; la “obsolescencia programada” que envenena por depósito de basura, no reciclaje y permanente extracción minera-energética; y la gran escala. Esta última ataca a los ciclos, flujos y biodiversidades de la Naturaleza siendo causa fundamental de la emergencia climática. La disfrazan de modernidad ninguneando el trabajo de siglos de los pueblos originarios que crearon selvas y bosques nativos en simbiosis culturales con los ecosistemas a los cuales pertenecen. Aún más, el sistema mundo capitalista los arrasa y pretende seguir en ecocidios, genocidios, etnocidios, epistemicidios…sin importarles que están conduciendo hacia la extinción completa de la vida planetaria.

En el libro “Salud, ecologías y emancipación” de Marcelo Firpo Porto, Diego Ferreira Da Rocha y Marina Tarnowski Fasanello (Editorial Abya Yala, 2022), los autores destacan a los «conflictos ambientales» que prefiero calificar de «socioterritoriales» pues la ONU orientando al despertar ecológico de la humanidad a principios de los setenta fija el 5 de junio como día mundial del medio ambiente y lo define:” El medio ambiente es el conjunto de componentes físicos, químicos, biológicos y sociales capaces de causar efectos directos o indirectos, en un plazo corto o largo, sobre los seres vivos y las actividades humanas”. (Definición de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente en Estocolmo 1972). Es decir, niega a la Naturaleza en su estructura, funcionamiento e historia evolutiva de sistema complejo que incluye a la vida/salud humana y, por tanto, al sistema mundo capitalista.

Veamos qué destapan los conflictos socioterritoriales o disputas de territorios a los poderes establecidos durante el despliegue del neoliberalismo desde el gobierno Perón-Perón a principios de los setenta hasta hoy sin interrupción alguna. A diferencia del ¡Basta, ya! a fines del 2001 esos conflictos lo fundamentan y señalan porqué debemos emancipar el (o nuestro) Trabajo del Capital y su Estado. En efecto, haciendo síntesis libre del libro, no hay:

-Desarrollo social y progreso científico tecnológico si “crecientemente impulsa violaciones de los derechos humanos, culturales y territoriales de pueblos, comunidades o grupos sociales políticamente marginalizados en países cuyas economías dependen del capitalismo financiero neoliberal…”

-Diálogos o negociaciones con el Estado del Capital si empresarios y tecnocracia estatal privilegian en exclusivo la acumulación oligopólica de riquezas y poder de dominio sin importar estar desertificando el país-continente en todos los sentidos del concepto. E imponiendo con fuerzas y estrategias militarizadas a esas vastas ocupaciones económicas territoriales de enclaves.

-Salud si se aniquila la de la naturaleza y la colectiva soslaya al racismo ambiental que justifica la exclusión social de los desposeídos de todo por el sistema, las “zonas de sacrificio” y la precarización creciente de la vida social e individual de mayorías.

-Justicia social sin poner fin a, como advierten los autores del libro citado, “la actual fase financiera del capitalismo que radicalizó la inversión destructiva y deshumanizadora de la modernidad al hacer que los seres humanos se volvieran cosas y las mercancías, dinero y el capital en sujetos sociales que deciden sobre la vida y la muerte de todos nosotros, con algunas corporaciones y elites billonarias asumiendo las riendas de varios procesos políticos, económicos y mediáticos en escala nacional, regional o global”. También es prioritario apreciar saberes y dignidades de quienes están siendo desterritorializados por los extractivismos que, a la vez, reterritorializan a favor de su eficiencia exportadora. “En el caso de las poblaciones desterritorializadas, se trata de un doble proceso de exclusión y pérdida de dignidad: primero, cuando son desalojadas arbitrariamente de los territorios donde vivían y comulgaban con una forma específica de pertenencia; segundo, cuando llegan a un lugar donde también son despreciadas por la inexistencia de políticas de vivienda, saneamiento, educación y trabajo que podrían incluirlas como ciudadanos”.

-Justicia cognitiva si no se superan las «líneas abisales globales» “que constituyen fronteras psicosociales, culturales y cognitivas que históricamente invisibilizaron y excluyeron formas no-occidentales de pensar, sentir, producir y relacionarse”.

Hacia la justicia cognitiva, en «Ecología de Saberes», Boaventura de Sousa Santos plantea (en acuerdo con el libro cuya síntesis hago) “el diálogo entre las distintas formas de saber existentes en el mundo y que pueden contribuir para el enfrentamiento de las diversas crisis que hoy asolan pueblos y comunidades. La ecología de saberes presupone, más que un diálogo interdisciplinar, el diálogo y la traducción intercultural para que haya un proceso vivo y transformador entre diferentes conocimientos y experiencias con potencial emancipador, sean los producidos por la ciencia, sean los producidos en el Sur Global, como los relacionados a las cosmovisiones y culturas de pueblos y comunidades tradicionales”.

“Ese diálogo se basa en el reconocimiento tanto de las potencialidades como de las limitaciones existentes en las incontables formas de pensar y sentir presentes en la humanidad, así como en la búsqueda por la comprensión mutua para la construcción de procesos emancipadores en dirección a las sociedades posabisales, poscapitalistas y poscoloniales…”. Hacia este objetivo, desde hace años, propongo constituir un Frente Cultural Político.

En la página Propósitos de mi portal hago la siguiente introducción:

(…)Nuestro confraternizar hoy arraiga y nutre en que nos reconozcamos compartiendo los derechos humanos y los de la Naturaleza. Estos últimos son las condiciones esenciales a la vida en el planeta que resultan de la coevolución, durante eras geológicas, entre los cuatros subsistemas del planeta Tierra.

El modo capitalista de producción y mercantilización los avasalla a ambos por completo sumiendo a la humanidad en crisis civilizatoria que el Covid19 en interacción con la optimización del neoliberalismo llevó a una situación límite. Provocó agravamiento de las emergencias socioeconómicas del 99% humano y la socioecológica cuya expresión más contundente es la climática.

Estamos los de abajo, a la izquierda, ante una inflexión histórica que nos interpela a cambios radicales en nuestras relaciones de convivencia social y con la naturaleza.

Urge que una creciente mayoría de los oprimidos por el sistema mundo capitalista y su local, rompa con la conciliación de clases implícita en aceptar el poder de quienes han expropiado y usurpan los bienes comunes sociales y naturales. Se trata ante todo de generalizar la puesta en cuestión del régimen latifundista y destaparlo como fundamental para la violencia de despojo-exclusión social del Estado y del Capital al disponer de propiedades sobre vastas extensiones de tierras. De ahí lo prioritario para la afirmación de la vida-salud planetaria de construir la unión de todas las existentes luchas por justicia social con las socioterritoriales en torno de la deliberación y decisión de asumir la «reforma agraria integral» hoy anticapitalista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonial tanto del saber como del poder.

Nuestro desafío urgente de contribuir a decolonizar el saber mayoritario significa la revisión crítica de las formas tradicionales de concepción y producción del conocimiento impuestas por el sistema opresor y represor. En base a esta exigencia previa al compromiso con la «reforma agraria integral», ante todo anticapitalista, es que planteo constituir un frente cultural político desde una creciente incorporación a la unión en diversidad de las luchas existentes en todo el país-continente. Es apreciar la cosecha cognoscitiva y reflexiva de las autoorganizaciones vecinales, científicas e indígenas en sus confrontaciones con el Estado y el Capital.(…)

Diciembre 2022

La lucha  está en comunalizarnos y

territorializarnos hacia…

Qué Sistema
De expansión-ahondamiento (sin fronteras ni muros burgueses) en el comunalizarse-territorializarse de los pueblos en contra de la criminalidad capitalista de lesa naturaleza y de lesa humanidad.

Qué Democracia
De poder convivencial por fundarse en el protagonismo popular de comunalizar su vida y quehacer sociales al ejercer el despliegue horizontal del antagonismo irreconciliable con el capitalismo.

Qué Trabajo
De construcción de simbiosis culturales con ecosistemas locales al comunalizarse y territorializarse o sea entablar interrelaciones sociales de reciprocidad y transformar el lugar geográfico cuidándolo e investigándolo.


 

Qué Abya Yala
De recuperación por sus comunidades y naciones de las simbiosis de culturas con la naturaleza cuyas creaciones implicó siglos de trabajo humano comunitario y constructor de equilibrios ecológicos según las latitudes geográficas.

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SÍNTESIS

POR QUÉ ANTAGONISMO IRRECONCILIABLE CON EL ESTADO Y EL CAPITAL

Ni la pandemia ni la emergencia climática nos interpelaron e interpelan para recapacitar sobre el progreso del sistema mundo capitalista y sus locales. Que está exterminando la vida y la salud planetarias sólo para la voracidad insaciable de la acumulación oligopólica de riquezas y poder de dominio.

Destaquemos, también, que la apropiación o propiedad privada del gran capital se basa en la extrema violencia implícita en: sobreexplotar tanto a la naturaleza como a los trabajadores y los pueblos; y expropiar los bienes comunes (sociales y naturales) quitándolos a una creciente mayoría que sufre el consecuente cercenamiento de posibilidades de desarrollar su vida y su dignidad humana.

 

Sepamos que, al revés del inculcado sentido común de menoscabo de las luchas socioambientales, la justicia ambiental actualiza la justicia social y la sanitaria al hacerse cargo sobre cómo el capitalismo acapara territorios, los devasta al mismo tiempo que somete a sus comunidades a desaparición forzada, enfermedades y miseria. Y este avance del malvivir sólo podemos comenzar a frenarlo si ponemos fin a nuestra complicidad. Se trata de superar nuestra conciliación con nuestros opresores mediante revisión crítica, por ejemplo, de cuáles fueron las consecuencias de las elecciones desde hace medio siglo. E interrogarnos si no es hora de cuestionar a quienes se postulan como nuestros redentores desde las izquierdas hasta las derechas y además, a sus justificaciones atribuyéndonos incapacidad colectiva de hacernos cargo de emanciparnos.

Reparemos qué han hecho los gobiernos progresistas y cómo agravaron las consecuencias de proseguir en el capitalismo que refuerza nuestro subdesarrollo o profundización del crecimiento nuestro en ruinas, empobrecimientos, hambres de distintos tipos.

Todos los gobiernos progresistas se identificaron y están identificados con el capitalismo. En el Abya Yala, nos forzaron a la  promoción de, y a subsidios de modo directo e indirecto a, la expansión extractivista o desertificante en todos los sentidos del concepto. No es cierto que su comportamiento sea producto de no tener la indispensable correlación de fuerzas pues surgen de rebeliones populares antineoliberales que ellos aplastaron, fragmentaron y cooptaron.

¿Qué significa confrontar con el Estado y el Capital? Hacer lo contrario a lo prescripto, programado e impuesto por el capitalismo. Recuperar los tejidos sociales y concretarlo desde la autodeterminación de los pueblos, de comunidades y naciones con origen en sus luchas por arraigar y desarrollar las justicias social, sanitaria, ambiental y cognitiva como explica el libro brasileño Salud, ecologías y emancipación publicado por editorial Abya-Yala.

A diferencia de ambos Movimientos Nacional Campesino Indígena (MNCI), los diversos de abajo a la izquierda necesitan rumbear hacia que:

  • La «reforma agraria integral» resulta por la unión plurinacional de las defensas y recuperaciones de territorios contra el avasallamiento capitalista de los derechos tanto de la naturaleza como de los pueblos e individuos.
     

  • La «soberanía alimentaria» es otra sociedad fruto de liberar al Trabajo del Capital y recuperar las tierras (mediante la erradicación del régimen extractivista con base en el latifundista) que consiste en reconstruirlas como territorios mediante comunidades empoderadas de entablar armonías internas y entre ellas con la naturaleza tanto de sus respectivos ecosistemas como del conjunto.

Leonardo Rossi en «Prohibido re-habitar la Tierra» nos advierte:

En un mundo en colapso quienes re-habitan la tierra con profunda dimensión de lo que es un territorio marcan horizontes de salida a esta crisis civilizatoria. No sin dificultades, abren caminos de otras formas de organización política, perspectivas de uso de la tierra y bienes comunes, y debieran ser dimensionados como tal: cultivos políticos para las transiciones. Para el binomio Estado-Mercado, son un problema, cuando no un ‘enemigo’. La lucha en defensa de los territorios se cobra vidas en Argentina 2021: discursos de odio, silencios cómplices, especulación y poroteo de aliados legislativos, apoyo tácito al capital extractivo. Para sus planes, habitar la Tierra en el verdadero sentido humano -que viene de humus- está prohibido. El asesinato del comunero Elías Garay en Cuesta del Ternero tiene demasiadas implicancias para estos tiempos aciagos.

Es hora de recuperar, abajo y a la izquierda, la solidaridad con las organizaciones piqueteras que se han mantenido independientes del Estado gracias a comunalizarse-territorializarse como hicieron los pueblos originarios en su resistencia de siglos al capitalismo.

El tema de junio 2022 de mi portal desarrolla por qué la consigna piquetera de “trabajo, dignidad y cambio social” guía la unión entre los de abajo hacia: – ¿Qué sistema? De liberación del trabajo, la dignidad y la lucha de las diversidades de abajo por el cambio social. – ¿Qué democracia? De liberación del parasitismo mortal de burocracias y Estado policial militar para recuperar tierras y los otros bienes comunes. – ¿Qué trabajo? De afirmación en los sentidos verdaderos del trabajo, de la dignidad humana y del cambio social. – ¿Qué Abya Yala? De descolonizar el saber y el poder de la humanidad por aprecio de: trabajo, dignidad y potencial para el cambio social de sus naciones indígenas.

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Noviembre 2022

 El freno a la planificada y acelerada desertificación del país-continente exige confrontar con…

Qué Sistema
De oligopolios con burocracias locales e internacionales mirando por maximizar expropiación, expoliación y mercantilización de todo lo existente en el planeta.

Qué Democracia
De la comunidad de negocios lícitos e ilícitos entre capitales y estados imperialistas con los locales.

 Qué Trabajo
De sus expropiadores para usarlo hacia el acaparamiento oligopólico de riquezas e ingresos mediante proletarización hasta de las profesiones universitarias, despojo-acaparamiento de tierras, exclusión social, expoliación laboral y total mercantilización de la naturaleza.

Qué Abya Yala
De arrasamiento de las simbiosis de culturas con la naturaleza cuya creación implicó siglos de trabajo humano comunitario y constructor de equilibrios ecológicos según latitudes geográficas.

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SÍNTESIS

  La unión de las diversidades de abajo contra
la vigente desertificación está en disputa

Estamos, como humanidad y Abya Yala, sumidos en  emergencias socioeconómica de una creciente mayoría y socioecológica cuya expresión más rotunda es la climática. De modo que nuestra salud como poblaciones, familias e individuos se halla severamente afectada. La pandemia lo ha demostrado pero no la hemos asumido como inflexión histórica del país, continente y mundo. Al extremo que involucionamos aceptando que el sistema nos infundiera miedos medioevales ante la Covid19 y nos confinara mientras proseguía devastando mediante los extractivismos o ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos y silenciados e invisibilizados.

En la actualidad el gobierno de los Fernández acelera e intensifica la desertificación en todos los sentidos del concepto. La puede llevar adelante: -sobre la base de la Constitución de 1994 cuyo federalismo instaura que los oligopolios extractivistas negocien su ocupación económica territorial con provincias y municipios; mediante la unidad de oficialismo con la oposición de derecha para continuar la profundización de las políticas estatales de saqueo y envenenamiento; y  – gracias al Pacto de Paz Social que, antes de hacerse cargo del poder ejecutivo, los Fernández establecieron con la firma de todas las centrales sindicales para bloquear el poder de los trabajadores de poner fin a los ajustazos e hiperinflación en constante crecimiento. Sin embargo, todavía hoy rige esta conciliación de los oprimidos y expropiados con sus usurpadores.

Tamaña contradicción nos desafía, abajo y a la izquierda, a desobedecer la legalidad-legitimidad de la gran burguesía para no entramparnos en su democracia encubridora sobre la continuidad de la dictadura capitalista e imperialista desde fines del año 1983. Reflexionemos que, sin anoticiarse del falso Estado de derecho en vigencia cada vez más, la Campaña Plurinacional en Defensa del Agua para la Vida “remarca el derecho humano al agua, denuncia el extractivismo y propone la democratización del acceso a los bienes comunes”. Es decir, da la espalda al presente e historia del Estado cuidando por garantizar la acumulación gran capitalista a expensas del incesante despojo-arrasamiento de las condiciones para la vida tanto del país como de sus pueblos e individuos. Desconoce que la actual democracia resultante de imponer la derrota durante 40 años, mediante genocidio y manipulación de la opinión pública, a los trabajadores e izquierdas es la de la comunidad de negocios lícitos e ilícitos entre capitales y estados imperialistas con los locales.

En acuerdo con su negativa a asumir la realidad tal cual es, la Campaña Plurinacional en Defensa del Agua para la Vida fomenta la aceptación de la justificación gubernamental de requerir divisas y así convence abajo que se trata de suspender el pago de servicios de la deuda externa pública para eliminar los extractivismos. Es decir, menosprecia la centralidad e imprescindibilidad de estos últimos para el crecimiento económico del contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales. Tampoco se posiciona articulando con las luchas por justicia social ante el incesante avance capitalista o extractivista profundizando la desigualdad social y la pobreza estructural que, a la vez, conlleva al perfeccionamiento incesante del Estado policial militarizado.

Otra faceta de su desviar las luchas socioterritoriales de confrontar con el Capital y su Estado, consiste en desentenderse de comprobar la tendencia principal del sistema mundo capitalista hacia la concentración-centralización del poder de dominio global sobre el 2,5% del agua dulce planetaria pero sólo se puede acceder fácilmente a un 0,3% ya que el resto está congelado y como aguas subterráneas.. Es que su visión estatista o nac&pop le impide reconocer prioritario el desafío de la unión en diversidad para frenar los criminales acaparamientos oligopólicos que los Estados locales (nacional en nexo indisoluble con los provinciales y municipales de ambos bandos de la ‘grieta’) gestionan para la viabilidad, por ejemplo, de:

Una empresa estatal israelí en la Argentina

El agua, el nuevo botín

9 de noviembre de 2022

Por Susana Lara /El Cohete a la Luna

La empresa estatal israelí que secó el río Jordán —aquel en cuyas aguas fue bautizado Jesús y ungido Mesías por el cristianismo— se afianza en la Argentina para el proceso de creación de un mercado del agua de consumo humano, productivo e industrial.

A diez años del proyecto frustrado en la provincia de Buenos Aires, Mekorot Israel National Water Co firmó un acuerdo con el Gobierno nacional que le permite iniciar negocios para la gestión integral de los recursos hídricos de cinco provincias, en tanto que mantiene avanzadas conversaciones al menos con dos municipios sobre la costa del río Paraná. La misma empresa realiza inversiones en infraestructura de agua y salubridad por otro memorándum de entendimiento firmado el año pasado, los que se articulan estratégicamente.

“Uno de los objetivos principales de la política hídrica en Israel fue que la gestión del recurso esté centralizada en pocas instituciones con una clara delimitación de las facultades y responsabilidades de cada una”, según el análisis de Evangelina Dardati, economista chilena. Mekorot es uno de los cinco puntales de ese modelo.

La empresa firmó un acuerdo para la gestión integral de los recursos hídricos superficiales y subterráneos con el Consejo Federal de Inversiones (CFI), quien a su vez lo hizo con los gobiernos de las provincias de San Juan, Mendoza, Catamarca, La Rioja y Río Negro. Las declaraciones oficiales de funcionarios públicos y de los directivos de la empresa permiten interpretar los alcances del acuerdo de negocios plasmados en los respectivos convenios particulares. Arancelamiento de todos los servicios de aguas, modificación de las leyes provinciales y de sus organismos de aplicación, reordenamiento total de los usos y destinos de la infraestructura existente, creación de valores económicos y financieros para establecer un costo del agua en la Argentina, nacionalización y centralización de algunos sectores del mercado, entre otros objetivos de esta gran reforma que pretende completar y perfeccionar la de los ’90. (…)

En suma, la Campaña Plurinacional en Defensa del Agua para la Vida desestima la legalizada y legitimada violencia de Estado conque el sistema mundo capitalista y su local expropian los bienes comunes expandiendo, por tanto, el avasallamiento total de los derechos de los pueblos e individuos.

Tampoco la Campaña Plurinacional en Defensa del Agua para la Vida repara sobre el ciclo del agua en la naturaleza y por tanto, de su existencia debida a interrelaciones e interacciones con las biodiversidades formando la heterogeneidad de ecosistemas y ecorregiones.

El agua tan imprescindible para la estructura y el funcionamiento tanto de los seres vivientes como de la naturaleza no sólo está siendo envenenada completamente por el capitalismo sino también la vuelve escasa e incluso la agota por consumo de gigantescos volúmenes en los extractivismos y por modificación radical de las cuencas hidrográficas.

A diferencia de la Campaña debemos analizar la naturaleza en su complejidad, heterogeneidad y no circunscribirnos a un bien común (abstraído de la naturaleza) por más esencial a la vida que sea. Como probó la gran bajante del Paraná, es fundamental que valoremos que el ciclo real y efectivo del agua requiere de la Amazonía, El Impenetrable y otras riquísimas biodiversidades, por ejemplo, los humedales. El modo capitalista de producción y mercantilización, sobre la base del régimen latifundista, está aniquilando esos equilibrios ecológicos. Rupturas patentizadas en la emergencia climática y en la pandemia. Urge que tengamos en cuenta, además, que todas las selvas y bosques nativos son frutos del trabajo de siglos de pueblos originarios. La Amazonía tan esencial a la vida de todo el planeta está siendo devastada por el capitalismo que está en guerra contra la vida de sus creadores: los pueblos amazónicos. En todo el Abya Yala y por consiguiente en la Argentina entera, el sistema mundo y sus locales están destruyendo la naturaleza para suplantarla por ambientes artificiales y por tierras arrasadas.

Otras son las construcciones e ideas comunes de la Unión de Asambleas de Comunidades por la vida contra el saqueo y la contaminación ambiental. La UAC las fue elaborando desde el año 2006 por nutrirse de sus asambleas arraigadas en sus territorios. Desde ese entonces, se reconocieron parte de las respectivas comunidades en simbiosis cultural con la naturaleza de su lugar geográfico. La defensa de éste por cada asamblea uaquera, como previó Arturo Escobar al definir la ecología política de la diferencia, se realizó y realiza desde la perspectiva económica ecológica y la singularidad cultural mirando a la autogestión del territorio como totalidad heterogénea e interrelacionada vitalmente con su particular bioma de la biosfera. Lo adopta como fuente de cultura e identidad, ambas en creación permanente mediante su resistencia local al régimen extractivista y transnacionalizador del país-continente.

«Las historias locales tienen potencial epistémico», señala Arturo Escobar, y han sido invisibilizadas por el sistema capitalista e imperialista. El antropólogo colombiano destaca la relevancia para la emancipación del capitalismo e imperialismos: «la articulación del conocimiento y la resistencia establecida por los propios movimientos sociales; la identificación del conocimiento como una herramienta de lucha; el hecho de que los activistas más que antes incluyan en la investigación sus propias experiencias; a menudo haciendo crítica de las teorías académicas y por supuesto vinculándolas con las situaciones a mano; la relación entre la producción del conocimiento activista y las genealogías del pensamiento crítico; y el reto que todo lo dicho plantea para los entendimientos convencionales y las instituciones de la producción de conocimiento».

Por consiguiente, la UAC posibilitó no sólo dar fortaleza a las resistencias locales que frenan a los extractivismos sino también poner en diálogo los saberes e ideas de las distintas asambleas que creó nuevos avances en su afirmación anticapitalista y decolonial tanto del poder como del saber.

Por otra parte, las diversas asambleas uaqueras comparten la decisión de constituirse como democracias directas. En efecto, construyen su horizontalidad y su autonomía del Estado; también de los partidos políticos, organizaciones sindicales y ONGs que han demostrado conservarse adaptados al capitalismo de suerte que mantienen relaciones jerárquicas, liderazgos autoritarios y censura a la deliberación-decisión de quienes se los destina a ser nada más que subordinados.

En simultáneo a su más de una década de historia de resistencias inclaudicables a las distintas formas del régimen extractivista, las asambleas uaqueras estuvieron encaminando sus re-existencias hacia otra sociedad y otro país-continente fundados en la autodeterminación de sus pueblos y naciones. Sin embargo, no todas pusieron en práctica el entretejerse peculiar tanto a las territorialidades como a las comunalidades para ir abriendo senda a la creación por cada comunidad o pueblo nación de sus «buenos vivires».

La pandemia (a causa de la industrialización agropecuaria a gran escala y de la globalización económica) agravó la crisis civilizatoria en que el capitalismo sume a la humanidad desde principios de siglo. Pero el sistema logró modelar consenso en culpabilizar al retrovirus y en someterse a la inoculación masiva de medicamentos experimentales en transgénesis humana y en inmunidad de brevísimo plazo e intoxicadora a diferencia de la vacunación tradicional.

Significó que los Estados entregasen a los oligopolios farmacéuticos no sólo multimillonarios fondos públicos sino también las vidas de todas las generaciones existentes en sus países. Aún más, instauraron confinamiento reforzado por Estado policial militarizado y amedrentamiento hasta el extremo de acentuar el individualismo conveniente al capitalismo que jaqueó el entramado de relaciones sociales de la cotidianidad, la amistad y la familia.

Desde fines de 2019 hasta noviembre 2022 no hubo UAC presencial. Hubo muchos contratiempos para que se concretara ésta e incluso una división a partir de quienes decidieron no asistir por evaluar innecesaria la revisión autocrítica de la UAC al no ver su crisis ni la civilizatoria de la humanidad y estar conformes con que la UAC siguiese como simples encuentros. Pero quienes sí participamos, fuimos entusiasmados y agradecidos a la Asamblea de Chilecito por permitirnos reunirnos superando el anuncio a último momento de la Asamblea de Misiones de su imposibilidad de organizarla.

Constituimos la 34 UAC para, de modo presencial, deliberar y decidir cómo darle permanencia a la UAC ante la aceleración e intensificación de los extractivismos o ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos y ante el imperativo de las asambleas de mantenerse en unión de reciprocidades e intercambios respecto a avanzar con vigor en la conversión de las resistencias en reexistencias suyas como tramas intra e interasambleas de territorializaciones y comunalizaciones cada vez más pletóricas de potencialidades para frenos efectivos a los extractivismos que finalicen en erradicarlos.

El sistema mundo capitalista y su local despliegan sus varias metodologías para engañar y poder seguir expandiendo al régimen extractivista. Además, tiene a su favor que ha inculcado egos, desconfianza mutua e irrespeto a lo establecido de mancomún que afloraron en la UAC. De ahí nuestro desafío de ir deconstruyendo nuestro Nosotros conforme surjan brotes internos de conductas a discutir por entorpecer y bastardear esfuerzos en entablar vínculos propios a otra sociedad pos capitalista.  

Sin idealizar, cabe aprender de las recuperaciones territoriales que se originan en rebelarse a continuar semiesclavos como peones rurales de los grandes terratenientes que despojaron a sus antepasados de sus tierras o malviviendo en las barriadas de desposeídos de todo por el sistema. Se comunalizan y territorializan con voluntad de crear su vida digna e ir reconstruyendo su cultura.

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Octubre 2022

La sociedad institucionalizada
por Perón viabilizó y viabiliza:

Qué Sistema
Con naturalización abajo y a la izquierda de la acumulación de oligopolios locales e imperialistas mediante ecocidios y sus consecuentes genocidios silenciosos.

Qué Democracia

Con enfrentamiento creciente a los de abajo reforzado por el pacto entre todas las centrales sindicales, las cámaras patronales y el Estado cuya clase política se convirtió en casta.

 Qué Trabajo
Con sujetos hacedores y creadores, adoctrinados en depender del Capital cuando lo cierto es lo contrario, no se proponen salir del sometimiento creciente a la expoliación de quienes lo usurpan.
 

Qué Abya Yala
Con superexplotación tanto de los pueblos y trabajadores como de la naturaleza bajo estigmatización racista y colonial

https://confraternizarhoy.com.ar/ultimo-tema/

 

SÍNTESIS

Es hora de revisión crítica de nuestra peronización o domesticación capitalista

1) Porque debemos asumir el desafío de deconstruir el amplio consenso, contrario a necesidades e intereses populares, implícito en:

-La indiferencia mayoritaria sobre la multiplicación y militarización de las «zonas de sacrificio» en todo el país-continente sólo para la acumulación gran capitalista de poder de dominio, riquezas e ingresos.

-El amedrentamiento de las diversidades de abajo e izquierdas partidarias que provocó el sistema mundo capitalista y sus locales ante la Covid 19.

-La tibieza de la ‘política correcta’ que adoptan las izquierdas electoraleras organizando Basta de Falsas Soluciones cuando lo cierto es que éstas son las formas capitalistas e imperialistas de enriquecerse sea como sea. Ni siquiera su ecologismo interpela a una creciente mayoría para el viraje de mirada hacia donde real y efectivamente se está exterminando la vida y la salud de la naturaleza que incluye las humanas.

-Las mesas de diálogo como respuesta a la guerra dispuesta por el gobierno de los Fernández  contra una pequeña comunidad Mapuche que recupera una minúscula parte del territorio expropiado, primero por los ingleses en nexo con la oligarquía terrateniente que su representante paradigmático para Perón y el PJ, el Brigadier General Juan Manuel de Rosas, simboliza paradójicamente soberanía nacional como rutiniza la próxima ‘fecha patria’.

– La legalización-legitimación de los latifundios (o usurpaciones a los pueblos originales) expropiados desde siglos por el Estado como tierras fiscales y por la oligarquía terrateniente que como Juan Manuel de Rosas se subordinó a Inglaterra sometiendo el país a la expoliación del imperialismo hegemónico de ese entonces. Hoy la Patagonia está expropiada no sólo por Benetton, Lewis y la oligarquía terrateniente sino también por grupos y familias de distintos países y por la casta política.

– La naturalización de la apropiación mayúscula de la Patagonia por corporaciones imperialistas extractivistas como Benetton, Lewis, las petroleras, las de la IIRSA, las megamineras que desertifican o sea aniquilan la vida y la salud de la naturaleza que no tiene fronteras ni muros burgueses y por tanto, ese exterminio nos amenaza de extinción a todos.

-La rutina en consignas que menosprecia investigar sobre cómo el ajustazo y el creciente e incesante pago de servicios de la deuda externa pública (que nos condenan a expansión y profundización de la pobreza estructural) tienen la función de subsidios directos e indirectos al contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales en nombre de la Argentina y de su progreso o del cínico slogan gubernamental de “primero está la gente”.

2) Porque nos urge frenar al sistema mundo capitalista y su local en su constante agravamiento de nuestro malvivir y destrucción de la naturaleza:

En reciente informe de la ONU se aclara que es imprescindible «adoptar medidas urgentes a una escala sin precedentes para detener y revertir emergencias actuales y proteger así la salud humana y ambiental. Algunas de las medidas esenciales son reducir la degradación de la tierra, frenar la pérdida de biodiversidad y la contaminación del aire, la tierra y las aguas; mitigar el cambio climático y reducir la quema de combustibles fósiles”. Joyce Msuya, directora ejecutiva de ONU Medio Ambiente, fue tajante: «Estamos causando el cambio climático y la pérdida de biodiversidad. No habrá mañana para muchas personas, a menos que nos detengamos».

 

Advirtamos que no señalan al sistema mundo capitalista que está desplegando su criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza. Por eso, precisamos romper con la ONU y toda la otra institucionalidad supranacional del orden imperialista.  

Estamos sumidos en el agravamiento incesante de las emergencias socioeconómica del 99% humano y socioecológica cuya expresión más contundente es la climática. De modo que nos urge poner en práctica «¡Cambiemos el Sistema, no el clima!» del movimiento internacionalista por la justicia climática. Éste nos descubre lo imprescindible de las menospreciadas luchas de comunidades y de autoorganizaciones de vecinos e indígenas en defensa y recuperación de los territorios clasificados (por el bloque dominante) como zonas de sacrificio o a sacrificar. Es crucial generalizar la percepción (conocimiento con su correspondiente toma de partido) de que están defendiendo o recuperando las tramas de la vida y su complejidad obra de la coevolución de todos los seres vivientes con el planeta desde la era Precámbrica aproximadamente 1.500 millones de años. También resultan de la coevolución entre las culturas de los distintos pueblos planetarios y la Madre Tierra cuya salud incluye a la humana y está siendo arrasada por el sistema mundo capitalista y sus locales.

Desentrampémonos de la grieta y unámonos a los silenciados, demonizados e invisibilizados. Entre ellos están colectivos que asumieron el legado de democracia directa de las asambleas entre 2001 y 2002 como puesta en concreto de la imaginación al poder del mayo de 1968 en París. En efecto, desde entonces hasta ahora, desarrollaron sus autonomías, libertad de expresión e iniciativas creativas mirando hacia un futuro, más temprano que tardío, de buenos vivires convivires abajo. Sin embargo, la unión en diversidad abajo y a la izquierda. ¿Cómo establecerla, con quiénes y para qué.

Preparemos la articulación de todas las luchas por la vida y la dignidad de los pueblos e individuos bregando por facilitar que haya:

  • Contextualización del hoy en el sistema mundo capitalista cuya institucionalidad supranacional hegemoniza EE.UU. en el desarrollo imperialista de los europeos y los japoneses pero el partido comunista de China le libra competencia para dominar la opresión de los pueblos planetarios. Mientras el estado genocida de Israel no sólo extiende sus servicios de seguridad e inteligencia en Nuestra América sino también es apoyado en su apartheid a Palestina hasta por artistas e intelectuales progresistas. Será ir al fondo de nuestra situación de país-continente sometido ‘democráticamente’ a acelerado e intensificado empobrecimiento-ruina total.
     

  • Historización del Estado en vigencia y sus políticas públicas para poner fin a la naturalización de la sociedad institucionalizada por Perón y avanzar en la construcción de una real y efectiva democracia o autogobierno de los pueblos naciones de Argentina desde las existentes luchas de las diversidades de abajo y a la izquierda coherente con su esencia común-ista. Historiar es atender a Juan Domingo Perón en su explicación sobre el plan de optimización incesante del extrañamiento de los trabajadores de sus derechos y de su poder de emancipación mediante estructuración del Estado en sus distintas jurisdicciones u organización antisubversiva. Lo hace como integrante de la dictadura pro-nazi del GOU el 25 de agosto de 1944 dirigiéndose a la oligarquía terrateniente y a la gran burguesía local e imperialista o el oficializado como poder real. 

  • Desenmascaramiento de la lideresa y los dirigentes e intelectuales K para generalizar el saber porqué confrontar con el Capital-Estado. Es la expansión horizontal del antagonismo irreconciliable contra: los poderes públicos, el sistema político, las fuerzas armadas, las universidades, los medios de comunicación masiva e iglesias de Argentina, todos al servicio del contubernio entre los imperialismos y los transnacionalizados poderes económicos locales.
     

  • Análisis -y consiguiente toma de posición- respecto a por qué, en ambos países, se despliega la guerra contra el pueblo nación Mapuche desde los respectivos Estados terroristas. Sucede que la expansión del monopolio sobre la tierra y de la concentración de la población en ciudades consolida la opresión capitalista e imperialista de la humanidad y de la naturaleza. De ahí que nuestro desafío, abajo y a la izquierda, es construir: la «reforma agraria integral». Pero las organizaciones campesinas luchan por la ley de acceso a la tierra mientras las comunidades mapuche que recuperan minúscula parte de sus territorios ancestrales están iniciando e impulsando la «reforma agraria integral» en su carácter actual de anticapitalista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonializadora tanto del saber como del poder. Es decir, se desintitucionalizan o rompen con el bloqueo de la lucha e independencia de clases que instauró Perón en Argentina. Quien también implantó la conciliación con el régimen latifundista que, desde los noventa, se convirtió en extractivista.  En Chile, la Coordinadora Arauco- Malleco señala que no se trata sólo de desalambrar sino de ir creando comunidades cada vez más entretejidas por sentidos colectivos de vida.


    Héctor Llaitul, Werken de CAM, dice: «No podríamos participar en la institucionalidad opresora. Esa es nuestra posición desde la CAM y desde el movimiento autonomista. Los que han participado de las vías institucionales no han logrado prácticamente ningún derecho fundamental para nuestro pueblo; simplemente son políticas de integración, de subordinación. A nosotros no nos parece que a través de esa vía consigamos mucho. Estamos por la vía del control territorial y la autonomía de facto. De hecho, vamos recuperando metro a metro y desde ahí vamos transformando una realidad que nos golpea a diario a través del latifundio y de las forestales. Nosotros estamos desarrollando un proceso para sentar las bases para la liberación del pueblo-nación mapuche, y eso pasa por una estrategia de resistencia, por un lado, y de reconstrucción, por otro lado».

    https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/03/03/nacion-mapuche-entrevista-a-hector-llaitul-werken-de-la-coordinadora-arauco-malleco-sobre-el-pseudo-acuerdo-nacional-de-la-burguesia-y-la-farsa-del-proceso-constituyente/

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Septiembre 2022 

El Partido Justicialista y Cristina Fernández
gestionan la ruina del país mediante:

Qué Sistema
En crisis civilizatoria cuyo acaparamiento oligopólico la agrava hasta conducir a la extinción de la vida planetaria. 

Qué Democracia
En perversión al extremo de actuar desembozadamente como dictadura del gran capital local e imperialista.  

Qué Trabajo
En completa alienación al extremo de aniquilar su presente y futuro local.

Qué Abya Yala
En desaparición forzada por el sistema mundo capitalista y sus locales extinguiendo su vida humana y no humana para la acumulación oligopólica de riquezas.

SÍNTESIS

La defensa de la vida y salud exige

frenar al gobierno de los Fernández que es derrotar

al mafioso Partido Justicialista

Introducción

La defensa de la vida y la salud exige
frenar al gobierno de los Fernández
que es derrotar al mafioso Partido Justicialista

Introducción

El gobierno de los Fernández está acelerando e intensificando la expropiación económico territorial del país por el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales. Cabe entonces realizar:

1) El viraje del diagnóstico sobre el presente de Argentina desde atribuirlo al FMI y al pago de la deuda externa pública hacia apreciar las existentes luchas por las varias facetas de la justicia social y las defensas-recuperaciones de territorios en todo el país-continente. Las últimas están por la vida y la salud de la naturaleza que incluyen las humanas y enfrentan a los extractivismos encuadrados en un régimen exigente de un Estado corrupto, subsidiador y autoritario.

Por el contrario, la adjudicación o culpabilización sostiene la mentira e ilusión de otro capitalismo posible por simples rechazos al FMI y al pago de la deuda eterna. De modo paradójico, es el enfoque de las izquierdas no subordinadas totalmente al actual liderazgo de Cristina Fernández del Partido Justicialista. Se equivocan por consagrarse esencialmente a que sus dirigentes sean candidatos a diputados y a la participación en esa Cámara constituida de tal manera de legalizar-legitimar al poder concentrado como poder real. Aún más, se han acomodado al sistema y prefieren la conciliación de clases por sobre la independencia de clases que significa e implica compromiso con erradicar el régimen de propiedad que legaliza las expropiaciones de las clases que así pueden constituirse en opresoras.

2) La confrontación con el Kirchnerismo o derecha más peligrosa por ser la versión mimética del PJ con las aspiraciones implícitas en la rebelión popular de fines de 2001 y mediados de 2002 que los poderes (constituidos por la dictadura genocida y la “democracia para la derrota popular” en la lucha de clases) abortaron mediante el llamado a elecciones. No lo habían conseguido mediante el despliegue del Estado terrorista (que asesinó a Darío Santillán y Maximiliano Kosteki e hirió a muchos) para poner fin al rumbo emancipatorio de “trabajo, dignidad y cambio social”.

Néstor Kirchner no bien asumió la presidencia en mayo de 2003:

  • Se asoció con la Iglesia Católica para estigmatizar a las organizaciones piqueteras, que este año CFK actualizó desde la misma Avellaneda en vísperas del 20 aniversario del asesinato de Darío-Maxi y la masacre del Puente Pueyrredón.
  • Sintonizó con la Organización de Estados Americanos (OEA) que, en octubre de 2003 -a raíz del 11 de septiembre de 2001- amplió la definición tradicional de seguridad hemisférica incorporando nuevas amenazas como la pobreza y la protesta social. De suerte que ÉL dispuso la ocupación, en noviembre de 2003 por parte de las fuerzas de seguridad, de tres asentamientos de desposeídos en el Conurbano Bonaerense y desde ese momento proyectó extenderla a otras diez villas de emergencia.
    En la ciudad de Buenos Aires durante el año 2004 el progresismo de Aníbal Ibarra y Néstor Kirchner hizo a la aprobación de un Código Contravencional cuyo marco normativo penaliza la venta ambulante y la prostitución en la vía pública, asimismo exige solicitar autorización a las autoridades como requisito obligatorio para realizar una movilización, acto u cualquier otro tipo de protesta.
    De modo que (usando además las masivas marchas convocadas por J.C.Blumberg como consenso a la inseguridad ciudadana) instauró la sistemática judicialización de la protesta social y “el agravamiento de las figuras penales impuestas a las y los detenidos, así como en el accionar represivo del Estado en diferentes situaciones y contextos, a través del despliegue de Gendarmería Nacional, grupos especiales, policía federal y policías provinciales” señala el Informe de Alerta Argentina «Los derechos humanos en el gobierno de Kirchner (2003-2004)».

Durante el año de 2006 acontecen dos pruebas sobre que el gobierno NK estaba a favor del avasallamiento de derechos humanos por el gran Capital y del punto final a los juicios contra los genocidas durante la dictadura militarizada del contubernio de estados y capitales imperialistas con los locales: -el asesinato de un policía como armado judicial contra la organización antiburocrática de trabajadores petroleros (demandando acabar con la tercerización laboral) en su feudo o sea en la provincia de Santa Cruz y -la segunda y definitiva desaparición forzada de Jorge Julio López cuyo testimonio fue fundamental tanto para condenar a Etchecolatz como para la sentencia del Tribunal Oral Federal N° 1 de La Plata que declaró por primera vez en la historia argentina que fueron «delitos de lesa humanidad cometidos en el marco de un genocidio».

  • Adoptó como ministro de economía al de Duhalde porque Roberto Lavagna con su modelo de dólar alto logró recomponer las rentabilidades del poder concentrado, sobre todo de las exportadoras y establecer su incesante incremento.
  • Alardeó de crecimiento económico a tasas chinas convenciendo a las mayorías que era el de ellas cuando lo cierto fue la expansión del sistema de soja transgénica en nexo indisoluble con los agrotóxicos y de otros extractivismos a costa de gravísimas consecuencias para todos los pueblos de Argentina. Estas fueron y son ecocidios con sus correspondientes genocidios silenciosos y silenciados e invisibilizados por el sistema. Pero también desde 2002 rige la ley de emergencia alimentaria sin interrupción alguna. Los dos gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner continuaron profundizando esa nefasta transnacionalización económica, territorial y estatal en acuerdo con el régimen propio de los extractivismos.

Según la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI), 3070 personas fueron asesinadas por represión estatal durante las gestiones kirchneristas (2003-2015). Las policías provinciales, los servicios penitenciarios y la Policía Federal son los principales responsables, y la cifra representa el 65 por ciento del total de los casos de violencia institucional desde la vuelta de la democracia. Respecto al Estado represor, CFK no bien triunfó con el 54% de los votos para su segundo mandato, promulgó la ley antiterrorista. Y acaba de afirmar, como vice presidenta, que su partido no reprime. Por supuesto, fue poco antes del secuestro de mujeres mapuche e hijos.

Pero recordemos diciembre de 2010 en que el gobierno CFK ante la toma de tierras del Parque Indoamericano por centenares de familias sin techo, en vez de responder con viviendas creó el Ministerio de Seguridad de la Nación y nombró a Nilda Garré al frente que implantó el “Plan Unidad Cinturón Sur” (2011). Al respecto Myriam Valeria Gramuglia señala:

«La puesta en marcha de esta iniciativa gubernamental implicó el re-despliegue territorial de un conjunto de unidades operativas de la Gendarmería Nacional hacia algunos barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires caracterizados por la vulnerabilidad y precariedad de sus condiciones de vida, para la realización de tareas de “policías de calle” antes reservadas a las fuerzas policiales. Si bien existen antecedentes de este tipo de despliegues desde la década pasada, desde la creación del Ministerio de Seguridad, la tendencia a convocar a fuerzas de seguridad para el desarrollo de tareas de orden interno se ha acentuado. Por otro lado, no puede desconocerse que la Gendarmería Nacional, por su propia estructura institucional, está marcada por variables constitutivas típicas de las instituciones militarizadas. Creemos que el análisis de esta iniciativa gubernamental nos permitirá aproximarnos a algunos cambios que se han producido al interior de Gendarmería Nacional, pero también a una redefinición más amplia sobre los modos de gobierno de la seguridad en la Ciudad de Buenos Aires».

(https://www.easyplanners.net/alas2017/opc/tl/1715_myriam_valeria_gramuglia.pdf)

Aún más, Nilda Garré infiltró espías en las organizaciones de izquierda y en la protesta social usando el Proyecto X de Gendarmería Nacional que se creó en 2002, se actualizó en 2006 y en 2017 se descubrió abajo vigilando a la familia de Sergio Maldonado.  Cristina Fernández de Kirchner lo profundizó designando a César Milani (especializado en inteligencia estatal y denunciado en el Nunca Más de La Rioja por secuestro-desaparición forzada del conscripto Alberto Agapito Ledo en 1976 y horror para la familia Olivera) como Jefe del Ejército para perfeccionar servicios de inteligencia del Estado de Argentina.   

Confrontar con el Kirchnerismo es, por un lado, destapar su inexorable gravitación en el gobierno de los Fernández y que juega a esconderse en momentos de puesta en evidencia de la vigencia del estado terrorista, elitista y subordinado tanto a capitales como a estados imperialistas. Se silencia para presentarse como salida a la situación cuando ocurra el completo desprestigio de Alberto Fernández o de Sergio Massa.

Por otro lado, confrontar con los K es generalizar el cuestionamiento a las izquierdas obedientes incondicionales a CFK e integradas al Frente de Todos. Es convertir su censura y demonización de quienes somos de las izquierdas coherentes con nuestra esencia común-ista en acusación fundamentada y dialogada entre las diversidades de abajo sobre sus complicidades con el avance de la vigente «desertificación» de Argentina en todos los sentidos del concepto. También incluye distanciarse de los trotskismos que se prenden a la falsa grieta o a la lectura maniquea de los K para preferirlos aun cuando se digan sus críticos.

3) La necesidad de crítica a -y autocrítica de- las izquierdas parte de tener en cuenta el 19/20 en que los partidos de izquierda no estuvieron a la altura de la ruptura popular con el Capital y su clase política, tampoco lo estuvieron para intuir, como Gramsci propuso, la suscitación del desafío de orientar la oposición mayoritaria al sistema hacia formas de respuesta efectiva y real a la economía neoliberal y a la coordinación de fuerzas de seguridad e inteligencia cuyo objetivo fue no sólo de descabezar al movimiento piquetero sino también de amedrentar a los pueblos tanto en junio de 2002 como en octubre de 2022. Al igual que ayer, los partidos de izquierda hoy persisten en su carácter electoralero o sea en conciliar con el capitalismo pese a que está acelerando e intensificando la guerra de amplio espectro contra los pueblos de Argentina y el Abya Yala mediante el régimen extractivista.

Destape del gobierno de los Fernández conduciendo el Estado terrorista para poner fin a la recuperación de territorios por comunidades de la nación Mapuche.

El secuestro de, y torturas a, mujeres mapuche con sus bebes ha puesto en evidencia el carácter de clase del Estado y del gobierno de los Fernández que se vertebra en el PJ.

Estamos ante una nueva inflexión histórica en Argentina a leerla dentro de la mundial que la pandemia ocasionó y está latente como trasfondo de la ‘normalidad’ inducida por el capitalismo, ambas interpelan a las minorías componentes del 99% humano a dejar de naturalizar la cotidianidad y la delegación en el Estado. La local se origina en el despliegue de la guerra contra una comunidad Mapuche pero no cualquiera. En esta Lof lafken winkul Mapu se levantó la primer Machi después de 150 años de genocidio y también se halla el rewe, espacio de alto valor espiritual y ceremonial de los Mapuche. Lo destruyeron, como así también a las rukas de los lamgen y pichikeche. En “Furilofche, Puel Mapu mew” (https://agenciaparalalibertad.org/la-voz-de-las-presas-mapuche ) las presas políticas mapuche relatan sobre su situación y violencias sufridas a la vez que exigen a gobiernos y convocan a la unión de despertares.

La *Marcha interprovincial -Río Negro y Neuquén- Wallmapu -Puelmapu* advierte: (…) Ante la urgente situación de represión y violación de todos los derechos humanos del Pueblo mapuche y de la niñez en la Lof Lafken Winkul mapu, nos reunimos y movilizamos para exigir el cese inmediato de la violencia estatal que se ensaña contra mujeres mapuche y sobre nuestros territorios, porque vienen por todo: la tierra, el agua, los barrios. Nada sacia la sed de los intereses terratenientes de siempre y las multinacionales de hoy”.

De modo que la existente convergencia de las luchas indígenas con las socioecológicas interpela a expandirla y profundizarla. Ya Javier Rodríguez Pardo como componente de la Unión de las Asambleas de Comunidades (UAC) por la vida en contra de los extractivismos nos dejó la guía de acción implícita en “vienen por todo” y la inutilidad del gigantesco esfuerzo tanto por elaborar leyes como por forzar a su promulgación.

Construcción anticapitalista de la unión en diversidad abajo y a la izquierda coherente con su esencia común-ista.

Ante todo, conviene recordar poema del pastor protestante alemán Martin Niemöller (1892-1984):

“Cuando los nazis vinieron a buscar a los comunistas,

guardé silencio,

porque yo no era comunista,

Cuando encarcelaron a los socialdemócratas,

guardé silencio,

porque yo no era socialdemócrata

Cuando vinieron a buscar a los sindicalistas,

no protesté,

porque yo no era sindicalista,

Cuando vinieron a buscar a los judíos,

no pronuncié palabra,

porque yo no era judío,

Cuando finalmente vinieron a buscarme a mí,

no había nadie más que pudiera protestar.”

Es crucial reconocer que los de abajo (o los expoliados, humillados y silenciados e invisibilizados por el sistema) somos diversos, pero estamos hermanados en privilegiar la vida y la salud de la naturaleza que incluye las humanas. Mientras el sistema mundo capitalista y sus locales se centran en el incesante lucro del 1% humano que implica no sólo creciente explotación laboral, sino que (sobre todo en el Abya Yala y los otros pueblos condenados al subdesarrollo) implica: expropiación oligopólica de las condiciones y los medios de trabajo social para su acaparamiento de riquezas e ingresos. Nos están exterminando de esa manera y con totalitaria impunidad aun cuando enmascarada como democracia.

Sin embargo, pese a la evidencia del Estado terrorista para garantizarle a los poderes concentrados seguir con su ilimitada apropiación de Argentina, hasta representantes Mapuche convocan a mesa de diálogo con ese Estado en sus distintas jurisdicciones y sus gobiernos de turno. En efecto:

2 de octubre 2022

Desde el territorio ancestral de la comunidad Nahuelpan, zona del Bolsón, Provincia de Río Negro, queremos expresar nuestra solidaridad con la Comunidad Lafken Winkul Mapu ante el avance de grupos supemacistas violentos que permanentemente amedrentan y estigmatizan a el pueblo nación Teuelche Mapuche en general. 

Quienes llaman terroristas a los mapuches son los encubridores de los asesinos de Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y Elias Garay. 

El reconocimiento a los pueblos prexistentes al estado argentino da marco de derechos en el art. 75 inciso 17, convenio 169 de la OIT y responsabilidades al estado que no están siendo cumplidos. Llamamos a qué el Gobierno Nacional actúe pronta y pacíficamente en la intervención de los conflictos y no a través de las fuerzas de seguridad que solo profundizan el conflicto y lejos de la Paz, lejos de construir el diálogo y la mediación dan herramientas de violencia a sectores que solo buscan que se siga virtiendo la sangre que tanto dolor deja en nuestra historia  desde la mal CONQUISTA DEL DESIERTO DEL Gral Roca.

Los medios hegemónicos de comunicacion distorsionan la realidad del pueblo Teuelche Mapuche, quienes habitan en paz y armonía sus territorios respetando el desarrollo de la vida en todas sus formas.

La estigmatización, la supremacía blanca o racial deben ser repudiadas por el conjunto de la sociedad para alcanzar una vida de buen vivir y hermandad en la interculturalidad que se viven en estos territorios.

No existen pseudo mapuches, estos discursos distorsionan la realidad y no respetan el derecho a la autopercepción, alertamos el riesgo que implican estos discursos que solo construyen una lógica facista que atomiza la sociedad en vez de unirnos en el respeto a la diversidad cultural.

Hacemos un llamamiento al Estado nacional y Provincial, al sus Gobiernos en general y a el INAI en particular a que tomen intervención pacífica para una salida dialogada a los conflictos que sucedan.

Comunidades organizadas en la Secretaría de Pueblos Originarios del MTE Rural;0

Comunidades Teuelche mapuches de Neuquén, Rio Negro y Chubut

Comunidad Nahuelpan, longko Cristian Nahuelpan. Provincia de Río Negro 

Consejo zonal Pikunche, provincia de Neuquén.

Consejo zonal Wiliche, provincia de Neuquén.

Comunidad Kutral Mapu, provincia de Río Negro.

Comunidad Newentuaiñ inchiñ, de costa del lepa, provincia de Chubut

Lofche lonkonao ñanculeo diumacan, zona atlántica, provincia de Río Negro.

Comunidad Luis y Julián Santos, línea sur, provincia de Río Negro

Feria Pewtun furilofche warria, Bariloche, Rio Negro.

Organización Teuelche Mapuche de Cushamen, a confirmar.

Por una Sociedad sin esclavos/as ni excluidos/as, si nos tocan a uno/a nos tocan todas!

Marichiwue!

0Atendamos un análisis desde el Pueblo de Amaicha (Tucumán) que sintoniza con la decisión de autodeterminación predominante entre las comunidades del pueblo nación Mapuche.

12 de octubre: los pueblos indígenas y una vida anticapitalista,
sin patriarcado y fuera del extractivismo

11de octubre de 2022

De Yrigoyen a Perón, de los progresismos gubernamentales a la derecha más extrema, el diaguita Mario Quinteros analiza el rol del Estado en la vida de los pueblos originarios. Cuestiona el modelo económico-político que prioriza el extractivismo y vulnera los derechos de las poblaciones locales. El movimiento indígena y la construcción de otro modelo de sociedad.

Por Calchaquí*

El 12 de Octubre es una fecha emblemática para argentinos y argentinas desde hace más de un siglo. Desde 1917, cuando el presidente Hipólito Yrigoyen instituyó por decreto el “Día de la Raza”. El texto de oficial en clave épica resaltaba: “Al genio hispano —al identificarse con la visión sublime del genio de Colón— efemérides tan portentosa cuya obra no quedó circunscripta al prodigio del descubrimiento, sino que la consolidó con la conquista, empresa ésta tan ardua y ciclópea que no tiene término posible de comparación en los anales de todos los pueblos.”

En 1947, dos días después de ocurrida la Masacre de Rincón Bomba, el presidente Juan Domingo Perón aporta al relato la cualidad de la perseverancia en los conquistadores: “Nada los detuvo en su empresa, ni la sed ni el hambre, ni el desierto con su monótono desamparo, ni la montaña que les cerraba el paso, ni la selva con sus mil especies de oscuras y desconocidas muertes. A todo se sobrepusieron. Y es ahí precisamente, en los momentos más difíciles, en los que se los ve más grandes, más serenamente dueños de sí mismos, más conscientes de su destino, porque en ellos parecía haberse hecho alma y figura la verdad irrefutable de que es el fuerte el que crea los acontecimientos y el débil el que sufre la suerte que le impone el destino”.

Los vientos del progresismo que sostenía la hegemonía en América Latina, en momentos en que la economía mundial era favorable por el boom de los commodities, la Cámara de Diputados de la Nación declaró, el 21 de noviembre de 2012, la validez del decreto 1584 del 2 de noviembre de 2010. En sus considerandos estipula que “se modifica la denominación del feriado del día 12 de Octubre, dotando a dicha fecha de un significado acorde al valor que asigna nuestra Constitución Nacional y diversos tratados y declaraciones de derechos humanos a la diversidad étnica y cultural de todos los pueblos”.

En momentos de esa decisión estatal, de acuerdo a lo que plantea la investigadora Maristella Svampa, el progresismo mantenía su auge aunque próximo a su fin. El relato de esa época vino a sustituir en el campo de la autoidentificación de nuestro continente a aquel que se creía continuador del “genio hispano”. Hablaba, y habla, aunque cada vez con menos convicción y más fallido, de la construcción de la Patria Grande en el mismo andarivel que propone la matriz colonial del poder. Un objetivo cada vez más lejano develando la imposibilidad de construir un porvenir justo, equitativo, inclusivo democrático y popular en el marco del capitalismo; definitivamente una quimera.

La vida en la sociedad capitalista nos remite a escenarios cada vez más distópicos. Entre otras cosas o precisamente por ella, la pandemia lo verificó: un progresismo que comenzó a mutar en versiones cada vez más conservadoras al tiempo que las derechas clásicas marchan aceleradamente hacia la diestra con discursos y acciones más violentas (la simbiosis entre mesianismo, operaciones de inteligencia, manipulación mediática, el fallido atentado a la Vicepresidenta de Argentina). También es notoria la impotencia de la clase política (en su arista más democrática) para frenar al extractivismo; un modelo que ataca los bienes comunes (el delta del Paraná es solo un ejemplo), la voracidad extractivista ataca a la Pachamama.

De igual forma es el extractivismo el que exacerba la violencia y el racismo contra el Pueblo Mapuche. El 4 de octubre, fecha significativa pues en el año 1878 se sancionó la Ley de Presupuesto para la “Conquista del desierto”. Por algún motivo, el ataque del progresismo a la comunidad Lafken Winkul Mapu ocurrió también este 4 de octubre, fecha que recuerda que se mantiene el racismo y la intolerancia, tanto en redes sociales como en los medios de comunicación y en el territorio. Aunque también es necesario destacar que existen muchas acciones solidarias con la comunidad, que ocurrieron y ocurren en distintos puntos del país.

Por eso es importante que no todo es el avance hacia la derecha. Del lado de la lucha de los trabajadores sobresale el triunfo de los obreros del neumático, una bocanada de aire fresco que reanima a trabajadoras y trabajadores poniendo más en evidencia el burocratismo y la consecuentemente traición de los representantes gremiales a lo largo y ancho de las confederaciones de trabajadores aún hegemónicas.

Esta bocanada de aire fresco demostró que el derrumbe que proponen las versiones distópicas es evitable y para ello es excluyente encarrilar las ansias emancipatorias de Abya Yala con otra lógica y paradigma: un movimiento que construya una sociedad antipatriarcal, anticapitalista y pluralista en lo cultural. Una cuestión que, desde hace tiempo, intelectuales indígenas, dirigentes y dirigentas de pueblos originarios comenzaron a reflexionar sobre el carácter organizativo, en sentido amplio de los pueblos indígenas; entendiéndose este aspecto como la capacidad de constituirse en un factor real de poder que interpele al Estado en una dirección que vaya más allá de las limitadas concesiones que otorgó y divulgó de manera ruidosa el progresismo.

Ese carácter organizativo se esboza bajo la noción de Movimiento Indígena y anuncia la construcción de su concepto y con ello sus alcances, limitaciones, carácter epistémico, pluriversalidad. Esto nos debe guiar para que un indicio esbozado de manera superficial como contra-efeméride, 11 de octubre, «último día de libertad de los pueblos originarios» se constituya realmente en un punto de inflexión camino hacia otra vida en donde pueda construirse el Buen Vivir en términos de anticapitalismo, anti patriarcado y anti extractivismo.

Estos son los aportes desde el Pueblo de Amaicha (Tucumán), un pueblo atravesado por todas las tendencias y vicisitudes aquí señaladas, en el balance del Día del Respeto a la Diversidad y como un tributo a la sangre de luchadoras y luchadoras de los pueblos indígenas en la resistencia.

*Calchaquí es el seudónimo de Mario Quinteros, integrante de la Comunidad de Amaicha del Valle (Tucumán).
https://www.monitordeoriente.com/20220921-lograran-las-naciones-unidas-hacer-justicia-por-fin-con-palestina/

Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/12-de-octubre-los-pueblos-indigenas-y-una-vida-anticapitalista-sin-patriarcado-y-fuera-del-extractivismo/

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Agosto 2022 

La pandemia y los incendios prueban 
la criminalidad de lesa naturaleza y lesa humanidad de:

QUÉ SISTEMA
Con desertificación de países y continentes sólo para la ilimitada acumulación gran capitalista de riquezas y poder de dominio sobre los pueblos.

QUÉ DEMOCRACIA
Con legalidad-legitimidad e impunidad del gran capital de incesante acaparamiento de las condiciones y medios de vida.

QUÉ TRABAJO
Con ejecutores de los ecocidios-genocidios y de enfrentamientos a la comunidad local. 

QUÉ ABYA YALA
Con desertificación o sea arrasamiento de las biodiversidades, ecoculturas y potencialidades de constituirse en otros países-mundo confraternales.

SÍNTESIS

La urgencia del cambio de sistema social

está siendo asumida desde los territorios.

Sólo es clave politizarla.

Ante la pandemia y la implantación por el sistema mundo capitalista y sus locales de una especie de estado de sitio, hubo miedo medieval y acatamiento de las grandes mayorías e izquierdas partidarias. Esta sumisión a confiar en los poderes opresores para salvarse del coronavirus prueba la involución general de los diversos de abajo en sus capacidades sensibles e intelectuales hacia siglos pasados que sólo se explica por el éxito de la modelación capitalista de subjetividades colectivas e individuales en acuerdo con el orden neoliberal, cuya instauración implicó el triunfo gran burgués en la lucha de clases por despliegue de terrorismos paraestatales y estatales desde el gobierno de Perón-Perón.

Así como el Kirchnerismo destapó la inautenticidad de las izquierdas que se le subordinaron incondicionalmente, la pandemia y el afianzamiento capitalista de su Estado represor en respuesta a la enfermedad, mostró el superficial compromiso anticapitalista de los trokistas e integrantes de otras agrupaciones de las izquierdas no K que son ante todo electoraleros.

En efecto, esos dirigentes e intelectuales se consagraron a exigir trabajo virtual y vacunación de todos, es decir, reforzaron las tendencias hacia el desarrollo expoliador del sistema. No hubo análisis de cómo el exterminio o la crianza en gran escala de animales da origen a zoonosis como la Covid19. Y no asumieron que candidatearse en las elecciones y votar era aceptar la vacunación como superación de la situación límite de la humanidad todavía vigente e incluso agravada por el avance del sistema mundo capitalista y sus locales. No repararon en cómo se está desertificando el país con la acelerada e intensificada expansión de los extractivismos. Tampoco prestaron atención cuidadosa de la vida humana al no averiguar el carácter experimental de las vacunas de tipo genético que el sistema inocula en sucesivas dosis abarcando a todas las edades y las posibilidades de asistir la enfermedad o prevenirla con medios más naturales y baratos. Pero, sobre todo, por cambios radicales de la cotidianidad mayoritaria que el capitalismo precariza cada vez más.

Son insensibles a que estamos sumidos en una inflexión histórica como país, como continente y como mundo. Que el sistema capitalista local e imperialista está maximizando el acaparamiento de tierras y bienes comunes hasta el extremo de arrasar las cordilleras, los océanos, los bosques nativos, las selvas y la heterogeneidad de ecosistemas.

 

De ahí que persistan en consignas anacrónicas y de pensamiento mágico: ¡fuera FMI!, ¡no a su ajuste! y ¡suspensión del pago de deuda externa pública! Incluso han restringido a la última virando el no pago a suspensión y atribuyéndola sólo al gobierno de Mauricio Macri. En suma, reafirman la creencia en otro capitalismo posible como lo hacen los gobiernos progresistas y la justificación gubernamental sobre que los extractivismos permiten obtener las divisas necesarias para el pago a los acreedores locales e imperialistas. También son estatistas al exigir esas falsas soluciones.

Desde los poderes expropiadores de nuestras vidas y las planetarias así como nosotros mismos por nuestra adaptación al sistema opresor-represor no hay conciencia que la patente destrucción de la naturaleza (incendios intencionales, deforestación, desertificación, conversión en zona sísmica por el fracking, etc.) y su envenenamiento implican eliminar la salud planetaria que incluye a la humana. Nuestra vida y la no humana están siendo amenazadas. Hasta nuestro alimento se ha convertido en veneno y el agua tan imprescindible para toda vida no sólo está contaminada sino también está escaseando o desapareciendo por el gran despilfarro capitalista no sólo por consumo de gigantescos volúmenes en los extractivismos sino también por modificación estructural de las cuencas hidrográficas. Aún más -como prueba el Paraná- es fundamental valorar el ciclo del agua en la Amazonía, El Impenetrable y otras riquísimas biodiversidades, por ejemplo, los humedales.

El modo capitalista de producción y mercantilización, sobre la base del régimen latifundista, está arrasando con esos equilibrios ecológicos. Rupturas patentizadas en la emergencia climática y en la pandemia. Aún más, comprobamos que esos ecocidios derivan en genocidios silenciosos, silenciados e invisibilizados. Todas las selvas y bosques nativos son frutos del trabajo de siglos de pueblos originarios. La Amazonía tan esencial a la vida de todo el planeta está siendo devastada y se está amenazando la vida de sus creadores: Los pueblos amazónicos que se han  confederado en la COICA. En 2019 hace una declaración en conferencia denunciando emergencia ambiental y humanitaria. Se afirman en: «Los pueblos indígenas se resisten a un genocidio».

Se los considera en atraso. Pero -sin idealizarlos- tienen muchos saberes sobre la vida no humana y han resistido por su vida comunitaria. Ante todo, apreciemos su concepción de sentirse y pensarse parte de la Madre Tierra a la cual debemos asumir pronto.

Por afinidad a los pueblos originarios o por serlo, las defensas y recuperaciones de territorios son más trascendentes para el cambio social ya que al comunalizarse van arraigando otra sociedad y sobre todo el poder de hacer las transformaciones imprescindibles.

Tratemos un desvío crucial de esas luchas hacia la delegación en gobiernos progresistas.

Como todos los gobiernos progresistas, los K optimizaron la inclusión de las mayorías en la fetichización del Estado y la de la subjetividad colectiva e individual. Para ello aprovecharon no sólo a la indignación contra el neoliberalismo sino sobre todo a los ideales de izquierda que vaciaron de contenidos y sentidos subversivos. Lo lograron con la participación protagónica de quienes los atesoran sin escudriñamientos sobre las transformaciones radicales para concretarlos ni menos sobre las imprescindibles luchas de emancipación del Capital-Estado.

De súbito esas fuerzas, militancias e intelectualidades de izquierda se identificaron con el matrimonio K. Una posible explicación reside en sus adaptaciones al capitalismo y sobre todo en su inconciente claudicación ante la ardua tarea de porfiar en compenetrarse de los convivires sociales e internacionalistas para descubrirlos en sus latencias y potencias humanistas, humanizadoras. De ahí que el desafío abajo y a la izquierda no es una batalla de ideas, sino la multiplicación de diálogos entre nosotros para el esclarecimiento mutuo sobre cuáles son nuestras aspiraciones de justicia social y ambiental. Es estrechar vínculos fundando cotidianeidades hacedoras del rumbo decidido entre los diversos de abajo y por tanto, en confrontación con el poder real y con toda la democracia representativa a su servicio. 

Rompamos con el círculo vicioso del poder. Percibamos que, en nombre de la unidad más amplia para derrotar a Mauricio Macri y a los gobiernos de Cambiemos, nos convocaron y convocan a conciliar con quienes nos mienten. Peor aún, a los dirigentes e intelectuales K debemos juzgarlos por su criminalidad de lesa humanidad.  Participaron de manera protagónica en originar la pobreza de la mitad de niños-adolescentes en constante incremento por políticas de estado para la ilimitada acumulación oligopólica de bienes comunes que, en simultáneo a expropiarnos nuestras posibilidades de vida y trabajo, impone envenenamientos cada vez más extensos de las comunidades de vida, el agua, el aire, el suelo, los alimentos…

Asimismo, advirtamos que las unidades de acción son de corto plazo. Siguen delegando la representación en quienes la ejercen para servir al Capital-Estado en contra de los pueblos de Argentina. Pero sobre todo contribuyen a la gravitación de la grieta que, a su vez, arraiga la convicción popular sobre su deber de defender la gobernabilidad, cuando ésta es la del sistema de saqueo y contaminación de la vida.

Desentrampémonos de la grieta y unámonos a los silenciados, demonizados e invisibilizados. Entre ellos están colectivos que asumieron el legado de democracia directa de las asambleas entre 2001 y 2002 como puesta en concreto de la imaginación al poder del mayo de 1968 en París. En efecto, desde 2006 hasta ahora la Unión de Asambleas de las Comunidades (UAC), se conforma de autoorganizaciones de los vecinos por la vida en contra de los extractivismos. Que constituyeron asambleas desarrollando autonomías territoriales a la vez que solidaridad entre sí; libertad de expresión e iniciativas creativas mirando hacia un futuro, más temprano que tardío, de buenos vivires convivires abajo.

Preparémonos para articular todas las luchas por la vida (no humana-humana) y la dignidad de los pueblos e individuos mediante la multiplicación de espacios en común a lo largo y ancho del país donde se facilite la deliberación de esas diversidades de abajo. Con el objetivo de esclarecimiento mutuo sobre el potencial de los pueblos de Argentina de frenar al capitalismo en sus guerras de exterminio masivo. Es examinar por qué y cómo hacerse cargo de la reforma agraria integral a partir de las defensas y recuperaciones de territorios por comunidades en confrontación con el Capital y Estado en todas sus jurisdicciones. Es poner en discusión a las organizaciones campesinas mirando por la agricultura familiar en vez de la comunal y por ley de acceso a la tierra en vez de asumir que hoy sus necesidades e intereses serán satisfechos sólo por unión de todas las diversidades de abajo con programa de desprivatización y desmercantilización territorial o sea requiere la generalización de las existentes luchas anticapitalistas, antiimperialistas, antirracistas, anticlericales, antipatriarcales y descolonizadoras tanto del saber como del poder.

——-

Julio 2022 

Las
elecciones y consignas postergan
el ¡YA BASTA! a:

QUÉ SISTEMA

Con economía
impuesta como única posible y naturalizada abajo e izquierda, pero
consiste en expropiación total y totalitaria del planeta por oligopolios
en guerra contra la vida humana y no humana.

QUÉ DEMOCRACIA

Con izquierdas
reformistas mayoritarias y todas sin los principios zapatistas de
caminar preguntando y desplegar horizontalmente el antagonismo
irreconciliable con el Capital y su Estado.

QUÉ TRABAJO

Con
extrañamiento total y totalitario de sus autores o creadores al extremo
de estar siendo conducidos a la destrucción de las ineludibles
condiciones para la vida humana y no humana tanto en el presente como en
el futuro.


QUÉ ABYA YALA

Con los gobiernos, movimientos sociales e intelectuales progresistas
convenciendo sobre la falsedad de otro capitalismo posible.

SÍNTESIS

El
capitalismo es la pandemia

Representa
los objetivos de vida e intereses socioeconómicos del 1 % humano cada
vez más integrado en sistema mundo. Éste progresa expropiando y
acaparando, en forma de oligopolios, los bienes comunes tanto naturales como sociales o sea las
condiciones y medios esenciales a la vida humana. En el Abya Yala se
concreta como extractivismos con apariencia de modernidad por la
tecnociencia aplicada. Sin embargo, ponen en evidencia la crisis
civilizatoria en que el capitalismo sume a la humanidad.
Ejemplifiquemos con el menosprecio por la vida e irracionalidad del modo
capitalista de  obtener un gramo de oro demoliendo una
tonelada de roca y usando mil litros de agua. La quita a las
poblaciones locales casi todas de regiones semiáridas o áridas. La
contamina como al aire y al suelo. Por tanto, los humanos y no humanos
enferman o mueren torturados.

Aún más, el
gobierno de turno en cada provincia( al frente de un Estado garante de
convertir a los extractivismos en extraordinario negocio desde los
noventa) clasifica a
esas pequeñas y medianas comunidades como pertenecientes a «zonas de
sacrificio». A su vez, el presidente Alberto Fernández señala que la
cordillera es una inmensa fuente de minerales. En fin, el sistema mundo
capitalista y sus locales, en nombre de valorizar
la naturaleza, la arrasan. Arrasan la cordillera, la Amazonía, El
Impenetrable…Lo último hizo que casi toda Chaco sufriera catastróficas
inundaciones y sequías y que comunidades indígenas en simbiosis
culturales con El Impenetrable, ante su deforestación, se disgregaran y
sufrieran hambre, gravísima desnutrición infantil.

El
capitalismo se ha apropiado no sólo del planeta sino sobre todo del
trabajo humano de siglos y de su potente poder de transformación en la
actualidad. Pero es sumamente peligroso y amenaza de extinción a la vida
planetaria por perseguir objetivos descontextualizados de la complejidad
real y efectiva sobre la que actúa e irresponsabilizarse por las
consecuencias socioecológicas de sus mega emprendimientos. Reparemos en
qué nos alerta:




Leonardo Rossi
 



@leorossi_ep

 


Antes de
los dólares, los extractivismos se llevan: agua, tierra fértil, aire puro.
Siempre. En Choya, Catamarca, hace meses arriesgan la vida para que ese
ciclo de devastación no inicie. Es ejemplo, ante el silencio cómplice y
gritos vacíos para pedir migajas de la destrucción…

En
privilegio de la vida y la salud, frente a la
actual y planificada aceleración e intensificación de los extractivismos
en Argentina, urge la percepción (conocimiento y participación ) de las defensas y
recuperaciones de territorios en todo el país-continente para la unión en diversidad de una
creciente mayoría mediante deliberación conjunta sobre porqué y cómo
construir la reforma agraria anticapitalista, antiimperialista,
antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonial tanto del saber
como del poder.
       

xpandir la
monopolización de la tierra y la concentración de la población en ciudades,
convierte al capitalismo en opresor de la humanidad y de la naturaleza.
Nuestro desafío es construir:


Con economía impuesta
como única posible y naturalizada abajo e izquierda, pero consiste en
expropiación total y totalitaria del planeta por oligopolios en guerra contra la
vida humana y no humana.
QUÉ DEMOCRACIA

Con izquierdas
reformistas mayoritarias y todas sin los principios zapatistas de
caminar preguntando y desplegar horizontalmente el antagonismo
irreconciliable con el Capital y su Estado.

QUÉ TRABAJO

Con
extrañamiento total y totalitario de sus autores o creadores al extremo
de estar siendo conducidos a la destrucción de las ineludibles
condiciones para la vida humana y no humana tanto en el presente como en
el futuro.


QUÉ ABYA YALA

Con los gobiernos, movimientos sociales e intelectuales progresistas
convenciendo sobre la falsedad de otro capitalismo posible.

SINTESIS

Ante la pandemia y la implantación por el sistema mundo capitalista y
sus locales de una especie de estado de sitio, hubo miedo medieval y
acatamiento de las grandes mayorías e izquierdas partidarias. Esta
sumisión a confiar en los poderes opresores para salvarse del
coronavirus prueba la involución general de los diversos de abajo en sus
capacidades sensibles e intelectuales hacia siglos pasados que sólo se
explica por el éxito de la modelación capitalista de subjetividades
colectivas e individuales en acuerdo con el orden neoliberal,



cuya instauración implicó el triunfo gran burgués en la lucha de clases
por despliegue de terrorismos paraestatales y estatales desde el
gobierno dePerón-Perón.



Así como el Kirchnerismo destapó la inautenticidad de las
izquierdas que se le subordinaron incondicionalmente, la pandemia y el
afianzamiento capitalista de su Estado represor en respuesta a la
enfermedad, mostró el superficial compromiso anticapitalista de los
trokistas e integrantes de otras agrupaciones de las izquierdas no K que
son ante todo electoraleros.



En efecto, esos dirigentes e intelectuales se consagraron a
exigir trabajo virtual y vacunación de todos, es decir, reforzaron las
tendencias hacia el desarrollo expoliador del sistema. No hubo análisis de cómo
el exterminio o la crianza en gran escala de animales da origen a zoonosis como
la Covid19. Y no asumieron que candidatearse en las elecciones y votar era
aceptar la vacunación como superación de la situación límite de la humanidad
todavía vigente e incluso agravada por el avance del sistema mundo capitalista y
sus locales.



No repararon en cómo se está desertificando el país con la
acelerada e

intensificada expansión de los extractivismos. Tampoco prestaron atención

cuidadosa de la vida humana al no averiguar el carácter experimental de las

vacunas de tipo genético que el sistema inocula en sucesivas dosis abarcando a
todas las edades y las posibilidades de asistir la enfermedad o prevenirla con
medios más naturales y baratos. Pero, sobre todo, por cambios radicales de la
cotidianidad mayoritaria que el capitalismo precariza cada vez más.



 Desde los poderes expropiadores de nuestras vidas y las
planetarias así como nosotros mismos por nuestra adaptación al sistema
opresor-represor no hay conciencia que la patente destrucción de la naturaleza
(incendios intencionales, deforestación, desertificación, conversión en zona
sísmica por el fracking, etc.) y su envenenamiento implican eliminar la salud
planetaria que incluye a la humana.

Junio 2022


La consigna “trabajo, dignidad y cambio social”

guía la unión entre los de abajo hacia…

Qué Sistema

De
liberación del trabajo, la dignidad y la lucha de las diversidades de abajo por
el cambio social.
LEER:

Qué
Democracia?


De liberación del
parasitismo mortal de burocracias y Estado policial militar para recuperar
tierras y los otros bienes comunes.
LEER:


Qué Trabajo?


De afirmación en los
sentidos verdaderos del trabajo, de la dignidad humana y del cambio social.
LEER:

Qué Abya Yala

De decolonialidad del saber y el poder de la humanidad por aprecio de: trabajo, dignidad y potencial para el cambio social de sus naciones indígenas.

SÍNTESIS

¡Piqueteros, carajo!

Un poco antes de ser fusilado Darío Santillán sostuvo: Creemos que cortar rutas es un símbolo de un enfrentamiento directo con el poder, el mismo poder que todos los días hace que se mueran los pibes, que en los hospitales no haya remedios, que hace que todos los días la educación sea mucho más baja porque sabe que educándonos podemos hacerle frente con conocimiento”.
“Nosotros no confiamos en ningún gobierno, no confiamos en ningún político. Creemos que la situación no se va a cambiar por ese lado, sino atacando directamente los intereses que se están llevando toda la riqueza de nuestro país, los grandes grupos económicos, los banqueros, el sector financiero”. Leer

El 1 de noviembre de 2001 “El Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD): Por un movimiento popular para la transformación social en la Argentina” señala que «después de diez años de menemismo y casi un año de gobierno de la Alianza, la deuda externa se triplicó, la mayor parte del patrimonio del Estado se vendió y desnacionalizó, la estructura educativa y sanitaria se degradó profundamente. El mundo del trabajo también sufrió la embestida: pérdida de conquistas históricas de la clase trabajadora, mayor explotación, y de la mano de esto, un nivel de expulsión de mano de obra sobrante, que convierte a los desocupados no ya en un “ejército de reserva”, sino en “población excedente”, millones de compatriotas que no tienen acceso a los derechos básicos de subsistencia. A la vez, la actividad política fue quedando hegemonizada por dos fuerzas subordinadas al neoliberalismo cuyo único plan es reproducir el sistema actual, con el apoyo de una importante cantidad de dirigentes sindicales que fueron cómplices de la entrega. Esto termina de pintar un panorama con una gran parte del pueblo excluido de la posibilidad de trabajar, y una brecha creciente entre este pueblo y las dirigencias políticas y sindicales tradicionales, producto de la falta de credibilidad que se supo ganar el conjunto de la clase política. (…)

Pero nuestras luchas no son meramente reivindicativas: tenemos consciencia de que la raíz de estas políticas antipopulares está en el orden social injusto que nos domina. Por eso, definimos para el Movimiento las banderas que unifican nuestras luchas:

TRABAJO, porque es de lo que nos privan y lo que exigimos como derecho impostergable, porque somos parte de la cultura del trabajo que con tanta lucha y sacrificio forjaron los mejores hombres de nuestra historia.

DIGNIDAD, porque sin dignidad no hay futuro. Porque a pesar de las dificultades, no perdemos nuestra dignidad, no nos rendimos ni nos entregamos, porque heredamos la dignidad de las luchas históricas de nuestros antepasados, y la mantenemos viva como principal bandera hacia el futuro que queremos para nuestros hijos.

CAMBIO SOCIAL, porque ese futuro digno deberá construirse sobre una sociedad justa e igualitaria, y para eso habrá que transformar de raíz este sistema en el que, gobierne quien gobierne y apliquen los planes que apliquen, poco cambiará si no se erradica definitivamente la explotación del hombre por el hombre.».

A su vez, la entrevista al MTD DE SOLANO en 2004 pone en evidencia las razones de los poderes para estigmatizar y criminalizar a los piqueteros:

“(…)Cuando ustedes llegaron, nosotros terminábamos una reunión con todos los delegados de los talleres productivos. Allí discutimos el presupuesto de los talleres productivos, la forma de producción y su destino; y, por más que los criterios del MTD sean los de construir colectivamente una producción alternativa, a la hora de definir las cosas, está muy fuerte este tema del capitalismo. Y, como sabemos, se hace muy difícil construir colectivamente con una mentalidad capitalista. Para nosotros es un obstáculo el individualismo, el egoísmo, el pensar siempre en resolver primero los intereses personales por encima de los intereses de todos los compañeros. (…)”.

Observamos, entonces, que los MTD se constituyeron afirmándose en el Trabajo y lo asumieron con las características humanizantes de sus orígenes pretéritos: colectivo en su planificación-ejecución y comunitario respecto a satisfacer necesidades cotidianas y futuras del barrio o de la sociedad local. Más aún, atendiendo a la explicación de Darío Santillán, reconocen el antagonismo irreconciliable con el Capital y su Estado de ahí que los enfrentan y se esmeran por autonomías con base en que erradicar el modo capitalista de producción es posible. Han comprendido que sus exclusión y marginación sociales se debe a la economía del gran capital local e imperialista con progreso mediante crecientes expropiaciones de las condiciones y medios de vida para mercantilizarlos o transnacionalizarlos. Sobre todo, han destapado el fraude que el Capital crea fuentes laborales cuando lo cierto es que el Capital existe por, y depende de, el Trabajo. Comienzan, en consecuencia, por el ¡Basta ya! Los piqueteros se yerguen desde la toma de partido contra la negación por el Estado y el Capital de la dignidad de cada cual y de todos los oprimidos, humillados y sometidos por el sistema.

¡Piqueteros, carajo! Es adueñarse de su dignidad que el Estado-Capital quiere aplastar y principalmente denigrar para eliminarlos por su potencial subversivo ante su conciencia que el Trabajo asalariado e informal hace a la acumulación gran capitalista de riquezas y poder de dominación. Es asumir su dignidad desde las historias de puebladas, de autoorganizaciones por las variadas facetas de la justicia social y de luchas de los trabajadores por su independencia de clase, las cuales han abierto caminos emancipatorios a todas las diversidades de abajo.

Sin embargo, hoy urge situarse mayoritariamente en que el sistema mundo capitalista sume a la humanidad en emergencias socioeconómica del 99% y socioecológica causante de la climática y de la pandemia. Que pese a estas catástrofes acelera e intensifica su acaparamiento oligopólico de los bienes comunes sociales y naturales. Que convierte al Abya Yala y a África en continentes sin sus ecoculturas, arrasadas para el avance del 1% humano en omnipotencia ecocida y genocida amenazando de extinción a la vida planetaria.

Si hoy el cinismo y la desfachatez de la casta política se vuelven patentes hasta el grado de provocación responde, a que el posicionamiento mayoritario consiste en estar de espectadores de cómo se van aniquilando condiciones y medios de vida o bien en movilizarse repitiendo exigencias al Estado sin atreverse a practicar reflexión crítica sobre su carácter de primer enemigo de las diversidades de abajo.

¡Piqueteros, carajo! Los afirma en su identidad. Al mismo tiempo, su dignidad va más allá y nos interpela a romper nuestra conciliación con los expoliadores y entrelazar las rebeldías, así despertadas, de todos los de abajo. Nos interpela a dejar de delegar en los poderes establecidos, mediante terrorismos estatales y paraestatales, nuestras aptitudes deliberativas mirando hacia concretar la autodeterminación de los pueblos naciones de Argentina y su confederación democrática con todo el Abya Yala.

La explicación de Darío Santillán y el grito“¡Piqueteros, carajo!” inducen a apreciar las defensas y recuperaciones de territorios como actuales enfrentamientos directos con los poderes constituidos durante la democracia cada vez más circunscripta a la función de contrainsurgente. Urge el involucramiento mayoritario en esas luchas contra los extractivismos que desertifican o despueblan, envenenan tanto la vida humana y la no humana como los subsistemas imprescindibles para ambas y acaparan oligopólicamente tierra, agua, energía… De manera que vuelven invivible al país y a esto se suma que: arruinan por completo las economías regionales; generan expansión-profundización de la pobreza estructural y expulsión social hacia el malvivir en las periferias de las grandes ciudades.

Se desprende que la independencia de clase de los trabajadores hoy les exige posicionarse junto a autoorganizaciones comunales en disputa de territorios con el binomio de Estado-Capital y esto no sucede. La megaminería, la agricultura industrial, el fracking, la súper explotación marina y las infraestructuras de la IIRSA si son frenadas es por la tenaz lucha socioecológica de autoorganizaciones de vecinos que los trabajadores de esos megaemprendimientos repudian y dan consenso al Estado militarizado y a patotas sindicales para reprimirlas y al Estado asociado con los grandes medios de difusión en el despliegue manipulador de la opinión pública mediante tecnologías de avanzada que implican la participación de los trabajadores científicos y de las universidades públicas.

En suma, al menos en el Abya Yala ocupado e invadido por las transnacionales extractivistas en contubernio con los poderes locales, las reivindicaciones de justicia distributiva y de trabajo genuino, decente o digno tienen sólo apariencia de atender a la realidad concreta de los de abajo. Quienes las agitan como dirigentes no han revisado pasado y presente tanto en el país como en el mundo verificando que son inviables sobre todo en el capitalismo dependiente y por la grave crisis estructural del sistema mundo que, a la vez hunde, en crisis civilizatoria.

Pero, aunque esas reivindicaciones fuesen satisfechas serían pan para hoy y hambre para mañana. Peor aún, toda esa gran variedad de trabajadores está siendo cómplice del capitalismo en su avance mirando sólo por la acumulación de riquezas y poder del 1% humano, sin importarle de multiplicar ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos, silenciados e invisibilizados.

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Abril-Mayo 2022

El Estado en todas sus jurisdicciones  es responsable de:

Qué Sistema


Con total y totalitaria expropiación oligopólica y explotación tanto de la
naturaleza como de los pueblos, trabajadores e individuos.

Qué Democracia
Con ley de la dictadura genocida para la incesante
expropiación y expoliación por las transnacionales y sus socios menores
locales.

Qué Trabajo
Con
alienación optimizada e impuesta por el peronismo como el más eficiente
partido mafioso del binomio Estado-Iglesia.
 

Qué Abya Yala
Con arrasamiento de sus territorios (simbiosis cultural e histórica de
cada una de las comunidades locales) para el acaparamiento oligopólico
de bienes comunes naturales y sociales.
LEER:

SÍNTESIS

La organización del Estado como enemigo de

trabajadores y pueblos de Argentina.



Hoy, en Argentina y todo el Abya Yala, la contradicción fundamental con el
sistema mundo capitalista y sus locales se da como disputas de los territorios
entre el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales y las
comunidades, naciones que resisten al avasallamiento de derechos de los pueblos
e individuos de abajo y de los de la naturaleza, éstos implican su
funcionamiento y evolución esencial a la vida.



De ahí el desafío, abajo y a la
izquierda, de suscitar y facilitar el involucramiento de una creciente mayoría
(de los oprimidos-humillados-reprimidos) en las existentes defensas y
recuperaciones de territorios de la Argentina sin fronteras ni muros burgueses.



Lograr territorios libres de extractivismos y autogobiernos comunales exige su unión en diversidad
pero que se dé en simultáneo con el despliegue
horizontal del antagonismo irreconciliable con el Estado como que es la
organización política del poder expoliador. Implica ante todo derrotar por completo al
peronismo.



Veamos porqué lo último es perentorio atendiendo a Juan Domingo Perón en su explicación
sobre el plan de optimización incesante del extrañamiento de los trabajadores de
sus derechos y de su poder de emancipación mediante estructuración del Estado en
sus distintas jurisdicciones u organización antisubversiva.



Lo hace como
integrante de la dictadura pro-nazi del GOU el 25 de agosto de 1944 dirigiéndose
a la oligarquía terrateniente y a la gran burguesía local e imperialista.
Algunos párrafos:


Señores:

En
primer término, agradezco la oportunidad que me brinda la Cámara de Comercio
para exponer algunos asuntos que conciernen en forma directa a la Secretaría de
Trabajo y Previsión. (…)Pienso que el problema social se resuelve de una sola manera: obrando
conscientemente para buscar una perfecta regulación entre las clases
trabajadoras, medias y capitalistas, procurando una armonización perfecta de
fuerzas, donde la riqueza no se vea perjudicada, propendiendo por todos los
medios a crear un bienestar social, sin el cual la fortuna es un verdadero
fenómeno de espejismo que puede romperse de un momento a otro. Una riqueza sin
estabilidad social puede ser poderosa, pero será siempre frágil, y ése es el
peligro que viéndolo, trata de evitar por todos los medios la Secretaría de
Trabajo y Previsión. (…)

El
Estado moderno evoluciona cada día más en su gobierno para entender que éste es
un problema social. Ésa es la enseñanza del mundo. Vemos una evolución
permanente en todas las agrupaciones humanas, que desde cincuenta años hasta el
presente vienen acelerando de una manera absoluta e inflexible hacia una
evolución social de la humanidad que antes no había sido conocida. Cerrar los
ojos a esa realidad, es esconder la cabeza dejando el cuerpo afuera, como hacen
los avestruces de la pampa. (…)


Hasta ahora estos problemas han sido encarados por una verdadera lucha. Yo no
creo que la solución de los problemas sociales esté en seguir la lucha entre el
capital y el trabajo. Ya hace más de sesenta años, cuando las teorías del
sindicalismo socialista comenzaron a producir sus frutos en esa lucha, opiniones
extraordinariamente autorizadas, como la de Massini y la de León XIII
proclamaron nuevas doctrinas, con las cuales debía desaparecer esa lucha inútil,
que como toda lucha no produce sino destrucción de valores.


Sería largo y quizás inútil por conocidas, que comentásemos aquí esas doctrinas,
como las del cristianismo liberal o como las del cristianismo democrático que
encierra doctrinas más o menos parecidas; pero viendo el panorama inútil, sería
suficiente pensar que si seguimos en esta lucha en que la humanidad ha visto
empeñadas sus fuerzas productoras, hemos de llegar a una crisis que fatalmente
se ha de producir, como ya se ha producido en otros países, con mayor o menor
violencia. Pero no hemos de esperar que ese ejemplo tengamos que sentirlo, en
carne propia, bien que esa experiencia suele ser el maestro de los necios.

Es
mejor tomar la experiencia en la carne ajena y en este sentido, tenemos ya una
larga experiencia. El abandono por el Estado de una dirección racional de una
política social, cualquiera que ella sea, es sin duda el peor argumento porque
es el desgobierno y la disociación paulatina y progresiva de las fuerzas
productoras de la Nación. En mi concepto, ésa ha sido la política seguida hasta
ahora. El Estado, en gran parte, se había desentendido del problema social, en
lo que él tiene de trascendente, para solucionar superficialmente los conflictos
y problemas parciales. Es así que el panorama de la política social seguida
representa una serie de enmiendas colocadas alrededor de alguna ley, que por no
haber resultado orgánicamente la columna vertebral de esa política social, se ha
resuelto parcialmente el problema, dejando el resto totalmente sin solución.

Las
masas obreras que no han sido organizadas presentan un panorama peligroso,
porque la masa más peligrosa, sin duda, es la inorgánica.



Sigamos leyendo este discurso subrayando cómo se construyó el vigente Estado que
es responsable fundamental de las actuales emergencias socioeconómica del 99%
abajo y socioecológica:

La
experiencia moderna demuestra que las masas obreras mejor organizadas son, sin
duda, las que pueden ser dirigidas y mejor conducidas en todos los órdenes. La
falta de una política social bien determinada ha llevado a formar en nuestro
país esa masa amorfa. Los dirigentes son, sin duda, un factor fundamental que
aquí ha sido también totalmente descuidado. El pueblo por sí, no cuenta con
dirigentes. Y yo llamo a la reflexión de los señores para que piensen en manos
de quiénes estaban las masas obreras argentinas, y cuál podía ser el porvenir de
esa masa, que en un crecido porcentaje se encontraba en manos de comunistas, que
no tenían ni siquiera la condición de ser argentinos, sino importados,
sostenidos y pagados desde el exterior. (…)

La
idea de formar un verdadero organismo estatal con prestigio, obtenido a base de
buena fe, de leal colaboración y cooperación, de apoyo humano y justo a la clase
obrera, para que respetado, y consolidado su prestigio en las masas obreras,
pudiera ser un organismo que encauzara el movimiento sindical argentino en una
dirección; lo organizase o hiciese de esta masa anárquica, una masa organizada,
que procediese racionalmente, de acuerdo con las directivas del Estado. Ésa fue
la finalidad que, como piedra fundamental, sirvió para levantar sobre ella la
Secretaría de Trabajo y Previsión.


Para evitar que ella cayese nuevamente en el mal anterior, en esa burocracia
estática que hace ineficaces casi todas las organizaciones estatales, porque
están siempre 5 kilómetros detrás del movimiento, organizamos sobre esa
burocracia un brazo activo que se llamó Acción Social Directa, que va a la
calle, toma el problema, lo trae y lo resuelve en el acto; y en tres días se
tiene establecido un acuerdo entre patrones y obreros, el que después se
protocoliza en pocas horas, en un convenio que firman ambas partes de acuerdo, y
se pasa a ejecución. Esa sería para el porvenir la base de experiencia, que es
la unión real, la base empírica sobre la cual había de conformarse en el futuro
un verdadero código de trabajo, al contrario de aquellos que se decidieron
siempre por emplear el método idealista e hicieron códigos de trabajo, muchos de
los cuales no fueron leídos más que por el autor y algunos de sus familiares,
pero que en el campo real de las actividades del trabajo no tuvieron nunca
aplicación en ningún caso. (…)

Es
grave error creer que el sindicalismo obrero es un perjuicio para el patrón. En
manera alguna es así. Por el contrario, es la forma de evitar que el patrón
tenga que luchar con sus obreros, que su sociedad patronal que lo representa
luche con la sociedad obrera que representa al gremio. En síntesis, es el medio
para que lleguen a un acuerdo, no a una lucha. Así se suprimen las huelgas, los
conflictos parciales, aunque, indudablemente, las masas obreras pasan a tener el
derecho de discutir sus propios intereses, desde una misma altura con las
fuerzas patronales, lo que analizado, es de una absoluta justicia.

A
nadie se le puede negar el derecho de asociarse lícitamente para defender sus
bienes colectivos o lícitamente para defender sus bienes colectivos o
individuales: ni al patrón, ni al obrero. Y el Estado está en la obligación de
defender una asociación como la otra, porque le conviene tener fuerzas orgánicas
que puede controlar y que puede dirigir; y no fuerzas inorgánicas que escapan a
su dirección y a su control. Por eso nosotros hemos propiciado desde allí un
sindicalismo, pero un verdadero sindicalismo gremial. No queremos que los
sindicatos estén divididos en fracciones políticas, porque lo peligroso es,
casualmente, el sindicalismo político.


Sindicatos que están compuestos por socialistas, comunistas y otras agrupaciones
terminan por subordinarse al grupo más activo y más fuerte. Y un sindicato donde
cuenta con hombres buenos y trabajadores, va a caer en manos de los que no lo
son: hombre que formando un conjunto aisladamente, no comulgarían con esas ideas
anárquicas. De ahí que es necesario que todos comprendan que estas cuestiones,
aun cuando algunos consideran al sindicalismo una mala palabra, en su finalidad,
son siempre buenas, porque evita, casualmente, los problemas creados y que son
siempre artificiales. Por cada huelga producida naturalmente, hay cinco
producidas artificialmente, y ellas lo son por masas heteróditas, que tienen
dirigentes que no responden a la propia masa.

En
permitir y aun en obligar a los gremios a formar sindicatos, radica la
posibilidad de que los audaces que medran a sus expensas puedan apoderarse de la
masa y obren en su nombre en defensa de intereses siempre inconfesables. Antes
de entrar en el tema, me he de referir a otra de las cuestiones. Se ha dicho que
en la Secretaría de Trabajo y Previsión, hemos perjudicado a tales o cuales
fuerzas. La Secretaría de Trabajo y Previsión responde a una concepción que
expuse desde el primer momento; en aquélla no se produce ningún acuerdo, ningún
arreglo por presión, sino por transacción entre obreros y patrones. Nosotros no
hemos llegado a establecer ningún decreto, ninguna resolución que no haya sido
perfectamente aceptada en nuestras mesas por obreros y patrones. Ya hemos
realizado más de cien convenios colectivos, respecto de los cuales no puede
haber un solo patrón ni un solo obrero que pueda sostener con justicia que
nosotros no hemos consultado y llegado a esos convenios y acuerdos, por
transacciones bilaterales entre ellos, arregladas por nosotros que ocupamos la
cabecera para evitar que intercambien palabras y discusiones inoportunas.


Nosotros allí, haciendo de verdaderos jueces salomónicos, ayudamos la
transacción: unos dicen diez centavos; otros solicitan veinte centavos, porque
el patrón siempre quiere dar menos y el obrero siempre pide más. Muchos de los
señores que están aquí habrán asistido a nuestro trabajo. En ese sentido, vamos
realizando una justicia distributiva y evitando que esto que puede ser un
negocio transaccional, se transforme en una huelga con tiros, y en tantas cosas
desagradables. Lo que yo puedo decir es que desde que la Secretaría de Trabajo y
Previsión se halla en funcionamiento, no se ha producido en el país ninguna
huelga duradera, ni ninguna ha resistido más de cuarenta y ocho horas y,
excepcionalmente, alguna de ellas ha durado varios días. Eso en casi ocho meses
de trabajo. Hacia esa finalidad marcha la Secretaría de Trabajo y Previsión.


Creo, señores, que en cuanto se refiere a su acción, la Secretaría de Trabajo y
Previsión no puede presentar ningún inconveniente, ni para el capital ni para el
trabajo. Procedemos a poner de acuerdo al capital y al trabajo, tutelados ambos
por la acción directiva del Estado, que también cuenta con esos convenios,
porque es indudable que no hay que olvidar que el Estado, que representa a todos
los demás habitantes, tiene también allí su parte que defender: el bien común,
sin perjudicar ni a un bando ni a otro. Cuando fuera necesario salvar el bien
común a expensas del mal de algún otro, creo que ningún hombre de gobierno puede
apartarse de eso que representa para mí la conveniencia y la justicia del
Estado. Bien, señores. No he de decir que la Secretaría de Trabajo y Previsión
se encuentra en este momento en un lecho de rosas, pero sí puedo asegurarles que
mediante una captación progresiva de las masas, que consideran a aquella casa
como la propia, ha acarreado al bien social muchas conquistas y muchas
victorias. Creo más: estimo que el futuro será cada vez mejor por los beneficios
incalculables que la organización gremial va a dar al país para su orden
interno, para su progreso y para su bienestar general.

Yo
invitaría a los señores a que reflexionen –como ya lo he hecho anteanoche,
cuando se susurraba que iban a producirse desórdenes en la calle– acerca de cuál
habría sido el espectáculo de estos días, si hace ocho meses no hubiéramos
pensado en buscar una solución a esa desorbitación natural de las masas.
Probablemente habría sido otro. La Secretaría de Trabajo y Previsión ha ido a
investigar cuántos obreros había detenidos, y puedo afirmar que sin su creación,
no hubiéramos tenido la enorme satisfacción de saber que entre todos esos
detenidos existe solamente un obrero, perteneciente al sindicato de la
construcción. Ningún otro obrero ha sido detenido por los incidentes y
desórdenes callejeros. No sé si seré optimista, como son optimistas todos los
padres con sus hijos, pero sabemos nosotros muy bien que hasta ahora la
Secretaría de Trabajo y Previsión ha llenado una función de gran eficacia para
la tranquilidad pública.


Pueden venir días de agitación. La Argentina es un país que no está en la
estratosfera; sino que está viviendo una vida de relación; de manera que las
ideologías que aquí se discuten, no se decidirán en la República Argentina, sino
que ya se están decidiendo en los campos europeos; y esa influencia será tan
grande para el futuro, que la veremos crecer progresivamente hasta producir
hechos decisivos que pueden ir desde el grito de “Viva Esto” y “Viva lo Otro”
hasta la guerra civil. Está en manos de nosotros hacer que la situación termine
antes de llegar a ese extremo, en el cual todos los argentinos tendrán algo que
perder, pérdida que será directamente proporcional con lo que cada uno posea: el
que tenga mucho lo perderá todo, y el que no tenga nada, no perderá. Y como los
que no tienen nada son muchos más que los que tienen mucho, el problema presenta
en este momento un punto de crisis tan grave como pocos pueden concebir.

El
mundo está viviendo un drama cuyo primer acto, 1914-1918, lo hemos vivido casi
todos nosotros; hemos vivido también el segundo acto, a cuya terminación
asistimos; pero nadie puede decir si después de este acto continúa el epílogo o
si vendrá un tercer acto que prolongará quién sabe aún por cuánto tiempo este
drama de la humanidad. Lo que la República Argentina necesita es entrar bien
colocada en ese epílogo que puede producirse ya, o que si no se produce y se
entrara en un tercer acto, exigirá estar aún mejor preparada. Vivimos épocas de
decisiones, y quien no esté decidido a afrontarlas, sucumbirá irremisiblemente.
¿Cuál es el problema que a la República Argentina debe preocuparle sobre todos
los demás? Un cataclismo social en la República Argentina haría inútil cualquier
posesión de bien, porque sabemos –y la experiencia de España es bien concluyente
y gráfica a este respecto– que con ese cataclismo social los valores se pierden
totalmente y, en el mejor de los casos, lo que cambia pasa a otras manos que las
que eran inicialmente poseedoras; vale decir que los hombres, después de un
hecho de esa naturaleza, han de pensar que todo se ha perdido. Si así sucede,
ojalá se pierda todo, menos el honor.

Es indudable que siendo
la tranquilidad social la base sobre la cual ha de dilucidarse cualquier
problema, un objetivo inmediato del Gobierno ha de ser asegurar la tranquilidad
social del país, evitando por todos los medios un posible cataclismo de esta
naturaleza, ya que si él se produjera, de nada valdrían las riquezas acumuladas,
los bienes poseídos, los campos, ni los ganados. Sobre esto, señores, es inútil,
totalmente inútil teorizar; hay que ir a soluciones realistas: primero,
solucionar este problema; luego pensaremos en los otros, porque fallar en esta
solución, representa fallar integralmente para el país. Dentro de este objetivo,
fundamental e inmediato, que la Secretaría de Trabajo y Previsión persigue,
radica la posibilidad de evitar el cataclismo social que es probable, no
imposible.


Basta conocer cuál es el momento actual que viven las masas obreras argentinas,
para darse cuenta si ese cataclismo es o no probable. La terminación de la
guerra agudizará de una manera extraordinaria ese problema, y América será, sin
duda, el juego de intereses tan poderosos como no lo han sido en la historia
ningún país de este lado del Ecuador antes de ahora. El capitalismo en el mundo
ha sufrido durante esta guerra, en este segundo acto del drama, un golpe
decisivo. El resultado de la guerra 1914-1918 fue la desaparición de un gran
país europeo como capitalista: Rusia. Pero engendró en nuevas doctrinas más o
menos parecidas a las doctrinas rusas, otros países que fueron hacia la
supresión del capitalismo. En esta guerra, el país capitalista por excelencia
quedará como un país deudor en el mundo, probablemente, mientras que toda la
Europa entrará dentro del anticapitalismo panruso. Esto es lo que ya se puede ir
viendo, y diría que no es nuevo ni es tampoco de los comunistas, sino que es muy
anterior a ellos.

En
América quedarán países capitalistas, pero en lo que concierne a la República
Argentina, sería necesario echar una mirada de circunvalación para darse cuenta
de que su periferia presenta las mismas condiciones rosadas que tenía nuestro
país. Chile es un país que ya tiene, como nosotros, un comunismo de acción de
hace años; en Bolivia, a los indios de las minas parece les ha prendido el
comunismo como viruela, según dicen los bolivianos; Paraguay no es una garantía
en sentido contrario al nuestro; Uruguay, con el “camarada” Orlof, que está en
este momento trabajando activamente; Brasil, con su enorme riqueza, me temo que
al terminar la guerra pueda caer en lo mismo. Y entonces pienso cuál será la
situación de la República Argentina al terminar la guerra, cuando dentro de
nuestro territorio se produzca una paralización y probablemente una desocupación
extraordinaria; mientras desde el exterior se filtre dinero, hombres e
ideologías que van a actuar dentro de nuestra organización estatal, y dentro de
nuestra organización del trabajo.


Creo que no se necesita ser muy perspicaz para darse cuenta de cuáles pueden ser
las proyecciones, y de cuáles pueden ser las situaciones que tengamos todavía
que enfrentar en un futuro muy próximo. Por lo pronto, presentaré un solo
ejemplo para que nos demos cuenta en forma más o menos gráfica de cuál es la
situación de la República Argentina en ese sentido. Yo he estado en España poco
después de la guerra civil y conozco mi país después de haber hecho muchos
viajes por su territorio. Los obreros españoles, inmediatamente antes de la
guerra civil, ganaban salarios superiores, en su término medio general, a los
que se perciben actualmente en la República Argentina; no hay que olvidarse de
que en nuestro territorio hay hombres que ganaban 20 centavos diarios; no pocos
que ganaban doce pesos por mes; y no pocos, también, que no pasaban de treinta
pesos por mes, mientras los industriales y productores españoles ganaban el 30 o
40 por ciento. Nosotros tenemos en este momento – ¡Dios sea loado, ello ocurra
por muchos años! – industriales que pueden ganar hasta el 1.000 por ciento. En
España se explicó la guerra civil. ¿Qué no se explicaría aquí si nuestras masas
de criollos no fuesen todo lo buenas, obedientes y sufridas que son?

He
presentado el problema de España antes de referirme al problema argentino. La
posguerra traerá, indefectiblemente, una agitación de las masas, por causas
naturales; una lógica paralización, desocupación, etcétera, que combinadas
producen empobrecimiento paulatino. Ésas serán las causas naturales de una
agitación de las masas, pero aparte de estas causas naturales, existirán también
numerosas causas artificiales, como ser: la penetración ideológica, que nosotros
hemos tratado en gran parte de atenuar; dinero abundante para agitar, que
sabemos circula ya desde hace tiempo en el país, y sobre cuyas pistas estamos
perfectamente bien orientados; un surgimiento del comunismo adormecido, que
pulula como todas las enfermedades endémicas dentro de las masas; y que volverá,
indudablemente, a resurgir con la posguerra, cuando los factores naturales se
hagan presentes.

En
la Secretaría de Trabajo y Previsión ya funciona el Consejo de posguerra, que
está preparando un plan para evitar, suprimir, o atenuar los efectos, factores
naturales de la agitación; y que actúa también como medida de gobierno para
suprimir y atenuar los factores artificiales; pero todo ello no sería
suficientemente eficaz, si nosotros no fuéramos directamente hacia la supresión
de las causas que producen la agitación como efecto. Es indudable que en el
campo de las ideologías extremas, existe un plan que está dentro de las mismas
masas trabajadoras; que así como nosotros luchamos por proscribir de ellas
ideologías extremas, ellas luchan por mantenerse dentro del organismo de trabajo
argentino. Hay algunos sindicatos indecisos, que esperan para acometer su acción
al medio, que llegue a formarse; hay también células adormecidas dentro del
organismo que se mantienen para resurgir en el momento en que sea necesario
producir la agitación de las masas.


Existen agentes de provocación que actúan dentro de las masas provocando todo lo
que sea desorden; y además de eso, cooperando activamente, existen agentes de
provocación política que suman sus efectos a los de agentes de provocación roja,
constituyendo todos ellos coadyuvantes a las verdaderas causas de agitación
natural de las masas. Ésos son los verdaderos enemigos a quienes habrá que hacer
frente en la posguerra, con sistemas que deberán ser tan efectivos y radicales
como las circunstancias lo impongan. Si la lucha es tranquila, los medios serán
tranquilos; si la lucha es violenta, los medios de supresión serán también
violentos. El Estado no tiene nada que temer cuando tiene en sus manos los
instrumentos necesarios para terminar con esta clase de agitación artificial;
pero, señores, es necesario persuadirse de que desde ya debemos ir encarando la
solución de este problema de una manera segura. Para ello es necesario un seguro
y reaseguro. Si no estaremos siempre expuestos a fracasar. Este remedio es
suprimir las causas de la agitación: la injusticia social. Es necesario dar a
los obreros lo que éstos merecen por su trabajo y lo que necesitan para vivir
dignamente, a lo que ningún hombre de buenos sentimientos puede oponerse,
pasando a ser éste más un problema humano y cristiano que legal. Es necesario
saber dar un 30 por ciento a tiempo que perder todo a posteriori. Éste es el
dilema que plantea esta clase de problemas. Suprimidas las causas, se suprimirán
en gran parte los efectos; pero las masas pueden aún exigir más allá de lo que
en justicia les corresponde, porque la avaricia humana en los grandes y en los
chicos no tiene medidas ni límite.

Para evitar que las masas que han recibido la justicia social necesaria y lógica
no vayan en sus pretensiones más allá, el primer remedio es la
organización de
esas masas para que, formando organismos responsables, organismos lógicos y
racionales, bien dirigidos, que no vayan tras la injusticia, porque el sentido
común de las masas orgánicas termina por imponerse a las pretensiones exageradas
de algunos de sus hombres. Ése sería el seguro, la organización de las masas. Ya
el Estado organizaría el reaseguro, que es la autoridad necesaria para que
cuando esté en su lugar nadie pueda salirse de él, porque el organismo estatal
tiene el instrumento que, si es necesario, por la fuerza ponga las cosas en su quicio y no permita
que salgan de su cauce.

Ésa
es la solución integral que el Estado encara en este momento para la solución
del problema social. Se ha dicho, señores, que soy un enemigo de los capitales,
y si ustedes observan lo que les acabo de decir no encontrarán ningún defensor,
diríamos, más decidido que yo, porque sé que la defensa de los intereses de los
hombres de negocios, de los industriales, de los comerciantes, es la defensa
misma del Estado. Sé que ni las corrientes comerciales han de modificarse
bruscamente, ni se ha de atacar en forma alguna al capital, que, con el trabajo,
forma un verdadero cuerpo humano, donde sus miembros han de trabajar en armonía
para evitar la destrucción del propio cuerpo.


Siendo así, desde que tomé la primera resolución de la Secretaría de Trabajo y
Previsión, establecí clara e incontrovertiblemente que esta casa habría de
defender los intereses de los obreros, y habría de respetar los capitales, y que
en ningún caso se tomaría una resolución unilateral y sin consultar los diversos
intereses, y sin que los hombres interesados tuvieran el derecho de defender lo
suyo en la mesa donde se dilucidarían los conflictos obreros. Así lo he cumplido
desde que estoy allí y lo seguiré cumpliendo mientras esté. También he defendido
siempre la necesidad de la unión de todos los argentinos, y cuando digo todos
los argentinos, digo todos los hombres que hayan nacido aquí y que se encuentren
ligados a este país por vínculos de afecto o de ciudadanía. Buscamos esa unión
porque entendemos que cualquier disociación, por insignificante que sea, que se
produzca dentro del país, será un factor negativo para las soluciones del
futuro; y si esa disociación tiene grandes caracteres, y este pueblo no se une,
él será el autor de su propia desgracia, porque es indudable, señores, que si
seguimos jugando a los bandos terminaremos por pelear, y es indudable también,
que en esa pelea ninguno tendrá qué ganar sino todos tendrán qué perder, y es
evidente que en este momento se está jugando con fuego. Lo saben ustedes, lo sé
yo y lo sabe todo el país. Nosotros somos hombres profesionales de la lucha,
somos hombres educados para luchar, y pueden tener ustedes la seguridad más
absoluta de que si somos provocados a esa lucha, iremos a ella con la decisión
de no perderla. Por eso digo que antes de embarcar al país en aventuras de esta
naturaleza, conviene hacer un llamado a todos los argentinos de buena voluntad,
para que se unan, para que dejen de lado rencores de cualquier naturaleza, a fin
de salvar a la Nación, cuyo destino futuro no está tan salvaguardado como muchos
piensan, porque las disensiones internas, provocadas o no provocadas, pueden
llevarnos a conflictos que serán siempre graves, y en esto, los hombres no
cuentan; cuenta solamente el país. Con este espíritu, señores, he venido hasta
aquí.


Como Secretario de Trabajo y Previsión he querido proponer a los señores que
representan a las asociaciones más caracterizadas de las fuerzas vivas, dos
cuestiones. El Estado está realizando una obra social que será cada día más
intensa; eso le ha ganado la voluntad de la clase trabajadora, con una
intensidad que muchos de los señores quizá desconozcan, pero yo, que viajo
permanentemente y que hablo continuamente con los obreros, estoy en condiciones
de afirmar que es de una absoluta solidaridad con todo cuanto realizamos. Pero
lo que sigue primando en las clases trabajadoras es un odio bastante marcado
hacia sus patrones. Lo puede afirmar, y mejor que yo lo podría decir mi director
de Acción Social Directa, que es quien trata los conflictos. Existe un encono
muy grande; no sé si será justificado, o si simplemente será provocado, pero el
hecho es que existe. Contra esto no hay más que una sola manera de proceder: si
el Estado es el que realiza la obra social, él es quien se gana la voluntad de
los trabajadores; pero si los propios patrones realizan su propia obra social,
serán ellos quienes se ganen el cariño, el respeto y la consideración de sus
propios trabajadores.


Muchas veces me dicen: “¡Cuidado, mi coronel, que me altera la disciplina!”. Yo
estoy hecho en la disciplina. Hace treinta y cinco años que ejercito y hago
ejercitar la disciplina, y durante ellos he aprendido que la disciplina tiene
una base fundamental: la justicia. Y que nadie conserva ni impone disciplina si
no ha impuesto primero la justicia. Por eso creo que si yo fuera dueño de una
fábrica, no me costaría ganarme el afecto de mis obreros con una obra social
realizada con inteligencia. Muchas veces ello se logra con el médico que va a la
casa de un obrero que tiene un hijo enfermo, con un pequeño regalo en un día
particular; el patrón que pasa y palmea amablemente a sus hombres y les habla de
cuando en cuando, así como nosotros lo hacemos con nuestros soldados. Para que
los obreros sean más eficaces han de ser manejados con el corazón.

El
hombre es más sensible al comando cuando el comando va hacia el corazón, que
cuando va hacia la cabeza. También los obreros pueden ser dirigidos así. Sólo es
necesario que los hombres que tienen obreros a sus órdenes, lleguen hasta ellos
por esas vías, para dominarlos, para hacerlos verdaderos colaboradores y
cooperadores, como se hace en muchas partes de Europa que he visitado, en que el
patrón de la fábrica, o el Estado, cuando éste es el dueño, a fin de año, en
lugar de dar un aguinaldo, les da una acción de la fábrica. De esa manera, un
hombre que lleva treinta años de servicios tiene treinta acciones de la fábrica,
se siente patrón, se sacrifica, ya no le interesan las horas de trabajo. Para
llegar a esto hay cincuenta mil caminos. Es necesario modernizar la conducción
de los obreros de la fábrica. Si ese fenómeno, si ese milagro lo realizamos,
será mucho más fácil para el Gobierno hacer justicia social: es decir, la
justicia social de todos, la que corresponde al Estado, y éste la encarará y
resolverá por sus medios o por la colaboración que sea necesaria; pero eso no
desliga al patrón de que haga en su propia dependencia obra social. Hay muchas
fábricas que lo han hecho, pero hay muchas otras que no.

Lo
que pediría es que en lo posible se intensifique esta obra rápidamente, con
medios efectivos y eficaces, cooperando con nosotros, asociándose con el Estado,
si quieren los patrones, para construir viviendas, instalar servicios médicos,
dar al hombre lo que necesita. Un obrero necesita su sueldo para comer, habitar
y vestirse. Lo demás debe dárselo el Estado. Y si el patrón es tan bueno que se
lo dé, entonces éste comenzará a ganarse el cariño de su propio obrero; pero si
él no le da sino su salario, el obrero no le va a dar tampoco nada más que las
ocho horas de trabajo. Creo que ha llegado, no en la Argentina sino en el mundo,
el momento de cambiar los sistemas y tomar otros más humanos, que aseguren la
tranquilidad futura de las fábricas, de los talleres, de las oficinas y del
Estado.

Esto es lo primero que yo deseo pedir, y luego, para colaborar conmigo en la
Secretaría de Trabajo y Previsión, pido una segunda cosa: que se designe una
comisión que represente con un hombre a cada una de las actividades, para que
pueda colaborar con nosotros en la misma forma en que colaboran los obreros. Con
nosotros funcionará en la casa la Confederación General del Trabajo, y no
tendremos ningún inconveniente, cuando queramos que los gremios equis o zeta
procedan bien o darles nuestros consejos, nosotros se lo transmitiremos por su
comando natural; le diremos a la Confederación General: hay que hacer tal cosa
por tal gremio, y ellos se encargarán de hacerlo. Les garantizo que son
disciplinados, y tienen buena voluntad para hacer las cosas.


Si nosotros contáramos con la representación patronal en la Secretaría de
Trabajo y Previsión, para que cuando haya conflictos de cualquier orden la
llamáramos, nuestra tarea estaría aliviada. No queremos, en casos de conflicto
de una fábrica, molestar a toda la sociedad industrial para interesarla en este
caso. Teniendo un órgano en la casa lo consideraríamos: y aquél defendería los
intereses patronales, así como la Confederación defiende los intereses obreros.
Son las dos únicas cosas que les pido. Con ese organismo, que si ustedes tienen
voluntad de designar para que tome contacto con la Secretaría de Trabajo y
Previsión, nosotros estructuraremos un plan de conjunto sobre lo que va a hacer
el Estado y lo que va a hacer cada uno de los miembros del capital que poseen, a
sus órdenes, servidores y trabajadores. Entonces veremos cómo en conjunto
podríamos presentar al Estado una solución que, beneficiándoles, beneficie a
todos los demás. Entonces yo dejo a vuestra consideración estas dos propuestas:
primero, una obra social de colaboración en cada taller, en cada fábrica, o en
cada oficina, más humana que ninguna otra cosa; segundo, el nombramiento de una
comisión compuesta por los señores, para que pueda trabajar con nosotros, para
ver si en conjunto, entendiéndonos bien, colaborando sincera y lealmente,
llegamos a realizar una obra que en el futuro tenga algo que agradecernos.


Archivo histórico
http://archivohistorico.educ.ar


Fuente:https://www.educ.ar/recursos/129173/secretario-de-trabajo-juan-d-peron-en-bolsa-de-comercio/download/inline


Marzo 2022

El debate sobre la crisis de las izquierdas
es clave para erradicar:

QUÉ SISTEMA
Con acaparamiento oligopólico de las condiciones de vida y trabajo.

QUÉ DEMOCRACIA
Con el objetivo central del poder económico e imperialista de bloquear, y triunfar en, la lucha de clases.

QUÉ TRABAJO

Con profundización de las esclavitud salarial, condena a la subsistencia más elemental y usurpación del poder sindical.

 QUÉ ABYA YALA

Con sometimiento a ser continente de sacrificio total y totalitario para el progreso de los imperialismos.

SÍNTESIS

La democracia contrainsurgente nos condena
a país-continente de sacrificio para el incesante
enriquecimiento de
oligopolios y sus burocracias

Comprobamos que el sistema mundo capitalista y sus locales con sus mega emprendimientos agroganaderos, forestales, petroleros, mineros, hidroeléctricos, turísticos e inmobiliarios están aniquilando las biodiversidades creadoras de los imprescindibles equilibrios ecológicos para la habitabilidad del planeta.

En la naturaleza, distintas especies viven componiendo la comunidad de un lugar geográfico que no sólo habitan sino sobre todo se interrelacionan adaptándose y a la vez modificándolo, así se constituye el ecosistema local.

Durante milenios las naciones, comunidades indígenas se sentipensaron parte la naturaleza y asumieron el trabajo en su esencia humanizante. Es decir, se esforzaron por respetar cómo la naturaleza funciona y evoluciona. A la vez, la fueron transformando en acuerdo con sus necesidades e intereses. De resultas surgen los bosques nativos, las selvas, los humedales…o sea los ecosistemas con máximo equilibrio ecológico por su enorme biodiversidad son obra del trabajo de pueblos originarios. Hoy el sistema mundo capitalista y sus locales están haciendo a la desaparición forzada de esas imprescindibles simbiosis de sociedades con las ecorregiones constituyendo biomas de óptimas evolución biológica y habitabilidad planetaria.

El sistema mundo capitalista y sus locales progresan generando ecocidios causa, a su vez, de genocidios silenciosos, silenciados e invisibilizados al implicar envenenamientos de todos los subsistemas vitales del planeta. Atacan también mortalmente la salud tanto de la naturaleza como de la humana con la desertificación(agotamiento del agua, ruina de los suelos, exterminios masivos de seres) y entre las poblaciones humanas expanden el hambre, la desnutrición, la malnutrición, la alta siniestralidad laboral y refuerzan esta quita de presente-futuro por disolución de comunidades ante la expropiación de territorios y trabajo social.

Hasta planifican y multiplican incendios de bosques nativos, selvas, humedales…o sea de milenarios
ecosistemas biodiversos -por trabajo de sus pueblos originarios a los cuales
pretende exterminar- para acaparar tierras, agua y otros bienes comunes
naturales en procura de alta rentabilidad de corto plazo. En suma, están
avasallando total y totalitariamente tanto los derechos de los pueblos e
individuos sobre todo en el capitalismo periférico como los derechos de la
naturaleza constituidos por su funcionamiento básico para la vida y la salud
planetarias que incluyen las humanas. Por eso, tienden hacia la extinción de
ambas.

La modernidad alcanzada por el capitalismo encabezado por imperialismos ha culminado (porque sume a la humanidad en crisis civilizatoria y situación límite) en maximización del acaparamiento oligopólico de la naturaleza y del trabajo social a costa de generalizar ecocidios-genocidios. ¿Cómo es posible que sólo las comunidades de las designadas oficialmente «zonas de sacrificio» confrontan al sistema desertificador en todos los sentidos del concepto ?

Las elecciones sólo procuran la gobernabilidad del capitalismo cuyo objetivo principal (que convirtió en exclusivo) es la creciente e ilimitada concentración-centralización de la acumulación de riquezas y poder de dominio sobre la sociedad-naturaleza. A consecuencia de este acaparamiento acelerado e intensificado, durante la pandemia pese a originarla, el 99% humano se halla sumido en situación límite que lo interpela a rebelarse y no quedarse en ¡No! ajustazo y ¡Sí!paritarias ya que cuiden por la dignidad de los trabajadores. Porque el primero implica desarrollo capitalista cuyo objetivo es aumentar la plusvalía o el robo a los trabajadores sobre todo en tiempos de crisis estructural. Mientras las segundas no son representativas de necesidades e intereses de los trabajadores al representarlos burocracias sindicales en comunidad de negocios con las patronales privadas y estatales también disponiendo decisiones de las paritarias cuya función es bloquear la lucha de clases o la lucha de los trabajadores contra el bloque opresor.

Hoy urge el ¡Basta! de lidiar por sobrevivir en la actual organización económica, productiva y social. Para lo cual es indispensable comenzar por desentramparse de expresiones del sistema expoliador en el ámbito ideológico, simbólico y cultural. Pero ¿Cómo adquirir conciencia sobre nuestras interiorizaciones capitalistas que naturalizan nuestra condición de prisioneros y esquilmados si las izquierdas políticas cultivan el egocentrismo de sus dirigentes en vez de consagrarse al florecimiento de despertares de una creciente mayoría sobre sus dignidades pisoteadas por el capitalismo.

Alarma e indigna que las dirigencias de las izquierdas partidarias y de movimientos de los desposeídos y excluidos por el sistema no se hayan conmocionado ante la pandemia y sobre todo respecto a cómo el capitalismo la aprovechó para el avance raudo en el incremento de extraordinarios ganancias del 1% humano y de su dominio sobre el 99%. No tocaron fondo y permanecen en electoraleras.

Ubiquémonos en el Abya Yala, verificamos la incesante expropiación de fundamentales e inmensos territorios que el capitalismo convierte en tierras para súper negocios de corto plazo y concreta a través de etnocidios, también genocidios. Apropiación oligopólica y transnacionalizadora que fue y es garantizada tanto por gobiernos progresistas como por los neoliberales a través de militarizar esa ocupación económico territorial y ejercer modelación mediática del consenso indispensable.

Observamos que, como en México, el gobierno progresista de los Fernández profundiza no sólo los extractivismos sino también el autoritarismo y militarización esencial a esa expoliación. Aún más, coinciden en esforzarse por legislar-legitimar la privatización de las semillas para viabilizar a los oligopolios globales y globalizados que las monopolicen y homogenicen en transgénicas creando ramificación de mercados con consumidores, proveedores y clientes cada vez más cautivos. Prueba que el capitalismo es dictadura militarizada de su poder concentrado y se destapa cada vez más que su pregonada democracia y libertad individual es garante de esa tiranía.

Veamos la criminalidad de lesa naturaleza y de lesa humanidad implícita en la privatización de las semillas. En efecto, el origen de la vida presente y futura está en las semillas como base ineludible de las tramas alimentarias tanto de la naturaleza como de los pueblos planetarios. Sin embargo, en este siglo, el capitalismo ha agudizado la lucha por la expropiación oligopólica de las semillas nativas y criollas que son fruto del trabajo colectivo durante milenios y posibilitan la soberanía alimentaria de cada pueblo.

Por eso, es tiempo de descubrir qué campo avanza y cómo nuestro campo –el de los diversos de abajo- fundamentado en solidarizarnos requiere nuestra ruptura generalizada con el capitalismo y no la conciliación ejercida por las actuales dirigencias de campesinos y pequeños-medianos productores de Argentina. Hasta el Movimiento de Trabajadores Rurales de Brasil que alumbraba caminos emancipatorios en sus luchas e iniciativas consecuentes, ha devenido hoy en dialoguista con el Papa Francisco, con la FAO, con Lula o sea concilia con el sistema opresor.

Pero encontramos que pequeños productores, indígenas, asambleas socioecológicas y ONG han constituido el colectivo Plataforma Socioambiental en Argentina. Cuestionan que se sigan privilegiando actividades -tendientes a ser exclusivas- que arrasan territorios y poblaciones.

Plataforma Socioambiental es una unión importante de quienes luchan contra los extractivismos o sea se ha posicionado en defensa de los derechos de la naturaleza y los de los pueblos que hoy necesitamos arraigar para el suficiente freno al capitalismo en sus ecocidios-genocidios.

Sin embargo, Plataforma Socioambiental no se sitúa en el sistema capitalista ni en la naturaleza, a ésta la sustituye por el eufemismo “ambiente”. De ahí su desliz a la imprecisión e ingenuidad de cuestionar que se sigan priorizando actividades que arrasan territorios y poblaciones. Que la conduce a creer en la necesidad de políticas públicas de forma urgente para realmente combatir la crisis climática y las industrias saqueadoras que lo impulsan.

Por un lado, no se define en confrontación con el Estado en todas sus jurisdicciones como poder político del Capital (de las potencias imperialistas y subimperialistas con socios menores en las elites locales) para expandir su acumulación oligopólica de riquezas y poder. Al contrario, le reclama otro orden de privilegios cuando el Estado representando a la burguesía hegemónica se rige por el crecimiento insaciable de ganancias de dicho poder sin importar las consecuencias socioecológicas ni la utilidad para los pueblos de las actividades que despliega. Tampoco el Capital Estado se detiene en conseguir las ganancias, las avizora en incesante incremento y apoderamiento de posibilidades de multiplicarlas.

Sólo el protagonismo de los pueblos construyendo su confederalismo democrático (como lo define Abdullah Öcalan) frenará, para luego erradicar, los extractivismos o modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza en el Abya Yala y en todo el capitalismo periférico.

Por otro lado, Plataforma Socioambiental desconoce al enfoque integral de la naturaleza que está implícito en las cosmovisiones de las naciones indígenas y en la ecología política.  Enrique Leff explica esta última en:

 

Las defensas y  recuperaciones de territorios comparten ambas concepciones. Por tanto, se
afirman en búsquedas locales y de la Unión de Asambleas de Comunidades (UAC) de
caminos hacia la autodeterminación de los pueblos naciones de Argentina y del
Abya Yala.

Escuchemos: “Hay que profundizar la construcción de poderes locales, territoriales, e integrados,
que puedan sostener la lucha en esos territorios”
señala Miriam

Miranda
(Coordinadora General de la Organización Fraternal Negra Hondureña).
Además, explica que toda toma de partido debe construir algo colectivo y
proyectar prácticas de bienestar de la comunidad “para que no terminemos
arrastrados por corrientes que no nos representan. Por eso, insisto que es
importante la acumulación de trabajo con las comunidades, romper el monopolio de
la comunicación”.

Al respecto de no
ser arrastrados a seguir rutas equivocadas, aclaremos por qué es falso el
llamamiento a la unidad del Frente por la Soberanía Nacional  que nos
interpela: “(…)

Construyamos
 unidad, fraternalmente, la Patria es de todxs lxs
argentinxs bien nacidxs, sobre todo de lxs trabajadorxs que día a día sueñan y
construyen la sociedad con su trabajo ,con su lucha , con su sacrificio y no de
los que se roban el esfuerzo del pueblo.


¡¡¡Derogación del Decreto 949!!!

¡¡¡Nada
para el agronegocio y las multinacionales!!!

¡¡¡Todo
para el pueblo y la Patria!!!


 
Como es propio del nacionalismo popular con amplio e histórico arraigo en los países del
Abya Yala se vale de un lenguaje impreciso que, a semejanzas del Partido
Justicialista y su mimetización K con este siglo, tiende a comunicarse con las
mayorías renovando sus mitos y fetiches sustanciados en emociones primarias. Ya
para 1810 se las esclarecía que la invocación de la Patria perseguía embaucarlas
detrás de liderazgos y no a su protagonismo autoconciente. Aún más, el Frente es
discriminativo de quienes viven en el país sin ser argentinos y de quienes no se
identifican argentinos sino pertenecientes a naciones indígenas. Agrava la
discriminación con el ambiguo calificativo de ‘bien nacidos’.

El Frente destaca a los trabajadores de un modo demagógico al encubrir que están
destruyendo el país y produciendo la pobreza de más del 50% de menores entre 0 a
17 años y enfermedades tanto por contaminación ambiental como por desnutrición y
malnutrición. Oculta que devastan y artificializan la naturaleza debido a su
condición de semiesclavos modernos y/o a identificación con la sociedad de
consumo y el progreso capitalistas.
Tampoco el desafío
emancipatorio es de alcanzar la soberanía nacional y al revés, se requiere la
plurinacionalidad para demoler al vigente Estado del Capital. En este reemplazo
radical andan las defensas y recuperaciones territoriales que están
constituyendo poderes de gestión comunal, de autonomía y de afirmación en las
dignidades colectivas e individuales Aún más enfocan que es perentorio el
internacionalismo o la unión sin fronteras de las luchas por la vida y la salud
planetarias que se esmeran por frenar, para luego erradicar, al modo capitalista
de producción y mercantilización de la naturaleza.