Movilizarnos por la Patagonia, es defender la vida en todo el país-continente

Movilizarnos en nuestros territorios por
la Patagonia, en unión de sus vecina/os,
es defender la vida en todo el país-continente

¿Por qué?

Destaquemos que son ecorregiones con:

. Enorme fuente de agua dulce (aguas superficiales y subterráneas) de ahí su uso mercantilizado en la ocupación territorial de vastos monocultivos de pino, de fracking y de megarrepresas, así como que Cristina Fernández la ofertó, en 2012, para expandir el binomio de soja transgénica con agrotóxicos.

. Gran reserva de agua dulce que regula el clima y está presente como sistemas de glaciares-periglaciares que recargan ríos y acuíferos durante todo el año y como témpanos o icebergs.

. Mar Argentino (también regulador del clima como la Cordillera) junto a su costa atlántica que hace al ciclo del agua en la naturaleza, a la buena alimentación y su disfrute como los Andes.

-Bosques nativos que son principales creadores de equilibrios ecológicos cuya destrucción contribuye a la actual emergencia climática del planeta y que nutren a la cultura y cosmovisión mapuche, investigándolos la Machi Betiana Colhuan Nahuel sabe cómo sanarnos y los lof regeneran biodiversidades, creando las armonías con la naturaleza lugareña.

-Comunidades mapuche tehuelche pre-existentes a la República Argentina y las centenarias nos ejemplifican cómo fueron poblando, pese a las inclemencias climáticas, de más diversidad de fauna-flora a la desertificada Patagonia por la sobrecarga de ovinos para la industria textil de Gran Bretaña.

Las comunidades mapuche y las de las asambleas en lucha por la vida y sus territorios nos interpelan a descolonizar nuestros sentidos comunes y liberarnos de racismo. Recordemos a Alberto Fernández, en entrevista de Radio Nacional Rock, privilegiando el yacimiento de plata “Navidad” y a la ley de zonificación minera que la Legislatura chubutense había aprobado y fue derogada por una gran movilización popular en toda la provincia. Se dirigió a los chubutenses diciendo no entenderlos por defender un desierto y desechar la megaminería de plata.

Fue en Esquel que, en el 98, una corporación minera generó -en parte del pueblo- la ilusión, la expectativa de progreso económico y oportunidades laborales para todos.

Al conocer esto, vecina/os comenzaron a autoconvocarse para constituir una asamblea.

En 2002 se constituyó “Asamblea de Vecinos Autoconvocados por el No a la Mina” de Esquel que comenzó a compartir información como proceso de  educación popular e involucró a muchos en la lucha.

El 23 de marzo de 2003 se realizó un plebiscito para decidir la instalación de un proyecto megaminero hidrotóxico en adyacencias de la localidad.

De un total de 19.682 electores habilitados, 11.065 votaron por el NO; 2.567 por el SÍ; hubo 94 votos en blanco y 126 fueron nulos. La victoria del “NO a la mina” logró la paralización del proyecto de minería en la Cordillera y generó la Ley 5001 que prohíbe, desde ese año, la minería a cielo abierto en la provincia.

Valoremos la consigna generalizada en el país “el agua vale más que el oro” y que desde hace pocos años agrega “el agua vale más que el petróleo y el litio”.