Qué sistema/Marzo 2022

Con acaparamiento oligopólico de las condiciones de vida y trabajo.

Conciliación de clases/ Concentración y centralización capitalista/
Alternativas emancipatorias

Conciliación de clases

Necesitamos, abajo y a las izquierdas coherentes con su esencia común-ista, que una creciente mayoría de los oprimidos -por el sistema mundo capitalista y su local- rompa con la conciliación de clase que lo hace posible como sistema social mirando hacia la aceleración e intensificación del robo a los trabajadores y a los pueblos de su periferia. También se caracteriza por expandir la expropiación de los bienes comunes tanto sociales como naturales sin responsabilizarse por causar las actuales emergencias socioeconómicas del 99% humano y socioecológica cuya expresión más rotunda es la climática. La continuidad del capitalismo imperialismo amenaza de extinción a la vida planetaria.

Complementemos esa ruptura cultural política con el imperativo de generalizar la deliberación sobre la gran escala de la expropiación y que, por consiguiente, implica degradación casi irreversible de biomas o ecorregiones. Es decir es prioritaria la percepción (conocimiento y compromiso) de asumir el freno para luego erradicar: sus acaparamientos de la Amazonía, la Cordillera. las cuencas hidrográficas, las selvas y bosques nativos, la Patagonia, etc. 

Ahora consideremos como política de izquierda al arte y ciencia de facilitar a los pueblos recuperar los bienes comunes tanto sociales como naturales para sus respectivas creaciones de «buenos vivires». Comprobamos que la realidad en el país y en el mundo es otra. Observamos los planes extractivistas del gobierno FF en plena ejecución e intensificación de esa ocupación económico territorial de todo el país mediante mega emprendimientos ecocidas-genocidas. Y que ante esta guerra contra la naturaleza y los pueblos de Argentina, hay convocatoria-construcción para la imprescindible unión de las diversidades de abajo pero mirando por los objetivos expresados en:  NOS MOTIVA acordar y articular a nivel nacional una CAMPAÑA (de difusión e información) y CONSULTA POPULAR, en este año electoral, como primer paso hacia una INICIATIVA POPULAR EN DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA».  La Campaña por el agua para la vida se enmarca en elecciones que, por lo menos, durante medio siglo han garantizado el incesante acaparamiento oligopólico de los bienes comunes sociales y naturales a través de un proceso de conversión de la democracia en restringida y de la clase política en casta. Es decir, la Campaña nac& pop (aunque se vista de plurinacional) y las izquierdas mayoritarias por su carácter electoralista están contribuyendo a la gobernabilidad del Capitaloceno que es esencialmente destructivo y avasallador de los derechos tanto de los pueblos como de la naturaleza.

La Campaña se fundamenta en -y también predomina entre las asambleas de la UAC- la creencia en que el protagonismo popular puede modificar al Poder Legislativo. Pero las leyes no tienen validez ante la imposición del productivismo sea como sea, aun cuando sean conquistadas por organización y lucha de las diversidades de abajo, máxime en la actual inflexión histórica de la humanidad donde el sistema mundo pretende superar su crisis estructural optimizando la expoliación tanto de los trabajadores y los pueblos como de la naturaleza. Tengamos presente que pese a la Constitución la realidad concreta es que no somos iguales ante la ley y que los negocios del gran capital son antepuestos a necesidades e intereses populares como Guernica y Andalgalá prueban.

En todo el país-continente hallamos conflictos de las comunidades con el gran Capital por su elevado consumo de agua, envenenarla y arrasar fuentes, ciclos del agua en la naturaleza. Son confrontaciones con el Capital y con el gobierno estado en sus distintas jurisdicciones que siempre se posiciona a favor de la acumulación oligopólica de riquezas y poder sobre les diversos de abajo sin importarle ir contra la vida y la salud de la naturaleza involucrando así las humanas. A diferencia de apostar a votaciones y leyes, esas comunidades indígenas y autoorganizaciones de vecinos recuperan/defienden territorios, se arraigan desde sus dignidades hacia sus autonomías mirando a confraternizar sin fronteras ni muros instaurados por el sistema opresor para derrotarnos por nuestra división.

Estimemos qué nos advierte Leonardo Rossi

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Tierra para la vida digna

«Estamos nadando en maíz» (transgénico), había dicho, soberbio, hace no mucho un empresario y dirigente del agro-empresariado cordobés, ahora caído en desgracia. La realidad es que estamos ahogados en pobreza, segregación, hambre y millones de hectáreas intoxicadas. Y ese modelo, el de los dueños de la tierra, está en la base. Es la discusión política de fondo. Ahí se juega la salud de los cuerpos, de los territorios y de las destruidas comunidades políticas.

En este mundo donde la «dueñidad», como dice Rita Segato, ha devenido la forma típica de nuestras segregadas sociedades, que la tierra para cultivar la vida sea un horizonte de acción, es un llamado a repensar la concepción misma de la política, por demás esperanzador. La tierra/Tierra en el centro político es comprender el tiempo que nos toca habitar, tiempo de pandemias y caos climático; tiempo de neo-fascismos y negacionismo de nuestro vital vínculo con el mundo no-humano. Tiempo de que las comunidades y los territorios se reencuentren de forma urgente, para cultivar y sostener la vida frente al confinamiento al que el capitalismo ha sometido a la humanidad.

En consecuencia, abajo y a las izquierdas coherentes con su esencial-vital de común-ismo, tenemos el desafío de llevar a cabo la «reforma agraria integral» para la reestructuración socioeconómica, política e institucional de todo el país sin fronteras ni muros. En esta dirección avanzan las luchas socioecológicas.

Concentración y centralización capitalista

Ubiquémonos en el acaparamiento de fundamentales e inmensos territorios que el capitalismo convierte en tierras para súper negocios de corto plazo y concreta a través de etnocidios, también genocidios. Apropiación oligopólica y transnacionalizadora que es garantizada tanto por gobiernos progresistas como por neoliberales a través de militarizar esa ocupación económico territorial.

Observamos que, como en México, el gobierno progresista de les Fernández continúa y profundiza no sólo los extractivismos sino también el autoritarismo y militarización de esa expoliación. Cada vez más resulta insuficiente caracterizar  nuestra actualidad con referencias nacionales. Lo prueba no sólo la vigencia del Plan Colombia y la IIRSA sino también el nuevo concepto de seguridad hemisférica de la OEA. Néstor Kirchner comenzó su puesta en práctica a fines del 2003, no bien se formuló.

Reparemos en la reconfiguración geográfica de Sudamérica mediante la IIRSA para la eficiencia en el saqueo, la expoliación tanto de los trabajadores y pueblos como de la naturaleza dentro de zonas económicas especializadas o neofeudos y la expansión de la aculturación. Sumemos que en simultáneo se acuerda el Plan Colombia bajo dominio del Comando Sur con instalación de bases de los EE.UU. y esta militarización que se extiende a toda Sudamérica en torno sobre todo de las fuentes de recursos naturales se enmarca y justifica como lucha contra las nuevas amenazas a la seguridad hemisférica. Así se contextualizan las leyes antiterroristas de los gobiernos K y la designación de Milani partícipe en la dictadura genocida y especializado en inteligencia estatal a la que perfeccionó actualizándola. Sin embargo, destaquemos que es una política de estado. En efecto, Berni- Patricia Bulrich-Berni forman parte de un sistema de represión y control del sistema mundo capitalista y sus locales. Esto reafirma que el progresismo y el neoliberalismo no son antagónicos.

Apreciemos al colectivo Plataforma Socioambiental, integrado por pequeños productores, indígenas, asambleas socioambientales y ONG que, desde una mirada integral del ambiente, cuestionan que se sigan priorizando actividades que arrasan territorios y poblaciones.

 

Si contamina, mata y empobrece: no es progreso, es saqueo

Por Darío Aranda*

darioaranda.com.ar

Pressensa, 15 de febrero, 2022 

«Sequías, incendios, ola histórica de calor, trigo transgénico, mega granjas porcinas, petroleras en el mar, pandemia. Parece el guion de una película apocalíptica pero no lo es. Lamentablemente es la radiografía de la Argentina de 2022», así comienza el documento del colectivo Plataforma Socioambiental, integrado por pequeños productores, indígenas, asambleas socioambientales y ONG que, desde una mirada integral del ambiente, cuestionan que se sigan priorizando actividades que arrasan territorios y poblaciones.

La Unión de Trabajadores de la Tierra (UTT), la Coordinadora por una Vida sin Agrotóxicos en Entre Ríos: Basta es Basta, el Movimiento Nacional Campesino Indígena-Somos Tierra (MNCI-ST), la Asamblea Tandil Sin Trigo Transgénico ni Agrotóxicos y el Instituto de Salud Socioambiental de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario, entre otras, conformaron la Plataforma Socioambiental en agosto de 2021 con la premisa de «resistir al mal-desarrollo y construir la justicia social y ambiental».

Su primera actividad fue un «panazo» en Plaza de Mayo, contra el trigo transgénico de la empresa Bioceres-Indear (donde confluyen empresarios como Hugo Sigman y Gustavo Grobocopatel). Al inicio del 2022 emitieron un comunicado titulado «Basta de Ecocidio» que puntualiza los ejes de la crisis climática y los impactos sociales que acarrea. «Las comunidades y trabajadores de la tierra de muchas provincias reclaman porque se mueren sus animales y no pueden seguir produciendo debido a la falta de agua en un contexto de sequías alarmante», explican.

Puntualizan la seguidilla de incendios en la Patagonia, Litoral, Buenos Aires, San Luis y Salta, entre otros lugares. Recuerdan que, desde 2019, se declaró en la Argentina la «emergencia climática y ecológica», pero cuestionan que «son muy pocas» las medidas que se tomaron en materia ambiental para evitar o reducir estos desastres socioambientales. «El agronegocio, las petroleras, la deforestación, las mineras, el fracking, el negocio inmobiliario, son algunas de las caras más destructoras y contaminantes del modelo extractivista que prioriza las ganancias por sobre la vida humana, la naturaleza y los bienes comunes», denuncian.

Jeremías Chauque es mapuche y es integrante de la experiencia agroecológica Desvío a la Raíz, en la localidad de Desvío Arijón (Santa Fe). «En nuestro linaje antiguo está marcado a fuego la circularidad, la semilla vuelve a nacer y nada es casual. Y así llega el tiempo donde es necesario dejar en claro qué urgencias y prioridades estamos labrando y poniendo en agenda los pueblos. La producción debe ser sinónimo de sociedad, de ambiente, de cultura. Tenemos claro que si una actividad contamina, mata y empobrece: no es progreso, es saqueo», afirma.

El llamado a sesiones extraordinarias en el Congreso Nacional confirmó que se tratará el proyecto de ley impulsado por el Consejo Agroindustrial Argentino (sector que nuclea a todas las grandes empresas del agronegocio) y se dejó afuera los proyectos de Ley de Humedales y de Acceso a la Tierra para los pequeños productores, impulsada por la UTT desde hace años. «Queda en evidencia que la agenda del Gobierno tiene más que ver más con extractivismo, con los grupos concentrados, que en dar respuesta a nuestro sector. Seguramente tiene que ver con el acuerdo con el FMI y deja en evidencia que nunca le interesó el proyecto de Acceso a la Tierra para los que producimos alimentos para el pueblo», cuestionó Agustín Suárez, de la UTT.

El comunicado de Plataforma Socioambiental recuerda que las y los vecinos se organizan para apagar los fuegos, para frenar la deforestación, para cuidar los mares y las montañas, para sembrar agroecología, para abastecerse de agua, pero también apunta al rol gubernamental: «La respuesta a un problema tan estructural no puede depender únicamente de la solidaridad y la autogestión de nuestros pueblos. Necesitamos políticas públicas de forma urgente para realmente combatir la crisis climática y las industrias saqueadoras que lo impulsan. Las emergencias ambientales no pueden quedar en una declaración de principios. Necesitamos políticas contundentes para hacerle frente a las consecuencias que el modelo extractivista nos deja».

Diciembre de 2021 dejó otra muestra de que la megaminería no tiene licencia social en Chubut. Al igual que Mendoza en 2019, las ciudades chubutenses salieron a la calle y lograron la derogación de la ley minera que había impulsado el gobernador Mariano Arcioni. A 1800 kilómetros de Rawson, en La Rioja, la población lleva catorce años en rechazo a la instalación de empresas mineras. En la actualidad se mantiene la movilización en el Departamento de Vinchina, al oeste provincial, con más de 90 permisos mineros y un yacimiento de la empresa Pathfinder al pie de las Sierras del Famatina que puede afectar al río Valle Hermoso, única cuenca hídrica que alimenta al pueblo.

María Pía Silva, asambleísta de La Rioja, precisa que existen más de 40 proyectos dentro de la reserva provincial Laguna Brava, Corona del Inca y otros sitios de alto valor biológico y arqueológico que conservan humedales andinos. «El glaciar El Potro, el más grande de nuestra cordillera riojana, está rodeado de proyectos mineros y a tan sólo dos kilómetros de allí pretende ponerse en marcha el mega yacimiento Josemaria –en San Juan–. Por eso, los vecinos y vecinas iniciaron un bloqueo selectivo a las empresas mineras que están explorando la cordillera riojana y ya están impactando las fuentes de agua. Las asambleas riojanas exigimos anulación de los permisos mineros», explicó Silva.

* Darío Aranda, periodista argentino, especializado en extractivismo (petróleo, minería, agronegocios y forestales),   Escribe sobre el acontecer de los pueblos indígenas, organizaciones campesinas y asambleas socioambientales.   www.darioaranda.com.ar

Publicado en Pressenza el 14.02.2022:  https://bit.ly/3JvTNG6

nuestra fuente: https://www.servindi.org/actualidad-opinion/15/02/2022/si-contamina-mata-y-empobrece-no-es-progreso-es-saqueo
Fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2022/02/16/argentina_si-contamina-mata-y-empobrece-no-es-progreso-es-saqueo/

Plataforma Socioambiental es una unión importante de quienes luchan contra los extractivismos o sea se ha posicionado en defensa de los derechos de la naturaleza y de los pueblos que hoy es prioritario. Pero no se sitúa en el sistema capitalista ni en la naturaleza, a ésta la sustituye por el eufemismo “ambiente”. De ahí su desliz a la imprecisión siguiente: desde una mirada integral del ambiente, cuestionan que se sigan priorizando actividades que arrasan territorios y poblaciones. Que la conduce a creer en la necesidad de políticas públicas de forma urgente para realmente combatir la crisis climática y las industrias saqueadoras que lo impulsan.

Por un lado, no se define en confrontación con eEstado como poder político del Capital para expandir su acumulación oligopólica de riquezas y poder. Al contrariole reclama otro orden de privilegios cuando el Estado representando a la burguesía hegemónica se rige por el movimiento insaciable de ganancias sin importar las consecuencias socioecológicas ni la utilidad para los pueblos de las actividades. Tampoco el Capital Estado se detiene en conseguir las ganancias, las avizora en incesante incremento y apoderamiento de posibilidades de multiplicarlasSólo el protagonismo de los pueblos frenará, para luego erradicar, los extractivismos o modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza.

Por otro lado, desconoce al enfoque integral de la naturaleza que está implícito en las cosmovisiones de las naciones indígenas y en la ecología política. Según Enrique Leff*:

(…) La ecología política construye su campo de estudio y de acción en el encuentro y a contracorriente de diversas disciplinas, pensamientos, éticas, comportamientos y movimientos sociales. Allí colindan, confluyen y se confunden las ramificaciones ambientales y ecológicas de nuevas disciplinas: la economía ecológica, el derecho ambiental, la sociología política, la antropología de las relaciones cultura-naturaleza, la ética política. Podemos afirmar, sin embargo, que no estamos ante un nuevo paradigma de conocimiento o un nuevo paradigma social. Apenas comenzamos a indagar sobre el lugar que le corresponde a un conjunto de exploraciones que no encuentran acomodo dentro de las disciplinas académicas tradicionales.

La ecología política es un campo que aún no adquiere nombre propio; por ello se le designa con préstamos metafóricos de conceptos y términos provenientes de otras disciplinas para ir nombrando los conflictos derivados de la distribución desigual y las estrategias de apropiación de los recursos ecológicos, los bienes naturales y los servicios ambientales.

Las metáforas de la ecología política se hacen solidarias del límite del sentido de la globalización regida por el valor universal del mercado para catapultar al mundo hacia una reconstrucción de las relaciones de lo real y lo simbólico; de la producción y el saber.

La ecología política emerge en el hinterland de la economía ecológica para analizar los procesos de significación, valorización y apropiación de la naturaleza que no se resuelven ni por la vía de la valoración económica de la naturaleza ni por la asignación de normas ecológicas a la economía; estos conflictos socio-ambientales se plantean en términos de controversias derivadas de formas diversas –y muchas veces antagónicas– de valorización de la naturaleza, donde los valores políticos y culturales implicados desbordan el campo de la economía política, incluso de una economía política de los recursos naturales y servicios ambientales. De allí surge esa extraña politización de la ecología.

En la ecología política han anidado así términos que derivan de campos contiguos –la economía ecológica–, como el de distribución ecológica, definido como una categoría para comprender las externalidades ambientales y los movimientos sociales que emergen de conflictos distributivos; es decir, para dar cuenta de la carga desigual de los costos ecológicos y sus efectos en las variedades del ambientalismo emergente, incluyendo movimientos de resistencia al neoliberalismo, de compensación por daños ecológicos y de justicia ambiental.

La distribución ecológica designa “las asimetrías o desigualdades sociales, espaciales, temporales en el uso que hacen los humanos de los recursos y servicios ambientales, comercializados o no, es decir, la disminución de los recursos naturales (incluyendo la pérdida de biodiversidad) y las cargas de la contaminación” (Martínez Alier, 1997: 41-66).

(…) La distribución ecológica apunta hacia procesos de valoración que rebasan a la racionalidad económica en sus intentos de asignar precios de mercado y costos crematísticos al ambiente, movilizando a actores sociales por intereses materiales y simbólicos (de supervivencia, identidad, autonomía y calidad de vida), más allá de las demandas estrictamente económicas de propiedad de los medios de producción, de empleo, de distribución del ingreso y desarrollo. La distribución ecológica se refiere a la repartición desigual de los costos y potenciales ecológicos, de esas externalidades económicas que son inconmensurables con los valores del mercado, pero que se asumen como nuevos costos a ser internalizados por la vía de los instrumentos económicos, de normas ecológicas o de los movimientos sociales que surgen y se multiplican en respuesta al deterioro del ambiente y la reapropiación de la naturaleza. En este contexto discursivo se ha venido acuñando la idea de la deuda ecológica, como un imaginario y un concepto estratégico movilizador de una conciencia de resistencia a la globalización del mercado

Los tormentos de la materia  y sus instrumentos de coerción financiera, cuestionando la legitimidad de la deuda económica de los países pobres (buena parte de América Latina) y poniendo al descubierto la parte más grande, y hasta ahora sumergida, del iceberg del intercambio desigual entre países ricos y pobres; es decir, la destrucción de la base de recursos naturales de los países llamados subdesarrollados, cuyo estado de pobreza no es consustancial a una esencia cultural o a su limitación de recursos, sino a su inserción en una racionalidad económica global que ha sobre-explotado a su naturaleza, degradado a su ambiente y empobrecido a sus pueblos. Esa deuda ecológica, sin embargo, es inconmensurable, pues no hay tasas de descuento que logren actualizarla ni instrumento que logre medirla. Se trata de un despojo histórico, del pillaje de la naturaleza y la subyugación de sus culturas que se enmascara en un mal supuesto efecto de la dotación y uso eficaz y eficiente de sus factores productivos.

Hoy, este pillaje se proyecta al futuro, a través de los mecanismos de apropiación de la naturaleza por la vía de la etno-bio-prospección y los derechos de propiedad intelectual del Norte sobre los derechos de propiedad de las naciones y pueblos del Tercer Mundo. La biodiversidad representa su patrimonio de recursos naturales y culturales, con los que han co-evolucionado en la historia, el hábitat en donde se arraigan los significados culturales de su existencia. Estos son intraducibles en valores económicos. Es aquí donde se establece el umbral entre lo que es negociable e intercambiable entre deuda y naturaleza, y lo que impide dirimir el conflicto de distribución ecológica en términos de compensaciones económicas.

El campo de la ecología política se abre en un horizonte que desborda el territorio de la economía ecológica. Esta se encuentra en los linderos del ambiente que puede ser recodificado e internalizado en el espacio paradigmático de la economía, de la valorización de los recursos naturales y de los servicios ambientales. Se establece en ese campo, que es el del conflicto por la reapropiación de la naturaleza y de la cultura, allí donde la naturaleza y la cultura se resisten a la homologación de valores y procesos (simbólicos, ecológicos, epistemológicos, políticos) inconmensurables y a ser absorbidos en términos de valores de mercado. Allí es donde la diversidad cultural adquiere derecho de ciudadanía como una política de la diferencia, de una diferencia radical, en cuanto que lo que está allí en juego es más y otra cosa que la distribución equitativa del acceso y los beneficios económicos derivados de la puesta en valor de la naturaleza.

DESNATURALIZACIÓDE LA NATURALEZA

En el curso de la historia, la naturaleza se fue construyendo como un orden ontológico y una categoría omnicomprensiva de todo lo existen- Enrique Leff 25 te. Lo natural se volvió un argumento fundamental para legitimar el orden existente, objetivo. Lo natural era lo que tenía “derecho de ser”. En la modernidad, la naturaleza se convirtió en objeto de dominio de las ciencias y de la producción al tiempo que fue externalizada del sistema económico; se desconoció así el orden complejo y la organización ecosistémica de la naturaleza, que se fue transformando en objeto de conocimiento y en materia prima del proceso productivo. La naturaleza fue así desnaturalizada para hacer de ella un recurso e insertarla en el flujo unidimensional del valor y la productividad económica. Esta naturalidad del orden de las cosas y del mundo –la naturalidad de la ontología y la epistemología de la naturaleza– fue construyendo una racionalidad contra natura, basada en leyes naturales inexpugnables, ineluctables, inconmovibles. (…)

*Enrique Leff 2006: 23-25
Leff, Enrique. La ecología política en América Latina. Un campo en construcción. En publicacion: Los tormentos de la materia. Aportes para una ecología política latinoamericana. Alimonda, Héctor. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires. Marzo 2006. ISBN: 987-1183-37-2

Fuente: http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/gt/20101002070402/3Leff.pdf

En consecuenciaabajo y a las izquierdas coherentes con su esencia común-ista, tenemos el desafío de llevar a cabo la «reforma agraria integral» estimando la contradicción fundamental en la actualidad. Leff la describe: «Hoy, este pillaje se proyecta al futuro, a través de los mecanismos de apropiación de la naturaleza por la vía de la etno-bio-prospección y los derechos de propiedad intelectual del Norte sobre los derechos de propiedad de las naciones y pueblos del Tercer Mundo». 

Por el contrario, para las naciones y los pueblos de la periferia capitalista: «La biodiversidad representa su patrimonio de recursos naturales y culturales, con los que han co-evolucionado en la historia, el hábitat en donde se arraigan los significados culturales de su existencia. Estos son intraducibles en valores económicos. Es aquí donde se establece el umbral entre lo que es negociable e intercambiable entre deuda y naturaleza, y lo que impide dirimir el conflicto de distribución ecológica en términos de compensaciones económicas».

Alternativas emancipatorias

Cuestionemos la creencia mayoritaria que la democracia vigente es antagónica a la dictadura genocida de los setenta para destapar que los poderes establecidos con terrorismo de estado siguen acumulando riquezas mediante el acaparamiento extractivista de bienes comunes gracias al régimen latifundista que, en simultáneo, les legaliza-legitima reterritorializar esa ocupación e invasión económica territorial. También han consolidado su dominio sobre nosotros con el actual Estado supranacional-nacional en guerra de amplio espectro contra nosotros, los oprimidos.

Sin atender que nuestro Estado se ha transnacionalizado por representar el poder económico de oligopolios locales e imperialistas, el Frente por la Soberanía Nacional procura la estatización tanto del control sobre estos exportadores como del comercio exterior. Pretende concretarla para la distribución de beneficios de ese saqueo-envenenamiento con lo cual refuerza La República Unida de la Soja como Syngenta denominó -a principios del siglo- a los países de Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay y Argentina cuya exportación depende de la Cuenca del Río de la Plata.

El Frente por la Soberanía Nacional no revisa sus objetivos. Mira hacia conseguirlos mediante unión abajo por articulación superestructural pero no arraigada y sus objetivos (nacionalizaciones, parlamentarismo, burocratización o vanguardismo de las luchas abajo) son compartidos con las izquierdas mayoritarias. En contraposición, el arraigo en la autodeterminación de naciones-comunidades lo están haciendo las luchas en defensa de todos los territorios de Argentina que se dan para emanciparlos de los extractivismos y afirmarse en la vida-salud planetaria.

Estas luchas de las autoorganizaciones comunitarias de vecinos y de pueblos originarios tienen mayores raíces en la realidad profunda de Argentina y tienen perspectivas de futuro hacia buenos vivires populares. Porque procuran erradicar los extractivismos que concentran y transnacionalizan tanto la economía como el territorio de Argentina.

Los extractivismos implican retroceso del país a especializarse en exportar commodities y sumirse más en subdesarrollo o mayor pobreza estructural, incapacidad científico técnica para atender necesidades e intereses populares, sometimiento al sistema mundo capitalista. Resultan no sólo del gobierno de Macri sino de toda la democracia fiel a lo instaurado por el contubernio de capitales y estados imperialistas con los locales mediante terrorismos paraestatales y estatales en los setenta, cuyos comienzos llevó a cabo el gobierno constitucional de Perón-Perón. Aún más, la actual democracia esencialmente contrainsurgente se empeña en viabilizar el acelerado acaparamiento gran capitalista de bienes comunes sobre todo derrotando las luchas de los expoliados, la concreta por: maceración ideológica, desinformación, desnutrición, superexplotación laboral y creciente exclusión social e informalidad económica.

Escuchemos y reflexionemos sobre cómo el contubernio de megamineras transnacionales con poderes locales se esmeran en imponer sus negocios criminales.

Las amenazas que estamos recibiendo son una continuidad de sucesivas provocaciones, represiones y atentados.

Comenzaron en las violentas represiones en Amaicha, Quilmes… En Andalgalá el 15 de Febrero de 2010.

Continúa en el atentado, simulado como un robo, contra la abogada de PRO ECO, arrojada al vacío desde un primer piso y que la dejará imposibilitada de caminar en forma normal.

COMO CONSECUENCIA del juicio contra MINERA ALUMBRERA, que sentó en el banquillo de los acusados a un GERENTE y un CEO de Minera Alumbrera por cometer delitos de contaminación de lesa naturaleza y LESA humanidad.

Más recientemente nuestros compas DE LA ASAMBLEA EL ALGARROBO, fueron violentamente detenidos y torturados física y psíquicamente durante 15 dias en el mes de ABRIL del 2021.

Nuevamente Están creando un clima de violencia, para justificar nuevas represiones individuales y colectivas.

Denunciamos estos ataques que utilizan mano de obra desocupada de la represión, están sostenidos política y materialmente por la DICTADURA MINERA que promueven MINERA AGUA RICA ALUMBRERA Y LOS GOBIERNOS NACIONAL, DE CATAMARCA Y LAS AUTORIDADES DE LA UNT.

Somos la alegria de defender el agua y la vida, el derecho de todos nosotros, y de quienes todavia no nacieron.

Y nadie es extranjero en la defensa de la Madre Tierra.

Extranjeros son quienes la venden!

#bajenlasmaquinasdelcerro

#ElAguaValemasqueeloro

#ymad

Valoremos cómo luchan diversidades de abajo por la Vida, el Agua y la Autodeterminación pese a sucesivas provocaciones, represiones y atentados.

Entre Lazando

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ANDALGALÁ CAMINA POR JUSTICIA

Este 23 de febrero de 2022, vecinas y vecinos del pueblo de Andalgalá emprendimos una nueva CAMINATA, pero esta vez, no va a ser la vuelta de la plaza como lo hacemos y seguiremos haciendo todos los sábados, sino que iniciamos una caminata a la Ciudad de Buenos Aires, lugar en donde se encuentran durmiendo nuestros derechos, en el Poder Judicial de la Nación, porque ahí se encuentran algunos de nuestros reclamos por la Vida, el Agua y nuestra Autodeterminación.

Caminamos para defender nuestra ORDENANZA Municipal 029/16 que prohíbe la megaminería en los Nevados del Aconquija, que tanto el gobierno de la provincia como la empresa minera Yamana Gold y sus socios, intentan hacer que se declare inconstitucional. Pero no les daremos el gusto, porque si tenemos que caminar hasta el fin del mundo lo haremos para defender la Vida y nuestra Tierra.

También caminamos para exigir la clausura del yacimiento Agua Rica, disfrazada como nuevo proyecto MARA, porque en Comodoro Py los vecinos y vecinas de Andalgalá denunciamos la existencia de glaciares y ambientes periglaciares, con todos los documentos científicos tanto del Estado como otras ONG. Exigimos que se haga JUSTICIA, que se cumpla la ley de protección de glaciares y se condenen a los integrantes de YMAD por el ilegal acuerdo entre empresas mineras y el gobierno para destruirnos, para volar nuestras montañas .

Por todas éstas razones es que con el apoyo de Asambleas de todo el país, nos vamos a lanzar a los caminos.

La lucha de Andalgalá lleva 12 años de manera ininterrumpida, y necesita que se expida la justicia porque la empresa está hace más de 9 meses perforando el suelo, y avanzando sobre otros puntos donde no se han realizado estudios de impacto ambiental.

Necesitamos que se conozca cada vez más el pedido del pueblo de Andalgalá.

#AndalgalaCamina

#AndalgaláResiste

#bajenlasmáquinasdelcerro

PERO ESTAS LUCHAS TAN CONSECUENTES CON DEFENDER LA VIDA Y LOS BIENES COMUNES TODAVÍA CREEN EN LA DEMOCRACIA BURGUESA. CONFÍAN EN LA CORTE SUPREMA SIN REPARAR EN SU HISTORIA CONTRA LOS PUEBLOS COMO SUCEDIÓ CUANDO FAVORECIÓ A CHEVRON (LA ACTUAL STANDARD OIL) DANDO LA ESPALDA AL PAÍS HERMANO DE ECUADOR. TAMPOCO REPARAN EN LOS PRIVILEGIOS QUE GOZA.

Examinemos otra lucha de enfrentamiento con las transnacionales y sus socios locales:

  Brasil. Reforma agraria popular y lucha por la tierra

Por Instituto TricontinentalResumen Latinoamericano, 7 abril 2020

(…)La reforma agraria popular

En este contexto, el MST se ve estimulado a redefinir sus acciones estratégicas y su programa agrario. Con la consolidación del agronegocio a principios de la década de 2000, ya no cabía luchar por una reforma agraria de tipo clásico, pues era evidente que el desarrollo de las fuerzas productivas en el campo se estaba produciendo en las bases del capital, ya marcadas por una profunda crisis estructural, que disminuía aún más los márgenes de participación democrática del pueblo en el acceso a la tierra, lo que supondría una reforma agraria que reconstruyera las relaciones de poder existentes en torno a la propiedad privada. El gran capital, ahora hegemonizado por el sistema financiero y no por el industrial, ya no tenía la necesidad de realizar una reforma agraria, como sucedió en décadas anteriores; se había reinventado y descubierto nuevas formas de acumular riqueza. Las mismas tierras que en su día fueron objeto de disputa entre los sin tierra y los latifundistas atrasados e improductivos pasan a ser blancos del agronegocio.

Cada vez más, la lucha por la reforma agraria implica enfrentar al capital, lo que se manifiesta en la lucha contra las grandes empresas transnacionales, como las del agronegocio, responsables por la producción de los agrotóxicos, las semillas transgénicas y el agotamiento de los recursos naturales.

Las consecuencias de este modelo destructivo del medioambiente pasan a ser paulatinamente sentidas por la mayor parte de la población que vive en los grandes centros urbanos. Contaminación y escasez de agua, envenenamiento de alimentos por agrotóxicos, cambio climático y aumento de la población en las grandes ciudades son solo algunos ejemplos de la intrínseca relación entre las cuestiones agraria y urbana en la actualidad.

La realidad impone la necesidad de actualizar la lucha por la reforma agraria. De esta forma, el concepto de reforma agraria clásica pasa a ser sustituido por el concepto de reforma agraria popular, que ahora incorpora no solo la necesidad de tierra para quien la trabaja, categoría central en los años 80 y 90, sino la necesidad de producir alimentos saludables para toda la población, dándole un carácter popular a la reforma agraria.

La reforma agraria deja de ser de interés solo para las poblaciones que viven en el campo y se transforma en una necesidad del conjunto de la sociedad. De la misma manera, el campesinado solo ya no es capaz de alterar la correlación de fuerzas para reorganizar la estructura agraria. Ello solo será posible cuando las poblaciones de las ciudades también comprendan la necesidad de realizarla.

En ese sentido, la centralidad de la lucha por la tierra pasa a ser en torno a la disputa por el modelo agrícola. Si antes el enemigo se centraba en la figura del antiguo latifundista, ahora se volvió mucho más poderoso, ya que el propietario de tierras se alió con las grandes multinacionales del sector, con el sistema financiero y los medios de comunicación de masa, responsables por propagandear ideológicamente la concepción de agricultura propuesta por el agronegocio. El antiguo latifundio arcaico e improductivo se “modernizó” y ahora cuenta con alta capacidad productiva.

Por lo tanto, la reforma agraria popular es una estrategia de resistencia al modelo del agronegocio, que apunta hacia nuevas formas de lucha y reúne los fundamentos del modelo que queremos construir en el futuro, pero con acciones efectivas de cambio en el presente.

Sembrar la reforma agraria popular en el momento histórico actual implica modificar la forma hegemónica de producir alimentos. Presupone disputar los medios de producción, teniendo en la agroecología y en la cooperación los instrumentos de estudio y aplicación teórico-práctica en contrapartida al agronegocio. La base del modelo del agronegocio tiene como fundamento una producción extensiva de commodities para la exportación. La desvinculación con el medioambiente —al deforestar enormes áreas— obliga a la utilización masiva de agrotóxicos, agotando el suelo, contaminando el agua, la capa freática y los alimentos.

Por otro lado, el programa de reforma agraria popular tiene la matriz agroecológica como base de la producción agrícola, priorizando la producción de alimentos saludables y diversificados para el mercado interno en armonía con el medioambiente. Junto a eso, es preciso desarrollar un modelo económico que distribuya los ingresos y que mantenga a las personas en el campo para combatir el éxodo rural. Por eso, ella presupone la creación de agroindustrias al mando de lxs propixs trabajadorxs en los asentamientos.

Sin embargo, el concepto de reforma agraria popular va mucho más allá de las cuestiones productivas. Pasa también por la construcción de nuevas relaciones humanas, sociales y de género, enfrentando el machismo y la lgbtfobia, por ejemplo. Pasa por garantizar el acceso a la educación en todos los niveles en el medio rural, al mismo tiempo que tiene como propósito construir formas autónomas de cooperación entre lxs trabajadorxs que viven en el campo y su relación política con las masas urbanas.

Ya son muchas las iniciativas en este sentido, mediante la agrosilvicultura, el cultivo de semillas criollas, el procesamiento y la agroindustria, las ferias de comercialización directa, la investigación científica, la formación técnica y el uso de nuevas tecnologías.

Ante la complejidad del asunto y de los desafíos que se enfrentan, todavía es importante resaltar que no fueron solamente los cambios en la naturaleza del capital los que llevaron al MST a reformular la lucha por la tierra. La génesis de esos movimientos pasa necesariamente por la transformación de la sociedad, y fue justamente a partir de este elemento que fue gestada una cultura política y organizativa entre las familias sin tierra que maduró en la concepción de reforma agraria popular. Su plena realización, evidentemente, depende de cambios estructurales en la sociedad. Por ello, busca compartir con la clase trabajadora no solamente una reivindicación justa, sino un proyecto de poder, soberano y popular. (…)

Fuente: http://www.resumenlatinoamericano.org/2020/04/07/brasil-reforma-agraria-popular-y-lucha-por-la-tierra/

Consideremos en qué se concreta esta loable reforma agraria popular de quienes se identifican de izquierda.

Entrevista a Alexandre Conceição, integrante de la dirección nacional del Movimiento Sin Tierra (MST)

“Derrotar a Bolsonaro significa también recuperar la democracia
y nuestra soberanía”

7 de febrero de 2022

Gabriel Vera Lopes /ALAINET

En conversación con ALAI, el dirigente del Movimiento Sin Tierra analizó la coyuntura de Brasil y de la región, las expectativas respecto a Lula para las presidenciales de octubre y la incursión electoral del MST al cumplir 38 años de vida.

(…) Gabriel Vera Lopes.- Frente a esta situación, ¿cuáles fueron las respuestas que adoptaron desde el MST?

Alexandre Conceição.- El MST adoptó una política en el 2020 de no aglomera personas, siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud. Al mismo tiempo, apostamos por la producción de alimentos, pese a que el gobierno de Bolsonaro estaba destruyendo todas las políticas productivas y poniendo todo el aparato del Estado para perseguir la agricultura familiar, la producción de alimentos saludables. Esto nos obligó a estar en una situación de resistencia activa, a no acobardarnos y luchar para no perder ni un área recuperada por los sin tierra. En este periodo, tuvimos más de 25 intentos de desalojos incluso el Ejército. Resistimos a todos ellos. Hoy tenemos más de 90 áreas con amenaza de desalojos, pero también seguimos en esta resistencia junto con la sociedad. Adoptamos entonces la resistencia activa en defensa de la tierra y la producción de alimentos para la población.

El tercer punto de nuestras tareas de 2020 y 2021 fueron campañas de solidaridad. La solidaridad fue el punto principal del MST, una solidaridad impresionante con la clase trabajadora, con la gente que estaba con hambre. Distribuimos más de 6 mil toneladas de alimentos y más de un millón de viandas. También más de 70 mil libros para también cuidar de la salud cultural e intelectual de las personas que estaban aisladas. Todo esto hizo que termináramos el 2020 más fortalecidos.

Y entonces, en marzo de 2021, llegó la recuperación de los derechos políticos de Lula. Y eso nos permitió trabajar en construir y consolidar una unidad política importante en torno a él. Ahí iniciamos la campaña “Fuera Bolsonaro”. Esta campaña nos permitió iniciar un proceso de grandes movilizaciones de toda la izquierda brasileña. Hicimos cinco grandes actos nacionales en más de 600 municipios y 700 ciudades brasileñas, donde participaron más de 800 mil personas.

La creciente movilización de la sociedad habilitó que se produjeran más de 130 pedidos de impeachment contra Bolsonaro. Dos de ellos fueron particularmente importantes para nosotros: uno fue presentado por los movimientos populares, donde incluso firmó el MST; y otro, presentado a final del año y conocido como Super Pedido, fue hecho incluso por una parte del bolsonarismo arrepentido, es decir que una parte de la derecha liberal se juntó para realizar el pedido.

Hicimos muchas movilizaciones, ganamos las calles y estamos ganando la conciencia de la clase trabajadora. Esto fue posible porque logramos construir una unidad de lucha, junto a la clase trabajadora y los estudiantes. Una unidad en torno a tres temas fundamentales: vacunas para todos, auxilio emergencia de 600 reales para toda la clase trabajadora desempleada y, por último, la consigna “Fuera Bolsonaro”. Estos puntos permitieron la unidad para las grandes movilizaciones y ahora estamos iniciando el diálogo para mantener a todos los movimientos movilizados.

Gabriel Vera Lopes.- El 2022 será un año bisagra con las elecciones presidenciales. ¿Cómo se vienen preparando?

Alexandre Conceição.- Hemos acumulado mucho de todo ese proceso de lucha, de resistencia activa y de solidaridad. En ese sentido, el presidente Lula siguió junto a nosotros en estos actos de movilización popular, lo que permite que hoy tengamos en Brasil una candidatura de Lula que mide entre 40% y 42% de  intención de voto. Atrás queda Bolsonaro con una intención que va del 20% al 26%. Por último, queda la derecha liberal que no consigue pasar del 8%.

Pese a esto, creemos que la campaña será muy dura. En primer lugar, porque la elite brasileña no nos va a permitir avanzar fácilmente. Pero además porque el bolsonarismo consiguió una inserción en una parte de las masas brasileñas. Tienen una militancia neo-fascista con capacidad de influencia y movilización.

Es por eso que, desde el MST, venimos hablando con Lula sobre la necesidad de que esta campaña tenga tres elementos imprescindibles: tiene que ser masiva, tiene que ser ideológica y tiene que ser a través de comités populares. Tenemos que salir de lo marketinero y de esas formas de hacer campaña a las que los partidos están acostumbrados.

Necesitamos una campaña que sea un movimiento de masas contra el fascismo. No se trata solamente de elegir un candidato del PT, sino de crear un movimiento de masas que pueda, digamos así, ayudar a elevar el nivel de conciencia de la clase trabajadora y, al mismo tiempo, hacer que Lula gane las elecciones.

Es para eso que estamos trabajando. Queremos construir comités populares en cada casa, en cada aula, en cada fábrica, en cada barrio, en cada iglesia. Queremos que los comités populares debatan el proceso histórico de Brasil, combatan al fascismo y lleven adelante la candidatura de Lula. Pero, también, que debatan los problemas de Brasil y construyan un programa popular. Estamos dialogando con Lula porque además del programa económico contra el neoliberalismo tenemos que ir de inmediato a presentar para la clase obrera, para las masas brasileñas, un programa especial para sacar al pueblo del hambre, de la miseria, de la pandemia y del fascismo. Un programa que retome el tema de la industrialización y el de la reforma agraria popular.

Gabriel Vera Lopes.- ¿Cómo ven el comportamiento de los sectores dominantes en esta contienda? Desde afuera, pareciera que hay dos fracciones: una que sigue apoyando al bolsonarismo pero también otros sectores que apuestan por la posibilidad de construir una alternativa. ¿Cómo evalúan esta situación?

Alexandre Conceição.- El gobierno de Bolsonaro es la cara y el corazón de la élite brasileña. El capital financiero y parte del agronegocio y de sectores industriales son la base de sustentación del actual gobierno. Esta elite es así: vendepatria, antinacional y antidemocrática. Pero ahora también se revela fascista. Una élite que no tiene proyecto nacional porque no puede construir un proyecto que incluya a su pueblo.

Por otro lado, hay otras fracciones del capital financiero, vinculado a medios de comunicación Red Globo y esos grupos empresarios, que están buscando lo que llaman la tercera vía. Construir una candidatura por fuera de Bolsonaro, de una derecha liberal. De no conseguir este objetivo, lo más probable es que terminen apoyando a Bolsonaro.

Por lo tanto, nosotros tendremos muchas tareas y necesitamos incluso de la ayuda de los amigos internacionales. Vamos a tener que dar muchas peleas. El fascismo de Bolsonaro ha propagado la violencia y no podemos descartar que haya intentos de violencia contra la militancia de izquierda y popular. Es por eso que necesitamos de la observación internacional, porque nosotros estamos embarcados en un proceso de guerra contra el gobierno fascista y la elite brasileña. Y bueno… una guerra no es un baile, es una lucha donde uno triunfará y otro perderá.

Lo que nosotros acá llamamos el “centrão”, que son los partidos fisiológicos del poder, los que están siempre en el gobierno, aprobaron estos días un aumento de sus recursos para hacer campaña y montar sus engaños. No será una campaña tan fácil como algunos piensan.

Gabriel Vera Lopes.- Por el peso económico y geopolítico que tiene Brasil, estas elecciones tendrán un fuerte impacto en todo el continente. ¿Cómo crees que afectarán a la región?

Alexandre Conceição.- Ahorita el Gobierno aprobó un decreto que crea una oficina del Ministerio de Economía en Nueva York. Es la entrega total de la soberanía nacional. El precio de combustible en Brasil es determinado por Nueva York, por empresas como Shell. Entonces, cuando hablamos del golpe de 2016 contra la presidenta Dilma estamos hablando de un complot promovido por Estados Unidos para sacar al PT del poder y condenar a Lula y, al mismo tiempo, apoderarse de nuestras riquezas naturales y nuestra soberanía.

Por lo tanto, derrotar a Bolsonaro significa también recuperar la democracia y nuestra soberanía. En el período del golpe de 2016, ellos crearon el Grupo de Lima e impusieron un bloqueo aún más fuerte contra Venezuela y Cuba. Y así fueron cerrando filas contra movimientos y gobiernos populares. Pero los tiempos latinoamericanos ya son otros. El pueblo parece que empieza a despertar. La derrota de Macri fue importantísima, así como la victoria de Castillo en Perú, la de Boric en Chile, destruyendo incluso a la Constitución de Pinochet; la victoria de Xiomara en Honduras, donde incluso no querían entregar el gobierno.

Tenemos que retomar en América Latina un proyecto de integración popular y económica complementaria. Tenemos que recuperar la Unasur, el bloque de BRICS con China y Rusia, y aquellos proyectos económicos que ayuden a la soberanía latinoamericana. Entonces, la victoria de Lula será un paso enorme para el enfrentamiento contra el Imperio y para que podamos recuperar un proyecto de integración económica complementaria, popular con nuestros pueblos.

Gabriel Vera Lopes.- Mencionas un conjunto de experiencias progresistas que en los últimos años han llegado al gobierno. Sin embargo, vemos que los gobiernos progresistas se encuentran enfrentados a serias dificultades para operar cambios en sus países. En el caso de que Lula gane la presidencia, ¿cuáles crees que serán los principales desafíos que tendrán los movimientos sociales? 

Alexandre Conceição.- Nosotros vamos a pelear por una verdadera integración popular de los movimientos. A partir de las luchas políticas, del intercambio campesino, del comercio justo entre nuestras bases. Tenemos que generar intercambios entre lo que producimos desde nuestros movimientos y lo que producen otros movimientos en otros países. Un intercambio de ciencia, tecnología, técnicas, textos, agroecología, etc.

Y no estamos hablando de comercio simplemente. Sino de intercambiar un proyecto de futuro que nosotros queremos para la integración de América Latina. Con soberanía, con una economía orientada para atender primero las demandas internas de cada país y después atender nuestras regiones. Para eso necesitamos desactivar la bomba que está hoy. Esta ola ultra neoliberal que está destruyendo nuestros países y nuestra soberanía.
Necesitamos entender que nuestros gobiernos no pueden siquiera pensar en hacer concesiones al neoliberalismo. No pueden hacer más políticas económicas neoliberales. Sabemos que son muchas las trampas que el imperio impuso a nuestros países.

Estamos viviendo una crisis muy fuerte desde el punto de vista estructural del capitalismo mundial. Y, por lo tanto, nuestros movimientos tienen que anunciar lo nuevo, lo que tiene que venir. Y eso nuevo es el socialismo. Hay que buscar cambiar los paradigmas de la sociedad. El capitalismo no puede resolver el problema de la soberanía y el problema de nuestras economías, la crisis del medio ambiente.

Gabriel Vera Lopes.- Luego de 38 años de existencia, desde el MST tomaron recientemente la decisión de participar con candidatos propios en las elecciones. ¿Cómo se están preparando para esta incursión en el terreno institucional? ¿Cuáles son los principales peligros a los que se enfrentan?

Alexandre Conceição.- El mayor peligro que tenemos es aceptar el miedo. El miedo no puede dejarnos bajo la cama, dentro de casa. Tenemos que impulsarnos en la lucha para derrotar el miedo y construir la esperanza. No podemos inmovilizarnos. Tenemos que luchar contra las amenazas. En la resistencia activa, nosotros estamos cuidando de que ningún territorio conquistado en la lucha por la tierra a lo largo de estos 38 años se pierda. Tenemos casi 90 amenazas de desalojos, pero no podemos dejar que el miedo nos gane. Luchamos en solidaridad con los pueblos indígenas para que tampoco sus territorios sean ocupados por paramilitares, latifundios o por las empresas de minería internacional que han hecho muchas ocupaciones en territorio nacional.

Estas son luchas que no estamos dando solos y solas. Hemos construido la Asamblea de los Pueblos, la campaña “Fora Bolsonaro”, el Frente Pueblo Sin Miedo, con los compañeros del PSOL y el MTST. En este proceso de resistencia y lucha construimos y fortalecimos el Frente Brasil Popular. Y en el campo construimos lo que llamamos “Campo Unitario” donde juntamos movimientos sindicales, movimientos indígenas, el movimiento agroforestal, el movimiento de los pescadores… O sea, todos aquellos que componen el campo brasileño, la tierra y territorio.

Nosotros decidimos, después de 38 años, constituir un equipo que va a participar efectivamente de la disputa electoral. Vamos a estar poniendo cuadros históricos del MST, que ayudaron en la construcción de la lucha por la tierra, para disputar en las elecciones. Vamos a disputar con ocho candidatos a diputados federales en ocho estados. Y luchar por puestos en el legislativo de 15 estados. Ya tenemos definidas 15 candidaturas importantes para esta disputa. Entonces tenemos que hacer un trabajo de base con la sociedad brasileña para elegir un candidato o candidata del MST que tenga compromiso con la lucha por la tierra, con la agroecología, con la producción de alimentos y, sobre todo, compromiso con los compañeros y las compañeras de la ciudad que necesiten de un programa de reforma agraria que pueda combatir la inflación de los alimentos y latifundio y el agronegocio.

Gabriel Vera Lopes.- Venimos de años muy difíciles donde la ofensiva del capital no solo afectó nuestras economías y nuestras condiciones de vida, sino también nuestras sensibilidades y esperanzas. ¿Qué le dirías a las y los jóvenes del continente que no conocen la experiencia del MST?

Alexandre Conceição.- A la juventud de todo el continente latinoamericano le diría que el MST tiene 38 años. Fueron años largos y muchas veces difíciles. Pero ese esfuerzo hizo que hoy tengamos en Brasil un movimiento popular de lucha por la tierra que ha durado tantos años. Pero estos logros solo los conseguimos gracias a la solidaridad de los campesinos, a la solidaridad internacional y la solidaridad de los movimientos populares de Brasil. Entonces, a ustedes, a la juventud: construyan su movimiento; construyan sobre la base de la solidaridad. Y, sobre todo, construyan como un proyecto de clase. Porque ellos tienen su clase y no defenderán sus derechos. Si quieren luchar por sus derechos luchen con solidaridad y con identidad de clase: de la clase obrera.

https://www.alainet.org/es/articulo/214831

Fuente: https://rebelion.org/derrotar-a-bolsonaro-significa-tambien-recuperar-la-democracia-y-nuestra-soberania/

Alexandre Conceição proyecta otro país de igual modo que las izquierdas identificadas con los gobiernos progresistas y las electoraleras. Piensa que se recupera la democracia y la soberanía nacional por simple derrota electoral de la derecha explícita. Es otra forma importante que tienen las izquierdas mayoritarias de eludir el compromiso de facilitar la unión de las existentes luchas de diversidades de abajo para frenar, y luego erradicar, el modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza.

Señalemos incoherencias, la medular es el reconocimiento que: “El capitalismo no puede resolver el problema de la soberanía y el problema de nuestras economías, la crisis del medio ambiente”. Pero su praxis está puesta en el avance y profundización del sistema opresor. Como lo prueban las recientes historias y presentes antipopulares de Lula, UNASUR, BRICS, CHINA que valora.

Resume políticas de un ilusorio capitalismo en los siguientes párrafos:

Tenemos que retomar en América Latina un proyecto de integración popular y económica complementaria. Tenemos que recuperar la Unasur, el bloque de BRICS con China y Rusia, y aquellos proyectos económicos que ayuden a la soberanía latinoamericana. Entonces, la victoria de Lula será un paso enorme para el enfrentamiento contra el Imperio y para que podamos recuperar un proyecto de integración económica complementaria, popular con nuestros pueblos.

Necesitamos una campaña que sea un movimiento de masas contra el fascismo. No se trata solamente de elegir un candidato del PT, sino de crear un movimiento de masas que pueda, digamos así, ayudar a elevar el nivel de conciencia de la clase trabajadora y, al mismo tiempo, hacer que Lula gane las elecciones.

Es para eso que estamos trabajando. Queremos construir comités populares en cada casa, en cada aula, en cada fábrica, en cada barrio, en cada iglesia. Queremos que los comités populares debatan el proceso histórico de Brasil, combatan al fascismo y lleven adelante la candidatura de Lula. Pero, también, que debatan los problemas de Brasil y construyan un programa popular. Estamos dialogando con Lula porque además del programa económico contra el neoliberalismo tenemos que ir de inmediato a presentar para la clase obrera, para las masas brasileñas, un programa especial para sacar al pueblo del hambre, de la miseria, de la pandemia y del fascismo. Un programa que retome el tema de la industrialización y el de la reforma agraria popular.

Advirtamos ante todo no sólo un liderazgo que ha demostrado, como el de todos los gobiernos progresistas, institucionalizar o quitarle potencial insurgente a las izquierdas sociales y políticas para, en simultáneo, promocionar los extractivismos o sea la transnacionalización económica territorial. Sino también destaquemos la pretensión del MST de colaborar con el capitalismo en masificar que es ir contra el protagonismo de los pueblos como creadores de sus respectivos buenos vivires e insistir, como las derechas, que se trata de sacar al pueblo del hambre cuando la verdadera senda para erradicar la pobreza es recuperar los bienes comunes que han expropiado y expropian tanto el Capital como el Estado.

En fin, tampoco el desafío para las izquierdas revolucionarias consiste en presentar programa ni en retomar la industrialización. Esta última debe ser problematizada así como el carácter de todas las profesiones empezando por el papel de científicos e intelectuales y el empoderamiento como electoraleras de las izquierdas mayoritarias.

Comprobemos cómo diferenciarse del MST de Brasil en su obediencia al contubernio de la OMS con los nefastos oligopolios farmacéuticos que, a la vez, dominan al sistema global de agronegocios.

Leonardo Rossi

Salud Colectiva y soberanía alimentaria en los territorios

Estaré participando como docente de este curso.

Aquí, la propuesta que pensaron compas de la salud/nutrición:

🍃Esta propuesta surge del trabajo territorial desarrollado en el ámbito de la salud pública, específicamente en atención primaria de salud en la ciudad de Córdoba. Invita a reflexionar de manera crítica y desde experiencias concretas, los desafíos del abordaje de la salud colectiva desde una perspectiva integral, intercultural, de derechos y de cuidados; y su vinculación con la soberanía alimentaria y el entramado comunitario. El actual y predominante paradigma médico hegemónico (patriarcal, colonial, moderno y capitalista) resulta, en muchos casos, funcional al deterioro de las tramas vitales: seres humanos, otros animales y naturaleza en sus diversas manifestaciones.

⭐Equipo docente: Silvina Baudino; Marianela Rojos; Leonardo Rossi

Link: https://urlshortner.org/AwqQM

Complementemos con cómo el gobierno Estado en sus distintas jurisdicciones desconoce derechos de acceso a la tierra y a la vivienda.

Marabunta

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Acompañamos la lucha de desde Adentro de la Recuperación de Tierras en Guernica

Comunicado de prensa

Movilización 3 de Marzo

LAS AUTORIDADES MUNICIPALES NO DAN GARANTIAS DE ACCESO A LA VIVIENDA A LOS VECINOS DE LA RECUPERACION DE TIERRAS DE GUERNICA

Hace unos días la Intendenta Blanca Cantero se reunió con el equipo de trabajo de la recientemente creada “Unidad de tierras” de la provincia de Bs. As. Ubicada en la ciudad de la Plata, dónde se presentó como será el plan urbanístico que lanzó el gobernador Axel KICILLOF en el mes de agosto del año 2021 en el mismo predio donde cientos de familias habíamos sido desalojadas.

En el mes de diciembre el gobernador de la provincia junto a la intendenta del municipio, firmaron la escrituración de las tierras antes mencionadas, la cual se reguló bajo la aplicación de la ley 14.449 de acceso justo al Hábitat, la misma que los vecinos y organizaciones reclamábamos durante el proceso de recuperación llevada adelante a partir del 20 de julio del 2020.

A pesar de las innumerables reuniones y mesas de trabajo que hemos tenido con funcionarios de Ministerio de Desarrollo de la Comunidad de la Provincia para pensar la solución de esta problemática, y de haber firmado actas de Pre-adjudicación y compromiso de entrega de lote más servicios en las cuales explícitamente mencionaba en una de las cláusulas 180 días para dicha entrega (plazos vencidos hace más de 9 meses). Expresamos nuestra preocupación de que en realidad no hay aseguro de que el municipio garantice el acceso a esas tierras a los vecinos que nos venimos organizando por tierra para vivir durante el proceso y luego del brutal desenlace del 29 de octubre del 2020.

A principios de febrero los funcionarios antes mencionados participaron de una reunión en la ciudad de La Plata dónde se evaluó el plan urbanístico, que, además de no recibir contacto alguno, ni información al respecto nos encontramos que en los medios locales la intendenta recalcó en todo momento que “Las viviendas serán solo para aquellos que necesitan realmente”, invisibilizando que ninguna familia ha solucionado su situación habitacional a la fecha, muchas nos seguimos organizando y luchando por un lugar donde vivir.

Y nos preguntamos ¿bajo qué criterio Blanca Cantero va a considerar la “real necesidad” de la que habla? ¿Quizás bajo alguna afiliación a su partido o agrupación local?

Por todos estos motivos, decidimos movilizar el día jueves 3 de marzo a las 9 hs. en Av. Hipólito Yrigoyen (ruta 210) y Av. Eva Perón (av. 29) para exigir a las autoridades municipales una reunión donde nos garanticen el cumplimiento de las actas que firmamos las familias que estuvimos en el proceso de recuperación de tierras, la adjudicación de los lotes con sus respectivas viviendas. Nuestras familias han sufrido constantes agravios y quedamos de rehenes de las propias internas políticas de los gobiernos provincial y municipal, que no han hecho más que dilatar y peligrar constantemente nuestro derecho de acceso a la tierra y la vivienda.

Asamblea Permanente de Guernica

Vecines y Familias de la recuperación de Guernica

Organizaciones: FOL, Frente Darío Santillan Corriente Plurinacional, MULCS

(Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social), MTR Votamos Luchar, Barrios de Pie/ Libres del Sur. Polo Obrero.

Requerimos, además de asumir la «reforma agraria integral» desde la confrontación con el gobierno Estado en sus distintas jurisdicciones, situarnos en cómo los imperialismos guerrean entre sí por apropiarse de países para expoliar tanto a sus pueblos como a la naturaleza. Prestemos atención otra vez al análisis de Marabunta.

¡NI GUERRA ENTRE PUEBLOS NI PAZ ENTRE CLASES!

Mucho se viene escribiendo estos días en los medios hegemónicos de comunicación sobre la crisis en Ucrania primero, y la guerra después. Poca información, mucha propaganda de medios que supuestamente deberían informar, los pueblos del mundo quedamos pues sometidos al juego de ajedrez de las principales potencias económicas y militares, incluidos sus propios pueblos. Pero no estamos condenados a ser meros peones del ajedrez de las potencias.

Para empezar, existen muchos medios de comunicación alternativos y organizaciones contrahegemónicas en nuestro país y en el mundo, que buscamos pensar por nosotros mismos y por comunicarnos entre los de abajo. Allí nos ubicamos y desde allí queremos hacer nuestro pequeño aporte.

La guerra en Ucrania no arrancó en estos días, sino que el país se encuentra en una guerra civil desde hace 8 años. Poco se dice al respecto, pero esa guerra civil que comenzó en el 2014 en el este del país venía dejando ya un saldo de 14 mil muertos, decenas de miles de refugiados y destrucciones materiales muy considerables. Así, vemos que el estado de guerra no es súbito ni mucho menos, lleva por el contrario años larvándose hasta el detonante actual.

La reciente crisis que desembocó en una guerra abierta combinó dos factores principales: el avance de EEUU vía la OTAN sobre territorios de influencia rusa y la crisis endémica en Ucrania.

1)      El compromiso entre EEUU y la URSS para dar fin a la guerra fría incluía que Rusia mantendría su predominio sobre la antigua URSS, mientras que los países que formaban parte del Pacto de Varsovia se mantendrían fuera de la OTAN. Ese compromiso de integración capitalista estable fue roto por la decisión de EEUU (con el acompañamiento de la Unión Europea) de imponer el avance de la OTAN sobre el este de Europa en los últimos 30 años, bombardeando y destruyendo Yugoslavia (Serbia en particular), incorporando a sus filas a Croacia, Eslovenia, Montenegro y Macedonia del Norte, a Albania, a los países bálticos, a Polonia, Hungría, República Checa, Eslovaquia, Bulgaria y Rumania (Grecia y Turquía ya eran parte), construyendo un cerco a lo que Rusia considera como su espacio vital. El estado ruso intentó mientras tanto una recomposición de su poderío empezando por alianzas estrechas y estables con los países que otrora pertenecían a la extinta Unión Soviética. A su vez tendió alianzas más laxas pero importantes hacia el sur y el oriente con la “Organización de Seguridad de Shangai” que se extiende hasta China e Irán. Paulatinamente fue recomponiendo y expandiendo su centro de acumulación.

En síntesis, durante estos últimos 30 años, Rusia consolidó su posición hacia “Oriente”, mientras que hacia “Occidente” encontró resistencias de parte de la Unión Europea para avanzar en integración económica y pactos de seguridad regional. En este marco, Ucrania -que era y es un nudo y puente entre Rusia y “Occidente”- se fue inclinando hacia la OTAN y la UE poniendo en riesgo el crecimiento y la seguridad militar de Rusia. Este es justamente el segundo factor de la crisis: la situación de Ucrania.

2)     Si bien el nacionalismo ucraniano tiene una existencia de larga data, Ucrania se funda como un estado nación por primera vez en 1991. Y en 2014, a sólo 23 años de su fundación, se inicia la guerra civil que se extiende hasta el presente. La descomposición de la URSS dio lugar a una acumulación por desposesión (que tomaba la forma de copamiento del estado y un ejercicio extremadamente corrupto del poder estatal) a manos de grupos de oligarcas en cada una de las repúblicas que surgieron allí. Ucrania no fue la excepción, pero en este país las enormes diferencias entre el este (industrial, rusófono, cristiano ortodoxo, menos anticomunista) y el oeste (habitado por personas que hablan el ucraniano y son poblaciones que habían sido parte de estados occidentales, con eje agrario y del sector servicios, católico, con fuertes tradiciones filonazis y anticomunistas) generaban que los oligarcas también tuvieran diferencias entre ellos, según la base social en que se asentaban. En este marco el gobierno central se veía obligado a hacer cierto equilibrio entre ambas regiones.

En 2013 el gobierno de Viktor Yanukovich rechazó el acuerdo comercial con la Unión y buscó recostarse económicamente sobre su aliado eslavo. En las principales ciudades occidentales hubo largas concentraciones de una base social de capas medias entre liberales y progresistas. Los primeros ministros europeos y diversos personajes de EEUU les dieron cobertura. Con el empuje final que realizaron los grupos neonazis con el asesoramiento de la CIA, impusieron el cambio de régimen hacia un estado controlado por el sector de oligarcas de base occidental (EuroMaidan).

Este nuevo régimen fue resistido en el sur y este del país, generándose varias insurrecciones que fueron derrotadas en ciudades como Odessa, con cientos de muertos.

Pero estos movimientos salieron triunfantes en la región del Donbass, donde las milicias populares establecieron repúblicas autónomas con cierto apoyo del estado ruso. En el caso de Crimea se realizó un referéndum con una participación del 89%, donde una abrumadora mayoría pidió unirse a la Federación Rusa.  

Mientras, del centro al oeste hubo elecciones y el nuevo gobierno, derechista, capitalista y de orientación pro-occidental encabezado por Petró Poroshenko tomó una serie de medidas que agravaron la crisis que se había iniciado en el 2013, llevando a una devaluación fuerte de la moneda y a una alta inflación, transformando a Ucrania en uno de los países más pobres de Europa. Así se abonó el camino a la candidatura del oportunista Volodimir Zelensky, reaccionario, comediante y guionista con un partido creado en el propio 2018 (“Servidor del Pueblo”) de fuerte campaña anticorrupción y con la consigna de reestablecer la paz y resolver los problemas económicos.

Intereses

En los últimos años, Rusia construyó el gasoducto Nord Stream 2 que le permitiría duplicar el gas enviado a Europa. Países como Alemania dependen en un 55% del gas ruso para su abastecimiento. Rusia es el principal exportador de gas a la UE, seguidos muy lejos por Noruega y Argelia. La construcción del nuevo gasoducto no sólo duplicaría los envíos de gas, sino que permitía a los rusos esquivar la ruta de Ucrania, país que cobraba hasta 3 mil millones de dólares en concepto de regalías. Un país empobrecido como Ucrania, recientemente endeudado con el FMI por 17 mil millones de dólares, con planes de ajuste insoportables para la población, lo que reclamaba era paz y una resolución de la crisis económica. El cierre del ingreso del gas ruso aumentaría sensiblemente su precio y las penurias a lo ancho y alto de Europa, y un aumento en la falta de divisas del estado ucraniano.

EEUU, que en los últimos años se transformó en el principal productor petrolero del mundo de la mano de la explotación de shale oil (petroleo no convencional), buscó combatir esa dependencia. No por contar con el equipamiento para revertir eso en el corto plazo, sino para intervenir sobre la dependencia gasífera europea, donde el 40% del gas consumido a nivel continental es de origen ruso.

Por otra parte, a la par de la región industrial del este ucraniano que quisiera reintegrarse al estado ruso, Ucrania veía como una competencia construcción de Rusia del Nord Stream II en cuanto a quién tendría la prioridad en la integración económica, de facto, con la Unión Europea.

Nacionalismos

Toda guerra o conflicto étnico civil refuerza los nacionalismos de las poblaciones en danza. Si la historia construyó un hermanamiento entre las poblaciones de las actuales Federación Rusa y Ucrania, pudiéndose remontar hasta 12 siglos a los orígenes de la rus de Kiev, la tensión posterior al Euromaidan agravó las diferencias entre la población rusa y ucraniana dentro del estado, favoreciendo el surgir de grupos neonazis que cometieron toda una serie de tropelías y asesinatos en Ucrania.

La crisis económica creciente, agravada por los planes de ajuste (como el aumento de la edad jubilatoria el año pasado), llevan a una crispación similar, sin opciones por izquierda visibles, la guerra larvada y la crisis económica se transformaron en el caldo de cultivo para el ascenso de grupos fascistoides como Svoboda y Sector Derecho, que apoyan a los gobiernos sucesivos ucranianos desde el EuroMaidan.

Los intereses de la clase trabajadora, severamente ajustada al servicio de políticas liberales, se vieron postergados y el hermanamiento de las poblaciones del este y el oeste ucraniano destruidos.

Juego de fichas

En medio de la disputa de las principales potencias que se da a nivel mundial, donde EEUU busca cercar a China con acuerdos comerciales y militares en el Pacífico, Ucrania es parte de ese ajedrez. Las provocaciones de la OTAN fueron incesantes, avanzando hacia la frontera rusa como EEUU mismo no toleró para sí. El imperialismo yanqui, que no tuvo problemas de financiar a los Talibanes durante una década y arrasar luego Afganistán durante 20 años, o en Irak, donde su antiguo pichón de las guerras contra Irán, Saddam Hussein, se transformó en su enemigo y se arrasó por su parte a todo el país en nombre de la “libertad”. Por no citar la participación ominosa de la OTAN en Libia. O los bombardeos de Francia en Mali. La hipocresía vergonzosa y la impunidad con que se maneja “occidente” pudieron ahora llevarlos a denunciar la intervención rusa sin sonrojarse en lo más mínimo.

Por su parte la preocupación de Putin y Rusia por las poblaciones de habla rusa (y su intento de detener la matanza) también debe relativizarse. Poco hizo para detener la matanza en estos años, y la apropiación de la península de Crimea respondió más a intereses estratégicos que étnico-demográficos. Rusia disputa en su frontera occidental mientras refuerza su condición de socio estratégico de China.

Y hablando de fichas… el gobierno argentino del Frente de Todos se alineó en bloque con la posición de EEUU contra Rusia (más allá de que Juntos por el Cambio pida aún más). Condenar la invasión rusa, sin señalar la ofensiva de EEUU y Gran Bretaña vía la OTAN, sin señalar que gran parte de la población en Ucrania resiste en una dura guerra civil al régimen oligárquico pro-occidentalista con clara influencia neonazi, y en el oeste padece las avanzadas y bombardeos del ejército ruso, esto sólo puede marcar la subordinación de hecho del gobierno hacia un orden que EEUU se juega todo a retener, nacido con las dictaduras latinoamericanas y del derrumbe soviético, proceso que determina el estancamiento secular de nuestro país y el aumento de la pobreza, desigualdad y sobreexplotación, al punto que se está regresando a un régimen de primarización económica.

Esto con un agravante: las lastimosas idas y vueltas de Alberto Fernández, que pasa de gritar que no se va a arrodillar ante el FMI, y de esto a viajar a Rusia y China diciendo que hay que romper la dependencia con EEUU y el FMI, para reforzar esa dependencia semanas después. Debemos combatir esta ida al ridículo y la vergüenza, debemos defender la esperanza y la alegría como una trinchera, la confianza en nuestras propias fuerzas como clase, en las calles pero también en todos nuestros lugares cotidianos, la fábrica, la oficina, la escuela y el hospital, el transporte público, en las redes sociales y de nuevo en las calles!

La crisis civilizatoria que afrontamos muestra las barbaridades del sistema capitalista que sumerge en la miseria a miles de millones de personas, destruye la naturaleza a su paso generando crisis ecológicas, sanitarias y un estado de emergencia y migración para cientos de millones de personas que son expulsados de sus países por la barbarie de las guerras y dictaduras en un mundo en crisis, a lo que se suman los muros racistas que les presentan los países del “primer mundo”.   

Es claro que el modelo de sociedad ultra autoritario disciplinario de China y Rusia no resuelven esta crisis civilizatoria. El hecho de plantarse ante el imperialismo yanqui no los convierte en anti-imperialistas, pero sí lleva a un caos sistémico, con una tendencia al agravamiento de los enfrentamientos militares entre esas distintas fuerzas capitalistas. Es fundamental comprender la agudización de la crisis inter-capitalista para trazar líneas de acción que permitan acumulación de poder de les de abajo, la construcción de autonomía ante ellas. Un arte que ejercitaron por ejemplo fuerzas kurdas ante la guerra en Siria (con 500.000 muertes y 5 millones de desplazades) aprovechando el enfrentamiento entre EEUU, Rusia, el estado sirio, Turquía y el yihadismo fundamentalista, entre otras fuerzas en pugna). Esta capacidad de las fuerzas populares kurdas se sostiene en parte en cierta base comunitaria de vida de este pueblo, pero no pudo emerger sino hasta que una fuerza política logró renovar y enriquecer el marxismo con variados aportes revolucionarios y éste fue apropiado por organizaciones de masas.

Desde nuestro pequeño lugar, de solidaridad inquebrantable con todos los pueblos del mundo y la esperanza intacta en la capacidad de les oprimidos de construir un mundo nuevo y socialista, bregamos por el retiro inmediato de la OTAN y aún más, la necesidad imperiosa de su disolución. Así como también la retirada inmediata de las tropas rusas que bombardean sistemáticamente las poblaciones ucranianas. A su vez la libre disposición de elección de las poblaciones del Donbass y ruso parlantes para definir su destino requiere que el retiro de las tropas rusas de Ucrania se dé con el desarme simultáneo de los grupos paramilitares neonazis y el control de estos sobre el actual régimen en Ucrania.

Bregamos también por el fin de las políticas liberales de ajuste y la apertura de una deliberación popular no controlada por el actual régimen sujeto al capital financiero “occidental”, su control sobre el estado ucraniano y su red de medios masivos de comunicación y todo un aparato cultural hegemónico.

¡NI GUERRA ENTRE PUEBLOS NI PAZ ENTRE CLASES!

Fuente: https://www.corrientemarabunta.org/…/ucrania-un-nuevo…/

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