Diciembre-2024
Erradiquemos la tergiversación K
del 19y20
desde el Pronunciamiento Mapuche Tehuelche del 21-12-2002 y
el hoy de la autoorganización popular para el cambio de:
Qué sistema
De oligopolios con burocracias locales e internacionales mirando por maximizar expropiación, expoliación y mercantilización de todo lo existente en el planeta vs sistema social de los pueblos planetarios creando sus «buenos vivires» y su «confederación democrática»
Conciliación de clases/ Concentración y centralización capitalista/
Alternativas emancipatorias
Conciliación de clases
Necesitamos, abajo y a la izquierda coherente con su esencia común-ista, que una creciente mayoría de los oprimidos, por el sistema mundo capitalista y su local, rompa con la conciliación de clase que lo posibilita. Recordemos, ante todo. que Cristina Fernández de Kirchner no sólo destacó al capitalismo como el sistema más eficiente sino sobre todo fue y es fundamental garante de la expansión de los extractivismos rurourbanos.
Significa comenzar por contrastar el discurso de justificación del crecimiento gran capitalista con la puesta en práctica de esa acumulación. Es descubrir que avasalla los derechos de pueblos e individuos abajo y los de la naturaleza, cuya implicancia es el arrasamiento de las condiciones esenciales a la habitabilidad planetaria. Examinemos un ejemplo de enorme importancia por perturbar gravemente el ciclo del agua en la naturaleza y por tanto, la vida planetaria.
Mares que desaparecen:
el legado ambiental de una prosperidad efímera
29 de noviembre de 2024
Por Jaime Martínez Valderrama | The Conversation
La evidencia científica nos dice que el nivel de los mares y océanos del mundo está subiendo. Enormes volúmenes de hielo que se funden debido al calentamiento global fluyen para aumentar sin cesar el nivel del mar, alterando, además, su salinidad. Sin embargo, en muchas cuencas endorreicas, aquellas que no tienen salida al mar, ocurre lo contrario.
Estos grandes lagos o pequeños mares se vacían a un ritmo asombroso y en ese proceso de achicamiento cada vez son más salinos. La lista no deja de aumentar, y un estudio reciente lo corrobora con imágenes satelitales. En los últimos 30 años, el almacenamiento de agua en el 53 % de estos cuerpos de agua, que acumulan el 87 % del agua dulce líquida en la superficie terrestre, ha disminuido significativamente. (…)
Una plaga llamada aralización
Lejos de ser una excepción, el caso del mar de Aral se ha convertido en un paradigma de la degradación hídrica causada por la presión agrícola e industrial. Este fenómeno, denominado “aralización”, se caracteriza por altas tasas de evaporación, el aumento del regadío, la demanda de mercados por ciertos cultivos y el uso de tecnología que permite extraer los recursos naturales de manera intensiva. (…)
Casuística del síndrome
Muchos de los lagos que han ido desapareciendo en los últimos decenios –total o parcialmente– se encuentran en las zonas áridas, que representan casi la mitad de la superficie terrestre y siguen en expansión. Sus condiciones climáticas son propicias para el cultivo. Se trata de lugares con muchas horas de insolación y buenas temperaturas, lo que agradece la fotosíntesis. El principal escollo de las zonas áridas es su pobre balance hídrico.
La tecnología, sin embargo, ha permitido superar esta limitación mediante la canalizaciones, embalses y equipos de bombeo, transformando las zonas áridas en regiones agrícolas de gran productividad.
El cambio climático ha acelerado esta tendencia, ya que la mayor frecuencia e intensidad de las sequías justifica el uso intensivo de riego para evitar la disminución de los rendimientos. De esta forma, los lagos se vacían debido a una doble presión antropogénica que se autorrefuerza: cambio climático y regadío.
Hablamos de los lagos, pero la naturaleza no entiende de divisiones; el ciclo hidrológico conecta ríos, acuíferos, humedales y lagos en una red interdependiente. La desaparición de un lago como el Aral se debe a la extracción excesiva de agua de los ríos que lo alimentan, y la del lago Urmia al agotamiento de los acuíferos subterráneos. La pérdida de humedales emblemáticos, como Doñana, responde al mismo patrón de presión hídrica. Así, la aralización es un proceso global que amenaza cada eslabón del ciclo del agua.
Escapar a los límites planetarios es una quimera. Durante algunos breves períodos puede parecer que nuestro ingenio logra burlar las leyes de la naturaleza. Pero lo único que hacemos con ello es aumentar el peaje de nuestros desagravios. Sin renunciar a la tecnología, debemos hacer más esfuerzos por comprender cómo la vida se abre paso y ha hecho de este planeta un lugar habitable. Adecuar la presión de nuestros sistemas socioeconómicos a la disponibilidad de recursos es esencial para que nuestra especie aspire a una vida digna, más allá de la mera supervivencia.
Jaime Martínez Valderrama. Investigador postdoctoral en Desertificación, Universidad de Alicante
Fuente: https://rebelion.org/mares-que-desaparecen-el-legado-ambiental-de-una-prosperidad-efimera/
Destaquemos del artículo anterior cómo el capitalismo ocupa e invade las economías y los territorios del mundo valiéndose de tecnologías que sólo procuran eficiencia en la mercantilización de la naturaleza lugareña. Sin responsabilizarse ni importarle arrasar las comunidades, desertificar y generar ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos. Además, reparemos en dos conceptos fundamentales “cambio climático o calentamiento global” y “recursos naturales” que justifican al sistema mundo capitalista y sus locales en su necropolítica. El primero da entender que es el inherente a la naturaleza cuando lo cierto es que estamos sumidos en emergencia climática como la manifestación más contundente de la ecoterritorial originada en el modo capitalista de producción y de mercantilización de la naturaleza. Mientras el segundo fomenta desconocer que son elementos de una totalidad sea un ecosistema sea la naturaleza para no despertar la toma de partido por erradicar la gran escala de apropiación de elementos codiciados.
Consideremos en el siguiente artículo al imperialismo chino que hay quienes lo defienden como alternativa e incluso se esmeran en negar que se desarrolla bloqueando la autodeterminación de los pueblos planetarios y destruyendo sus posibilidades.
Estrategias chinas para sortear aranceles:
el rol de México y Vietnam
29 de noviembre de 2024
Por Alejandro Marcó del Pont | El tábano economista
China no solo produce. Construye rutas, moderniza puertos y aprovecha países para mantener su dominio global
En 2019 la estatal China Cosco Shipping Ports adquirió el 60% del puerto de Chancay a una minera peruana por 225 millones de dólares. Esta compra marcó el inicio de una inversión colosal de 3.500 millones de dólares —16 veces el monto inicial— destinada a modernizar el puerto y transformarlo en un eje estratégico para las rutas comerciales entre Asia y América Latina.
La primera fase del proyecto no solo acorta el tiempo de envío entre Perú y China de 35 a 23 días, ahorrando más del 20% en costos logísticos, sino que también fortalece una estrategia más amplia: la diversificación de rutas comerciales para sortear los crecientes aranceles impuestos por Estados Unidos.
En el contexto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, muchas empresas de este último país han adoptado la estrategia de “deslocalización cercana”, ensamblando productos semiacabados en países estratégicos y etiquetándolos como «Hecho en Vietnam» o «Hecho en México». Esta práctica permite reexportarlos a mercados clave como Estados Unidos y Europa, evitando los altos aranceles y aprovechando acuerdos comerciales.
Por ejemplo, la fábrica de muebles Man Wah en Monterrey, México, produce lujosos sofás «Made in Mexico» destinados a cadenas estadounidenses como Costco y Walmart. Sin embargo, la compañía es de capital chino, y su planta fue construida bajo esta lógica estratégica. Según la Asociación de Parques Industriales de México (AMPIP), todos los espacios industriales programados para 2027 ya han sido vendidos, reflejando el auge de este modelo.
Vietnam, por su lado, ha experimentado un crecimiento similar, en gran parte impulsado por la reconfiguración de las cadenas de suministro liderada por empresas chinas. Durante los años de la presidencia de Donald Trump, el superávit comercial de Vietnam con Estados Unidos pasó de 38.343 millones de dólares en 2016 a más de 120.000 millones en 2023, consolidando su rol como un engranaje clave en la red industrial de China. Este incremento no se debe solo a la competitividad vietnamita, sino a su integración como satélite en la cadena de suministro china, especialmente en sectores como el textil, la electrónica y la industria fotovoltaica. (…)
En este contexto, México y Vietnam no solo representan oportunidades económicas para China, sino que también desafían el orden comercial global liderado por Estados Unidos. Mientras Washington endurece las reglas de origen y revisa tratados, la influencia china sigue adaptándose, redefiniendo rutas comerciales y fortaleciendo su posición en un mundo multipolar.
La competencia entre China y Estados Unidos por el dominio comercial global no solo está transformando cadenas de suministro y patrones de inversión, sino que también redefine las dinámicas de poder en economías intermedias como México y Vietnam. En este nuevo orden multipolar, el desafío para estos países será equilibrar los beneficios económicos de su integración en cadenas globales con las presiones políticas y comerciales de las dos principales potencias del siglo. (…)
https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2024/11/27/estrategias-chinas-para-sortear-aranceles-el-rol-de-mexico-y-vietnam/
Fuente: https://rebelion.org/estrategias-chinas-para-sortear-aranceles-el-rol-de-mexico-y-vietnam/
Subrayemos cómo el partido comunista chino ha degenerado al marxismo leninismo de modo extremo por perfeccionar el capitalismo e imperialismo y estar viabilizando otra forma de progreso del sistema opresor-represor. Ahora, así como abundan comunistas e izquierdistas que lo apoyan en su compromiso con la explotación burguesa de los trabajadores y los pueblos, existen quienes desde las izquierdas concilian con el enfoque del capitalismo sobre el desarrollo social como comprobamos en el siguiente artículo.
Petróleo e industrialización en Venezuela
29 de noviembre de 2024
Por José Félix Rivas Alvarado/ CLAE
El aporte de la actividad petrolera a la economía venezolana se ha conocido, por más de un siglo, por su enorme capacidad de captura de renta internacional a través de las exportaciones, generando unos ingresos que, por su magnitud, determinaban la dinámica económica nacional.
Esta función rentista de la actividad petrolera es la más notoria. Sin embargo, tal capacidad generadora de ingresos oculta otra cara relevante de la extracción de hidrocarburos: su incidencia sobre el aparato productivo venezolano a través de su encadenamiento intersectorial e interindustrial.
Los eslabonamientos o enlaces, hacia delante de la cadena productiva de los hidrocarburos nos conducen -como las vertientes de un río- a diversos sectores (y sus productos), donde destacan, entre otros, la industria química y el sector agrícola, pasando por la industria petroquímica.
El petróleo está presente en otras actividades productivas y en la vida cotidiana venezolana, a través de sus derivados producidos por otras industrias transformadoras, alimentando una oferta importante de bienes muy variados.
Adicionalmente, desde los eslabonamientos hacia atrás de los hidrocarburos, encontramos un conjunto de actividades productivas de bienes y servicios necesarios para la actividad exploratoria y extractiva, que han posibilitado la existencia de un sector productivo asociado a las cadenas de apoyo que orbitan la producción petrolera. La producción industrial de válvulas, diversos insumos y hasta los servicios de ingeniería, nacieron y maduraron con el arrastre de la extracción y exportación de hidrocarburos.
Si consideramos la producción de gas, tanto de gas asociado a la extracción de petróleo (que por lo general se quema) como de las reservas de gas no asociado, se cuenta con una fuente de energía -amigable ecológicamente- poderosa para la industrialización, la agricultura, otros sectores productivos y para el consumo de los hogares.
Sectores industriales venezolanos con experiencia acumulada en años, están en condiciones de proveer los servicios y equipos que actualmente la actividad petrolera requiere. Muchos de estos equipos, piezas e insumos son importados, lo cual implica -en un contexto de extrema restricción de divisas- una importante vena abierta por donde éstas se fugan. Un programa de sustitución estratégica de importaciones, tiene en la industria petrolera y en sectores nacionalistas del empresariado industrial venezolano, una posibilidad cierta.
La actividad petrolera, hasta ahora se ha explotado desde sus ventajas comparativas propias de un recurso natural que mueve el aparato productivo del planeta. Eso es lo que nos condena al subdesarrollo, al capitalismo periférico, a la condición de dependencia dentro del sistema capitalista mundial, que desde sus centros hegemónicos industrializados nos perciben, y nos tratan, como simples proveedores de un recurso natural energético fundamental para la industria y el desarrollo, pero de ellos. Es decir, como compradores de espejitos a cambio de oro.
La industrialización de los hidrocarburos significa ir más allá, construyendo y fortaleciendo ventajas comparativas dinámicas. Los eslabonamientos nacionales de las actividades que requiere la exploración, extracción y comercialización del petróleo (y del gas), además de desarrollar el capital nacional directamente vinculado, tienen un efecto de arrastre hacia otras actividades industriales, gestando, de esta forma, una parte crucial del mercado interno, la provisión de bienes intermedios y de capital. (…)
José Félix Rivas Alvarado: Economista, profesor universitario, fue ministro, director del Banco Central, y embajador ante Mercosur y Aladi
Fuente: https://rebelion.org/petroleo-e-industrializacion-en-venezuela/
Señalemos la gravedad de esta concepción de industrialización que imita a la del capitalismo cuya expansión se basa fundamentalmente en el petróleo que nos sume en crisis civilizatoria y en extinción de la vida humana y no humana. De ahí que el Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales, en su Boletín 196 del 3 de diciembre de 1913 advierte:
(…) El cambio hacia sociedades que sean ambiental y socialmente justas y saludables, también en términos de energía, resulta cada vez más urgente. Y no se trata de un mero cambio de fuentes de energía. Si se mantienen los poderosos intereses económicos, políticos y financieros que hoy sustentan el engranaje petrolero, si continúa la inequidad, si se manejan las mismas grandes escalas, si se excede la capacidad, cualquier energía renovable puede resultar finalmente tan perniciosa como el petróleo.
La apuesta está en las visiones de sociedades solidarias que construyan los movimientos sociales y en el poder que acumulen en torno a eso para rescatar a la humanidaddel actual rumbo nefasto, en el que, a la larga, nadie saldrá ganando.
Concentración y centralización capitalista
Examinemos formas en que los pueblos aceptan la constante concentración y centralización capitalista.
-Reflexionemos sobre lo esencial a la manipulación de la opinión pública o a la modelación del imprescindible consenso amplio para el avance capitalista:
El imperio de la mentira
25 de noviembre de 2024
Por Asamblea contra las guerras de la OTAN y el genocidio en Palestina | Rebelión
Desde la Plataforma de Madrid contra la OTAN y las Bases, queremos dar a conocer nuestra opinión con referencia al documento firmado por los ministros de exteriores de algunos países de la UE, entre ellos España y dado a conocer este lunes 18 de noviembre, que podéis leer en el blog de Insurgente: https://insurgente.org/
El susodicho escrito empieza hablando de que son “conscientes” de que se enfrentan a los mayores desafíos que han visto en su vida, con los ataques que Rusia, según ellos, está realizando a la arquitectura de seguridad europea.
Primera mentira, ya que parecen no acordarse de que, en noviembre del año 2021, Rusia mandó tanto a la OTAN como a la UE, una propuesta de seguridad colectiva para toda Europa, propuesta que fue rechazada por orden del señor del cortijo, los EEUU; para seguir diciendo a continuación en su escrito, que Rusia ha asesinado a miles de personas, a lo que hay que decirles, que:
Primero: lo deben saber bien, ya que la OTAN y la UE tienen destinadas tropas en Ucrania, con lo cual saben bien quienes son sus muertos.
Segundo, hasta el día de hoy los ataques rusos se han circunscrito a objetivos militares y a los centros de energía, para cortar las fuentes del ejército ukronazi.
Por último, es ahora cuando se acuerdan de los muertos, y nosotros les preguntamos: ¿qué pasa con las más de 14.000 personas, muchos de ellos niños, que por los ataques del ejército ukronazi, han muerto en el Donbas desde el año 2014?
Y recordarles también dos cosas muy importantes:
1.- Por un lado, la falta de palabra del occidente, ya que tras la desaparición de la URSS, los dirigentes occidentales prometieron a Gorbachov, que la OTAN no se movería ni un centímetro hacia el este, así que el lector mire el actual mapa;
2.- Si se hubiesen hecho cumplir los acuerdos de Minsk, no se habría llegado a esta situación. Además, a últimos de marzo del año 2022, las partes en conflicto habían llegado a un acuerdo, pero el extravagante primer ministro británico Boris Johnson, en un viaje relámpago a Kiev, y con el mandato de Biden, hizo que la parte ucraniana se retirará del acuerdo de paz.
Particular mención merece la línea donde habla de que Rusia se apoya en países como Irán o Corea del Norte para mantener su guerra ilegal.
Primero que ese conflicto no es ilegal, ya que Rusia, como potencia garante de los acuerdos de Minsk, ha actuado acorde a esos pactos, y segundo, la susodicha línea supura eurocentrismo y supremacismo blanco a raudales, al nombrar a esas dos naciones como pertenecientes a otro tipo de nación que no es comparable al occidente colectivo. Sin mencionar el doble rasero que señala como intolerable el apoyo militar extranjero a Rusia, pero lo considera lícito cuando se trata de Ucrania.
Después de estos primeros párrafos, lo que sigue hasta el final, es una loa sin fin a las excelencias de la OTAN y de la UE, lo buenos que somos los otanistas, ¿se lo preguntamos a los libios?; que debemos actuar de acuerdo a las Naciones Unidas, que se debe aumentar el presupuesto en defensa, ahora se pide más del 2%, que las relaciones transatlánticas se deben reforzar y que se debe de luchar contra Rusia con todas nuestras fuerzas, y que la carga a aportar debe ser equitativa.
Podríamos decir que este comunicado que nos presentan está hecho al dictado del próximo inquilino de la Casa Blanca, ya que recoge mucho de lo que Trump lleva pidiendo desde hace tiempo.
A lo cual debemos preguntar a la clase trabajadora de este país, ¿están dispuestos a que seamos nosotros, los trabajadores, quienes paguemos sus guerras?, ¿estamos dispuestos a que sean nuestros hijos y nietos, quienes mueran en esas guerras?
Hagámonos esas preguntas y actuemos para defender nuestros intereses.
Pero pensemos que vivimos en el imperio de la mentira.
La Plataforma de Madrid Contra la OTAN y las Bases
Fuente: https://rebelion.org/el-imperio-de-la-mentira-3/
-Reparemos en cómo los progresismos con mayor incidencia social hacen al olvido de, y la reconciliación con, sus recientes historias respectivas pese a ser responsables de las actuales emergencias.
Pepe Mujica ligero de equipaje, de Gustavo Sylvestre
4 de diciembre de 2024
Por Inés Busquets | Agencia Paco Urondo
El formato conversación es uno de los géneros que más disfruto como lectora. Asistir, escuchar el intercambio, imaginar los gestos, el feedback, las pausas, las interrupciones, es como capturar un estado de tiempo.
Gustavo Sylvestre entrevistó anteriormente a Pepe Mujica, sin embargo en la síntesis, en la elaboración del libro y el cambio de soporte permite detenerse en los detalles, en la coherencia y en la cosmología del dirigente y ex presidente uruguayo. El valor agregado de estas charlas es que se trata de un compendio de columnas que desde el año 2021 Pepe Mujica realiza para el programa de radio 10 “Mañana Sylvestre».
“Este libro es mucho más que simples reflexiones, es un verdadero manual de conducción política, que surge de la experiencia y la vida transitada por un hombre de ley, que siente a la política como vocación y servicio a su patria”, escribe Gustavo Sylvestre en la Introducción.
En Ligero de equipaje, Mujica y Sylvestre charlan sobre diversas temáticas que atañen no solamente a la política sino a la vida en general. El libro está dividido en cuatro partes cuyos títulos son los años de estos intercambios: 2021, 2022, 2023 y 2024; los capítulos son cortos y los epígrafes a modo de encabezamiento trazan un concepto macro de lo conversado.
En 234 páginas la editorial Marea compone un manual de política, un manifiesto filosófico, un tratado de actualidad, un libro de memorias. Con prólogos de figuras relevantes e influyentes en la vida de Pepe Mujica: Papa Francisco, Lula da Silva, Rafael Correa, Alberto Fernández y Lucia Topolansky.
Ligero de equipaje puede leerse en capas, por un lado representa el testimonio de un momento determinado y sus hechos históricos: la pandemia, la guerra de Ucrania, los cambios de gobierno; por el otro, hay algo que permanece, la matriz de toda la charla, los cimientos de una filosofía de vida. La ideología y los valores de Pepe trascienden épocas y coyunturas.
Ese puente entre hechos y pensamientos se nutre de respuestas, de verdades, pero también de preocupaciones y de preguntas retóricas que quedan divagando en el alma de quien escucha el mensaje.
Estos interrogantes, se reiteran a lo largo del libro. Son como dilemas existenciales o disparadores movilizantes que nos convocan a pensar de manera colectiva: ¿Cuál es el sentido de la vida?, ¿Somos libres o esclavos del consumo? ¿La libertad es dedicarle todo nuestro tiempo al trabajo para cubrir cada vez más necesidades fabricadas por el mercado? “¿Cuándo soy libre? ¿Dónde queda la libertad?, ¿A qué venimos al mundo?, ¿A sufrir?, ¿A estar llenos de obligaciones y deberes?, ¿O somos una máquina de ir a trabajar y tener relaciones de mercado, dormir y volver a trabajar?”
Ligero de equipaje es un llamado a la reflexión, a su vez es un mensaje de esperanza. En el libro Pepe Mujica, desde su experiencia y sabiduría, nos invita a tomar conciencia de los avances hacia donde nos lleva el mundo y la posibilidad de también elegir hasta dónde queremos llegar, por eso nos pregunta todo el tiempo qué sentido le damos a la vida:
“En lugar de globalizar la tristeza y la angustia, globalicemos la esperanza”.
El ex presidente uruguayo expone los síntomas que sufrimos como sociedad y los analiza como enfermedades: el odio, la desigualdad, el cambio climático, el aumento de la pobreza.
“El odio y el amor son ciegos. Pero tienen una sustancial diferencia, el amor es creador, en cambio el odio termina destruyendo hacia afuera, hacia quien se lo profesa, pero también termina destruyendo hacia adentro, a quien lo balde; es un arma de doble filo. y entonces, si no se aprende a abandonar las bagatelas sin importancia y cargar en la mochila las cosas importantes, no se puede vivir. Porque la naturaleza nos colocó los ojos hacia adelante, y hacia atrás puede haber recuerdos buenos y malos, pero hay un conjunto de cuentas que no se van a cobrar nunca. El problema es la esperanza hacia el mañana, porque lo más importante es lo que vendrá, no lo que fue”.
Es provocador, habla con sencillez, con la humildad que lo caracteriza pero también con franqueza.
“La democracia no puede funcionar con odio. El odio es una enfermedad que afecta la racionalidad y nos lastima la capacidad de negociar y congeniar para poder salir de los problemas”.
A lo largo del libro Mujica va desglosando conceptos y poniendo en evidencia el retroceso humano frente a tanto avance tecnológico.
“Es maravilloso el avance del conocimiento y es maravilloso el grado de estupidez”.
“No enterremos la poesía de la vida. En lugar de globalizar la tristeza y la angustia, globalicemos la esperanza”.
Ligero de equipaje es un libro situado en un momento histórico, tiene fechas, nombres coyunturales, contingencias de época, sin embargo deja cierta idea de atemporalidad. Es un libro cargado de definiciones y valores trascendentales porque aborda temas universales, pensamientos que nos conmueven, que nos inquietan, problemáticas que atraviesan generaciones.
“A mi modo de ver, hay tres grandes temas: la paz, la rivalidad entre potencias; el cambio climático y la disrupción ecológica; y la creciente y tremenda tendencia a la desigualdad crónica”.
La mirada de Pepe Mujica es de político pero también de labrador, desde allí nos muestra el mundo y nos convoca a transformarlo, a cuidar la siembra, a plantar en los momentos adecuados, a regar a tiempo, a observar con mesura, a separar la cizaña, a trabajar la tierra con alegría.
Y desde la cercanía con la naturaleza nos advierte:
“Tal vez estamos enterrando la poesía de la vida” y cita el verso de un viejo profesor: ¿Por qué el viento aviva el fuego cuando no puede apagarlo? ¿Y por qué el corazón se duerme si el alma sigue soñando?
Fuente: https://rebelion.org/pepe-mujica-ligero-de-equipaje-de-gustavo-sylvestre/
Consideremos el siguiente análisis de Mario Hernández y sus conclusiones. Cuestionaremos a ambos.
La difícil disyuntiva de los latinoamericanos en su relación con China
3 de diciembre de 2024
Por Mario Hernández | Rebelión
Ponencia presentada en el IV Encuentro Latinoamericano Economía de las y los trabajadores, 21, 22 y 23 noviembre 2024, Paseo Cultural “Pedro Ignacio de Castro Barros”, La Rioja, Argentina
Altos funcionarios, diplomáticos y académicos participaron en el primer Foro de Desarrollo de China-América Latina y el Caribe, celebrado del 27 al 28 de agosto, e hicieron ver que el comercio bilateral está en expansión, además de que la región tiene menos déficit comercial con el país asiático.
«Ha habido un cambio drástico en la matriz del comercio bilateral entre China y América Latina y el Caribe. Es el primer socio comercial de América del Sur. El comercio con China es el que más crece en la región», afirmó durante su intervención en el foro Osvaldo Rosales, consultor del Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe (SELA).
Desde comienzos del siglo XXI, el comercio entre las partes no ha parado de crecer, con un volumen anual que ha batido varios récords tras superar los 10.000 millones de dólares en 2000, 100.000 millones en 2007 y 400.000 millones en 2021.
Las políticas chinas también han tenido un impacto positivo sobre los flujos comerciales, dado que 22 de los 26 países -Brasil, México y Colombia son los tres ausentes de gran peso y las excepciones son Guatemala y Paraguay que siguen reconociendo al régimen de Taiwán-[1] que tienen relaciones diplomáticas con China habían firmado memorandos de entendimiento sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta hasta diciembre del año pasado. Aunque México mantiene pendiente una respuesta a la propuesta de concertar un TLC directo con Beijing, que está vetado por las cláusulas del T-MEC suscripto con Estados Unidos.
Delegaciones de muchos países latinoamericanos visitarán China este año, muy probablemente buscando cooperación e inversiones para el desarrollo industrial. Ayudará mucho para caminar hacia una diversificación industrial moderna que podamos tener la cooperación de China, que en este momento es la campeona mundial en materia de registro de patentes y nuevas tecnologías. Aunque esa no parece ser la política del gigante asiático.
Por otro lado, cuando EE UU empezó a endurecer la competencia con China, vio que en la región Pekín estaba haciendo todo tipo de acuerdos y financiando proyectos de infraestructura, con lo cual empezó a tener una línea más agresiva para defender lo que considera su “patio trasero”. El tema es que Washington ejerció más presión que seducción, y además China es inevitablemente un aliado comercial para todo el mundo, además de otras promesas de inversiones. Por lo cual, EE UU no puede revertir el avance de China en la región. Después están los que se ilusionan de que China pueda ser un aliado más benigno que Washington y, sin romper con este último, apuestan a profundizar los lazos con el primero. No creo que esta expectativa tenga mucho asidero. Después, hay otros que se ilusionan de que se puede “jugar” en la competencia entre EE UU y China, para sacarles concesiones a ambos. Esto puede dar beneficios de corto plazo. Por ejemplo, el gobierno argentino obtuvo financiamiento de China mientras negociaba con el FMI que aprobara el cumplimiento de metas para desembolsar plata del acuerdo vigente desde 2022. Pero hay otros temas donde más bien, lo que termina ocurriendo es que ambos competidores aprietan y no se los puede contentar a todos. Es el caso de las licitaciones del 5G, por ejemplo, donde o se beneficia a Huawei de China o se da preferencia a las firmas de EE UU y sus aliadas europeas.
Hagamos un paréntesis para acordar con Mario Hernández respecto a:
China y el mundo “en desarrollo”
Para potencias emergentes como China, el llamado mundo ‘en desarrollo’ adquiere creciente importancia como destino de inversión, de aprovisionamiento de materias primas estratégicas y de asociación política. En diversas regiones, la asociación comercial con el gigante asiático ha ido profundizando un esquema económico reprimarizador que, aunque genera divisas y diversifica los vínculos exteriores permitiendo cierta toma de distancia respecto de la tradicional hegemonía de Estados Unidos, al mismo tiempo -tal como sucedió respecto de otras potencias desde fines del siglo XX- limita el desarrollo integral de las economías, intensificando la especialización en la producción de bienes primarios para mercados externos y abriendo paso a la extranjerización de sus estructuras productivas y financieras. En las últimas dos décadas, el carácter de las inversiones de China y el de su ‘cooperación para el desarrollo’ han sido examinados intensamente, especialmente a partir de la vorágine de endeudamiento externo en que diversos países de Asia, África y América Latina ingresaron respecto de China y de otros Estados e instituciones financieras internacionales, constituyendo un factor de limitación y deformación de los propios objetivos de desarrollo de esos países.
Aunque con frecuencia se invoca la conocida tradición de unidad y solidaridad antiimperialista y antihegemonista con los países del ‘tercer mundo’ que la República Popular China (RPCh) sostuvo durante las tres décadas de su era socialista (1949-1978), en el presente esa recordación apunta más bien a velar el abandono de aquellas políticas y el profundo viraje que la dirigencia de Beijing practicó en su política exterior desde la ‘gran reversión’ de 1978.
Los países ‘en desarrollo’ siguen constituyendo un área decisiva de las relaciones internacionales de China, pero hoy lo son en un sentido radicalmente diferente. Tras el viraje capitalista iniciado por Deng Xiaoping en 1978, la nueva burguesía dirigente desechó las orientaciones fundamentales del período socialista.
Anteriormente la China maoísta era, y se consideraba, parte de los países de un “tercer mundo” oprimido por las grandes potencias, y se unía a ellos en la lucha común contra el imperialismo y el hegemonismo. A partir de la ‘reforma y apertura’ de fines de la década de 1970, Beijing relegó el apoyo a los movimientos de revolución social y de liberación nacional, priorizó su propio crecimiento económico, y dejó de lado los cuestionamientos de fondo al orden internacional vigente. La dirigencia china se limita a objetar las tendencias unipolaristas de Washington, reclamando un ‘orden’ internacional no ‘sin’ polos de poder sino ‘multipolar’ en el que, mientras Estados Unidos sigue siendo la superpotencia militar, económica, política y financiera más agresiva y de mayor gravitación en el mundo, la dirigencia china pasó a reclamar un lugar eminente entre el puñado de poderes que rigen la ‘gobernanza’ mundial. A fines de la década de 1980, el término países ‘en desarrollo’ -un concepto económico y descriptivo-, reemplazaba ya en la terminología de relaciones internacionales de Beijing al de ‘tercer mundo’, un concepto eminentemente político que aludía al orden internacional regido por los grandes poderes mundiales en desmedro de los países oprimidos y dependientes al que, en las décadas de 1960 y 1970, confrontaban las corrientes tercermundistas opuestas a las dos superpotencias de la época, EE UU y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Aunque Beijing y muchos analistas de diversos países suelen subrayar las ‘peculiaridades chinas’ de las inversiones y préstamos de China y de su cooperación para el desarrollo, las prácticas de inversión, cooperación y ayuda de la potencia asiática hacia el mundo “en desarrollo” no muestran diferencias esenciales con las que practican las otras grandes potencias.
Más allá del intenso debate doctrinario existente acerca de si China es una potencia “integrada” al actual sistema internacional o si es, por el contrario, “revisora” del mismo, lo cierto es que, desde el viraje político y social de 1978, salvo genéricas recomendaciones para democratizar las relaciones internacionales acrecentando el rol de la ONU, la dirigencia de Beijing no hace cuestionamientos de fondo al actual “orden” mundial regido por las grandes potencias, en el cual asentó durante cuatro décadas su extraordinario crecimiento económico. Beijing es, además, parte constitutiva de ese “orden”, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, miembro del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, etc.
Hasta inicios de la década de 2010, el éxito del gran empresariado estatal y privado de China se erigió sobre la explotación intensiva de la fuerza de trabajo y -especialmente desde inicios del siglo XXI cuando Beijing impartió a sus corporaciones la directiva oficial de ‘salir afuera’- sobre la enorme masa de ganancias e intereses provenientes de las inversiones y préstamos públicos y privados de China en los países y regiones ‘en desarrollo’. Adoptando e implementando las tesis liberales de la globalización, el multilateralismo y el libre comercio y los preceptos neoliberales de apertura, privatización y endeudamiento la clase dirigente convirtió a China en un gran centro manufacturero tecnológico global y se abrió paso en el reducido círculo de las grandes potencias mundiales. Mediante el llamado ‘poder blando’ -básicamente su poderío comercial, financiero e inversor, y el encanto diplomático que esas capacidades le permiten ejercer sobre las clases dirigentes y sectores de intelectuales y académicos-, la dirigencia post-1978 acompasó, en sucesivas etapas, sus relaciones internacionales y sus políticas exteriores al nuevo rol que la China de la reforma y apertura aspiraba a desempeñar en el mercado mundial y en el sistema internacional.
La ayuda internacional de China ya no tendría como objetivo apuntalar la independencia económica y el auto sostenimiento industrial de los países oprimidos y dependientes. La retórica de la dirigencia de Beijing sobre el ‘desarrollo’ apuntaría más bien a que numerosos gobiernos de África, Asia y América Latina optaran por una estrategia de ‘alineación’ o ‘coordinación del desarrollo’ con la potencia asiática en base a la complementariedad de las estructuras primario-exportadoras de aquéllos con el poderío de China como gran mercado comprador de alimentos y materias primas, gran productor y proveedor de bienes industriales, de capital y tecnológicos, y fundamentalmente como gran inversor y financista en grandes obras de infraestructura, concebidas a su vez como indicadores de desarrollo.
Prosigamos el análisis de Mario Hernández, pero cuestionemos designación de “países en desarrollo” y reparemos en su buena síntesis: “estrategia de ‘alineación’ o ‘coordinación del desarrollo’ con la potencia asiática en base a la complementariedad de las estructuras primario-exportadoras de aquéllos con el poderío de China como gran mercado comprador de alimentos y materias primas, gran productor y proveedor de bienes industriales, de capital y tecnológicos, y fundamentalmente como gran inversor y financista en grandes obras de infraestructura, concebidas a su vez como indicadores de desarrollo”.
El modelo chino de desarrollo para los países ‘en desarrollo’
La retórica del desarrollo es un eje central de las relaciones de China con los países de Asia, África y América Latina. En nombre de una política exterior pragmática y desideologizada, la diplomacia china cultiva lazos con las clases dirigentes nacionales y locales que le permiten acceder a recursos naturales, mercados y campos de inversión independientemente de la estructura social y régimen político de los países clientes. Por lo general en acuerdo o asociación con sectores poderosos de esas clases y gobiernos, Beijing destina sus inversiones y cooperación principalmente a grandes emprendimientos de infraestructura -centros urbanos, ferrocarriles, puertos, electricidad, petróleo-, y al desarrollo de industrias extractivas y de procesamiento primario de productos alimentarios o mineros requeridos por las industrias de punta de China y sostenidos con financiamiento público o privado de China. La recurrencia masiva de muchos países de Asia, África y América Latina a las inversiones y préstamos de las corporaciones chinas estatales y privadas para ese tipo de proyectos ha generado en muchos casos niveles de endeudamiento insostenibles, comparables a los generados por otras potencias o instituciones financieras internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el BM, a lo que suelen sumarse los sistemáticos desequilibrios en el comercio bilateral con China -tanto en volumen como en composición-; incluso en los casos de países cuya balanza comercial con China es superavitaria, esto se funda mayoritariamente en grandes exportaciones de petróleo, minerales o alimentos, lo que refuerza la especialización primario-exportadora de los países receptores y debilita su desarrollo industrial.
Además, por esta misma estructura de la relación, en las importaciones de las naciones del ‘tercer mundo’ desde el gigante asiático tienen peso creciente los bienes de capital, casi siempre correlato de las propias inversiones y préstamos de China. De igual modo que en las demás regiones ‘en desarrollo’, las sistemáticas dificultades de los países del Asia-Indo-Pacífico para pagar los préstamos chinos y multilaterales se deben no sólo a circunstancias externas -guerra de Ucrania, inflación internacional, disrupciones comerciales por la pandemia. Según un informe elaborado conjuntamente por AidData, el Banco Mundial, la Harvard Kennedy School y el Instituto Kiel, China ha sido parte activa en el proceso de endeudamiento de los países en desarrollo, habiendo prestado en los últimos 20 años US$ 240.000 millones a 22 países principalmente en el marco de la IFR.
Casi el 60% de los países de bajos ingresos corren un alto riesgo de sobreendeudamiento o ya se encuentran en esa situación. En las últimas décadas, en esos y otros países del llamado mundo ‘en desarrollo’, las clases dirigentes no han promovido una modificación sustancial de esas estructuras, sino más bien su ‘adaptación’ a un modelo de desarrollo apalancado en la asociación estratégica con China. Aunque la inversión china aporta temporariamente en generación de empleo y en capacitación de la fuerza laboral, el objetivo de sus compañías no apunta a cimentar un desarrollo industrial independiente en base a la propiedad, la inversión, el desarrollo tecnológico y mayores márgenes de autonomía y autosostenimiento nacionales, sino a asegurar la rentabilidad de la inversión, a capacitar a los trabajadores en el manejo de la tecnología china, o a implantar industrias sólo complementarias de las empresas de tecnologías avanzadas instaladas por China.
Endeudamiento
Entre los académicos y analistas de las relaciones del mundo ‘en desarrollo’ con la potencia asiática, la cuestión del endeudamiento hacia las entidades estatales y privadas de China es interpretada de modo divergente. La versión oficial de Washington es que Beijing practica una “diplomacia de trampa de la deuda”, sugiriendo con ello una política deliberada del Estado chino con el fin de reducir a los países receptores a la dependencia. Ese relato, en verdad, no hace más que proyectar sobre China las prácticas habituales que ejercen sobre los países acreedores del ‘tercer mundo’ las grandes potencias de ‘Occidente’ y las instituciones financieras internacionales: en Asia, África y América Latina éstas promueven -frecuentemente a través de sus socios e intermediarios dentro del aparato estatal y económico local- sus propios programas de inversión, cooperación o ayuda, igualmente basados en préstamos y financiamiento externo. Las potencias e instituciones imperialistas utilizan los problemas de endeudamiento de los países ‘en desarrollo’ para imponer condicionamientos de política interna (los conocidos planes de ajuste estructural, privatizaciones, recorte de servicios públicos, etc.) y para intervenir políticamente en ellos en detrimento de su independencia y soberanía, a fin de consolidar y profundizar su dominación y asegurarse su adhesión a las estrategias del ‘Occidente’ liderado por Washington.
En comparación con estas prácticas, los préstamos y financiamientos de China presentan ciertamente diferencias, pero también similitudes de fondo. Si bien en la letra los préstamos y financiamientos chinos no imponen garantías políticas de pago -por ejemplo, ajustes del presupuesto público monitoreados por el FMI-, sus prácticas habituales evidencian otros condicionamientos y exigencias -de carácter económico pero con claras implicancias políticas-: compromiso de utilizar empresas constructoras, insumos y tecnología chinas, y a veces incluso técnicos y trabajadores chinos; aprobación de proyectos nuevos o en cartera; contratos que incluyen cláusulas de “incumplimiento cruzado” según las cuales la interrupción de un proyecto en construcción conlleva el cese del financiamiento y ejecución de otros proyectos de China en curso o en cartera en el país.
En cuanto a los planes chinos de “alivio de la deuda”, en 2021 la mayor parte de los préstamos chinos “de emergencia” -es decir a países con problemas de pago- fueron a tasas altas y en yuanes. Las tasas elevadas sirven a los bancos chinos para compensar los impagos de otros deudores, descargando por anticipado sus potenciales pérdidas sobre los nuevos tomadores de préstamos. Los préstamos y swaps en yuanes son sólo utilizables para pagar deuda a China o para pagar compras de bienes y servicios a China; apuntalan, así, tanto el comercio exterior de China como el objetivo político de Beijing de desplazar el dólar como moneda de referencia y avanzar en su política de internacionalización del yuan (de hecho, países como Mongolia y Argentina ya tienen gran parte de sus reservas en yuanes).
Muchos gobiernos de los países ‘en desarrollo’ consideran las inversiones y préstamos chinos como una plataforma para el desarrollo, e incluso como una vía exitosa de emancipación económica y política de la influencia estadounidense o europea. Sectores intelectuales y académicos de esos países comparten este enfoque e interpretan que la versión sobre una ‘trampa de la deuda’ de China es sólo resultado de las acusaciones interesadas de voceros de Washington.
Entre 1993 y 2018 Brasil, Venezuela, México, Argentina, Perú, Chile, Costa Rica, Ecuador y Bolivia establecieron ‘asociaciones estratégicas’ con China. Entre 2012 y 2019 las asociaciones con Brasil, México, Perú, Argentina, Venezuela, Chile y Ecuador fueron elevadas a la categoría de ‘integrales’, trascendiendo el marco económico e incluyendo aspectos políticos, culturales y de coordinación en temas como el cambio climático, la producción alimentaria y la ‘seguridad’.
En ambas direcciones se sucedieron visitas gubernamentales del más alto nivel. En 2004 China obtuvo estatus de observador en la Organización de Estados Americanos (OEA), y en 2008 se integró al Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Beijing intensificó sus vínculos con organizaciones regionales como el Mercosur y la Comunidad Andina, y en 2015 se constituyó el Foro China-CELAC (Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe). Numerosos foros, consejos y comités empresariales chino-latinoamericanos vinculan y asocian los intereses de parte del empresariado de países de ALC con sus pares y con los círculos gubernamentales de China.
También contribuyen al intercambio desigual las políticas de Beijing dirigidas a promover el desarrollo industrial propio (la harina de soja argentina fue desplazada por el desarrollo de la industria de trituración que el gobierno chino impulsa desde los ’90, sustituyendo las importaciones de ese derivado industrial desde Argentina por soja no elaborada). Esto dificulta a los exportadores regionales de bienes elaborados el acceso al mercado chino, y a su vez empuja a los sectores terratenientes y empresariales de la región ligados a la producción de bienes primarios a presionar a los gobiernos para que abran los mercados regionales a las manufacturas chinas, como ha hecho el gobierno de Ecuador atendiendo a las presiones de las compañías bananeras.
Pese a la existencia de foros regionales de discusión con China como el Foro China-CELAC, la cooperación regional es muy limitada, y las relaciones de China con los países de la región siguen siendo principalmente bilaterales de una “diplomacia de trampa de la deuda” de China, sino de un “desarrollo de trampa de la deuda”.
Es notable el contraste con las políticas que la China popular mantuvo hacia los países del ‘tercer mundo’ -incluidos los latinoamericanos- durante la era maoísta. A título de ejemplo: en marzo de 1971 durante su visita a Beijing, Carlos Altamirano, emisario extraoficial de la cancillería de Chile bajo la presidencia del socialista Salvador Allende, recibió seguridades de ayuda financiera que un mes después se concretarían en el acuerdo de intercambio y cooperación firmado con el ministro de Economía Pedro Vuskovic: un convenio muy modesto y acorde con las posibilidades de la China socialista de entonces, complementado posteriormente por varios acuerdos de préstamo y crédito firmados en enero de 1973 con el canciller Clodomiro Almeyda, en condiciones ventajosas y destinados al desarrollo de la pequeña y mediana industria. Durante la negociación de esos apoyos, los funcionarios chinos insistieron en sus consejos de moderación y austeridad, sugiriendo a sus pares chilenos persistir en el camino de la independencia y el autosostenimiento financiero. Por esos años la República Popular China buscaba desarrollar entre los países pobres un nuevo tipo de cooperación, basado no en la concesión de créditos externos sino en la solidaridad económica, comercial y política.
El caso de las represas sobre el río Santa Cruz en Argentina
El proyecto de las represas sobre el río Santa Cruz, motivado por la urgencia argentina por diversificar la matriz energética, no sólo es la obra pública más grande licitada por Argentina en los últimos 25 años, sino también la mayor inversión realizada por China en el extranjero en ese momento. Al mismo tiempo, este proyecto ha sido calificado como un emblema de la alianza estratégica integral entre Argentina y China, lo que lo torna especialmente relevante para comprender la naturaleza de este vínculo. Las relaciones de poder que emergen entre los capitales chinos y el gobierno argentino confieren a los primeros una influencia decisiva en el diseño e implementación del proyecto. Como resultado, los objetivos financieros de China, vinculados a garantizar el cumplimiento de las condiciones del préstamo, adquieren preponderancia en la obra. Ello reconfigura las formas de control de la naturaleza, lo que es acompañado de severas implicancias ambientales que ponen en cuestión el aporte de la iniciativa hacia la transformación de la matriz energética, al tiempo que se acentúan las asimetrías de poder. [2]
El acuerdo con Argentina por el financiamiento condensó de modo más explícito las asimetrías de poder desde que los bancos introdujeron una cláusula de cross-default. Esta cristalizó el limitado margen de maniobra de Argentina frente a los bancos, ya que implica que cualquier riesgo a la ejecución de las represas comprometerá el financiamiento del ferrocarril Belgrano Cargas, otro proyecto clave en el país.
Las represas en el Río Santa Cruz exponen claramente que las asimetrías de poder entre el nuevo líder en el desarrollo y financiamiento hidroeléctrico y un país en crisis, dependiente del financiamiento externo, permean la ejecución del emprendimiento.
La principal expresión de esto es la amenaza del cross-default, que somete a Argentina a los intereses financieros y las presiones de China, a través de sus bancos. No obstante, vale destacar que la asimetría entre las partes se evidencia asimismo en el esfuerzo activo de Argentina, guiada por el consenso de Beijing, en facilitar la ejecución de las represas, incluso desestimando cualquier evaluación ambiental que pudiera obstaculizar la obra.
En definitiva, los graves impactos socioambientales que conllevan las mega-represas financiadas por China en diferentes países latinoamericanos ponen en cuestión su sustentabilidad y su contribución a una matriz energética verde. Más aún, en Argentina, la endeblez de los estudios no sólo permitió el avance de una obra potencialmente destructiva para el ambiente, sino que paradójicamente ocultó los riesgos geológicos y sísmicos que amenazan la obra. El desplazamiento del suelo y la grieta en una de las represas exponen que las tensiones en la obra están lejos de desaparecer y, por lo tanto, que el poder de China continuará expresándose.
Todos los tratados que ha promocionado China acrecientan la subordinación económica y la dependencia. El gigante asiático afianzó su estatus de economía acreedora, lucra con el intercambio desigual, captura los excedentes y se apropia de la renta.
China no actúa como un dominador imperial, pero tampoco favorece a Latinoamérica. Los convenios actuales agravan la primarización y el drenaje de la plusvalía. La nueva potencia no es un simple socio y tampoco forma parte del Sur Global. Su expansión externa está guiada por principios de maximización del lucro y no por normas de cooperación.
Beijing amolda los acuerdos con cada país de la región a su propia conveniencia. En Perú y Venezuela concertó asociaciones con empresas estatales. En Argentina y Brasil optó por la compra de compañías ya asentadas. En Perú se ha convertido en un gran jugador del sector energético-minero. Maneja el 25% del cobre, el 100% del mineral de hierro y el 30% del petróleo. Esa flexibilidad de tratados con cada país es determinada en China por rigurosos cálculos de beneficio.
Conclusión
Las rivalidades y acuerdos entre las potencias dificultan las posibilidades de un desarrollo industrial diversificado y autónomo y de una mayor integración de la región, y a la vez, a través de sus vínculos internos dentro de las clases dirigentes de los diversos países, contribuyen a la inestabilidad del escenario político regional y a la imposibilidad de adoptar políticas conjuntas frente a un escenario mundial disputado.
Un potencial desemboque conflictivo de la pulseada en curso entre las grandes potencias precipitaría a su vez en la región las presiones, divisiones y pugnas intra e internacionales en favor de viejos o nuevos alineamientos estratégicos.
América Latina necesita una estrategia propia para retomar su desarrollo y crear los cimientos de un rumbo autónomo. Estos pilares pueden sintonizar, pero no convergen espontáneamente con la política exterior de China. El gigante asiático es un potencial socio de ese desenvolvimiento, pero no un aliado natural y resulta indispensable registrar esas diferencias observando lo ocurrido en otras zonas del planeta.
Notas
[1] Los aliados restantes de Taiwán en ALC a principios de 2023 son Belice, Haití, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía y San Vicente y las Granadinas. Santa Lucía reconoció a la República Popular de 1997 a 2007 antes de volver a reconocer a Taiwán.
[2] La demanda de energía para alimentar el crecimiento económico estimuló un extraordinario desarrollo y expansión del sector hidroeléctrico en China. Con la mitad de las represas construidas en el mundo ubicadas dentro de su territorio, China adquirió un liderazgo en hidroelectricidad que progresivamente se extendió más allá de sus fronteras. Mientras que en la década del 2000 las fuentes fósiles fueron el destino prioritario de las inversiones chinas en energía en el exterior, desde 2012 se aceleran los proyectos en energías renovables, encabezados por la hidroelectricidad. Muestra de ello es que en 2016 el 60% de las inversiones chinas en energía en todo el mundo se concentraron en carbón, gas y petróleo, en tanto que el sector hidroeléctrico recibió un 23% de ese total. Tras él se ubicaron la energía eólica (9%) y solar (4%). Otro indicador del avance de China en el desarrollo hidroeléctrico en el mundo es que antes del 2000 sólo había tres represas de construcción china fuera de ese país. En cambio, en 2019 las empresas chinas estaban invirtiendo y construyendo alrededor de 320 represas en 140 países. Estos proyectos se concentraron en el sudeste asiático, seguidos de África, América Latina, Europa y Asia Central, con una predilección por los países de bajos ingresos que ingresaron a la IFR.
Subrayemos que Mario Hernández no sólo conserva conceptos que requieren ser radicalmente reelaborados como “desarrollo” del capitalismo periférico y “dominador imperial” sino también desvía del enfoque sobre nuestra situación en el hoy del sistema mundo y los locales que manifiesta el análisis siguiente:
¿Por qué hemos llegado a la pavorosa situación actual?
9 de diciembre de 2024
Por Leonardo Boff | eonardoboff.org/
Es un lugar común afirmar que estamos en el corazón de una gran crisis de civilización. No es una crisis regional sino global. A decir verdad, ella encierra una infinidad de otras crisis, en lo económico, en lo político, en lo ideológico, en lo educacional, en lo religioso y hasta en lo espiritual. No sabemos qué nos espera. Tenemos mayor conciencia cada vez de que el mundo, así como está no puede continuar. El camino actual nos está llevando al borde de un precipicio. Tenemos que cambiar. Se atribuye a Einstein esta frase: “el pensamiento que creó la crisis actual no puede ser el mismo que nos saque de ella”. Tenemos que definir un nuevo camino. ¿Cómo construirlo para que sea realmente otro tipo de mundo?
El hecho innegable es que hay demasiado caos destructivo sin previsión de que vaya a ser generativo. Hay formas de inhumanidad que superan todo lo que hemos vivido y sufrido en la historia. Basta presenciar al genocidio que ocurre a cielo abierto en la Franja de Gaza perpetrado por un primer ministro israelí, cruel y sin piedad, apoyado por un presidente estadounidense católico y por la Comunidad Europea que traiciona sus ideales históricos de derechos humanos, de libertad y de democracia. Todos estos se hacen cómplices del atroz crimen contra la humanidad. Sin olvidar la ola de odio, la negación de la ciencia y de la verdad. Prevalece la ignorancia y el lenguaje grosero y ofensivo. Este antifenómeno se da principalmente en Occidente.
El solo hecho de que el 1% posea la riqueza de más de la mitad de la humanidad, demuestra cuan perverso, profundamente desigual e injusto es el escenario social mundial. Todavía hay que añadir la emergencia ecológica con la insostenibilidad del planeta Tierra, viejo y con recursos limitados que, en sí, no soporta un crecimiento ilimitado, obsesión de las políticas sociales de los países. Ese proceso la extenuó, debido a la superexplotación de los biomas terrestres y está poniendo en peligro las bases naturales que sustentan la vida (Earth Overshoot). La continuidad de la aventura humana en este planeta no está asegurada. Bien escribió el Papa Francisco en su encíclica Fratelli tutti (2020): “Estamos todos en el mismo barco; o nos salvamos todos o no se salva nadie”. Todo esto viene resumido por el calentamiento global creciente, inaugurando, por lo que parece, una nueva fase más caliente y peligrosa de la historia de la Tierra y de la humanidad.
¿Por qué hemos llegado a la amenazante situación actual que puede poner en peligro el futuro de la vida humana y de la naturaleza?
Hay varias interpretaciones de esta funesta situación de la actualidad. No tengo la pretensión de tener una respuesta suficiente. Pero levanto una hipótesis, fruto de toda una vida de estudio y de reflexión. Estimo que nuestra situación se remonta muy atrás, a hace dos millones de años, cuando el homo habilis, el ser humano que inventó instrumentos de intervención en los ciclos de la naturaleza. Hasta entonces su relación con ella era de interacción, sintonizándose con los ritmos naturales y tomando lo que su mano alcanzaba. Ahora, con el homo habilis o faber comienza la intervención en la naturaleza: la caza de animales y el derribo de vegetación para un cultivo rudimentario. Después de miles de años, la intervención siguió adelante hasta llegar hace 10-12 mil años, en el neolítico, a la agresión de la naturaleza. Interfirió en el curso de los ríos, inaugurando la agricultura de irrigación y el manejo de regiones enteras, que implicaba cambios en las relaciones con la naturaleza, depredándola ya. Finalmente, la era del industrialismo y el modo moderno y contempoáneo de producción por la técnica, por la automatización, por la robótica y por la inteligencia artificial han llevado a un proceso de destrucción de la naturaleza. Proyectamos una nueva era geológica, la del antropoceno y sus derivados, el necroceno y el piroceno. Ahí el ser humano aparece como el Satán de la Tierra. Ha transformado el jardín del Edén en un matadero, como denunció el biólogo E.Wilson. No se ha comportado como el ángel cuidador de todo lo creado.
Ese proceso histórico-social ganó su justificación teórica con los padres fundadores de la modernidad Galileo Galilei, Descartes, Newton, Francis Bacon y otros. Para ellos, el ser humano es “dueño y señor” de la naturaleza. No se sentía parte de ella, estaba fuera y por encima de ella. La Tierra, considerada hasta entonces como Magna Mater que nos da todo, pasó a ser considerada como una cosa inerte (res extensa), sin propósito, a lo máximo, un baúl de recursos entregados al uso y disfrute del ser humano. El eje orientador de este modo de ver el mundo es la voluntad de poder, como dominación del otro, de los pueblos, de sus tierras (colonización), de la clase obrera, de la naturaleza, de la vida hasta el más mínimo gen, de la materia hasta el pequeñísimo topquark. La ciencia fue creada al servicio de la dominación, no solo como el justo conocimiento teórico de cómo se estructuran las cosas, sino como instrumento de dominación y de nuevos inventos. Pronto fue apropiada por la voluntad de poder, convirtiéndola en una operación técnica para la transformación del mundo circundante. Con ella se llevó a cabo una verdadera guerra contra la Tierra, sin posibilidad de vencerla, arrancando de ella todo en función del sueño de un crecimiento ilimitado de bienes materiales. Se atacó a la Tierra en todos los niveles, lo que tuvo como consecuencia la devastación de prácticamente los principales biomas, sin medir los efectos colaterales. Es el imperio de la razón instrumental-analítica y tecnocrática. No podemos dejar de apreciar los inmensos beneficios que ha traido para la vida humana. Pero el mismo tiempo ha creado el principio de autodestrucción con armas letales que pueden liquidar toda la vida. La razón se ha vuelto irracional y enloquecida.
Hoy hemos llegado al punto-límite, la Tierra se muestra gravemente enferma. Como es un Super-Organismo vivo, Gaia, reacciona mandándonos eventos extremos: sequías severas y nevadas rigurosas, una vasta gama de virus y bacterias, algunas letales, además de huracanes, tornados, riadas y terremotos. No es que vayamos hacia el calentamiento global. Estamos ya dentro de él. La ciencia ha llegado con retraso, solo puede alertar sobre la llegada de desastres y aminorar sus efectos dañinos. Efectivamente, este cambio climático amenaza peligrosamente la vida de niños y de las personas mayores y pone en grave peligro el futuro del sistema-vida.
Hay que añadir un dato nada despreciable. El despotismo de la razón –el racionalismo– ha acentuado lo que hay de más humano en nosotros: nuestra capacidad de sentir, de amar, de cuidar, de vivir la dimensión de los valores como la amistad, la empatía, la compasión, en fin, el mundo de las excelencias. Todo esto era visto como obstáculo para la mirada objetiva de las ciencias. Se separó la mente y el corazón, la razón intelectual y la razón sensible. Tal ruptura ha producido una profunda distorsión de los comportamientos, ocasionando insensibilidad ante el drama de los millones y millones de pobres y miserables y la falta de cuidado de la naturaleza y sus “bondades”, como dicen los pueblos andinos.
Si quisiéramos resumir en una pequeña fórmula la crisis civilizacional diría: ella perdió la justa medida, valor presente en todas las tradiciones éticas de la humanidad. Todo es des-medido, el asalto a la naturaleza, el uso de la violencia en las relaciones personales y sociales, las guerras sin medida alguna de contención, el predominio des-medido de la competición al precio de la cooperación, el consumo des-medido al lado del hambre atroz de millones de personas, sin el menor sentido de solidaridad y de humanidad.
De seguir este proyecto de civilización, calcado sobre el poder-dominación y sobre la razón instrumental y sin corazón, hoy mundializado, iremos fatalmente al encuentro de una tragedia ecológico-social capaz de hacer el planeta Tierra inhabitable para nosotros y para los organismos vivos. Sería nuestro fin después de millones de años sobre este bello y riente planeta. No supimos cuidarlo para ser la Casa Común de todos los humanos, con la naturaleza incluida.
Pero como el proceso de la génesis del cosmos y de la Tierra no es lineal, sino que da saltos hacia arriba y hacia delante, puede ocurrir lo inesperado. Ante un gran impacto o catástrofe puede hacerse viable una transformación fundamental. Llevaría a cambiar la conciencia colectiva de la humanidad. Como dijo el poeta alemán Hölderin (+1843): “Donde habita el peligro, crece también lo que lo salva”. Ese salvamento significaría el cambio necesario de paradigma civilizatorio, garantizando así nuestro futuro. Eso podría ser la utopía posible y viable para la situación actual. ¡Ojalá!
Leonardo Boff ha escrito La búsqueda de la justa medida (2 vol), Vozes 2002/3; Cuidar de la Casa Común: pistas para evitar el fin del mundo, Vozes 2023.
Traducción de María José Gavito
Fuente: https://rebelion.org/por-que-hemos-llegado-a-la-pavorosa-situacion-actual/
Apreciemos qué Leonardo Boff nos alerta:
«De seguir este proyecto de civilización, calcado sobre el poder-dominación y sobre la razón instrumental y sin corazón, hoy mundializado, iremos fatalmente al encuentro de una tragedia ecológico-social capaz de hacer el planeta Tierra inhabitable para nosotros y para los organismos vivos. Sería nuestro fin después de millones de años sobre este bello y riente planeta. No supimos cuidarlo para ser la Casa Común de todos los humanos, con la naturaleza incluida».
Dejemos de atender a quienes predominan en la agenda social o pública y tratemos de involucrarnos en la autoorganización comunitaria y plurinacional que está abriendo caminos hacia las alternativas anticapitalistas. Porque se afirma contraria a la imposición del acaparamiento oligopólico de bienes comunes y su mercantilización que condujo a las actuales emergencias social, alimentaria, sanitaria y ecológica-climática. Está concretando bases esenciales a la real y efectiva democracia.
Por tanto, expandirla nos exige confrontar con los nac&pop o los progresistas e izquierdistas electoraleros teniendo en cuenta que los gobiernos progresistas junto a partidos e intelectuales de izquierda reforzaron nuestro subdesarrollo al imponer la continuidad en los extractivismos. Advirtamos qué significa:
Nuestro subdesarrollo reforzado o mejor dicho nuestra incapacitación de autonomía y buenos vivires abajo.
Resulta de los extractivismos que concretan al único capitalismo posible en el AbyaYala y en cuyo afianzamiento China ha sido fundamental. Como que implican acelerada e intensificada acumulación oligopólica por desposesión de tierras y otros bienes comunes, también por creciente e incesante expoliación tanto de los trabajadores y pueblos como de la naturaleza. Implican ocupación económica territorial de la Argentina por capitales y estados imperialistas en comunidad de negocios con los locales. Imponen reconfiguración geográfica al país y desterritorialización a las comunidades en las oficializadas como “zonas de sacrificio” para el avance de la mercantilización y devastación de la naturaleza o sea las despojan de presente-futuro e historia culturas al arrasar condiciones de vida y medios de trabajo.
Reflexionemos qué explica Horacio Machado Aráoz:
«(…)Acelerar el crecimiento como medio para “combatir la pobreza” ha sido instalado como pensamiento hegemónico por los gobiernos progresistas. Bajo sus gestiones, la retórica “redistribucionista” ha mostrado ser mucho más peligrosa en materia de violación de derechos y devastación ecológica que otras variantes ideológicas, puesto que todo atropello socioambiental aparece “suficientemente justificado” cuando su “fin último” es “redistribuir la riqueza”. Y así, emulando a las viejas oligarquías del siglo XIX, que surgieron apropiándose de territorios y explotando a las poblaciones despojadas, racializadas, mediante la imposición de la idea de “Nación” y el imperativo del “progreso”, las fuerzas progresistas gobernantes en América Latina –igual que los gobiernos ultra-conservadores– asumen como propia una concepción sacrificial-desarrollista del territorio. Frente a ellas, enfrentadas al conjunto del espectro ideológico político de los gobiernos, los movimientos socioambientales parecen ser los únicos sujetos colectivos que impugnan y cuestionan la vía del crecimiento extractivista adoptado. (…)».
Fuente: https://www.redalyc.org/pdf/286/28643473002.pdf
Qué democracia
Del contubernio de negocios lícitos e ilícitos entre capitales y estados imperialistas con los locales vs. de la «reforma agraria integral» como poder de los pueblos de autodeterminación mediante la ejecución de: el anticapitalismo, el antiimperialismo, el antirracismo, el anticlericalismo, el antipatriarcado y la decolonialidad tanto del poder como del saber.
Legalidad-legitimidad de la gran burguesía/Bloqueo de la lucha de clases/
Alternativas emancipatorias
Legalidad-legitimidad de la gran burguesía
Necesitamos, abajo a la izquierda, derrotar -para sustituir- la visión sobre la actual inflexión histórica que es interpretada como:
Milei y la ofensiva ultraconservadora
4 de diciembre de 2024
Por Daniel Campione | Tramas
Una ola de triunfalismo recorre las filas de La Libertad Avanza a favor de los logros económicos y ya son varias las señales de que pretenden “ir por todo” incluido un intento de refundación cultual y moral de la sociedad argentina.
Al presidente Javier Milei se le hacía hasta hace poco la observación, con algún tinte de reproche, de que sólo le interesaba la economía. Y que se desentendía y delegaba en otros aspectos, tanto de la gestión gubernamental como de la construcción política.
Hay indicios crecientes de que hoy se necesita matizar esas observaciones. Milei está alentando que sus seguidores adopten y propaguen una agenda conservadora, no subordinada a la economía.
Asistimos hoy a la entronización de la “batalla cultural” como un objetivo central del avance libertario, con pleno consentimiento presidencial. Y esa “batalla” no es sólo preocupación teórica e instrumentalización propagandística.
Al menos una parte del espacio de La Libertad Avanza planea una práctica que convoque desde consignas tan añejas como “Dios, patria y familia” (que enarbolaron en un acto reciente), en el afán de generar una contraposición total frente a adversarios a los que motejan de “zurdos de mierda”. Y que acompañe la labor gubernamental que busca anular todo el “progresismo cultural” de las últimas dos décadas.
El rechazo a la condena al genocidio dictatorial, a todas las políticas de género, a cualquier preocupación ambiental, al reconocimiento de las disidencias sexuales, configura una agenda plagada de formulaciones negativas. Y se la condimenta con la idea de que hay que acabar con décadas de predominio del pensamiento “progresista” en los medios, la educación y la política.
Casi no pasa día sin que se supriman organismos y se anulen derechos. La pretensión adicional es la de dotar de un consenso social amplio y en parte movilizado a esas medidas tomadas desde el Estado.
La ofensiva de las fuerzas del cielo
Se ha hecho quizás excesivo énfasis en ciertos toques estéticos del acto de “Las fuerzas del cielo” en San Miguel, que recordaría a iconografías fascistas.
Algunos aspectos visuales y discursivos (el “brazo armado”) suscitan rechazo y la discusión acerca carácter fascistoide o no del emprendimiento político-cultural del libertarianismo se incrementa. Algo quizás más productivo es poner énfasis en la tentativa en marcha de cambiar el sentido común, de hacer dar un giro ultraconservador y autoritario, integral y duradero, a vastos sectores de la sociedad argentina. Ese es el ssustrato de la movilización que se insinúa.
Jorge Liotti, en su columna del domingo en La Nación acertó con una definición en pocas palabras del alcance de los cambios que propicia el actual oficialismo: “Los libertarios no son reformistas; son refundacionales. Su objetivo no se limita a introducir cambios; su horizonte es la construcción de un nuevo orden.”
Como en tantas otras experiencias autoritarias que nos brinda la historia, su avance inicial se ha visto facilitado por la colaboración entre timorata y activa de fuerzas e individualidades que siempre se supuso que eran defensoras de las temáticas del liberalismo político y el republicanismo.
Con la excusa de las “herramientas para gobernar” los diputados y senadores, con anuencia de los gobernadores de provincia, han dado facultades extraordinarias. Pretextando que sus electorados provinciales respaldan a la actual gestión, no se atreven o no quieren expedirse en sentido contrario a las propuestas del gobierno.
También hacen pesar la argumentación antikirchnerista y arguyen que lo peor que podría pasarles es “quedar pegados” a las opciones políticas de Unión por la Patria.
El sistema de representación política con correlato de libertades públicas se encuentra hoy erosionado. Sufre un desgaste prolongado que lo lleva a condiciones de fragilidad. Y a la perspectiva de que flaquee su sustento cuando se halle cuestionado por fuerzas dotadas de fuerte decisión política enancada en un ideario antidemocrático.
Por lo pronto el régimen constitucional argentino tiene hoy a la cabeza un líder como Milei, al frente de una corriente política que no reivindica al sistema republicano. Que prefiere algún ordenamiento, de perfiles hoy imprecisos que supere la propensión al progresismo de los sistemas representativos.
Ese momento de prueba parece estar aproximándose. A caballo de sus “éxitos” económicos y de la convicción de que cuentan con el favor de la opinión pública, las fuerzas nucleadas en torno a La Libertad Avanza preparan una ofensiva ideológica y cultural en toda la línea, que puede tener como horizonte un reordenamiento social de vasto alcance y una transformación político-institucional completa.
El itinerario “libertariano”.
El supuesto “pacto democrático” con el que en el pasado se pretendió adormecer el indispensable alerta frente a derivas reaccionarias se ha evidenciado entre débil e inexistente. La sociedad argentina no cuenta con ese consenso de protección, sólo con el compromiso de quienes son impugnadores consecuentes de un orden de desigualdad e injusticia crecientes y prefieren la confrontación a los “pactos”.
Un interrogante más que relevante es qué andadura puede tener el proyecto del autoritarismo conservador en la sociedad argentina. Incluidas sus incipientes aspiraciones de construir algún tipo de movilización de masas con sus correspondientes marcas autoritarias.
Los libertarianos más radicalizados parecen tener una población-objetivo delimitada, a imagen y semejanza de ellos mismos: Varones de edades por debajo de los 35 años. A quienes se supone rebosantes de individualismo y resentimiento indiscriminado hacia los políticos.
A lo que se suma el espíritu de revancha de la cultura machista. A la que sienten asfixiada por el avance del feminismo y la defensa de las diversidades y que está ansiosa por liberar sus peores impulsos.
Entre esos jóvenes atravesados por múltiples frustraciones se busca reclutar a una parte sustancial de la “vanguardia organizada” del movimiento de ultraderecha.
El descontento acumulado en la población frente al destrato por la dirigencia política ha sido un factor favorable al giro hacia la derecha radical y contribuye a sostenerlo hasta el presente. Eso se acentúa porque las condiciones en que se moldea hoy la opinión pública empujan a que esa insatisfacción tome los derroteros más propicios a los intereses más concentrados y a los talantes ideológicos más reaccionarios.
Para los nuevos cruzados ideológicos, la cosecha de adhesiones no se detiene en los cultores del ultraliberalismo. Esa es una de las vertientes, hay otras. Con certeza experimentan un estrecho vínculo con fuerzas de otras partes del mundo, como los españoles de Vox o Fratelli d’Italia.
Son corrientes menos centradas en los dogmas del libre mercado que lo que “las fuerzas del cielo” han exhibido, al menos en su etapa inicial. Los “libertarianos” quieren ser parte, incluso guías, de una corriente internacional que sin experimentar un crecimiento vertiginoso se encuentra en ascenso.
Lo último no disminuye el empeño en la búsqueda de amplios respaldos en el empresariado más concentrado que actúa en el país. Pretenden recursos financieros, por cierto, como se evidenció en la cena de la Fundación Faro.
No se conforman con lo material, quieren además que al menos una parte de los grandes capitalistas abracen su credo. Y no son pocos los personajes empresarios que parecen dispuestos a adoptar las demandas ultraconservadoras como parte de una apuesta de orden y jerarquía de alta compatibilidad con los intereses de la gran empresa.
La idea es que mantengan o desarrollen la creencia de que la integralidad de la batalla cultural está ligada a la mejor realización de las ganancias. No sólo se vive de la reforma laboral, las desregulaciones, la mayor regresividad del sistema impositivo y las privatizaciones, todo garantizado por el gobierno. También del aplastamiento de cualquier impulso crítico o progresivo que pueda venir desde “abajo”.
Agustín Laje y Federico Sturzenegger pueden volverse dimensiones complementarias, plenamente convergentes, de una reforma reaccionaria de largo alcance.
Aquella que devengue en un disciplinamiento generalizado de la sociedad que acepte una redistribución regresiva de la riqueza y del poder de proporciones desconocidas hasta ahora. Con un Estado dedicado a ampliar sus capacidades represivas, a expandir las posibilidades de negocios de la gran empresa. Y a la generalización y consolidación, con apoyos de la sociedad civil de la agenda política y cultural reaccionaria.
¿Quién puede detenerlo?
En el estado actual de las instituciones argentinas, que se bambolean entre el desconcierto y la complicidad disimulada u ostensible, no puede esperarse que esta ofensiva sea detenida por los partidos de la oposición del sistema. Tampoco por el Congreso, el poder judicial, las direcciones sindicales más burocratizadas. Hoy son cómplices de la avalancha reaccionaria por acción u omisión.
Dentro del peronismo, muchos pretenden oponer resistencia en base a recetas que ya tienen un cultivo de veinte años. Y cuando proponen alguna revisión o autocrítica lo hacen en un sentido conservador. Y se sumen en pujas por el poder interno que hoy sólo interesan a los fieles.
Las clases populares y las organizaciones más consecuentes en la defensa de sus intereses se encuentran hoy en soledad a la hora de un cuestionamiento frontal y movilizado. No sólo contra las políticas en curso, sino frente a las pretensiones “refundacionales” que reseñábamos al comienzo.
Esa soledad no tiene por qué preanunciar derrotas. En otros momentos históricos el camino popular pudo ser abierto entre mares de indiferencia y pasividad. Y las fuerzas del sistema llegaron más tarde, en el momento culminante y en el ejercicio de un refinado oportunismo.
Por cierto, que para eso se necesita politizar los reclamos, generalizar los cuestionamientos, coordinar y organizar las luchas. Con las resistencias sectoriales no alcanza ni alcanzará. Ya está claro que este gobierno no se derrumbará por su propio peso. Y hay muchos indicios de que La Libertad Avanza y las agrupaciones que la escoltan no son un fenómeno superficial ni pasajero.
Fuente: https://rebelion.org/milei-y-la-ofensiva-ultraconservadora/
NO ES SÓLO EL GOBIERNO DE MILEI NI SÓLO EL ESTADO EN TODAS SUS INSTANCIAS.
TAMPOCO PODEMOS RESTRINGIR LA OFENSIVA CONTRA LOS PUEBLOS DE ARGENTINA AL PARTIDO JUSTICIALISTA que es EL GARANTE PRESENTE E HISTÓRICO DEL NEOLIBERALISMO.
RESPONSABILICEMOS AL SISTEMA MUNDO CAPITALISTA Y SUS LOCALES POR ESTARNOS EXTERMINANDO JUNTO A ESTAR DESTRUYENDO LA HABITABILIDAD PLANETARIA. DEJEMOS DE PERSONALIZARLO PARA ASUMIR QUE SÓLO CABE CAMBIARLO Y POR TANTO, EL DESAFÍO ES PONER FIN A NUESTRA CONCILIACIÓN DE CLASES QUE LO HACE POSIBLE.
Al nuevo capitalismo le molesta cada vez más la democracia
7 de diciembre de 2024
Por Joan Subirats Humet | El diario
Hay una desincronización entre política y economía, y ello se observa en la concentración de decisiones en el ejecutivo, en los bancos centrales y en las instituciones financieras (que no son precisamente democráticas)
El nuevo capitalismo surgido de la combinación entre digitalización, globalización y financiarización está arramblando con todo lo que se le pone al paso. La clásica tensión entre capitalismo y democracia se reformula con nuevas claves. Al nuevo capitalismo surgido de la fusión entre magnates tech y políticos sin amortiguadores sociales le molesta la democracia, sus reglas, sus cortafuegos institucionales, tanta intermediación y tanta monserga políticamente correcta. La competencia manda. Y si enfrente está un gigante como China, que opera en un escenario mucho más expeditivo, la solución está clara; menos democracia, más tecnosolucionismo autoritario.
Tradicionalmente, la crítica a la compatibilidad entre la economía competitiva de mercado y el sistema político democrático provenía principalmente desde el lado de la democracia, argumentando que las desigualdades inherentes al funcionamiento del capitalismo contradicen los principios de igualdad y justicia social propios de un sistema democrático. Esta crítica se centraba en la idea de que la concentración de riqueza y poder en manos de una minoría privilegiada, resultado natural del funcionamiento del libre mercado, socava gravemente la igualdad de oportunidades y la capacidad de los ciudadanos para participar de forma equitativa en la vida política. El informe de un liberal como Beveridge hace poco más de 80 años puso las bases de lo que fue el paradigma de la coexistencia entre la economía de mercado y el sistema democrático y su combinación de representatividad y de defensa de la igualdad y la dignidad para todos a través de políticas redistributivas pagadas con los impuestos de los que más tenían.
Lo de Thatcher y Reagan fue un entremés ligero si lo comparamos con lo que nos trae la alianza de Trump con Elon Musk y su imperio Tesla, Starlink, X y Neuralink, más empresas como Palantir o Anduril y los fervientes defensores de las criptomonedas que nunca lo habían visto tan claro. Para ellos la democracia y el sistema de intermediación que incorpora, con sistemas de garantías, impuestos y regulaciones de todo tipo, es un obstáculo para el funcionamiento óptimo del libre mercado, del individualismo competitivo (e innovador, claro). El argumento clave es que la deliberación y los procesos democráticos, por su naturaleza lenta y compleja, son inadecuados para responder a los retos de un mundo globalizado que exige soluciones rápidas y eficientes, cuando, además, hay otros que tiran millas sin tanta pompa y circunstancia.
El eslogan es que la democracia frena la innovación y la competitividad. No tiene nada que ver la velocidad con que se toman las decisiones en el ámbito económico, con lo que acontece en el escenario institucional de los países democráticos. La desregulación y la financiarización del capitalismo han dado lugar a una enorme concentración de poder económico en manos de una élite global que choca cotidianamente con la regulación que los estados realizan para preservar el equilibrio social y ético que fundamenta el sistema democrático. En este contexto, la democracia es percibida obviamente como un obstáculo para la libre circulación de capitales y la maximización de los beneficios, lo que alimenta la idea de que un sistema más autoritario, capaz de tomar decisiones rápidas y contundentes, sería más favorable para el desarrollo económico.
La tensión entre capitalismo y democracia sigue siendo la misma. Lo que ocurre es que ahora se han invertido los roles. El capitalismo ya no es un obstáculo inevitable para avanzar en un sistema socialmente más justo, sino que es la democracia la que está complicando la vida a quienes quieren mayor eficiencia y dinamismo. Decía Pedro Sánchez este fin de semana en Sevilla, en el Congreso del PSOE: “¿Quién va a defender la democracia, sino los socialistas? ¿Quién va a defender el trabajo y salario dignos, la vejez digna, la igualdad, el derecho a la vivienda, la justicia social y el final de los privilegios?”. Pero no es ya un problema de los socialistas, es un problema estructural. La financiarización del capitalismo ha aumentado la vulnerabilidad del estado en los bancos, los fondos de inversión libre y los grandes inversores. Y ha obligado a los estados a navegar en esas aguas e incluso a salvarles los muebles cuando el daño causado es “too big to fail”, como ocurrió en el 2008.
La velocidad, el volumen, la complejidad y el alcance de las transacciones financieras en la globalización superan la capacidad de las instituciones para deliberar y legislar eficazmente. Hay una desincronización entre política y economía, y ello se observa en la concentración de decisiones en el ejecutivo, en los bancos centrales y en las instituciones financieras (que no son precisamente democráticas) y en la constante sensación de ir a salto de mata tras los acontecimientos que no controlas. El capitalismo global ha ido socavando los marcos sociales y reguladores, y ahora está en disposición de hacer un salto de escala. Nada de ello es ajeno a la erosión que sufre la confianza en la democracia en muchos países. La creciente desigualdad, la percepción de que los intereses económicos dominan la política y la falta de respuesta efectiva a los problemas sociales generan desafección y apatía entre la ciudadanía. Esto abre la puerta al auge de movimientos populistas y autoritarios que prometen soluciones simples a problemas complejos, casi siempre a expensas de los principios democráticos.
Decía Karl Polanyi, en un lejano 1943, en su libro “La gran transformación”, que nos esperaban todo tipo de males si pasábamos del mercado como uno de los elementos de funcionamiento de la economía, a una sociedad de mercado en que todo, la naturaleza, el trabajo, las relaciones, se mercantilizaran. Ahora, viendo lo que está pasando en Estados Unidos y en otros países, estamos a las puertas de la mercantilización definitiva de la política. Podemos tratar de cambiar esta dinámica. Y esto exige de entrada un giro en las dinámicas digitales para que no sean sólo controladas por los nuevos oligarcas. Una presencia pública en Internet y en las redes que garantice accesibilidad y control público. Para avanzar en mayor capacidad de respuesta, más alianzas sociales, más protagonismo civil y en nuevas formas de hacer política. Europa tiene ahora la necesidad de reforzar su integración y articulación interior, su soberanía digital, tratando así de resistir el envite que la nueva administración Trump-Tech va a provocar. El dilema central puede desplazarse al binomio globalización y democracia, y solo desde una Europa más articulada y con más compromiso en la defensa de la igualdad y los valores fundamentales de la democracia se podrá recuperar la confianza de la ciudadanía en la política.
Fuente: https://rebelion.org/al-nuevo-capitalismo-le-molesta-cada-vez-mas-la-democracia/
Bloqueo de la lucha de clases
Atendamos, abajo a la izquierda, cómo son caracterizados quienes se subordinan de modo incondicional a Cristina Fernández de Kirchner, principal causante del bloqueo a la lucha de clases:
Ngurru Mapu Mew
Encuentro esta publicación que me deja pensando en la inconmensurable hipocresía de los seguidores del kirchnerismo, que parece que ahora se rasgan las vestiduras por el agronegocio que siempre dijeron combatir, pero que aplaudieron como focas amaestradas cuando la entonces presidenta lobbista de Monsanto dijo, en la inauguración de una planta de fabricación de agrotóxicos, que el glifosato era el fertilizante por excelencia de la soja…
Así es como les vendieron la década ganada en base a propaganda, así rifaron por dos guitas los recursos naturales y las grandes corporaciones se adueñaron de la patagonia y los acuíferos, así es como ganó Macri y para salvarnos votaron a Alverso e hicieron posible este monigote psicótico, pero fugan alegremente para adelante siempre aplaudiendo a la mayor lobbista de mineras y multinacionales extractivistas que hubo y habrá.
Así es como se admitió la sanción de la ley antiterrorista, la creación del comando unificado…y ahora los vemos despotricar contra el sistema represivo que les MONTÓ EL KIRCHNERISMO y les dejó envuelto con moño para que pudieran luego desenfundar » los malos de la película «.
Los paladines del amor vencen al odio, ahora preparan candidaturas para Moreno y Kici Love, y si les hace falta un jipi pachamámico similar al Boris, para eso ya lo tienen formateado a Grabois que viene de impulsar la entrega de territorios indígenas sin consulta previa para que » los pobres» tengan acceso a la tierra ( de nuestros ancestros, usurpada y ocupada por los estados coloniales) y que puedan hacer » agroecologia»
Así es como se apropian estxs canallas de los recursos a la vez que de las luchas dignas de los pueblos que se plantan poniendo el cuerpo para establecer un límite al agronegocio y la devastación sistemática: con propaganda y un piso de votantes cautivos de los planes sociales, fanatizados y embrutecidos, incapaces de pensar más allá de lo que dijo » la Jefa»…como la mafia, ¿vio?
Ahora que están desempolvando la Triple A, no olvidemos que será el voto kirchnerista el que hará posible la legitimación de la masacre.
Ni Macri, ni Milei que carece por completo de representación y volumen político.
Los muchachos peronistas combatiendo al capital.
Tiembla el capital
Recordemos cómo los gobiernos progresistas emergieron de antineoliberales rebeliones populares y las canalizaron hacia la negación de sus deseos e intereses y a su fragmentación, estigmatización. Estimemos cómo cerró caminos emancipatorios el único gobierno progresista de un partido de izquierda:
Entrevista con el analista político Antonio Abal
«Los objetivos revolucionarios se olvidaron»
28 de noviembre de 2024
Por Andrés Figueroa Cornejo | Rebelión
“Los núcleos de resistencia y de autocrítica de la izquierda son muy pequeños. El mismo Movimiento Guevarista ha sido fraccionado. Los militantes de izquierda que se encuentran al interior del MAS, tanto en el gobierno como en la oposición (Evistas) reducen su rol y perspectivas exclusivamente al ámbito electoral. Hasta la fecha no existe una propuesta de horizonte; un rumbo verazmente revolucionario que debe guiar a los movimientos sociales para terminar con el Estado colonial.”
De un tiempo a esta parte se ha tornado cada vez más confuso comprender lo que ocurre internamente en Bolivia. De ser un ejemplo para una franja del progresismo radical latinoamericano, hoy su curso político, social y económico resulta opaco. Pero el silencio andino se rompe con argumentos y sentido.
Antonio Abal es un periodista y analista boliviano, habitualmente requerido por diversos medios de comunicación locales e internacionales. A él se acudió para conocer cuáles son las claves para entender los acontecimientos en su país.
– ¿Qué pasa políticamente en Bolivia?
“Para responder a esta pregunta es necesario tomar en cuenta la ‘forma primordial’ de la estructura social boliviana. Esta ‘forma primordial’ tiene que ver con la formación del Estado colonial y su modo de dominio que se mantiene hasta nuestros días. La característica del Estado colonial tiene que ver con una estructura jerarquizada, racista, patriarcal y profundamente religiosa, y con oligarquías regionales. Sobre esa sistema se fundó el Estado-nación Bolivia, fundación realizada por los hijos de los que manejaban los nichos de poder colonial. Entonces, a lo largo de nuestra historia, estas elites herederas de la colonia se turnaron en el ejercicio del poder político, con estallidos o pulsiones de la fuerza popular e indígena como en las incontables rebeliones indígenas, las huelgas mineras, que lograron cambios fundamentales en el año 1952, aunque manteniendo los rasgos generales del Estado colonial. Ya en el siglo XXI emerge una fuerza popular en la ‘guerra del agua’, derrotando las políticas neoliberales privatizadoras y el año 2003, con la ‘guerra del gas’, se puso fin a los gobiernos neoliberales. En ese escenario el MAS-IPSP, que vino de una larga gestación en el seno del movimiento de pueblos originarios, ganó las elecciones del año 2005 con un presidente indígena.
Los sectores tradicionales, desplazados del poder político, maquinaron una serie de eventos para terminar con el gobierno de Evo Morales, cosa que lograron el año 2019, luego de una larga tarea de infiltración al MAS y al desgaste personal de Evo Morales a través de sus medios de comunicación.
Una vez recuperada la democracia, en 2020, la derecha continuó con la estrategia de anular la fuerza política de los pueblos originarios y sectores populares, mediante el accionar de ‘topos’ que ya que tenía instalados en lugares claves del gobierno y que se ocuparon de las tareas de dividir, primero a la organización política y después al movimiento de pueblos originarios.
La forma que adquiere esta lucha por aniquilar la potencia política de los pueblos originarios, aparece y se posiciona como una pelea de liderazgos, justamente para debilitar la imagen política de Evo Morales. Resultado de toda esta estrategia, hoy existe ‘oficialmente’ un MAS que no responde ya al mando de Evo Morales, legalmente. Evo Morales no tiene partido.”
– ¿Qué ocurre en el ámbito socio económico?
“El gobierno golpista de Áñez destrozó la economía, permitiendo un saqueo por parte de quienes fueron miembros de su gabinete y haciendo quebrar empresas públicas. A ello es preciso añadir el período del COVID, entonces el nuevo gobierno democrático realizó esfuerzos para estabilizar la economía, intento que no tuvo éxito. Perdimos el mercado del gas en la Argentina y con esto ingresos de divisas necesarias para las políticas de subvenciones, especialmente de los carburantes. La escasez de carburantes ocasionó el alza de los precios de los productos básicos y no existe ninguna medida que pueda controlar la especulación de bienes como el arroz, la harina, verduras y menos de los importados.
Actualmente las manifestaciones callejeras tienen que ver con esa demanda, que no ha podido ser canalizada y llevada al plano político debido a la debilidad de organizaciones como la Central Obrera Boliviana (COB), que antes era la articuladora de las demandas populares. Hoy la COB ha desaparecido del escenario político.”
– ¿Qué fuerzas están en pugna?
“Producto de un paulatino debilitamiento de las fuerzas populares, que fueron cooptadas por actividades gubernamentales y una estrategia estrictamente electoral, hoy tenemos un movimiento popular despolitizado y desideologizado, que se limita a aferrarse a la figura personal de líderes políticos. Los programas y objetivos revolucionarios han quedado olvidados.
Por otra parte la derecha, que nunca descansa, se encuentra en una actividad muy concentrada en restablecer el ‘antiguo régimen’; es decir, la política tradicional boliviana ligada a las élites económicas, con una variedad de partidos que representan los intereses concretos de las diferentes oligarquías regionales de Bolivia.
La ‘izquierda’ marxista ha desaparecido del escenario político y los actuales grupos políticos de izquierda tienen presencia subsumida en el MAS ‘oficialista’, así como en el llamado “Evismo”. En ambos casos no logran influir de manera decisiva en las estrategias y acción política.”
– ¿Qué papel juegan los movimientos sociales, indígenas y populares?
“La división en todas las estructuras orgánicas ha disminuido la potencia revolucionaria de los movimientos de pueblos originarios y sectores populares, ya que se han incorporado a la práctica tradicional política, acentuando el interés particular y familiar, consolidando de esta manera el burocratismo clientelar como forma de actividad política.
– El imperialismo estadounidense, ¿qué rol tiene en la coyuntura?
“Sin lugar a ninguna duda, en este escenario de divisiones y desplazamientos se encuentra la mano de EEUU. Lo que ocurre en Bolivia y en gran parte del continente no es nada más que la guerra geopolítica de EEUU que hoy ya no nos invade con marines, sino que se apodera de nuestros cerebros, y frente a este tipo de agresión estamos realmente desarmados, ya que la desideologización de la sociedad boliviana, implementada durante 20 años por el neoliberalismo, no ha tenido una contraofensiva durante el gobierno de Evo Morales. El ‘cambio cultural’ es el instrumento perverso de agresión que se está imponiendo en nuestro continente.”
– ¿Cuál es la perspectiva de las fuerzas anticapitalistas y guevarianas en medio de la crisis?
“Los núcleos de resistencia y de autocrítica de la izquierda son muy pequeños. El mismo Movimiento Guevarista ha sido fraccionado. Los militantes de izquierda que se encuentran al interior del MAS, tanto en el gobierno como en la oposición (Evistas) reducen su rol y perspectivas exclusivamente al ámbito electoral. Hasta la fecha no existe una propuesta de horizonte; un rumbo verazmente revolucionario que debe guiar a los movimientos sociales para terminar con el Estado colonial.”
Fuente: https://rebelion.org/los-objetivos-revolucionarios-se-olvidaron/
Tengamos Memoria Verdad y Justicia sobre cómo los gobiernos progresistas emergieron de antineoliberales rebeliones populares y las canalizaron hacia la negación de sus deseos e intereses y a su fragmentación, estigmatización. Todos hicieron a esa involución para la promoción de los extractivismos e integración de infraestructuras imprescindibles. Asumieron dicha criminalidad capitalista de lesa humanidad y de lesa naturaleza.
La otra cara del Corredor Interoceánico: Misión Civil de Observación
6 de julio de 2024
Por Gilberto López y Rivas | La Jornada
El 27 de junio pasado, en la ciudad de Oaxaca, la Misión Civil de Observación, conformada por 22 organizaciones de la sociedad civil mexicana e internacional defensoras de la naturaleza y el territorio, presentó su informe en que documenta y visibiliza las agresiones a pueblos indígenas, personas y comunidades defensoras de la tierra y el territorio frente a la imposición del megaproyecto Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, entre mayo de 2021 y mayo de 2024 (https://acortar.link/4JF8Bf).
Los datos del informe tienen su origen en las labores de registro y documentación realizadas por colaboradores de la Unión de Comunidades Indígenas de la Zona Norte del Istmo (Ucizoni) y Territorios Diversos para la Vida AC, así como en testimonios directos, investigación en el terreno, notas periodísticas, artículos de prensa, trabajos académicos y reportajes de medios de comunicación independientes, locales, regionales y nacionales.
Además, la Misión Civil de Observación, acompañada de medios de comunicación, nacionales e internacionales, efectuó un recorrido del 25 al 27 de julio de 2023, por municipios habitados por indígenas en el estado de Oaxaca, en que visitó a personas y comunidades afectadas, recabando la descripción narrativa y la información pertinente para la misión de observación.
En las cuatro secciones del informe se presenta el contexto del proyecto a gran escala del Corredor Interoceánico y en torno a la situación generalizada de las personas defensoras ambientales y del territorio en México; los datos relativos a las agresiones perpetradas contra las personas y comunidades defensoras del Istmo de Tehuantepec; las violaciones especificas a los derechos humanos, y por último las recomendaciones elaboradas por las personas, comunidades, organizaciones y colectivos participantes en la Misión Civil de Observación.
El informe estipula que la investigación de las agresiones tienen como unidad de medida el ataque, que se entiende como un evento de fecha, lugar y circunstancias específicas en que pudieron perpetrarse una o más agresiones contra una o más personas defensoras del territorio, por uno o más agresores, identificados éstos en 27 categorías, entre las que se incluyen agentes particulares y funcionarios de Estado, federales, estatales, municipales y locales, así como integrantes de las fuerzas armadas.
En el contexto se hace un recuento de los orígenes y contenidos del proyecto de Corredor Interoceánico, anunciado en 2018 como parte del Plan de Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, cuyo objetivo principal es hacer más eficiente el enlace entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y Salina Cruz, Oaxaca, y a través de la modernización del trasporte ferroviario, puertos comerciales, red de carreteras principales y secundarias, la infraestructura y las redes de conectividad digital, abastecimiento de gas, insumos básicos, agua potable, energía eléctrica, productos petrolíferos y petroquímicos, vivienda, movilidad y desarrollo tecnológico, red aeroportuaria y creación de polos de desarrollo; todo ello en 76 municipios de Oaxaca y Veracruz, donde se localizan, precisamente, comunidades de los pueblos indígenas zapoteco, mixe, zoque, huave, chontal, chinanteco, mazateco, mixteco, popolucas nahua y también afromexicanos.
Las agresiones en el periodo señalado registran 72 ataques, en los que se cometieron al menos 226 agresiones, que comprenden: intimidación, hostigamiento, amenazas, agresiones físicas, criminalización, daños a propiedad, difamación, detención arbitraria, estigmatización, desplazamiento forzado, homicidio, desaparición forzada, uso indebido de la fuerza, allanamiento, despojo, robo, desaparición.
Además, se documentaron tres homicidios contra defensores zapotecos, Jesús Manuel Martínez (2022), Félix Vicente Cruz (2023) y Noel López Gallegos (2023). Se evidencian violaciones a los derechos a la consulta y consentimiento libre, previo e informado, a la propiedad, a no ser desplazado o desaparecido forzadamente, a la libertad personal, al derecho de las mujeres y las infancias a una vida libre de violencia y el derecho a contar con un entorno seguro para los defensores.
Es de esperarse que el gobierno entrante tome en cuenta las recomendaciones asentadas en el informe, entre ellas, garantizar la implementación de medidas de protección efectivas en favor de los defensores del ambiente y el territorio, poner un alto a su criminalización; reconocer y respetar los derechos humanos individuales y colectivos de los pueblos indígenas como sujetos de derecho público, su autonomía y libre determinación, la asamblea comunitaria como órgano máximo, deteniendo de manera urgente el proceso de militarización en el istmo.
https://www.jornada.com.mx/noticia/2024/07/05/opinion/la-otra-cara-del-corredor-interoceanico-mision-civil-de-observacion-5912
Fuente: https://rebelion.org/la-otra-cara-del-corredor-interoceanico-mision-civil-de-observacion/
Destaquemos que siendo todos los gobiernos progresistas viabilizadores de los extractivismos o modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza en el Abya Yala, han avasallado y avasallan los derechos tanto de la naturaleza o condiciones de habitabilidad planetaria como de los pueblos, los trabajadores e individuos de abajo.
Agencia Tierra Viva
DEMOCRACIA, DERECHOS HUMANOS Y COLONIALISMO: CONTRADICCIONES FUNDACIONALES Y TERRITORIOS PARA LA VIDA
Repensar críticamente los derechos humanos y la democracia. Explicitar la «dictadura extractiva» en los territorios saqueados. Los pueblos indígenas, campesinos y asambleas socioambientales como sujetos históricos para un nuevo modelo. En un ensayo inédito, Horacio Machado Aráoz cuestiona los pilares fundantes del Estado argentino, denuncia los genocidios invisibilizados y reivindica las luchas vigentes para «retomar la Tierra».
¿Cómo es que un estado ecogenocida y originariamente racista, se ‘convierte’ en “Estado de Derecho”? Ninguna “Declaración de Derechos”, ningún Preámbulo, puede borrar —sin reparación, sin restitución— las bases ecogenocidas de las que surge y sobre la que se erige la “constitución nacional”, la construcción del Estado.
Donde hay extractivismo, no hay derechos humanos. No sólo eso: donde hay extractivismo no hay ni puede haber estado de derecho, ni orden democrático. La ecuación política del extractivismo es del orden del despojo y de la lógica sacrificial. Como régimen político y forma de gobierno, consiste en la creación y reproducción de un entorno de privilegios a costa de la explotación sacrificial de las condiciones de existencia de vastas mayorías.
Javier Milei es el gobierno más emblemático y representativo de la democracia que tenemos: la democracia de la derrota. El extractivismo no sólo es la falla de origen de la idea de democracia, sino, aún antes, la condición de im-posibilidad de la Res-pública. El extractivismo instituye el privilegio oligárquico; consagra la política expropiatoria como derecho (de unos pocos).
Horacio Machado Aráoz
Nicolás Pousthomis / Subcoop
Podés leer la nota completa desde el siguiente link: https://bit.ly/3ZtbLTm
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Fuente: https://www.facebook.com/agenciatierraviva
Alternativas emancipatorias
Reflexionemos, abajo a la izquierda, sobre por qué el Papa Francisco (fiel a su historia de ultraderecha como Bergoglio) encauzó a los movimientos sociales del mundo hacia el reclamo de los respectivos derechos de inclusión en el capitalismo y así puso fin al insurrecto Llamamiento de Yakarta de la Vía Campesina.
Occidente debilita el derecho internacional y dibuja un nuevo (des)orden mundial
2 de diciembre de 2024
Por Olga Rodríguez
(…) Las consecuencias en el orden internacional
¿Por qué son relevantes las ambigüedades de varios países europeos y los límites marcados públicamente al mandato de la CPI? Porque arrojan por la borda la potencial fortaleza del derecho internacional entendido como una herramienta universal, para todos, sin distinción, y porque ponen en cuestión la legitimidad de la Corte, importante organismo de justicia global.
El empeño de EEUU y sus aliados en respaldar a Israel o en evitar poner obstáculos en su camino arrastra al mundo a un nuevo contexto. Si Israel puede violar el andamiaje de Naciones Unidas y el derecho internacional con el permiso de Occidente ¿por qué no va a hacerlo mañana otro Estado?
A día de hoy la Unión Europea no ha adoptado ninguna medida de presión contra el Gobierno de Netanyahu. Catorce meses después, el Ejército de Tel Aviv continúa perpetrando masacres en Gaza, mantiene el bloqueo a la entrada de la ayuda necesaria, lo que provoca muertes por inanición y enfermedades, ocupa ilegalmente y aplica apartheid contra la población palestina. Más de 45.000 personas han fallecido por ataques israelíes en Gaza, 17.000 menores. A pesar de ello, el acuerdo de asociación comercial de la UE con Israel, cuyo artículo 2 exige el respeto a los derechos humanos por las partes, se mantiene vigente.
Francia, Alemania y Países Bajos, pero también otros países europeos que optan por la ambigüedad en sus acciones ante el genocidio en curso, anteponen la protección de los intereses israelíes al derecho internacional, contribuyendo a su debilitamiento.
El doble rasero de EEUU y Europa nos ofrece una foto exacta de un escenario global en pleno cambio, en el que Occidente está poniendo una alfombra roja a más impunidad mientras afirma que es el máximo representante de los derechos humanos, la libertad y el orden civilizado. Algunos gobernantes de grandes potencias creen que esto será en beneficio propio, y hacen caso omiso de los riesgos. El precio de esta contradicción será alto. Hoy lo es ya para la población palestina, mañana podrá serlo para otros.
La elección a la que se enfrentan los aliados de Israel desde hace catorce meses es sencilla: o seguir permitiendo, por acción o por omisión, matanzas, ocupación y apartheid o presionar para detener esta situación y defender activamente el derecho internacional y los dictámenes de los tribunales de La Haya. Algunas de las potencias más importantes siguen decantándose por la primera opción, despejando el camino de la ley de la selva, del más fuerte, del más dispuesto a emplear la fuerza bruta para someter a los otros.
https://www.eldiario.es/internacional/occidente-debilita-derecho-internacional-traza-nuevo-des-orden-mundial_129_11864904.html
Fuente: https://rebelion.org/occidente-debilita-el-derecho-internacional-y-dibuja-un-nuevo-desorden-mundial/
Atendamos por qué el capitalismo es incompatible con la libertad en todos sus sentidos.
Adrián Moyano
¿Cuál sería la esencia libertaria? Nada ni nadie estaría por encima de nadie; nada ni nadie estaría autorizado a someter, mandar, ordenar o dirigir a nadie. Ni Dios ni el Estado ni el Capital. Así lo había expresado en primer lugar el preanarquista Max Stirner: “ningún concepto me expresa, nada de lo que se considera como mi esencia me agota, yo soy el propietario de mi poder”. Y esa apropiación no tendría el sentido de una propiedad burguesa o hereditaria, sino que sería un acto sin cálculo que liberaría al sujeto de toda posesividad. “Todo interés hace de mí, cuando no sé desprenderme de él, su esclavo, y no es ya mi propiedad; yo soy la suya”.
Aún no había surgido ese libertarismo, o libertarianism, asociado a las sectas de ultraderecha conservadora, esas que a partir de la década de 1970 empezaron a apropiarse del término “libertario” para impulsar políticas antiestatales en el marco de un capitalismo extremo y salvaje, con una ideología -que pese a su nombre- postuló la defensa de la propiedad (privada) antes que la libertad.
Por el contrario, hasta el anarquismo más individualista de siglo XIX y comienzos del XX propiciaba una sociedad mutualista y autogestiva, una asociación de productores que intercambiarían bienes y servicios en un verdadero mercado libre, o sea un mercado sin sometimiento al gran capital y a los monopolios que destruyen tanto la competencia como la cooperación. Porque la expropiación del valor excedente que realiza el capitalismo no podría existir sin un Estado que garantice los privilegios de clase mediante su poder de policía, decían los anarquistas, soñando con un mundo en el que no existiese la burocracia estatal ni la burguesía expropiadora. Un mundo realmente libre.
Osvaldo Baigorria: “En Pampa y la vía”, páginas 35 y 36. Blatt & Ríos (2024). El libro es sobre crotos o anarquistas trashumantes de mediados de siglo XX en la Argentina.
PD: dejemos de llamar libertario al gobierno. No hay nada menos libertario que un gobierno.
Esperancémonos con:
Plataforma conceptual para la transformación global
Por Gilberto López y Rivas | La Jornada
En el patio de la antigua casona de Xicoténcatl, sede del Senado de la República hasta el año 2011, tuvo lugar, los días 28 y 29 de noviembre, la Conferencia Internacional Plataforma Conceptual para la Transformación Global: Noonomía, Socialización y Economía Solidaria, auspiciada por el Instituto Witte para el Nuevo Desarrollo Industrial, de la Federación Rusa, y apoyada por instituciones universitarias y de la sociedad civil, nacionales e internacionales, y por la Comisión de Relaciones Exteriores Asia-Pacifico del propio Senado. (…)
(…) Se consideró que hay una crisis de la vida, de la que hay que tener conciencia, que el planeta es un sistema vivo e interconectado, que exige responder de manera global. Se enfatizó que estamos en un momento importante para América Latina y el Caribe, en el que se debe reconocer en el centro lo humano, los derechos de la naturaleza y los pueblos originarios, integrantes de este sistema de vida, como parte esencial de las estrategias de los gobiernos que se auto definen como democráticos y progresistas. En América Latina existen propuestas de economía solidaria, presupuesto participativo, autonomías comunitarias y regionales, formas de gobierno horizontales, con rotación de cargos, políticas y prácticas de género y grupos intergeneracionales, democracias de abajo, que se constituyen, también, en alternativas al fundamentalismo neoliberal.
Se reflexionó sobre estrategias para enfrentar el auge del hiper-individualismo en las sociedades capitalistas, que deja de lado las acciones colectivas, y sobre como el combate al narcotráfico es, en realidad, el montaje de una dramática obra de teatro, la plataforma para imponer la contrainsurgencia, la criminalización de las resistencias, la militarización y paramilitarización de nuestros países, por lo que hay que resignificar una nueva institucionalidad mundial.
Se esperaría que esta conferencia fructifique en el buen vivir de los seres humanos.
Fuente: https://rebelion.org/plataforma-conceptual-para-la-transformacion-global/
Descubramos, mejor, caminos emancipatorios que ya han sido abiertos por las autoorganizaciones de diversidades de abajo e izquierdas coherentes con su esencia común-ista.
Comprobamos que tanto los gobiernos de Chile como los de Argentina desde la implantación del neoliberalismo mediante terrorismos paraestatales y estatales tienen como enemigo interno al pueblo nación Mapuche. ¿Por qué? La propiedad sobre vastas extensiones de tierras y sobre todo, su mercantilización son esenciales a la acumulación gran capitalista en el Abya Yala. A diferencia de las organizaciones campesinas de Argentina que luchan por la ley de acceso a la tierra, las comunidades mapuche tehuelche recuperan minúscula parte de sus territorios ancestrales. Están iniciando e impulsando la «reforma agraria integral» en su carácter actual de anticapitalista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonializadora tanto del saber como del poder. Es decir, se desintitucionalizan o rompen con el bloqueo de la lucha e independencia de clases que instauró Perón en Argentina. Quien también estableció la conciliación con el régimen latifundista que, desde los noventa, se convirtió en extractivista.
En Chile, la Coordinadora Arauco- Malleco (CAM) señala que no se trata sólo de desalambrar sino de ir creando comunidades cada vez más entretejidas por sentidos colectivos de vida.
Héctor Llaitul, Werken de CAM, dice:
«No podríamos participar en la institucionalidad opresora. Esa es nuestra posición desde la CAM y desde el movimiento autonomista. Los que han participado de las vías institucionales no han logrado prácticamente ningún derecho fundamental para nuestro pueblo; simplemente son políticas de integración, de subordinación. A nosotros no nos parece que a través de esa vía consigamos mucho. Estamos por la vía del control territorial y la autonomía de facto. De hecho, vamos recuperando metro a metro y desde ahí vamos transformando una realidad que nos golpea a diario a través del latifundio y de las forestales. Nosotros estamos desarrollando un proceso de asentamiento de las bases para la liberación del pueblo-nación mapuche, y eso pasa por una estrategia de resistencia, por un lado, y de reconstrucción, por otro lado».
https://www.resumenlatinoamericano.org/2021/03/03/nacion-mapuche-entrevista-a-hector-llaitul-werken-de-la-coordinadora-arauco-malleco-sobre-el-pseudo-acuerdo-nacional-de-la-burguesia-y-la-farsa-del-proceso-constituyente/
Observamos, en toda la Argentina, que las autoorganizaciones de vecinos en defensa de los territorios se asamblean, comunalizan y territorializan o sea están creando ya la democracia real y efectiva en contra de la vigente desde fines de 1983 que se basa en privilegiar el régimen latifundista y en prohibir la autodeterminación de los pueblos de nuestro país. Falta, por un lado, deshacerse de la obediencia debida al sistema mundo capitalista y sus locales o sea dejar de luchar por leyes, de procurar presión social sobre gobiernos y de autoorganizarse en forma verticalista o antidemocrática.
Por otro lado, es imprescindible la unión de las autoorganizaciones en defensa y recuperación de los territorios de Argentina con las que se esmeran en la puesta en práctica de las varias facetas de la justicia social. Porque no hay vida ni democracia cuando el sistema mundo capitalista y sus locales despliegan guerras de amplio espectro contra los pueblos del Sur Global para el acaparamiento de tierras a mercantilizar. El genocidio de los palestinos nos interpela.
De modo que situémonos en -y generalicemos- la percepción (conocimiento con correspondiente compromiso de lucha) de Renán Vega Cantor:
(…)Ahora podemos hablar del Método Israel, por el cual debe entenderse de manera sintética al conjunto de prácticas criminales, terroristas, bestiales y genocidas de Israel contra el pueblo palestino en las tierras ocupadas [el nivel interno] y el terrorismo internacional contra todos los que son declarados “enemigos antisemitas” [el nivel externo]. Esto incluye el asesinato de miles de palestinos, árabes y personas de otras nacionalidades fuera de las fronteras de Israel y de los territorios ocupados; incluye el asesinato de científicos extranjeros que realizan investigaciones en programas nucleares, como ha sucedido en años recientes con personal iraní; ataque a instalaciones civiles y militares de otros países; atentados con coches bombas y con drones para masacrar dirigentes palestinos y árabes; bombardeo de sedes diplomáticas, con la violación de los convenios internacionales que protegen esas instalaciones, incluso en tiempos de guerra, siendo el más reciente el bombardeo con drones del consulado de Irán en Siria y el asesinato de 16 personas, entre ellos dos generales de la Guardia Revolucionaria de Irán; secuestros en el extranjero, violando las disposiciones internas de los países, de lo que el caso de Karl Adolf Eichmann es el más conocido….
El Método Israel no existe solo gracias y por el Estado sionista de Israel, sino porque es tutelado por Estados Unidos, la Unión Europea, muchos países árabes y de otros lugares del mundo. De la misma forma que el Método Yakarta ha sido funcional al capitalismo mundial, para destruir procesos democráticos, nacionalistas y revolucionarios, ahora en el plano internacional se despliega el Método Israel, acogido desde hace décadas por las clases dominantes y el Estado en Colombia en su guerra contrainsurgente y antipopular. El Método Israel, caracterizado por la brutalidad criminal y desconocimiento de cualquier derecho, es la pauta dominante en el capitalismo mundial y eso se ha normalizado con el genocidio de los palestinos y los sucesos de los últimos seis meses, tiempo durante el cual Israel ha realizado, con la protección de la autodenominada “Comunidad Internacional”, liderada por Estados Unidos, crímenes que avergonzarían a la Alemania nazi. (…)
Fuente: https://contrahegemoniaweb.com.ar/2024/04/19/ecuador-el-nuevo-israel-de-sudamerica/
Qué Trabajo
De sus expropiadores para usarlo hacia la apropiación oligopólica de riquezas e ingresos mediante despojo-acaparamiento de tierras, exclusión social, expoliación laboral y total mercantilización de la naturaleza vs. de comunidades laborales y geográficas mirando por ser autónomas; hermanarse entre sí en atender necesidades e intereses populares; y territorializarse o empoderarse de ser naturaleza sin fronteras ni muros burgueses.
Expropiado y explotado por burguesía / Ecocida y genocida /
Alternativas emancipatorias
Expropiado y explotado por la burguesía
Destaquemos la centralidad de los extractivismos. Concentran y transnacionalizan tanto la economía como el territorio de Argentina. Implican retroceso del país a especializarse en exportar commodities y sumirse más en subdesarrollo o sea en mayor pobreza estructural, atraso científico técnico respecto a atender necesidades e intereses populares, sometimiento al sistema mundo capitalista. Y no es sólo por el gobierno de Macri sino por toda la democracia fiel a lo que el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales implantó mediante terrorismos paraestatales y estatales en los setenta. Aún más, la democracia restringida se empeña en viabilizar el acelerado acaparamiento gran capitalista de bienes comunes sobre todo derrotando las luchas de los expoliados. Lo concreta por maceración ideológica, desinformación, desnutrición y superexplotación laboral.
Ejemplifiquemos hacia qué -y cómo- el capitalismo emplea destapando qué hay detrás del conflicto bélico en Ucrania.
Ucrania, plan de ocupación y negocios
5 de diciembre de 2024
Por Alejandro Marcó del Pont | El tábano economista
La economía ucrania está destruida ¿Quién cargará con el muerto?
La guerra en Ucrania ha puesto en juego mucho más que el control militar de su territorio, ha reactivado intereses históricos y económicos profundamente arraigados en Europa del Este. Más allá del conflicto bélico, países como Polonia han mostrado un renovado interés en sus antiguas tierras orientales, buscando “borrar” las fronteras con Ucrania y anexionar territorios vecinos bajo una lógica de expansión territorial y económica. Pero Polonia no es el único actor involucrado; en esta disputa por el futuro de Ucrania, participan también potencias como Alemania, Rumania y Gran Bretaña, cada una con intereses geopolíticos y económicos concretos.
Informes especulativos atribuidos a la OTAN han sugerido una posible división administrativa de Ucrania en caso de una ocupación prolongada. Según estos informes, la costa del Mar Negro quedaría bajo influencia de Rumania; el centro y el este del país pasarían al control alemán; mientras que las zonas del norte, incluida Kiev, estarían bajo supervisión británica. Aunque esta división pueda parecer inverosímil, evoca estrategias de reparto territorial utilizadas en conflictos pasados, como la Operación Barbarroja durante la Segunda Guerra Mundial, cuando Ucrania formaba parte de la Unión Soviética, o la fragmentación de Berlín en cuatro zonas de ocupación bajo el control de las potencias aliadas.
En 2022, The Washington Post publicó un informe que describía la guerra en Ucrania como “una batalla por la riqueza mineral y energética de la nación”. Este análisis, basado en datos de la firma canadiense de riesgo geopolítico SecDev, destaca que las vastas reservas minerales de Ucrania representan un activo clave en el conflicto. Algunos líderes políticos en Occidente, como el senador estadounidense Lindsey Graham, han insinuado abiertamente que estas reservas deberían ser utilizadas como pago por la ayuda militar brindada a Ucrania. “Si ayudamos a Ucrania ahora, puede convertirse en el mejor socio comercial que jamás hayamos soñado”, afirmó Graham, subrayando el interés económico detrás del apoyo occidental.
El Europa Council on Foreign Relations deja una frase que pinta en cuerpo entero la idea de la disputa por la riqueza de un Estado fallido y endeudado, “aunque puede parecer ético dejar que los ucranianos definan los términos de la negociación, el resultado puede chocar con los intereses de seguridad más amplios de la UE”.
Aunque Ucrania es reconocida por su importancia agrícola, su verdadero valor estratégico radica en su riqueza mineral y energética. Según el análisis de SecDev publicado por The Washington Post, Ucrania alberga 117 de los 120 minerales más utilizados en la industria global, con un valor estimado de 12,4 billones de dólares. Sin embargo, gran parte de estos recursos están actualmente bajo control ruso: el 63% de los depósitos de carbón, el 11% de los de petróleo, el 20% del gas natural, el 42% de los metales y el 33% de las tierras raras, como el litio. Esta situación no solo debilita la economía ucraniana, sino que también plantea riesgos para la seguridad energética de Europa, que depende de estas materias primas para diversificar sus fuentes de energía.
La ocupación rusa del territorio ucraniano tiene consecuencias directas para «la seguridad energética occidental” en realidad para la europea. A menos que los europeos puedan diversificar rápidamente sus fuentes de petróleo y gas, minerales y carbón seguirán dependiendo en gran medida de los hidrocarburos, americanos cataríes o rusos. Si en algún momento existió el riesgo de que el pueblo ucraniano no obtenga los beneficios de la explotación de esos materiales, ahora entre apropiación rusa, la deuda existente y el accedió americano, las posibilidades son nulas.
Muchos creen que las materias primas como el carbón no son el futuro, son el pasado, y que el problema para el futuro es la pérdida de sus puertos. Pero el carbón tiene los yacimientos más abundantes de las zonas de Ucrania controladas por Rusia, con un valor simbólico como fuente histórica de energía, ya que las metrópolis regionales de Donetsk y Luhansk se construyeron a espaldas de mineros de carbón y trabajadores del acero. El carbón extraído alimenta las plantas de energía y parte de una red energética sobrecargada y debilitada por la guerra.
Pese a que los países participantes en la conferencia del clima de la ONU en Dubái se comprometieron a un abandono progresivo de las energías fósiles, en 2023 se batió el récord en consumo mundial de carbón, en el año más cálido registrado. En 2022 el consumo de carbón en la Unión Europea (UE) aumentó un 2%. Esto se debió a que los países de la UE sustituyeron el gas natural ruso por carbón
Si estas pérdidas fueran permanentes, que lo son, obligarían a lo que queda de Ucrania a realinear su economía, resultando una empresa casi imposible si debe pagar sus deudas. El intento más reciente de modernizar su red energética se vio frustrado por la guerra. Casi la mitad de sus plantas de energías renovables (incluido el 89% de sus parques eólicos) están ubicadas en territorios ocupados o zonas de conflicto.
Los negocios que quedan en disputa tienen que ver no con el país en sí, sino con recuperar los recursos bélicos y créditos invertidos por occidente en Ucrania. Las diversas zonas geológicas de Ucrania la convierten en uno de los 10 principales proveedores mundiales de recursos minerales, con alrededor del 5% del total mundial. Antes de febrero de 2022, Ucrania era un proveedor clave de titanio para el sector militar.
Posee una de las mayores reservas confirmadas de litio de Europa, es el quinto mayor productor de galio del mundo, esencial para semiconductores y LED, suministrando el 90% para la industria de chips de EE. UU. Cuenta con yacimientos berilio, que es crucial para las industrias de energía nuclear, aeroespacial, militar, acústica y electrónica, así como de uranio, posee importantes reservas de metales no ferrosos, como cobre (cuarto en Europa), plomo (quinto), zinc (sexto) y plata (noveno) entre otros.
La disputa está entonces centrada en quien se queda con estos recursos, necesarios para Europa, pero son la carta de pago a los créditos americanos. En 2023 se hizo un relevamiento de las 1.000 principales compañías ucranianas. La mayoría de estas empresas están arraigadas en los sectores de los combustibles, la energía y la agricultura, predominantemente en el área metropolitana de Kiev. Los sectores más representados de las grandes empresas incluyen la industria alimentaria (139 empresas), el petróleo y el gas (115), la energía (104) y la agricultura (97).
La distribución geográfica de los recursos y las empresas clave en Ucrania ilustra el núcleo del conflicto. Kiev, por ejemplo, alberga el 52% de los ingresos de las 1.000 principales empresas del país, mientras que muchas de las regiones más ricas en recursos naturales están bajo control ruso. Este escenario refuerza la idea de que el futuro de Ucrania estará marcado por una compleja disputa geopolítica y económica, en la que las potencias involucradas buscarán maximizar sus beneficios. El resultado de esta disputa definirá no solo el destino de Ucrania, sino también el equilibrio de poder en Europa.
https://eltabanoeconomista.wordpress.com/2024/12/04/ucrania-plan-de-ocupacion-y-negocios/
Fuente: https://rebelion.org/ucrania-plan-de-ocupacion-y-negocios/
Ecocida y genocida
Dejemos de naturalizar nuestro modo de vida y trabajo. La pandemia debería habernos interpelado sobre porqué existe emergencia alimentaria desde 2002 y se la fue prorrogando hasta hoy, también sobre el deterioro y la contaminación de los alimentos.
Reflexionemos sobre la insalubridad del empleo y de las condiciones de vida local pero también el tipo de comida chatarra que se masifica, así como sobre el acaparamiento enorme de tierra y de agua, energía…
Implica suscitar la incorporación de una creciente mayoría al pronunciamiento del ¡basta! de hacer negocio con la salud de la naturaleza y humana.
Pero entonces quienes nos autoorganizamos para frenar, luego erradicar, los ecocidios con sus consecuentes genocidios silenciosos e invisibilizados debemos, en simultáneo, generalizar la superación de la creencia en que la única economía posible es la de la modernidad capitalista e imperialista. Se trata, por ejemplo, de visibilizar que las inversiones de YPF implican condenar a más de la mitad de la niñez-adolescencia a la pobreza, al 80% de jubilados-pensionados a torturarse ante su miseria y a los trabajadores formales a tener un salario mínimo-vital-móvil de indigencia ni qué decir sobre las condiciones infrahumanas del malvivir entre el creciente número de los desposeídos de todo por el sistema. También esas inversiones se hacen desmantelando por completo la salud y la educación públicas, precarizando la seguridad social y la cotidianeidad de las grandes mayorías.
Y ¿para qué esas inversiones? Para llevar a cabo la regeografía de Argentina-Chile planificada a principios de siglo como IIRSA o Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana por acuerdo de todos los gobiernos con el objetivo de elevar la eficiencia del saqueo al continente o de la exportación a gran escala de Naturaleza, es decir de la salud suya que incluye la humana. Hasta la UNASUR la convirtió en eje de desarrollo ocultándola en el COSIPLAN. Veamos en el siguiente artículo que el interés del bloque dominante está puesto en exportar y en el autoabastecimiento circunscripto al alto consumo energético de los extractivismos. Los diversos de abajo sólo existimos para ser despojados de nuestras riquezas e ingresos, frutos del trabajo social y de la naturaleza.
[Video debate entre Sophie Binet y Daniel Tanuro organizado por la CGT-Loire Atlantique]
Sindicalismo y ecología
4 de diciembre de 2024
Por Sophie Binet, Daniel Tanuro / Viento Sur
(…) Daniel, en tu último libro señalas la dificultad de que los trabajadores y trabajadoras sean realmente activos y estén plenamente concienciados en cuestiones ecológicas. ¿Qué opina de las propuestas de Sophie y de la CGT?
D.T.: Estas propuestas se solapan con las presentadas por la izquierda norteamericana en el marco de su proyecto Green New Deal, en particular la idea de una garantía de empleo ecológico. Ciertamente, hay que reconvertir la economía en general y el sistema productivo en particular. Habrá que reducir o suprimir progresivamente una serie de actividades de producción, y no son los y las trabajadoras quienes tienen que soportar la peor parte. Por tanto, hay que garantizarles una reconversión en una actividad socialmente útil y ecológicamente responsable. Pero esta garantía no debe ser individual. La reconversión debe ir acompañada no sólo del mantenimiento de los ingresos, sino también del mantenimiento de los colectivos de trabajo. Mantener la fuerza del colectivo es muy importante. Demasiado a menudo en el pasado, los gobiernos y los empresarios han utilizado la orden de la reconversión para ahogar al pez, para dispersar a los trabajadores en planes que, al final, no conducían a ninguna reconversión real. Mantener colectivos de trabajo significa mantener colectivos de resistencia y creatividad. Esto es absolutamente vital.
Dicho esto, en términos estratégicos, creo que debemos ampliar el alcance del debate. Hablamos de ello cuando me invitaste a Nantes hace poco. En la CGT, se hace mucho hincapié en la producción. Quizás haya que ponerse de acuerdo sobre los términos. Cuando Marx hablaba del modo de producción capitalista, se refería al nivel muy general del modo en que la humanidad produce su existencia social. En este sentido, el modo de producción incluye no sólo la producción en el sentido estricto del término, sino también lo que llamamos reproducción social, es decir, todas las tareas relacionadas con la educación, la sanidad, el cuidado de los ancianos, el cuidado de los niños, el transporte, la gestión de los residuos y del medio ambiente, etcétera.
¿Por qué creo que es importante, en términos estratégicos, ampliar el debate a estos sectores? Porque parto de la base de que los trabajadores y trabajadoras de estos sectores están más abiertos y son más conscientes del problema ecológico. En general, en el contexto actual, creo que los trabajadores y trabajadoras del sector de la producción son más propensos a quedar atrapados por el discurso sobre la competitividad y el chantaje por los puestos de trabajo que mencionaba Sophie. Porque están bajo la coacción más directa de la dictadura del beneficio, por un lado, y bajo la amenaza de las deslocalizaciones de empresas, por otro.
Atención: no estoy diciendo en absoluto que las y los trabajadores de la industria pesada sean incapaces de comprender la crisis ecológica. Sé que hay varios ejemplos notables de luchas dirigidas por trabajadores industriales que se han enfrentado frontalmente a las cuestiones ecológicas. Pero la mayoría se dan en empresas que se enfrentan al cierre por parte de la dirección. Normalmente, me parece que hay más posibilidades de hacer avanzar el debate en los sectores de reproducción social. ¿Por qué?
-En primer lugar, la amenaza de deslocalización no es operativa.
-En segundo lugar, los trabajadores y trabajadoras están en contacto directo con las personas usuarias, lo que ofrece oportunidades de convergencia, unidad de acción -en torno a cuestiones de salud y salud medioambiental, por ejemplo- y, por tanto, de politización.
-En tercer lugar, en los sectores de la reproducción existe una contradicción flagrante entre la ideología oficial de servicio al público y la realidad de una gestión sometida a planes de austeridad neoliberales.
-En cuarto lugar, los sectores de la reproducción están muy feminizados, y las mujeres en general están más concienciadas que los hombres sobre la cuestión de los cuidados en general, y por tanto también sobre el cuidado del medio ambiente.
La experiencia de los sindicatos estadounidenses desde el giro neoliberal es esclarecedora. Han atravesado una crisis muy profunda de deterioro de las relaciones de fuerza y es en los sectores de cuidados, donde hay más oportunidades de contacto con las personas usuarias, donde mejor han resistido, hasta el punto de volver a la ofensiva con reivindicaciones combativas. Creo que hay que intentar utilizar esta especificidad del sector de la reproducción para promover una toma de conciencia en todo el movimiento sindical, lo que confiere un papel estratégico a la dimensión intersectorial y a las instancias del movimiento sindical.
S.B.: No estoy de acuerdo con Daniel en eso. Es cierto que, en el sector de los cuidados y los vínculos, la conciencia ecológica es más fácil y hay menos contradicciones y obstáculos. La CGT tiene muchas propuestas en este sector. Esto es muy importante. Pero si las y los sindicalistas, y si la izquierda en general, no responde a la situación de la industria, si no aborda las contradicciones entre lo social y lo ecológico en la producción, entonces será impotente para impedir la degradación de la que se nutre hoy la extrema derecha, con cierres de fábricas y pérdidas de empleos.
Además, sabemos que hoy en día, por desgracia, los empleos en el sector productivo y los empleos en el sector reproductivo no se recompensan de la misma manera. De hecho, son los empleos productivos los que tiras hacia arriba los ingresos en los hogares asalariados. Por último, no cabe duda de que tenemos que transformar los patrones de consumo, pero seguimos necesitando la industria.
Se ha deslocalizado tanto en los últimos años que, en cierto modo, esto facilita la convergencia. Porque el reto a escala francesa y europea es relocalizar nuestra industria, para acabar con la especialización global de la producción, que organiza la competencia entre trabajadores, hace que se disparen las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes del transporte y arrastra a la baja las normas medioambientales. Porque cuando producimos en países con bajos costes sociales, también tenemos bajos costes medioambientales. Tenemos que relocalizar, y esto debe ir acompañado de un replanteamiento global de lo que producimos, de lo que la gente necesita y de cómo podemos producir menos, pero de forma más sostenible.
La globalización ha enfrentado los intereses de las personas asalariadas y de las consumidoras: a las primeras les interesa que la producción, y por tanto el empleo, siga en Francia; y a las consumidoras les interesan productos cada vez más baratos para poder seguir viviendo con salarios estancados. Por tanto, es necesario relocalizar la producción para poder aumentar tanto los salarios como el nivel de vida. Compraremos productos que pueden costar más (porque se venden al precio justo), pero que durarán más. Al mismo tiempo, tenemos que analizar toda la producción innecesaria que hay que detener, al tiempo que protegemos a los trabajadores y trabajadoras y reequilibramos los sectores.
En lo que estoy de acuerdo con Daniel es en que necesitamos desarrollar el sector de los cuidados. Es una cuestión importante. Hace varios años, la CGT lanzó una gran campaña llamada revalorizar el trabajo de cuidados. Es una gran cuestión feminista porque estos sectores están predominantemente feminizados, y devaluados en términos salariales porque están feminizados. Se basan en parte en el trabajo no asalariado, ya que las mujeres siguen realizando la mayor parte de las tareas domésticas. En los debates feministas sobre la estrategia de emancipación de las mujeres, la CGT siempre ha rechazado el salario maternal, que implica destinar a las mujeres a estas tareas domésticas dándoles un pequeño salario para pasar la píldora. Para la CGT, las mujeres deben tener el mismo acceso al trabajo remunerado que los hombres porque es un vehículo de emancipación. Para nosotros, lo que hace falta es socializar las tareas domésticas y, en consecuencia, ampliar los servicios públicos para atender a las personas dependientes -ya sea la primera infancia, las y los ancianos dependientes, las personas enfermas, etc.- y proporcionarles un nivel de vida digno. Cuando no hay servicios públicos, son las mujeres las que se ocupan de ello gratuitamente.
El objetivo es socializar las tareas domésticas para que las mujeres puedan trabajar y, ampliando estos servicios públicos, elevar el nivel de empleo. Al mismo tiempo, hay que luchar contra la precariedad, que es la norma hoy en día. Pienso, por ejemplo, en las ayudas a domicilio para personas mayores dependientes, o en las cuidadoras de niños pequeños: los niveles salariales son catastróficos. Aumentar los salarios para acabar con la precariedad es también un reto importante. Pero creo que sería peligroso precipitarse olvidando la necesaria transformación de la industria. No podemos abandonar el empleo industrial. No podemos dejar que los capitalistas destruyan el empleo industrial con el pretexto del medio ambiente. Lo que hay que hacer es transformar el aparato productivo por sectores.
Me gustaría hacer un paréntesis sobre la extrema derecha, ya que la has mencionado. Una extrema derecha que consigue establecer el vínculo entre lo social y lo medioambiental da contrasentido y en su propio interés. Una extrema derecha que está en contra del aumento del salario mínimo, que está en contra de los intereses de los trabajadores y trabajadoras, incluso en la cuestión ecológica, que argumenta demagógicamente sobre la simplificación de las normas, a favor del empleo, etc. Y tenemos que reconocer que, a pesar de todo, la extrema derecha avanza, en votos y en ideas. ¿Cómo explicar este fenómeno y, sobre todo, cómo contrarrestarlo?
D.T.: Estoy totalmente de acuerdo con Sophie: no podemos ignorar la cuestión del sector productivo, porque sería poner la alfombra roja a la extrema derecha, o más bien la alfombra marrón. Lo vemos claramente en Estados Unidos con la nueva candidatura de Trump, que trata de seducir demagógicamente los trabajadores y. trabajadoras de los sectores de los combustibles fósiles explotando su miedo a su reclasificación.
Pero quiero insistir en la necesidad de tener presente el marco general. Las limitaciones de la crisis ecológica son tales que la izquierda no puede limitarse a exigir la relocalización de la producción industrial en los países capitalistas desarrollados. Al mismo tiempo -como ha dicho Sophie- esta producción debe someterse a un examen crítico basado en las necesidades reales, para abandonar la producción inútil y nociva. Relocalizar esta producción en nuestros propios países no tendría sentido. También creo que debemos cuestionar el uso del término relocalizar. No estoy impugnando las intenciones de nadie. Sólo señalo que el término puede interpretarse en un sentido más bien nacionalista: «nos han robado nuestros puestos de trabajo, se los han dado a los polacos, queremos que nos devuelvan nuestros puestos de trabajo aquí, y peor para los empleados polacos». Es una cuestión compleja que requiere un enfoque internacionalista.
Más allá de eso, la gran dificultad es la siguiente: la crisis ecológica, o más bien la crisis ecosocial, es tan grave que nos vemos obligados a producir menos en general. Así que tenemos que compartir más y decidir juntos, democráticamente, cuidar el planeta. Cuidar el planeta, porque no hay otro planeta en el sistema solar que pueda albergarnos. Y cuidar de los hombres y mujeres que viven en este planeta.
Es en este contexto, en mi opinión, donde el sector de los cuidados ocupa una posición estratégica. No en términos de prioridad para la acción sindical cotidiana en el sector productivo, pero sí en términos de palanca de sensibilización del movimiento sindical interprofesional y de alternativa para la sociedad. En este sentido, estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho Sophie sobre la importancia del hecho de que se trata de sectores muy feminizados. Además, hay muchas mujeres de origen extranjero en estos sectores. Hay toda una serie de factores de sensibilización interseccional que también son importantes en la lucha contra la extrema derecha.
Sophie tiene toda la razón al advertir contra la forma en que la extrema derecha explota la cuestión ecológica. Trump reunió a una veintena de jefes de las industrias del petróleo y del carbón en su feudo de Mar-a-Lago, en Florida. Les dijo en esencia: si soy reelegido, anularé todas las medidas de Biden en favor de una transición de tipo capitalismo verde; ya que os interesa, donad mil millones a mi campaña electoral. Según Politico, los consejeros delegados de las empresas de combustibles fósiles están redactando los decretos presidenciales que Trump sólo tendrá que firmar si vuelve a la Casa Blanca. Estos capitalistas saben desde hace más de 40 años que la quema de combustibles fósiles provocará un cambio climático catastrófico. Simplemente no les importa.
Los jefes de la gran industria alemana optaron por Hitler en la década de 1930, para que Hitler pudiera deshacerse de los sindicatos. Del mismo modo, hoy en Estados Unidos, los jefes de las grandes industrias de combustibles fósiles y afines están dispuestos a poner a un neofascista en el poder para que les libere de cualquier restricción a sus beneficios. En Europa se observan tendencias similares. Existe, pues, un peligro muy grande que requiere una respuesta global, es decir, un plan ecosocialista. En este plan, las garantías de empleo verde, el mantenimiento de los ingresos y la preservación de los colectivos de trabajo desempeñan un papel central, junto a otras reivindicaciones.
S.B.: No podría estar más de acuerdo. La extrema derecha está ahora a las puertas del poder o en el poder en cada vez más países de todo el mundo. No se puede entender su auge sin vincularlo a la situación medioambiental. De hecho, es un factor determinante, por varias razones.
-En primer lugar, porque este ascenso de la extrema derecha no es espontáneo: está organizado y apoyado por el capital, que invierte mucho dinero en él. En cualquier periodo en que el capital esté en crisis, necesita a la extrema derecha para aplicar soluciones autoritarias. Tras la crisis de 1929, para evitar revoluciones sociales, el eslogan de algunos empresarios era Antes Hitler que el Frente Popular. Hoy ocurre lo mismo. Los capitalistas son muy conscientes de que la crisis medioambiental obliga a cambiar radicalmente de software y, en particular, a invertir la escandalosa desigualdad en la distribución de la riqueza. Como son profundamente codiciosos por naturaleza, apoyan y organizan a una extrema derecha escéptica con respecto al clima para impedir estos cambios.
-En segundo lugar, la crisis medioambiental es un trampolín para la extrema derecha porque fomenta la guerra y la migración. Por consiguiente, se nutre de suscitar temores, diciendo que los países del norte están siendo inundados por una ola migratoria. Es un mecanismo terrible. En tercer lugar, la extrema derecha explota las contradicciones entre lo social y lo medioambiental cuando no somos capaces de superarlas. Por ejemplo, en la industria automovilística francesa se han perdido 50.000 empleos en los últimos tres años y se perderán otros 50.000 en los próximos tres, utilizando el medio ambiente como pretexto. Nos dicen que esos dos años son necesarios para organizar el paso de los vehículos de combustión interna a los eléctricos, que pronto será obligatorio. Pero sabemos contar. Está claro que al final se fabricarán aún menos vehículos en Francia. Con el pretexto de pasar de los vehículos de combustión fósil a los eléctricos, estamos asistiendo a un aumento de las deslocalizaciones, con una gran pérdida de puestos de trabajo.
Al final, salimos perdiendo en dos frentes: como dejamos que los fabricantes decidan lo que más les interesa en términos de valor añadido, prefieren producir vehículos de muy alta gama. Estos vehículos son muy contaminantes porque requieren muchas baterías pesadas, que están fuera del alcance del francés medio. Por consiguiente, la descarbonización del vehículo penaliza doblemente al mundo laboral: pierdes tu empleo y ya no puedes desplazarte porque no puedes permitirte comprar un vehículo supuestamente no contaminante (pero que contamina). Es más, nos vamos a quedar con las zonas de bajas emisiones. Es una bomba social. Ya sé cuál será el resultado: desgraciadamente, la bomba social se utilizará como pretexto para dar marcha atrás a campo abierto, por ejemplo, no introduciendo zonas de bajas emisiones. Todo por no haber torcido el brazo a los fabricantes de automóviles.
El sindicato metalúrgico CGT ha elaborado un proyecto para demostrar que se puede fabricar un vehículo eléctrico en Francia a bajo coste: unos 15.000 euros, es decir, aproximadamente la mitad del precio de los vehículos eléctricos que se ofrecen hoy en día. Evidentemente, no es el mismo vehículo: es el 4L de los coches eléctricos. Pero también es una forma de sobriedad decirnos que quizá no necesitamos tener un coche enorme. Si necesitas recorrer 1.000 km, puedes alquilar un coche distinto del que utilizas a diario. Se trata de un cambio de uso que respondería tanto a la necesidad de las y los asalariados de conservar su empleo en Francia como a la de la ciudadanía de conservar su derecho a la movilidad. Evidentemente, el objetivo no es aumentar el transporte individual, sino disponer de un transporte público con bajas emisiones de carbono. Así que necesitamos un gran plan de infraestructuras de transporte público.
D.T.: Es lo que iba a decir: ¡la prioridad es desarrollar un transporte público gratuito y de calidad! Volviendo a la extrema derecha y la ecología, tengo una fórmula concisa: en mi opinión, en este ámbito, la extrema derecha se aprovecha del fracaso inevitable del llamado capitalismo verde, que es a la vez ecológicamente ineficaz (no detiene la catástrofe) y neoliberal, y por tanto profundamente injusto socialmente. Este doble fracaso abre el camino a la extrema derecha.
La idea de que hay que transformar el sistema de producción en función de las necesidades, elegir colectivamente la producción en función de los sectores, parece positiva. Parece una utopía realizable. Algunos detractores del sistema actual también proponen la idea del decrecimiento. No todo el mundo está de acuerdo. Quizá porque, en nuestra mente, el crecimiento es la clave del empleo y de la felicidad. Pero también porque necesitamos crecimiento, incluso a nivel nacional, dada la falta de hospitales, escuelas, etc. ¿Qué piensa la CGT? ¿Es decrecentista?
S. B.: No, en este momento la CGT no es decrecentista. Creo que hay que evitar los debates estériles y mirar más allá de los eslóganes. La verdadera cuestión es el sentido y el contenido del crecimiento. Estamos a favor del crecimiento selectivo y del decrecimiento. Tenemos que aumentar drásticamente la respuesta a ciertas necesidades, por ejemplo en el sector de la asistencia y la ayuda. No hay suficiente espacio en los hospitales, no hay suficientes servicios públicos. Tenemos que invertir considerablemente en la atención a las personas mayores, etc. Por otra parte, hay que organizar la reducción selectiva de toda producción especulativa que no responda a las necesidades de las personas. Todo ello requiere un enfoque preciso y selectivo. Además, no podemos realizar este debate sin hablar de las desigualdades. Al fin y al cabo, no todas estamos en el mismo barco. Quienmás contamina es la gente más rica, empezando por el 1% más rico. A esta gente hay que aplicarle el decrecimiento, ¡sin ningun miramiento! Lo que quiero decir es que tenemos que cuestionar estas desigualdades de riqueza de manera importante. El capital de Bernard Arnault asciende a 170.000 millones de euros, y no podemos ni imaginar lo que eso significa. Incluso se le podría decir: quédate con mil millones, devuelve 169.000 a la comunidad. Estamos hablando de cantidades disparatadas, que evidentemente hay que cuestionar.
En cuanto a la mayoría de la población, tiene que enfocar su consumo y sus necesidades de otra manera. Por ejemplo, teniendo un hijo de cinco años, me sorprende cuando comparo los juguetes de su generación con los de la mía. No es en absoluto lo mismo. Nosotros teníamos muchos menos juguetes. Ellos tienen toda una gama de aparatos, obviamente made in China y de plástico, y no son más felices que nosotros. Por no hablar del problema de las pantallas. Este es un ejemplo que podría multiplicarse. Pero este trabajo requiere planificación y regulación medioambiental. Hay cosas que se pueden prohibir, pero hay que convenir que los medios individuales no lo deciden todo. ¿Cuál es el objetivo? ¿Que todo el mundo tenga su propia piscina en su jardín? No, hay que prohibir las piscinas individuales y crear más piscinas municipales. Entonces tenemos que darnos los medios, porque es importante que todo el mundo pueda hacer deporte y beneficiarse del enorme placer de nadar. Ese es el tipo de decisión que debemos tomar colectivamente.
Daniel, ¿qué opinas?
D. T.: Empezamos nuestra conversación hablando del hecho de que se han superado seis o siete de los nueve parámetros de la sostenibilidad humana en la Tierra. En términos generales, esto significa que el productivismo capitalista ha llevado a la humanidad demasiado lejos. Como resultado, inevitablemente debemos dar marcha atrás para recuperar cierto equilibrio. Evidentemente, no es necesario dar marcha atrás en términos sociales, pero el hecho de que se hayan superado esos umbrales significa que no podemos contentarnos con el decrecimiento selectivo y el crecimiento selectivo de los que habla Sophie.
Por supuesto que hay que crecer. Por supuesto, necesitamos más escuelas, más hospitales de calidad, más transporte público -gratuito, por cierto-, etcétera. Por supuesto, también necesitamos golpear al 1% más rico. Emite más CO2 que el 50% más pobre, y es responsable del 50% de los viajes en avión. Ahí es donde se necesita una reducción radical. Así que sí, la lucha contra la desigualdad está en el centro de la disyuntiva entre el crecimiento selectivo y el decrecimiento selectivo. Pero la compensación debe hacerse en el marco de una envoltura global cada vez más pequeña. No hablo de contracción en términos de PIB, sino en términos físicos: consumir menos energía en general y, por tanto, transformar y transportar menos materiales en general. La gran dificultad estriba en que esta limitación ya no puede cumplirse centrándose únicamente en el 1% más rico. También hay que reducir la huella del 10% más rico de la población mundial.
EL DECRECIMIENTO NO ES UN ESLOGAN, NI UNA CONSIGNA, NI UN PROYECTO SOCIAL, CONTRARIAMENTE A LO QUE DECÍAN IDEÓLOGOS COMO SERGE LATOUCHE EN EL SIGLO PASADO. ES UN IMPERATIVO OBJETIVO E INELUDIBLE. ES ESTA REALIDAD LA QUE DEBE GUIAR Y ARTICULAR EL DESARROLLO ESTRATÉGICO DE LA EMANCIPACIÓN SOCIAL.
En lo que coincido plenamente con Sophie es en que esta articulación requiere una planificación ecosocial democrática. Sin planificación es imposible resolver la ecuación. El problema se complica aún más por el hecho de que esta planificación puede comenzar a nivel nacional, pero debe llegar hasta el nivel mundial, sin dejar de ser democrática, es decir, bajo el control de grupos de trabajo comunitarios. El reto es enorme. Sin duda será inalcanzable si no reducimos también radicalmente la jornada laboral. Esta vieja reivindicación decrecentista del movimiento obrero es esencial, no sólo para vivir mejor y disfrutar de la vida, sino también para abrir la posibilidad de tomar decisiones colectivas sobre la actividad necesaria para satisfacer las necesidades.
S. B.: La dificultad de lo que dice Daniel es que, si bien tenemos que reducir el consumo mundial de energía, no podemos decir a los países africanos, por ejemplo, que tienen que consumir menos energía. También es esta desigualdad entre Norte y Sur la que está creando grandes tensiones a nivel mundial. Estos pueblos necesitan un enorme aumento de su producción, y por tanto de su consumo de energía, para tener derecho al desarrollo, modernizar sus infraestructuras, disponer de hospitales, etc. Por eso es tan importante la cuestión del consumo de energía. Por eso la cuestión de la desigualdad es central en el planteamiento, pero complica considerablemente las cosas para los países desarrollados como el nuestro. Tenemos que descarbonizar la energía en la medida de lo posible. Pero la hipótesis de reducir el consumo mundial de energía al tiempo que se permite a los países en desarrollo aumentar su propio consumo de energía porque tienen derecho a hacerlo implicaría una enorme reducción del consumo de energía para los países del Norte, y aquí es donde resulta difícil y problemático. No estamos hablando sólo de prohibir los vuelos en jets privados.
D. T.: Sí, el problema es extremadamente complicado porque tenemos que satisfacer necesidades sociales fundamentales -lo que implica un aumento de la producción y los servicios- y al mismo tiempo reducir el presupuesto global. La ecuación sólo puede equilibrarse mediante una justicia y una igualdad sociales radicales, sin precedentes en la historia de la humanidad desde hace muchísimo tiempo, por un lado, y mediante una planificación democrática, por otro. Éstas son las dos patas sobre las que debemos avanzar.
Una nueva generación de investigadores con un enfoque social igualitario y democrático puede ayudarnos en este proceso. Están dando indicios de cómo podemos afrontar el reto de reducir el consumo final de energía a escala mundial, satisfaciendo al mismo tiempo las necesidades básicas de las clases trabajadora en todas partes. No sólo en el Sur, sino también en el Norte, porque también en el Norte hay muchas personas que no pueden llegar a fin de mes y tienen necesidades legítimas. Por eso me complace especialmente que mi último libro, Écologie, luttes sociales et révolution, esté prologado por Timothée Parrique. Timothée es miembro de la red de investigadores que yo llamo decrecentistas sociales, defensores de la justicia social y la igualdad de derechos para todos y todas. Es autor de Ralentir ou périr, un libro excelente y científicamente sólido cuya lectura recomiendo.
Dada la envergadura y la importancia de lo que está en juego, está claro que necesitamos debatir e intercambiar ideas más allá de nuestras respectivas organizaciones. Es lo que en la CGT llamamos la cultura del debate necesaria para lograr la convergencia. ¿Cómo podemos construir la convergencia entre las luchas ecológicas y sociales? Daniel, ¿puedes responder a esta última pregunta?
D. T.: En efecto, la convergencia de las luchas es esencial. Por un lado, quienes en el movimiento ecologista piensan que pueden ganar pasando por alto a las clases trabajadoras y sus organizaciones se engañan a sí mismos. Detener la catástrofe exige un cambio en la forma en que producimos y consumimos. Esta revolución es imposible sin la participación activa de la mayoría de las y los productores.
Por otra parte, quienes en el campo de la lucha social piensan que la crisis ecológica es una cuestión secundaria están metiendo la cabeza bajo la arena.
Estábamos de acuerdo en esto al principio de la entrevista, y creo que es importante reiterarlo para concluir: la alternativa a la creciente catástrofe ecológica es ahora la clave de bóveda de la situación social. Así que tenemos que construir un consenso.
Tenemos que hacerlo comprendiendo que el trabajo es la cuestión central. El homo sapiens produce su propia existencia y lo hace socialmente a través del trabajo. El trabajo media entre nosotros y el resto de la naturaleza. Por consiguiente, si hay una crisis en las relaciones entre la sociedad y su entorno natural, es porque hay una crisis en el trabajo. Transformar el trabajo es, pues, decisivo, a todos los niveles. Concretamente, creo que la convergencia debe construirse prioritariamente a nivel de base, a nivel local, a través de las luchas. Ahí es donde se pueden captar los problemas con la participación del mayor número posible de actores.
No debemos adoptar un punto de vista ilusorio: inevitablemente, la convergencia implicará fricciones, y a veces enfrentamientos. El ejemplo de Tefal, citado por Sophie, es revelador. La CGT adoptó una postura ejemplar, pero otros sindicatos adoptaron la postura contraria. Esto demuestra los obstáculos que hay que superar. En cualquier caso, creo que es vital mantener foros de contacto y debate entre sindicalistas y activistas, incluso cuando no estemos de acuerdo sobre una acción concreta del movimiento ecologista o del movimiento sindical. Esto es necesario si queremos volver a centrarnos siempre en las cuestiones estratégicas de la transformación de la sociedad y la abolición del sistema capitalista, causa principal de todas nuestras desgracias.
S. B.: Creo que es muy importante no construir convergencias de arriba abajo, sobre la base de grandes reivindicaciones de principio construidas sin contar con las personas que son las primeras afectadas. Eso no funciona, e incluso puede ser contraproducente. Así que, sí, tenemos que participar en el debate y la confrontación, abordando las cuestiones en las que hay un punto de fricción, donde hay fricción. En cualquier caso, eso es lo que estamos haciendo en la CGT al lanzar nuestro plan de acción sindical para el medio ambiente. La S de sindical está ahí para decir que el plan ha sido elaborado por y con los trabajadores y trabajadoras. Por consiguiente, entre las prioridades de acción figura, evidentemente, la seguridad social en el trabajo en materia de medio ambiente.
Pero también hay que conseguir derechos para que las y los trabajadores puedan disponer de toda la información sobre el impacto medioambiental de la empresa y de la cadena de valor. También hay que poder emprender acciones estratégicas para imponer proyectos alternativos o suspender proyectos estratégicos que sean peligrosos. Pienso, por ejemplo, en un proyecto en el que nuestros compañeros de Thales llevan trabajando casi diez años. Se trata de utilizar todas las tecnologías de sistemas de radar desarrolladas por la industria armamentística para desarrollar un proyecto de imágenes médicas. Es brillante: una reconversión de la industria bélica hacia la asistencia y la satisfacción de las necesidades de la población. Estamos empezando a conseguir financiación, pero es muy difícil, lleva mucho tiempo y es muy largo. Hay que poner en marcha muchas cosas para que podamos presentar proyectos alternativos concretos.
Además, aunque evidentemente no podemos negar que existen contradicciones entre lo social y lo medioambiental, tengo un mensaje de confianza porque creo que estamos al final del ciclo neoliberal puesto en marcha por Thatcher y Reagan con la financiarización de la economía. Las relaciones de clase se exacerban. Se pueden crear convergencias entre lo social y lo medioambiental mucho más fácilmente que antes porque el compromiso fordista -entre comillas para la CGT, que nunca lo vio como un compromiso- está estallando. Como resultado, la plantilla de Total puede ser crítica tanto tanto con el impacto medioambiental de su empresa como con su estrategia social, porque los miles de millones de riqueza generados por la industria petrolera no los ven la y los empleados, sino los accionistas y el director general.
¿Cómo conseguimos que la CGT de Vinci se posicionara en contra del aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes en los 44? A través del debate, por supuesto, pero también sencillamente porque la construcción del aeropuerto no creaba puestos de trabajo fijos, sino subcontratación y precariedad laboral. El ir tan lejos en la financiarización del trabajo facilita la convergencia, porque en el mismo movimiento pisotean tanto los derechos sociales como los medioambientales.
Hay otro punto que quería plantear, que es una fuente de esperanza: una de las palancas muy importantes que tenemos hoy para hacer frente a este gran desafío es el hecho de que el nivel de cualificación de la población nunca ha sido tan alto. Tenemos un gran número de investigadores e investigadoras, y un nivel muy alto de investigación, enseñanza y cualificación. El problema es que, hoy en día, la investigación y sobre todo la innovación están dirigidas por el capital. Las innovaciones que se desarrollan son las que interesan al capital. Pensemos, por ejemplo, en la 5G, cuyos objetivos sociales y societales no se han comprendido del todo.
Así que tenemos que volver a encarrilar la investigación y la innovación. Puede que tenga un punto de debate con Daniel a este respecto. Es cierto que debemos desconfiar del tecnosolucionismo, pero también hay cuestiones tecnológicas muy importantes en juego. La tecnología puede y debe aportar una valiosa contribución para afrontar el reto medioambiental. El problema es recuperar el control para poder desarrollar tecnologías que no aporten ganancias a muy corto plazo para el capital, sino a medio plazo para la humanidad.
Un último punto sobre la cuestión del crecimiento/decrecimiento: creo que también tenemos que reelaborar una serie de indicadores. El problema es que el PIB es el único indicador que se utiliza hoy en día. Mide el crecimiento. Sabemos que es artificial. Por ejemplo, gracias a la batalla librada por los economistas de la CGT en el INSEE, la prostitución no está incluida en el PIB. De lo contrario, ¡el crecimiento de la prostitución sería una buena noticia! En cambio, el PIB francés sigue incluyendo el tráfico de drogas. Esto demuestra hasta qué punto el PIB es un indicador cuestionable. Hoy en día necesitamos otros indicadores, como el Índice de Desarrollo Humano, creado en 1990 por la ONU. Me sorprende mucho que no lo utilicemos más. Estados Unidos puede ser el país más rico del mundo en términos de PIB, pero su situación es catastrófica en términos de IDH: la esperanza de vida es muy inferior a la de Cuba, por ejemplo. El IDH pone las cosas en su sitio y antepone el bienestar de las personas a la producción material. Es un indicador que puede mejorarse. Por eso necesitamos que investigadores y sindicalistas trabajen juntos.
Dejaré que respondas brevemente, Daniel, y luego pasaré a tu conclusión. Sophie tendrá entonces la última palabra.
D. T.: Sólo para aclarar lo que Sophie acaba de decir: me opongo a la idea de que surjan tecnologías que lo solucionen todo con un movimiento de varita mágica. Pero apoyo plenamente la idea de que necesitamos la ciencia y la tecnología, y que el reto es utilizarlas al servicio de las necesidades humanas y no del beneficio capitalista. Dicho esto, para concluir, me gustaría simplemente subrayar que hay esperanza en esta situación. La esperanza no está muerta. Debido a las tensiones entre lo social y lo medioambiental, el desafío ecológico se considera quizá con demasiada frecuencia un obstáculo para el desarrollo de las luchas de clases por una sociedad alternativa. Personalmente, creo que este obstáculo podría transformarse en una baza formidable más rápidamente de lo que pensamos. En efecto, la crisis es tan profunda que puede reforzar muy rápidamente la conciencia de la necesidad de poner fin al sistema capitalista que «destruye las dos únicas fuentes de toda riqueza, la tierra y los trabajadores», como decía Karl Marx.
Bastaría una chispa para que esta toma de conciencia se extendiera con bastante rapidez. El movimiento de los Chalecos amarillos en Francia refuerza esta idea. Mucha gente de izquierdas pensó al principio que este movimiento sólo podía ser capitalizado por la extrema derecha, porque defendía el derecho a un coche a cambio de un impuesto. Pero no fue exactamente así. Hubo convergencia, al menos en parte, con la juventud que que luchaba por el clima, e incluso con las manifestaciones feministas contra la violencia sexista y sexual. Hubo un eslogan maravilloso: «Fin de mundo, fin de mes, misma lucha». El hecho de que este eslogan naciera de un movimiento tan arraigado, tan popular, tan basist» como el movimiento de los Chalecos amarillos muestra esta posibilidad de giro en la coyuntura ideológica. Ese giro sólo puede venir de las luchas, pero precisamente: depende de nosotros. Coordinemos nuestros esfuerzos.
Gracias Daniel. A ti Sophie…
S. B.: Es curioso, quería decir más o menos lo mismo. Es bueno que terminemos en una convergencia. También creo que tenemos que dejar de repetir que la cuestión medioambiental es un problema para la lucha de clases. De hecho, es un punto de apoyo para demostrar los callejones sin salida del sistema capitalista y la necesidad urgente de cambiarlo, porque podemos ver que nada funciona: no podemos responder a los desafíos medioambientales con el laissez-faire, no podemos responder a los desafíos medioambientales con políticas de austeridad; necesitamos una inversión pública masiva; no podemos responder a los desafíos medioambientales dejando que las desigualdades exploten, porque las desigualdades están en el corazón del problema medioambiental. Así que, en términos de nuestro software sindical, necesitamos decirnos que esta cuestión medioambiental necesita ser tomada como un punto de apoyo en nuestras luchas. Después, como sindicalistas, sabemos que las ilusiones del Grand Soir son más bien inútiles porque el sistema no estallará por sí solo. Su fuerza reside en que ha sabido adaptarse, transformarse y sobrevivir a muchas crisis. En lugar de esperar a que el sistema estalle, la CGT tiene una serie de derechos concretos que queremos conquistar para organizar esta batalla: seguridad social laboral y medioambiental, nuevos derechos democráticos para las y los asalariados en las empresas, una batalla por la relocalización industrial y contra el libre comercio, unida a un aumento de la ayuda a los países en desarrollo. También luchamos por la justicia global, por una verdadera planificación y regulación medioambiental y por la reducción de la jornada laboral. Estos son los ámbitos concretos que hay que abrir de inmediato. La CGT lleva mucho tiempo trabajando en ellos y seguirá luchando para hacer frente al doble reto medioambiental y social.
Muchas gracias, camaradas, por esta conversación, que nos pone cara a cara con lo que está en juego, al tiempo que nos da esperanza y esboza perspectivas. Estoy seguro de que los camaradas se interesarán por estas cuestiones y de que su intercambio ayudará a los trabajadores y trabajadoras a ocupar el lugar que les corresponde en esta lucha fundamental.
16 de mayo de 2024. Publicado en Inprecor 727 (Dic. 2024)
Traducción: viento sur
https://vientosur.info/sindicalismo-y-ecologia
Fuente: https://rebelion.org/sindicalismo-y-ecologia/
Alternativas emancipatorias
Situémonos real y efectivamente en la vigente inflexión histórica del país y mundo, comencemos por valorar las actuales defensas y recuperaciones de territorios tanto en Argentina como en el Abya Yala. Nos interpelan, abajo y a la izquierda coherente con su esencia común-ista, a politizarlas o sea a articularlas en concretar la «reforma agraria integral» (RAI) como único camino de la construcción de poder territorial de los pueblos y comunidades contra el acaparamiento gran capitalista local e imperialista de bienes comunes cuyo resultado es la implantación de la contrarreforma agraria integral. Esta confrontación es esencial a la RAI emancipatoria. En contraste, examinemos la siguiente concepción que parte de la Colombia bajo gestión de Petro afirmándose capitalista:
Algo más que una reforma agraria para
la transformación del sector agropecuario
24 de noviembre de 2022
Por Edgar Fernández | Rebelión
El problema agropecuario ha vuelto a cobrar relevancia en nuestro país, problema que va más allá de la iniciativa de reforma agraria e implica una discusión sobre las políticas mediante las cuales se puede enfrentar la situación de hambre que padecen las mayorías proletarias y populares
El alargamiento y profundización de la crisis del capitalismo colombiano fue puesto en evidencia por las masas populares mediante las inusitadas y disruptivas protestas de 2019 y 2021i. Estos hechos son comprensibles cuando se toma en cuenta que la crisis ha castigado hasta el hartazgo a los sectores populares y que estos fueron reencontrándose con su tradición histórica de exigir y gestionar políticas y recursos a su favor por medio de las protestas, de allí que las movilizaciones de 2008, el paro de corteros de caña de 2013, y los paros agrarios nacionales de 2013, 2014 y 2016 se tradujeran en verdaderos hitos. Es en este marco que la demanda por una reforma agraria se retomó, conteniendo y sobrepasando las exigencias referidas al campesinado como sujeto de derecho y a las zonas o territorios campesinos agroalimentarios.
Como se sabe, la fuerza de las protestas permitió la victoria del gobierno de Gustavo Petro, en la medida que también quebraron el modelo de gestión política de la ultraderecha. En consecuencia, el programa del actual gobierno se comprometió con el desarrollo de la reforma agraria integral y el cumplimiento del punto uno de los acuerdos de la Habana, pero como se argumentará se necesitan programas más abarcantes frente a la situación. A estos hechos se sumó un sostenido proceso inflacionario, que cae con especial fuerza sobre la producción de alimentos, producto de las políticas de gasto público para sostener al capitalismo durante la pandemia del Covid y la guerra entre Rusia y la OTAN en Ucrania.
Son éstas las circunstancias bajo las cuales el problema agropecuario ha vuelto a cobrar relevancia en nuestro país, problema que va más allá de la iniciativa de reforma agraria e implica una discusión sobre las políticas mediante las cuales se puede enfrentar la situación de hambre que padecen las mayorías proletarias y populares, y que exige revisar las condiciones estructurales bajo las cuales se sucede el proceso de producción del sector agropecuario. Esta discusión se ha acelerado en la medida en que el actual gobierno firmó un acuerdo de compra de tierras con el gremio de los ganaderos, y a la vez ha realizado el llamado para que la clase campesina celebre una Convección Nacional, en la que se espera que el tema decisivo sea el qué hacer frente a la situación del campo colombiano.
Por tanto, es importante un ejercicio de síntesis sobre cómo comprendemos el problema agropecuario del país y qué tipo de políticas alternativas promover. Esto, partiendo de considerar las necesidades de la clase proletaria rural, la clase campesina y los demás sectores populares como el indígena, el afrodescendiente y las mujeres rurales, pero también teniendo en cuenta una perspectiva que ayude a posibilitar una salida popular a la crisis estructural de toda la sociedad. Por tanto, esta mirada significa que el llamado problema agropecuario es uno de los varios que enfrentamos, y que su resolución compete a todas las clases y sectores populares, en la medida que está totalmente interrelacionado con el conjunto de la estructura socio-productiva del país, ello a pesar que las poblaciones rurales sean algunas de las más directamente afectadas e interesadas.
En este caso, la síntesis se inicia con una somera enunciación y resumen de las principales condiciones que caracterizan la estructura de producción agropecuaria, señalando en especial el severo retraso en que permanecen las fuerzas productivas. En seguida se explicitan los perfiles generales de una política alternativa conformada por tres líneas programáticas que están interrelacionadas y mediante las cuales se puede enfrentar el problema agropecuario del país: i) reforma agraria integral y popular, ii) economía de fondos públicos para la transformación del campo y, iii) reordenamiento y democratización del territorio. Se finaliza con un breve resumen de ideas, que recoge en forma puntual, a manera de listado, lo que esta propuesta significa. (…)
Comprobamos que Edgar Fernández considera a la RAI mirando hacia solucionar el problema agropecuario del país aun cuando lo enmarca dentro de una salida popular a la crisis estructural de toda la sociedad y por tanto, reconoce el imperativo del involucramiento de “todas las clases y sectores populares, en la medida que está totalmente interrelacionado con el conjunto de la estructura socio-productiva del país, ello a pesar que las poblaciones rurales sean algunas de las más directamente afectadas e interesadas”.
Destaquemos que Edgar Fernández en ningún momento habla de la crisis estructural del sistema capitalista al extremo de ser crisis civilizatoria. Aprecia al Estado nacional como actor principal e imprescindible en la RAI y a las diversidades de abajo con la única posibilidad de presionar sobre los poderes constituidos. Veamos qué entiende por democratización.
(…) 2.3. Democratización de los espacios de vida social: reordenamiento del territorio nacional
En la sección uno se señaló la existencia de un proceso anárquico y violento en la apertura de la frontera agrícola. En él ha primado la usurpación de las tierras productivas y su apropiación en calidad de propiedad privada, dando lugar a una estructura altamente polarizada que reproduce los patrones de exigua cooperación y baja productividad. Si bien tal proceso inicio con la conquista y la colonia, realmente fue profundizado con la instauración del régimen republicano en el siglo XIX del que se valieron los sectores con poder para apropiar ilegalmente la mayoría de tierras productivas y someter a los trabajadores (Tovar 2015, LeGrand 2016). Sobre esa condición de poder lograron imponer una política de avance capitalista sobre la gran extensión, logrando no sólo sostener tan ilegitima condición, sino siendo capaces de ampliarla mediante el reciente robo de 6,8 millones de hectáreasxxii.
También se planteó que las posibilidades de un cambio en el papel del sector agropecuario, en particular de una reforma agraria, depende de las alianzas con que cuentan las clases y sectores sociales del país, condición necesaria para establecer fuerzas que posibiliten los cambios socio-jurídicos. Por eso es necesario considerar que los paros y movilizaciones populares de la última década lograron quebrar el régimen político de ultraderecha de modo que, por ahora, han derivado hacia un gobierno que se define progresista y que plantea una transición a partir de ciertas reformas. Así las cosas, el balance es que las fuerzas populares han logrado abrir una brecha política que es necesario profundizar en dirección a lograr una salida popular a la crisis que vive el país, perspectiva que entre otras cosas tiene como reto que el carácter social de la cooperación prime sobre la búsqueda del beneficio privado y sus disgregadoras fuerzas.
La consolidación de la brecha para lograr una salida popular a la crisis requiere de identificar y establecer propósitos en torno a los cuales converjan las opiniones políticas hasta tornarse fuerza material transformadora. En el caso específico del sector agropecuario ese propósito se localiza en el objetivo de garantizar el alimento a toda la población del país, criterio que debe ser entendido como sinónimo de democratización del espacio social. Así, la formulación de una política transformadora para el sector agropecuario debe considerar las oportunidades y limitaciones de la consigna tierra para el que la trabaja y a la vez apropiar otra de mayor talante social, como es el de acabar con la situación de hambre en el país.
Al respecto es importante asimilar que “una de las limitaciones de los constantes intentos de reforma agraria es que han colocado énfasis en las necesidades de los campesinos y en la pequeña burguesía de campo”, perspectiva que reproduce la división de la tierra e impide avanzar hacia formas de cooperación que generan mayores rendimientos productivos y que se acoplan mejor con las necesidades del país. Se trata por ello de una “política –que- se reduce a las necesidades de una particularidad de sectores, que con el paso del tiempo tienen menor peso en la estructura social y en la orientación de la vida política del país, con lo cual se les ha facilitado a los capitalistas y grandes propietarios de la tierra la imposición de sus intereses rentistas. Es así, que una política transformadora del campo debe convocar y comprometer a las mayoría del país, y esto sólo se logra si su objetivo estratégico es el de garantizar el acceso a la comida a todos los colombianos, condición esencial a la vida que por demás no está realmente garantizada por la misma Constitución”xxiii.
Hacer de la satisfacción alimentaria un objetivo estratégico para el país, permite que la política agropecuaria alternativa gane preeminencia y esto la dota de fuerzas y perspectivas para superar las barreras existentes. Es necesario, entonces, ir más allá de la absurda economía que impone la lógica de trabajadores sin tierra y tierra sin trabajadores, en la que impera la cooperación simple, los bajos rendimientos, y en consecuencia el hambre, el desempleo y la violencia, para saltar a otra situación en que el territorio nacional sea considerado como un bien público de carácter social, permitiendo que en su uso y propiedad prime el alcance de los objetivos estratégicos que se establezcan para el beneficio de la nación y todos los habitantes en el país.
Una condición que hace posible tal objetivo es el mismo grado de concentración vigente sobre la propiedad de la tierra. De acuerdo con el Censo 2014 el 0,48% de Unidades de Producción concentran el 28% del territorio censado, y descontando los derechos de las comunidades indígenas, se puede inferir que sólo 11.595 propietarios acaparan cerca de cincuenta millones de hectáreas, esto es el 45% del territorioxxiv.
El objetivo principal debe ser que ese pequeñísimo número de propietarios deje de imponerse mediante la fuerza por sobre las necesidades de la mayoría del país y se posibilite un cambio en el que la concentración de la tierra se convierta en una potencia que puede facilitar la mecanización e industrialización de la producción en el sector, reapropiación social que es una condición necesaria para que los productores directos y consumidores finales puedan decidir qué, cómo y para qué producir en el sector agropecuario, decisiones en las que cobra lugar importante el tipo de matriz tecnológica y la forma organizacional de la fuerza de trabajo mediante las cuales se avanza en la transformación.
Lo anterior permitiría acceder a grandes extensiones de tierras en su mayoría planas, bien localizadas, fáciles de mecanizar y por lo general de buena calidad. Este conjunto de condiciones favorece la producción especializada, industrial y a gran escala que permite multiplicar los rendimientos productivos en algunos productos que el país importa. De igual forma facilitan la selección de productos de acuerdo al tipo de terreno, su vocación y la escogencia de tecnologías disponibles para su aprovechamiento. Tal cambio además permitiría desplegar a plenitud la Economía de Fondos Públicos mediante empresas públicas en el área agropecuaria, las que entrarían a complementar las formas básicas antes señaladas.
A partir de esta realidad, las políticas de reforma agraria y Economía de Fondos Públicos para la transformación del campo requieren complementarse con un reordenamiento del territorio mediante el cual se definan los usos de las tierras y se fijen las diferentes participaciones alternativas, condición sobre la cual se puede entrar a superar los conflictos de concentración de la propiedad, uso y ambientales. En particular, esta política debe entender al territorio nacional como una unidad y a partir de las proyecciones de necesidades reales fijar las metas y límites en usos para: alimentos, materias primas para la agroindustria, materias para la industria y la generación de energía, las áreas de bosques y protección, conservación y uso de las fuentes hídricas y la interacción con los ecosistemas, lo que en particular exige reducir el área que actualmente se destina a pastos y ganadería.
En tal sentido, el reordenamiento del territorio demanda la especificación de potencialidades de las tierras cultivables y su distribución por zonas de acuerdo al tipo de producción dominante y a la orientación de sus productos. De aquí que sea necesario diferenciar y crear:
i) Territorios Campesinos Agroalimentarios en que primen las producciones individualizadas de campesinos –finqueros- pero ya encaminados a la mejora de sus formas de cooperación social, como se señaló en el numeral anterior.
ii) Territorios Industriales Alimentarios donde las tierras pertenezcan al Fondo Público de Tierras y en ellas se desenvuelvan las unidades de propiedad social de los trabajadores proletarios, como las empresas públicas de producción, orientándose a la producción mecanizada, tecnificada y extensiva de alimentos de consumo humano.
iii) Territorios de Materias Primas Agroindustriales destinados a satisfacer las necesidades de industrias con producción diferente al consumo humano inmediato como pueden ser insumos para concentrados de animales o fibras textiles, áreas en las que pueden participar tanto las empresas de propiedad social y públicas, como el capital privado.
iv) Áreas para ganadería, destinada a la producción de leche y carne en pie.
Es así que las medidas de reforma agraria y las diferentes destinaciones de tierra deberán erigirse en consonancia con las necesidades estratégicas del país, función que recae en el organismo orientador de la política del sector, como de los planes indicativos de la Empresa Pública de Plataforma-EPP, ello con el fin de que las normatividades minimicen los conflictos de uso y propiedad generados por las actuales normas referidas a la delimitación de zonas específicas y de frontera agropecuaria.
El propósito de alcanzar un reordenamiento del territorio nacional es el de armonizar las disposiciones de recursos con las necesidades del país y la nación. Más aún, tal reordenamiento es necesario para democratizar las condiciones de acceso a los diferentes espacios sociales evitando que la apropiación privada de la tierra y los recursos naturales se conviertan en un medio eficaz para negar las posibilidades de interacción social a las mayorías populares, en particular las del campo, como hasta ahora ha sucedido. La democratización del territorio es sinónimo de democratización de espacio social por cuanto favorece el acceso al trabajo, a los ingresos, al agua y a los alimentos. Así, reordenamiento del territorio y democratización del espacio social exigen ajustar, en cuanto sea necesario, los tipos de propiedad a la necesidad estratégica de satisfacer la alimentación, condición apenas básica de la existencia social de cada persona en el país.
3. Consideraciones finales
Vivimos en un país que se ha puesto en marcha a raíz de que los sectores populares decidieron transformar su sufrimiento en una fuerza material que exige cambios sustanciales. En este marco se ha reabierto la discusión sobre el papel que debe cumplir el sector agropecuario en el país, y el cómo orientarlo. Este debate es reducido por algunos sectores a la demanda por una reforma agraria clásica, perspectiva que los deja atrapados en el propósito de repartir algunas tierras entre los campesinos, por lo cual ayudan a sostener los patrones de bajo desarrollo y cooperación simple y dejan intacta la fracasada estructura que hasta ahora se ha heredado.
Esta estructura se caracteriza: exigua cooperación social, proceso anárquico en la apertura de frontera, altísima polarización en la propiedad de la tierra, violencia como método de dominación y desalojo de los trabajadores y habitantes rurales, y depredación sobre los recursos naturales. De ahí que las viejas políticas para el desarrollo agropecuario se consideren como un total fracaso porque generan condiciones de opresión, violencia, pobreza y hambre. Así mismo se argumentó que la alta concentración de la tierra y los actuales cambios tecnológicos se convierten en una oportunidad para apropiar métodos de producción y cooperación social complejos que elevan la productividad pero que requieren reorientarse.
Por eso, se han descrito los perfiles generales de una política agraria alternativa que contiene tres líneas programáticas complementarias: reforma agraria para la transformación social, Economía de Fondos Públicos para transformar el campo y reordenamiento del territorio nacional.
Lograr y sostener tales políticas depende de que la actual brecha política de cambio se consolide en la perspectiva de lograr una salida popular a la crisis del país. En tal sentido, el llamamiento a realizar una Convención Nacional Campesina tiene como primer y gran reto que esa convocatoria se extienda a otros sectores y clases fundamentales del país como son los proletarios con trabajos formales, o bajo relaciones de informalidad y precarización, las mujeres… Esto, en consideración a que el problema agropecuario impacta en el resto de la sociedad y que el sector campesino ya no puede por sí solo impulsar las políticas necesarias para transformar los sistemas de producción y vida en el campo, y también en atención a que el gobierno ni siquiera cuenta con mayorías para aprobar las políticas propuestas y demandadas. Tal planteamiento permitiría consolidar varias convecciones por capítulos para que sus conclusiones se decanten en una Convención verdaderamente Nacional concibiéndose ésta como un espacio plural y democrático destinado a establecer los programas y tareas conjuntas tendientes a direccionar y consolidar la salida popular a la crisis, en el corto y mediano plazoxxv.
Por lo anterior, las líneas generales de las propuestas políticas aquí consideradas se pueden resumir en:
a. Reforma agraria integral por la transformación social que contenga:
- Distribución de una parte de las tierras productivas a los campesinos y definición de territorios campesinos agroalimentarios
- Creación de empresas sociales y cooperativas que agremien a los proletarios del campo dotándolos de maquinaria y tierra para trabajar en forma cooperada
- Créditos y subsidios a cadenas productivas: impulso a cadenas de insumos y comercialización que mejoren los precios de venta finales
- Ampliación de la oferta de bienes de consumo colectivo en el campo: vivienda, salud, educación, vías mediante empresas públicas, cooperativas y de propiedad social.
b. Impulso de una Economía de Fondos Públicos para la transformación del campo, que contiene:
- Una Empresa Pública de Plataforma que coordine e integre los diferentes esfuerzos de las cadenas de producción y las vincule a nivel nacional: economía campesina, empresas sociales de proletarios del campo, cadenas de insumos y comercialización, empresas públicas o cooperativas de asesoría tecnológica, oferta de bienes de consumo colectivo para el campo.
- Creación de una instancia pública guiada mediante los criterios de gestión popular, soberanía y seguridad alimentaria, que oriente el papel que cumple el sector y avance en su planificación social
- Creación de un fondo público de tierras que permita entregarlas en usufructo a las organizaciones proletarias y campesinas
- Creación de una Empresa Pública para el Desarrollo del sector agropecuario (ENEDA)
- Consolidación de un Fondo Público de Inversiones del sector
- Avance y consolidación de los trabajadores del sector mediante un sindicato nacional y una asociación nacional de cooperativas campesinas
- Con las alcaldías y gobernaciones impulsar a grupos y conglomerados municipales y regionales de empresas cooperativas, sociales y públicas del sector
- Empresa nacional pública de agroinsumos
- Empresa nacional pública de máquinas y herramientas para el campo
- Sistema nacional de acopio y distribución de productos agropecuarios
- Ampliar y consolidar el sistema nacional de comedores populares, que incluyan al PAE, y los centros de mayores.
c. Democratización y reordenamiento del territorio:
- Fijar como propósito nacional prioritario la garantía de alimento a toda la población que habita en el país
- Democratizar el acceso a la tierra y al espacio social como medio para acceder a los recursos de la naturaleza.
- Establecimiento de la primacía del carácter público y social de la tierra y sus bondades sobre otras formas de propiedad, a fin de garantizar el acceso proporcionado a los recursos de la naturaleza, base sobre la cual puede superar la relación depredadora sobre la naturaleza y sus fuentes.
- Establecimiento de áreas y territorios de acuerdo a sus especificidades, en particular: Territorios Campesinos Alimentarios-TCAM; Territorios Industriales Alimentarios-TIA; territorios Agroindustriales; y zonas de producción de carne y leche.
d. Celebración de una Convención Nacional que recoja a los diversos sectores y clases del país para que en su conjunto fijen los programas y tareas de mediano plazo tendientes a consolidar la salida popular a la crisis que vive el país.
Notas L…)
Edgar Fernández: Centro de Pensamiento y Teoría Praxis
Fuente: https://rebelion.org/algo-mas-que-una-reforma-agraria-para-la-transformacion-del-sector-agropecuario-2/
Subrayemos que Edgar Fernández, por su identificación con gobiernos progresistas, convoca a mayor productividad y modernidad del agro para erradicar el hambre. Sabemos que no fue así y lo cierto fue, en todos los gobiernos progresistas, que ese progreso capitalista resultó en concentración y transnacionalización económica territorial por darse como despliegue de extractivismos y mayor pobreza, exclusión social, etc. Como progresista cree en reformar el capitalismo tal vez más profundamente al pensar en cambio de quiénes conducen y de finalidades de la producción, la organización territorial y laboral.
Tampoco Edgar Fernández enfoca la «soberanía alimentaria» de la RAI como otra sociedad posible que será fruto de liberar nuestro Trabajo del Capital.
Al contrario, se limita a:” se posibilite un cambio en el que la concentración de la tierra se convierta en una potencia que puede facilitar la mecanización e industrialización de la producción en el sector, reapropiación social que es una condición necesaria para que los productores directos y consumidores finales puedan decidir qué, cómo y para qué producir en el sector agropecuario, decisiones en las que cobra lugar importante el tipo de matriz tecnológica y la forma organizacional de la fuerza de trabajo mediante las cuales se avanza en la transformación.
Lo anterior permitiría acceder a grandes extensiones de tierras en su mayoría planas, bien localizadas, fáciles de mecanizar y por lo general de buena calidad. Este conjunto de condiciones favorece la producción especializada, industrial y a gran escala que permite multiplicar los rendimientos productivos en algunos productos que el país importa. De igual forma facilitan la selección de productos de acuerdo al tipo de terreno, su vocación y la escogencia de tecnologías disponibles para su aprovechamiento. Tal cambio además permitiría desplegar a plenitud la Economía de Fondos Públicos mediante empresas públicas en el área agropecuaria, las que entrarían a complementar las formas básicas antes señaladas”.
En consecuencia, como la mayoría de los progresistas e izquierdistas reformistas, no cuestiona la gran escala ni el aumento de la productividad que destruyen los equilibrios ecológicos o sea las condiciones planetarias para la vida y la salud de la naturaleza que incluyen las humanas. Por el contrario, la RAI tiene bases e iniciativas creativas de buenos vivires abajo en las defensas y recuperaciones de territorios. Se caracteriza por anticapitalista o antiextractivista, antiimperialista, antirracista, anticlerical, antipatriarcal y decolonizadora tanto del poder como del saber. Es decir, en vez de mirar por la modernidad gran capitalista cuyo objetivo exclusivo es procurar incesante acaparamiento de todo a cualquier costo, su reestructuración político económica y socioecológica es producto de la unión de re-existencias que originan diversidades de trabajadores al sentipensarse interpelados por acontecimientos de injusticias social, sanitaria, ambiental y cognitiva. La última es fundamental al referirse a saberes y espiritualidades marginadas que hoy emergen como subjetividades colectivas asumiendo sus respectivas dignidades negadas por el capitalismo.
Sepamos que en este siglo se ha agudizado la lucha por la expropiación de las semillas nativas y criollas que son frutos del trabajo colectivo durante siglos de comunidades campesinas e indígenas y son base de la soberanía alimentaria. Es tiempo de descubrir qué campo avanza y cómo el otro campo resultante de solidarizarnos entre las diversidades de abajo requiere ruptura con el capitalismo y no la conciliación ejercida por las actuales dirigencias de campesinos y pequeños-medianos productores mirando a salvarse como familias e individuos.
Descubramos en los pueblos originarios por qué resistir a la destrucción de la naturaleza o a su sustitución por monocultivos y mega emprendimientos de la IIRSA e inmobiliarios. También cómo la rebelión -de fines del 2001- antineoliberal y opuesta a delegar su representación política en las burocracias, debido a no atender a los Pueblos Mapuche-Tehuelche, pudo ser capturada por el Partido Justicialista gracias a que el matrimonio Kirchner lo mimetizó con los deseos e ideas predominantes entre las diversidades de abajo bajo ideología pequeño burguesa. De suerte que desconoció a la siguiente realidad de afirmación en la autodeterminación territorializada y comunalizada:
Estaba segura que había sido en octubre, pero ¡acá está el documento con todas las firmas! Gracias, Gustavo Macayo por traerlo en «prueba irrefutable»!
Pronunciamiento Mapuche
Esquel, Territorio Mapuche, 21 de Diciembre de 2002.
Los Pueblos Originarios Mapuche-Tehuelche, reunidos en un Füta Trawün (gran encuentro), a través de nuestras comunidades, organizaciones y pu peñi (hermanos), ejerciendo el Derecho a la Autodeterminación, a la libre decisión y gestión sobre nuestro presente y futuro como parte del territorio, en armonía con todos los pu newen (fuerzas) que custodian y son parte de nuestros espacios sagrados, donde descansan nuestros kuifikeche (ancestros), nos expresamos desde nuestra identidad-filosofía-espiritualidad-ideología (kimün), presididos por nuestros pu longko, pu pillan kushe, pu werken, orientadores en la realidad desde nuestro ser mapuche-tehuelche, hemos alcanzado un rakizuam (pensamiento), y decimos:
Las montañas y todas las formas de vida aún tienen su pillan (espíritu), y seguimos coexistiendo con ellas. La Gente de la Tierra, como parte del wallmapu (territorio: tierra, subsuelo y cielo) entendemos que la violación de la Madre Tierra nunca podrá ser intercambiada por una limosna.
Hoy, como lo ha hecho históricamente, el Estado Argentino trata de dividirnos para llevar adelante sus atropellos. Hoy nos quieren enfrentar entre hermanos con la promesa de fuentes de trabajo. Nuevamente llegan con sus espejitos de colores, como lo hicieron hace 500 ciclos (años). Vienen por el oro y no dudarán en matarnos como lo hicieron antes.
Arrastrados por su cultura de odio trituran los cerros para sacar oro y no les interesa que, matando al cerro, nos matan a nosotros y a todas las formas de vida.
Tenemos derechos sobre nuestro Territorio. El convenio 169 de la O.I.T. (Organización Internacional del Trabajo) es sólo un reflejo de nuestra cosmovisión y en él dice que se nos debe consultar antes de ingresar a nuestro territorio, pero el estado (que reconoce nuestra preexistencia en la Constitución) lo ha permitido, abriendo así las puertas a la empresa minera Meridian Gold, entre otras, para que lleve adelante este saqueo de nuestra wallmapu.
Nuevamente nos ignoran, como lo hicieron ayer, cuando hablaron de conquistar el “desierto” y asesinaron a tantos que hoy son memoria. Hablaron de desierto diciendo que no existíamos. Pero existimos, tenemos derechos. No queremos migajas, queremos respeto.
Cuando buscamos salidas verdaderas a la miseria que se vive en el pueblo y volvemos a nuestras tierras, nos castigan con todo el peso de su ley. Los poderosos que hoy dicen estar preocupados por el desempleo, no dudan en apoyar el desalojo de nuestra gente, que vuelve al campo a vivir en la tierra y escapar al hambre. ¿Qué diferencia hay entre Meridian Gold, Benetton, y las empresas forestales que saquean el bosque nativo?
Por eso, a los hermanos que creen que la mina será una alternativa a la pobreza, les decimos que eso es un ENGAÑO. La mina traerá más pobreza y enfermedades. La solución es que se cumplan NUESTROS DERECHOS a la AUTODETERMINACIÓN y LIBERTAD, a volver a la TIERRA para desarrollarnos de acuerdo a NUESTRA IDENTIDAD.
Nosotros decimos: ¡NO A LA EXPLOTACIÓN MINERA!
¡NO A LOS DESALOJOS!
¡NO A LA DEPREDACIÓN DEL WALLMAPUCHE!
¡NO AL ESTADO RACISTA!
¡SÍ A UNA SOCIEDAD QUE TENGA COMO RIQUEZA A LA DIVERSIDAD CULTURAL!
Firmas:
Celinda Lefiu. Pillan Kushe. Comunidad de Costa de Lepá.
Lorenzo Quilaqueo. Longko. Esquel.
Agustín Sánchez. Longko. Comunidad Füta Huau.
Amelia Tralma. Comunidad de Alto Río Lepá
Dora Ovando. Comunidad de Costa de lepá.
Mariano Ruminahuel. Comunidad de Costa de Lepá.
María Luisa Huincaleo. Werken. Comunidad de Gualjaina.
Mauro Millan. Werken. Esquel.
Marta Cárcamo. Comunidad de Füta Huau.
Rita Nahuelpan. Werken. Comunidad de Costa de Gualjaina.
Arcelia Epulef. Comunidad Epulef.
Rosa Pincol. Comunidad Ñankulawen. Comodoro Rivadavia.
Fidelia Ayllapán. Mallín Ahogado. Pcia. de Río Negro.
Laura Antileo. Comunidad Tehuelche Mapuche Gueney. Sarmiento.
Camilo Paillacan. Comunidad de Río Percy.
Jorge Manquillán. Esquel.
Amadeo Cayecul. Werken. Comunidad Lago Rosario.
Luis Millan. Comunidad Pillan Mahuiza.
Ariel Manquipan. Esquel.
Héctor Allende. Comunidad Ñankulawen. Comodoro Rivadavia.
Sofía Curapil. Grupo “Jóvenes Mapuche de Furilofche Warria”. Bariloche.
Rosa Rúa Nahuelquir. Esquel.
Atilio Curiñanco. Esquel.
Francisco Facundo Jones Huala. Furilofche Warria. (Bariloche).
Federico Jones. Comunidad Pillan Mahuiza.
Martin Jones. Comunidad Pillan Mahuiza.
Rosa Epulef. Comunidad Epulef.
Marisa Perez. Esquel.
Rosario Cayumán. Esquel.
Jorge Luis Millan. Comunidad Pillan Mahuiza.
Eduardo Paillacan. Esquel.
Micaela Rayel. Esquel.
Humberto Prane. Estación Nahuelpan.
Curiñanco. Esquel.
Qué Abya Yala
De arrasamiento de las simbiosis de culturas con la naturaleza cuyas creaciones implicó siglos de trabajo comunitario, y facilitador de equilibrios ecológicos según latitudes geográficas vs. de la unión plurinacional de cada país e internacionalista revolucionaria del continente constituyendo la confederación democrática.
Historia y presente/ Ofensiva del sistema mundo capitalista /
Alternativas emancipatorias
Historia y presente
El término Abya Yala es en sí mismo un símbolo de identidad y respeto hacia las raíces de los pueblos originarios; y en ese sentido, el poema Abya Yala Wawgeykuna (Hermanos Americanos), originario del pueblo Quechua de Argentina, hace un llamado a la unidad de los pueblos a mantener presente su origen y a continuar su camino siguiendo las huellas de sus ancestros. Tal como su título indica, Abya Yala Wawgeykuna.
Artes, saberes y vivencias de indígenas americanos, el libro que sostienen en sus manos es un tributo a la filosofía de ese poema, pues intenta plasmar el pasado y el presente de distintos pueblos originarios: sus modos de vida, sus manifestaciones artístico-culturales, sus creencias… y al fin y al cabo, su identidad. Leer
Advirtamos que nosotros, como Abya Yala, estamos sumidos no sólo en una acelerada e intensificada desertificación sino también en la guerra de competencia entre países imperialistas con socios menores en los poderes locales. Todavía más, quienes nos relatan nuestra situación tapan que la pelea es por adueñarse de oprimirnos lo más posible aun cuando se disfracen de socios y de brindarnos cooperación. En fin, es hora de desentramparnos de todos los gobiernos y activismos progresistas.
La paz total: ¿un nuevo modelo de contrainsurgencia?
2 de diciembre de 2024
Por Pedro Cortez Páramo | Rebelión
Han transcurrido dos años del gobierno de Gustavo Petro y su política de paz total aún sigue en ciernes. Los grandes propósitos de hacer mesas simultáneas entre grupos insurgentes, paramilitares y bandas criminales urbanas, para avanzar en el diálogo y posible concreción de una salida política al conflicto armado con éstos sigue sin concretarse.
Ambiciosa, improvisada y sin contenido claro del modelo de solución política de la paz del gobierno Petro, lo que se puede observar a raíz de la corta experiencia que se ha vivido en los últimos meses, es que, existe la puesta en práctica de lo que pareciera ser un nuevo modo de contrainsurgencia en ejecución, aplicada bajo la vieja fórmula de: dialogar la paz para continuar la guerra.
Dialogar para fraccionar
El proceso de instalación de las mesas con las organizaciones guerrilleras tiene como objetivo por parte del gobierno y en particular de sus negociadores, el concentrar la ofensiva contrainsurgente. Basados en el principio de la paz como eje rector de la búsqueda de solución política al conflicto armado, ninguna organización revolucionaria se negaría a tan loable propósito, a sentarse en una mesa de diálogo para evitar al máximo, el derramamiento de sangre entre nacionales.
El propósito que inspira al gobierno nacional está lejos de una superación del conflicto armado a través de la salida política. La mesas con las insurgencias, tal cual han sido instaladas, han servido para el diseño de una suerte de operación encubierta, que se sirve de la actividad de la labor de sapa, para inocular desde adentro la ruptura de los comisionados insurgentes, trabajando en la división por vía de la compra de intereses y doblegar la moral de los delegados a las mesas incidiendo en sus diferencias y personalizando posiciones políticas, alimentando egos, a fin de restarle centralidad a la toma de decisiones que se expresan en los espacios de diálogo.
Una vez se logra la labor de ruptura al interior de la estructura en negociación, se instala el dispositivo disuasivo que presiona hacia adentro del proceso, el cual funciona sobre la base de la delación, la conformación de una correlación de grupo que dinamita la toma de decisiones con la filtración de información sobre las posiciones y opiniones que surgen a acerca de las tensiones en la mesa, para que finalmente se margine al sector que se considera crítico y desalineado con los objetivos que persigue el gobierno y sus aliados internos.
Las mesas se constituyen en un tipo de laboratorio de inteligencia militar y psicológico, que se encarga de establecer los marcos de debilidad ideológica y política de algunos combatientes, con el ánimo de escanear el factor cohesionador que persiste al interior de sus estructuras y también para inocular intereses particulares y colectivos que se leen desde de las posturas que develan limitaciones de comprensión y firmeza en algunos de los delegados que han demostrado estar muy lejos de ser cuadros revolucionarios para asumir la participación en los diálogos.
Dialogar para fraccionar es la fórmula que el gobierno nacional está aplicando dentro las mesas. El factor tiempo es el determinante de la operación de fractura dentro del modelo contrainsurgente. Dialogar y negociar en cuatro años de gobierno son insuficientes para resolver causas estructurales del conflicto, máxime con procesos armados de diferente orden político e ideológico, pero entregar resultados de disolución y fraccionamiento en poco tiempo, hace más eficaz la acción de las fuerzas militares. Mientras se puede debilitar la dirección política de los insurgentes, avanza el plan militar, porque la disuasión política es más eficaz en la contra orientación y en el efecto de choque por fuego amigo entre estructuras dividas por la negociación.
Divide y golpearás, es la lógica que acompaña la dinámica actual del diálogo con el gobierno nacional. Mientras la cohesión interna de las insurgencias es un factor que se reclama como condición sine qua non para el establecimiento de niveles de diálogo con el gobierno, la división se aplica para desmontar las estructuras guerrilleras. Romper políticamente y atacar militarmente es el comportamiento del diálogo que el gobierno de la paz total ofrece actualmente a las insurgencias.
La cartelización como estrategia de despolitización y desideologización
En una acción combinada de formas de lucha del gobierno nacional dentro de la operación contra insurgente de la paz total, el factor comunicativo y de propaganda se ha activado de una manera efectiva desde el jefe de Estado, ministros, altos mandos militares y los medios de comunicación que replican la nueva matriz de despolitización y desideologización de las causas del conflicto armado: la cartelización, el tratamiento a las luchas revolucionarias como remantes del narcotráfico.
El jefe de Estado ha insistido permanentemente desde sus diversas manifestaciones públicas que no existe lucha insurgente anti sistémica, antiimperialista y revolucionaria; la ha reducido a homologarla con los carteles de la droga y con ello, limitar los alcances de la acción política a simples disputas territoriales por las rutas de narcotráfico y la optimización de la circulación y la distribución de ésta dentro y fuera del país.
La cartelización intenta crear la imagen colectiva que lo que sucede en el territorio nacional, es algo parecido a lo que se desarrolla en Sinaloa, México. Toda esta matriz pretende desvirtuar las problemáticas del conflicto social y armado, despolitizar las luchas inmersas en los territorios y encuadrar a los pobladores dentro de la lógica de homologación instrumental de un enemigo pasivo que colabora con los carteles. Además, apuntalando la idea que por décadas han logrado instalar en el ideario colectivo que el negocio del narcotráfico es una industria de los países productores y no una empresa multinacional con sedes económicas en los países consumidores que a través de políticas internas mantienen los precios altos por el factor de mantener la ilegalidad y el lavado de activos con banca y empresas en los países como EEUU, principales beneficiarios del negocio, con la DEA como el principal cartel político de drogas del mundo.
La desideologización opera como un factor determinante en la labor contrainsurgente de la actual política de paz total. Reduccionismo y negacionismo son los aspectos que marcan el discurso oficial sobre la acción insurgente desde el establecimiento. Reducir que todo el problema del conflicto es el narcotráfico y negar aspectos estructurales de la tenencia de la tierra y el papel del establecimiento en la reproducción de la acumulación exponencial de ésta, servida de fuerzas oscuras para su expansión y dominio, son elementos que a todas luces justifican la permanencia de la conflictividad en una escala incremental sin solución posible.
Para el gobierno nacional, la situación de la tierra se resuelve en una suerte de operaciones redistributivas centralizadas desde el Estado y con un marco de regulación normativa que supuestamente permite la garantía jurídica para establecer como propietarios a quienes reciben estos beneficios. Sin embargo, nada se ha dicho de la reparamilitarización del territorio y de las circunstancias que son las que regulan realmente la tenencia de la tierra: la fuerza de la violencia con la que se ha hecho la acumulación por despojo.
El gobierno al desideologizar la situación del conflicto, en especial, desconociendo los factores reales de la tenencia de la tierra y de los actores armados que garantizan la acumulación violenta por despojo, como son los grupos paramilitares y su relación con el narcotráfico, garantiza a estos su operación en los territorios con la omisión cómplice del establecimiento, e incluso participación directa de miembros de las FFMM y los empresarios regionales que se lucran del negocio.
Se reedita la política de que la única razón de la guerra del Estado es contra el narcotráfico y a la eliminación selectiva de miembros que sustentan esta economía, mientras las dinámicas de la renta del suelo, la apropiación violenta y la expansión de grandes terrenos sigue en manos de poderosos, de las élites, de las clases políticas regionales y del orden nacional; que con sus fuerzas paramilitares asientan su poder sobre los territorios, la situación de la tenencia de la tierra reanimará una nueva confrontación mucho más agresiva que la se viviera en los años noventa.
Mientras la operación contrainsurgente de la paz total se dedica a producir un enemigo despolitizado y desideologizado que se enfoca en las insurgencias, desconociendo sus programas y reivindicaciones y reduciendo sus acciones a simples expresiones del mercado ilegal del narcotráfico que se debe combatir, mientras deja de lado las verdaderas causas estructurales sobre la cual se ha cernido el conflicto armado colombiano; las posibles soluciones políticas propuestas son una ficción que poco sirven para resolver por la vía dialogada la salida de la guerra interna.
En esta fase de negacionismo de la paz total, se oculta el papel de las empresas trasnacionales y su asentamiento en territorios del orden nacional, ricos en recursos naturales, que ahora se sirven del mercenarismo corporativo paramilitar para expandir sus negocios con la complacencia del gobierno. Mientras se niega la presencia de dichas empresas extranjera en nuestro suelo, usurpado recursos naturales, el plan militar de la paz total, garantiza con su despliegue armado de la fuerza pública, la protección de estas en zonas donde la conflictividad social se ha hecho sentir en contra de la presencia de las empresas trasnacionales. Paradójicamente el gobierno que prometió defender la soberanía nacional contra el capital, le abre las puertas a este con toda su protección y seguridad estatal, además, manteniendo el andamiaje se las bases y asesores militares extranjeros en el territorio que agudiza las causas del conflicto como sucede en todas las colonias del mundo.
Mercenarismo de los movimientos insurgentes como consolidación de la fuerza paramilitar
Fraccionadas y divididas las estructuras insurgentes, el plan contrainsurgente se establece en construir un plan de acción de golpe entre facciones disidentes. Para ello, las organizaciones asimiladas como aliadas a la negociación con el gobierno nacional, cumplen un papel de regente en su defensa, y para tal fin se establece una conducta de grupo de choque, con finalidades de reducir la insurgencia no alineada.
Funcionalmente los grupos que se han sometido al alineamiento del gobierno practican lo que podría denominarse, una modalidad de mercenarismo insurgente, que en una categorización correcta son nuevos grupos paramilitares para atacar las propias guerrillas discrepantes de las mesas de diálogo. Este tipo paramilitarismo cuenta con las licencias soterradas del gobierno que omite responsabilidades sobre los choques se presentan entre estructuras y finalmente, las legaliza dando los resultados entre los enfrentamientos como ajustes de cuentas entre grupos.
El gobierno ha jugado a una política de escoger negociar con el mal menor y con ello, ha abierto las posibilidades para que establezcan todo tipo de conductas permisivas para golpear estructuras, mandos y direcciones dentro de la mesa por las propias acciones internas de grupos que actúan bajo ese nuevo paramilitarismo que busca liquidar las posiciones críticas a la fraudulenta política de paz total.
Mientras este método persista, el futuro de las mesas y sus posibles diálogos no tendrán mayor desarrollo. A dos años de la política de paz que anunció el presidente Petro, ya está claro que sus verdaderas intenciones están lejos de lograr una solución política integral al conflicto social y armado colombiano y contrario a ello, se reactiva una vez más el doloroso camino de la guerra.
Si existe una verdadera voluntad de paz del establecimiento, es necesario un replanteamiento total de la lógica contrainsurgente que viene aplicando dentro de las mesas de diálogo, para reestablecer la confianza y la verdadera idea de la solución política, alejarse de los lineamientos contrainsurgentes Made in USA. Es necesario que se concentre el esfuerzo en buscar una solución política real y negociada con la insurgencia, sin buscar romper las estructuras que se acercan a los diálogos y reconociendo que en esos procesos guerrilleros persisten ideales revolucionarios, en virtud que las contradicciones estructurales en Colombia aún no han sido resueltas de fondo. El tiempo apremia y la guerra sigue.
Fuente: https://rebelion.org/la-paz-total-un-nuevo-modelo-de-contrainsurgencia/
Ofensiva del sistema mundo capitalista
Prosigamos develando la toma de partido del único gobierno progresista con políticas públicas hacia la urgente e imprescindible reforma agraria integral para los pueblos, pero de carácter capitalista y de ahí su fracaso por ilusoria. Preguntémonos si el presidente Gustavo Petro pretendió romper la conciliación de clase implícita en las democracias burguesas porque:
¿Petro y el Matarife 003 reconfiguran el Bloque de Poder Contrainsurgente?
2 de diciembre de 2024
Por Alberto Pinzón Sánchez | Rebelión
El abrazo intercambiando sombreros entre el presidente (legitimo) de Colombia G. Petro, y el genocida y criminal de guerra (convicto y confeso) Sr. Salvatore Mancuso, alias triplecero, ocurrido este 03 de octubre en Montería, sin que medie ningún proceso de paz, es, obviamente, un acto político, que demanda o exige un análisis o tratamiento político, más allá de lo emocional, los aplausos y vivas, o el rechazo fúrico, las asqueas y la náusea existencial sartreana.
Algo que trascienda las columnas edulcoradas y hasta justificadoras de la falsimedia, como por ejemplo la “del ahogado el sombrero”, o el «las lágrimas del ojo izquierdo”. Lo que significa un reto casi kafkiano, dada la dificultad de encontrar un perfil biográfico sin opacidades del Sr Mancuso, también conocido como el “perpetrador de masas colombo italiano apodado triplecero”, es decir, el tercero en la jerarquía de su máquina terrorífica estatal de exterminio, después de comandante general doble cero Carlos Castaño, y del hasta ahora “incógnito matarife número uno”.
Un perfil biográfico más o menos ajustado de su tan fructífera y productiva vida será de seguro una obra que superará al libro gordo de Petete y rebasaría cualquier columna periodística; por lo cual, me atrevo a sugerir a mis lectores lo que me parece una aproximación ilustrativa que ayuda a formarse una idea sobre el tema, así sea general, de las ejecutorias del Sr Mancuso y que se puede consultar en https://es.wikipedia.org/wiki/Salvatore_Mancuso donde se puede leer el siguiente aperitivo:
«Salvatore Mancuso […] es un exnarcotraficante y exjefe paramilitar colombiano, excomandante de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC); desmovilizado en 2005 y extraditado a Estados Unidos en 2008. En 2020, tras cumplir su condena en EE. UU., el gobierno de Colombia a solicitud de las autoridades judiciales de Justicia y Paz pidió que Mancuso fuera llevado a Colombia para ser juzgado, sin embargo, en 2019 una juez del Tribunal Superior de Bogotá ordenó su libertad. Actualmente Mancuso está acusado de cometer 75. 000 crímenes en territorio colombiano y permanece en la cárcel de Atlanta debido al Coronavirus.
Mancuso ha reconocido su participación en por lo menos 300 asesinatos, incluido el de una niña de 22 meses y se le atribuye la autoría como comandante de la masacre de Mapiripán en la que murieron veinte campesinos en estado de indefensión y la masacre de El Aro donde fueron asesinados otros 15 en 1997, y por la cual se le dictó una condena de 40 años de cárcel (no purgada por su sometimiento a la Ley de Justicia y Paz); igualmente es señalado por la masacre de la Gabarra en 1999 donde fueron asesinadas 35 personas y la Masacre de El Salado en febrero de 2000, donde fueron asesinadas más de 100 personas y es considerada una de las acciones más sanguinarias de las AUC. Mancuso, confesó que el Bloque Catatumbo que él comandaba fue responsable de la muerte de cinco mil civiles y que las autodefensas habían infiltrado todas las ramas del poder público. […] La justicia italiana y la Guardia di Finanza de Milán también lo acusan de haber traficado con drogas en unión con la mafia calabresa.»
Con esto es posible plantear varias lecturas:
–Lo primero a destacar es la imperiosa necesidad de separar dos contrarios, la justicia de la política, genocidios e impunidad, fusionados a lo largo de toda la historia de Colombia, lo que dificulta, aún más, cualquier análisis objetivo del tema. Por ejemplo, así por encima y para mencionar tan solo mis trasnochados recuerdos de los miles de masacres y genocidios ordenados desde las alturas del Poder, que han atormentado al pueblo colombiano desde hace tanto tiempo: ¿quién ha respondido (jurídicamente se entiende) por la masacre de las bananeras en 1928 o del medio millón de muertos despedazados, descuartizados o decapitados al corte de franela, documentados en la obra (1962) de Guzmán, Fals Borda, y Umaña Luna (1962), ocurridos durante la violencia liberal-conservadora del medio siglo xx en Colombia? O ¿dónde están los responsables del más reciente genocidio de la Unión Patriótica 1985, que dejó 4. 616 fusilados y 1.117 desaparecidos? O, ¿los fusilamientos cobardes de los 6.402 Falsos Positivos. ocurridos durante el “Uribato” de Uribe Vélez y Mr. Santos?
Si continuar la impunidad es la pretensión del Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi) dominante, y lavar los crímenes contra la civilización humana cometidos por un agente del Estado, no cualquier agente, sino uno organizador planificador y ejecutor; educado (según las fuentes) en la Universidad Javeriana y en una academia de idiomas de Pittsburg; homenajeado en el “recinto sagrado de la democracia colombiana” en julio del 2004, en pleno gobierno de Uribe Vélez. Y, si el acto político, público y abierto realizado en Montería, entre el presidente Petro y un hombre en libertad judicial, va en esa dirección; lo más seguro es que encuentre una férrea resistencia y oposición no solo de las víctimas de los crímenes cometidos por el terror del Estado, quienes continuarán reclamándole al Estado y al gobierno de turno: “Paz verdadera, justicia, reparación y no repetición” de tales atrocidades, así como de la oposición de muchos sectores avanzados y humanitarios de la comunidad internacional y global, que con evidente razón, reclamarán ante las falencias obvias de las dos jurisdicciones del Estado colombiano (la ordinaria y la especial), en este caso, la intervención de la Corte Penal Internacional o de la justicia Italiana, para que hagan honor de la justicia verdadera en estos tiempos de tanto genocidio global impune que avergüenzan a la humanidad.
-En segundo lugar, deslindada la justicia, de la política de la impunidad centenaria y crónica, se debe valorar la relación dialéctica entre la táctica y la estrategia políticas: Por ejemplo, hay comentaristas que a manera de justificación del “sombrerazo de Montería”, han señalado la reunión privada, que no oficial, realizada en la casa provincial de los jesuitas en julio del 2017, entre miembros del antiguo secretariado de las Farc con los jefes de las AUC ,Báez, Vecino y Rendón, que (según la fuente) ..”Conversaron sobre lo que se viene para el país en temas de posconflicto con un evidente propósito, que se sepa la verdad y no volver por ese camino de guerra, odio y sangre” . https://www.lasillavacia.com/red-de-expertos/red-caribe/farc-y-paramilitares-una-reunion-historica/, reunión que, una vez firmado el Acuerdo de la Habana en el 2016, puede ser considerada táctica, y limitada al lapso del post conflicto.
Cosa muy diferente, del asunto estratégico irrenunciable, de la “desestructuración” del Bloque de Poder Contrainsurgente (BPCi) dominante (establecido por la ciencia social desde 2009) que continúa vigente y actuante en la actual Colombia, así como del consecuente desmonte de la Contrainsurgencia, cuyo crecimiento exponencial alarmante, se puede constatar en esta información del 07 de octubre 2024: https://emisoraatlantico.com.co/nacionales/clan-del-golfo-crecio-un-95-desde-2018/. Asunto estratégico serio y difícil que, lo más probable, no se pueda resolver con intercambio publico de sombreros costeños.
-En tercer lugar, separado en la política, lo estratégico de lo táctico; se puede hacer un contexto más amplio de lo acontecido en Montería: Una primera consideración es el tiempo restante del gobierno actual, el que al parecer, cayó en la maniobra “electorera” de la oposición que está pidiendo elecciones anticipadas, dado que dicho conglomerado opositor considera llegado el momento del triunfo de la señal electoral lanzada desde la campaña presidencial rival de Hernández, de que “Petro no ganará y si gana, no podrá gobernar, ni realizar sus reformas”, ha dado el resultado esperado, y, para contrarrestar el desánimo creciente, la casa de Nariño recurre a un acto espectacular y de masas como el programado en Montería con el Sr Mancuso, quien, repetimos, no se encuentra en ningún proceso de paz con el Estado colombiano.
Una segunda consideración, es la confluencia en el gobierno, cada vez mayor, entre el denominado sector Petrista y el Santismo o sector manejado por Mr. Santos, quien aprovechando las dificultades del presidente y obviamente pensando en las próximas elecciones presidenciales (sean estas adelantadas o en la fecha constitucional) ha metido al gobierno en la áspera y vieja disputa entre Mr. Santos y Uribe Vélez, sobre cuál sector de la clase dominante y quien, se hará con la hegemonía dentro del Bloque de Poder dominante. De aquí, las airadas reacciones del expresidente Uribe Vélez hacia el sombrerazo de Montería, quien no cesa de repetir que el Sr Mancuso regresó a Colombia a vengarse de Él, por haberlo traicionado y extraditado a los EEUU, junto con los otros jefes paramilitares.
No es ningún azar que el alfil del Santismo J.F Cristo, haya tomado la dirección politica del gobierno y esté trabajando activamente en sacar adelante su versión sobre el malhadado tema del “Acuerdo Nacional”, con el que el presidente reculó la anterior propuesta de una Asamblea Constituyente.
Como tampoco es un azar, la sorpresiva nominación y elección parlamentaria del nuevo procurador Sr Eljach, antiguo asesor principal de su padrino político Iragorri Hormaza, cacique liberal ligado a la violencia latifundista contra los indígenas en el Cauca, quien lo sostuvo por largos años como su cuota en el cargo ocupado por en el parlamento colombiano. A la muerte de Iragorri, el nuevo procurador, se puso bajo la sombrilla politica de Mr. Santos en su partido de la U, quien continuó su respaldo hasta la fecha, cuando el Santismo lo impuso al presidente en la terna para la elección del procurador.
Así las cosas, no es descabellado captar la sugerencia política pública hecha al pueblo colombiano, el guiño como llaman los electoreros estos eventos, de que el abrazo simbólico y el intercambio de sombreros en Montería, es la ratificación de una alianza política entre el presidente Petro y el Sr Mancuso (junto con sus potenciales seguidores) con los ojos puestos en las próximas elecciones presidenciales, y en las implicaciones en la solución de la aguda rivalidad entre Mr. Santos y Uribe Vélez (AUV) por la hegemonía en el Bloque de Poder (BPCi) y porqué no; una alianza de mayor alcance, en la reconfiguración de dicho bloque de Poder.
Al final de todo, ¿quién puede estar seguro que en 15 años y 10 meses en una cárcel de máxima seguridad en los EEUU el Sr Mancuso no solo “lavó” su delito de narcotráfico sino también su cerebro con nuevas ideas? Basta ver su nueva expresión, su facies, en la fotografía original promocionada por la presidencia de la república de Colombia para pensarlo.
Fuente: https://rebelion.org/petro-y-el-matarife-003-reconfiguran-el-bloque-de-poder-contrainsurgente-2/
Reparemos que, mientras los pueblos del Abya Yala obedezcan a las vigentes democracias cuyo orden social es de privilegiar al establishment y prohibirles autodeterminación, estarán cada vez más amenazados de exterminio por el sistema mundo capitalista y sus locales.
SIRIA: UN ESPEJO PARA PENSAR AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE
Lautaro Rivara
Sería un error considerar como un hecho distante, sin consecuencias ni significación alguna para América Latina y el Caribe. Una vez más, queda de relieve que las nuevas formas de intervención imperial y neocolonial tienen poco que ver con el perimido modelo de los golpes clásicos o las invasiones directas, hegemónicas en nuestra región en el extenso arco temporal que va desde la conquista de la mitad del territorio mexicano por parte de los Estados Unidos en 1846-1848 hasta las operaciones «Furia Urgente» (invasión de Granada) y «Causa Justa» (invasión de Panamá) en 1983 y 1989, respectivamente.
Este tipo de intervenciones son hoy la excepción a nivel global, y ya no una regla. Su costo político es más alto desde la desaparición de la Unión Soviética, el gran retador estratégico del Occidente capitalista, y desde la consiguiente crisis narrativa del anticomunismo, más allá de los tardíos intentos por volver a ponerlo en valor de parte de las corrientes de extrema derecha contemporáneas. Y su costo social y económico, como demostraron los sucesivos empantanamientos y cuestionamientos en Irak o en Afganistán, es demasiado oneroso para las potencias occidentales que, sin excepción, atraviesan todo tipo de turbulencias sociales y económicas.
El fulminante avance de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), la antigua rama Al-Nusra de Al Qaeda, así como de fuerzas aliadas pro-turcas, acaba de coronar el control de la capital Damasco en una impresionante blitzkrieg de apenas 12 días, y da testimonio de estas nuevas modalidades político-militares.
[…]
Lo que en Medio Oriente (o en África) se ejecuta a través de proxys, grupos tribales u organizaciones yihadistas, y se da a través del estímulo y capitalización de la diferencia étnica y religiosa, en nuestra región se da y se dará cada vez más a través de los cárteles de la droga, la delincuencia (políticamente) organizada y las formaciones paramilitares, reforzadas y complementadas con la militarización, justificada en el combate a estos mismos fenómenos por parte de la DEA, la CIA y el Comando Sur.
Artículo en @diario_red_ y en todoslospuentes.com
Alternativas emancipatorias
Hagamos revisión crítica de cómo las luchas por la vida y dignidad de los pueblos están desviadas de ir contra el modo capitalista de producción y mercantilización de la Naturaleza para verdaderamente lograr autodeterminación y creación de sus respectivos buenos vivires.
Necesitamos, abajo a la izquierda coherente con su común-ismo, suscitar la deliberación y toma de decisión de ruptura de la conciliación de clases implícita en la institucionalidad nacional e internacional del sistema mundo capitalista.
COP29: ¿genocidio anunciado?
5 de diciembre de 2024
Por Julio Centeno | Rebelión
Las conclusiones de la COP29 son una sentencia de muerte para cientos de millones de personas. Un genocidio masivo y deliberado.
La Conferencia de las Naciones Unidas para atender la amenaza más grave que ha confrontado la humanidad en toda su historia ha concluido en un destructivo enfrentamiento entre países ricos e industrializados, y países pobres, en desarrollo. Una paradójica confrontación que se ha venido profundizando por más de treinta años, desde que se firmara el Convenio Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992 (…).
Fuente: https://rebelion.org/cop29-genocidio-anunciado/
Terminemos por comprender cómo los gobiernos progresistas son más peligrosos que los de derecha desembozada.
Contrainsurgencia progresista
14 de diciembre de 2024
Por Alberto Pinzón Sánchez | Rebelión
Responsabilizo (no culpo) al actual gobierno demagógico del M19 de Colombia del fracaso de su promesa electoral de paz total, de causarle un grave daño a los anhelos legítimos de todo el pueblo colombiano de vivir en paz y de la frustración social que muy seguramente le abrirá el camino directo a la copia de Milei, hacia a la próxima presidencia de Colombia.
Petro ganó las elecciones presidenciales del 22 sobre las ruinas del gobierno del nefasto subpresidente Duque, a caballo sobre el estallido social del 2019/20, por escasos votos sobre su rival electoral. E inició su gobierno de minoría con un poder adverso en ambas cámaras legislativas, instaurando un “gobierno sancocho” diletante, de favoritos, primeras damas y burócratas recomendados por su hermano, dizque para desarrollar mediante una serie de pseudoreformas socioeconómicas generales, el capitalismo dependiente y periférico dominante en Colombia. Una suerte de capitalismo verde, con visos rosados.
Para lo cual, no dudó en aliarse (ojo, no solo táctica, sino estratégicamente) con personajes políticos corruptos y degradados de la política tradicional bien conocidos por su transfuguismo y servilismo a la facción de bloque de poder rival a Uribe Vélez. Alianza que le permitió cobijarse demagógicamente bajo el paraguas de la izquierda antiuribista, tomar el nombre de progresismo histórico, y echar rimbombantes y aplaudidos discursos pseudoizquierdistas en cuanto balcón le ofrecieron, o más vistosos, en los múltiples podios internacionales puestos a sus pies. Por ejemplo, el más reciente en Cali, para proponer convertir la selva colombiana en mercancía de intercambio, con bonos financieros de deuda internacional, lo que no tiene nada que ver con la verdadera izquierda transformadora, soberana y anti imperialista.
Sin embargo, llama la atención que, tras una serie de cambios cosméticos en la cúpula militar, ha quedado intacta la base de la estrategia contrainsurgente en Colombia, instaurada desde los tiempos de la dictadura anticomunista y antisubversiva de los dictadores Laureano Gómez y Rojas Pinilla, a mediados del siglo XX. No es sino mirar quienes ilustran la foto de inicio de este artículo.
No en vano, la consigna del nacimiento del grupo militarista y aventurero del M19, el 19 de abril de 1970, fue: “Con el pueblo, con las armas, con María Eugenia ¡Al Poder!”. Y con este pendón, se congregó y se mezcló un grupo demasiado heterogéneo de jóvenes radicalizados con la desastrosa situación general que se vivía en el país en ese momento. Un verdadero sancocho social y político: Renegados de las Farc, expulsados del partido comunista, estudiantes universitarios rebeldes, algunos pequeños burgueses desesperados, e hijos de altísimos militares del régimen como los tres hermanos Pizarro; además, un reducido número de políticos rojaspinillistas del partido liberal-conservador agrupados en la llamada Anapo. Es una redundancia decirlo, pero se debe decir: María Eugenia era la hija “consentida” del dictador Gurropin.
Quien conozca la historia colombiana, base real indiscutible de cualquier análisis serio y objetivo sobre el conflicto interno colombiano, sabe y conoce del continuum o mejor la noria ad infinitum, establecida en 1973 por el sociólogo Guillen Martínez, de guerra, pacto en las alturas, nueva guerra, y nuevo pacto, y nueva guerra, etc. No solo en las guerras civiles bipartidistas del siglo XIX, que le permitieron a Rafael Núñez conducir la alianza burgués terrateniente y burocrática para establecer en 1886, el Estado oligárquico dependiente del imperialismo, con su expresión o régimen llamado “la regeneración”. Prolongado con sus tradiciones políticas a lo largo del Siglo XX, hasta la actualidad, y que después del asesinato de J E Gaitán en 1948, cuando se inició la violencia y la guerra civil, se le ha puesto el nombre de “conflicto interno”. Razón tuvo J.E. Gaitán, cuando poco antes de su muerte profetizó lo siguiente: “si la oligarquía me mata, el país se vuelca y las aguas demorarán cincuenta años en regresar a su nivel normal “. Este año se cumplieron 74 años de haberse dicho.
A mediados del siglo pasado los guerrilleros campesinos de los Llanos Orientales, del Carare, de la Costa, de Antioquia, o de la cordillera oriental, fueron divididos en pequeños grupos por el régimen, en una clara maniobra contrainsurgente, para llevarlos a pactar la paz. Pero después de que hubieron firmado los pactos, vino la perfidia, los asesinatos y el rebrote guerrillero en las cordilleras. Después, a mediados de los 80, con del intento fallido del Acuerdo de la Uribe para detener la guerra, en medio del genocidio de la Unión Patriótica, el auge del Paramilitarismo contrainsurgente con participación directa del gobierno estadounidense y en una enconada y sangrienta lucha de clases en resistencia, se logró con inmensos esfuerzos, unificar los más importantes grupos insurgentes y resistentes en la coordinadora guerrillera Simón Bolívar.
Farc, EPL, ELN, Quintín Lame, M19, Partido Revolucionario de los Trabajadores-PRT lograron firmar un acuerdo unitario de conformación en 1987, de corta duración, hasta inicios de 1989, cuando se conoció la firma de un acuerdo para la desmovilización (individual, inconsulto y sorpresivo, podríamos decir divisionista y a escondidas de los compañeros de la coordinadora) firmado entre el comandante del M19 Carlos Pizarro, con el consejero para la paz del gobierno Pardo Rueda, al cual se sumaron posteriormente el Quintín Lame, una parte del EPL y el PRT, que finalmente desembocó en el proceso de desmovilización, indulto y paz de 1990, y en la constituyente para redactar la constitución de 1991.
Pero, más tardaron los colombianos en alegrarse con las perspectivas de paz que traería la nueva constitución, y los nuevos acuerdos y pactos de pa, que los vilipendiados disidentes en continuar la lucha guerrillera de resistencia; a las masacres colectivas, a los genocidios, a los fusilamientos y desapariciones de opositores; a los desplazamientos campesinos y expropiaciones de sus tierras perpetrados por los paramilitares oficiales en una acelerada expansión. Y priorizando su tradicional lucha por una verdadera Solución Política al conflicto armado que se continuó ¿recicló? con toda su crueldad destructora.
La paz es la victoria fue la respuesta arrogante del bloque de clases dominante, y vuelta a comenzar. El conflicto se había “reciclado” (para usar un verbo verde y ecológico) sobre la misma sustancia estructural que lo origina, reutilizada con algunas actualizaciones, modificaciones y nuevos financiamientos con el ingreso de una nueva “burguesía lumpen”, aceleradamente enriquecida utilizando el libre mercado, exportando sustancias naturales narcóticas al primer mundo desarrollado.
Y en medio de un evidente deterioro económico, humano y moral, se llegó a la primera década del siglo XXI. ¡Oh, dolor de cabeza! El presidente no puede jugar sus partidas compulsivas de póker en el club social con sus amigos. No se puede seguir así. Volvamos a ofrecerles acuerdos de paz a esos guerrilleros alucinados. El ejército y los asesores vuelven a la tradición oligárquica contrainsurgente refinada con nuevas prácticas y desarrollos, esta vez más sofisticada por el sionismo para descabezar uno por uno los jefes guerrilleros y dividirlos hasta obligarlos a firmar y entregar las armas, y vuelta a la tradición: a la perfidia, los asesinatos de excombatientes, los incumplimientos, los entrampamientos, las extradiciones y al nuevo “recicle” del conflicto con nuevos “disidentes” y nuevos grupos alzados en armas y nuevas financiaciones porque el capitalismo no se puede detener ni un minuto.
Con la segunda década de este siglo llegó a la casa de Nariño el actual presidente y con ÉL, nuevas esperanzas electorales de cumplir lo pactado cuatro años atrás y, lograr la paz que llamó total. Qué alivio. Después de una breve improvisación porque el “man de las gafas” recomendado por su hermano Juan Fernando Petro, no vio bien el conflicto armado; se le entregó toda la politica presidencial de la paz total a ex compañeros y viejos militantes del M19: Oti Patiño, Camilo Gonzales, Vera Grave, Armando Novoa. Cada uno con su tarea específica, en equipo con el ministerio de defensa blindado de su inmodificable y tradicional ideología contrainsurgente, con resultados claros y contundentes:
El llamado Estado Mayor de las Farc: Dividido y en combates internos; alias Mordisco contra alias Calarcá.
El autodenominado Ejército de Liberación Nacional: Dividido entre el Coce y los Comuneros del Sur. Se trabaja en la separación del grupo del Chocó.
La autodenominada Segunda Marquetalia (el más reciente resultado) Dividida, entre el extraditable alias Iván Márquez, quien al parecer se queda con el nombre, y los Comandos de la Frontera Sur, unidos al Bloque Sur-occidental con alias Walter.
No hay más divisiones porque no hay más grupos insurgentes: Toda una gran victoria de la contrainsurgencia progresista. Anunciada a continuación por el presidente, en el correspondiente trino oficial de gobierno:
Quienes continúen en el traqueteo y no bajen las armas y las pongan al servicio del pueblo, serán doblegados por la Fuerza Pública de la Constitución. (En X. 17 nov 2024)La consigna sigue siendo clara !Con el pueblo y con las armas al poder!
Y así, a pesar de las preocupaciones y críticas serias de organizaciones nacionales e internacionales solidarias y comprometidas con una verdadera paz en Colombia, y por una Solución Política al conflicto interno; se va, dejando pasar el tiempo de gobierno, culpando de todo a disidentes y traidores ( Ay de JM Santos y su adlátere De la Calle), ojo, procrastinando y languideciendo en el agobio, muy probablemente hasta el final del periodo presidencial en el 2026, cuando auto críticamente, como de costumbre, se dirá : Lo siento mucho, se hizo lo que se pudo pero no fue posible cumplirles la promesa electoral de lograr la paz total, por culpa de los disidentes y traidores a la paz. Lo cual quedará en manos del próximo presidente. ¿Podrá el Milei colombiano resolver definitivamente el asunto?
Autocríticas semejantes ha oído el pueblo colombiano de parte del grupo político M19: Con cada uno de los tantos y tan importantes secuestros individuales que terminaron con la muerte desarmada de varios de ellos, realizados durante sus acciones intrépidas individuales que nada tiene que ver con la lucha armada de masas en resistencia contra el Imperialismo y la oligarquía cipaya. Con el asesinato aleve de Raquel Mercado, lo sentimos mucho. Con el desastre del palacio de Justicia, cometimos un grave error, por el que pedimos perdón. Se cuenta con la infinita capacidad de perdón del pueblo colombiano.
¡Con el pueblo y las armas al Poder! Esta vez sin María Eugenia. Pero lo grave es que, alcanzando al poder con el voto de las masas populares, no por las armas, las que se adquirieron después de la llegada a la casa presidencial; ya no hay lugar para un “lo siento”, así de esos, de labios para afuera. Los hechos divisionistas referidos, no dejan lugar a ninguna credibilidad y menos valor a futuro.
Lo realmente pesado es el poco tiempo que queda para que en la realidad se retorne la confianza deteriorada y se demuestre lo contrario.
Fuente: https://rebelion.org/contrainsurgencia-progresista-2/
Constatamos que es imposible el diálogo o debate entre capitales e instituciones suyas con los pueblos planetarios que están asumiendo la gravedad de las emergencias socioeconómica y socioecológica cuya expresión más rotunda es la climática. Que todos los gobiernos progresistas han sido y son enemigos de la autodeterminación de los pueblos. Han hecho cuanto pudieron por burlar la voluntad de cambio social que tenían las antineoliberales rebeliones populares que los hicieron emerger. En efecto, han promovido la concentración-transnacionalización de la economía y los territorios del Abya Yala mediante expansión de los extractivismos rurourbanos. Disfrazan la criminalidad capitalista de lesa humanidad y lesa naturaleza con la democracia para nuestra derrota que se expresa en instalar mesas e instituciones de diálogos de los máximos opresores-represores con las diversidades de abajo.
RECUPEREMOS:
EN EL MUNDO AL SUBVERSIVO LLAMAMIENTO DE YAKARTA DE LA VÍA CAMPESINA que el Papa Francisco bloqueó y desvió hacia reclamo de los derechos a estar incluidos en el capitalismo como los progresismos fomentaron.
EN ARGENTINA AL PRONUNCIAMIENTO MAPUCHE TEHUELCHE DEL 21 DE DICIEMBRE DE 2002 que los K-PJ no sólo silenciaron e invisibilizaron sino sobre todo recompusieron el poder neoliberal de avasallamiento de derechos tanto de la naturaleza como de los trabajadores, pueblos e individuos de abajo al promover la expansión de los extractivismos.
AMBAS RECUPERACIONES SON POSIBLES POR UNIÓN DE TODAS LAS DEFENSAS DE TERRITORIOS PARA LA VIDA Y LA SALUD DE LA NATURALEZA(que incluyen a las humanas) CON LAS DESARROLLADAS PARA LA PUESTA EN PRÁCTICA DE LAS VARIAS FACETAS DE LA JUSTICIA SOCIAL.
Sepamos que dichas uniones deben erguirse no sólo contra los gobiernos de ultraderecha sino también contra los progresistas. Atendamos a Oscar Ruiz de Huidobro en la comunicación siguiente:
¿QUÉ PASA EN CHIAPAS?
Prensa mexicana informa en «Diarios de urgencia BUSCAR» que en Chiapas están pasando cosas así.
«Más de 3 mil desplazados indígenas por ataques armados en Chiapas, alerta el Fray Bartoleme de las Casas».
«Organizaciones de derechos humanos manifestaron su “profunda preocupación” frente a los últimos ataques armados en comunidades del municipio de Pantelhó, en los Altos de Chiapas, que han provocado desplazamientos forzados de la población tseltal y tsotsil, así como impactos psicosociales, especialmente en la infancia, por el “terror” generalizado.»
«De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), los ataques armados en las comunidades de Pantelhó se extendieron hacia las comunidades Tijera Chimix, Jabaltón y la Esperanza, del municipio de Chenalhó, y en ambos municipios se han desplazado de manera forzada alrededor de 3 mil 400 personas.»
“Estos hechos tienen fuertes impactos en la población civil. Por un lado, se encuentran quienes se están desplazando de manera forzada y, por el otro, quienes no pueden salir de sus casas por temor de ser víctimas de una bala perdida. Además, la población civil no tiene acceso a su territorio, a sus campos de cultivo ni a servicios básicos como educación, salud o transporte”, denunciaron organizaciones como Front Line Defenders y el Grupo Núcleo de Indigenous Peoples Rights International (IPRI) en México.»
«El pronunciamiento de las organizaciones es en respuesta al llamado de urgencia de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, tras las detonaciones y quema de casas que realizaron grupos del crimen organizado los pasados 3 y 4 de diciembre en las comunidades de San José Tercero, San Francisco y El Roblar.»
«La Diócesis de San Cristóbal acusó que tanto en Pantelhó como en otros municipios las comunidades indígenas “siguen convertidas en crueles campos de batalla y viven sitiadas por delincuentes, grupos armados y cárteles del narcotráfico, como se encuentra hoy Frontera Comalapa y otros municipios, con la burda aquiescencia de los cuerpos de seguridad presentes en el territorio”.»
«Las organizaciones exigieron que las autoridades atiendan de manera integral a las víctimas de desplazamiento forzado, de acuerdo a la Ley Estatal sobre Desplazamiento Forzado Interno en Chiapas, investiguen y desarticulen a los grupos armados que operan en la región y garanticen la seguridad y protección a la población civil, en particular a los defensores de derechos humanos y actores religiosos.»
«Finalmente, demandaron la promoción de espacios de reflexión, diálogo y formación en torno a la construcción de paz en las comunidades indígenas “que así lo deseen, con un énfasis en la seguridad ciudadana, los derechos humanos y en un marco de pertinencia cultural, respetando los derechos colectivos de los pueblos Indígenas, incluyendo su autonomía y libre determinación”.»
«Organizaciones de derechos humanos manifestaron su “profunda preocupación” frente a los últimos ataques armados en comunidades del municipio de Pantelhó, en los Altos de Chiapas, que han provocado desplazamientos forzados de la población tseltal y tsotsil, así como impactos psicosociales, especialmente en la infancia, por el “terror” generalizado.»
«De acuerdo con el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (Frayba), los ataques armados en las comunidades de Pantelhó se extendieron hacia las comunidades Tijera Chimix, Jabaltón y la Esperanza, del municipio de Chenalhó, y en ambos municipios se han desplazado de manera forzada.»
Apreciemos a quienes regeneran la biodiversidad arrasada por el imperialismo de Occidente y de China, Rusia en sociedad de negocios con el capitalismo local. Y a Sebastiao Salgado que, además, fomenta el sentipensar acorde con los “buenos vivires” en el hemisferio norte para multiplicarlo. Se está esmerando en comunicar sobre la gravedad de ecocidios con sus consecuentes genocidios y etnocidios; sobre cómo el sistema mundo capitalista y sus locales están convirtiendo al continente en auténticas zonas de sacrifico al servicio de la acumulación oligopólica.
En 1994, el fotoperiodista Sebastiao Salgado abandonó los horrores de Ruanda y regresó a su hogar en Minas Gerais, Brasil, en busca de paz en los exuberantes bosques verdes de su infancia.
En cambio, descubrió que su casa se había convertido en una tierra estéril, desprovista de vida silvestre: «La tierra estaba tan enferma como yo. Solo alrededor del 0,5% estaba cubierta de árboles».
Fue entonces cuando su esposa, Lélia Deluiz Wanick Salgado, sugirió que replantaran todo el bosque. Sebastião estuvo de acuerdo y juntos pasaron los siguientes 20 años plantando 2,7 millones de árboles.
Esto dio como resultado la recuperación de 1.500 acres de selva tropical, y el sitio eventualmente se convirtió en el hogar de 293 especies de plantas, 172 especies de aves y 33 especies de animales, algunas de las cuales estaban al borde de la extinción.
Sebastião Salgado advierte a Europa del «fin de la Amazonia»
si firma un acuerdo de libre comercio con Sudamérica
6 de diciembre de 2024
Por Jordi Sabaté | El diario
El fotógrafo y activista brasileño, de 80 años, inaugura en el espacio Drassanes de Barcelona su exposición ‘Amazonia’ con imágenes de gran formato de la selva amazónica y sus habitantes
La Amazonia es el territorio que baña el río más largo y caudaloso del mundo, el Amazonas, que en sus 6.400 kilómetros de trayecto hasta el mar y transporta una quinta parte del agua dulce en estado líquido del planeta. Se trata de un ecosistema selvático y virgen que alberga la mayor biodiversidad de la Tierra, además de algunas de las comunidades humanas menos contaminadas por la civilización.
Pero además de su valor genético y cultural, la Amazonia tiene un valor medioambiental incalculable como regulador de las lluvias en todo el mundo, y, por lo tanto, como estabilizador del cambio climático. La deforestación de sus bosques para convertirlos en campos de cultivo o pasto para ganado pone en serio peligro su función medioambiental.
Para llamar la atención sobre este hecho, el célebre fotógrafo brasileño Sebastião Salgado ha organizado la exposición Amazonia, que trae a Barcelona desde hoy y hasta el próximo 20 de abril de 2025. En ella muestra las imágenes tanto de paisajes amazónicos como de algunas de las tribus que los habitan.
Una advertencia contra el libre comercio y el consumismo
Salgado, que ha achacado al consumismo los problemas de la Amazonia, ha aprovechado la presentación de la muestra para expresar su rechazo a un futuro acuerdo Mercosur de libre comercio entre Europa y Latinoamérica, que si bien de momento no está firmado, sí se debate actualmente en los parlamentos de países de ambos bloques.
Para Salgado, el acuerdo pondría en peligro la Amazonia, un territorio que “es más grande que toda Europa”. Advierte que, de firmarse el acuerdo, la selva amazónica “será deforestada y utilizada para crear ganaderías y cultivos” y asegura que “un 17% (de la citada selva) ya está deforestada”. A este respecto, según declaró hace unas semanas la periodista y escritora brasileña Eliane Brum, gran divulgadora de la riqueza cultural y biológica amazónica y activista contra la crisis climática, “los expertos avisan de que si llega al 20%, no habrá posibilidad de revertir el daño al ecosistema”.
“Si matamos la Amazonia, matamos la vida en el planeta y, por descontado, nuestra especie”, sentencia Salgado. El fotógrafo, con un énfasis dramático y severo, teme que los políticos terminen firmando el acuerdo porque “ello implicará que la demanda de productos hortícolas y ganaderos de Europa respecto de América latina se disparará”. “¿Saben de dónde saldrá el terreno para cultivar más tierras y criar más ganado para que ustedes tengan productos baratos?”, se pregunta Salgado para inmediatamente responder, mientras asevera enfáticamente con la cabeza: “Sin duda de la selva virgen, que desaparecerá”.
Más de 200 fotografías y música de Jean-Michel Jarre
La exposición Amazonia se aloja en el espacio expositivo de las Drassanes Reials de Barcelona y muestra de más de 200 fotografías, en gran formato y retroiluminadas, realizadas a lo largo de nueve años por Salgado. Amazonia se complementa con siete películas y una ambientación sonora especialmente compuesta para el proyecto por el músico francés Jean-Michel Jarre.
Jarre ha recurrido, para armar las composiciones, al archivo de sonidos de la selva amazónica que se encuentra en el Museo Etnográfico de Ginebra. En cuanto a las películas, consisten en siete vídeos donde se muestran imágenes de la vida de las comunidades indígenas amazónicas, a la vez que ofrecen las declaraciones de nueve líderes de estas tribus.
La comisaria de la muestra es Lélia Wanick, pareja del fotógrafo que desde los principios de su carrera se ha encargado de gestionar y exponer la obra de Salgado. Wanick explica que Amazonia ha pasado previamente por numerosas ciudades y que “la semana pasada se estrenó también en Singapur”. Antes ha viajado a Londres y ha pasado por Madrid, de donde procede el actual montaje de Barcelona.
Wanick también destaca que “se trata de una exposición con placas en relieve que permiten a los ciegos apreciar la información de las imágenes de Sebastião. Adicionalmente, los visitantes pueden hacerse con unas lentes de realidad aumentada que les permiten sobreponer información complementaria a las imágenes que están observando, además de escuchar las explicaciones mediante audífonos.
Imágenes de gran formato
El formato de las imágenes, de dimensiones de varios metros de ancho, muestra el característico color blanco y negro fotográfico de las obras de Salgado, que le permiten resaltar formas, brillos y reflejos, siempre mostrando el contraste entre el agua y la densa vegetación circundante.
También recurre con frecuencia a la fotografía aérea, de la que explica que ha podido realizarla gracias a los helicópteros del Ejército Brasileño. Así, colgado con cuerdas de la puerta abierta de estas naves, Salgado revela –y de este modo puede apreciarse en la exposición– que ha conseguido fotografiar espectaculares tormentas en la inacabable llanura selvática de la Amazonia. “Pero lo que más me enorgullece es haber traído a la muestra algo totalmente desconocido como son las montañas de la Amazonia, que constituyen las cotas más altas del territorio brasileño”, apostilla.
En diversas imágenes pueden observarse estos macizos rocosos y los espectaculares saltos de agua que parten de ellos. Respecto a la recurrencia del agua en sus imágenes, el artista, que a sus 80 conserva un excelente forma física y anímica, destaca que “las dos únicas formas de aproximarte a la Amazonia es a través del agua y por el cielo, porque la foresta es tan densa que es imposible penetrarla”.
Un país de agua
Pero el fotógrafo matiza que principalmente este territorio es un país de agua, un territorio surcado por ríos que deja innumerables islotes de selva donde habitan hasta 133 tribus étnicas que hablan otros tantos idiomas, por lo que lo define como una reserva de la diversidad tanto animal como humana. Concluye, así, que la principal manera de moverse en este vasto territorio es navegando sus ríos y afluentes.
Ilustra esta aseveración con una anécdota: “La primera vez que entré en la Amazonia lo hice a través de un barco que salió de Manaos; navegamos 21 días y entonces el capitán nos dijo que debíamos volver si no queríamos quedarnos sin gasolina”. Así lo hicieron en otros 21 días de regreso.
“En total estuvimos 42 jornadas viajando por la Amazonia, más de lo que te tomaría navegar desde Barcelona a Tokio y regresar”, enfatiza con su discurso elocuente y seductor. También pone en relieve la importancia del ecosistema fluvial amazónico desvelando que “mientras aquí una riada puede subir el nivel del agua hasta tres metros, allí puede alcanzar los 27 metros”.
Añade que una parte importante del bosque amazónico “permanece inundado casi seis meses”, pero incide además en la presencia de lo que denomina “un Amazonas aéreo”, en referencia al agua que se evapora de la selva y que forma enormes nubes cargadas de agua que entran en circulación planetaria, influyendo en el régimen de lluvias global. Asegura que “se estima que cada árbol de la selva puede evaporar hasta 1.200 litros de agua por día”.
Convivencia con las comunidades indígenas
Salgado también exhibe en Amazonia numerosas fotografías de la vida cotidiana de algunas tribus amazónicas, con sus integrantes en diversas actividades que comprenden la caza o la pesca. Son muchas de ellas imágenes de jóvenes muchachas y muchachos que miran la cámara entre la indiferencia y el desafío. Salgado explica que no fue nada sencillo llegar hasta estos poblados aislados en la impenetrable selva.
“En primer lugar tienes que solicitar visitarlas a la Funai, la Fundación Nacional de los Indígenas en Brasil, que es una fundación pública ligada al Ministerio del Interior y que ha conseguido que en torno de 25% del territorio de Amazonia sea selva indígena protegida por la Constitución”, explica.
A partir de ahí, un miembro de la Funai viajará hasta el territorio de la etnia en cuestión y preguntará si aceptan la visita de Salgado. “Pueden pasar una o dos semanas hasta que se reúnen y deciden democráticamente si me aceptan o no”, revela. Entonces comienza un viaje fluvial que puede durar semanas y durante el cual, el curso del río se va estrechando, de modo que si bien comienzan con buques fluviales, terminan con lanchas motoras.
“Una vez en la zona, hay que pasar una cuarentena fijada por la Funai para eliminar cualquier rastro de gérmenes que pudieran afectar a los indígenas, porque ellos no tienen anticuerpos contra nuestras enfermedades”, agrega Salgado, quien concluye que la aproximación siempre es compleja y escrupulosa. “Tengo que llevar traductor, tengo que llevar un antropólogo que trabaja con esta comunidad y que conoce sus costumbres y también a alguien de la Funai que supervise todo”, termina.
https://www.eldiario.es/catalunya/cultura/sebastiao-salgado-advierte-europa-amazonia-si-firma-acuerdo-libre-comercio-sudamerica_1_1187212
Fuente: https://rebelion.org/sebastiao-salgado-advierte-a-europa-del-fin-de-la-amazonia-si-firma-un-acuerdo-de-libre-comercio-con-sudamerica/
Valoremos, en fin, proyectos como:
Transición ecosocial y megaproyectos en el norte de Centroamérica
7 de diciembre de 2024
Por Gonzalo Fernández Ortiz de Zárate , Marcos Sebastián Langhoff | Viento sur
¿Qué transformaciones impulsar frente al fallo multiorgánico del sistema? ¿Cómo evitar el colapso ecológico y, a su vez, poner coto a las crecientes desigualdades estructurales? ¿Qué dinámicas y herramientas debemos implementar? ¿Quiénes deben ser los protagonistas, así como los antagonistas, de esta transformación? Estas son sin duda algunas preguntas de época, cuestiones de extrema relevancia a las que sí o sí tenemos que dar respuesta como humanidad.
De manera sintética, podemos resumir todas ellas en una sola: qué, quién y cómo poner en marcha procesos de transición ecosocial. Este concepto hace referencia a los horizontes y estrategias de cuestionamiento y transformación del conjunto de elementos que definen la forma actual de organizar la sociedad global, tomando la no superación de los límites biofísicos del planeta como premisa incuestionable. Incluye por tanto y de manera integral las principales variables económicas, energéticas, políticas, sociales, culturales y ambientales que interactúan en la trama de la vida.
Lamentablemente, este estratégico y poliédrico debate está hoy en día y en primer lugar acotado a estrechos círculos de alto conocimiento técnico, en segundo término, hegemonizado por la posición al respecto de élites y empresas transnacionales, y finalmente reducido a la cuestión energética, ámbito clave pero insuficiente para responder a la escala del convulso contexto global que enfrentamos. La versión verde y digital del capitalismo, de esta manera, se impone bajo una simple ecuación: mantenimiento de todas las señas de identidad del sistema vigente, más digitalización y economía verde como espacios de especial capitalización, igual a desarrollo inclusivo, descarbonización y sostenibilidad.
El problema es que este promisorio escenario está lejos de hacerse realidad –más bien avanzamos en la dirección contraria–, mientras el relato oficial oculta una práctica nociva marcada, entre otras cuestiones, por la proliferación indiscriminada de megaproyectos corporativos, herramienta sistemáticamente negativa para la clase trabajadora, las comunidades y los ecosistemas.
En consecuencia, la ampliación del debate sobre la transición ecosocial se convierte en prioridad política. Tanto para ir a la raíz del asunto, abordando integralmente todas las variables que nos han conducido a la profunda y múltiple crisis que atravesamos, como para garantizar un debate social de primer orden, en coherencia con la escala del reto.
Si esta ampliación es un compromiso ineludible en términos generales, su puesta en marcha es aún más estratégica y urgente en territorios periféricos y dependientes como el Norte de Centroamérica (NC), conformado por Guatemala, Honduras y El Salvador. Países condenados históricamente a un patrón de desarrollo que reproduce dinámicas neocoloniales, depredadoras y profundamente desiguales, que convierten a la región en una auténtica zona de sacrifico al servicio de la acumulación capitalista.
Amerita especialmente analizar, por tanto, si la agenda de transición en marcha es o no una nueva excusa para mantener el statu quo y dar inicio a otra oleada de megaproyectos, qué riesgos e impactos pudieran generarse y, en sentido contrario, cuáles podrían las alternativas posibles que permitieran transitar al NC por sendas más justas y emancipadoras, desmantelando el modelo del que se nutren oligarquías locales y empresas transnacionales.
Ese es precisamente el primer objetivo del presente informe: acompañar a los grupos y comunidades en resistencia frente al poder corporativo, a las organizaciones y movimientos sociales del NC en su análisis crítico de la coyuntura presente, así como de la definición de sendas para su superación. Entendemos esta investigación como una humilde herramienta a su servicio, que no sustituye sino complementa sus esfuerzos.
Además, el informe persigue un segundo objetivo: situar el debate en el NC en clave global, reforzando la mirada internacionalista en favor una agenda popular compartida. De este modo, diseccionamos las principales perspectivas en disputa sobre la transición ecosocial a escala mundial, evaluamos el desempeño general de la agenda hegemónica –que, aun de manera evidentemente asimétrica, desarrolla patrones similares a lo largo y ancho del planeta–, y denunciamos el conjunto de agentes y dinámicas impulsadas desde los países centrales para sostener el entramado neocolonial y corporativo en la región.
Acompañar, vincular, denunciar y favorecer la articulación son, en definitiva, las metas que persigue el presente informe que, en función de estas, se estructura en cuatro capítulos.
-El primero sitúa el debate sobre la transición ecosocial en el marco global. Se caracteriza así la naturaleza y el horizonte de la agenda oficial para, en última instancia, enfatizar la existencia de otras maneras alternativas de entender este proceso.
-El segundo capítulo, centrado ya en el NC, radiografía de manera integral la agenda impulsada en la región –aun señalando los matices y diferencias en cada uno de los tres países–, incluyendo aspectos económicos, energéticos, geopolíticos y político-jurídicos.
-El tercero aterriza el diagnóstico general de la agenda a la realidad concreta que viven territorios y comunidades, analizando una serie de megaproyectos significativos en sectores de especial interés como la energía, la minería metálica o las interconexiones eléctricas.
Finalmente, -el cuarto capítulo recoge todo el acumulado previo, sintetizando críticamente las señas de identidad actuales y el posible desempeño futuro de la agenda de transición ecosocial impulsada en la región para, desde ahí, ofrecer un bosquejo de propuestas alternativas que, si se dieran las condiciones, podrían llevar en nuestra opinión al NC por sendas más justas y emancipadoras.
Metodológicamente, el proceso de elaboración del informe se ha fundamentado sobre la revisión de la información institucional y social al respecto –presente e histórica–, así como en el desarrollo de entrevistas de todo tipo: movimientos sociales, organizaciones comunitarias, instituciones públicas, universidad, patronales de la energía renovable, etc. De manera complementaria, la investigación se ha sustanciado muy especialmente en torno a las visitas realizadas a múltiples megaproyectos, donde se ha dado la oportunidad de desarrollar grupos focales de trabajo e incluso asambleas con las personas resistentes a los mismos1.
Para finalizar esta introducción, explicitamos tres apreciaciones necesarias para entender mejor el enfoque adoptado y los resultados obtenidos en el presente informe.
-En primer lugar el documento, más allá de la firma por parte del Observatorio de Multinacionales en América Latina (OMAL) y de nuestra responsabilidad en los postulados esgrimidos, es producto de un trabajo colectivo 2. Y no nos referimos únicamente al análisis de los casos por parte de sus protagonistas, que son quienes han realizado el trabajo de sistematización de los diferentes megaproyectos. También entendemos que las ideas-fuerza desarrolladas son básicamente fruto del diálogo con los diferentes agentes sociales entrevistados y acompañados, y así lo queremos evidenciar.
-En segundo término, la investigación no pretende tomar la forma de un estudio profundo y pormenorizado de la agenda ecosocial de cada uno de los tres países que, a su vez, destaque por un amplio desarrollo técnico. Al contrario, y ante la vigencia de notables patrones comunes, hemos optado por una mirada regional –matizada en todo caso por evidentes especificidades nacionales, que señalamos– que ponga especial énfasis en las señas de identidad del proceso en el conjunto del NC y en sus vínculos internacionales. Una mirada de pájaro, en definitiva, que necesariamente ha de ser completada. No obstante, recoge de manera integral y sistematizada información suficiente y rigurosa para alimentar el estratégico debate sobre en qué incidir y cómo redefinir las estrategias ecosociales.
-Tercero y último, adelantamos que los resultados obtenidos están sujetos a una notable incertidumbre. Aunque esta última puede considerarse ya casi como una variable estructural de cualquier análisis ecosocial, se hace todavía más evidente en el NC, por un doble motivo.
Por un lado, la opacidad en la información institucional, como explicitamos a lo largo del informe, es más que notoria. La falta de datos, la escasa continuidad de estos, su frágil siste- matización, la ausencia de planes y objetivos claros, etc., es una constante que dificulta el trabajo de análisis riguroso. Siendo un ámbito tan estratégico, no hay duda de que se trata de un fenómeno buscado ex profeso, que pretende dificultar tanto al análisis crítico como la resistencia popular, lo cual debe ser objeto de denuncia pública.
Por el otro, la región vive una coyuntura de notable inestabilidad política, marcada por la llegada al gobierno de propuestas de signo contrario –desde el neoliberalismo autoritario y punitivista de Nuevas Ideas en El Salvador, hasta las agendas reformistas y socialdemócratas de Libre y Semilla en Honduras y Guatemala, respectivamente–, pero que coinciden en escapar a las dinámicas clásicas en la región de control estricto por parte de las oligarquías correspondientes.
Esta coyuntura podría posibilitar la apertura de un escenario más favorable que ampliara el marco ecosocial de lo posible, específicamente en los casos de Guatemala y Honduras. No obstante, las negativas correlaciones de fuerzas parlamentarias, la tendencia decreciente de apoyo popular que las agendas reformistas están sufriendo, el mantenimiento de sólidas estructuras de poder estatales y corporativas opuestas a cualquier cambio, así como los vientos reaccionarios que recorren el planeta, ponen una sombra de duda sobre la continuidad de unas iniciativas sobre las que sobrevuela de manera permanente la posibilidad de golpes de Estado. La contienda política a corto y medio plazo, en todo caso, dirimirá si algunas de las iniciativas que se apuntan cobran fuerza o se quedan en hechos puntuales sin mayor recorrido.
En resumen, y tomando en consideración las apreciaciones realizadas, exponemos a continuación un marco de ideas-fuerza de análisis y propuesta, realizadas desde una perspectiva posicionada y comprometida, pero también autónoma y rigurosa que, ojalá, alimente el debate sobre la transición ecosocial en el Norte de Centroamérica.
Leer el informe completo aquí
Fuente: https://rebelion.org/transicion-ecosocial-y-megaproyectos-en-el-norte-de-centroamerica/