Segunda crítica a J.Gambina
No señala cuál es el verdadero poder a enfrentar. Es hora de preguntarnos abajo a la izquierda: ¿Cómo el establishment pudo mediante balotaje legitimar su dictadura desembozada si para instaurar su neoliberalismo debió recurrir, en el gobierno constitucional de Perón y de su viuda-PJ, a terrorismos paraestatales, también al Operativo Independencia y luego a su genocida dictadura militar-eclesiástica?
Los 40 años legalizaron y legitimaron que el establishment acumulara –sin interrupción alguna- riquezas, poder de dominio e ingresos. Significaron e implicaron empobrecimiento y exclusión social entre el 90% y desertificación-ruina del país.
Advirtamos que la mayoría de las izquierdas explican la democracia vigente desde diciembre de 1983 como producto de la derrota sufrida por las izquierdas al luchar contra el sistema opresor-represor. De ahí que, de modo conciente o inconciente, renunciaron a la lucha de clases o sea conciliaron con el Capital. Justifican su quiebre implícito en ser electoralistas y parlamentarias formulando el imperativo de conseguir representación política entre las diversidades de abajo.
Se han degradado tanto en su aburguesamiento que se encolumnan detrás del peronismo cuando hoy es crucial que los trabajadores y los pueblos de Argentina se independicen del Partido Justicialista homogenizado de derecha por terrorismos paraestatales que Perón programó e inició.
Pero si el PJ ha sido y es el más eficaz e imprescindible partido político para el establishment es por ejercer el Estado Corporativo que Perón fundó en 1944 para bloqueo de la lucha de clases y hemos naturalizado al punto que la reivindicación del sindicalismo combativo es exigir paritarias y Consejo del Salario Mínimo, vital y móvil aceptando el simulacro de negociaciones entre pares. Agreguemos la capacidad del PJ de embaucamiento general y mimetización con las aspiraciones mayoritarias en cierto momento histórico.