Agosto-2024
El reconocimiento mayoritario de significados e implicancias del nombrarnos «países en vía de desarrollo» es clave para emanciparnos de:
Qué Sistema
Con la criminalidad de lesa humanidad y de lesa naturaleza e irracionalidad de aniquilar milenarias simbiosis culturales con la Naturaleza cuyo producto son selvas, bosques nativos y humedales creadores de los equilibrios ecológicos esenciales a la vida planetaria.
Conciliación de clases/ Concentración y centralización capitalista/
Alternativas emancipatorias
Conciliación de clases
Necesitamos, abajo y a la izquierda coherente con su esencia común-ista, que una creciente mayoría de los oprimidos, por el sistema mundo capitalista y su local, rompa con la conciliación de clase que los hace posibles. Urge ante la gran escala de la expropiación territorial de ambos y por consiguiente implicar degradación casi irreversible de biomas o ecorregiones. Implica confrontar con los Capitales que crecen por acaparamientos de la Amazonía, la Cordillera. las cuencas hidrográficas, las selvas, los bosques nativos, la Patagonia, etc. ¿Cómo frenarlos para luego erradicarlos? Requerimos expandir la deliberación, mediante multiplicación de espacios en común a lo largo y ancho del país-continente, sobre el avance raudo de la desertificación del país-continente y del planeta sólo para el lucro insaciable del 1% humano.
Generalicemos la toma de partido contra el capitalismo demostrando que en nombre de nuestro progreso hacia país-continente desarrollado nos está condenando al exterminio humano y a la inhabitabilidad de nuestros territorios. Significa comenzar por contrastar el discurso de justificación del crecimiento gran capitalista con su práctica sistémica de avasallamiento de los derechos de pueblos e individuos abajo y los de la naturaleza, cuya implicancia es el arrasamiento de la última o sea de las condiciones esenciales a la habitabilidad planetaria.
Ejemplifiquemos con el avance gran capitalista de la ocupación e invasión económica territorial del país-continente por el sistema global de agronegocios. Lo concretan en nombre, primero, de alimentar al mundo y ahora de producir agrocombustibles que oficializan como biocombustibles para embaucar de solucionar la emergencia climática garantizando la vida. Cuando lo cierto es que esos monocultivos de transgénicos pueden existir gracias a agrotóxicos derivados del petróleo, mortíferos para todos los seres que no sean los modificados en su herencia para tolerarlos y cancerígenos o teratógenos. Examinemos un ejemplo de enorme importancia:
El aumento de la demanda de aceite de soja para combustibles amenaza con colapsar la Amazonía brasileña
8 de noviembre de 2022
Ecologistas en acción
Un nuevo estudio analiza la relación entre el incremento del uso de aceite de soja para producir carburantes y los niveles históricos de deforestación de extensas zonas de Brasil.
– Un nuevo estudio analiza la relación entre el incremento del uso de aceite de soja para producir carburantes y los niveles históricos de deforestación de extensas zonas de Brasil, así como con el aumento del precio de alimentos básicos y la destrucción de un ecosistema clave para la vida en el planeta.
– Ecologistas en Acción alerta de que la eliminación progresiva del aceite de palma en la fabricación de combustibles está provocando la utilización masiva de otros cultivos alimentarios como el aceite de soja, con unos impactos muy negativos que deben ser frenados.
– La UE en su conjunto, y España como Estado miembro, deben catalogar el aceite de soja como materia prima insostenible y abandonar de inmediato su utilización para la fabricación de combustibles, tal y como ha propuesto el Parlamento Europeo.
Según el informe publicado hoy por la organización europea Transport&Environment, de la que forma parte Ecologistas en Acción, el fuerte aumento de la demanda de aceite de soja para producir combustibles está directamente relacionado con la aceleración de la deforestación en la Amazonía brasileña, que en 2021 alcanzó su máximo de los últimos 15 años. Una tendencia que se mantiene en 2022, año en el que se ha registrado el mayor nivel de destrucción de la selva brasileña entre los meses de enero y agosto desde 2008.
Tal y como pone de manifiesto el estudio, dicha tendencia coincide con un incremento progresivo en la demanda de aceite de soja para la fabricación de combustibles. En efecto, mientras en 2005 tan solo el 6 % del aceite de soja producido en el ámbito global iba a parar a nuestros depósitos, en 2021 la cifra se había triplicado para alcanzar el 20 %. Si tenemos en cuenta los volúmenes de soja procesados en este periodo, estos han aumentado un 580 %, pasando de 2,1 millones de toneladas en 2005 a 12,2 en 2021.
La UE ha contribuido en gran medida a dicho aumento de la demanda. El fomento de la producción de combustibles procedentes de cultivos alimentarios establecido en la Directiva de Energías Renovables ha provocado que el consumo de aceite de soja en la UE se haya duplicado entre 2015 y 2017. Y esta tendencia podría verse agravada en el futuro: tras la catalogación por Bruselas del aceite de palma como materia prima de alto riesgo en 2019 y el abandono previsto de su uso en 2030, la industria se focaliza cada vez más en materias primas como la soja. De ahí que, según cálculos de Transport&Environment, la demanda de aceite de soja podría cuadriplicarse en los próximos años.
Según el informe publicado, demanda de aceite de soja y deforestación van de la mano. Amplios territorios de selva (como la Amazonía) y de sabana (como El Cerrado, un extensísimo bioma al sur de aquella) han sido arrasados para convertirse en zonas de cultivo de la soja. Incluso tierras deforestadas para ganadería industrial acaban cediendo a la presión del monocultivo de la soja, lo que fuerza a las explotaciones ganaderas a adentrarse aún más en la selva.
Los datos mostrados por el informe son concluyentes: la superficie de terreno dedicada al cultivo de soja en la Amazonía ha aumentado 10 veces entre 2009 y 2019. Algo coherente con las estimaciones de la FAO, que muestra cómo, mientras la superficie para ganadería se ha mantenido estable en Brasil desde el año 2000, las tierras destinadas al cultivo de soja, maíz y caña de azúcar —los cultivos más demandados para la fabricación de combustibles— han crecido en 23, 6,4 y 5,2 millones de hectáreas, respectivamente.
Paradójicamente, ese aumento de la superficie de tierra cultivada no se está empleando para producir alimentos que satisfagan las necesidades alimentarias de personas y animales, como pone de manifiesto el hecho de que las áreas dedicadas al cultivo de arroz o leguminosas ocupan hoy 3,6 millones de hectáreas menos que en 2000.
Por otro lado, la fuerte demanda de cultivos alimentarios para producir carburantes ha provocado importantes subidas en los precios de los aceites vegetales, que alcanzaron un máximo histórico en 2021. La presión sobre una materia prima como la soja genera aumentos inmediatos en el coste de otras materias primas, como aceites vegetales, cereales o productos lácteos.
Intensificada por la guerra en Ucrania, esta situación se traduce en un aumento de los niveles de inseguridad alimentaria en numerosos puntos del planeta: según el Programa Mundial de Alimentos, el número de personas en situación de inseguridad alimentaria aguda ha pasado de algo más de 200 millones en 2019 a 345 millones a día de hoy.
Paralelamente, la destrucción de ecosistemas para el monocultivo de la soja tiene efectos nefastos sobre la vida en espacios de enorme riqueza natural. Según el estudio de Transport&Environment, se calcula que el jaguar ha perdido en torno al 50 % de sus hábitats originales como consecuencia de la deforestación de la Amazonía. Igualmente, en el informe miembros de comunidades indígenas denuncian situaciones de hostigamiento para abandonar sus territorios, incendios provocados, rociamiento de comunidades con pesticidas o contaminación de sus aguas, entre otras agresiones por parte de la industria.
Para frenar todos estos impactos, el estudio apunta a una serie de recomendaciones políticas para la UE, inmersa en el proceso de revisión de la Directiva de Energías Renovables. En opinión de Pablo Muñoz, portavoz de la campaña de biocombustibles de Ecologistas en Acción, “la UE puede y debe frenar el daño que la expansión de la soja está provocando en Brasil y otros puntos del planeta. Para hacerlo, la Comisión y el Consejo deben simplemente apoyar la propuesta del Parlamento Europeo de abandonar en 2023 el aceite de palma y de soja para producir combustibles”.
Algo que aplica igualmente a los Estados miembro individualmente, según recuerda el portavoz ecologista: “España debe sumarse a otros países de la UE que ya han decidido abandonar tanto la palma como la soja. Seguir quemando alimentos en nuestros depósitos no tiene ninguna justificación, como tampoco la tiene seguir deforestando y agravando la crisis climática que nos afecta”.
https://www.ecologistasenaccion.org/212288/el-aumento-de-la-demanda-de-aceite-de-soja-para-combustibles-amenaza-con-colapsar-la-amazonia-brasilena/
Fuente: https://rebelion.org/740752-2/
Podríamos atribuir a Bolsonaro en exclusivo la desertificación pero el responsable fundamental es el capitalismo sea su gestión por la derecha explícita sea por la progresista.
Brasil y Bolivia concentran el 90% de la deforestación y
degradación de la Amazonia
Según una investigación, dada a conocer por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica, el bosque tropical más grande del mundo se encuentra a puertas de la “destrucción irreversible del ecosistema”
5 de septiembre2022
Por Andrés Rodríguez
La Amazonia se encuentra inmersa en una crisis o punto de no retorno debido a las altas tasas de deforestación y degradación. Esta situación no es un escenario futuro, sino un estado ya presente en algunas zonas de la región. Países como Brasil y Bolivia concentran el 90% de la deforestación y degradación combinadas, entendidas como perturbaciones en el bosque. Como resultado, la sabanización, proceso que lleva a un ecosistema a convertirse en llanuras con pocos árboles o muy distanciados entre sí, ya se está produciendo en ambos países, de acuerdo conel informe La Amazonia a contrarreloj: un diagnóstico regional sobre dónde y cómo proteger el 80% al 2025, dado a conocer este lunes, en Lima, Perú, en la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas, organizada por la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA).
La investigación, dada a conocer por líderes indígenas amazónicos e investigadores, aborda la problemática a nivel nacional en los nueve países de la cuenca y evidencia que el 34% de la Amazonia brasileña ha entrado en un proceso de transformación, al igual que el 24% de la Amazonía boliviana, seguido por Ecuador con el 16%, 14% en Colombia y 10% en Perú, que son los países con mayores índices. Asimismo, la sabanización ya es una realidad en el sureste de la región, principalmente en Brasil y Bolivia. Ambas naciones comparten las invasiones o avasallamientos como causa central de la deforestación. Esta problemática pone en el centro de las soluciones a los Estados y sus marcos legales.
La Amazonia se encuentra a puertas de la “destrucción irreversible del ecosistema” debido a las altas tasas de pérdida y perturbación de la selva que, combinadas, ya alcanzan el 26% de la región. Sin embargo, el 74% restante, 629 millones de hectáreas de áreas prioritarias siguen en pie y requieren protección inmediata. La Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) conceptualiza a la Amazonía como un ecosistema integral que cubre un área de investigación de 847 millones de hectáreas. “Sin saberlo, comemos, nos transportamos y nos vestimos con productos que destruyen a la Amazonía. No podemos darnos el lujo de perder una hectárea más. El futuro de la Amazonía es una responsabilidad de todos”, dijo Alicia Guzmán, representante de Stand.Earth, una de las coordinadoras que forma parte de la coalición “Amazonia por la Vida”.
Según el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales, dependiente de la Agencia Espacial Brasileña, en los últimos 30 días se registraron vía satélite 31.513 alertas de incendios en la Amazonia, convirtiendo al pasado agosto en el peor desde 2010, cuando las quemas ascendieron a 45.018 en todo el mes. El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sugirió que el incremento de los incendios fue causado por eventos naturales o por las comunidades indígenas, según dio a conocer en una entrevista con Globo TV el pasado 22 de agosto.
“En Brasil somos testigos de un Gobierno con una política de Estado frontalmente antiindígena que intenta, de todas las maneras posibles, legalizar lo ilegal. La destrucción y codicia desenfrenada a nuestros territorios ancestrales, nuestra Amazonia, en el norte del país, es la cara visible de la histórica violación de derechos a los que nosotros estamos sujetos hace décadas”, dijo Nara Baré, ex coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonia Brasileña.
Según el mismo informe, desarrollado desde 2021 por la RAISG—con datos desde 1985 a 2020—, la industria ganadera es la mayor impulsora de la deforestación en la Amazonia. La deforestación causada por la ganadería en la selva amazónica representa casi el 2% de las emisiones globales de dióxido de carbono (CO2) anualmente.La mayor parte de la actividad ganaderaen el mundo tiene lugar en Brasil.
La investigación también señala que el 66% de la Amazonia está sujeta a algún tipo de presión fija o permanente. Apunta a que donde hay fuerte presencia estatal se presentan amenazas y presiones o impulsores “legales” y en sitios donde la presencia gubernamental es débil, se presentan impulsores “ilegales”.Los territorios indígenas y áreas protegidas no están almargen de esta realidad. “Los bloquespetroleros, centrales hidroeléctricas yminas se planifican a lo largo y ancho de la Amazonia. Los marcos legales vigentes generan condiciones para que los Estados concesionen licencias en bosques intactos o territorios indígenas sin el consentimiento libre previo e informado de las poblaciones que habitan la región”, señala el documento.
Otro dato que no es menor, presente en el informe, es que entre 2015 y el primer semestre de 2019, 232 líderes comunitarios indígenas fueron asesinados en la región en disputas por la tierra y recursos naturales. En 2020, esta tendencia se mantuvo. Mientras que, en 2021, un tercio de todas las violaciones registradas en las Américas fueron contra defensores de los derechos ambientales, territoriales y de los pueblos indígenas. Debido a la alarmante situación de violencia en la región, el pasado julio, el Parlamento Europeo ha adoptado una resolución que condena las políticas de derechos humanos del presidente brasileño y denuncia la creciente violencia contra defensores, indígenas, minorías y periodistas en Brasil, incluido el asesinato de Dom Philips y Bruno Pereira.
“Existe una correlación directa entre la destrucción de nuestro hogar y los asesinatos a líderes y lideresas indígenas, defensores de nuestros territorios. Hemos corroborado que el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas de la cuenca amazónica es una solución urgente para salvaguardar el 80% de la Amazonia. Debemos actuar todos en unidad, y debemos hacerlo antes de 2025″, dijo José Gregorio Díaz Mirabal, líder indígena y coordinador general de la COICA.
Fuente: https://elpais.com/america-futura/2022-09-05/brasil-y-bolivia-concentran-el-90-de-la-deforestacion-y-degradacion-de-la-amazonia.html
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¿Amazonía en el punto de no retorno?:
Brasil y Bolivia son los países con mayor
deforestación y degradación de sus bosques
15 septiembre 2022
Por Ivette Sierra Praeli
- Un estudio elaborado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada señala que un 26 % de los bosques amazónicos se han transformado de manera irreversible y presentan alto nivel de degradación.
- La sabanización de la Amazonía ya está presente en Brasil y Bolivia, mientras que Ecuador, Colombia y Perú avanzan en el mismo sentido.
Las cifras de deforestación y degradación de los bosques amazónicos han llegado al 26 % en todo el territorio de la Amazonía que cubre 847 millones de hectáreas: 20 % ha sufrido una pérdida irreversible y 6 % presenta alta degradación. El punto de no retorno de la Amazonía ya no es un escenario futuro, sino del presente en algunas zonas de la región. Además, de los nueves países que conforman la cuenca amazónica, Brasil y Bolivia tienen las mayores cantidades de destrucción y como resultado “la sabanización ya se está produciendo en ambos países”.
Así lo indica el estudio La Amazonía contra reloj: un diagnóstico regional sobre cómo proteger el 80 % al 2025, elaborado por la Red Amazónica de Información Socioambiental Georreferenciada (RAISG) —en coalición con la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA) y Stand.earth— que se presentó en la V Cumbre Amazónica de Pueblos Indígenas realizada en Lima, Perú.
En el estudio se destaca que Brasil y Bolivia concentran el 90 % de la transformación y alta degradación que afecta a la cuenca amazónica. El restante 10 % lo comparten Perú, Colombia, Ecuador y Venezuela, con cifras de pérdida de bosques amazónicos cada vez más preocupantes.
Cabe precisar que según los estudios de Thomas E. Lovejoy y Carlos Nobre el punto de no retorno ocurre cuando la deforestación y degradación combinadas superan el umbral de entre el 20 % y 25 %, cifra que los científicos consideraron para la Amazonía este, sur y central.
“Estamos destruyendo el agua, la biodiversidad, los alimentos. El ser humano, las empresas extractivas y los gobiernos continúan con una economía de combustibles fósiles y están destruyendo nuestro presente y nuestro futuro. Este es un llamado de emergencia”, dijo José Gregorio Díaz Mirabal, coordinador general de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), durante la presentación de este informe.
El documento reúne información sobre el estado actual de las áreas prioritarias clave en la Amazonía, datos de la situación de la biodiversidad e identifica los impulsores o drivers de destrucción de los bosques amazónicos. Además, plantea soluciones para abordar la crisis Amazónica.
El punto de no retorno en la Amazonía
“Nuestros datos demuestran que la protección del 80 % de la Amazonía es necesaria y posible, pero sobre todo, urgente. De continuar la tendencia actual de deforestación, la Amazonía tal como la conocemos hoy, no llegaría al 2025”, dice el informe elaborado por la RAISG, sustentado en el análisis de datos desde 1985 hasta 2020.
Marlena Quintanilla, directora de investigación de la Fundación Amigos por la Naturaleza (FAN) e investigadora principal del informe, indica que en los últimos 20 años la Amazonía ha sufrido la transformación de por lo menos 50 millones de hectáreas. “A muchos nos cuesta dimensionar cuánto significa esta extensión, pero podemos decir que es un territorio más grande que toda España”.
Quintanilla menciona que “el 26 % de la Amazonía ha sufrido transformaciones completas y una degradación profunda” y precisa que Bolivia y Brasil, los países con mayor impacto y transformación de su Amazonía, presentan síntomas importantes de estos cambios. En Bolivia —añade Quintanilla— las lluvias han disminuido en un 17 % y la temperatura se ha elevado en más de 1 grado centígrado. “Estamos en el momento para revertir y restaurar la Amazonia”, advierte y hace un llamado para que se tomen acciones hacia el 2025 “porque para el 2030 puede ser tarde”.
La experta de FAN se refiere así a una de las conclusiones expresadas en el informe: “Un horizonte al año 2030 puede ser catastrófico para el bosque continuo más grande del planeta y para las más de 500 nacionalidades y pueblos indígenas que en él habitan y para la humanidad”.
El informe también detalla que la Amazonía de Brasil —que ocupa el 40 % del bosque tropical del mundo— ha superado el punto de no retorno con un 25% de transformación y un 9 % de alta degradación, es decir, el 34 % de la Amazonía brasileña prácticamente se ha perdido. “Esta realidad amenaza a toda la región por ser Brasil el país que alberga dos tercios de la Amazonía. La pérdida registrada compromete el sur brasilero y también a los biomas bolivianos. La transformación responde primordialmente a la urbanización”.
En esta vorágine de destrucción, Bolivia ha llegado prácticamente al límite del punto de no retorno con un 20 % de transformación y 4 % con alta degradación. Este país tiene un 24 % de su Amazonía arrasada.
Quintanilla también critica que los discursos de los gobiernos plantean la protección de la Amazonía, pero estos ofrecimientos no se concretan. “El avasallamiento de los territorios indígenas y la no titulación son los principales problemas. Muchas de las áreas que demanda Coica como territorios indígenas no han sido atendidas. En el caso de Bolivia, desde el 2012 no ha habido avances en la titulación de territorios indígenas. La titulación es un paso importante para garantizar y no transformar más la Amazonia”.
En ese sentido, la experta de FAN dice que a través de este informe se busca visibilizar cuál es el rol de los pueblos indígenas para proteger la Amazonía y asegura que la lucha contra el cambio climático debe incluir como protagonistas a los pueblos indígenas.
Las causas de la deforestación
Este informe se presenta un año después de que más de 60 estados miembros de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) aprobara —durante su Congreso Mundial de 2021, realizado en Marsella, Francia— el compromiso de proteger el 80 % de la Amazonía para el 2025.
Ahora, el informe de RAISG indica que se requieren medidas urgentes para salvaguardar ese 80 % de la Amazonía que, en realidad, corresponde al 74 % restante —629 millones de hectáreas— que aún no han sufridos transformación ni alta degradación.
De todo este territorio el 33 % corresponde a Áreas Prioritarias Clave, el 41 % a una Baja Degradación, mientras que un 6 % restante son tierras dedicadas a la restauración (54 millones de hectáreas) de tierras con alta degradación.
Las cifras de este informe también indican que “el 66 % de la Amazonía está sujeto a algún tipo de presión fija o permanente” y especifica que en los lugares con presencia del Estado se presentan amenazas y presiones o impulsores legales, mientras que en donde la presencia estatal es débil, las presiones e impulsores de la destrucción son ilegales.
La actividad agropecuaria es —según el informe— responsable del 84 % de la deforestación amazónica, y las invasiones o avasallamientos, así como los incendios forestales están directamente relacionadas a la ampliación de la frontera agrícola, mientras que la deforestación causada por la ganadería en la selva amazónica representa casi el 2 % de las emisiones globales de CO2 anuales y la mayor parte de la ganadería en el mundo ocurre en Brasil.
La minería es otro de los drivers de la deforestación y degradación de los bosques amazónicos, una actividad presente en los nueve países y que afecta al 17 % de la Amazonía. Además, “la minería ilegal que carece de registros se está expandiendo en toda la cuenca amazónica”, precisa el informe.
La extracción de petróleo también tiene un impacto negativo en el bioma amazónico. Los cálculos de RAISG indican que el 9.4 % de la superficie Amazónica (80 millones de hectáreas) está ocupada por lotes petroleros.
Ecuador es el país donde se extrae más petróleo, pues el 89 % del crudo exportado desde la Amazonía proviene de este país. “Más de la mitad (52 %) de la Amazonía ecuatoriana es un bloque petrolero, 31 % en Perú, 29 % en Bolivia y 28 % en Colombia”, señala el informe. Además, el 43 % de estos bloques petroleros están ubicados en áreas protegidas y territorios indígenas.
Carmen Josse, directora de la Fundación Ecociencia y coautora del estudio, señala que el panel científico ha constatado que en la Amazonía el aumento de la temperatura es de 1.2 grados más, cifra que está por encima del promedio global de 1.1 grados. “Es una de las regiones con más riesgo en la tierra y con más del 90 % de especies expuestas a temperaturas sin precedentes si se ven las estimaciones de los modelos hacia el 2007”.
Josse menciona que el panel científico responsable del estudio ha advertido que estamos muy cerca de alcanzar el punto de no retorno. “Los bosques amazónicos que conocemos ya no podrán existir y serán reemplazados por otros tipos de ecosistemas que no ofrecerán los mismos servicios ecosistémicos que tenemos ahora. Es un efecto en cascada que tendría enorme impacto en el clima y, en consecuencia, en la biodiversidad, agricultura, salud y bienestar de todos los humanos”. (…)
Fuente: https://es.mongabay.com/2022/09/alerta-por-deforestacion-y-degradacion-de-la-amazonia-punto-de-no-retorno/
En consecuencia, la expropiación y el consiguiente acaparamiento de tierras por quienes dominan al sistema mundo capitalista y a sus locales no se detiene pese a generar ecocidios y genocidios. Su criminalidad de lesa naturaleza y lesa humanidad desde 2019 se ha agravado al usar incendios para adueñarse de tierras de los bosques nativos y las selvas. En Colombia, el sistema mundo capitalista junto a su local avanza planificando esos incendios y nos muestra que los incendios en Argentina forman parte de ese plan capitalista e imperialista. Recordemos que rige el Plan Colombia. Leer
Ya al capitalismo no le alcanzan los incendios para acelerar e intensificar la ocupación e invasión de territorios convertidos en tierras devastadas y despliega su nazi fascismo, con apoyo integral de sus democracias, para exterminar a los palestinos y expulsarlos de modo de apropiarse de los bienes comunes naturales que clasifica como recursos naturales.
Concentración y centralización capitalista
Reflexionemos sobre cómo actúa otro gobierno progresista, el de Lula, facilitando concentración-centralización capitalista contra los pueblos y la vida planetaria:
Brasil puso en marcha una megaplanta de celulosa y aumenta la competencia regional
23 de julio 2024
El Proyecto Cerrado en el estado de Mato Grosso do Sul será la mayor fábrica de una sola línea del mundo, impactando directamente en la oferta global.
· Se inauguró el Ferrocarril Central, la obra clave para el crecimiento de la celulosa en el país
· Los precios de la celulosa siguen al alza, pero podrían caer en el segundo semestre
- La compañía brasileña Suzano, la mayor productora de celulosa del mundo, comenzó a operar en su Proyecto Cerrado en el estado de Mato Grosso do Sul, una megaplanta que una vez finalizada será la mayor fábrica de celulosa de una sola línea del mundo, con la capacidad para producir 2,55 millones de toneladas métricas al año.
El impulso de la nueva planta ampliará aún más su suministro de celulosa blanqueada de eucalipto, ya que se prevé una producción total de 900.000 toneladas para el final del corriente año y de 2,0 millones de toneladas dentro de 12 meses, algo que se traduce directamente en una mayor competencia para las exportaciones uruguayas del biopolímero y una presión a la baja sobre los precios por el aumento de oferta en la región.
En 2023, las exportaciones de celulosa alcanzaron valores históricos en Uruguay, posicionándose como el segundo producto más importante, tras un incremento del 7% sobre lo exportado en 2022, repercutiendo en una facturación de 2.019 millones de dólares. En junio, las colocaciones del biopolímero treparon un 50% interanual y reportaron unos 219 millones de dólares.A la nueva planta brasileña hay que sumarle el inicio del proyecto MAPA (Modernización y Ampliación de la Planta Arauco) en Chile, por parte de la gigante chilena Arauco en 2023, que le permitirá producir en esa superficie unas 1,56 millones de toneladas al año. En Uruguay, la planta de la finlandesa UPM en Fray Bentos tiene la capacidad de producir unos 1,3 millones de toneladas de celulosa por año, mientras que la de Paso de los Toros unas 2,1 millones de toneladas anuales. A esto, se le debe sumar 1,4 millones de toneladas al año de la planta de Montes del Plata (propiedad de Arauco y la sueco-finlandesa Stora Enso) en Colonia.
El contexto del mercado de la celulosa a nivel global
Desde el comienzo del año, a partir de caídas en los inventarios, un aumento de consumo en Europa y las perturbaciones en la oferta generadas por las masivas inundaciones en Rio Grande do Sul (Brasil), entre otros factores, llevaron los precios de la celulosa de casi 700 dólares a más de 1.300 dólares por tonelada.
El precio de referencia para la celulosa de fibra corta en 1,320 dólares, y que llegó a tocar los 1.690 dólares a comienzos del mes siendo el más alto de la historia en términos nominales, supone un buen escenario para Uruguay, pero esto podría cambiar rápidamente a partir del incremento de la oferta regional.
Fuente: https://www.ambito.com/uruguay/brasil-puso-marcha-una-megaplanta-celulosa-y-aumenta-la-competencia-regional-n6036435?fbclid=IwY2xjawEQa4hleHRuA2FlbQIxMQABHfLU_DSJNXKPzt-E08QR2Y-ZCHTcpPUfl4EtwHw0PLkMrgf_DNypGp3BLA_aem_rptVM3uYuaNDykkfNACBlQ
Reparemos en otra dirección del progreso capitalista:
Militarización para controlar a los pueblos
29 de julio 2024
Por Raúl Zibechi| La Jornada
El reconocido pedagogo Henry Giroux acaba de escribir un ensayo sobre su país, Estados Unidos, en el que analiza las crueles políticas neoliberales y de odio a la democracia desde la década de 1970. En el centro de sus prácticas estatales autoritarias y delincuentes se encuentra una guerra sistémica contra los trabajadores, los jóvenes, los negros y los inmigrantes, cada vez más definida por el aumento de la violencia masiva y un Estado castigador tanto en el país como en el extranjero (https://goo.su/R7D6).
Resulta evidente que una guerra sistémica contra los pueblos debe ir de la mano de la militarización de nuestras sociedades, proceso que estamos viviendo en tantos países y regiones de América Latina, así como en el resto del planeta. Lo importante es comprender su carácter sistémico y no coyuntural o ligado a determinado gobierno. Este es el paso inicial para poder asumir porqué no debemos apostarle a los Estados, ya que son precisamente los responsables del nuevo militarismo contra los pueblos.
Días atrás fue publicado el ensayo «Experimentar la militarización. El caso Wallmapu» por Fernando Pairicán y Wladimir Martínez (https://goo.su/lwIC9), en el que analizan dos años de estado de excepción en territorio mapuche de Chile y las consecuencias que tiene en las comunidades.
Lo primero que destacan es que la fase actual de la militarización comenzó durante el gobierno del neoliberal Sebastián Piñera y se mantiene incrementada bajo el progresista Gabriel Boric. Se trata de una política de Estado. Lo segundo es que esta militarización no ha tenido efectos reales en reducir el nivel de violencia, según abundantes datos que aportan. Su costo es muy claro: la sensación de amenaza permanente que pagan las comunidades.
La presencia de carabineros, policías y ahora también del ejército en las comunidades mapuches no contribuye a disminuir los delitos vinculados al narcotráfico, pero afecta principalmente a los jóvenes que han venido creando nuevas organizaciones autonomistas radicales.
Pairicán y Martínez aseguran que los procesos de militarización son una táctica de reordenamiento territorial que restringe los vínculos e interacciones de aquellos grupos o poblaciones bajo control, amenazando el modo en que éstos se relacionan, interactúan y habitan con su entorno.
En paralelo, concluyen que se impuso un discurso que propició nuevos tipos de racismo a partir de conceptos como narcoterrotistas y violentistas, que fomentaron los estigmas y prejuicios hacia los mapuches, al tiempo que justificaron el despliegue militar en la zona. Antes que ser una solución, este modelo, que podemos llamar como democracia colonial violenta, ha devenido en problema.
Impotente ante el aumento exponencial de la violencia del narco, el Estado pretende extender la militarización del territorio mapuche a nuevas regiones y ciudades.
En Perú se ha publicado el 18 de julio un informe de Amnistía Internacional sobre las masacres contra campesinos andinos durante las protestas de diciembre de 2022 a marzo de 2023, titulado: ¿Quién disparó la orden? Responsabilidad de la cadena de mando por muertes y lesiones en protestas en Perú, que se saldaron con 50 muertos y mil 400 heridos (https://goo.su/qVCt).
Todos los datos que aporta el informe apuntan a la responsabilidad de la presidenta Dina Boluarte, que asumió luego de la destitución y arresto del presidente Pedro Castillo, y de los altos mandos militares y policiales. En un solo día, el 9 de enero de 2023, en el aeropuerto de Juliaca fueron muertas 18 personas y más de 100 resultaron heridas.
El informe destaca que la Policía Nacional recibía órdenes para eliminar barreras humanas y que los comandantes calificaban a los manifestantes de terroristas, y que autorizaron el uso de armas de fuego de alto calibre para enfrentar a las fuerzas adversas. Enfrentaron la movilización social con la lógica de la guerra para exterminar al bando opuesto.
Año y medio después de las masacres no hay justicia. Raúl Samillán, presidente de la Asociación de Mártires y Victimas del 9 de Enero, califica al régimen como una dictadura parlamentaria, punto que coincide con el ensayo sobre la militarización en Wall Mapu.
La geografía de la violencia estatal es exactamente la misma que la violencia colonial durante cinco siglos, algo que se repite en toda América Latina, desde Guatemala y México hasta Argentina y Chile. Es evidente que esta guerra sistémica se dirige contra pueblos originarios, negros y campesinos. Antes para robarles oro y plata, ahora consiste en despejar territorios para convertir la vida en mercancía.
La geografía de las resistencias es también la misma que la de las violencias coloniales y extractivistas. Nuestro desafío sigue siendo ampliar geografías, pueblos y sectores sociales involucrados en la resistencia al capitalismo. No está siendo sencillo. La militarización nos impone límites, amenazando la reproducción de la vida.
https://www.jornada.com.mx/2024/07/26/opinion/020a1pol
Fuente: https://rebelion.org/militarizacion-para-controlar-a-los-pueblos/
Alternativas emancipatorias
Cuestionemos la creencia mayoritaria que la democracia vigente es antagónica a la dictadura genocida de los setenta para destapar que los poderes establecidos con terrorismo de estado siguen acumulando riquezas a través del acaparamiento extractivista de bienes comunes y dominio sobre nosotros, los diversos de abajo, mediante el Estado supranacional-nacional en guerra de amplio espectro contra nosotros, sus oprimidos.
Apreciemos que, pese a la represión y extorsión económica, la autoorganización comunitaria y plurinacional está abriendo caminos hacia las alternativas anticapitalistas o contrarias a la imposición del acaparamiento oligopólico de bienes comunes y su mercantilización que condujo a las actuales emergencias social, alimentaria, sanitaria y ecológica-climática. Están concretando bases esenciales a la real y efectiva democracia. Expandirla exige confrontar con los nac&pop o los progresistas e izquierdistas electoraleros teniendo en cuenta que los gobiernos progresistas junto a partidos e intelectuales de izquierda reforzaron nuestro subdesarrollo al imponer la continuidad en los extractivismos.
Advirtamos qué significa e implica el desarrollo capitalista en este artículo de Marcelo Colusi DONDE ES IMPRESCINDIBLE SUSTITUIR «MEDIO AMBIENTE» SEGÚN LENGUAJE EUFEMÍSTICO DE LA ONU POR «NATURALEZA».
Medio ambiente: problema de todos
26 de agosto de 2024
Por Marcelo Colusi | Rebelión
«Si somos incapaces de preservar la especie humana, ¿qué objeto tiene salvaguardar las especies vegetales?» (Wangari Muta Maathai)
La «Flor de las Indias», como las llamó Marco Polo (las 1.200 islas e islotes de coral desperdigadas por el Océano Índico conocidas como Islas Maldivas), con sus 250.000 habitantes (hoy día paraíso turístico), están condenadas a desaparecer bajo las aguas oceánicas en un lapso no mayor de 30 años si continúa el calentamiento global y el consecuente derretimiento de casquetes polares y glaciares. Lo tragicómico es que sus habitantes no han vertido prácticamente un gramo de agentes contaminantes.
La globalización es un proceso no sólo económico. Extremando el concepto, donde más podemos verla (sufrirla) es en la perspectiva ecológica que trae el nuevo modelo de producción industrial surgido hace doscientos años. La globalización, en términos estrictos, es ante todo la mundialización de los problemas medioambientales, de los que nadie, en ningún punto del globo, puede sustraerse.
La solución a esa degradación de nuestra casa común, que desde hace algunos años se viene dando con velocidad vertiginosa, es más que un problema técnico: es político, y no hay ser humano sobre la faz del planeta que no tenga que ver con él. Así como nadie escapa a la publicidad comercial, así, mucho más aún, nadie escapa al efecto invernadero negativo, a la lluvia ácida, a la desertificación y a la falta de agua potable; en ningún área del quehacer humano puede verse más claramente la globalización que en el campo de la ecología. Y en ningún campo de acción en torno a grandes problemas humanos se encuentran respuestas más globalizadas que en lo tocante a nuestro compartido desastre medioambiental. Un habitante de las Maldivas, consumiendo 100 veces menos que un estadounidense o un europeo, está tanto o más afectado que ellos por los modelos de desarrollo depredadores que envuelven a toda la humanidad. O nos salvamos todos, o no se salva nadie.
Podríamos considerar el desastre ecológico como consecuencia de factores exclusivamente técnicos, solucionables también en términos puramente tecnológicos (reemplazar los vehículos de combustión interna alimentados por derivados del petróleo por vehículos eléctricos, por ejemplo). Pero la tecnología es un hecho altamente político. Si nuestra forma de concebir la productividad del trabajo se da en el marco del actual modelo de desarrollo (sin dudas contrario al equilibrio ecológico), ello es, ante todo, un hecho político, un hecho que nos habla de cómo establecemos las relaciones sociales y con el medio circundante.
La industria moderna ha transformado profundamente la historia humana. En el corto período en que la producción capitalista se enseñoreó en el mundo -dos siglos, desde la británica máquina de vapor de James Watt en adelante- la humanidad avanzó técnicamente lo que no había hecho en su ya dilatada existencia de dos millones y medio de años. Puede saludarse ese salto adelante como un gran paso en la resolución de ancestrales problemas: desde que la tecnología se basa en la ciencia que abre el Renacimiento europeo, con su visión matematizable del mundo, se han comenzado a resolver cuellos de botella. La vida cambió sustancialmente con estas transformaciones, se hizo más cómoda, menos sujeta al azar de la naturaleza. No por ello saludamos alegres al capitalismo; en todo caso, podemos saludar a la ciencia.
De todos modos, esa modificación en la productividad no dio como resultado solamente un bienestar generalizado. Concebida como está, la producción es, ante todo, mercantil. Lo que la anima no es sólo la satisfacción de necesidades, sino el lucro. Más aún: la razón misma de la producción pasó a ser la ganancia; se produce para obtener beneficios económicos. A partir de esta clave esencial puede entenderse la historia que transcurrió en este corto tiempo desde la máquina de vapor de mediados del siglo XVIII a nuestros días; la historia del capitalismo (europeo primero, norteamericano luego, igualmente el japonés o el de cualquier país del mundo, sea muy desarrollado o precario) no es otra cosa que la obsesiva búsqueda del lucro, no importando el costo. Si para obtener ganancia hay que sacrificar pueblos enteros, diezmarlos, esclavizarlos, e igualmente hay que depredar en forma inmisericorde el medio natural, ello no cuenta. La sed de ganancias no mide consecuencias.
Es así que se «inventan» necesidades, cosas superfluas, que luego terminan normalizándose, y el circuito de la producción y el consumo no se detiene nunca. «Lo que hace grande a este país [Estados Unidos] es la creación de necesidades y deseos, la creación de la insatisfacción por lo viejo y fuera de moda» manifestó el gerente de la agencia publicitaria estadounidense BBDO, de las mayores del mundo. Esa «cultura» impuesta ha hecho de la sed de novedades un poderosísimo motivador, por lo que a diario nos encontramos con nuevos productos en todos los ámbitos. La producción humana, hoy día enmarcada enteramente en la lógica capitalista, encuentra ahí un lugar perfecto para desarrollarse, y la creación de «cosas nuevas» destinadas al mercado no cesa, creando de continuo nuevas necesidades que se van tornando imprescindibles. Lo terrible en todo ello es que se depreda innecesariamente la naturaleza en búsqueda de recursos, de materias primas, y dado el consumo monumental, las montañas de basura no cesan y crecen gigantescas, contaminando todo.
Actualmente, dos siglos después de puesto en marcha ese modelo de producción, la humanidad en su conjunto paga las consecuencias. ¿Merecen los habitantes de las Maldivas desaparecer bajo las aguas porque en Los Ángeles, Estados Unidos, hay un promedio de un automóvil de combustión interna por persona que arroja dióxido de carbono, o porque los ciudadanos estadounidenses, económicamente más privilegiados que otros humanos, consumen 150 litros diarios de agua, 120 más de lo necesario? ¿Se merece cualquier habitante del planeta tener 13 veces más riesgo de contraer cáncer de piel a partir del adelgazamiento de la capa de ozono que cien años atrás por el hecho de tener cerveza fría en la refrigeradora? ¿Es éticamente aceptable que un perrito de un hogar del «civilizado» Primer Mundo consuma un promedio anual de carne roja superior al de un habitante del Sur o que tenga servicios psicológicos mientras en otros países faltan vacunas, o comida?
Aunque hay alimentos en cantidades inimaginables, viviendas cada vez más confortables y seguras, comunicaciones rapidísimas, expectativas de vida más prolongadas, más tiempo libre para la recreación, etc., etc., la matriz básica con que el capitalismo se plantea el proyecto en juego no es sustentable a largo plazo: importa más la mercancía y su comercialización que el sujeto para quien va destinada. Si realmente hubiera interés en lo humano, en el otro de carne y hueso que es mi igual, nadie debería pasar hambre, ni faltarle agua, ni sufrir con enfermedades que la técnica actual está en condiciones de vencer. En definitiva, se ha creado un monstruo; si lo que prima es vender, la industria relega la calidad de la vida como especie en función de seguir obteniendo ganancia. Para que 15% de la humanidad consuma sin miramientos, un 85% ve agotarse sus recursos. Y el planeta, la casa común que es la fuente de materia prima para que nuestro trabajo genere la riqueza social, se relega igualmente. Consecuencia: el mundo se va tornando invivible. Peligroso, sumamente peligroso incluso.
La cada vez más alarmante falta de agua dulce, la degradación de los suelos, los químicos tóxicos que inundan el planeta, la desertificación, el calentamiento global (para algunos científicos ya es ebullición global), el adelgazamiento de la capa de ozono, el efecto invernadero negativo, los desechos atómicos presentes en tierra, aire y agua, son todos problemas de magnitud global a los que ningún habitante de la humanidad en su conjunto puede escapar. Todo ello es, claramente, un problema político y no solo técnico. Por tanto es en la arena política -las relaciones de poder, las relaciones de fuerza social entre los diferentes grupos, o mejor dicho, entre clases sociales- donde puede encontrar soluciones.
En el Foro Mundial de Ministros de Medio Ambiente reunido en la ciudad de Malmoe, Suecia, en mayo del 2000 en el marco del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), se reconoció en la llamada Declaración de Malmoe que las causas de la degradación del medio ambiente global están inmersas en problemas sociales y económicos tales como la pobreza generalizada, los patrones de producción y consumo no sustentables, la desigualdad en la distribución de las riquezas y la carga de la deuda externa de los países pobres. Lo tristemente terrible en este caso es que, aunque académicamente se pueda saber todo esto, y expresar en términos de corrección política, en la realidad político-social concreta estas declaraciones no tienen ningún impacto, pues el mundo se sigue manejando en torno a la forma en que se distribuyen los poderes. Está claro que quienes más poder detentan (para el caso: el gobierno de Estados Unidos), terminan haciendo caso omiso de esas muy correctas declaraciones. La asimetría en el poder marca la dinámica global, y esa diferencia puede hacer uso de la fuerza bruta (militar) para mantener el estado de cosas.
No es pensable un uso de fuerza militar por parte de las Islas Maldivas contra la gran potencia norteamericana; pero sí lo contrario. Hasta incluso parecería «normal». ¿Hasta cuándo vamos a permitir eso?
En otros términos, vemos que la destrucción del medio ambiente responde a causas eminentemente humanas, a la forma en que las sociedades se organizan y establecen las relaciones de poder; en definitiva: a motivos políticos. El modelo industrial surgido con el capitalismo y con la ciencia occidental moderna, además de producir un salto tecnológico sin precedentes (quizá más que la aparición de la agricultura, que la conquista del fuego o que la invención de la rueda) generó también problemas de magnitud descomunal. El poder de destrucción -y de autodestrucción- alcanzado por la especie humana creció también en forma exponencial, por lo que las posibilidades de autodesaparecernos son cada vez más grandes. Valga agregar que la totalidad del poder atómico con fines militares generado en la actualidad -alrededor de 12.000 ojivas nucleares, cada una de ellas equivalente a 30 bombas de las arrojadas sobre Hiroshima- posibilitaría generar una explosión tan grande cuya onda expansiva llegaría hasta la órbita de Plutón; proeza técnica, sin dudas, pero que no termina con el hambre ni con tantas penurias solucionables.
En otros términos: el desprecio moderno por el medio ambiente que nos lega el capitalismo surgido en Europa, ahora absolutamente globalizado, se ha instalado con una soberbia aterradora. Los esquemas que utilizaron las primeras experiencias socialistas no le dieron un mejor trato a nuestra común, el planeta Tierra, que lo que le dio el capitalismo. Es de esperarse que China, siempre con su planteo de «socialismo a la china», pueda generar otra cultura medioambiental. Todo indica que va en ese camino.
Esa voracidad empresarial que ve el medio ambiente natural solo como cantera a explotar reafirma que Occidente y la idea de desarrollo que ahí se gestó, están en franca desventaja con otras culturas (orientales, americanas prehispánicas, africanas) en relación a la cosmovisión de la naturaleza, y por tanto al vínculo establecido entre ser humano y casa común, que sería nuestro planeta. El desastre ecológico en que vivimos no es sino parte del desastre social que nos agobia. Si el desarrollo no es sustentable en el tiempo y centrado en el sujeto concreto de carne y hueso que somos, no es desarrollo. Si se puede destruir el lejano Plutón pero no se puede asegurar la vida de los habitantes de las Maldivas porque la idea de desarrollo no los contempla, entonces hay que cambiar ese modelo, por inservible. Es una pura cuestión de sobrevivencia como especie.
A no ser que haya sectores sociales -detentadores de omnímodos poderes, por cierto- que ya estén apostando por una vida fuera de este planeta, contaminado, lleno de «pobres», sin solución, en definitiva. Pero los que no hacemos voto por ello, los mortales de a pie, los que creemos que es más importante un habitante de las Maldivas que cambiar el automóvil cada año, los que no queremos morir de un evitable cáncer de piel, o sumergidos por el derretimiento de los hielos polares, tenemos mucho por seguir luchando aún. El problema de nuestra casa común nos toca a todos. Todos, entonces, podemos -tenemos- que hacer algo.
Está más que claro que el capitalismo, más allá de los oropeles con que nos quiere seducir -centros comerciales rebosantes de mercancías que muy pocos pueden comprar; en definitiva: nuevos y variados espejitos de colores-, no ofrece salidas reales a los acuciantes problemas humanos. «Las bombas podrán terminar con los hambrientos, con los enfermos y con los ignorantes, pero no con el hambre, con las enfermedades y con la ignorancia», expresó Fidel Castro. Si el sistema sigue destruyendo nuestro planeta, ¿adónde iremos?
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Fuente: https://rebelion.org/medio-ambiente-problema-de-todos/
Reparemos la alternativa que se está construyendo contra la desertificación de un bioma esencial a la vida planetaria:
¿Amazonía en el punto de no retorno?: Brasil y Bolivia son los países con mayor deforestación y degradación de sus bosques
15 septiembre 2022
Por Ivette Sierra Praeli
(…) Las propuestas de los pueblos indígenas
“Los datos son sumamente preocupantes, estamos al borde de un colapso grave que impacta no solo a los pueblos indígenas, sino a toda la humanidad. Se está dando un aumento significativo de deforestación y relacionado con ese desbosque están las matanzas de los líderes indígenas que defienden su territorio”, señala Ángela Kaxuyana, lideresa indígena de la Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Amazonía Brasileña, en relación con los constantes asesinatos de los líderes indígenas.
Hace tan solo unos días, dos asesinatos impactaron en Brasil. Un primer crimen ocurrió el sábado 3 de septiembre, en el estado de Maranhao, cuando Janildo Oliveira Guajajara, miembro del grupo autodenominado Guardianes de la selva, recibió un disparo por la espalda. En el ataque otra persona resultó gravemente herida. Ese mismo día, también en Maranhao, Jael Carlos Miranda Guajajara fue atropellado por un auto y se sospecha de que se trató de un asesinato selectivo. La policía investiga si estos crímenes se relacionan con la presencia de madereros ilegales en territorios indígenas.
El informe señala que 232 líderes comunitarios indígenas fueron asesinados en la región entre 2015 y el primer semestre de 2019 por disputas por la tierra y recursos naturales. El documento también indica que en 2021, un tercio de todas las violaciones registradas en las Américas fueron contra defensores de los derechos ambientales, territoriales y de los pueblos indígenas.
“La falta de información, vuelve opaco el número real de quienes pierden hasta su vida por proteger sus territorios. La Iniciativa Amazonía por la Vida: protejamos 80 % al 2025 es una medida urgente propuesta por los pueblos indígenas en honor a los que no están y a los que quedamos, y, para frenar la muerte de nuestras familias”, dice Julio César López, Coordinador Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (OPIAC), de Colombia, país con la mayor cantidad de asesinatos de líderes indígenas y defensores ambientales en la región y en el mundo.
Estudios científicos han demostrado que los bosques mejor conservados se encuentran en los territorios indígenas, incluso, con iguales o mayores niveles de conservación que las áreas naturales protegidas. “Esto se debe, principalmente, a la cosmovisión de más de 500 pueblos indígenas que han habitado la Amazonía por milenios”, precisa el documento.
De acuerdo con el informe, los pueblos indígenas, son más vulnerables a los impactos del cambio climático, por tanto, —señala el documento— el camino para una transición justa en la Amazonía tiene que ser liderado por ellos, quienes, a través de su conocimiento milenario, conocen sus secretos más profundos para mantener los bosques amazónicos en pie.
“Es indispensable que la política global y nacional reconozca el rol de los pueblos y territorios indígenas en la preservación de los ecosistemas más sensibles del planeta como protagonistas de las soluciones de la crisis climática que atravesamos”, menciona el documento.
En ese sentido, el informe presenta las soluciones identificadas por los pueblos indígenas para detener el punto de no retorno de la Amazonía, los mismos que deben estar sujetos a un llamado a la comunidad internacional.
“Debemos contar con un plan de acción porque a los pueblos indígenas los están asesinando, encarcelando, contaminando. Este plan de acción vamos a presentarlo a los gobiernos en la próxima Cumbre Climática Global que se realizará en Egipto y en la Cumbre de Biodiversidad en Canadá”, señala Gregorio Díaz Mirabal, coordinador general de Coica.
Las propuestas para frenar la deforestación amazónica contempla el reconocimiento inmediato de los territorios indígenas que ya están identificados, así como la asignación de recursos para fortalecer la gestión territorial, además, se sostiene que más de la mitad de la Amazonía tiene que entrar en un régimen de gestión territorial para que se pueda preservar toda la región.
En ese sentido, el informe presenta las soluciones identificadas por los pueblos indígenas para detener el punto de no retorno de la Amazonía, los mismos que deben estar sujetos a un llamado a la comunidad internacional.
“Debemos contar con un plan de acción porque a los pueblos indígenas los están asesinando, encarcelando, contaminando. Este plan de acción vamos a presentarlo a los gobiernos en la próxima Cumbre Climática Global que se realizará en Egipto y en la Cumbre de Biodiversidad en Canadá”, señala Gregorio Díaz Mirabal, coordinador general de Coica.
Las propuestas para frenar la deforestación amazónica contempla el reconocimiento inmediato de los territorios indígenas que ya están identificados, así como la asignación de recursos para fortalecer la gestión territorial, además, se sostiene que más de la mitad de la Amazonía tiene que entrar en un régimen de gestión territorial para que se pueda preservar toda la región.
Para lograrlo se propone la titulación de alrededor de 100 millones de hectáreas que aún están en disputa; la definición de una política forestal y de zonificación que permita la creación de áreas intangibles, sin carreteras y sin actividades extractivas; la restauración de tierras degradadas; la creación de reservas indígenas o áreas protegidas cogestionadas; una moratoria inmediata sobre la deforestación y degradación industrial de todos los bosques primarios.
También proponen, entre otras acciones, detener los impulsores de la deforestación actual y futura, y una condonación de la deuda externa de los países amazónicos. Según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), para el 2021, la deuda bruta de los gobiernos es del 78 %, en promedio, del PIB regional y representa el 59 % de sus exportaciones de bienes y servicios. Los pueblos indígenas también solicitan que el sector financiero se comprometa a garantizar el cumplimiento de sus derechos y a poner fin a la deforestación en todas las cadenas de suministro que financian.
“Si no planteamos una solución y no invitamos a los gobiernos, los aliados, y todos los que están realizando alguna actividad en la Amazonía, creo que no vamos a lograr defenderla como lo estamos planteando. Estamos ante un problema en todo el planeta y los pueblos indígenas quieren ser protagonistas de la solución”, precisa Diaz Mirabal.
Fuente: https://es.mongabay.com/2022/09/alerta-por-deforestacion-y-degradacion-de-la-amazonia-punto-de-no-retorno/
Qué democracia
Con usurpación de los territorios y de la representación política a los pueblos de Argentina transnacionalizándolos según avanza el establishment en la acumulación oligopólica de riquezas, poder de dominio e ingresos.
Legalidad-legitimidad de la gran burguesía/Bloqueo de la lucha de clases/
Alternativas emancipatorias
Legalidad-legitimidad de la gran burguesía
Reflexionemos sobre cómo se analiza desde la aceptación de la legalidad y legitimidad que la gran burguesía exista y domine. No se valora que su poder arraiga en la violencia de expropiar y mercantilizar los bienes comunes:
Petro, a mitad de camino y en medio de nubarrones
24 de julio 2024
Por Fernando Dorado | Rebelión
Si el presidente Petro quiere darle continuidad a su gobierno en 2026, como lo hizo AMLO en México, deberá concentrarse en la economía y en organizar y depurar las fuerzas políticas que lo apoyan. Tiene menos de dos (2) años de tiempo. Es evidente que su legado no será la “paz total”. Tampoco lo serán las reformas sociales que de lograr su aprobación como la pensional, tendrán muchos problemas en su implementación, y menos, la reforma agraria que no tiene cómo financiarse. Dejará una serie de iniciativas en marcha que no se pueden desconocer y muchas intenciones por concretar.
Economía y gran capital
El contexto internacional en lo económico no es el mejor. La crisis de la globalización neoliberal iniciada en 2007-8 y continuada con el Covid19, no ofrece un buen margen de acción. La caída de la inversión capitalista y del comercio mundial es una realidad y es la verdadera causa de las guerras provocadas en Ucrania y Palestina, y la que se prepara en Taiwán (China). Esa situación influye en todo sentido generando incertidumbre y limitaciones financieras a nivel global.
Igual, el avance de las “derechas extremas” tiene esa causa de fondo. Claro, ese factor lo ocultan los poderes fácticos para echarle la culpa a los inmigrantes y a los pobres, y hacer de la seguridad el problema principal. Así, los gobiernos progresistas que intentan atenuar la pobreza por medio de subsidios en beneficio de los “sectores vulnerables” quedan en la mira de quienes estimulan el egoísmo y proponen reducir al mínimo el gasto social de los gobiernos.
Es lo que ocurre en Europa y en América. La elección de Bukele, Milei y Noboa, y el refortalecimiento de Bolsonaro en Brasil y Trump en EE.UU., es parte de ese proceso. Y en el caso de los países dependientes como Colombia, cualquier política económica que se impulse por fuera de la ortodoxia neoliberal, será respondida con la huida de capitales y el bloqueo financiero. Ya lo estamos viviendo y sufriendo. Es el gran capital el que impone las reglas.
Eso tenía que saberlo el presidente Petro y, desde el principio, diseñar una estrategia para ir paso a paso. Ahora, dos (2) años después de su posesión, observa cómo el efectivo bloqueo a su gobierno tiene de fondo la regla fiscal, la supuesta independencia del Banco de la República y los límites de un presupuesto que ha tenido que recortar forzosamente. Las ideas de Mariana Mazzucato que eran apropiadas para el momento de arranque, parecen haberse olvidado por el camino.
El Pacto Histórico y el Frente Amplio
El Pacto Histórico es un agrupamiento social y político que gira alrededor de Petro (su inspirador y creador) y de su gobierno (que es un gobierno de “coalición más amplia”). Esa “creación” es real y hay mucha gente que se identifica con ese nombre (bandera). Es la “fuerza política” más importante del momento y, por el solo hecho de ser gobierno, genera no solo expectativas entre amplios sectores populares sino también una tensión entre la izquierda progresista y las nuevas fuerzas de diferente tipo que quieren sumarse.
Además, así los “grupos” que lo componen no estén cobijados legalmente, el Pacto Histórico es una realidad política, un constructo social. Y su existencia en el imaginario popular y el empuje de Petro y de su gobierno, obliga a que esos “grupos” y sus dirigentes se vean forzados a “unirse” o “articularse”. Sin embargo, Petro parece no interesarse en el tema, lo cual puede llevar a que esas tensiones se conviertan en confrontación, división y debilidad.
Lo importante es concebir el Pacto Histórico más allá de la acción de los “grupos”, que pareciera se limitan a la acción legislativa y, marginalmente, a la gestión de gobierno. Para poder influir de una manera positiva, ya sea “desde afuera” o “desde adentro”, ese proceso debe concebirse desde el conjunto del movimiento social para que ‒sin poner en riesgo la amplitud que se necesita para derrotar a las derechas (que se van a vestir de “centro” en 2026)‒ se logre dar continuidad al proceso en las próximas elecciones (que están a la vuelta de la esquina).
Hay que hacer todos los esfuerzos para que los grupos y dirigentes del Pacto Histórico más consecuentes y comprometidos con los intereses populares, de los trabajadores y de los “productores subordinados y explotados por el gran capital”, logren unificarse y profundizar en la política formulada en el Plan Nacional de Desarrollo, especialmente la que plantea la necesidad de industrializar nuestros procesos productivos y cambiar la matriz energética, que últimamente ha quedado relativamente relegada de la acción gubernamental.
Es claro que el Pacto Histórico es un espacio en donde confluyen fuerzas que representan otros intereses diferentes a los del pueblo trabajador. Están allí representadas las burguesías emergentes que juegan a consolidar su presencia en el Estado; la burguesía burocrática que intenta mantener sus privilegios, contratos e influencia gubernamental; y hasta sectores de la oligarquía financiera forcejean para “moderar” a Petro, a su gobierno y al Pacto Histórico, a fin de que mediante pequeñas concesiones no se traspasen las “líneas rojas” que lograron imponer en el acuerdo de paz de 2016.
Por ello, dentro del Pacto Histórico debe abrirse el debate, tanto programático como de estrategia política. Lo ideal sería que la “izquierda progresista” lograra unificarse en torno a una sola personería jurídica, y construir una democracia interna que permita evaluar y superar los errores cometidos en las pasadas elecciones nacionales de 2022 y regionales de 2023. Y, así mismo, hacer un balance de “su” gobierno para ajustar la política e identificar con toda claridad a los sectores aliados, tanto los que quieren actuar “desde adentro” como los que podrían participar en una coalición más amplia.
No va a ser fácil. Dentro de la misma “izquierda progresista” se imponen posiciones acríticas triunfalistas, estrechas, seguidistas, y de “clan” y de grupo. No existe un ambiente de construcción de políticas desde las bases sociales y desde los territorios. Las prácticas politiqueras, clientelistas y hasta corruptas, han hecho carrera dentro de los grupos que componen el Pacto Histórico. Y, también hace falta construir una visión de lo que ocurre en el mundo y en la región de América Latina.
Tampoco ayuda mucho la dinámica que desarrolla el gobierno. Petro, más allá de sus esfuerzos por implementar la reforma agraria y destinar algunos recursos a regiones marginadas y empobrecidas, ha privilegiado la política centrada en aprobar leyes. Ha intentado poner el poder legislativo al servicio del “poder constituyente” pero las formas de construir mayorías en el Congreso reproducen las dinámicas políticas tradicionales. Esa “forma” acaba de raíz con la mística del verdadero cambio porque se desliza hacia prácticas clientelares y burocráticas, que “cooptan” y desmovilizan a las organizaciones sociales, y alejan a otros sectores productivos que no comulgan con esas actitudes.
Reflexiones y sugerencias
Después de dos (2) años de gestión y de cara a tener que mostrar resultados en lo económico y en lo social a fin de garantizar la continuidad progresista, se debe rectificar. Si se cree que “todo va bien”, será en la recta final cuando ante el eventual fracaso, muchos sectores y personas empezarán a abandonar el barco. Si en verdad, se quiere rectificar hay que identificar algunas concepciones que sirvieron de soporte ideológico para justificar lo hasta ahora hecho, y que, de no abordarse, se expresarán de otra manera llevándonos al mismo resultado.
En forma sintética lo planteamos:
- Olvidamos que “no sólo de pan vive el ser humano”. Es cierto que se necesitan obras porque “obras son amores y no buenas razones” y, además, nuestro pueblo “hasta no ver, no creer”. Pero lo principal es ser consecuente con la acción transformadora. “¿Cómo va a creer vecino, me decía un amigo, que con ‘los mismos de siempre’ se va a hacer el cambio?”
- Nos dejamos llevar del legalismo o “leguleyismo”, como le llaman también. Consiste en creer que la Ley, por sí misma, cambia la realidad. Está bien que se requieran y aprueben algunas leyes, pero si no existe la fuerza real para ejecutarlas y llevarlas a la práctica, no pasa nada. “Hecha la ley, hecha la trampa” dice la gente, y la “ley siempre es para los de ruana” complementa el campesino.
- A pesar de que afirmamos que una cosa es tener el Gobierno y otra, muy diferente, controlar el Estado, creímos en la formalidad de que el presidente es el “Jefe de Estado”. La realidad nos ha demostrado que no es así. El poder del gran capital es el que se impone y poco sirve a la hora de la verdad la “democracia de las mayorías electorales”, si no está respaldada por efectivas mayorías conscientes y organizadas. Los Bancos, las Cortes, los Gremios, los Medios de Comunicación y el Dinero, son ‒por ahora‒ el efectivo Poder.
- Por todo lo anterior, había que ir con paciencia. La tarea básica era (y es), acumular fuerza social y política paso a paso; “no torear el avispero antes de tiempo”; identificar, buscar y ganar para la causa transformadora a otros sectores sociales susceptibles y dispuestos a avanzar; no generar tantas expectativas y demostrar con hechos que ‒en verdad‒ no solo impulsamos el “cambio” sino que en todo sentido lo “vivimos” y “sentimos”.
- Y si se quería avanzar por “nuevos caminos” y ser consecuentes con el “cambio”, más que enfrentarnos con la oligarquía financiera (no tenemos la suficiente fuerza), había que romper con la Burguesía Burocrática, que es una clase parásita y corrupta, y que es la peor carga que tenemos los pueblos latinoamericanos (herencia de España). Con sólo ese inicial paso, la mística de un pueblo cansado de tanta injusticia e ignominia se hubiera desatado por todos los rincones del país.
Todavía es posible hacerlo, pero se necesita mucha claridad y valentía.
Fuente: https://rebelion.org/petro-a-mitad-de-camino-y-en-medio-de-nubarrones/
Observamos que esta política en la democracia no antagónica a la dictadura genocida no sólo es de coexistir con el gran capital sino también de aceptar el carácter unipersonal del poder ejecutivo y de obrar procurando garantizar su continuidad en el gobierno.
Bloqueo de la lucha de clases
Prosigamos el análisis de Fernando Dorado sobre el único gobierno progresista que en la actualidad cosecha expectativas.
Petro y Pacto Histórico: ¿aterrizaje consciente o forzado?
30 de julio de 2024
Por Fernando Dorado | Rebelión
Parece que por fin “aterrizamos”. Aunque, un poco tarde. Además, no sabemos si es un aterrizaje consciente o forzado. Hay un cambio de actitud en el discurso del pasado 20 de julio del presidente Petro frente al Congreso de la República. Y, también, de la bancada del Pacto Histórico. Senadores y representantes a la Cámara se reunieron dos (2) días después y tomaron decisiones importantes, que complementan y, corrigen de alguna manera, un aspecto de lo que planteó el primer mandatario en la instalación de la 3ª legislatura. Es algo muy positivo.
En un comunicado público los congresistas del Pacto Histórico sintetizan lo que llamo “algunas rectificaciones”. Llaman a parar la confrontación verbal y virtual, o sea, declarar una tregua unilateral frente a la clase política tradicional y a sus patrones financieros, y, por tanto, priorizar el consenso y los métodos normales para tramitar las reformas en el Congreso, es decir, no utilizar el trámite rápido (“fast track”) y bajarle a la “presión constituyente”.
Es la primera vez que los congresistas del Pacto Histórico intervienen en forma unificada y autónoma frente al ejecutivo, aunque es indudable que el nombramiento de Juan Fernando Cristo, que fue decisión del presidente Petro, tiene que ver con esos cambios. Por ahora parecieran ser solo de “forma” pero, posiblemente, influyan en el contenido de la política del gobierno. Se pasa del método de la “tensión” a la de la búsqueda tranquila de acuerdos.
Es claro que los últimos hechos relacionados con el escándalo de corrupción en la UNGDR, que comprometen a altos funcionarios del gobierno y congresistas, y otras situaciones que de una u otra manera han generado “mucho ruido” (paz total, cambio de ministros, ejecución del presupuesto, financiación de la campaña, etc.), han influido para que la bancada progresista se haya “unificado” y actuado con independencia del ejecutivo. También, debe haber influido la evidencia de que el “cambio” requiere mayor acumulación de fuerzas, sociales y políticas.
Además, se ha hecho conciencia de la necesidad de organizar y unificar las fuerzas políticas que hacen parte del Pacto Histórico, tanto para ayudar a que el gobierno mejore en su desempeño en estos dos (2) años que faltan como para enfrentar el reto de las elecciones parlamentarias y presidenciales del 2026. Son dos aspectos de la lucha política que están totalmente relacionados y que son urgentes. En el 2º semestre de 2025 empieza esa “puja”.
En el comunicado de referencia se destaca también el tema de la lucha contra la corrupción y la necesidad de retomar la gestión del Plan Nacional de Desarrollo. Ello podría sugerir que los congresistas del Pacto Histórico se están replanteando su papel, que no es sólo aprobar los proyectos legislativos del gobierno sino, también, liderar programas y proyectos en los territorios que sean la concreción del llamado “cambio”. Ojalá se conviertan en los líderes de la industrialización del aparato productivo y del cambio de la matriz energética.
Es evidente que los congresistas y dirigentes del Pacto Histórico pueden actuar en forma unificada en sus regiones. Una tarea que pueden asumir es la de buscar y ganar a otros sectores sociales, especialmente, a los pequeños y medianos productores, para priorizar verdaderos proyectos de impacto que transformen las vidas de la gente y se conviertan en ejemplo de lo que se puede hacer con un “efectivo espíritu amplio”, proactivo y sentido de oportunidad. Una política de ese tipo es básica para neutralizar a la “burguesía burocrática y parásita”.
Hay que superar ese “estado de trauma” en que había caído nuestro presidente Petro. Salirse de las “burbujas mediáticas” que nos llevan a situaciones dramáticas y a pensar en salidas “extraordinarias” que sólo están en nuestra cabeza. Pasar de la negación, la ira y la depresión (camuflada de “superactivismo” y “movilización”) y pasar a las fases de “negociación” con uno mismo y con los demás, para llegar a la fase de la efectiva aceptación de lo que somos nosotros y son los demás. (Ver: Elisabeth Kübler-Ross).
Lo de fondo es cambiar la actitud del gobierno frente a los empresarios y pequeños y medianos productores del campo y de la ciudad. Impulsar en serio y con decisión la industrialización “de nuevo tipo” y el cambio de matriz energética. Todos los ministerios pueden ayudar en esas tareas. La educación y la salud sintonizadas con esa gran meta. La cultura y lo ambiental, igual pueden jugar un gran papel. El comercio, el crédito, la infraestructura, las relaciones exteriores y todas las áreas de la administración pública, al servicio de una efectiva industrialización tanto de Colombia como de América Latina. Esa es la política que determinaría un verdadero cambio.
Y los parlamentarios, desde sus regiones, impulsando con amplitud y generosidad, proyectos viables y reales, buscando cooperación internacional, participación de las comunidades organizadas, financiación de departamentos, municipios y la Nación, la empresa privada y las ONGs, las universidades, todo el mundo enfocado en la misma dirección. Sin asistencialismo ni limosnas, o “falsa caridad”, como le llamo a tal cosa.
El actual director de la UNGRD, Carlos Carrillo, ya está dando ejemplo de esa actitud amplia y de sentido común. Sin sectarismos vacuos y sin falsos principios ideológicos, convocó al gobernador y alcaldes de Santander a trabajar juntos para enfrentar el fenómeno de “la Niña”. Por ahí es el camino para salir de esa especie de “estado de nervios” y de esa “inercia de tensiones” en que habíamos entrado, en la que se dejó meter y cayó el presidente Petro ante el bloqueo institucional y el saboteo mediático que le armaron sus opositores.
Piano, pianito y con buen pulso se llega lejos. “El tiempo perdido los santos lo lloran”.
E-mail: [email protected]
Fuente: https://rebelion.org/petro-y-pacto-historico-aterrizaje-consciente-o-forzado/
Aclaremos porqué la propuesta de Dorado implica bloqueo de la lucha de clases. En principio, los protagonistas centrales de las políticas son ante todo los del Pacto Histórico y luego todos los parlamentarios que, de golpe, modifican de raíz conductas e intereses.
Otro señalamiento importante es que las negociaciones y la unidad con empresarios e instituciones persisten en conservar el Orden y la lógica del Capital. En fin, percibir el cambio en la industrialización, aun cuando imprecisamente se la etiquete de nuevo tipo, es perseguir los objetivos del desarrollo capitalista que se ha transformado en productivismo destructor de la habitabilidad planetaria.
Alternativas emancipatorias
Comencemos por cuestionar la persistencia de las dirigencias de izquierdas (ante todo antiimperialistas y electoraleras) en ilusionar con la posibilidad de democratizar al Estado totalitario, resultante no de Milei sino del acaparamiento oligopólico de bienes comunes tanto sociales como naturales durante los 40 años de fidelidad a la Miseria Planificada por el establishment durante su dictadura genocida.
En la actualidad dichas izquierdas convierten el ¡NO! a los extractivismos en ¡No! al RIGI mediante olvido, perdón y conciliación con los 50 años de neoliberalismo sin interrupción alguna, gracias sobre todo al Partido Justicialista que también garantiza gobernabilidad de la actual ofensiva capitalista hacia la expropiación total de la Argentina que gestiona Milei.
Especial de ContrahegemoniaWeb: ¡Campaña no al RIGI!
Desde Contrahegemoniaweb presentamos un conjunto de entrevistas y notas que dan cuenta de la enorme diversidad de voces comunitarias que comienzan a articularse en La campaña plurinacional no al Rigi. El Llamado Régimen de incentivo a los grandes inversores legaliza el saqueo de nuestros territorios. Las corporaciones que se adhieran al Rigi tendrán uso privilegiado y prioritario del agua y otros insumos sobre la población local, la ley anula todas las leyes anteriores que impidan el saqueo y cuentan con múltiples privilegios de no pago de impuestos y ninguna obligación de liquidar las divisas que obtengan en el país. Una ley que se extiende por 30 años. Frente a esa brutal ofensiva se alzan una vez más las voces de decenas de asambleas, colectivos ambientales, pueblos originarios por todo el país que se hermanan, articulan y se disponen a la batalla. Desde esas practicas comunitarias, en defensa de la vida, los bienes comunes y nuestra soberanía invitamos a recorrer estás miradas, estos aportes para fortalecer las resistencias desde abajo.
“No al RIGI”: La visión de las comunidades en la disputa entre Bahía Blanca y Río Negro
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/no-al-rigi-la…
Entrevista a Fabricio Di Giacomo de la Multisectorial del Golfo de San Matías
“No al RIGI”: La visión de las comunidades en la disputa entre Bahía Blanca y Río Negro
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/no-al-rigi-la…
Entrevista a Montserrat Gayone, docente y activista de Bahía Blanca
El RIGI en Jujuy y la convocatoria a la 5ta. Cumbre del Agua
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/el-rigi-en-jujuy-y…
Entrevista a Raúl Sajama, indígena Kolla de la comunidad Angosto El Perchel
La resistencia jujeña al RIGI a un año de la rebelión
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/la-resistencia…
Entrevista realizada por Andrea Arrigoni para ContrahegemoniaWeb a Natalia Morales, diputada de Jujuy por el PTS
El Rigi, Mekorot y la región Bajos Submeridionales
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/el-rigi-mekorot-y…
Alicia Rodríguez
Campaña No a la adhesión al RIGI: La larga lucha de Andalgalá
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/campana-no-a-la…
Entrevista realizada por Andrea Arrigoni para ContrahegemoniaWeb a Ana Chayle
Campaña contra el RIGI en tierras del Chubutazo
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/campana-contra-el…
Entrevista realizada por Elisabet Asiri Caminos a Cristina Titi Agüero, integrante de la Asamblea No a la Mina Esquel
Mendoza. ¿Cuál es el impacto del RIGI?
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/cual-es-el-impacto…
Federico Soria
El Régimen de Incentivos a Grandes Inversiones y los Derechos Humanos Ambientales
https://contrahegemoniaweb.com.ar/…/el-regimen-de…
Damián Ravenna
Desde el PJ se origina y se expande la actual Campaña Plurinacional de no al RIGI. Sin embargo, Contrahegemoniaweb la presenta como articulación de una enorme diversidad de voces comunitarias. Es grave que no tenga en cuenta a Santiago Liaudat como quien instaló en la agenda social, desde la Paco Urondo, la centralidad del RIGI para la resistencia al avasallamiento de derechos de los de abajo. ¿Por qué es grave? Por un lado, comprobemos hacia dónde mira y lucha Santiago Liaudat en:
La reconstrucción del movimiento nacional – Santiago Liaudat
Peronismo: una filosofía para el siglo XXI (charla de Santiago …
Por otro lado, elevar El RIGI a poder que se debe derrotar para una Argentina democrática y soberana implica desconocer cómo los 40 años legalizaron y legitimaron la herencia de la dictadura genocida en forma de incesante desarrollo del neoliberalismo propio al establishment. Pero sobre todo es mantener oculto al establishment y desviar del enfrentamiento a ese verdadero enemigo cuya omnipotencia lo es, esencialmente, porque la democracia, según el artículo 22 de la Constitución Nacional, prohíbe la autodeterminación de los pueblos de Argentina. Esta prohibición antagónica a la verdadera democracia no es advertida por dichas izquierdas y por eso, no dan importancia a que la Campaña convoque a:
(…) Tenemos el desafío de la articulación y cambiar resistencias meramente locales por resistencias regionales,como se dio en escalas provinciales y nacionales. Otro desafío fundamental tiene que ver con articular sectores de resistencias, que se dieron históricamente fragmentadas. Cuando hablamos del agua, evidentemente, estamos hablando tanto del movimiento ambiental como de los pueblos originarios, como el movimiento de género, como el movimiento de laburantes, como el movimiento de estudiantes, como el movimiento de derechos humanos. Comprender que estamos hablando de problemáticas comunes y, en este sentido, las estrategias también tendrán que ser comunes”.
Para Folguera, los poderes tienen muy claro qué hacer respecto a los pasos y el RIGI es un resumen de eso. «La Campaña contra el RIGI es un primer intento de eso, pero, evidentemente, tendremos que aceitar y vincular nuevas formas, nuevos desafíos y nuevas generaciones de invenciones. Necesitamos inventarnos y reinventarnos para no solo poner freno a esta situación que estamos viviendo tan dramática y tan clara, sino, y sobre todo, conectar con necesidades y deseos de nuestras comunidades”, finalizó el especialista.
Por su parte, desde la plataforma plurinacional, tras años de resistencia, tienen claro “que es un derecho democrático ocupar todos los espacios públicos, desde hacer la entrega formal de una carta a cada uno de los legisladores, concejales y autoridades de todo el país a participar en las legislaturas, movilizar en la calle. Participación y más participación para que sepan que no tienen licencia social para estos acuerdos, y poder generar la mayor presión colectiva para que no tomen decisiones a espalda del pueblo, en función de sus negociados con las corporaciones”.
En este sentido, con la campaña, buscan fortalecer la red plurinacional del movimiento socioambiental, articulándose, conectándose más y organizando diversas acciones a lo largo y ancho del país. “(…)
Por Soledad Sgarella para La tinta
Fuente: https://latinta.com.ar/2024/08/14/campana-plurinacional-no-al-rigi/
Constatamos que la Campaña une en diversidad, pero institucionaliza por seguir creyendo en la democracia que nos concilia con el establishment desde hace 40 años y ha legalizado-legitimado el desarrollo del neoliberalismo instaurado mediante terrorismos paraestatales y estatales desde el gobierno constitucional del general Juan Domingo Perón. Para este progreso de acumulación del establishment fue imprescindible convertir la clase política en casta política de modo que es ilusorio, hoy más que nunca, modificar sus intereses lucrativos en intereses correspondientes a los pueblos de Argentina.
Destaquemos una alternativa emancipatoria al mirar hacia la diferenciación de quienes nos comprometemos con ir revolucionando el presente futuro respecto a las izquierdas predominantes por ser electoraleras. También compartimos el imperativo del abajo a la izquierda de independizarse del peronismo.
Frente De Accion Revolucionaria
19 de julio de 2024
Editorial
El brutal ajuste de Milei y la debilidad de toda la izquierda
El gobierno ejecuta e impone un brutal ajuste, histórico e inédito, casi sin resistencia y con muy poca capacidad de respuesta de los distintos sectores obreros y populares y de las diferentes corrientes de izquierda. Con minoría absoluta en ambas cámaras la Libertad Avanza logró aprobar en el mes de junio la Ley Bases, una reforma brutal del Estado, al servicio del imperialismo, y una reforma laboral que barre con conquistas obreras que costaron décadas de luchas y sangre de los mejores hijos de nuestro pueblo. Sin embargo, producto de la colaboración del peronismo el gobierno logró imponer esa normativa. En este proceso, para graficar la debilidad del lado de la clase obrera y sus organizaciones, el jueves 27 de junio, día que se terminó de aprobar en diputados, desde la izquierda no logramos ni siquiera cortar una calle. Sólo hubo una manifestación medianamente concurrida el día que se trató en el senado, el 12 de junio, cuando convocó parte del peronismo, pero que se retiraron rápidamente de la Plaza Congreso.
Claro que el ajuste viene pasando con más represión, pero esa es la razón del Estado burgués, que es la violencia organizada de esa clase. Repudiamos el avance represivo y las detenciones de manifestantes y reclamamos la libertad de la compañera y el compañero que continúan presos por luchar contra la Ley Bases, así como la de Matías Santana y Facundo Jones Hualas (detenido en Chile), presos mapuches por luchar en defensa de sus territorios. Pero hay que reconocer que con el protocolo anti-piquete y la campaña mediática de estigmatización el gobierno viene avanzando en la imposición del ajuste y de su agenda anti-obrera y anti-popular.
Desde nuestro humilde punto de vista queda claro que la política parlamentarista de la izquierda mayoritaria, representada en el FITU, y de sus aliados, no aporta al desarrollo de los niveles de conciencia, de organización y de lucha. En principio, con el fin de ganar adeptos y votos, los partidos del FITU, rebajan el programa y generan confianza en el parlamento burgués, educando a las y los trabajadores en que, por medio de proyectos de ley se pueden mejorar las condiciones de vida. Por ello también promueven que, de conseguir más diputados de izquierda, habría mejores condiciones de aprobar leyes y así se puede avanzar hacia el socialismo, es decir, caen en desviaciones reformistas y en reforzar al Estado burgués.
Por el contrario, la tarea de la izquierda revolucionaria es denunciar al Estado como la herramienta de la burguesía para explotar y oprimir a la clase obrera y a los sectores populares. Sin embargo, esa referencia la tiene Milei, haciendo explicito que es un “topo que desde adentro destruye el Estado”. Claro que lo plantea demagógicamente, porque se vale del Estado para reforzar el aparato represivo y toda la institucionalidad para descargar un brutal ajuste y represión. Pero cataliza la bronca de un sector de las masas que percibe que el problema es el Estado y la casta política.
En el ámbito sindical, la mayoría de la izquierda desarrolla agrupaciones de sus propios partidos, llevando adelante una política sectaria, que divide y debilita las luchas, en lugar de buscar acuerdos y la unidad para fortalecer una concepción clasista y unitaria que fortalezca a las y los trabajadores. Así mismo, en los gremios que intervienen así como en los conflictos, hacen una práctica utilitaria al servicio se su propia acumulación partidaria, en lugar de poner la organización al servicio de las luchas. De esta manera, muchas veces se cae en internismos estériles, o peor, que debilitan la organización de las y los trabajadores.
También, en lugar de organizar la lucha independiente, los partidos del FITU tienen como principal planteo la política de la exigencia a la burocracia sindical, generando confianza en los trabajadores en que esas direcciones se pueden poner a la cabeza de la lucha, cuando hace décadas que la dirigencia de la CGT, desde la concepción de conciliación de clases que Perón impuso, intervienen en contra de los trabajadores, al servicio de los patrones, de los gobiernos y del reforzamiento de la institucionalidad burguesa para que pase el ajuste. Sobre todo, es grave que sigan con ese planteo, cuando, como hemos descripto en la nota de coyuntura, la burocracia sindical peronista colabora con el brutal ajuste de Mieli.
Cuando la lucha docente en Misiones demuestra que se puede luchar sin la burocracia sindical. En esa provincia, las y los trabajadores de la educación, no se quedaron en la exigencia a la burocracia ni que ésta salga a convocar a paro y a manifestarse. Por el contrario, sostuvieron la pelea de forma autoconvocada, pasando por arriba a la burocracia sindical de UDPM, sindicato de base de CTERA, con paros sostenidos durante semanas, manifestaciones masivas y cortes de ruta, logrando un importante aumento salarial.
La práctica como criterio de la verdad, salda el debate. Sin embargo, no sólo no corresponde sostener el planteo de la exigencia, sino que, en el ejemplo del caso de la lucha docente de Misiones, como otras que hubo y que habrá, hay que promover una política que plantee la necesidad de darle continuidad, con el objetivo de dotarlas de una expresión organizativa permanente que desplace a la burocracia, así como también se necesita darle una política de conjunto, para enfrentar a toda la política del gobierno, con una clara delimitación del peronismo y con una perspectiva de la lucha por la revolución socialista.
Por el contrario, la concepción de los partidos del FITU y de muchas otras organizaciones de distintas corrientes ideológicas, llevan a la política del seguidismo del peronismo. Por ello, reivindican las movilizaciones de la CGT de diciembre y el paro del 24 de enero. Pero quedó claro que la burocracia sindical peronista se movilizó para negociar las cajas sindicales y sus privilegios. Además, toda la política del peronismo partidario y sindical, critica al gobierno discursivamente, pero lo hacen en base a acumular para su estrategia electoral del 2025 y 2027.
Por lo tanto, convocar a las movilizaciones organizadas y dirigidas por el peronismo, es legitimarlos en su proyecto electoral, que es contrario a los intereses obreros y populares. Por eso, también es grave que los partidos que integran el FITU y sus organizaciones sindicales hayan movilizado al acto del 1ero de mayo con la recalcitrante burocracia sindical.
En el caso de la manifestación del 23 de abril, muy masiva e histórica contra el recorte del presupuesto a las universidades, es necesario resaltar que quienes dirigieron (en gran parte) esa movilización fueron los rectores, y esa pelea que dieron, la hicieron desde sus intereses, para recuperar el presupuesto para el funcionamiento pero sobre todo para sostener sus cajas y privilegios. También el peronismo convocó masivamente para marcarle la cancha a Milei y especular electoralmente. Por eso, una vez logrado el aumento de la partida de presupuesto para el gasto del funcionamiento (pero no para aumento de salarios), ni los rectores ni el peronismo continuaron la lucha.
El peronismo repite similar política con la que intervino durante el gobierno de Macri. En aquella gestión de Cambiemos, tuvimos las combativas luchas contra la reforma previsional de diciembre del 2017, donde participaron deliberadamente sectores del peronismo, pero con el único fin de desgastar políticamente a Cambiemos, en pos de acumular electoralmente. Por eso, el peronismo con Moyano a la cabeza y el kirchnerismo, realizaron un masivo acto el 19 de febrero del 2018, en la 9 de julio. Ahí nació el planteo que a “Macri se lo saca en las urnas” y “Hay 2019”, en contraposición del Fuera Macri, que se venía instalando. Es decir, 1 año y medio antes de las elecciones presidenciales, el peronismo comenzó la campaña electoral. Luego se profundizo la crisis económica, se desarrollaron corridas cambiarías, devaluaron fuertemente y el gobierno de Macri recurrió al FMI, desatándose una fuerte crisis económica, política y social, donde aumentó la inflación y la pobreza, pero el populismo, garantizó que sea el primer presidente no peronista que termine el mandato.
En ese proceso, la izquierda también sostuvo la exigencia de paro a la CGT, así como también la mayoría confluyó en movilizaciones con el peronismo, sin delimitarse y aportando a legitimar al caudal electoral del Frente de Todos, alianza que ganó las elecciones del 2019 y que ya en el gobierno continuó el ajuste sobre las masas obreras y populares. En la actualidad, con la ultraderecha en el gobierno, el frente anti-Milei con el populismo, parece que se refuerza, otra vez fortaleciendo al peronismo en su estrategia electoral.
Sin embargo, la crítica y autocrítica también nos corresponde a la mayoría de las organizaciones del espacio con intención revolucionaria, porque no hemos logrado desarrollar una referencia clasista a nivel sindical y revolucionaria a nivel político. Un sector hemos tenido desviaciones sobre-dimensionando el movimiento de desocupados, destinando la mayoría de la intervención a ese sector en desmedro de la construcción de organización revolucionaria y de intervenir con una política planificada hacia todos los sectores populares y de trabajadores ocupados. En primer lugar, denunciamos la represión del gobierno hacia los movimientos sociales, los allanamientos y las causas judiciales a las y los referentes, que tienen como objetivo intentar disciplinar para que pase el ajuste. Por ello, nos solidarizamos con las organizaciones y sus dirigentes, y exigimos el cese de la persecución.
Pero consideramos que es necesario hacer un profundo balance sobre el movimiento piquetero. Sin ser el motivo de esta nota de hacer un análisis acabado, en principio, nuestra apreciación, es que desde su surgimiento en la mitad de los años 90, las luchas piqueteras iniciaron como pelea de obreros y trabajadores despedidos, que luchaban por la reincorporación y cortaban rutas como forma de impedir la circulación de capital. Han pasado casi 30 años de esa gesta, que tuvo su desarrollo y transformación. Un punto de inflexión fue la llegada del kirchnerismo en el 2003, donde cooptó a un sector mayoritario y con un proceso similar al de Perón con el movimiento obrero, el kirchnerismo logró la estatización de la mayoría de los movimientos piqueteros, así como también construyó otros, teniendo la hegemonía en ese sector.
El resto, que virtuosamente logramos sostener la independencia del Estado y del peronismo, desde nuestro humilde punto de vista, terminamos cayendo en prácticas de asistencialismo, donde, si bien está el planteo de la lucha por trabajo genuino, en los hechos se pelea por planes y mercadería. Y en el mismo sentido, en el método de lucha, en lugar de organizarse para cortar la circulación del capital, se pasó a movilizarse al ministerio de Desarrollo Social o al centro de poder político, para golpear y desgastar al gobierno, como forma de presión, pero también hay que señalar que muchas veces se utilizaba al servicio de la especulación electoral. Por ello, en parte, consideramos que la enorme mayoría de las organizaciones que intervenimos en ese sector, no lo hemos hecho construyendo desde con una concepción clasista, que aporte a elevar los niveles de conciencia, de organización y de lucha.
Porque está claro que el poder ejecutivo también avanzó en su objetivo de desarticular a los movimientos sociales con represión, pero también con una medida administrativa, que implicó que los planes potenciar trabajo ahora los administra directamente el gobierno y ya no por intermedio de las organizaciones sociales. Así mismo impuso el recorte en el abastecimiento de alimentos a los comedores populares. Es decir, en casi 30 años del surgimiento del movimiento piquetero, nos congelan los planes en $ 78.000 con una inflación de casi el 80 % en el primer semestre, nos cortan los alimentos y hasta ahora, no hemos tenido la capacidad de respuesta a la altura de las circunstancias.
Otro aspecto, es el planteo de varias organizaciones políticas sobre alentar la rebelión y/o un nuevo argentinazo. Desde nuestro punto de vista, caen en desviaciones espontaneistas. Ya tuvimos las jornadas heroicas del 19 y 20 de diciembre del 2001, que costó la vida de decenas de compañeras y compañeros. Pero cómo no había organización revolucionaria y ni un mínimo desarrollo de sectores obreros clasistas, ese descontento popular lo terminó catalizando el kirchnerismo que hábilmente y con condiciones económicas internacionales favorables, logró reconstituir y consolidar la institucionalidad burguesa, garantizando la paz social y el saqueo imperialista. Si bien hubo mejoras en las condiciones de vida de las masas, fueron muy precarias y hasta que se acabó el viento de cola de la soja. Luego sostuvieron un ajuste gradual y durante el gobierno de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa, profundizaron el mismo.
Así mismo, en los últimos años, hubo revueltas populares en Ecuador, Colombia y Chile, entre otras. Sin embargo, si bien, en algunos casos fueron largas y fuertes luchas, todas terminaron catalizadas por el populismo o el progresismo, canalizándolas hacia el reforzamiento de la institucionalidad burguesa y utilizándolas al servicio de su proyecto electoral. Porque luego, ganaron las elecciones y continuaron con la política de sometimiento al imperialismo y de ajuste a los sectores obreros y populares.
Es decir, está claro que en nuestra región y en nuestro país, la hegemonía sobre las masas la tienen sectores de conciliación de clase. En Argentina es el peronismo, que tiene fuerte ascendencia en el territorio bonaerense y en casi todas las provincias, dirige la CGT, las CTAs y la UTEP. Y está claro, que mientas pasa un brutal y profundo ajuste, intervienen para contener las luchas, para desmovilizar y siempre intervienen para llevar todo al terreno electoral. Lo dicen explícitamente y promueven en las masas esa política.
Mientras no haya una referencia revolucionaria todas las luchas populares, incluidas las más radicales, van a carecer de una orientación que aporte a ir desarrollando mayores niveles de conciencia y organización desde los intereses obreros y desde la perspectiva socialista y van a terminar en procesos de fortalecimiento del capitalismo, de la institucionalidad burguesa de una o de otra manera, generalmente por el ascenso de algún sector populista o reformista.
Queda claro, que lo que se expresa es la debilidad de los sectores revolucionarios y el limitadísimo desarrollo de esta concepción en los organismos de masas. Ante este panorama, es central aportar a construir una referencia revolucionaria, que enfrente a la derecha en el gobierno, pero para ello, al mismo tiempo hay que enfrentar abiertamente al peronismo y ser claros en la disputa con el trotskysmo que hoy tiene la hegemonía en la izquierda. Eso implica la delimitación clara del populismo y promover espacios que aporten a catalizar el descontento popular contra el Estado y la casta política, pero con el fin de esclarecer el carácter burgués del Estado, es decir de denuncia del mismo y de la necesidad de destruirlo y superarlo por un Estado y un gobierno obrero. Al mismo tiempo es necesario aportar a edificar un programa que implique romper con el imperialismo, con el FMI, el no pago de la deuda y la expropiación del gran capital; para ello hay que construir las formas organizativas que aporten al desarrollo de una opción revolucionaria de poder, con la conciencia de que la toma del poder es un camino largo y difícil, que no se resuelve con un estallido o una rebelión.
Todo ello, contiene que a nivel sindical es fundamental disputarle a la burocracia peronista, recuperando las formas de organización de la clase, con sus principios y concepciones, que implican la democracia obrera, que seamos los trabajadores en asamblea los que resolvamos el programa y las medidas de lucha y no un partido y organización política al servicio de su proyecto electoral. Por ello, hay que poner las organizaciones al servicio de las luchas, de la unidad para luchar con independencia de clase. Es decir, desde la independencia de los partidos políticos, aun de los de izquierda, impidiendo que los mismos utilicen las luchas para su acumulación.
Intervenir para elevar los niveles de conciencia y de organización, desenmascarando a la burocracia peronista y aportando a la lucha de cada sector por las reivindicaciones propias, pero al mismo tiempo con la vocación de esclarecer que la causa del deterioro salarial, de las condiciones de trabajo y los despidos, es el ajuste que imponen la burguesía imperialista y las burguesías locales que son aliadas y que son quienes determinan las políticas del gobierno. Por eso, es fundamental promover la unidad de todos los sectores de ocupados y desocupados y de elevar la conciencia en el sentido de asumir que es una lucha irreconciliable de toda la clase obrera y los sectores populares, contra la clase burguesa, su gobierno y la burocracia sindical.
Fuente: https://www.facebook.com/frentedeaccion.revolucionaria.1/posts/pfbid0a2qVG7FYxqSxr1W7AFb4TjjZzSMNApVoKBVy6RrJBFMte8qxZtq3oZH9jrCn9MLsl
Discrepamos en que concebimos el poder de emanciparnos del capitalismo en la construcción por las comunidades de sus respectivas autonomías desde sus resistencias al Capital y Estado que pretenden arrasarlas para el ‘progreso’ en el acumular riquezas mediante extractivismos.
Claro que es clave la unión de esos tejidos locales de nuevas relaciones sociales en convivencia con la naturaleza lugareña. Pero el poder de gobierno plurinacional e internacional provendrá de la autoorganización de las comunidades territorializadas en Confederación Democrática. Y el poder de garantizarles creación de cada una de sus buenos vivires arraiga en programar -por deliberación conjunta- la reforma agraria integral anticapitalista, antirracista, antieclesiástica, antipatriarcal y decolonial tanto del saber como del poder. Se trata, esencialmente, de recuperar los bienes comunes tanto sociales como naturales o sea de desprivatizarlos y desmercantilizarlos.
A diferencia de la reforma agraria capitalista, la anticapitalista es protagonizada por comunidades afirmadas en el despliegue de sentidos colectivos de vida; en el entrelazarse rurourbano sobre todo mediante la autonomía alimentaria; en la demografía del país acorde con necesidades y aspiraciones de las diversidades de abajo. Una demografía que tienda a superar la desertificación, la deforestación y la catástrofe socioecológica que es la megalópolis. También que cuide por -y respete- los derechos de la naturaleza. De modo que son fundamentales los desarrollos desde abajo de la agroecología y la permacultura.
Qué trabajo
Con abstracción del trabajo concreto de colectivos e individuos y total sometimiento de estos dos últimos a realizarlo para subsistencias suyas y de sus familias.
Expropiado y explotado por burguesía / Ecocida y genocida /
Alternativas emancipatorias
Expropiado y explotado por la burguesía
Precisamos, abajo a la izquierda coherente, generalizar la percepción (conocimiento y posicionamiento correspondiente) que el Capital existe al quitarnos los medios de producción y reproducción de la vida social. Y convertirnos en subjetividades que lo reificamos.
Aclaremos en base al libro “La naturaleza contra el capital” de Kohei Saito*. Marx advierte que la separación absoluta de los humanos de la naturaleza o sea de sus condiciones objetivas de producción es la premisa esencial para el surgimiento de la relación entre el capital y el trabajo asalariado. Mientras en las sociedades pre capitalistas, a pesar de que el monopolio de propiedad sobre la tierra era la condición de la explotación de siervos y esclavos, estos productores directos tenían garantizado el acceso a los medios de producción.
Mediante la transformación de la forma de propiedad de la tierra en el proceso de “acumulación originaria” una masa de campesinos fue expulsada de ella y perdió su relación independiente con la tierra como medio de producción y subsistencia, de modo que se vio forzada a vender su propia fuerza de trabajo como una mercancía en el mercado. El surgimiento de la “forma puramente económica” de la propiedad de la tierra -la “comercialización de la tierra”- que causó la alienación moderna de la naturaleza, es el fundamento del modo de apropiación capitalista.
Kohei Saito*, pp.83, nos señala: «Marx claramente consideraba, ya en 1844, que la naturaleza era partícipe esencial en la realización del trabajo. Incluso en esa época, cuando afirmaba que la naturaleza externa funciona en todo proceso de producción como “cuerpo inorgánico” del ser humano, no se refería al robo o la manipulación arbitrarios de la naturaleza por parte del ser humano con la ayuda de la tecnología, sino que enfatizaba el papel de la naturaleza como componente esencial de toda producción:” El hombre vive de la naturaleza” porque” El trabajador no puede crear nada sin la naturaleza, sin el mundo exterior sensible”. La naturaleza es, según Marx, “la materia en que su trabajo se realiza, en la que obra, en la que y con la que produce”. Por ello, el conjunto de la naturaleza no debe tratarse como un objeto aislado de la producción humana, porque los humanos también son “parte de la naturaleza”. Marx usó concepto de “metabolismo” o analogía fisiológica y argumentó que la relación entre los humanos y la naturaleza mediada por el trabajo conforma una unidad, en la cual los humanos sólo pueden producir algo mediante combinación del cuerpo orgánico e inorgánico: “La naturaleza es el cuerpo inorgánico del hombre; la naturaleza, es decir, en cuanto ella misma no es el cuerpo humano. (…) La naturaleza es su cuerpo, con el cual ha de mantenerse en proceso continuo para no morir.»
Kohei Saito* nos esclarece sobre por qué el capitalismo se desarrolla en antagonismo irreconciliable con la Naturaleza de la cual dependemos por pertenecer a ella:
LA NATURALEZA CONTRA EL CAPITAL (pp.147-150)
La transformación capitalista del metabolismo
La explicación del mundo invertido por Marx en El capital sirve para comprender el carácter ineludible de las perturbaciones del mundo material que provoca el capitalismo. Sin la explicación de la dinámica inmanente
del modo de producción capitalista, la ecología de Marx se reduciría a la simple afirmación de que el capitalismo destruye el sistema ecológico porque los capitalistas buscan conseguir ganancias sin preocuparse en absoluto
de la sostenibilidad ambiental. Esto iría en contra del “método materialista” de Marx. Por lo tanto, también es necesario investigar la estructura social objetiva, pues el método de Marx se opone a aquellos enfoques que buscan
introducir nuevos valores “correctos” o de tintes “moralistas”, que supuestamente buscan proteger el medio ambiente.
Por el contrario, Marx examinó en detalle cómo la mediación de la interacción social y natural entre los
humanos y la naturaleza, a través de la lógica de valorización del capital, organiza la producción y circulación social de tal forma que el intercambio metabólico resulta trastocado inexorablemente.
Si bien el modo de producción capitalista estructura un metabolismo humano particular con la naturaleza,
a nivel nacional y global, las fuerzas de la naturaleza, aunque elásticas, están siempre limitadas de diversas maneras, por lo que surgen ecocrisis en diversos ámbitos.
Puesto que la asignación de la suma total de trabajo y la distribución de la suma total de productos están organizadas a través de la mediación del valor en el capitalismo, la interacción metabólica entre los humanos y la naturaleza se realiza inevitablemente bajo la primacía del trabajo abstracto. Como mencionamos antes, este modo de mediación contiene en sí una cierta tensión, pues la expresión de valor solo puede dar cuenta de las dimensiones materiales concretas de la interacción humano-naturaleza de una manera muy limitada y deficiente. Esto marca una importante diferencia en relación con todas las otras formas de producción social, donde los diversos aspectos materiales (e incluso ecológicos) son normalmente incorporados en el momento de la “asignación” del trabajo social y la “distribución” de los productos.
Puede parecer que el hecho de que los humanos exploten los recursos de la naturaleza bajo la primacía del valor no es tan perjudicial, desde el punto de vista ecológico. Sin embargo, el problema de esta mediación reificada aparece
más claramente con el surgimiento del “capital” ya desarrollado, pues el valor funciona entonces no solo como una “mediación” de la producción social, sino que ahora se vuelve el “objetivo” de la producción. El capital amenaza
la continuación del metabolismo de la humanidad con la naturaleza, al reorganizarlo radicalmente desde la perspectiva de la máxima explotación posible del trabajo abstracto.
Una vez más, recordemos que, según Marx, la categoría de “valor”, en una sociedad basada en la producción generalizada de mercancías, es una categoría económica que muestra una conexión esencial con las condiciones
materiales de la reproducción del metabolismo entre los humanos y la naturaleza. La particularidad del capitalismo es que, debido a los “trabajos privados” y a la “reificación”, la producción y reproducción de la sociedad solo puede ser llevada a cabo con la mediación del valor. Los productores privados se relacionan socialmente entre sí solo con la ayuda del valor, para asegurar (¡más o menos!) la existencia de la sociedad.
El poder de la reificación aumenta con el “dinero”. Como explica Marx, el valor se encarna en un objeto independiente –el dinero– que otorga a una mercancía, el oro, un valor de uso social específico. El oro funciona como un “equivalente general” que es “directamente intercambiable por otra mercancía”. Este poder social de intercambiabilidad directa significa que su posesión permite la adquisición de cualquier objeto deseado, y eso genera un nuevo afán de acaparamiento de dinero que es “ilimitado por naturaleza”.
Sin embargo, un cambio incluso más radical ocurre cuando la máxima objetivación de trabajo abstracto se torna el objetivo exclusivo de la producción. Con la subjetivización del valor como “capital”, la transformación del
mundo procede de una manera incluso más drástica: (…)
La afirmación de que la interacción metabólica entre los humanos y la naturaleza, mediada por el trabajo, representa una “necesidad natural eterna” en cada sociedad es abstracta. Todo el proceso de producción social adquiere ahora una forma más concreta, a medida que Marx lo analiza en relación con las transformaciones que genera el capital, según la lógica de su valorización.
En razón de este nuevo objetivo del proceso de producción, el trabajo abstracto también recibe una función económica adicional específica, a saber, ser la única fuente para el aumento de la riqueza capitalista.
El capital considera al trabajo solo como un medio para su infatigable autovalorización, en la que el trabajo concreto cede el paso a la primacía del trabajo abstracto. Lo que importa en la producción capitalista ya no es la satisfacción
de las necesidades sociales, dado que estas solo se satisfacen de manera azarosa, según lo que dicta la anarquía de la competencia capitalista.
El deseo de acumulación de capital nunca puede satisfacerse con un determinado valor de uso cualitativo; es un movimiento “infatigable” de una cantidad incesantemente creciente. En consecuencia, toda la producción
capitalista está dirigida a explotar al máximo el trabajo abstracto, y este gasto unilateral de fuerza de trabajo humano no hace más que distorsionar la relación de la humanidad con la naturaleza. Dado que tanto la fuerza de trabajo como la naturaleza son importantes para el capital solo en tanto “portadores” de valor, este actúa en forma negligente hacia los diversos aspectos de estos dos factores fundamentales de la producción, conduciéndolos por lo general a su agotamiento. (…)
*Kohei Saito
La naturaleza contra el capital. El ecosocialismo de Karl Marx/Kohei Saito; editado por Juan Duarte; Santiago Benitez-Vieyra. -1ª ed.-Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ediciones IPS, 2023.
Ecocida y genocida
Dejemos de naturalizar nuestro modo de vida y trabajo. La pandemia debería habernos interpelado sobre porqué existe emergencia alimentaria desde 2002 y se la fue prorrogando, también sobre el deterioro y la contaminación de los alimentos.
Examinemos qué trabajo social está siendo arrasado en el Abya Yala por el sistema mundo capitalista y sus locales. Las consecuencias de su desarrollo o progreso son nuestro crecimiento en hambre, pobreza estructural, sometimiento a acaudalar cada vez más oligopolios globales y globalizados y en desertificación. Reflexionemos sobre:
Entrevista a Esteban Daza, coordinador del Observatorio del Cambio Rural (OCARU)
«Los sectores campesinos viven una suerte de catástrofe agroalimentaria»
27 de agosto de 2024
Por | OCARU – Rebelión / Imagen: Esteban Daza. Foto cortesía archivo OCARU – IEE
Nuestro entrevistado se refiere a la situación actual del campesinado ecuatoriano; advierte sobre los problemas que conlleva la reforma normativa neoliberal puesta en marcha por el gobierno de Ecuador. Sin embargo, señala que a pesar de la situación crítica, en determinados territorios campesinos emerge la propuesta de la agroecología, como camino social alternativo frente al extractivismo. Les invitamos a leer esta entrevista, una colaboración entre OCARU y Rebelión.
Esteban Daza es sociólogo, master en Filosofía y Pensamiento Social, cursa su doctorado en Estudios sobre Desarrollo en la Universidad del País Vasco. Es miembro del Grupo de Trabajo Estudios Críticos del Desarrollo Rural de CLACSO; participa del Colectivo de Investigación Participativa en Agroecología de Latinoamérica y el Caribe IPA-LAC. Sus líneas de investigación y publicación incluyen los siguientes temas: Cuestión Agraria y Agroalimentaria, Políticas Públicas y Soberanía Alimentaria, Agroecología Política, Movimiento Campesino, Subjetividades, Historia del Pensamiento Agrario.
¿Cuál es la situación de las agriculturas campesinas en el Ecuador en la actualidad?
Me atrevería a decir que es un momento histórico particularmente difícil para el campesinado: en los últimos 30 años las prácticas y los ritmos con los que organizan su subsistencia han cambiado, las condiciones que enfrentan para su reproducción cada vez son más violentas, sin embargo, esto no quiere decir que no lo estén logrando.
Sin el afán de desconocer sus múltiples problemáticas o reducirlas arbitrariamente, me parece que podríamos anotar al menos tres dificultades que reflejan la situación de campesinos y campesinas en el sistema agroalimentario nacional:
Primero, están viviendo una segunda desregulación agraria neoliberal que no solo ha desplazado al Estado de ciertas políticas regulatorias que intentaron, por un muy corto tiempo, brindar mejores condiciones para la negociación entre las agriculturas campesinas y el mercado. Esta fase del capitalismo en el agro se caracteriza porque ya no busca la inclusión de la agricultura de menor escala al sistema agroalimentario neoliberal, volviéndola viable y subordinada al régimen del agronegocio, sino que ahora su propósito es convertir a este tipo de agricultura y a su población en territorios sacrificables y sin derechos. Las agriculturas familiares no solo deben enfrentarse a la expansión de la lógica del agronegocio sino también a las distintas variantes extractivas, como la minería a gran escala. Diría que el campesinado vive un repliegue.
El segundo problema está relacionado con la cuestión de la tierra, que emerge nuevamente como centralidad de los procesos de organización social en el campo, la tierra aparece como eje central de las agendas de lucha. La particularidad de esta emergencia es que en los reclamos campesinos no está exclusivamente la consigna de la redistribución –ahora pasó a segundo plano, sino que la fuerza y centralidad está en la defensa de la poca tierra que tienen, aquella a la que accedieron de múltiples formas en los últimos 60 años, y la que les ha permitido consolidar territorios de pequeñas agriculturas campesinas donde han generado prácticas productivas y reproductivas. Las luchas campesinas son por la tierra y los territorios ante un capitalismo violento que les arrebata lo poco que tienen. Actualmente uno de los casos más sonados de robo de tierras ha sido el de un ex asambleísta (congresista) que a través de los aparatos de justicia expropio tierras a las familias campesinas. Una modalidad de robo sistemático de tierras que utiliza la vía legal para expropiar y amedrentar los reclamos y la resistencia[1].
Y tercero, el hambre. Los informes de los últimos cinco años de la Organización de las Nacionales Unidas para la Alimentación y Agricultura sobre el estado de la seguridad alimentaria y la nutrición mencionan que, en países del Sur Global, como es el caso ecuatoriano, están los mayores porcentajes de desnutrición, malnutrición, prevalencia alimentaria moderada y grave, y que sus impactos los padecen en mayor proporción las poblaciones que viven en la ruralidad, muchas de estas dedicadas a las actividades agrícolas. Podríamos decir que los sectores campesinos viven una suerte de catástrofe agroalimentaria, no solo porque tienen problemas en el acceso a la comida o porque acceden a alimentos de bajos índices nutritivos, sino porque están perdiendo la autonomía en el uso del suelo, y en los casos más extremos son despojados de sus medios de vida con los que producen su autoalimentación. Y si a esto le sumamos la crisis climática que afecta directamente a su actividad productiva, el panorama es aún más complicado.
Hay otra serie de problemas que los aquejan, como la deuda, la falta de agua, y las violencias en sus territorios. Pero me gustaría mencionar que a pesar de estas condiciones y el repliegue que vemos del campesinado, emergen también posiciones que configuran una suerte de posibilidad de transformación, aquí vemos como construyen plataformas temáticas y coyunturales en el marco de la defensa de sus derechos como un mecanismo para resistir. Pero también podemos constatar cómo la agroecología se convierte para muchos de ellos y ellas en una opción a largo plazo, que les permitiría transitar de la resistencia hacia transformaciones más profundas.
Ante estos problemas, ¿qué nos puedes decir del rol de las políticas públicas agrarias? ¿Qué efecto tienen en este contexto?
Justamente lo que hacen las políticas públicas agrarias es formar parte de la que consideramos como segunda desregulación agraria neoliberal en el Ecuador. Esto no solo con la implementación de políticas exclusivas para impulsar el agronegocio y la exclusión campesina de las cadenas de producción, sino que hay otro conjunto de políticas públicas no solo agrarias, sino ambientales, productivas o de comercio que terminan afectando al campesinado, a las y los agricultores familiares, como son los tratados de libre comercio, o la permisividad ambiental para la expansión de la gran minería, incluso aquellas políticas como la captura de carbono.
Vemos también con preocupación el panorama político actual y el que se vendrá después de las próximas elecciones de autoridades nacionales. Es evidente que el ministerio de Agricultura está tomado por los actores corporativos para quienes el agro nacional solo es el banano y ahora parece que la pitahaya, quedando en segundo plano otros rubros de la exportación y la agroindustria como el cacao, la misma palma africana o el maíz, y, totalmente desplazada vemos a la producción local de alimentos que en su mayoría está en manos campesinas. Y en el caso del parlamento nacional, la correlación de fuerzas políticas a favor de la Soberanía Alimentaria y los derechos campesinos es negativa, tal es así que se han aprobado leyes y se busca aprobar otras que generarían un retroceso para la transformación de los sistemas agroalimentarios.
Finalmente, estamos próximos a las elecciones para presidente y vicepresidente de la república, al igual que de asambleístas (congresistas), enero febrero de 2025, pero de momento el panorama tampoco emociona a los sectores del campo con los que hemos dialogado. De las más de 10 candidaturas a presidente de la república no se escuchan, ni se conocen qué propuestas tienen para el sector agroalimentario, lo que domina – por la situación de violencia e incidencia del crimen organizado que vive Ecuador, son las propuestas de seguridad y las económicas, estas últimas generalmente están apuntando a aumentar la extracción y exportación de recursos primarios. Si bien se habla de una alianza de las izquierdas y de un plan de gobierno progresista y de izquierda que incluya propuestas para una transición productiva y energética, aún no conocemos qué se está pensando en materia de soberanía alimentaria.
A propósito de las fuerzas políticas en la Asamblea Nacional y su legislación en materia agropecuaria, conocemos que hace más de un año fue aprobada la Ley Orgánica para la Defensa y el Desarrollo de la Economía Familiar Campesina ¿Qué me dices de eso?
Sí, es una ley que según los sectores sociales de la agricultura familiar campesina y comunitaria no fue consultada o construida con su participación. Este es un primer punto a tener en cuenta con respecto a la ley. Un segundo punto, esta es un ley declarativa y poco resolutiva. Si bien recoge las demandas más comunes sobre las necesidades de la agricultura campesina, no da ningún indicio de cómo hacerlo o qué camino seguir. Pero claro, esto en lugar de ser inofensivo es peligroso, porque deja tantos elementos abiertos que cualquier punto de esta ley podría volverse perjudicial para la economía campesina y familiar. Y esta es la historia de muchas de las normativas en este país.
Pongo un ejemplo: esta ley en su artículo 19 habla sobre los incentivos que debe emprender el Ministerio de Agricultura, y en su literal b) encontramos una parte que trata de la “implementación de la producción orgánica y agroecológica identificando a través de la producción a los productores y generando procesos de comercialización”. Lo que aparece en esta ley como incentivo, en el reglamento de aplicación de esta normativa –promulgado el 3 de julio de 2024 por el presidente Noboa, se convierte en un mecanismo de control sobre quién debe regular y normar los procesos agroecológicos. En el artículo 26 de este reglamento se menciona que, el ente rector (Ministerio de Agricultura) “elaborará un plan para reconocer, homologar, acompañar y fortalecer la implementación de los Sistemas Participativos de Garantía SPG”, esto desde mi punto de vista es regulación estatal, control.
El artículo 26 del reglamento logra lo que personeros técnicos de gobiernos anteriores no consiguieron: que el Estado participe como el ente regulador de la actividad agroecológica. Para el movimiento agroecológico ecuatoriano los SPG son una bandera de lucha, es parte de su identidad y de su capacidad de transformación de los sistemas agroalimentarios, que actualmente dicho mecanismo vaya a estar regulado por el Estado puede significar una pérdida de autonomía de los sectores campesinos dedicados a la agroecología. (…)
Fuente: https://rebelion.org/811218-2/
Comprobamos el grado extremo de violencia conque el neoliberalismo, el capitalismo desde los setenta, separa de las tierras y que Milei es sólo su fetiche en la Argentina actual. Pero centremos en que:
CAUSA COMÚN DE TODOS LOS PUEBLOS PLANETARIOS debe ser poner fin al genocidio (que no guerra) de los palestinos por el estado sionista de Israel sostenido por EE.UU. y apoyado por las democracias burguesas.
HACIA ESTE NAZI FASCISMO EXTERMINADOR DE LA VIDA avanzan el sistema mundo capitalista y sus locales para el lucro del 1% humano mediante su sociedad de consumo con base esencial en los extractivismos rurourbanos.
Despliega nazi fascismo no sólo por percibirse omnipotente sino también por percibirse en crisis estructural desde 2008. Esta implica la del trabajo asalariado como ordenador social, así como de la forma Estado y de la representación política a través de los partidos políticos. Todo lo cual amenaza su existencia.
Alternativas emancipatorias
Procuremos, desde las redes de medios comunitarios y las redes sociales, facilitar la multiplicación de espacios en común de deliberación sobre qué denuncian, documentan y hacen las autoorganizaciones en defensa de territorios de todo el país-continente. En simultáneo, es crucial generalizar la superación de la creencia en que la única economía posible es la de la modernidad capitalista e imperialista. Que además significa, por ejemplo, que las inversiones de YPF condenen a más de la mitad de la niñez-adolescencia a la pobreza estructural, a casi el 80% de jubilados-pensionados a torturarse ante su miseria y a los trabajadores formales a un salario mínimo-vital-móvil de indigencia ni qué decir sobre las condiciones infrahumanas del malvivir entre el creciente número de los desposeídos de todo por el sistema. También esas inversiones se hacen desmantelando por completo la salud y la educación públicas, precarizando la seguridad social y la cotidianeidad de las grandes mayorías.
Y ¿para qué esas inversiones? Para llevar a cabo la regeografía de Argentina-Chile planificada a principios de siglo como IIRSA o Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana por acuerdo de todos los gobiernos con el objetivo de elevar la eficiencia del saqueo al continente o de la exportación a gran escala de Naturaleza, es decir de la salud suya que incluye la humana. Hasta la UNASUR la convirtió en eje de desarrollo ocultándola en el COSIPLAN. El interés del bloque dominante está puesto en exportar y el autoabastecimiento que es para el alto consumo energético de los extractivismos. Los diversos de abajo sólo existimos para ser despojados de nuestras riquezas e ingresos, frutos del trabajo social y de la naturaleza. Consideremos la siguiente propuesta:
Crear espacios de autodeterminación
Alejandro Olmo
En las últimas décadas estuvimos viviendo una serie de revueltas que están directamente relacionadas con una profundización de la crisis del capital.
La crisis del capital es una crisis de reproducción de valor e implica una crisis del trabajo asalariado como ordenador social, así como de la forma Estado y de la representación política a través de los partidos políticos. Algunas de esas experiencias rebeldes desbordaron las formas capitalistas (el Estado, el trabajo abstracto, el valor) abriendo así perspectivas que anteriormente estaban ocultas, obturadas por la visión positivista y progresista de la izquierda tradicional.
Al mismo tiempo, la crisis también genera una intensificación de la violencia del capital hacia las personas y la vida en general.
Estas revueltas, sin embargo, parecen haberse aplacado a partir de la pandemia del COVID, al menos en Sudamérica.
El estallido de 2001 en Argentina se produjo luego de años de desgaste del Estado como garante del trabajo asalariado y del control social, y de una progresiva autoorganización de grupos sociales que fueron abandonando sus expectativas hacia los partidos populares.
Lo más interesante que generaron los movimientos de piqueteros y asambleas populares fue la configuración de espacios de autoorganización, con cierta autonomía frente al Estado y los partidos, espacios de discusión y deliberación sobre las propias condiciones de vida.
Luego, como sabemos, estos espacios fueron perdiendo fuerza a la vez que el Estado iba reinstitucionalizando las energías rebeldes.
Hoy, más de 20 años después, un hartazgo social similar está derivando en una esperanza enajenada e individualista. La rabia, en lugar de abrirse en una búsqueda colectiva, se canaliza en el voto al ultraderechista Milei cuyo discurso de “libertad” apela directamente a esa rabia.
La idea de libertad utilizada por la ultraderecha no es diferente a la que utilizan los demás partidos políticos, y no es sino el concepto fetichizado de libertad que las relaciones sociales mercantilizadas imponen permanentemente. Es la libertad pensada desde su identificación con el dinero y el consumo.
Pareciera haberse producido una inversión de la “digna rabia” del 2001 en una rabia enajenada.
Pero la inversión no se produjo de repente, sino a través de la delegación y canalización de las rabias rebeldes en el Estado durante los años transcurridos desde aquel estallido.
Este artículo no tiene ninguna intención de debatir con “los Mileis o Bolsonaros” que surgen en América o Europa. Pero sí pensamos que es importante generar rupturas con el mundo fetichizado de la mercancía, incluyendo estas ideas de libertad que, por otra parte, también son sostenidas por las izquierdas estatalistas.
Las ideas libertarias de la Comuna de París
A partir de la Comuna de París, se produce una convergencia en el pensamiento de revolucionarios de esa época, tanto comunistas como anarquistas (Marx, Kropotkin, Élisée Reclus, Louise Michel, William Morris, Elisabeth Dmitrieff, Errico Malatesta, entre otr@s).
Lo realizado durante la Comuna y los debates que se produjeron en la década siguiente, giraban
alrededor de la autoorganización en la lucha contra el capitalismo a través de la creación de una
federación en red de comunas descentralizadas y autodeterminadas, la construcción de una sociedad a partir de la asociación libre de las personas, y sin un Estado que las gobierne.
La mayoría de las y los revolucionarios coincidían en que no hay emancipación del capitalismo sin eliminar el valor de cambio y el trabajo asalariado. (Ver Lujo comunal. El imaginario político de la Comuna de París de Kristin Ross)
La experiencia emancipatoria de la Comuna de París y las ideas libertarias, que sobrevivieron a la masacre del poder versallés, fueron luego invisibilizadas no sólo por la contraofensiva de la burguesía capitalista sino también con el establecimiento del Estado de la URSS, que impuso una “verdad revolucionaria” opuesta a las ideas planteadas a partir de la Comuna.
Mientras la Comuna y los revolucionarios de la época plantearon la disolución del Estado, el partido bolchevique terminó construyendo su poder en y desde el Estado. La necesidad de un Estado que centralice el poder estaba relacionada al mantenimiento del trabajo asalariado y el control social que este requiere. Las ideas de libre asociación del trabajo planteada por el comunismo libertario o la abolición del trabajo abstracto planteado por Marx fueron sepultadas en el “socialismo real”.
El poder central del Estado y del Partido fue la respuesta contraria a la asociación libre de comunas autónomas independientes. Para Lenin, la comuna de París había “fracasado” entre otras cosas porque no tenía “un partido obrero” que la conduzca, tal como lo escribe en “En memoria de la Comuna” en 1911.
La imposición del Estado sobre las ideas de la Comuna de París se sella a fuego con la represión sobre la comuna de Kronstadt llevada a cabo por Lenin y Trotsky justo en el 50 aniversario de la revolución parisina.
Si bien podemos decir que tales ideas están siendo de distintas formas re-creadas por el zapatismo y por la Revolución de Rojava, en general pareciera que están invisibilizadas en el pensamiento anticapitalista.
Obviamente no se trata de retomar un proceso revolucionario del pasado como si se pudiera continuarse en la actualidad. Sin embargo, pensamos que cualquier proceso emancipatorio debe abrir espacios desde donde desarrollar experiencias de autodeterminación, y para eso es importante poner en juego no solo las experiencias revolucionarias recientes como las de Chiapas o Rojava, sino también las ideas surgidas desde la Comuna.
Proponemos entonces rebelarnos contra aquella invisibilización que hoy subsiste.
Una política de creación de espacios de autodeterminación
Las revueltas que mencionamos al principio marcan cambios en las luchas anticapitalistas. Ya no se trata de tomar el poder del Estado, ya sabemos que desde el Estado sólo se pueden reproducir las relaciones de poder del capitalismo. Estas nuevas luchas, por el contrario, buscan crear otras relaciones humanas, no desde el poder hacia abajo sino desde abajo y a la izquierda como dicen los zapatistas.
En los casos de los caracoles zapatistas o de los cantones del Confederalismo Democrático en Rojava, se pudieron construir espacios colectivos de autodeterminación, donde las personas se relacionan en-contra-y más allá (John Holloway) de las relaciones que imponen el valor y el dinero. Pese a todas las adversidades, esos procesos se mantienen en un estado de rebelión y en la búsqueda de un otro mundo.
En otros casos como en Argentina en 2001 o en Atenas en 2008, pareciera que esas revueltas fueron absorbidas, institucionalizadas por el sistema.
No obstante nos parece que los desbordes producidos en estos procesos generaron algunos cambios en las luchas, que han quedado latentes en la memoria colectiva.
Son desbordes que provocan fisuras a la forma Estado, a la mercantilización y cosificación de las relaciones entre las personas, al trabajo abstracto.
Esas fisuras, que permanentemente se generan en muchas resistencias cotidianas, aparecen con mayor visibilidad en las revueltas y estallidos creando espacios que prefiguran la potencialidad de una otra vida.
Con respecto a estos espacios Stavros Stavrides dice lo siguiente:
La experiencia fragmentada de una vida distinta, durante la propia lucha, adquiere forma en las espacialidades y tiempos con características de umbral. Cuando las personas advierten colectivamente que sus acciones empiezan a diferir de lo que hasta entonces habían sido sus hábitos colectivos, la comparación adquiere una dimensión liberadora.
(Stavros Stavrides – Hacia la ciudad de umbrales)
Las grietas generadas por estos desbordes nos están mostrando cambios en el contenido y en el sentido de las luchas, luchas que desbordan la forma identitaria y estado-céntrica de la lucha anticapitalista anterior. Y es en estas aperturas, generadas por las nuevas luchas anti-identitarias, donde aparecen rasgos de autodeterminación, es decir prefiguraciones de libertad.
Entonces, sigue siendo necesario crear espacios diferentes, otras temporalidades (Sergio Tischler). Espacios donde se puedan desarrollar experiencias de autodeterminación, donde se generen grietas en el tiempo del dinero.
En las asambleas barriales en Argentina, se llegó a experimentar otro tiempo, donde se podía pensar más libremente. Ese “tiempo de la asamblea” iba más allá del tiempo del trabajo y de la mercancía. En esos momentos se podría decir que había por lo menos una sensación de que era posible liberarse de la enajenación del trabajo y del dinero.
Pero ese tiempo es parte de lo que luego se fue perdiendo, y el tiempo del trabajo volvió a bloquear las aperturas que en ese sentido se lograron generar.
Por lo que ya hemos vivido entonces, sabemos que esos espacios-tiempo, aunque imprescindibles, no son suficientes. Proponemos entonces pensar cómo, desde esa apertura, ir expandiendo, ensanchando esos espacios de autodeterminación como parte de la lucha contra el capitalismo.
Ante la situación actual, donde en apariencia todas estas búsquedas están opacadas, sigue siendo necesario,.
En eso estamos y por eso vamos
Fuente: https://comunizar.com.ar/prueba33/
Qué Abya Yala
Con condena a ser desertificado en todos los sentidos del concepto para la incesante acumulación, por el 1% humano, de riquezas, poder de dominio e ingresos.
Historia y presente/ Ofensiva del sistema mundo capitalista /
Alternativas emancipatorias
Historia y presente
El término Abya Yala es en sí mismo un símbolo de identidad y respeto hacia las raíces de los pueblos originarios; y en ese sentido, el poema Abya Yala Wawgeykuna (Hermanos Americanos), originario del pueblo Quechua de Argentina, hace un llamado a la unidad de los pueblos a mantener presente su origen y a continuar su camino siguiendo las huellas de sus ancestros. Tal como su título indica, Abya Yala Wawgeykuna.
Artes, saberes y vivencias de indígenas americanos, el libro que sostienen en sus manos es un tributo a la filosofía de ese poema, pues intenta plasmar el pasado y el presente de distintos pueblos originarios: sus modos de vida, sus manifestaciones artístico-culturales, sus creencias… y al fin y al cabo, su identidad. Leer
Advirtamos que nosotros, como Abya Yala, estamos sumidos no sólo en una acelerada e intensificada desertificación sino también en la guerra de competencia entre países imperialistas con socios menores en los poderes locales. Todavía más, quienes nos relatan nuestra situación tapan que la pelea es por adueñarse de oprimirnos lo más posible aun cuando China-Rusia se disfracen de socios y de cooperación.
Colonialismo: guaraní-kaiowá, ruralistas, STF y
la conciliación y pacificación de los cementerios
17de agosto de 2024
Por Givanildo Manoel de Silva /
Correio da Cidadania (Brasil)
Traducido del portugués para Rebelión por Alfredo Iglesias Diéguez
En este artículo el autor sostiene que la amenaza de los pueblos indígenas se mantendrá mientras perdure el capitalismo, y su brazo ejecutor ante los pueblos indígenas: la colonización.
De vez en cuando los horrores que sufren cotidianamente los guaraní-kaiowá se difunden abiertamente para el público general. Cuando pasa, la sensación es que se trata de una noticia ya pasada que se repite a lo largo del tiempo gracias a las diversas maniobras legales practicadas por quienes invadieren este territorio: los colonizadores.
Es importante tener presente que la colonización consiste en la invasión territorial y en el expolio de otros pueblos en beneficio del invasor. Se trata, por tanto, de un proceso que dio origen al capitalismo a través de la conocida ‘acumulación primitiva del capital’, es decir, de la expropiación, el expolio y la explotación. Así se constituyó el capitalismo, cuyas bases económicas fueron creadas por el liberalismo económico y cuya estructura legal fue establecida a partir de las revoluciones burguesas para asegurar los intereses de la burguesía.
Esta breve explicación sobre la construcción del capitalismo es necesaria para entender la dinámica en que estamos inmersos. Además de incorporar en su funcionamiento un proceso de acumulación primitiva permanente, el sistema atiende a los intereses de la burguesía, integrada en este caso particular por los ruralistas y el agronegocio, aliados a otros sectores de la burguesía, como la industrial y la financiera, ya que todos participan en negocios relacionados con la explotación de los recursos de la tierra. Pero ¿por qué ocurre tal cosa? Porque la acumulación primitiva permanente forma parte del funcionamiento del capitalismo: únicamente terminará cuando acabe el capitalismo.
¿Cuál es la historia de los guaraní-kaiowá, que es también la de los demás pueblos indígenas? Tras la invasión que tuvo lugar en el año 1500, las acciones realizadas por el Estado invasor y colonizador siguieron todo el abecedario de las acciones de colonización: invasión del territorio, expulsión de los pueblos de las regiones que ocupaban, asesinatos, esclavización, violaciones –que fueron y son una constante de esas acciones–, así como la negación por todos los medios disponibles de la existencia de los pueblos indígenas (etnocidio) y la apropiación de todo el conocimiento acumulado por los pueblos indígenas (epistemicidio).
Comprender que la lógica de la existencia del colono-capitalismo presupone prácticas coloniales, legalidad burguesa y pensamiento liberal es fundamental para entender el trébede, que estructura la actual acción contra los territorios indígenas, quilombola, caiçara y ribeirinho, entre otros, porque son territorios que para el capital tienen un enorme potencial económico. Por esa razón, los obstáculos que se encuentren en el camino de la explotación económica de esos territorios deben de ser eliminados en nombre de los intereses del capital, que serán (in)justificados con los argumentos más irracionales, pero capaces de convencer al más incauto de los mortales, sin importar las consecuencias de sus acciones.
En este momento, en el transcurso de una profunda crisis del capitalismo, asistimos al ascenso de la extrema derecha, que se apropió de una considerable parte del Estado sin presentar ninguna solución política o de políticas públicas. Al contrario, en vez de aportar soluciones, difunden ideas racistas, xenófobas y violentas, que siembran el terror entre quienes consideran enemigos debido a que atentan contra sus intereses, por lo que reivindican una supuesta política económica hiperliberal y una libertad de opinión absoluta, que tiene en la política del miedo su principal aliado.
La demostración de todo esto es que el bando de los ruralistas está armado hasta los dientes y actúa con extrema violencia sin sufrir ninguna reprimenda por parte del Estado; sin embargo, para los indígenas es impensable poseer algún tipo de arma para la autodefensa, ya que inmediatamente serían criminalizados por el Estado.
De esta forma, la acción colonizadora retorna al centro de las acciones políticas contra los pueblos indígenas y las comunidades tradicionales al permitir el proceso de acumulación de más riquezas a manos de un pequeño grupo (burguesía), que empleará todos los medios de que dispone al controlar la estructura financiera y judicial del país para legalizar sus acciones.
Kari Guajajara repitió en la mesa de la comisión especial de conciliación del Marco Temporal en el STF una sentencia que viene cumpliéndose hace más de cinco siglos: “Que queden marcadas en la historia todas las personas que votaron por la destrucción del planeta”. No sin razón, en su momento esa acusación de catastrofismo acabó silenciada por la realidad. Sin embargo, el colono-capitalismo no tiene racionalidad: prefiere buscar otros mundos o protegerse de la destrucción en búnkeres en los que evitar su propio destino destructivo.
Givanildo Manoel de Silva es educador y activista indígena.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y Rebelión como fuente de la traducción.
Apreciemos la subversión de la siguiente subjetividad colectiva:
Brasil
Mujeres Campesinas Negras mueven la tierra,
construyen agroecología y Reforma Agraria Popular
El 25 de julio tomó fuerza y entró en el calendario de luchas en Brasil. Esta fecha es resultado de mucha resistencia y organización de las mujeres negras de América Latina y el Caribe.
Por Rosa Negra, Lucineia Freitas y Vanessa Ribeiro*
De la página del MST
Aprendimos de Angela Davis que “cuando una mujer negra se mueve, toda la estructura de la sociedad se mueve con ella”, y de Lélia González que nuestro lema debería ser: “organización ahora”.
Vivimos en una sociedad donde las mujeres negras están en la base de la pirámide social, ya que se ven afectadas por los peores niveles de derechos básicos, como el acceso a la educación, el mercado laboral, la tierra, la vivienda y la salud. Esto se debe a que las intersecciones de género, raza y clases estructuran el capitalismo y son elementos centrales para comprender la permanencia de la violencia sistémica que afecta a las mujeres negras en diferentes espacios de la vida, en el hogar, en el trabajo, en la política, en la economía. Además, continúa matando a jóvenes negros, a hombres negros, encarcelando masivamente a personas negras, imponiendo prejuicios, impidiendo el acceso y la permanencia en la tierra y el no reconocimiento de las prácticas religiosas.
En este aspecto, es importante demarcar los espacios de lucha y resistencia construidos por nuestros antepasados, trayendo la memoria de Luiza Mahin , Dandara , Mariele Franco y muchos otros que iniciaron el proceso de lucha por ellos, y afirmando que enfrentar el racismo y el sexismo que aún hoy se vive es una condición para afrontar los males del hambre, la misoginia, la violencia y para pensar en una sociedad menos desigual, basada en relaciones sociales de igualdad.
impidiendo el acceso y la permanencia en la tierra y el no reconocimiento de las prácticas religiosas.
En este aspecto, es importante demarcar los espacios de lucha y resistencia construidos por nuestros antepasados, trayendo la memoria de Luiza Mahin , Dandara , Mariele Franco y muchos otros que iniciaron el proceso de lucha por ellos, y afirmando que enfrentar el racismo y el sexismo que aún hoy se vive es una condición para afrontar los males del hambre, la misoginia, la violencia y para pensar en una sociedad menos desigual, basada en relaciones sociales de igualdad.
En la lucha por la tierra, el racismo y el sexismo se expresan principalmente en la propiedad de la tierra , donde las mayores superficies son propiedad de hombres blancos, resultado de un proceso de colonización excluyente basado en la esclavización y sobreexplotación de la mano de obra negra y los recursos naturales.
Sin embargo, la resistencia a este modelo también la lideran las mujeres negras. Desde el Brasil colonial y esclavista, ha sido fundamental la resistencia actual de los pueblos y comunidades tradicionales, donde las líderes negras son centrales en la organización de la lucha basada en la vida cotidiana, el cuidado de la naturaleza y de las personas. Se expresa también en la lucha por la Reforma Agraria, ya que las mujeres negras, formando la base de la pirámide social, también lideran la lucha por el acceso a la tierra, a la alimentación sana y a una vida digna que la Reforma Agraria Popular puede hacer posible.
Lo que impulsa esta lucha es la creencia en la posibilidad de construir un modelo civilizatorio humano, fraterno y solidario, basado en los valores expresados por la lucha antirracista, feminista y ecológica, asumida por las mujeres negras de todos los continentes, pertenecientes como nosotras. a la misma comunidad de destinos. Por la construcción de una sociedad multirracial y multicultural, donde la diferencia sea vivida como equivalencia y no como inferioridad”.
En la lucha por la tierra, el racismo y el sexismo se expresan principalmente en la propiedad de la tierra , donde las mayores superficies son propiedad de hombres blancos, resultado de un proceso de colonización excluyente basado en la esclavización y sobreexplotación de la mano de obra negra y los recursos naturales.
Sin embargo, la resistencia a este modelo también la lideran las mujeres negras. Desde el Brasil colonial y esclavista, ha sido fundamental la resistencia actual de los pueblos y comunidades tradicionales, donde las líderes negras son centrales en la organización de la lucha basada en la vida cotidiana, el cuidado de la naturaleza y de las personas. Se expresa también en la lucha por la Reforma Agraria, ya que las mujeres negras, formando la base de la pirámide social, también lideran la lucha por el acceso a la tierra, a la alimentación sana y a una vida digna que la Reforma Agraria Popular puede hacer posible.
Lo que impulsa esta lucha es la creencia en la posibilidad de construir un modelo civilizatorio humano, fraterno y solidario, basado en los valores expresados por la lucha antirracista, feminista y ecológica, asumida por las mujeres negras de todos los continentes, pertenecientes como nosotras. a la misma comunidad de destinos. Por la construcción de una sociedad multirracial y multicultural, donde la diferencia sea vivida como equivalencia y no como inferioridad”.
(CARNEIRO, 2003, p.05)
En este sentido, es importante marcar el 25 de julio como un momento de lucha y celebración para nosotros en el MST, ya que ese día celebramos el Día de la Mujer Negra Latinoamericana y Caribeña, que tiene como objetivo denunciar y visibilizar el racismo y el sexismo. impacta la vida de las mujeres afrodescendientes, pero también para visibilizar los procesos de luchas y resistencias construidas históricamente y en la actualidad.
El 25 de julio tomó fuerza y entró en el calendario de peleas en Brasil. Esta fecha es el resultado de mucha resistencia y organización de mujeres negras de América Latina y el Caribe que hace 33 años, siguiendo las lecciones de nuestras ancestras, nos reunimos en el I Encuentro de Mujeres Afrolatinoamericanas y Afrocaribeñas para discutir temas y estrategias de lucha en proporciones transnacionales.
En Brasil, la fecha fue reconocida en 2014, donde también se instauró el Día de Teresa de Benguela como un reconocimiento a la historia del liderazgo negro que comandó política y militarmente el Quilombo do Quariterê, resistiendo los avances de las fuerzas militares durante más de 20 años. Benguela innovó en los procesos de organización y defensa del quilombo, convirtiéndose en un referente en la lucha contra la esclavización de negros e indígenas. Pero, siglos después de la lucha de Tereza de Benguela, los retrocesos y la falta de implementación de políticas públicas destinadas a reducir la desigualdad amenazan, de manera más pronunciada, las vidas de las mujeres negras e indígenas.
La lucha y la resistencia se dan con celebraciones y enfrentamientos. Así, las mujeres negras siguen marchando en las calles, en las ocupaciones, enfrentando el latifundio de la tierra, del conocimiento, generando vida y reivindicando que en Brasil no es posible hablar de democracia sin reparación y sin buena vida. Así, el 25 de julio es un día de lucha, en el que las mujeres se unen para denunciar todo tipo de desigualdad, injusticia y violencia que viven cada día. Además, también es un día para recordar la lucha de las mujeres negras latinoamericanas y caribeñas por una sociedad más justa y solidaria.
Este julio reafirmamos nuestro compromiso de seguir la lucha iniciada por nuestros antepasados, en defensa de la vida y la democracia – ¡Lucharemos!
*Son militantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y forman parte del Sector Género y del Colectivo Cuestión Étnico-Racial y Cuestión Agraria en el Movimiento.
**Editado por Wesley Lima
https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2024/07/26/brasil_mst-mujeres-campesinas-negras-construyen-agroecologia-y-reforma-agraria-popular/
https://publicar.argentina.indymedia.org/?p=17301
Ofensiva del sistema mundo capitalista
Prosigamos develando quiénes y cómo se enriquecen despojándonos de todo en forma cada vez más extendida y profunda:
Los BRICS
30 de julio 2024
Por Marcelo Colusi | Rebelión
Hoy día, dado que por ahora no llega la revolución socialista en ningún punto del planeta (la última fue en Nicaragua en 1979, hace ya casi medio siglo), comienza a perfilarse un pensamiento novedoso: la multipolaridad.
En resumidas cuentas, así lo puede expresar un analista político como Antonio Castronovi: “El multipolarismo es más bien la verdadera revolución en curso de nuestra era que marcará el destino del mundo venidero, y de cuyo resultado dependerá la posibilidad de que se reabra una nueva perspectiva socialista.” Caído el campo socialista europeo y desintegrada la Unión Soviética, con China abrazando mecanismos de mercado y las pocas islas de socialismo dispersas por allí (Cuba, Corea del Norte, Vietnam) sobreviviendo magramente, Estados Unidos quedó como la potencia dominante del mundo. Se entró de ese modo en una fase de unilateralismo, de unipolaridad donde Washington se erigió como dominador absoluto. Por varios años, poniendo tras de sí a la Organización de Naciones Unidas, a la Unión Europea y la OTAN, la Casa Blanca dictó los caminos a seguir, sin sombras ni obstáculo alguno delante. Pero las cosas fueron cambiando bastante rápidamente.
Ya entrado el siglo XXI, la República Popular China, con un vertiginoso ascenso económico, desde fines del siglo pasado, y mucho más en el presente, a través de su particular “socialismo de mercado” o “socialismo al modo chino”, se constituyó en un formidable competidor de Estados Unidos. Según cómo se lo mida, su PBI casi iguala al del país americano, o lo supera. En esa carrera por la supremacía mundial, el gigante asiático parece tener más aire que el país norteamericano que, lenta pero irremediablemente, comienza a mostrar signos de decadencia. En este momento los desarrollos científico-técnicos que logra Pekín, con su correlato en el campo militar, muchas veces dejan sin aliento a Washington.
Junto a ello, renaciendo como país capitalista, la Federación Rusa salió del colapso que significara la desintegración de la URSS en la década de los 90 del pasado siglo, y apareció nuevamente en el ruedo internacional como potencia político-militar. Varias guerras victoriosas donde exhibió su renovado músculo bélico -Chechenia, Crimea, Siria, Ucrania-, más una demostración de fuerza armamentística de la más alta tecnología que reproduce para Washington el “momento Sputnik” de 1957, evidenciaron que Moscú seguía siendo un rival de igual a igual. Sus misiles hipersónicos y sus drones submarinos van dejando atrás la otrora supremacía del Tío Sam. Estados Unidos, sintiendo que va perdiendo lentamente la hegemonía global, reaccionó de manera bélica, militarizando más aún el panorama internacional (la guerra de Ucrania, la carnicería israelí en Palestina y la tensión al rojo vivo en Taiwán lo evidencian). Todas esas zonas calientes pueden ser preámbulo de salidas imprevisibles que podrían llegar a un conflicto mundial generalizado, probablemente con armas atómicas. Nadie lo quiere aparentemente, pero los tambores de guerra no dejan de sonar.
En la reunión anual del Grupo Bilderbeg del año 2022, que tuvo lugar en Washington, se filtró la agenda que se trataría. Por supuesto, las conclusiones jamás salen a luz. Los “amos del mundo”, como se le conoce a este grupo, deciden en la mayor secretividad el guión que sigue la humanidad para el futuro próximo. En esa filtración pudo saberse que uno de los tópicos a abordarse sería la “gobernabilidad global post guerra nuclear”. Todo indica que quienes toman esas decisiones vitales para los más de ocho mil millones de habitantes del planeta, tienen contemplada la posibilidad de una guerra con armamento nuclear, pero limitada (armas tácticas, las llaman). Según algunos expertos, eso es un despropósito total, un imposible. No hay guerras nucleares “limitadas”. De librarse una guerra atómica con apenas un pequeño porcentaje de la capacidad destructiva actual (alrededor de 12.000 misiles, el 90% de ellos repartidos entre Rusia y Estados Unidos), la destrucción de toda forma de vida está asegurada. Si no es por la muerte instantánea en el momento de recibir los impactos, la lluvia ácida provocada por las posteriores nubes radiactivas, y el prolongado invierno nuclear (noche permanente por al menos una década) que seguiría, terminarán con toda la vida sobre el planeta por la falta de luz solar. Por tanto, utilizar ese tipo de armamentos entre las superpotencias es algo que, como lo dice en inglés la abreviatura de la fórmula de la correspondiente estrategia militar: “Mutual Assured Destruction” -MAD- es algo “loco” (mad, en inglés). Si lo que el Grupo Bilderberg trató en su reunión de hace un par de años se puede tomar como premonitorio -¡se viene la guerra nuclear!-, más premonitorio aún es la profusión de refugios antinucleares que algunos magnates están construyendo. La “gestión de emergencias” o “preparacionismo”, como se le ha dado en llamar, es un negocio en auge, vendiéndose bunkers antibombas atómicas hasta por dos millones y medio de dólares. Obviamente los ciudadanos de a pie tendremos que soportar la guerra sin refugios, hasta que caigamos muertos. La historia la escriben los que ganan, definitivamente.
En esa nueva coyuntura que comienza a darse abiertamente a partir de la tercera década del siglo XXI, el eje Moscú-Pekín se alza como referente de un anticapitalismo occidental, básicamente del anglosajón, que es quien viene tomando la delantera en la modernidad eurocéntrica. Pero ninguno de los dos países euroasiáticos levanta las banderas del socialismo y la revolución como consigna para el mundo.
Rusia pasó a ser una nación ganada por el capitalismo más voraz y mafioso, donde unos pocos multimillonarios manejan el grueso de su economía, y China propicia un particular “socialismo de mercado” que puede dar excelentes resultados para su propia población (ese modelo sacó de la pobreza rural crónica a 500 millones de habitantes en pocos años convirtiéndolos en consumidores tipo clase media occidental), pero sin constituirse en referente para los pobres y oprimidos de todo el orbe. Ambas naciones, en un gran esfuerzo conjunto, están intentando edificar un mundo por fuera del dominio del dólar. Surge así la propuesta de los llamados BRICS. Éstos (en el momento de redactar este texto son diez países: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica, Etiopía, Irán, Arabia Saudita, Egipto y Emiratos Árabes Unidos -Argentina, con la presidencia de Javier Milei, renunció a su integración-), con economías dispares, todos capitalistas -salvo China-, con muy distantes visiones político-filosóficas de la sociedad, se presentan como un bloque alternativo al capitalismo basado en la divisa estadounidense. Junto a ellos hay una lista de países en espera: México, Venezuela, Cuba, etc. Se habla de cerca de 30 en total, todos países en desarrollo del Sur global, de Asia, África e incluso Europa, que quieren escapar de los tentáculos del FMI y del Banco Mundial.
El mundo dejó de ser unipolar, pasando a tener varias cabezas; multipolaridad digamos: China, Rusia, y varios países no alineados con el dólar. En principio, no puede decirse que esto constituya una perspectiva post capitalista; es una nueva arquitectura global descentralizada de Washington. Eso, por sí solo, no trae reales beneficios a las grandes mayorías planetarias. La idea de un comercio donde todos ganen (¿será una quimera eso?, el ganar-ganar) no es el ideario socialista. La Nueva Ruta de la Seda que impulsa hoy Pekín, ambicioso proyecto que posicionará a China como principal potencia mundial, con presencia en más de 100 países, para algunos es una forma sutil de imperialismo, colocando sus propias mercaderías en los cinco continentes; para otros, los chinos fundamentalmente, una forma de llevar prosperidad a los sectores más deprimidos del globo. ¿Planteo socialista? No queda claro cómo ese mecanismo comercial beneficiaría a los históricamente desamparados de la Tierra. ¿Será cierto, como plantea el citado Castronovi, que de los BRICS “dependerá la posibilidad de que se reabra una nueva perspectiva socialista”? El debate está abierto.
Blog del autor: https://mcolussi.blogspot.com/
Fuente: https://rebelion.org/los-brics/
Reflexionemos sobre qué explica Horacio Machado Aráoz para aclarar cómo los gobiernos progresistas nos han condenado a la desertificación en todos los sentidos del concepto mediante expansión de los extractivismos y su subordinación a China-Rusia. También esclarece sobre que esa multipolaridad del sistema mundo capitalista no es a beneficio de los pueblos planetarios y sobre todo de los que componen el Sur Global:
«(…)Acelerar el crecimiento como medio para “combatir la pobreza” ha sido instalado como pensamiento hegemónico por los gobiernos progresistas. Bajo sus gestiones, la retórica “redistribucionista” ha mostrado ser mucho más peligrosa en materia de violación de derechos y devastación ecológica que otras variantes ideológicas, puesto que todo atropello socioambiental aparece “suficientemente justificado” cuando su “fin último” es “redistribuir la riqueza”. Y así, emulando a las viejas oligarquías del siglo XIX, que surgieron apropiándose de territorios y explotando a las poblaciones despojadas, racializadas, mediante la imposición de la idea de “Nación” y el imperativo del “progreso”, las fuerzas progresistas gobernantes en América Latina –igual que los gobiernos ultra-conservadores– asumen como propia una concepción sacrificial-desarrollista del territorio. Frente a ellas, enfrentadas al conjunto del espectro ideológico político de los gobiernos, los movimientos socioambientales parecen ser los únicos sujetos colectivos que impugnan y cuestionan la vía del crecimiento extractivista adoptado. (…)».
Fuente: https://www.redalyc.org/pdf/286/28643473002.pdf
Alternativas emancipatorias
Hagamos revisión crítica de cómo las luchas por la vida y dignidad de los pueblos están desviadas de ir contra el modo capitalista de producción y mercantilización de la Naturaleza para verdaderamente lograr la autodeterminación y creación de sus respectivos buenos vivires. Pese a décadas de experiencias, los estatalitas y las izquierdas mayoritarias por ser electoraleras de Argentina refuerzan hoy la institucionalización, con éxito, de las defensas y recuperaciones de territorios para la vida mediante la Campaña y Cumbre Plurinacional por el agua para los pueblos, la Campaña no al RIGI y las internacionales Alto FMI/BM y Contracumbre G20.
En concreto, con independencia de sus intenciones, dudosas para mí por estar desde largo tiempo promoviéndola, bloquean el crecimiento de la imprescindible unión de las diversidades de abajo en base a expandir-profundizar el entrelazamiento de confederalismo democrático de comunidades autónomas y territorializadas.
Comprobemos cuál es nuestra alternativa, la de los pueblos de Argentina y la de todo el Abya Yala. Se opone a las Campañas del ¡No al RIGI! y la mundial de «Alto al FMI y al BM» porque es Encuentro con objetivos de multiplicarlos a lo largo y ancho del continente «”que nos permitan intercambiar información sobre nuestras luchas y compartir experiencias sobre la defensa de nuestros territorios.
• Construir una agenda común y un plan de acción que nos permita enfrentar de manera conjunta la amenaza que significan la construcción de ductos y otros proyectos de muerte en nuestros territorios terrestres y marítimos.
• Fortalecer la resistencia de los pueblos de Norteamérica, Sudamérica y Mesoamérica ante los proyectos de muerte.
• Reencontrarnos con las resistencias que en Mesoamérica y Colombia enfrentan los megaproyectos asociados con los Corredores Interoceánicos».
En Sudamérica enfrentamos la IIRSA que los gobiernos progresistas ocultaron en COSIPLAN para convertirla en eje de desarrollo a promover e impulsar por UNASUR.
D
ver Convocatoria completa en https://www.congresonacionalindigena.org/
México
CONVOCATORIA AL ENCUENTRO CONTINENTAL CONSTRUYENDO UNA ALIANZA CONTRA GASODUCTOS Y OTROS MEGAPROYECTOS EN DEFENSA DE LOS TERRITORIOS DE PUEBLOS ORIGINARIOS.
26 julio, 2024
Presentación
En los últimos años se han intensificado las acciones por parte de los gobiernos y de las corporaciones transnacionales para apropiarse del territorio de los pueblos nativos, esta nueva colonización ha dado lugar a una creciente resistencia de nuestros pueblos ante la amenaza que significan estos megaproyectos para nuestra misma existencia. Algunos pueblos han logrado frenar esta nueva invasión, y en estas experiencias exitosas hemos encontrado dos factores de mayor importancia: La Resistencia local y las alianzas regionales e internacionales.
Actualmente en México nuestros pueblos vienen enfrentando condiciones muy adversas, diferentes megaproyectos como son:
El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, el Tren Maya y el Proyecto Integral Morelos.
Desde el año 2001 hemos mantenido una intensa movilización para contener los impactos de las obras de construcción y modernización de termoeléctricas, parques eólicos, gasoductos, tendidos eléctricos de alta tensión, autopistas, basureros, ferrocarriles y parques industriales.
En estos proyectos están involucradas directamente grandes corporaciones norteamericanas, canadienses, italianas, danesas, francesas, portuguesas, españolas, chinas y taiwanesas.
Enfrentar megaproyectos trasnacionales nos obliga a fortalecer tanto la resistencia local como el construir alianzas con pueblos y organizaciones de los pueblos nativos y de grupos ambientalistas de toda la región también buscar el relanzamiento de la alianza mesoamericana.
ANTECEDENTES
1.- La creciente expansión de las empresas trasnacionales sobre los territorios de los pueblos nativos es un fenómeno mundial significativo en los últimos treinta años.
A este proceso se le ha llamado La Nueva Invasión.
La economía mundial ha crecido de manera acelerada en este período, reclamando más territorios, materias primas, agua, mano de obra barata, energía y consumidores, y para ello han venido impulsando proyectos neo colonizadores, extractivistas de muerte sobre nuestras tierras como pueblos indígenas.
2.- En el área norteamericana, la integración provocada por los tratados de libre comercio: Nafta y Usmca (TLC y TMEC en México), que entraron en vigor en 1994 y 2019 han provocado severos daños hacía la Madre Tierra, privatización y despojos de nuestros territorios, destrucción de economías locales, precarización del empleo y una creciente migración.
En 2005, los Jefes de Estado de Canadá, Estados Unidos y México firmaron la Alianza para la Seguridad y Prosperidad de América del Norte (ASPAN), algunos la llamaron el Tratado de Libre Comercio de América del Norte Bis (TLCAN Bis), en la cual se establecieron las bases para la integración energética de los tres países.
En el caso de México, sería una integración subordinada. En 2014 el gobierno mexicano impulsó una reforma energética que abrió las puertas a las corporaciones petroleras transnacionales para explorar, perforar, explotar y comercializar los hidrocarburos (incluyendo el gas mediante el fracking) en las cuencas marinas y en tierra firme del territorio nacional.
Pero esta reforma también permitiría la llegada de gas natural residual proveniente de Canadá y de Estados Unidos mediante gasoductos que recorrerían miles de kilómetros de estos países para llegar a México, con lo cual se crearía la red de ductos de América del Norte.
El gas residual servirá para producir energía eléctrica barata, principalmente para megaproyectos industriales de bienes con alto valor agregado y para megaproyectos extractivistas; y, en menor medida, para uso doméstico.
Uno de estos gasoductos comienza en Texas y corre a lo largo de la costa del Golfo de México, por vía submarina, hasta el puerto de Tuxpan, en el estado de Veracruz, de donde parten dos ramales hacia el interior del país, el primero hasta los estados de San Luis Potosí y Aguascalientes, para alimentar a las industrias automotrices y de diverso tipo; y el otro llega hasta el complejo de Tula, Hidalgo.
De Tuxpan en estos momentos Transcanadian Corporation construye el gasoducto Puerta al Sureste que busca transportar gas hasta los puertos de Veracruz y Coatzacoalcos. De ahí continuará, a lo largo del Golfo de México, hasta el complejo de Dos Bocas en Tabasco, y hasta la península de Yucatán.
De Jaltipan partirá otro gasoducto a lo largo del Corredor Interoceánico hasta el Puerto de Salina Cruz, y de ahí por la costa del Pacífico hasta Puerto Chiapas para continuar a Centroamérica.
Este proyecto de construir ductos para llevar gas residual al sur de México y los países del Triángulo Norte Centroanmericano (Guatemala, El Salvador y Honduras), está incluido en el Plan de Desarrollo Integral elaborado y presentado por la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) el 20 de mayo de 2019, a petición de los presidentes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador.
3.- En los países de Mesoamérica, en los últimos 30 años se ha agudizado el proceso de depredación y saqueo sobre los pueblos indígenas, el cual se ha caracterizado por grandes inversiones de empresas norteamericanas, chinas, canadienses y europeas en maquilas, minería, creación y modernización de infraestructura energética y de comunicaciones (parques fotovoltaicos, solares, eólicos, gasoductos, ferrocarriles, puertos, autopistas, aeropuertos, basureros, represas y tendidos eléctricos de alta tensión). Megaproyectos como el Plan Puebla-Panamá Son ejemplo de esta nueva ofensiva colonizadora.
4.- Las empresas trasnacionales y los gobiernos en Norteamérica han venido promoviendo intensamente en toda la región, la ejecución de megaproyectos energéticos, que les permitan generar y trasladar la energía necesaria para operar sus plantas industriales, centros comerciales, proyectos inmobiliarios y turísticos.
Además de represas, tendidos eléctricos y parques eólicos, minería de carbón y refinerías, en los últimos años han cobrado gran importancia la construcción de oleoductos y gasoductos. En este mismo sentido se
vienen impulsando por el gran capital trasnacional y por los gobiernos de la región, varios corredores interoceánicos (Colombia, México, Honduras, Nicaragua y el Triángulo Norte.
5.- En Norte y Mesoamérica han surgido importantes movimientos en contra de los megaproyectos.
Algunas luchas lograron articular importantes alianzas como el Foro Mesoamericano de los Pueblos (2001-2012), la amplia red en torno a la resistencia lakota en Dakota del Norte, la lucha en defensa del territorio del pueblo Wet´suweten’ en Canadá, o en México la del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y el Agua de Puebla, Morelos y Tlaxcala y del Consejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio de Puebla e Hidalgo.
6.- Actualmente, los gobiernos de los Estados Unidos y México en relación Con corporaciones europeas, norteamericanas y taiwanesas vienen impulsando la realización de varios megaproyectos en el centro y en el
sur-sureste de México. Desde el año 2019 se inició en esta región, la ejecución de tres megaproyectos que responden a los intereses de las grandes corporaciones trasnacionales. Entre estos megaproyectos encontramos la Refinería Olmeca o Dos Bocas, el mal llamado Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec; conectado a estos tres proyectos, se suma el gasoducto Puerta al Sureste y se le dio continuidad al Proyecto Integral Morelos.
Todos estos megaproyectos se han venido ejecutando de tal forma que se han violentando los derechos de las poblaciones locales, en muchos casos pertenecientes a pueblos originarios y ocasionando graves afectaciones al
medio ambiente, despojando tierras y agua.
A pesar de la abierta violación al marco normativo y a la inconformidad expresada por las comunidades locales, estos megaproyectos han venido avanzando de manera acelerada.
7.- En México, en diferentes regiones del país se vienen creando Zonas parques industriales y se vienen construyendo, infraestructura de comunicaciones, gasoductos y oleoductos, los cuales se construyen sin el consentimiento informado de las comunidades, por ello fueron convocados al Encuentro Nacional de las Resistencias realizado en Santa María Petapa, Oaxaca del 4 al 6 de diciembre de 2021 y el Encuentro Nacional de Luchas contra Gasoductos, los días 15 y 16 de enero de 2022, en el municipio de Juan C. Bonilla del estado de Puebla.
8.- Los pueblos originarios de Norteamérica y Mesoamérica estamos luchando en defensa de nuestros territorios; sin embargo, muchas de nuestras luchas ocurren de manera aislada, siendo ello una debilidad.
POR LO ANTERIOR:
CONVOCAMOS AL ENCUENTRO CONTINENTAL CONTRA GASODUCTOS Y EN DEFENSA DE LOS TERRITORIOS DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS
Los días 10, 11 y 12 de octubre del 2024 en el Centro Yajxonax, Tierra Bonita, en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, México.
OBJETIVOS
• Crear espacios de encuentro entre organizaciones de México, Canadá y los Estados Unidos, que nos permitan intercambiar información sobre nuestras luchas y compartir experiencias sobre la defensa de nuestros territorios.
• Construir una agenda común y un plan de acción que nos permita enfrentar de manera conjunta la amenaza que significan la construcción de ductos y otros proyectos de muerte en nuestros territorios terrestres y marítimos.
• Fortalecer la resistencia de los pueblos de Norteamérica, Sudamérica y Mesoamérica ante los proyectos de muerte.
• Reencontrarnos con las resistencias que en Mesoamérica y Colombia enfrentan los megaproyectos asociados con los Corredores Interoceánicos.
FRATERNALMENTE
•Centro de Derechos Humanos Bety Cariño (Sur de Veracruz)
•Union de Comunidades Indigenas de la Zona Norte del Istmo (UCIZONI) (Oaxaca)
•Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ) (Puebla-Oaxaca)
•Congreso Nacional Indígena (CNI)
Consejo Regional Indígena y Popular de Xpuhil (CRIPX) (Campeche)
• Asamblea de Defensores del Territorio Maya, Múuch’ Xíinbal (ADTMMX) (Península de Yucatán)
• Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y del Agua de Morelos, Puebla y Tlaxcala (FPDTAMOT)
• Consejo Regional de Pueblos Originarios en Defensa del Territorio Puebla e Hidalgo (CRPODTPH)
• Coordinadora Nacional Plan de Ayala, Movimiento Nacional (CNPA-MN)
•Servicios para la Educación Alternativa (EDUCA)
•Centro de Apoyo al Movimiento Popular Oaxaqueño (CAMPO)
• Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable (CCMSS)
•Territorios Diversos para la Vida, A. C. (TerraVida)
• Centro para el Desarrollo Social y la Sustentabilidad Nuiwari, A. C. (Nuiwari) (Nayarit)
•Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)
• Seminario Permanente de Estudios Chicanos y de Fronteras (SPEChF)
•Grupo de Trabajo «Fronteras, regionalización y globalización» del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (GT FRG CLACSO)
• Prevención, Capacitación y Defensa del Migrante, A.C. (PRECADEM)
• Tribunal Internacional de Conciencia de los Pueblos en Movimiento (TICPM)
• Asociación de Organismos No Gubernamentales (ASONOG)(Honduras)
• Instituto Ambientalista Natura (|AN) (Perú)
•Colectivo de Derechos Humanos Empodérate (CDHE) (Bolivia)
• Grupo de Estudos: Desenvolvimento, Modernidade e Meio Ambiente (GEDMMA) (Brasil)
•Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA).
INFORMES: 9515472098
https://indymedia-venezuela.contrapoder.org/spip.php?article3139
http://barcelona.indymedia.org/newswire/display/536301
Red Latina sin fronteras