Qué Trabajo – Agosto 2022
Con ejecutores de los ecocidios-genocidios y de enfrentamientos a la comunidad local.
Expropiado y explotado por burguesía / Ecocida y genocida /Alternativas emancipatorias
Expropiado y explotado por burguesía
Destaquemos la centralidad de los extractivismos. Concentran y transnacionalizan tanto a la economía como al territorio de Argentina. Implican retroceso del país a especializarse en exportar commodities y sumirse más en subdesarrollo o mayor pobreza estructural, atraso científico técnico respecto a atender necesidades e intereses populares, sometimiento al sistema mundo capitalista. Y no es sólo por el gobierno de Macri sino por toda la democracia fiel a lo instaurado por el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales mediante terrorismos paraestatal y estatales en los setenta. Aún más, la democracia restringida se empeña en viabilizar el acelerado acaparamiento gran capitalista de bienes comunes sobre todo derrotando las luchas de les expoliados, lo concreta por maceración ideológica, desinformación, desnutrición y superexplotación laboral.
Alertémonos con la siguiente información de:
Amanda Cánepa
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CÓMO ES EL PROYECTO DE LEY QUE PRESENTÓ EL PRO PARA ENCARCELAR A TRABAJADORES QUE PROTESTEN EN LA PUERTA DE UNA EMPRESA
El proyecto de Ley lleva la firma de Carolina Losada y otros senadores del macrismo. Propone encarcelar hasta seis años a trabajadores en conflicto que encaren alguna protesta en los portones de una empresa.
A caballo de la cruzada que está llevando adelante el radicalizado Movimiento Empresarial Anti Bloqueos (MEAB), el macrismo sube la vara y ya agita un proyecto de ley para criminalizar las protestas sindicales en las empresas.
La impulsora es la senadora Carolina Losada, quien presentó un proyecto de ley que impone penas de cárcel de dos a cuatro años a trabajadores, «sindicalizados o no», que participen de «bloqueos» en empresas.
La acompañan en la embestida una decena de legisladores de esa fuerza, como Alfredo Cornejo (UCR), Luis Naidenoff (UCR), Stella Maris Olalla (UCR), Eduardo Vischi (UCR) y Guadalupe Taglarierri (PRO).
Advierten que «nos encontramos en un escenario de conflictividad sindical creciente», que tiende a agravarse por «la inminente recesión económica», ante lo cual consideran necesario anticiparse con la aprobación de leyes represivas.
«Será reprimido con prisión de dos a cuatro años al que impida, estorbe o entorpezca el normal funcionamiento de un establecimiento comercial, industrial o de servicios», plantea el artículo 1 de la ley.
La sanción será para aquellos que «bloqueen por cualquier medio el libre acceso y salida de personas y vehículos de dichas empresas».
Y si los bloqueos afectaran una relación laboral o comercial con un tercero, como podría ser un proveedor de la compañía en conflicto, «corresponderá una pena de prisión de tres a seis años”. En ese caso, las condenas ya serían de cumplimiento efectivo.
Y si «participara de las acciones o fuere promotor un representante gremial, además de la pena privativa de la libertad tendrá una inhabilitación especial por el doble del tiempo para ejercer su representación sindical», completa.
La iniciativa, enmarcada en la promoción de una reforma laboral desde las redes de los principales referentes del macrismo, ya puso en alerta a la dirigencia gremial.
«Es un proyecto de ley para criminalizar las medidas de fuerza de los trabajadores con persecución a sus representantes sindicales», advirtió Heber Ríos, el secretario Gremial del sindicato de lecheros, ATILRA, que por estas horas encabeza una protesta en Lácteos Vidal.
https://www.infogremiales.com.ar/como-es-el-proyecto-de…/
Señalemos que esta iniciativa se corresponde con el autoritarismo del poder concentrado o del régimen extractivista-latifundista con ejes de desarrollo en políticas de estados desde sus orígenes a fines del año 1983.
Mientras entretienen abajo con la falsedad de victimizar a CFK ambos bandos de la ‘grieta´ están consolidando el despliegue acelerado e intensificado de los extractivismos o ecocidios-genocidios silenciosos, silenciados e invisibilizados por el capitalismo. Verificamos esta rapidez de invasión y ocupación económica territorial en la multiplicación de los incendios intencionales.
Tengamos en cuenta los planes del acuerdo con China y ahora el próximo viaje de Massa a EE.UU. precedido por su twitter donde explicita esa desertificación vendida como fuentes laborales y de divisas para poder pagar a acreedores locales e imperialistas.
Recordemos que el sometimiento o disciplinamiento de los trabajadores por el amedrentamiento viene de siglos pero sólo tengamos en cuenta a los gobiernos del matrimonio Kirchner.
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La señora que se hace la víctima del «partido judicial» tiene en su haber 5 condenados a perpetua en un juicio amañado: los petroleros de Las Heras.
Alejandro: agrego que luchaban desde una autoorganización sindical en contra de la burocracia petrolera y de la tercerización laboral. Contra esta última también el gobierno de CFK es responsable del asesinato de Mariano Ferreyra.
Advirtamos dónde, con quiénes, para qué y cómo se decide el destino común.
Recorte del gasto, créditos bilaterales, energía y litio:
los detalles de la agenda de Sergio Massa en Estados Unidos
27 de agosto de 2022
El ministro de Economía explicará ante organismos internacionales y del Tesoro su estrategia para cumplir con la meta fiscal vigente con el FMI. Por qué se trata de un viaje que marcará su gestión
Por Mariano Boettner
El ministro de Economía, Sergio Massa, afrontará en la primera semana de septiembre su primera gira internacional en los Estados Unidos, en la que tendrá encuentros de alto perfil, como con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional Kristalina Georgieva. Habrá, antes de la llegada del funcionario a tierra norteamericana,una comitiva técnica que preparará el terreno de la discusión áspera que se aguarda con el organismo, con la revisión de las metas trimestrales y la hoja de ruta hasta fin de año en el tope de la agenda.
Un mes después de su desembarco en el Palacio de Hacienda, Massa viajará hacia los Estados Unidos, en una gira que incluirá escalas por Washington y por Houston, reuniones con el FMI, con el BID y el Banco Mundial y un listado extenso de empresas y ejecutivos con los que tomará contacto en los días que dure su misión.
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“El eje central del viaje será la atracción de inversiones en sectores de la economía real, con el propósito de generar puestos de trabajo e ingresos fiscales”, mencionaron cerca del ministro de Economía. Entre las empresas inversoras con las que mantendrá reuniones de trabajo se destacan petroleras, la automotriz Volkswagen, las mineras de litio Rio Tinto y Livent y el grupo Amazon, entre otras.
El contacto con el sector privado continuará con conversaciones con una veintena de empresas estadounidenses con inversiones en la Argentina, que será coordinado por US Chamber of Commerce y la Embajada Argentina.
En Houston tendrá lugar la agenda con empresas del sector de hidrocarburos. El viernes 9 Massa se trasladará a la ciudad de Houston junto a la Secretaria de Energía, Flavia Royón, y los presidentes de YPF, Pablo González, y de Enarsa, Agustín Gerez con quienes mantendrá reuniones con ejecutivos de Chevron, Exxon, Shell y Total.
“La misión apunta a consolidar apoyos en EEUU para la estabilización de la economía argentina y fortalecer las reservas a través de más mercados para las exportaciones nacionales, más inversiones productivas en sectores estratégicos como energía, gas, agroindustria, proteínas, servicios basados en el conocimiento, minoría y más ingreso de divisas por turismo receptivo”, afirmaron fuentes oficiales.
Reuniones políticas y FMI: qué se discutirá
El listado de nombres con los que Massa sostendrá reuniones en Estados Unidos incluye algunos de peso. La última parte de su gira incluirá un encuentro de trabajo entre el ministro de Economía y la directora gerente del FMI Kristalina Georgieva. La misión oficial ante el Fondo estará conformada por el equipo técnico del ministerio de Economía que integran Leonardo Madcur, Lisandro Cleri y el director del Indec Marco Lavagna. Silvina Batakis, ahora presidenta del Banco Nación y que hace poco más de un mes ya estuvo en Washington para una misión similar, podría también estar en esa comitiva.
La misión apunta a consolidar apoyos en EEUU para la estabilización de la economía y fortalecer las reservas a través de más mercados para las exportaciones
Por otra parte, el ministro se reunirá con el coordinador del presidente Joe Biden para Infraestructura, Inversión y Energía, Amos Hochstein. En el aspecto político, se reunirá con Juan González, asesor del Poder Ejecutivo para América Latina en el Consejo de Seguridad Nacional, con el presidente del Congreso Judío Mundial, Jack Rosen, y con la directora del Comité Judío Americano, Dina Siegel Vann.
Luego, mantendrá reuniones de trabajo con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone, el director del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg, y con altas autoridades del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Un tema central en esa última escala: el acuerdo de intercambio de información tributaria AFIP-IRS que el equipo económico busca acelerar.
Con los organismos de crédito internacionales el tema de conversación principal será destrabar los desembolsos de prestamos destinados a infraestructura y proyectos productivos, “divisas que fortalecerán el equilibrio fiscal y las reservas”, consideraron desde el Palacio de Hacienda.
Otro funcionario del gabinete nacional que estará en los Estados Unidos será el ministro de Turismo Matías Lammens con quien Massa anunciará un programa de promoción del turismo receptivo que quedará en manos del Improtur y que apunta a la generación de divisas, afirmaron.
FMI: plan para recortar el déficit y revisión de metas
La agenda con el FMI incluirá en este caso la revisión del cumplimiento de metas del segundo trimestre respecto a los objetivos de acumulación de reservas en el Banco Central y de reducción del déficit primario. En caso de pasar ese examen, que deberá primero tener el visto bueno del directorio, el Gobierno recibirá otros USD 4.000 millones para las arcas del Banco Central.
Según estiman en despachos oficiales, ni la meta de reservas y ni la de déficit fiscal corren riesgo en esta revisión con el FMI, ya que ambas fueron cumplidas, aunque mencionan por lo bajo que en el caso del objetivo de gasto público contó con “contabilidad creativa”, que atribuyen a Martín Guzmán en sus últimas semanas como ministro. Algunas consultoras son menos taxativas para asegurar que el BCRA haya podido acumular los USD 4.100 millones prometido.
El Gobierno mostrará ante el organismo internacional cuál será su plan hasta fin de año para cumplir con la meta fiscal, que incluye la reducción del déficit fiscal primario hasta el equivalente a 2,5% del PBI, para lo que necesitará, estiman en despachos oficiales, operar un recorte del gasto de unos $500.000 millones en los próximos meses.
La poda presupuestaria que hizo el Ministerio de Economía representó un 0,2% del PBI, frente a un “desvío” fiscal de 0,7 puntos del PBI (unos $500.000 millones) que el equipo económico había detectado, lo que ponía en peligro el cumplimiento de la meta con el FMI en caso de sostener ese ritmo de gasto.
Habrá otra fuente adicional para compensar ese 0,7% del PBI que pende como amenaza sobre la meta fiscal: el anticipo adicional de impuesto a las Ganancias que la AFIP determinó para unas 1.900 empresas, mientras otra parte provendrá del pago de retenciones que harán los exportadores en el marco del acuerdo que el Gobierno busca concretar con ese sector para que anticipen liquidaciones y sumen reservas al Banco Central.
La otra parte de ese pacto sería, además, un ingreso extra por derechos de exportación, que según algunas fuentes oficiales en los últimos meses había amainado en el paisaje de recaudación impositiva que reporte AFIP de manera mensual. Entre estos últimos dos elementos un funcionario cercano a Sergio Massa estimó un aporte de hasta 0,3% del PBI.
Ecocida y genocida
Dejemos de naturalizar nuestro modo de vida y trabajo. La pandemia debería habernos interpelado sobre porqué existe emergencia alimentaria desde 2002 y se la prorrogó hasta 2023, también sobre el deterioro y la contaminación de los alimentos. Profundizar en cómo no sólo satisfacer las necesidades fundamentales se vuelve inalcanzable para una creciente mayoría abajo sino también en cómo el avance gran capitalista e imperialista desertifica en todos los sentidos del concepto. Pero, a la vez, reparemos que hay lucha abajo contra este avasallamiento de derechos de los pueblos e individuos y de la naturaleza.
La Pampa: más transgénicos, el despojo del agua, los campesinos y la agroecología
19 de agosto de 2022
Por Mariángeles Guerrero
En territorio pampeano conviven la realidad del este agropecuario, donde el avance del modelo agroquímico desplaza a la ganadería, y el oeste semiárido dañado por el secuestro de los ríos por parte de Mendoza y San Juan. Las familias campesinas, de histórica producción caprina, padecen esa falta de agua. El Gobierno no ayuda, pero los productores avanzan hacia la agroecología.
La Pampa tiene una extensión de 143.440 kilómetros cuadrados, el 3,8 por ciento de la superficie nacional. Debido al avance de la frontera agrícola, con la producción de oleaginosas y cereales, la matriz productiva de ese territorio comenzó a modificarse. Mientras que en el este convivieron por muchos años la ganadería y la agricultura, el oeste era zona de cría de caprinos. A la expansión del agronegocio se suman la escasez de lluvias y el saqueo de dos ríos (Atuel y Salado-Chadileuvú), lo que expone cada vez más a la producción local a una lenta desaparición y a la desertificación de los suelos.
Las características geográficas y climáticas de la provincia explican las condiciones de su actividad agropecuaria. El este reviste características similares a la pampa húmeda, el sector central es un área de transición de tipo semiárido hacia un sector oeste árido semidesértico. En todo el territorio llueve en promedio unos 800 milímetros al año, pero esa tendencia desciende un milímetro en la medida en que se avanza un kilómetro hacia el oeste. Marcelo Mackenzie, productor ganadero del este pampeano grafica: “En la mayoría del territorio de la provincia llueve poco y, donde llueve menos, la distribución es más errática, se da una escala descompensada de humedad donde a veces tenés lluvias muy grandes con muchos milímetros pero después tenés tiempos prolongados sin otras lluvias”.
La provincia cuenta con 7063 establecimientos agropecuarios de los 249.663 que existen en el país, según el Censo Nacional Agropecuario (CNA) de 2018. Son 10.852.993,9 hectáreas de las 154.811.826,8 hectáreas trabajadas a nivel nacional. Asimismo, cuenta con 2.480.885 cabezas de ganado bovino de las 38.523.342 que existen en el país. Del total de la hacienda pampeana, solo 40.770 animales están destinados al tambo. El censo registró en La Pampa 5711 productores. De ese total, solo 1741 afirmó vivir en el campo, mientras que 4736 contestaron que trabajan en el establecimiento productivo.
Agriculturización y corrimiento de la producción ganadera
Oriundo de General Pico, Marcelo Mackenzie es ingeniero agrónomo y productor en el departamento Quemú Quemú, en el este pampeano. Afirma que “en este último tiempo es notorio el proceso de agriculturización y la pérdida de suelos. Lo que logró la siembra directa es extender el área agrícola sobre zonas destinadas a la ganadería, por lo que se agravó el panorama general”. El cultivo de oleaginosas (como el maíz o la soja) y de cereales (como el trigo) ganó las tierras tradicionalmente dedicadas a la ganadería.
Mackenzie cuenta que el este pampeano y el oeste de Buenos Aires es lo que le dio al país la fama mundial de la buena carne. “La clásica invernada de hace cuarenta o cincuenta años se hacía acá. El grano acá era muy riesgoso, y sigue siendo muy riesgoso, pero con las mejoras genéticas y los eventos transgénicos lograron correr la frontera y en zonas donde hubo por 30 o 40 años ‘pasto llorón’, porque eran lomas peligrosas, en todo eso se pasó glifosato y siembra directa. Se están usando las lomas igual que los bajos, que son lo mejor del campo”, cuenta. Pero asegura que no funcionó antes, no funciona ahora y nunca va a funcionar. Cuestiona que “manejamos los ambientes como si fueran homogéneos y es una de las cosas más importantes que debiéramos entender: que cada ambiente tiene su manejo más ‘correcto’ de acuerdo a las posibilidades que nos brinda”.
En el noreste pampeano, comenta Mackenzie, durante años fue habitual la rotación de cuatro años de pasturas por otros cuatro años de agricultura, pero dentro de esa agricultura había verdeos de invierno, maíces para las vacas. “Era un 70 por ciento del campo dedicado a ganadería y cuanto mucho un 20 o un 30 por ciento dedicado a la agricultura. Hoy muchos campos están al cien por ciento de agricultura contínua”, señala.
Explica que la producción ganadera se extendió hacia el oeste y la que quedó en la zona este se intensificó en espacios reducidos y con alimentación a base de maíz. Es decir, se abandonó la tradición del pastoreo vacuno. “Ahora ves en invierno que los animales no están en el campo, están encerrados recriándose”, grafica Mackenzie.
De la superficie implantada relevada en el CNA 2018 que alcanza a 1.699.105 hectáreas, el 45,6 por ciento (774.686) corresponde a cultivos anuales de cereales y oleaginosas.
Según un trabajo de Juan José Torrado, del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), ese grupo de cultivos en el CNA 2002 representaba el 33,2 por ciento de la superficie cultivada. El estudio marca un aumento aproximado de 12 puntos porcentuales sobre el total relevado de cultivos, lo que da cuenta del incremento de las tierras destinadas a la agricultura de cosecha.
Por otro lado, entre los censos agropecuarios de 2002 y 2018 el stock medio de bovinos se redujo de 530 cabezas por establecimiento agropecuario (EAP) a 445, lo que significa una caída en la dotación animal por establecimiento. “Esta caída puede ser reconocido como un indicador del grado de capitalización de los establecimientos censados e implicaría una pérdida hacienda. Acerca del número de EAP con existencia bovina, en el CNA 2018 alcanza en la provincia un total de 5977 lo cual implica una reducción del 14 por ciento respecto del CNA 2002”, asegura Torrado.
El impacto ambiental del cambio de modelo productivo
Un estudio del investigador del Conicet Ernesto Viglizzo, citado en la publicación “La problemática de la Tierra en Argentina” del Ministerio de Agricultura de la Nación, analiza que en la región pampeana “el proceso de agriculturización sustituyó un sistema dual (de ganadería y agricultura) por un sistema de especialización de alta productividad, que afecta en forma negativa al suelo y el ambiente en general debido al uso de insumos contaminantes —fertilizantes, plaguicidas, combustibles fósiles— además de una mayor propensión a la erosión de muchas áreas marginales de la región”.
A esto hay que sumarle la deforestación del bosque pampeano para avanzar con la frontera agropecuaria. La situación se evidencia en la zona conocida como Monte Caldenal, que cruza la provincia en sentido sudeste, desde la frontera con San Luis hasta el límite con Buenos Aires. Según el Inventario Nacional de Bosques Nativos, la superficie original del bosque era de 3.500.000 hectáreas en La Pampa. En 2018 quedaban menos de 1.600.000 hectáreas.
Por otra parte, reconoce el citado informe del Ministerio de Agricultura, el cambio en el uso de suelos destinados a la ganadería por la agricultura extensiva afecta en forma potencial al ciclo de inundaciones y sequías. Al reducirse las pasturas en detrimento de los cultivos anuales (con poco aporte de materia orgánica) se reduce la capacidad del ecosistema para amortiguar los ciclos climáticos y reducir sus efectos perjudiciales (inundaciones y sequías extremas). Esto generó, en La Pampa, procesos erosivos y de desertificación.
Así como la agricultura extensiva de cereales y oleaginosas ganó la tierra de las vacas, el ganado bovino fue trasladado progresivamente hacia el oeste de la provincia. María Eugenia Comerci, investigadora y docente de la Universidad Nacional de La Pampa, indica que fue a partir de 2002 que comenzó a darse este proceso: “Los productores trasladan el ganado para la cría a la zona centro de la provincia y hacia la zona más árida, que es el Monte de Jarilla para la cría. El ganado vacuno empieza entonces a competir con el ganado tradicional de la zona, que es el caprino”.
Una tierra sin agua
La Pampa fue creada oficialmente como provincia en 1951. Previamente era «territorio nacional». En 1917 se produjo un corte en uno de los brazos del río Atuel en la localidad pampeana de Santa Isabel, lo que ocasionó el despoblamiento de una colonia agrícola emplazada en las cercanías, llamada Colonia Butaló. En 1930 se cortó otro brazo del río llamado Arroyo Butaló. En 1946 las y los habitantes de Santa Isabel pidieron por un canal de riego para la zona, pero fue desestimado por la construcción de la represa Los Nihuiles (en Mendoza), que finalizó en 1947.
Ese mismo año, el presidente Juan Domingo Perón dictó la resolución 50/49 de Entrega Periódica del río Atuel a La Pampa, donde se estipulaban tres sueltas anuales de siete días cada uno (en enero, mayo y septiembre), con un caudal de 15 metros cúbicos por segundo (m3/s). Pero Mendoza nunca cumplió esa normativa, alegando que el río nacía en su territorio y por ende era la única provincia con jurisdicción sobre él.
En 1987, la Corte Suprema de Justicia de la Nación dictaminó el carácter interprovincial de la Cuenca del Atuel. Tras este fallo se creó la Comisión Interprovincial del Atuel Inferior, con representantes de las provincias de La Pampa, Mendoza y de Nación.
Tal como señala el informe de Florencia Srur, ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente, en 2020, la Corte Suprema de Justicia de la Nación sentenció que, en el inicio de La Pampa, desde Mendoza, debe ingresar por el Arroyo de La Barda (único brazo activo del Atuel) un caudal mínimo, permanente e interino de 3,2 m3/s. Este caudal “mínimo” es considerado como la cantidad indispensable para que la flora y la fauna autóctona puedan prosperar luego de 100 años de desastre ambiental. Sin embargo, ese agua sigue sin llegar a La Pampa.
Al conflicto con Mendoza se suma otro con San Juan, por el río Salado-Chadileuvú. Mirta Viola, integrante de la Coordinadora Pampeana en Defensa de los Ríos y el Ambiente (Copaderia), señala que “con los diques que se hicieron en el Salado desde San Juan nos dejaron sin agua. Solo corre algo cuando hay períodos de lluvias grandes y se hacen sueltas o cuando hacen limpieza de las acequias y largan el agua que no tiene calidad. Eso corre por el Atuel, pero un tramo nada más”. La zona está dentro de la diagonal árida sudamericana, con precipitaciones inferiores a los 400 milímetros. La problemática del río generó desertificación y procesos migratorios internos por la falta de agua.
Este año se presentó el Informe Técnico de Avance del Estudio del Caudal Ambiental del río Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó, realizado por la Universidad Nacional de La Pampa. Allí se evaluaron los daños ambientales resultantes de la nula escorrentía fluvial que afectan a la porción pampeana de la cuenca. Este impacto, señala el análisis, se traduce en el deterioro de las funciones ecológicas del ecosistema fluvial, en la pérdida de la conectividad hídrica y biológica del mismo, en el deterioro de las actividades productivas y en el empobrecimiento de las poblaciones ribereñas y el menoscabo de sus rasgos culturales.
Desde el oeste pampeano, la productora de caprinos Alejandra Domínguez, integrante de la rama rural del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) resume: “El problema acá es que si querés trabajar la tierra, no llueve. Nosotros vivimos sobre el río Atuel y todo es salitre; al no venir el río, el salitre se levanta más. Tenemos el jagüel, que es el pozo donde toman agua los animales y, si el río no corre, el agua se pone muy salada”. La situación se agudiza más si se tiene en cuenta que en la zona llueven 400 milímetros anuales. La productora concluye: “Si no tenés agua, no tenés nada”.
Los puestos del oeste, tierra campesina en resistencia frente al agronegocio
En el oeste de La Pampa viven familias campesinas que se autodenominan puesteras. Históricamente —cuenta María Eugenia Comerci— se dedicaron a la cría de cabras y de ovejas, aunque algunas también tienen huertas, aves de corral y caballos. La clave de su práctica productiva es el uso conjunto del terreno pastoril. Al respecto, Comerci brinda un ejemplo: “En Paso Maroma y en Chos Malal, en el límite con Mendoza, las familias ejercen la posesión sobre tierras privadas o fiscales y desarrollaron acuerdos para el uso compartido del espacio de pastoreo”.
En la zona se estima la existencia de 500 puestos. Este sector, dominado por el monte occidental, abarca cinco departamentos, más de un tercio de la superficie provincial y cuenta con sólo el 4,6 por ciento del total de los habitantes. En su estudio titulado “Territorialidades campesinas. Los “puestos” en el oeste de La Pampa (Argentina)”, Comerci señala que “la fuerte demanda de tierras valorizadas especialmente para la ganadería vacuna, relocalizada del sector oriental donde avanzó la sojización, promovió el interés inmobiliario por los campos, acciones de compra-venta, el cercado perimetral de los predios, y con ello, una nueva configuración regional y en la dinámica interna de los puestos”.
Comerci agrega, en diálogo con Tierra Viva: “El cercado de los campos condiciona las prácticas de pastoreo e implica una apropiación de los bienes comunes, dificultades para circular porque los caminos se cierran, dificultades en el acceso a ciertos recursos y otras problemáticas producto del avance del capitalismo en estos espacios donde resisten familias campesinas”.
También hay otros procesos asociados, cuenta la investigadora, como la actividad hidrocarburífera en el departamento Puelén o los cotos de caza —promovidos por el Estado— en la zona del Monte Calel.
La productora del MTE-Rural y presidenta de la cooperativa Agropecuaria Regional de la que participan 50 puesteros de Chicalcó y Algarrobo, Alejandra Domínguez, cuenta que de abril a agosto es el período más complicado porque no hay alimentos para los animales y no hay agua por la falta de lluvias. “Las cabras tienen cabritos una vez al año pero como pequeños productores tenemos que hacerlo dos veces por año. Si tenés buena alimentación lo podés hacer, si tenés buen pasto”, relata. Añade que comprar fardos y rollos no sirve: “La chiva siempre tiene que comer algo verde, cosa que no hay porque no llueve”.
La puestera cuestiona que el gobierno provincial no se haga eco de estos problemas. “Podría ayudar con alimentos, con pastos, con maíz pero no sucede. Te dan cinco bolsas de alimentos de 25 kilos y con eso no hacés nada. Te alcanza para 15 días”, lamenta. Una bolsa de 35 kilos de maíz tiene un precio de 2000 pesos. En promedio, al mes y sin llover, se necesitan unas cincuenta bolsas por puesto. “También tenemos gallinas, patos y pavos para autoconsumo. Esos animales también comen maíz”, dice Domínguez.
La organización en forma de cooperativa —explica Domínguez— se originó para poder acceder a créditos para la compra de alimentos. Pero al poco tiempo vieron que, colectivamente, podían lograr más cosas. Hasta el momento pudieron abrir una planta de alimentos balanceados en Santa Isabel y comprar un camión refrigerado para trasladar la producción. “Compramos el camión para traer maíz de General Pico y llevar los cabritos ya faenados. Es decir: una venta directa, sin intermediarios, desde el productor al consumidor”, reivindica la presidenta de la cooperativa.
Territorio pampeano en manos extranjeras
Respecto al régimen de tenencia de la tierra, los resultados definitivos del CNA 2018 arrojan que el 69 por ciento de la superficie de las parcelas corresponde a propiedad. Le siguen la modalidad de arrendamiento, con el 19 por ciento. En La Pampa el porcentaje de arrendamiento de los establecimientos agropecuarios delimitados es de 2.243.853 hectáreas sobre un total de 10.852.993, mientras que el régimen de propiedad es 7.368.932.
Según datos del Registro Nacional de Tierras Rurales de 2018, capitales suizos compraron tierras en la zona norte y noreste de La Pampa por un total de 13.723 hectáreas. Era el total que, entonces, informaba el organismo nacional que se encontraba en manos extranjeras en la provincia. Las empresas Fiduza, Oleaginosa Moreno y Fertilo Agropecuaria (todas suizas) se distribuían la tenencia de esas tierras en las localidades de Carro Quemado, General Pico, y Lonquimay.
Tres años después, en 2021, según el director del mencionado registro, Miguel Unamuno, el número de hectáreas en manos foráneas aumentó a 340.780 hectáreas. El funcionario expuso que el departamento Atreucó está en el primer lugar con el 7,44 por ciento de sus tierras en manos extranjeras, le sigue el departamento Loventué con el 5,77 por ciento y en tercer lugar, con el 3,59 por ciento, se encuentra Quemú Quemú. Los tres departamentos con mayor cantidad de tierras en manos extranjeras se encuentran en el noreste pampeano, donde avanza el proceso de agriculturización.
En alerta por el trigo transgénico
La Copaderia se conformó originalmente en defensa de los ríos pampeanos, pero “los ríos no están solos sino que hacen al ambiente y a la calidad de vida de los pampeanos”, sostiene Mirta Viola, integrante de la coordinadora y enfermera. En 2019, el Instituto Nacional del Cáncer informó que La Pampa es la tercera provincia con mayor porcentaje de casos de cáncer, después de Santa Fe y Córdoba. En el mismo sentido que los testimonios de los productores, Viola hace hincapié en el cambio de la matriz productiva por la agriculturización y denuncia el uso de agrotóxicos.
“Esto significa problemas de salud respiratorios, de piel, tumores. Pero hay una connivencia desde el Estado para no investigar e informar públicamente sobre los problemas de salud que esto está trayendo”, denuncia. En 2020, gracias a la presión de las asambleas pampeanas, se sancionó una ley que establece 500 metros de protección para casas y escuelas rurales respecto a las fumigaciones terrestres y 1000 metros para las aéreas. Pero la normativa aún no fue reglamentada. Mientras tanto, la Copaderia sigue reclamando al Estado los controles del cumplimiento de esa Ley.
A la falta de implementación de la normativa vigente se suma la amenaza del cultivo del trigo transgénico HB4 (de la empresa Bioceres-Indear), publicitado como resistente a la sequía, lo que lo haría «ideal» para las condiciones climáticas pampeanas. Según un informe del Ministerio de Agricultura de la Nación, de las 52.755 hectáreas sembradas en 2021 con este evento transgénico, 4366 (8,3 por ciento) corresponden a La Pampa. Sin embargo, desde el Estado provincial parecen desconocer esta situación.
“Desde la Copaderia tuvimos una reunión con el Subsecretario de Ambiente al respecto, pero nos dijo que no tenía conocimiento de que se estuviera cultivando”, denuncia Viola. El encuentro fue a fines de 2021. “El trigo transgénico nos parece altamente peligroso, mucho más que los cultivos que usan glifosato, porque el glufosinato de amonio es 15 veces más tóxico”, advierte.
“La agroecología no es un movimiento masivo pero es creciente”
La Pampa cuenta desde 2020 con la Ley 3298 de la promoción de la agroecología, que aún no fue reglamentada, pese al reclamo de una decena de productores pampeanos que ya iniciaron ese proceso. Sin el debido acompañamiento estatal, las experiencias siguen creciendo. Marcelo Mackenzie cuenta que está “en transición, como mucha gente”. En este momento más del 60 por ciento de su campo Plenilunio, de 621 hectáreas, se trabaja sin químicos.
“Lo primero que me llevó a cuestionarme el modo de producción es que cuando llovía en el campo yo no sentía olor a tierra mojada. Con el tiempo y estudiando, con los saberes por fuera de la academia, empecé a encontrar respuestas —valora el productor—. El olor a tierra mojada te lo dan los microorganismos. Eso me indicaba que estaba pagando en dólares para esterilizar mi suelo y dejarlo sin microbiología, que es lo que nos aporta los nutrientes”.
En 2016 comenzó el camino de la transición. “Tomé conciencia de que si no tenía un buen suelo era muy difícil tener una planta bien nutrida y en consecuencia animales bien nutridos”. Mackenzie reflexiona: “El paradigma dominante es muy exitoso porque la degradación es un proceso muy lento. Por más que estemos entusiasmados con la agroecología no es tan fácil convencer a la gente porque el proceso inverso también es lento”.
Añade que las consecuencias del paquete tecnológico de siembra directa y agrotóxicos son reversibles, “pero cuanto más se tarda en revertir el proceso, el resultado es más pobre y el tiempo que lleva es mayor”. Por eso el acompañamiento del Estado se vuelve necesario: “Se dice pero no se hace, porque la reglamentación de la Ley de Agroecología corresponde al Ejecutivo y eso facilitaría más la producción”.
El productor considera que los suelos de La Pampa, exigidos por los cultivos anuales de soja, maíz y trigo, pueden recuperarse mediante la ganadería. Pero no cualquier ganadería: los animales tienen que ser pastoriles. “Hoy los catálogos de inseminación muestran animales para ser terminados con maíz y en feedlot. El ser humano está yendo en contra de la naturaleza”, describe. Por eso destaca: “Quizá por ahora no somos muchos, tomar la decisión no es fácil, pero estamos convencidos de la transición. La agroecología es un movimiento silencioso que hoy no es masivo pero es creciente”.
Apreciemos a la:
Red de Luchas Socioambientales Salta
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PARTE DE PRENSA
Desde la Red de Luchas Socioambientales de Salta, profundamente preocupados por:
1.-La destrucción de la biodiversidad mediante la autorización por parte del estado provincial de millones de hectáreas de bosques nativos para fomentar el monocultivo, provocando un grave desequilibrio ecológico con consecuencias sociales nefastas en la salud y vida de las poblaciones, como lo es la desnutrición y muerte de los niños wichi .
2.- La extracción de millones de litros de agua superficial, subterránea y periglaciar de la Puna de Salta en el departamento de Los Andes a más de 3.000 metros sobre el nivel del mar destinada al extractivismo de la industria minera explotada por empresas extranjeras que provocan la desertificación de los suelos, la pérdida de la biodiversidad , la contaminación de suelos, agua y aire y en consecuencia la extinción, en principio, de las Comunidades Originarias Kolla y Atacama pobladoras de la zona, con grave peligro de correr la misma suerte para el resto del territorio de la provincia .
Por ello, en defensa del derecho de PROTECCION DEL MEDIO AMBIENTE y DEFENSA DE LA CALIDAD DE VIDA consagrado por el art.30 de la Constitución de la Provincia de Salta que prescribe :”Todos tienen el deber de conservar el medio ambiente equilibrado y armonioso, así como el derecho a disfrutarlo.
Los poderes públicos defienden y resguardan el medio ambiente en procura de mejorar la calidad de vida, previenen la contaminación ambiental y sancionan las conductas contrarias.”
Decidimos manifestarnos todos los días jueves en la Plaza al frente de la Legislatura de 16 a 19 horas para reclamar al Estado provincial de Salta como responsable del genocidio de los niños Wichi, y de la contaminación del agua, el suelo y el aire provocados por la megaminería, los desmontes, las fumigaciones que son autorizados por el gobierno de Salta en el territorio provincial.
La razón de la elección del lugar de protesta: frente de la Legislatura provincial: Es porque consideramos que el Estado Provincial de Salta es responsable de las violaciones de los derechos de los Pueblos Originarios y los desastres ambientales principalmente de la contaminación de las aguas. Es en la Legislatura donde se encuentran representados los 23 departamentos de la provincia y los 60 municipios salteños, por lo que no pueden ser ciegos, sordos y mudos a las necesidades y reclamos del pueblo ya que fueron elegidos y son pagados por el pueblo para defender al pueblo y no a los intereses de las empresas ecocidas .Si no defienden y legislan para el pueblo , son cómplices del ecocidio y de cada muerte de los niños wichi de Salta .
redluchassocioambientalessalta@gmail.com
Para contactarse : 387 4152946 y 387 5944661
Alternativas emancipatorias
Consideremos respecto a Rafael Klejzer que de Referente Nacional del Movimiento Popular La Dignidad devino Referente de la UTEP y está en la Dirección Nacional de Políticas Integradoras, Ministerio de Desarrollo Social de la Nación:
Damian Ripetta
Paremos la pelota y discutamos. Este forro rentado, que laburó en su vida menos que Guido Suller, que cambió 180° su opinión de la «compañera Cristina» dice está boludez.
Todo mientras el Gobierno mete una indexación al salario mínimo que lo mantiene en línea con la indigencia y él está rentado en representación de millones de trabajadores que no pueden parar la olla.
Estos son los miserables que se come el justicialismo. Defender sin más a una de las principales responsables del ajuste, de una inmoralidad total al cobrar dos jubilaciones millonarias de privilegio mientras los viejos no pueden pagar la olla. Ella, responsable del asesinato de tantos compañeros y compañeras.
La justicia burguesa es una mierda. Chocolate. Si lo sabrá Cristina Fernández cuando nos tiró a Bonadio por la cabeza, o hicieron lo indecible para torturar y amañar el juicio a los petroleros de Las Heras.
Las violencias del Estado se contestan aún con gente que uno puede no compartir sus ideas. Pero la «honestidad» de Cristina Fernández es difícil de sostener cuando tenía un tránsfuga cómo de Vido manejándole todo. A ella y al esposo. Cuando le regalaron a Eskenazi el 25% de YPF ¡gratis! (a pagar con dividendos), cuando se enriqueció durante la dictadura mientras muchísimas familias padecían la maldita 1050.
El problema del kirchnerismo con la justicia arrancó cuando se pelearon con los servicios. Hasta ese momento se llevaban de mil maravillas. Y después puso a un genocida como Milani a hacer contrainteligencia mientras la Gendarmería se mandaba el proyecto X, la Federal tenía lacras como Balbuena haciéndonos inteligencia, etc.
De nuevo, las violencias del Estado se responden. No es cierto que el régimen siempre es igual de violento. La violencia de la sociedad capitalista varía y en Argentina eso lo sabemos bien (no es lo mismo la represión hoy, que cuando imperaba el Plan CONINTES, que durante las distintas dictaduras, que cuando desde Bienestar Social se financiaba una banda de fascistas junto a la policía y las direcciones gremiales que mataron a mansalva). El estado siempre mata pero no son iguales los contextos.
A estos forros que siguen rentados pese a la miseria no agua. Ni agua.
Acordémonos que el lunes antes del domingo 26 de junio de conmemoración del fusilamiento de Darío Santillán y Maximiliano Kosteki hace veinte años, Cristina Fernández desde Avellaneda hizo referencia eufemística al movimiento piquetero de modo despectivo e interpelador masivamente.
Planes sociales en debate, entre la miseria y la cooptación:
la opinión del piquetero más procesado del país
21 de junio de 2022
En el seno del sistema político arde el debate hasta ahora relegado sobre los planes sociales. La vicepresidenta Cristina Fernández planteó el tema en una intervención, empezaron las respuestas, alineamientos y lapsus que no se sabe si son poderosos ni profundos, aunque la realidad es que todos los funcionarios, políticos y gobiernos de los últimos años, macrismo incluido, reforzaron el mecanismo del plan social como respuesta al empobrecimiento de amplios sectores en estado de decadencia y vulnerabilidad, con un ojo puesto en evitar posibles estallidos sociales.
Hay planes y no trabajo, y la propia dinámica del presente refuerza esa especie de destino para un creciente número de personas. El debate incluye el rol de los movimientos sociales, enfrentados con sectores opuestos del mismo oficialismo en un juego de fuerzas en el que, más allá de los argumentos, parecen predominar intereses económicos y alineamientos electorales y partidistas frente a 2023.
La revista MU realizó un viaje a Salta para conocer la situación de las comunidades wichis (muerte de cientos de niños y niñas por desnutrición y enfermedades relacionadas). De paso, pudimos entrevistar a uno de los piqueteros históricos del país: José Pepino Fernández, fundador de la UTD (Unión de Trabajadores Desocupados) de General Mosconi. Dicha organización en Mosconi (y junto a Cutral Có), protagonizó los primeros piquetes del país tras la privatización de YPF por parte del menemismo, con el saldo masivo de desocupación que significó.
Pepino se ganó un récord que visto hoy es un blasón: ser el hombre más procesado de la Argentina (unas 350 veces) por piquetes y reclamos que buscaron siempre recuperar y generar trabajo, defender derechos, e incluso intentar proteger el medio ambiente.
Las reflexiones de Fernández sobre el rol de los planes sociales como respuesta a las necesidades, y a la vez como mecanismo de desmovilización y cooptación social. La falta de interés real en desarrollar, y el exceso de interés en reprimir los reclamos. El rol de los funcionarios, la clase política y los propios movimientos sociales. El problema de lo narco en provincias como Salta. Ideas sobre la unión y la desunión.
“Es muy difícil construir un país distinto con tantos planes, porque la única solución de fondo que tenemos como nación es mandar a laburar a la gente. Con voluntad y decisión política, en un día ya empezás a recuperar la matriz productiva. Pero no, por miedo deciden mantener y ampliar los planes”.
Aquí, la nota completa publicada en MU como aporte a un debate embotado por panelistas televisivos y radiales (y urbanos) y por especulaciones frente al año próximo.
Debate en el que voces de referentes como este ex petrolero –por su propia experiencia de vida– pueden resultar opinables (de eso se trata) pero a la vez relevantes y descriptivas para comprender los tiempos actuales.
La nota completa, del último número de MU.
Otros planes
José Pepino Fernández es un histórico de la organización social y la autogestión en Salta y en el país. Despedido por YPF durante el menemismo, fundó la Unión de Trabajadores Desocupados de Mosconi, protagonizó los primeros piquetes y un récord nacional: 350 procesamientos. Aquí, sus inquietudes actuales: cómo generar empleo dignao, cuidar el ambiente, combatir la inflación y no perder autonomía frente a gobiernos y corporaciones.
Por Francisco Pandolfi.
El chofer grita en un micro despoblado la llegada a General Mosconi, noreste de la provincia de Salta. El reloj marca las cuatro de la tarde de un martes. Y el termómetro parece que va a explotar. El calor seco penetra por arriba, por abajo, de frente, de costado. Un horno, que no es tal para quienes viven en esta localidad de 16 mil habitantes en el Departamento General San Martín. “Hace calorcito, poco más de 30 grados, pero hoy día no es nada. Cuando hace calor, hace calor”, dice Sandra, de la Unión de Trabajadores Desocupados (UTD). “Acá estamos acostumbrados a los 49 grados o más. Hace un tiempo íbamos por la ruta y se nos reventó una goma de la temperatura que hacía”.
Mosconi no sólo es sinónimo de aire caliente, por momentos irrespirable. Es sinónimo de lucha, de unión, de trabajadores y de desocupados. Es sinónimo de la UTD, organización que nació en abril de 1996 tras el terreno arrasado que dejó la privatización de Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), en una zona desarrollada principalmente por la explotación petrolera. Hace 25 años, precisamente el 7 de mayo de 1997, se produjo en esta tierra ardiente una pueblada de resistencia hacia las políticas neoliberales, que junto a los levantamientos en Cutral Có fueron referencia a nivel nacional por la innovadora manera de protesta social: corte de ruta y piquete. Un cuarto de siglo después, en Mosconi, en su ladera Tartagal y en el país en general, hay semejanzas que conmocionan y perturban.
José Pepino Fernández tiene 66 años y es referente de la UTD. La integra desde aquellas primeras jornadas de rebelión popular. Trabajó en YPF desde 1975 hasta el 5 de septiembre de 1991, cuando fue despedido junto a cientos de compañeros (de más de 23 mil empleados que YPF tenía en el 91, se pasó a 5.690 en 1995). Recibe a MU en el tinglado principal del movimiento. Allí mismo tiene una piecita donde vive desde el 97. “En Mosconi hay dos estaciones: el verano y la de los ferrocarriles”, arranca rompiendo el hielo que se derrite al instante.
Lleva ese apodo de chiquito, cuando su familia distinguió en una película italiana el parecido con un actor al que llamaban así. Tiene la piel trigueña, el poco pelo color ceniza y parece recién afeitado. Camina a paso lento. Sus ojos verdes hace cuatro años que no ven. Quedó ciego en 2018, cuando salió mal una operación de cataratas. No hubo mala praxis: el desencadenante fue la diabetes que lo atormenta hace décadas, tras haber estado en contacto con fluidos contaminantes cuando trabajaba en YPF. La misma que derivó en que le cortaran el dedo mayor de la mano derecha y un dedo del pie. “Esos líquidos afectan al corazón, al riñón, a la vista. Muchos compañeros han muerto porque trabajábamos sin ninguna medida de seguridad, porque lo único que importaba era seguir produciendo” .
Ni su enfermedad, ni el paso del tiempo, ni una lucha que lejos de mermar se recrudece, le han borrado su sonrisa. Ni siquiera cuando en lo que dice, no hay nada para celebrar: “Muchas cosas siguen igual que en el 97 en relación al tejido social, como la desocupación, la pobreza, pero la gran diferencia es que ahora hay más droga. Y con funcionarios y fuerzas de seguridad que la venden”. Pone en cifras al flagelo: “Más del 50 por ciento del Departamento de San Martín vive del narcotráfico desde la gestión de Juan Carlos Romero como gobernador de Salta (1995-2007) ¿Vos creés que se va a acabar la droga?”, pregunta de manera retórica. Y vuelve a sonreír, para no llorar.
¿Por qué, después de tanta resistencia popular, muchas cosas siguen hoy igual o peor que ayer?
Porque los funcionarios desarticularon todo. Ellos son los grandes culpables. Bajaron las necesidades con los planes sociales y así lograron dominar a la gente. La solución es que haya trabajo, no planes sociales. De esta manera sólo ganan los empresarios y los políticos, no la gente. Entonces, hasta que no se erradique a este tipo de funcionario, va a ser muy difícil un cambio de raíz. Tenemos un país para hacer lo que queramos, pero se adueñaron de todo, hasta de la tierra. Acá en Salta todos los gobiernos provinciales siempre nos quisieron hacer mierda. Presentamos un montón de proyectos y nunca aceptaron nada. No quieren desarrollar, pero sí te mandan Gendarmería cuando te manifestás. El gobierno actual de Gustavo Sáenz sigue esa línea como representante de la aristocracia salteña.
En el seno del sistema político arde el debate hasta ahora relegado sobre los planes sociales. La vicepresidenta Cristina Fernández planteó el tema en una intervención, empezaron las respuestas, alineamientos y lapsus que no se sabe si son poderosos ni profundos, aunque la realidad es que todos los funcionarios, políticos y gobiernos de los últimos años, macrismo incluido, reforzaron el mecanismo del plan social como respuesta al empobrecimiento de amplios sectores en estado de decadencia y vulnerabilidad, con un ojo puesto en evitar posibles estallidos sociales.
Hay planes y no trabajo, y la propia dinámica del presente refuerza esa especie de destino para un creciente número de personas. El debate incluye el rol de los movimientos sociales, enfrentados con sectores opuestos del mismo oficialismo en un juego de fuerzas en el que, más allá de los argumentos, parecen predominar intereses económicos y alineamientos electorales y partidistas frente a 2023.
La revista MU realizó un viaje a Salta para conocer la situación de las comunidades wichis (muerte de cientos de niños y niñas por desnutrición y enfermedades relacionadas). De paso, pudimos entrevistar a uno de los piqueteros históricos del país: José Pepino Fernández, fundador de la UTD (Unión de Trabajadores Desocupados) de General Mosconi. Dicha organización en Mosconi (y junto a Cutral Có), protagonizó los primeros piquetes del país tras la privatización de YPF por parte del menemismo, con el saldo masivo de desocupación que significó.
Pepino se ganó un récord que visto hoy es un blasón: ser el hombre más procesado de la Argentina (unas 350 veces) por piquetes y reclamos que buscaron siempre recuperar y generar trabajo, defender derechos, e incluso intentar proteger el medio ambiente.
Las reflexiones de Fernández sobre el rol de los planes sociales como respuesta a las necesidades, y a la vez como mecanismo de desmovilización y cooptación social. La falta de interés real en desarrollar, y el exceso de interés en reprimir los reclamos. El rol de los funcionarios, la clase política y los propios movimientos sociales. El problema de lo narco en provincias como Salta. Ideas sobre la unión y la desunión.
“Es muy difícil construir un país distinto con tantos planes, porque la única solución de fondo que tenemos como nación es mandar a laburar a la gente. Con voluntad y decisión política, en un día ya empezás a recuperar la matriz productiva. Pero no, por miedo deciden mantener y ampliar los planes”.
Aquí, la nota completa publicada en MU como aporte a un debate embotado por panelistas televisivos y radiales (y urbanos) y por especulaciones frente al año próximo.
Debate en el que voces de referentes como este ex petrolero –por su propia experiencia de vida– pueden resultar opinables (de eso se trata) pero a la vez relevantes y descriptivas para comprender los tiempos actuales.
La nota completa, del último número de MU.
Petroleros + comerciantes
La pueblada norteña en Mosconi y Tartagal, que se extendió hasta el 13 de mayo de 1997, tuvo como desenlace el nacimiento de los planes sociales, cual curita para tapar la hemorragia. Una curita que se extendió en el tiempo. Una curita que nunca fue una cura. “Cuando se fue YPF se vino abajo el pueblo. Y en el 97 ya no aguantamos más. Fuimos los petroleros en Mosconi y los comerciantes de Tartagal que estábamos pasando hambre y dijimos basta. Ahí se unió el resto. Había miedo pero la gente tomó conciencia. Y ante la represión nos hicimos más valientes. Así logramos los primeros planes sociales y bolsones”, recuerda Fernández.
¿Qué opinás sobre el uso actual de los planes sociales, 25 años después de aquella conquista?
Es muy difícil construir un país distinto con tantos planes, porque la única solución de fondo que tenemos como nación es mandar a laburar a la gente. Con voluntad y decisión política, en un día ya empezás a recuperar la matriz productiva. Pero no, por miedo deciden mantener y ampliar los planes. En otro aspecto, es fundamental que la gente que los recibe entienda su origen, que tengan bien claro que no existen porque sí, sino que vienen de una lucha de muchos años.
En la recorrida por los múltiples emprendimientos de la UTD, varios en tinglados que eran de YPF previo a la privatización y el vaciamiento, una mujer quiere hablar. María lleva la historia del movimiento en su cara, con arrugas de sacrificio, con bifurcaciones de esfuerzo, con un entusiasmo jovial que contagia. Tiene 83 años: “Estoy desde el inicio y voy a estar hasta que ya no tenga más fuerzas. Sigo para incentivarme y contagiar a los más jóvenes la cultura del trabajo”. Agrega: “Y sigo, también, porque en estos años Mosconi en vez de progresar ha retrocedido. Vivimos sin agua y con cortes de luz permanentes. No podemos abandonar lo que con tanto esfuerzo construimos”.
La UTD nuclea a 552 personas que llevan adelante distintas labores: carpintería, costurería, limpieza, desmalezamiento, construcción de ladrillos, edificación de casas y de núcleos húmedos (baño y cocina), compactación de plásticos, huertas. “Antes del macrismo éramos más de 3.600, pero lo que hicieron fue manejar los planes según sus intereses, desde arriba, beneficiando a quienes más les respondían y sin pedirle a la gente que trabaje como contrapartida del recurso. Así, mucha gente se ha ido. No sólo buscaron desarticularnos, de fondo lo que generan es que no se estimule la cultura del trabajo”. ¿Cómo se sigue manteniendo la UTD? “A base de laburo. Acá en Mosconi reemplazamos a los sindicatos como defensores del trabajo y la naturaleza. Y hasta creamos una ley de jubilación por trabajo insalubre”, se jacta Pepino, quien lleva puesta una remera gris con tres consignas universales, imprescindibles y esquivas: “Paz, Pan y Trabajo”.
¿Qué análisis hacés, José, de los movimientos sociales en la actualidad?
El error más grande de las organizaciones es separarse. Y la clave está en volverse a unir. Mi esperanza para el futuro está en que nos juntemos todos los movimientos, no que se acomoden y busquen cargos políticos.
¿A qué le atribuís esa separación?
A dos motivos. Por un lado, es la misma política la que fractura a los movimientos. Los distintos gobiernos aprovechan y a las organizaciones cercanas les dan una mayor tajada, que genera conflicto. Debemos entender que no se puede seguir peleando por una tajada. En segundo lugar, creo que todos quieren mandar, ser jefes, y eso también divide a las organizaciones. Hay mucha ambición de poder, de ganar plata, por eso los terratenientes te hacen mierda.
Ustedes iniciaron la protesta bajo la figura del piquete. ¿Qué opinás de las metodologías que se llevan adelante hoy en los distintos reclamos?
Opino que hay que cortar la ruta. ¿Qué olla? ¿Qué carpa? ¿Qué marcha? Es importante no olvidar que Mosconi también fue el epicentro del comienzo del derrumbe de Fernando de la Rúa y eso no lo logramos solamente haciendo una marcha, sino mediante la acción directa. Cada vez que fuimos a protestar ante alguna empresa nos llevamos puestos de trabajo, porque al privado no le gusta perder plata; le conviene más inventarte un empleo. Entonces me pregunto: ¿vale la pena el corte o no? Es lo más efectivo, porque enseguida vienen a negociar. Si no, te dan vueltas. Te miente uno, te miente el otro, parece que juegan al truco.
Teoría sobre las neuronas
Pepino está sentado en una silla hecha con neumáticos. También hay sillones hechos con neumáticos. Macetas hechas con neumáticos. Mesas hechas con neumáticos. En la UTD se respira la búsqueda permanente por vivir con dignidad. No es gratis: derechito al Récord Guinnes, José Fernández tiene acumuladas más de 350 causas judiciales en su contra. La primera fue en 1998. Las últimas dos, en enero pasado, cuando salieron a cortar la ruta en defensa del agua y el cuidado del ambiente. “¿Cómo puede ser que nos falte el agua dulce cuando tenés tres ríos importantes, como el Pilcomayo, el Bermejo y el Tarija, que atraviesan la provincia? No tener agua es el problema más grande que tenemos en Salta. Lo mismo pasa con la madera: se la llevan toda, sufrimos el desmonte hace años y ni siquiera se esfuerzan por plantar pensando en el futuro”, dice y ya no sonríe, mientras detrás suyo le cuida la espalda un cartel que avisa: “UTD, en defensa de los recursos naturales”.
¿Cuál es la causa de la falta de agua?
La falta de inversión. Ni la mínima e indispensable, existe. No se necesita mucha porque hay enormes cantidades superficiales de agua dulce; agua hay, sólo hay que guiarla. Pero no hacen nada los funcionarios ni las empresas tránsfugas. No respetan nuestra salud, el ambiente, sólo les interesa la guita. No podemos estar pidiendo tener agua, que es la vida del ser humano. No lo podemos aceptar. Y esto no pasa sólo en Salta, sino en la mayoría de las provincias.
Anteriormente hablaste de la acción directa. ¿Por ejemplo?
Luchar contra las grandes empresas, es la única manera de lograr un cambio. Hay que atacar donde más les duele, en la producción. A ellos lo que les interesa es ganar plata. Hay que cortarle a la empresa que produce la leche, cortarle a los barcos para que no salgan por el Paraná, donde se va cualquier cantidad de guita, miles de millones que se escapan por ese río.
¿Así se gana la guerra contra la inflación?
Claro, parando los barcos, los camiones. Ir a los negocios y hacerles bajar los precios. O parar a los grandes agricultores y hacerles nosotros mismos las retenciones. Atacar con medidas fuertes.
Pepino esboza esa idea y vuelve a reír. Como si se imaginara la situación. “Muchas veces hacés marchas y no generás nada, porque tenés a los gobiernos que quieren subsistir sin importarle el cómo y no dan respuestas. Hay que ir contra las corporaciones” Y plantea otra solución: “Para pagar la deuda externa y también la interna, alcanzaría con cobrarle a los Menem, a los Romero, la plata que se llevaron por las privatizaciones. Con esa guita solucionamos todos nuestros problemas y volvemos a ponernos de pie”.
Así como Mosconi, Tartagal y Cutral Có fueron referencia y guía para otras luchas populares a fines de los noventa, ¿sentís que alguna marca ese camino hoy?
La resistencia del pueblo de Chubut a la minería. Esquel es una muestra de la que hay que aprender. Dijeron que no, que no quieren ninguna mina de oro para explotar por 15 años. Quieren agua pura, esquiar en paz por mil años, no por quince. Dejaron claro que aunque los gobiernos sigan haciendo estragos, lo que debe prevalecer en la lucha del pueblo es la continuidad de la vida digna.
¿Cómo seguimos, para dónde vamos?
La gente tiene que volverse a unir. Por eso, acá estamos pensando hacer un movimiento grande para que bajen los precios de la mercadería. Un ejemplo: ¿cómo puede ser que en Mosconi, donde somos productores de combustible, la nafta salga más cara? La respuesta es que de acá se va a Córdoba o a Tucumán para ser procesada y entonces se encarece mucho más. Si la procesáramos acá, sería mucho más barata, pero no hay ningún plan para eso. Y ahí tenemos que estar nosotros, con proyectos e ideas. Ante la desarticulación que existe hoy entre las organizaciones, nosotros proponemos una gran movilización nacional. Porque si se activa algo grande, el pueblo se levanta. Necesitamos la acción directa… y no dejar que se enfríen las neuronas.
Observemos cómo las resistencias socializan, en importante escala, lenguajes para la comprensión mutua entre quienes son parte de las zonas de sacrificio del Capital Estado y quienes, por ahora, malvivimos pero esa devastación ocurre relativamente lejos.
Un modelo ecocida:
«El fuego es extractivismo, el humo es extractivismo»
16 de agosto de 2022
Desde hace semanas que el humo por la quema de humedales invade ciudades de Santa Fe, Entre Ríos y Buenos Aires. Armando Cassinera, desde Granadero Baigorria, hilvana el nexo impune entre incendios, agronegocio, megaminería, modelo extractivo y poder político. «La lucha es por otro modelo», afirma.
Por Armando Cassinera
El fuego es extractivismo, el humo es extractivismo, el glifosato es extractivismo, los transgénicos son extractivismo, el fracking es extractivismo, la deforestación es extractivismo, el secuestro del agua es extractivismo, la pesca industrial es extractivismo, la megaminería es extractivismo, la construcción especulativa es extractivismo, la hidrovía es extractivismo, la estafa de la deuda externa impone más extractivismo. El modelo es extractivista y sus consecuencias son inmorales.
El poder político al que le solicitamos una Ley de Humedales es el mismo que está, ahora mismo, negociando el litio, explotando Vaca Muerta, explorando el mar para extraer más petróleo, el que permite una de las tasas de deforestación más altas del mundo, el que se propone llegar a producir 200 millones de toneladas de granos en su modelo industrial, empresarial, ecocida. El poder político es el que impulsa el extractivismo.
El poder político al que le pedimos que pare los incendios es el mismo que reprime y judicializa a las comunidades que luchan por sus territorios, por el agua, por alimentos sanos, por su salud, por su cultura y formas de vida.
En este modelo la Ley de Humedales más exitosa a la que se puede aspirar es la que habilite negocios sin fuego ni humo, no la que proteja los ecosistemas y sus servicios ambientales.
El extractivismo enferma y destruye los territorios y las comunidades en beneficio del capital concentrado. No existe ni existirá la ley que nos proteja contra el saqueo generalizado al que estamos sometidos.
La lucha es por otro modelo.
—
Argentina_Autoconvocados del Río Paraná
14 de julio de 2022
Mensaje de Raúl Quirino
(transcripciòn de audio)
(…) Como lo hicimos en la Marcha Global contra Bayer-Monsanto, es necesario comprender que nuestra naciòn adoptò hacen tres dècadas un modelo de acumulaciòn capitalista basado especialmente en el extractivismo de nutrientes de la tierra, en la malversaciòn del agua y el uso del glifosato y los incendios como pràcticas de acumulaciòn de la renta agraria. Este modelo esta siendo impulsado por la Sociedad Rural, las corporaciones agroportuarias y el Estado nacional de manera mancomunada. Y ahora se està tratando de expandir como se viò en Victoria, Entre Ríos, a los humedales del Delta del Paraná bajo la consigna: «Ganadería en los humedales«. Esto quiere decir que estamos enfrentando a grandes poderes económicos aliados con el Estado nacional y los frentes partidarios mayoritarios.
Pueden observar ustedes que ante el lockout patronal de la oligarquía agraria el gobierno por intermedio del ministro Rodríguez salió apresurado a garantizarle a los que se manifestaban, a la Sociedad Rural y a la Mesa de Enlace, que tendrán en tiempo y forma toda la cantidad de glifosato que precisen.
Ante esta situación hoy más que nunca, es indispensable la unidad solidaria de la base social, esta es la única posibilidad que tenemos de resistir los daños a la salud y a la vida de nuestro pueblo y hacer más potente el reclamo ante el Estado nacional y los estados provinciales y municipales. En mi opinión, sin resistencia y sin organización dejamos de existir y nuestras familias están en peligro. El agua, la tierra, la salud y la vida dependen de nuestra capacidad de lucha, de nuestra solidaridad y de la organización que vayamos construyendo en la base social.
Vecinos Autoconvocados de Campana
autoconvocadoscampana@gmail.com
https://www.facebook.com/Vecinosautoconvocadoscampana-144089589699506/
—-
Nación Mapuche. ¿Nadie está sobre la Ley? Ni Piñera, ni Longuera, ni los ex comandantes del Ejército? / Diversas movilizaciones y expresiones de repudio por la detención de Héctor LLaitul referente político de la CAM
Resumen Latinoamericano, 25 de agosto de 2022
Wallmapu, 24 de agosto de 2022
Solidarizamos con la CAM y la persona del peñi Héctor Llaitul y su familia que a partir de hoy es un prisionero político Mapuche del estado chileno y su gobierno. Reconocemos su total respeto por la vida humana y el ejercicio legítimo de la violencia política frente a los fraudulentos, engañosos y espurios modelos de intervención estatal hacia nuestro pueblo. NADA de los que haya expresado o actuado el peñi Llaitul es delito según nuestro derecho propio conocido como AZMAPU, mucho menos su posición frente al ecocidio cometido por las empresas forestales en Wallmapu
Todo Mapuche sabe que aquí hay una persecución que busca acallar una voz representativa, para dar mayor tribuna mediática a delincuentes políticos parlamentarios como Miguel Mellado y otros parásitos descendientes de colonos como Gloria Naveillan. Pero también, para imponer el modelo forestal vigente que es sinónimo de la muerte de ríos, cuencas, vertientes y de montaña nativa; para que los ricos se hagan más ricos en nuestra tierra robada, y sus gerentes y voceros sean ahora visitados por los medios de TV, EMOL, La Tercera, Biobio y otros para ampliar sus avisajes y auspicios; entre ellos Juan José Ugarte de la CORMA para hablar del inicio del fin de la inseguridad “de las familias en el sur” que supondría esta detención.
Triste resulta el rol de un gobierno que vende un plan del “buen vivir” con los recursos presupuestarios definidos por región según ley de presupuesto, y que de seguro –con la detención de Llaitul- buscará reditar comunicacionalmente la idea de que “nadie está sobre la ley” cuando todo el mundo sabe que incontables delincuentes como Moreira, Piñera, ex comandantes del ejército, Longueira, MEO, etc etc, no sólo siguen libres sino lucrando con el dinero ajeno. Luego, la vocera de la igualdad ante la ley es, al mismo tiempo, la encargada del “nuevo trato” con el mundo Mapuche?, la administradora del “buen vivir” para con el Wallmapu? Ni la desvergonzada cooptación ni los jugosos sueldos de asesores o analistas e “intelectuales” cercanos al gobierno probablemente entiendan tal contrasentido.
Quien o quienes callan frente a este nivel de persecución mediática, simbólica y física contra el peñi Llaitul pasan irremediablemente a engrosar las filas del pensamiento de las élites chilenas y sus persecutores, encomenderos, inquilinos y peones que –para el caso de los Mapuche- no se trata más que de la ampliación del círculo del yanakonaje histórico.
Libertad para el peñi Héctor Llaitul, PPM de la Nación Mapuche
Comisión Política ATM
Comunicaciones PuLofMapuXawün
Vocero actual de la CAM, Rafael Pichun se refiera a la resolución del tribunal de Temuco donde dejo en prisión preventiva por 30 días mientras dure la investigación el cual en las próximas hora será traslado a la cárcel del Manzano 2.
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Chile: la resistencia de la CAM sólo se entiende al interior de la lucha de clases
27 de agosto de 2022
En el contexto del arresto del líder de la CAM, Héctor Llaitul, producto de la denuncia por Ley de Seguridad Interior del Estado (LSE) del 2020 y que se materializó en una orden de detención liberada en su contra por el Tribunal de Garantía de Temuco, nos lleva a reflexionar sobre el rol represivo del Estado chileno contra la diversidad de formas de lucha presentes en el territorio. Al parecer se nos impone desde “arriba” que las únicas reglas válidas del juego son las que dicta la democracia burguesa, dejando proscrito a todo aquel que instaure otras formas de resistencia para profundizar las contradicciones del modelo y darle un empuje a la lucha de clases.
Por Enid Faúndez C.
“Que los poderosos no contaran con los pueblos indios no es de extrañar. Pero el reproche alcanza también a la izquierda ortodoxa latinoamericana. La que, todavía hasta el día de hoy, sigue sin contar a los pueblos indios con su propia identidad, su historia, su cultura, su tradición de rebeldía”.
Ejército Zapatista de Liberación Nacional (2006)
El Estado es una forma de organización burguesa cuyo fin es sostener las condiciones del modo de producción frente del ataque de cualquiera que quiera ir contra el capitalismo y usará la fuerza en su multiplicidad de formas para mantener la sujeción al trabajo asalariado. Ejemplo de ello fue lo ocurrido durante La Guerra civil en Francia, donde a medida que se desarrolló y profundizó el antagonismo de clase entre el capital y el trabajo, el poder del Estado fue adquiriendo cada vez más el carácter de un poder nacional del capital sobre el trabajo, de fuerza pública organizada para la esclavización social, de máquina de despotismo de clase, tal como lo presentaba Lenin: “el Estado no se necesita en interés de la libertad, sino para someter”; por consiguiente, la libertad burguesa se plasma en un conjunto de átomos actuando para satisfacer intereses egoístas en una sociedad que niega el libre desarrollo de la mayoría de los individuos, y en la que las fuerzas productivas –y en primer lugar, las fuerzas del trabajo- están dominadas por la lógica de la ganancia. Podemos afirmar, que todo fortalecimiento represivo y de restricción de libertades democráticas son esencialmente para frenar la emancipación frente a la opresión del trabajo asalariado.
Colonialismo interno e inclusión subordinada
La opresión como tal no se da únicamente en una relación entre obrero-empresario; sino, en otras categorías que Gramsci denominó “subalternidad” (estar por debajo) producto que la sociedad se articula en torno a un sistema de dominación múltiple y donde imperan relaciones de sumisión que asumen diversas modalidades e involucran diferentes causalidades. Cabe señalar que el Estado chileno —así como en buena parte de América Latina- se ha desarrollado históricamente una expansión del capital a través de procesos de asfixia productiva, des-posesión y actividades contaminantes, desplegando políticas etnocidas y de asimilación forzada, con procesos de subordinación y ataque a las formas de propiedad colectiva de los pueblos originarios –en especial el pueblo-nación Mapuche-, y en segundo lugar, a un proceso de integración forzada a través de la deslegitimación de lengua y costumbres originarias así como la creación de numerosos dispositivos de integración a la nación chilena y en tercera instancia, a una política de desconocimiento y por tanto debilitamiento y desarticulación de las formas de organización social de lucha propia de los pueblos originarios.
Cabe señalar en este punto que dentro de la multiplicidad de formas de lucha, la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) ha sido clara respecto de su situación de “doble dominación”, a manos del Estado y del capital. Héctor Llaitul, uno de sus principales líderes analiza al respecto: “La relación del Estado opresor y el Pueblo Nación Mapuche la caracterizamos de dominación con un permanente proceso de des-estructuración del mundo mapuche en todos sus aspectos. Básicamente, la imposición de una cultura dominante, winka, occidental, capitalista, en donde las ideas, los valores, la actitud penetran nuestra realidad y la distorsionan, lo cual resulta funcional para mantener intactos los intereses del sistema, donde la apropiación de las riquezas del territorio mapuche es la consecuencia. Frente a esto, levantamos la idea y la práctica de reconstruir nuestro mundo confrontándolo a la dominación”. Es entendible entonces, la posición de lucha contra el Estado en su amplitud de formas, porque este sistema político sigue reprimiendo con fuerza manifestaciones del pueblo descontento; democracia y paz bajo el capitalismo son elementos antagónicos e imposibles de realizar, porque el antagonismo de las clases y la opresión son irreconciliables. Pretender la defensa de la democracia a través de las armas para lograr la “paz” es un engaño a la clase obrera, solo sirve para desmoralizar al proletariado y mantener la dependencia al asistencialismo capitalista que mantienen eternamente las relaciones de opresión.
Son entonces, la tierra y la identidad los objetos estructurales de lucha y resistencia. Ante ello, como revolucionarios debemos reconocer estas resistencias indoamericanas como elementos activos de realización socialista y como praxis guiadas por la solidaridad y el respeto de la diversidad cultural e histórica, por ende no debemos negar el inmenso aporte existente en el crisol de luchas de los pueblos originarios y entender el rol represivo del Estado –en especial el chileno- contra la diversidad de luchas territoriales, como la respuesta conjunta entre derechas e izquierdas institucionales en defensa de la democracia burguesa y la mantención de las relaciones de opresión propias del modelo de producción capitalista. Esto nos lleva a concluir en la necesidad de una articulación más amplia del análisis de clase, cruzándolo con el étnico y con el género, con el objetivo de fortalecer una perspectiva crítica del capitalismo que resulte, simultáneamente, anticolonial y antipatriarcal; para que resulte un marxismo que deje atrás el eurocentrismo y pueda arraigar en -y nutrirse de- las tradiciones e historias subterráneas que han delineado los pueblos y comunidades de nuestro continente rebelde.
¡Sembraron despojo, cosecharán rebelión!
Fuente: https://www.anred.org/2022/08/27/chile-la-resistencia-de-la-cam-solo-se-entiende-al-interior-de-la-lucha-de-clases/