Qué Sistema -Agosto 2022
Con desertificación de países y continentes sólo para la ilimitada acumulación gran capitalista de riquezas y poder de dominio sobre los pueblos.
Conciliación de clases/ Concentración y centralización capitalista/
Alternativas emancipatorias
Conciliación de clases
Multipliquemos, abajo y a la izquierda coherente con su esencia común-ista, la toma de partido por concretar la ruptura de la conciliación de clases que hace posible al capitalismo. En efecto, el sentido común(normalidad según el capitalismo) dicta conseguir empleo, tenerlo o trabajar para disponer del dinero satisfactor de necesidades e intereses; es votar esperanzado basándose en lo difundido por los grandes medios de comunicación; es solucionar su cotidianidad en acuerdo con el supermercado y la publicidad comercial; etc.
Ante la pandemia y la implantación por el sistema mundo capitalista y sus locales de una especie de estado de sitio, hubo miedo medioeval y acatamiento de las grandes mayorías e izquierdas partidarias. Esta sumisión a confiar en los poderes opresores para salvarse del coronavirus prueba la involución general de los diversos de abajo en sus capacidades sensibles e intelectuales hacia siglos pasados que sólo se explica por el éxito de la modelación capitalista de subjetividades colectivas e individuales en acuerdo con el orden neoliberal, cuya instauración implicó el triunfo gran burgués en la lucha de clases por despliegue de terrorismos paraestatales y estatales desde el gobierno de Perón-Perón.
Así como el Kirchnerismo destapó la inautenticidad de las izquierdas que se le subordinaron incondicionalmente, la pandemia y el afianzamiento capitalista de su Estado represor en respuesta a la enfermedad, mostró el superficial compromiso anticapitalista de los trokistas e integrantes de otras agrupaciones de las izquierdas no K. En efecto, esos dirigentes e intelectuales se consagraron a exigir trabajo virtual y vacunación de todos, es decir, reforzaron las tendencias hacia el desarrollo expoliador del sistema. No hubo análisis de cómo el exterminio o la crianza en gran escala de animales da origen a zoonosis como la Covid19. Y no asumieron que candidatearse en las elecciones y votar era aceptar la vacunación como superación de la situación límite de la humanidad sin reparar en cómo se está desertificando el país con la acelerada e intensificada expansión de los extractivismos. Tampoco prestaron atención cuidadosa de la vida humana al no averiguar el carácter experimental de las vacunas de tipo genético que el sistema inocula en sucesivas dosis abarcando a todas las edades y las posibilidades de asistir la enfermedad o prevenirla con medios más naturales y baratos. Pero, sobre todo, por cambios radicales de la cotidianidad mayoritaria que el capitalismo precariza cada vez más.
Son insensibles a que estamos sumidos en una inflexión histórica como país, como continente y como mundo. Que el sistema capitalista local e imperialista está maximizando el acaparamiento de tierras y bienes comunes hasta el extremo de arrasar las cordilleras, los océanos, los bosques nativos, las selvas y la heterogeneidad de ecosistemas. De ahí que persistan en consignas anacrónicas y de pensamiento mágico: ¡fuera FMI!, ¡no a su ajuste! y ¡suspensión del pago de deuda externa pública! Incluso han restringido a la última virando el no pago a suspensión y atribuyéndola sólo al gobierno de Mauricio Macri. En suma, reafirman la creencia en otro capitalismo posible como lo hacen los gobiernos progresistas y la justificación gubernamental sobre que los extractivismos permiten obtener las divisas necesarias para el pago a los acreedores locales e imperialistas. También son estatistas al exigir esas falsas soluciones.
Consideremos su colaboración con la criminalidad capitalista de lesa naturaleza y lesa humanidad mediante la comprensión de los significados de esta criminalidad a través de los siguientes posteo y artículo:
A continuación, en la foto hay un campo de litio en Chile. Si un pájaro aterriza en una de estas piscinas, muere por contacto, porque el litio es una neurotoxina.
Chile, que es el segundo mayor productor de litio en el mundo, está luchando con problemas de abastecimiento de agua (es decir, no tienen agua potable), porque el agua se utiliza para producir baterías de litio para coches eléctricos y dispositivos móviles. 2000 toneladas de agua se utilizan para obtener una tonelada de litio.
Además del litio, las baterías para coches eléctricos también contienen cadmio, mercurio y plomo (y muchas otras sustancias).
Por eso todos los que gritan fuerte y exigen que cambiemos a coches eléctricos, pregúntense: ¿realmente esto reducirá la contaminación o la empeorará? ¿Crees que está bien que TU aire sea más limpio, mientras que la naturaleza de otro país en otro continente se contamina para siempre? Porque ¿a quién le importan los chilenos si están en otro continente? ¿verdad?
Y pensar de nuevo, ¿dónde vamos a deshacernos de las baterías de automóviles y teléfonos usados; ¿en qué vertedero, en qué país, en qué continente, en qué océano, en qué planeta? ¿Eres consciente de cómo una batería de coche vieja contamina a todos los seres vivos, y PARA SIEMPRE?
Texto original: Ivan Stojkovic
Tanja Matko
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Las otras víctimas de los incendios: animales y plantas
Los efectos directos son inmediatos de los incendios sobre la vegetación y la fauna de la superficie, pero también en el suelo y en la importante biodiversidad que alberga, pero los indirectos se prolongan durante el tiempo y en algunos casos son letales e irreversibles.
19 de agosto de 2022
Los efectos directos de los incendios sobre la vegetación y la fauna de la superficie, pero también en el suelo y en la importante biodiversidad que alberga son inmediatos, pero los indirectos se prolongan durante largo tiempo y en algunos casos son letales e irreversibles, según un experto del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
El investigador del CSIC en el Instituto de Investigaciones Agrobiológicas de Galicia Serafín González explica que los efectos sobre el suelo y la vegetación dependen de varios factores, de la velocidad del fuego, ya que hay algunos muy rápidos, que queman una superficie muy grande y matan mucha vegetación, pero otros, que son más lentos, afectan a menos superficie, aunque las llamas se quedan «pegadas» al suelo por lo que la degradación es mayor.
Perder un centímetro de suelo por erosión tarda un siglo en volver a formarse.
Así, advierte sobre que, si se degrada la tierra: «base de los ecosistemas terrestres», se producirán ‘a posteriori’ efectos importantes, mientras que el incendio es suave, por ejemplo, algunas plantas herbáceas pueden germinar en pocas semanas. En una zona de matorral, sin embargo, no se regenera hasta pasados tres, cinco o incluso diez años y si lo que se quema es un bosque de hace 100 años, al menos pasarán otros cien años en volver a un suelo similar.
En casos más graves, según González, cuando el incendio es «muy severo» y calcina completamente la vegetación y se daña la capa más superficial del suelo, comienza a haber un «riesgo importante» y si poco tiempo después se producen lluvias importantes, sin cubierta protectora de la vegetación, estas lluvias pueden arrastrar ceniza y la corteza del suelo, milímetros o centímetros, lo que provoca un empobrecimiento del suelo.
«Perder un centímetro de suelo por erosión tarda un siglo en volver a formarse», ha comentado el científico quien, además añade que esto llegará a ríos y lagunas, con lo que siempre se extenderá el daño al ecosistema acuático.
Lluvias tras incendios: el peor escenario
En este contexto, ha recordado que eso, precisamente sucedió en los incendios de 2006 en la franja litoral de Galicia, donde se quemó una gran superficie cerca de la costa, en zonas de pendientes elevadas y tras los incendios se produjeron lluvias fuertes. «Ese es el peor de los escenarios» –ha afirmado–. «Se tuvo que limpiar playas donde hay marisqueo y también quedaron afectadas aves limícolas, que comen insectos de lagunas y del mar, con graves daños para el chortilejo patinegro, una especie amenazada de Galicia».
Para paliar este riesgo y evitar las escorrentías antes de que empiecen las lluvias, el científico gallego recomienda, en primer lugar, evaluar en cada incendio la vegetación y la topografía afectada y si hay áreas quemadas con alta severidad.
En ese caso, propone cubrir esos terrenos con una «alfombra de paja», más o menos un cuarto de kilo por metro cuadrado o bien con virutas, que serviría de «venda para cubrir las heridas del suelo«, imitando lo que sucede naturalmente en otoño, cuando caen las hojas y el suelo se cubre, de forma que se minimiza el riesgo de erosión. Sin embargo, lamenta que este método se está aplicando desde hace «solamente» dos o tres años y a muy pequeña escala, casi como experiencia piloto.
En este ámbito, considera que España está «bastante atrasada» en materia de prevención y recuperación de las zonas afectadas por los incendios y sobre todo en materia de divulgación de los daños «gravísimos» que producen, de modo que reclama inversiones mayores y fijación de la población rural a través de la producción forestal. «Es necesario que se destinen partidas a restaurar las zonas quemadas», ha comentado.
Fauna muerta o desplazada
Con respecto a la fauna, los efectos de los incendios son extensos y que se producen tanto de forma directa como indirecta.
De este modo, ha señalado que el efecto más directo es la muerte inmediata de «toda la fauna que no es capaz de huir», como los pequeños animales, desde insectos a pequeños mamíferos, anfibios, reptiles, los pollos de aves que están en el nido, que mueren quemados porque no pueden volar, así como toda clase de insectos polinizadores, como las abejas de las colmenas — por lo que se suma las pérdidas económicas de la producción de miel–.
Más allá de la mortandad directa, ha agregado que con la erosión posterior, cuando llega la lluvia, las cenizas acaban en el agua, de modo que modifica su ph y aumenta la turbidez, de modo que puede producir la mortandaz de las especies acuáticas, tanto vertebradas (peces, a los que se les obstruyen las branqueas) como invertebradas (las madreperlas de río o mejillón de río, en peligro crítico de extinción).
Por otro lado, los efectos indirectos para la fauna se producen en el hábitat que antes ocupaban y que el fuego destruye, por lo que se pueden ver obligados a desplazarse a otras zonas, porque se ha quemado el bosque o porque las charcas se han colmatado por sedimentos o un cambio de especies.
Al mismo tiempo, aunque no se marchen, en los siguientes años, su éxito reproductor es menor, ya que hasta que no se recupere la vegetación dispondrán de menos alimento.
En cuanto a la capa superficial del suelo, ha destacado sus efectos «muy importantes» para la biodiversidad, ya que asegura que el peso de las lombrices y de otros invertebrados puede ser mayor que el de la biomasa de las vacas que pastan encima.
Una espiral de degradación
Finalmente, advierte de que las zonas que se queman de forma reiterada entran en una «espiral de degradación», algo que sucede lamentablemente «en muchas zonas de Galicia», que se queman una vez tras otra y el tiempo que discurre entre un fuego y el siguiente es menor que el espacio temporal que requeriría para que se recuperara la zona.
«Cualquier zona que se queme con una frecuencia mayor de 15 años corre riesgo de entrar en la espiral de degradación, de forma que su suelo perderá fertilidad comenzará la erosión del suelo, que cada vez será menos profundo y acabarán aflorando las rocas. Es el inicio de una desertificación», ha prevenido.
Por último, el científico gallego ha afirmado que esto se produce en la actualidad en distintas zonas de España y particularmente, en los últimos años en algunas áreas el sur de Galicia, que «se está convirtiendo en un pedregal» que no se va a recuperar.
Fuente: https://www.ecoavant.com/naturaleza/otras-victimas-incendios-animales-plantas_9151_102.html
Concentración y centralización capitalista
Ubiquémonos en el enfoque que hace viables a los extractivismos mediante consenso construido (por desinformación y estigmatización) sobre todo con la intervención de locutores disfrazados de izquierda como Eduardo Aliverti que en su editorial del 20 de agosto dijo:
No es lo mismo que la derecha
En la escena general del país hay, por lo menos y cada vez más acentuados, dos grandes bloques temáticos.
Uno se relaciona con el clima político propiamente dicho. El otro, con las perspectivas de la economía.
En torno de lo primero, la temperatura es de violencia. Verbal, pero violenta. Amenazas, escraches, listas.
Una advertencia que es obviedad. Prenderse a medir quién tiene más largo el denuncismo no le dará réditos al denuncismo progre.
Pongámonos de acuerdo. Si por un lado se inculpa que hay medios de comunicación hegemónicos o dominantes, con todas las baterías vencedoras al servicio de enchastrar gente, y de su discurso de odio, por el otro no tiene sentido querer competirle a su capacidad de enchastre. Eso no significa renunciar, ni nada que se le parezca, al profesionalismo de la data periodística. (…)
Subrayemos su establecimiento sobre qué pensar y discutir. Agreguemos que a posteriori de indicar no plegarse a enchastrar, despliega algo bastante parecido a esa conducta denostada. Después se centra en que haya diferenciación de la derecha gobernante con la opositora. Y termina su manipulación a nivel emocional -y no vivencial- con esta extorsión:
Quienes piensan que esto es lo mismo que estar gobernados directamente por la derecha serán, muy probablemente, los mismos que cuando gobierne la derecha se preguntarán cómo no nos dimos cuenta de que no era lo mismo.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/475137-no-es-lo-mismo-que-la-derecha
Destapemos a Aliverti guiando al sentido común en extrañamiento de las problemáticas cotidianas de cada cual y de todos los diversos de abajo mediante el siguiente análisis desde un economista de izquierda y no en consonancia con el enfoque holístico que lograron las luchas socioterritoriales por la vida en contra de los extractivismos o modo capitalista de producción y mercantilización de la naturaleza:
El ajuste requiere de técnicos y de políticos
24 de agosto de 2022
Por Julio C. Gambina/ Rebelión
Luego de idas y vueltas se designó a Gabriel Rubinstein en el ministerio de economía. Será el segundo a bordo en la gestión económica de Massa.
Es un “profesional” de la economía ortodoxa, consultor de empresas, presentado como el “técnico” que viabilizará las decisiones políticas del cogobierno del FdT y el FMI. Rubinstein tiene antecedentes en la gestión pública junto a Roberto Lavagna, quien tuviera a su cargo la gestión económica en tiempos de Eduardo Duhalde y de Néstor Kirchner. Igual que Alberto Fernández y Sergio Massa emitió opinión fuertemente crítica respecto de Cristina Fernández y los gobiernos de cuño kirchnerista. La dupla Massa-Rubinstein constituye la sociedad de ejecución del ajuste acordado con el FMI. Aludimos a un político y a un “técnico”.
Recuerdo el debate entre Menem y Cavallo cuando aquel destacaba a su ministro como un gran “técnico”, pero que, sin el jefe político del justicialismo, la convertibilidad era imposible, ya que había que disciplinar a los votantes y seguidores. Carlos Menem era consciente que el consenso político viabiliza los recortes de recursos para los sectores más necesitados, una demanda histórica del poder económico y político del país. Claro que Cavallo era también un político que disputo cargos electorales y consenso político y social.
La recordación es útil, ya que la dupla en la gestión económica, Massa y Rubinstein, debuta con un incremento de las naftas y una disminución del gasto público en sectores sensibles.
El Boletín Oficial del 22 de agosto anunció vía “Decisión Administrativa 826/2022”[1] un ajuste de 70.000 millones de pesos al Ministerio de Educación, otros 10.000 millones de pesos al de Salud y 50.000 millones de pesos al programa Procrear. Suman un total de 210.000 millones de pesos de recortes de programas públicos para facilitar el achique del déficit fiscal. El ajuste opera sobre los ministerios de Educación, de Salud y de Desarrollo Territorial y Hábitat.
Se insiste en la consistencia macroeconómica de las medidas de gobierno, como principal tarea del técnico Rubinstein. ¿Qué significa consistencias macroeconómicas? ¿Consistentes en beneficio de quien, a favor de quien y en perjuicio de quién? El aumento de los combustibles impacta en suba de precios y por ende deteriora la capacidad de compra de la mayoría de la población que vive de ingresos fijos y disminuidos por la misma evolución de la inflación. Agosto puede repetir el elevado guarismo de julio, incluso puede ser menor, pero escala en el año al 90%, habilitando un debate sobre la posibilidad de una inflación de tres dígitos para todo el 2022.
Con un 40% de pobreza y un porcentual similar de trabajo irregular, sin seguridad social, y un promedio de ingresos muy por debajo de la línea de pobreza, la orientación ajustadora de la dupla Massa-Rubinstein deteriora aún más los ingresos populares.
Más aún, reunido el 22 de agosto el Consejo del salario, el empleo y la productividad, se decidió, con 30 votos a favor, una abstención y un rechazo, una actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil, SMVM, de un 21% en tres cuotas. Se eleva así el SMVM, de 47.850 pesos de agosto, a unos 51.200 pesos para septiembre, a 54.550 pesos para octubre, y a 57.900 pesos a noviembre.
Desde ámbitos sindicales se pretendía que el SMVM superara la línea de la pobreza y se solicitaba un mínimo en torno de los 110.000 pesos mensuales. El monto asignado para septiembre apenas supera el 46% de ese monto, necesarios para cubrir la canasta total de la cifra oficial del límite de la pobreza.
La parodia del “Consejo del Salario, el Empleo y la Productividad”, repite la desconsideración del debate sobre empleo y productividad. Solo se concentra en un acuerdo entre patrones, gobierno y la burocracia sindical para contener la distribución del ingreso, favoreciendo la lógica de la ganancia y, por ende, del régimen del capital.
Para estas cuestiones importa la consistencia de la macroeconomía, para el ajuste y la reestructuración del orden económico a favor del capital.
Rubinstein debió disculparse de sus críticas a la líder política del FdT, igual que antes debieron hacer Massa y Fernández, en aras de legitimar la presencia en el gobierno de la coalición liderada por Cristina Fernández. Las opiniones “políticas” del nuevo funcionario se adecuan en función del lugar asignado en la gestión del capitalismo. Una posición se asume como oposición política y no hay inconveniente en rectificar si se trata de ocupar un lugar desde el oficialismo.
La política económica del gobierno del FdT es auditada formalmente por el FMI, pero también considerada desde la Embajada de EEUU, tal como se evidencia en los contactos regulares del embajador estadounidense con diferentes ámbitos del gobierno nacional, y recientemente en el cónclave del Consejo de las Américas. Allí se remarcó la importancia de la Argentina y la región latinoamericana y caribeña en la provisión de los recursos naturales demandadas por el orden económico mundial. La designación de Rubinstein aparece como la de un técnico, de un profesional con opinión política, un técnico con formación política y teórica que apuntará a consolidar con medidas de política económica, el modelo productivo y de desarrollo del capitalismo en la Argentina.
Eso de “técnico” es muy discutible. Se trata de un funcionario que buscará darle sustentabilidad al proyecto de inserción capitalista de la Argentina en una economía mundial, por cierto, muy discutida, con inflación elevada y tendencia creciente hacia la recesión. Argentina agrega a los problemas globales su propia especificidad de desorden político, que impacta con su elevada inflación, motivada en la disputa por el excedente desde los sectores hegemónicos de la producción y circulación de bienes y servicios.
La prioridad de la dupla Massa-Rubinstein apunta a cumplir con el acuerdo con el FMI. Por lo tanto, el ajuste fiscal y la acumulación de reservas internacionales para cumplir los compromisos de la deuda, se consolida como un gran condicionante de política económica. Al mismo tiempo, se confirman las demandas del poder económico, por eso reuniones con sectores de la mesa de enlace, de la agroindustria y otros sectores del poder económico.
En contrapartida, muy poco sobre las reivindicaciones populares. que entre otras cuestiones aparecieron expresadas en movilizaciones muy importantes de las centrales sindicales. Todo un tema para considerar, sea por la cantidad de movilizados como por la ausencia de una centralidad política desde el movimiento obrero para liderar una demanda a favor de los ingresos populares. Es parte de la fragmentación que se intenta superar desde ciertos ámbitos de la militancia social y política.
La movilización social y del movimiento piquetero, por un lado, y del movimiento sindical y popular por el otro, aparece fragmentado y por ahora sin capacidad de síntesis para intentar una opción de alternativa, critica al capitalismo; que se proponga ir más allá aún.
Queda claro que en la agenda prioritaria de Gabriel Rubinstein y de Sergio Massa no aparece la satisfacción de las demandas populares.
Por eso, en un marco internacional que no ayuda, y en un clima político económico social de la Argentina complejo, aparece la necesidad de un debate integral sobre qué país, que política, que economía, que modelo productivo, de qué manera se satisfacen las necesidades de la población sin subordinar la vida cotidiana a la demanda del poder económico local y mundial.
Es algo a definir según sea la capacidad de organización y resistencia del movimiento popular, que hoy fragmentado está limitado en su capacidad de organizar el descontento social ampliado en contra del ajuste y por un programa propio para la emancipación.
Nota:
[1] https://www.boletinoficial.gob.ar/detalleAviso/primera/269951/20220822
Julio C. Gambina. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP.
Estimemos en qué consiste una lectura reduccionista de la realidad argentina por circunscribirla a la macroeconomía e incluso asumir la economía como la del Capital mediante los siguientes párrafos:
«La parodia del “Consejo del Salario, el Empleo y la Productividad”, repite la desconsideración del debate sobre empleo y productividad. Solo se concentra en un acuerdo entre patrones, gobierno y la burocracia sindical para contener la distribución del ingreso, favoreciendo la lógica de la ganancia y, por ende, del régimen del capital.
Para estas cuestiones importa la consistencia de la macroeconomía, para el ajuste y la reestructuración del orden económico a favor del capital. (…)
La política económica del gobierno del FdT es auditada formalmente por el FMI, pero también considerada desde la Embajada de EEUU, tal como se evidencia en los contactos regulares del embajador estadounidense con diferentes ámbitos del gobierno nacional, y recientemente en el cónclave del Consejo de las Américas. Allí se remarcó la importancia de la Argentina y la región latinoamericana y caribeña en la provisión de los recursos naturales demandadas por el orden económico mundial. La designación de Rubinstein aparece como la de un técnico, de un profesional con opinión política, un técnico con formación política y teórica que apuntará a consolidar con medidas de política económica, el modelo productivo y de desarrollo del capitalismo en la Argentina.»
Explicamos, en base a esta limitación de Gambina a una descripción de hechos desde la profesión suya, sus propuestas de cambio social sin ruptura con subjetividades colectivas e individuales sólo demandantes de satisfacción de las necesidades y aspiraciones. También, su estar relegando a segundo lugar a las defensas y recuperaciones de territorios que están creando el imprescindible protagonismo popular en la deliberación de toma de las decisiones esenciales a la urgente reestructuración socioeconómica y política ecológica para garantizar la vida y la salud de la naturaleza que incluyen las humanas.
Es gravísimo este estancamiento intelectual en el ignorar la situación límite en que la humanidad está sumida a causa del sistema mundo capitalista y sus locales mirando en exclusivo hacia la acumulación oligopólica de riquezas y poder de dominio sin importarles estar destruyendo las condiciones y los medios para la vida planetaria.
Peor aún es involución hasta el extremo en que, pese a tantísimas evidencias en contra, todavía diversos de abajo y de las izquierdas sostienen que China coopera con el desarrollo de Argentina y el Abya Yala. De ahí su aplauso a:
Beijing, 14 jul (Prensa Latina) China y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) acordaron realizar esfuerzos conjuntos para luchar contra la pobreza e impulsar la recuperación económica una vez superada la Covid-19, reportó hoy el diario Global Times. (…)
En agosto de 2021 China y Celac sostuvieron un primer encuentro de ese tipo, se espera que mantenga una frecuencia anual y permita ampliar el entendimiento mutuo.
El gigante asiático promovió la iniciativa luego de declararse libre de la pauperización a principios del año pasado.
Las autoridades de este país echaron a andar en 2012 un ambicioso plan que cerró en 2021 con la construcción de una sociedad modestamente próspera, en la cual todos los ciudadanos deben vivir de forma digna.
A lo largo de ese tiempo mejoraron las condiciones de vida casi 100 millones de personas con bajos ingresos y esa cifra sumada a la conseguida desde finales de la década de 1970 ubica en más de 700 millones a quienes salieron del atraso aquí.
La campaña también benefició a los 832 condados rurales más desfavorecidos del país y permitió elevar el ingreso neto promedio de sus residentes a 11 mil 487 yuanes al año (casi mil 740 dólares) por encima de la línea nacional de cuatro mil yuanes (571 dólares) que mide la pobreza extrema.
China cumplió así con esa meta de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas una década antes de lo programado.
mgt/ymr
Fuente: https://www.prensa-latina.cu/2022/07/14/china-celac-uniran-fuerzas-contra-pobreza-y-para-recuperar-economia
Pensemos en la coincidencia de la campaña china con el boom de los commodities desde principios de siglo hasta 2008 o 2010 en Argentina que fue debido, principalmente, a la demanda de China. El matrimonio K nos convenció de estar contentos con este crecimiento a tasas chinas cuando, la verdad, implicó la acumulación gran capitalista local e imperialista de riquezas y poder de dominio sobre las diversidades de abajo mediante, sobre todo, la ocupación e invasión económica territorial del sistema de la soja transgénica en nexo indisoluble con los agrotóxicos o venenos mortales para la vida de la naturaleza.
Significó expropiaciones a productores pequeños-medianos y deforestación o desalojo de las comunidades creadoras de esas biodiversidades: las indígenas. Es decir, profundizó la ruina y la pobreza estructural del país.
En la actualidad China sigue expandiendo sus negocios agropecuarios como las megafactorías de cerdos y el control tanto agroexportador como agroindustrial. Participa protagónicamente en la extensión de la IIRSA en el país como las mega represas y la central nuclear que sirven a sus intereses de desarrollo capitalista e imperialista arrasando las condiciones de vida y de salud de las comunidades locales, pero también del país entero. Veamos:
El proyecto de extracción de litio de las empresas chinas es riesgoso
para las aguas subterráneas según un estudio.
Una investigación sobre el uso de acuíferos en el desierto de Atacama muestra la necesidad de cuidar las aguas subterráneas frente al nuevo acuerdo entre el Estado argentino y una empresa de origen chino.
La carrera en muchos países por la neutralidad en carbono ha llevado a políticas que substituyen el uso del combustible fósil por baterías de iones de litio para electrificar el transporte. Sin embargo, si no se examina cuidadosamente, esas políticas corren el riesgo de dañar el medio ambiente en los países en que se extrae el litio, según descubrió el proyecto de la Unión Europea INVISIBLE WATERS.
El investigador asociado Cristóbal Bonelli, con ayuda del programa Marie Skłodowska-Curie, dedicó dos años y medio a investigar los acuíferos, formas geológicas que contienen fuentes de agua a gran profundidad, en el desierto de Atacama, al norte de Chile, el desierto más seco de mundo.
Con la coordinación del IHE Institute for Water Education de los Países Bajos, los hallazgos lo impulsaron a contribuir a establecer un consorcio mundial denominado Transformations to Groundwater Sustainability (T2GS) con el fin de debatir sobre las formas que permiten un uso más sostenible de las aguas subterráneas de todo el planeta.
Ahora aboga por un nuevo enfoque sobre la descarbonización planetaria y la gobernanza del agua basado en un mejor entendimiento de la geopolítica subyacente.
Según indica Bonelli: «La principal conclusión que extraje es que la gobernanza de las aguas subterráneas no puede plantearse como algo separado de otros mecanismos mundiales. Necesitamos entender la geopolítica en la que el agua es un actor central. Además, la disciplina de la hidrología resulta insuficiente por sí sola para entender la sostenibilidad de los acuíferos, ya que también existe una implicación política sobre la gobernanza del agua que supera las soluciones técnicas».
Demanda global
La demanda de vehículos eléctricos de países como China ha llevado a que se extraiga y se importe litio de países como Chile, donde se extrae de la salmuera en los acuíferos. «Eso significa que extraer litio implica extraer agua», afirma Bonelli.
«Cada vez existen más pruebas sobre la degradación del medio ambiente que genera la extracción de litio. Se trata de una gran paradoja ya que, para desarrollar una sociedad poscombustibles fósiles, básicamente lo que estamos haciendo es alterar algunos ecosistemas con el objetivo de crear sociedades sostenibles en otro lugar».
A pesar de que China tiene enormes reservas de litio, también importa de Chile para estimular desde el gobierno la producción de coches eléctricos impulsados por baterías de iones de litio. Aunque esta nueva industria ha creado empleo, también ejerce presión sobre recursos hídricos en un lugar donde el exdictador Augusto Pinochet privatizó el agua mediante un sistema que redujo la supervisión estatal. Bonelli cree que el sistema de mercado neoliberal todavía separa peligrosamente la propiedad del agua y de la tierra.
Durante INVISIBLE WATERS habló con las comunidades de Chile que protestan contra la extracción a fin de proteger las aguas subterráneas en el desierto. Estas están respaldadas por activistas del medio ambiente y por microbiólogos, quienes realizan investigaciones sobre microorganismos que viven en el desierto. «Se está llevando a cabo una investigación vanguardista, porque utilizan las condiciones extremas del desierto para estudiar el agua y la vida de allí, así como para reflexionar sobre la vida en otros planetas», explica Bonelli. «El desierto de Atacama es muy árido, parecido al planeta Marte».
Bonelli pretende seguir el trabajo que empezó durante INVISIBLE WATER, incluyendo la exploración sobre cómo reciclar todas las toneladas de baterías de iones de litio que se producen, alertando al respecto: «Debemos repensar a qué nos referimos con la descarbonización. No se debe tratar únicamente de substituir el combustible fósil por el litio en forma de baterías».
Fuente: https://actualidadargentina.com/2022/08/19/el-proyecto-de-extraccion-de-litio-de-las-empresas-chinas-es-riesgoso-para-las-aguas-subterraneas-segun-un-estudio/?fbclid=IwAR0BwjL70T8ZxMVG5VBZs-yQAdiM18VFjy1Hip8fZtAo4uRv-T01nQ05Xcg
Alternativas emancipatorias
Reparemos, ante todo, en quienes desde su condición de compañeros progresistas e izquierdistas han pasado a integrar al Estado del Capital que es esencialmente contrainsurgente y devastador del país. Por ejemplo, el actual gobernador de la provincia Axel Kicillof se identificaba como economista marxista. Constatamos hoy cuál es su criminalidad junto a Sergio Berni del peronismo de extrema derecha:
La represión en la provincia de Buenos Aires creció con la pandemia y la crisis económica.
Provincia arrasada
La gestión de Axel Kicillof y Sergio Berni en la provincia de Buenos Aires aplicó entre 2019 y 2021 una escalada represiva sin precedentes, producto de la mano dura que las fuerzas de inseguridad vienen ejerciendo. Cuarentena represiva de por medio, la gestión peronista bonaerense se cargó con 473 muertes producidas por su policía y su servicio penitenciario, y selló en la mitad de su mandato la creciente ola represiva que asola a todo el país. Es que en la mitad del tiempo casi duplicaron los crímenes de uniforme cometidos por toda la gestión macrista de María Eugenia Vidal, y cuadruplicaron por lejos la performance represiva bianual de la dupla Daniel Scioli-Gabriel Mariotto.
https://agenciaparalalibertad.org/la-represion-en…
Atendamos a:
Matías Blaustein
Olvidaron mirar para abajo y los encandiló el arriba.
Apurados y ansiosos por conquistar un cargo, una migaja de poder, una porción de la torta, se desaventuraron por ese atajo que no fue otra cosa que un callejón sin salida.
Fueron bajando bandera tras bandera, claudicando sueños, traicionando convicciones. Se mostraban los dientes por apoyar a diferentes candidatos del partido del orden, incluso a los asesinos de nuestros compañeros, mientras en sus nombres lloraban las palabras dignidad, popular, revolución o patria grande; mientras en sus locales se consumían el comunismo y la liberación.
Terminaron siendo parte, lavando la cara de un gobierno que profundizó el ajuste, el hambre, la entrega, el extractivismo: el capitalismo en clave neoliberal.
Se partieron. Ya no en dos. Se fueron atomizando en tres, en cuatro o en más fracciones. Unos se fueron, otros se quedaron. Ya no sabemos ni los nombres de sus nuevas rupturas. Tendrán su lugar, eso sí, en la antología del llanto, pero no en la historia viva de nuestra tierra.
Y no, no nos alegra. Solo nos queda el balance de haber hecho en su momento un análisis, una lectura, una proyección que fue ajustada y que se cumplió casi como sentencia.
Y no, no nos alegra. El daño que le han hecho a la clase trabajadora con la venta de sus espejitos de colores es muy grande.
Y no, nos alegra porque de este lado estamos lejos de poder tirar manteca al techo. Fragmentados, débiles, dóciles. Falta mucho para concretar el ansiado rearme de nuestra clase trabajadora.
Deberemos apelar a toda nuestra paciencia, a toda nuestra pedagogía, a toda nuestra solidaridad de clase para recuperar conciencia, unidad, conflictividad y autogestión.
Se avecinan tiempos sombríos, de aún mayores tenores de miseria y miserabilidad, de mayor criminalización de la protesta.
Tenemos que organizarnos sin pausa pero con prisa.
Y dejar más en claro que nunca, una vez más, que los partidos patronales jamás nunca serán una opción para que el pueblo avance.
Era y es por abajo. Crece desde el pie, como decía el maestro Zitarrosa.
Por el poder directo del pueblo
Recordemos a Cristina Fernández de Kirchner ufanándose que el capitalismo es el sistema más eficiente a fin de dejar claro, a través de los siguientes artículos, para quiénes lo es y a costa de ser criminales tanto de lesa naturaleza como de lesa humanidad. Pero también destapemos por qué están andando en dirección opuesta a necesidades e intereses populares quienes son electoraleros y/o se han integrado al Estado del Capital en contra de las diversidades de abajo.
El sistema más ineficiente de la historia
28 de agosto de 2022
Por Ezequiel Admovsky
Esta semana Buenos Aires se cubrió de humo por el viento de las humedades de Paraná, en Rosario se hizo una marcha por el derecho a respirar y las autoridades de un pueblo de Salta reconocieron que el agua que beben sus habitante no es potable. La humanidad vivió 200 mil años asegurando la continuidad del aire para respirar y del agua para beber, sostiene Ezequiel Adamovsky, pero en los últimos 200 años se ha ido en un sentido contrario y el resultado es un sistema injusto e ineficiente.
Pensé esta columna el fin de semana pasado. Buenos Aires estaba cubierta de un manto de humo, traído por el viento desde los humedales del Paraná. Como cada año, empresarios ganaderos e inmobiliarios incendiaban enormes superficies de tierra, parte de la rutina con la que hacen su dinero. El olor a quemado me resultaba molesto, pero no la pasé mal como un allegado que es asmático. Peor la pasó la gente que vive más cerca de los incendios. De San Pedro llegaban imágenes apocalípticas.
Cuando estudié Economía, mientras cursaba la carrera de historia, aprendí una verdad que entonces parecía incuestionable. El capitalismo puede tener muchos problemas, pero la eficiencia del mercado para la asignación de recursos es imbatible. Millones de agentes económicos toman decisiones de compra, venta y producción en todo momento, guiados por el conocimiento local que cada uno tiene. Esas decisiones agregadas inciden en los precios, que les dan a su vez señales para tomar las siguientes. Si un recurso es caro, migrarán a otro más barato. Si algo es escaso y es demandado, aumentará su precio, lo que estimulará a alguien para que venga a ofrecerlo. Vista desde arriba, esa dinámica tiene la belleza de lo simple: asegura a bajo costo el uso más racional de cada bien o servicio. La planificación deliberada de los flujos económicos podría defenderse por la necesidad de alcanzar objetivos políticos, pero no había dudas de que significaba más derroche y volvía todo más lento. Ningún burócrata en una oficina podría saber exactamente cuánta leche necesita un almacén de Calamuchita, qué colores de camisa prefieren en Esquel o qué talles de zapatilla hay que fabricar para que todos tengan las suyas en la zona sur de La Matanza. Puesto a definir todo eso desde arriba, seguramente sobrarían o faltarían recursos por todas partes. Nada supera al mercado en eficiencia.
laro que la aparente belleza de ese sistema se disipa apenas uno advierte lo que la explicación deja afuera: el tiempo. El mercado no tiene noción de temporalidades; no conoce pasado ni futuro, solo el presente. Utiliza los recursos como si no hubiese un mañana. Si es negocio producir o vender algo, lo hará al precio más competitivo posible. Si se acaba, migrará a otra industria a ofrecer otra cosa y punto. ¿Se acabará el petróleo? Claro. Pronto. Pero eso no es excusa para no extraerlo y venderlo todo lo más rápido que podamos. Hay que crecer. Consumir mucho. Siempre. Al paso más acelerado posible.
Cuando al tiempo agregamos la variable del medioambiente la cosa se pone más complicada. El aire es gratis: el sistema de precios no indica a los agentes económicos cuán conveniente o inconveniente es usarlo. Lo usarán todo lo que puedan si eso maximiza ganancias. ¿Quemar humedales para meter más vacas? Perfectamente lógico desde la óptica del mercado. Pero incluso si el aire tuviese un precio, también lo usarían sin considerar el paso al cual se acabaría. Sería un costo más al lado del alambre de púa y el forraje. No importa cuán caro sea, si el kilo de carne puesto en el mercado lo amerita, lo pagarán.
En estos días tuvimos otras noticias, además de la de los incendios y el aire irrespirable. Luego de años de luchas de los vecinos, las autoridades de San Carlos, en la provincia de Salta, debieron aceptar oficialmente que el agua que beben no es potable. El municipio se suma así a la triste lista de ciudades que han visto sus aguas contaminarse hasta volverse inaptas para el consumo. Más de 4 millones de argentinos y argentinas ya viven en lugares en los que tomar agua es un riesgo para la salud. Casi 10% de la población y en aumento. Otra noticia reciente: por el colapso de un dique minero ultratóxico las autoridades de Salta recomendaron a la población no bañarse, ni pescar, ni beber agua del río Pilcomayo, uno de los principales cursos de agua del país. Y para completar, otra novedad, esta vez de alcance mundial: ya no queda ningún sitio en todo el planeta en el que el agua de lluvia sea potable. Ni siquiera en la Antártida.
El problema no es nuevo: la calidad de las aguas se viene deteriorando desde hace 200 años. Hasta hace poco, el cambio no era apreciable en la duración de la propia vida. Pero es cada vez más veloz. Mis padres podían bañarse en el Río de la Plata. Mi generación ya no llegó a ver los balnearios allí: poco después de mi nacimiento, en 1971, los clausuraron. Ahora todo se acelera: solo en un mes el Pilcomayo y la mismísima lluvia de la Antártida.
Con el aire pasa algo parecido. Hace unos días hubo una manifestación inédita en Rosario. ¿Su demanda? El derecho a respirar. Nada menos. Si hubieran puesto la escena en una película de ciencia ficción hace apenas dos años nos habría parecido inverosímil. Esta vez el desastre impulsó algunas mínimas reacciones del sistema político: no mucho más que algún tuit de indignación y el anuncio de que se evalúan acciones legales. Todo indica que, pasado el humo, la cosa volverá a quedar en el olvido. Y no es cuestión de indolencia argentina: la OMS informó este año que el 99% de la población mundial respira aire contaminado y que la polución es causante directa de un estimado de 7 millones de muertes anuales. Cada año, más que el total de muertos por COVID desde que comenzó la pandemia. Y eso sin contar las que trae el calentamiento global y otros deterioros medioambientales.
Lo que en nuestro día a día pasa trágicamente inadvertido o, en el mejor de los casos, genera algún espasmo pasajero, en términos del tiempo histórico es nada. La humanidad vivió durante algo así como 200.000 años asignando sus recursos de una manera no digamos perfecta, pero al menos asegurándose la continuidad del aire para respirar y del agua para beber. En solo 200 años el capitalismo ha puesto en riesgo lo uno y lo otro. Eficiente si viviésemos en un presente eterno, se vuelve todo lo contrario apenas introducimos el paso del tiempo como variable. Mirando en perspectiva de largo plazo, acaso sea el más ineficiente y derrochón de los sistemas en los que los humanos hemos vivido hasta ahora.
Fuente: https://www.eldiarioar.com/opinion/sistema-ineficiente-historia_129_9271157.html
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COVAX: la trampa
21 de mayo de 2021
Por Silvia Ribeiro
Covax, una institución privada, busca evitar que se tomen medidas imprescindibles, como la cancelación de las patentes de las vacunas y el apoyo internacional al fortalecimiento de las capacidades nacionales para prevenir próximas pandemias.
Hay muchas paradojas en esta pandemia, la mayoría sobre cómo los más ricos y poderosos se benefician del desastre y lo empeoran. El mecanismo COVAX es una de ellas. Se presenta como forma de acceso más equitativo a las vacunas para Covid-19, pero en realidad es una forma de facilitar los negocios de las grandes farmacéuticas y proteger sus patentes, lo cual impide que los países del Sur global puedan disponer de suficientes vacunas. No es un efecto secundario o accidental: la escasez es un elemento importante para las empresas, ya que garantiza la demanda y aumenta los precios.
Un reciente reporte sobre Covax del experto Harris Gleckman -antes funcionario de ONU- publicado por Amigos de la Tierra Internacional, analiza con rigurosidad el mecanismo, revelando una perversa iniciativa comercial contra la salud pública, diseñado y promovido por la Fundación Bill y Melinda Gates.
COVAX funciona como un banco comercial, para hacer compras conjuntas a gran escala a las transnacionales, lo que a éstas les otorga aún mayor seguridad a sus inversiones aunque ya han recibido cuantiosa financiación pública para desarrollarlas. No cuestiona sus precios ni condiciones leoninas. Al contrario, facilita a las empresas la entrada a nuevos mercados en países pobres, sin costo ni riesgo para ellas. Las miserables entregas “gratuitas” que realiza a esos países ya han sido pagadas por otros o por instituciones públicas multilaterales. Al entrar con vacunas patentadas, favorece los mecanismos de mercado en la atención de salud pública.
Que se produzcan y distribuyan equitativamente vacunas seguras en una pandemia global, es un rol de la Organización Mundial de la Salud de Naciones Unidas (OMS), no de una institución privada como COVAX. Ésta se ha apropiado de tal función para prevenir que se tomen medidas imprescindibles y necesarias, como la cancelación de patentes y el apoyo internacional al fortalecimiento de capacidades nacionales para prevenir próximas pandemias. Como asociación público-privada, COVAX es una institución de “partes interesadas” (stakeholders), sin transparencia ni rendición de cuentas, donde los grandes actores privados como la gran farmacéutica, que actúa por interés de lucro, deciden tanto o más que gobiernos e instancias públicas de la comunidad internacional.
Fue fundada por la Alianza Mundial para las Vacunas e Inmunización y la Coalición para las Innovaciones en la Preparación para Epidemias (GAVI y CEPI por sus siglas en inglés), esta última fundada en el Foro Económico Mundial de Davos. Y, ambas, diseñadas y financiadas por la Fundación Bill y Melinda Gates. Aunque la OMS figura también como fundador y participante, su papel es marginal y parece más bien una fachada. GAVI es quien administra el mecanismo y su máxima instancia de decisión está presidida por los presidentes de directorio de GAVI y CEPI. 180 gobiernos se han enlistado en COVAX, pero deciden poco o nada sobre sus formas de acción, contratos, etc.
Según la O MS, el porcentaje de vacunación para obtener inmunidad colectiva debería ser mayor al 60 por ciento en todos los países simultáneamente. Numerosos reportes de Naciones Unidas y prensa dan cuenta diariamente de cómo los países industrializados acaparan la mayoría de las vacunas, incluso algunos países como Canadá, más de tres veces las dosis necesarias para toda su población. COVAX no ha hecho nada, salvo pedir amablemente a esos países que donen las vacunas que no van a usar (ya pagadas a las empresas, obviamente).
Para lograr ese nivel de vacunación global, la única vía sería que todos los países con capacidad de producir vacunas a nivel nacional lo hicieran y apoyaran directamente a los que no lo tienen. Un primer paso para ello es cancelar todas las patentes y otras restricciones de propiedad intelectual para acceso y transferencia de vacunas y tratamientos relacionados a Covid-19. Esto ya fue planteado por India y Sudáfrica y apoyado por más de 100 países en la Organización Mundial de Comercio (OMC) pero Estados Unidos, Europa y otros países sede de trasnacionales farmacéuticas se han opuesto ferozmente.
Varios países del Sur global, entre ellos India, Sudáfrica y Brasil, tienen capacidad de producción y distribución de vacunas. En muchos más esa capacidad ha sido debilitada por las políticas neoliberales de las últimas décadas, pero podrían ser apoyados para reactivar la producción nacional. Esto es lo que COVAX quiere impedir, siguiendo el modelo de acción que lleva también GAVI.
COVAX funciona también como una forma de privilegiar las vacunas transgénicas, patentadas y altamente experimentales, llenas de incertidumbres y riesgos, como las vectorizadas por virus, que insertan ADN (entre ellas AstraZeneca, Johnson y Johnson, Sputnik, CanSino) y las de ARN (como Pfizer y Moderna). El reporte de Gleckman señala que también este mecanismo ha funcionado para marginar opciones más accesibles y públicas producidas en China, así como la de Rusia, aunque tiene el mismo modo de acción que las que sí aprobaron.
Lamentablemente, no sólo COVAX, sino también la OMS y gobiernos promueven esas vacunas más caras y riesgosas, obviando que las empresas seguirán provocando escasez y que existen opciones con métodos convencionales probados, como virus atenuados, inactivados o de sub-unidades proteicas (éste último es el caso de las vacunas cubanas) , que además son las que mejor se podrían producir a nivel nacional.
Silvia Ribeiro es investigadora del Grupo ETC
https://www.alainet.org/es/articulo/212039
Fuente:https://www.sinpermiso.info/textos/covax-la-trampa?fbclid=IwAR0AxIoLJjoifoSNBQu30NfSl7qInw5yR9IZx8x1jL4_v2q2blfOnqQYbnc
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Covax, ¿fracaso para quién?
27 de agosto de 2022
Por Silvia Ribeiro*
La semana pasada el gobierno de México anunció que iniciaría una demanda contra el Fondo de Acceso Global para Vacunas contra Covid-19 (Covax, por sus siglas en inglés) por no entregar millones de vacunas comprometidas, pese al pago adelantado por 160 millones de dólares que realizó México en 2020. Faltan entregar vacunas por valor de 75 millones de dólares. Covax ha distribuido a nivel global menos de la mitad de lo que se comprometió tanto sin costo a países de menos recursos como a los que realizaron compras anticipadas.
¿Covax es un fracaso? Sí, lo es para atender la pandemia Covid-19, para la salud pública y para cuidar a quiénes más lo necesitan. Por el contrario, para las trasnacionales farmacéuticas Covax ha sido una maravilla, en consonancia con los objetivos de los actores privados que lo fundaron. Pese a que distribuyó menos vacunas, no bajó las ventas de las transnacionales: fue un negocio adicional para las farmacéuticas que así vendieron más en ventas bilaterales a los países, imponiendo injustas condiciones. Se aseguraron, gracias a Covax, que las vacunas a países que no podían pagarlas fueran de todos modos pagadas a las empresas por gobiernos e instituciones públicas.
Al contrario de lo que muchas personas perciben, Covax no es un mecanismo de Naciones Unidas ni de su Organización Mundial de la Salud (OMS). Pese a que casi 80 por ciento de su presupuesto proviene de gobiernos, la OMS apenas tiene un lugar secundario y en minoría, junto a los coordinadores reales de Covax, que son la Alianza global para la vacunación (Gavi) y la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI, por su sigla en inglés). Ambas alianzas público privadas son controladas por sectores privados, fundadas y financiadas en primer término por la Fundación Bill y Melinda Gates.
El problema fundamental de Covax no es ineficacia, sino que nunca se pensó para el interés público. Se ideó y planificó para favorecer el lucro corporativo, representado en Gavi y CEPI y directamente por la gran industria farmacéutica y otras que se sentaron a la mesa y decidieron estructuras, objetivos y modos de funcionamiento de este mecanismo.
Como explica el experto Harris Gleckman –antes funcionario de ONU– en su reporte sobre Covax, éste fue creado como iniciativa comercial contra la salud pública, justamente para evitar que se creara un mecanismo público de Naciones Unidas, donde las corporaciones e intereses de lucro (aunque pueden cabildear) no hubieran podido sentarse en pie de igualdad y en mayoría, como lo hacen en Covax. Refiero esto en un artículo anterior (https://tinyurl.com/2a494rna).
Declarada la pandemia global, todos los países requieren acceso lo más rápido posible a prevención y tratamientos. Ante esa situación, para obtener los mejores resultados para la mayoría de las poblaciones, la producción y diseminación más segura y efectiva, se debería acudir principalmente a los sectores públicos y nacionales de salud y de investigación, compartir conocimientos y opciones, producir o coproducir tratamientos (no sólo vacunas) en forma amplia en todos los países que tengan la capacidad y/o apoyar la creación de capacidad en más países, para habilitar el mayor alcance global. Esto, además, hubiera fortalecido los sistemas nacionales de salud a corto y largo plazos. Se hubieran podido considerar diversos tratamientos y producir vacunas convencionales basadas en metodologías probadas, en lugar de experimentales, transgénicas y patentadas.
Ante situaciones de emergencia sanitaria, hasta la Organización Mundial de Comercio prevé en sus reglas excepciones por motivos de salud pública, en este caso, suspender las limitaciones de patentes de todos los tratamientos para que se puedan producir en más países y para bajar costos. Excepciones a las que la gran farmacéutica y sus países sede se opusieron fieramente.
En lugar de actuar para el interés público, lo único público que le interesó a Covax fueron los fondos gubernamentales, que canalizó como si fuera un banco de inversiones para compras anticipadas a gran escala a las empresas trasnacionales de vacunas basadas en ingeniería genética. Esto se agregó al gigantesco negocio que hicieron esas empresas en la pandemia, esquilmando a los gobiernos e imponiendo condiciones leoninas en precios y garantías. Se aseguraron además de que pese a ser vacunas con metodologías nunca antes probadas, ningún gobierno pudiera reclamar por los daños, con cláusulas de confidencialidad y de no responsabilidad inéditas, que los gobiernos aceptaron presionados por la emergencia. Un nuevo reporte de Gleckman da cuenta de ello (https://www.tni.org/es/node/25919).
Ante el fiasco de Covax, en lugar de exigir el reintegro de los fondos, el gobierno de México aceptó recibir vacunas genéticas pediátricas, el nuevo paso de negocios de las corporaciones para expandir sus mercados. Son aún más experimentales y aprobadas sólo para emergencia, que ya no es tal. Dichas vacunas no previenen los contagios, la afectación de Covid-19 en niños y niñas es mínima, la vasta mayoría tiene sus propias defensas. Agregan a todo lo anterior cargar a la infancia con riesgos innecesarios que como señalan varios artículos científicos, pueden ser muy graves.
* Investigadora del grupo ETC
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2022/08/27/opinion/019a1eco?fbclid=IwAR0gAYQBhfqAA9__rYxcnvAE0pYkoUL1Yn-UW6xlthQmUWhoeUkvj7RgwFE#.Ywp7-EjVzu0.facebook
Examinemos un enfoque hacia otro sistema social e internacional:
Sequía, ola de calor y revolución
22 de agosto de 2022
Por Daniel Tanuro | Viento sur
No es necesario que este artículo entre en datos y cifras sobre la extrema gravedad de la sequía que afecta al continente europeo. Incluso los que no siguen la actualidad muy de cerca han visto las espantosas imágenes del río Po seco, el Loira reducido a un hilillo, el Támesis seco en su nacimiento y a más de ocho kilómetros, el Rin tan bajo que la navegación se ha hecho imposible… Esta situación sin precedentes es el resultado de una grave escasez de precipitaciones, acumuladas desde el final del invierno, tras varios años consecutivos de sequía. El agua se ha vuelto escasa y, en algunas zonas, muy escasa.
Es igualmente inútil enumerar los datos sobre la ola de calor. Decir que las temperaturas están por encima de las medias estacionales, como dicen en la televisión, es quedarse corto: están muy por encima. La marca de los 40°C se ha superado varias veces en muchas regiones, incluidas las regiones marítimas templadas, como Gran Bretaña. La ola de calor, obviamente, empeora la sequía. La actual combinación de ambos fenómenos es excepcional por su extensión geográfica, intensidad y duración.
Vamos a abordar brevemente tres puntos: las explicaciones y las causas, la posible evolución y las opciones políticas.
Explicaciones y causas
Comencemos con las explicaciones. Sería útil remitirse a este buen artículo de divulgación en la web RTBF-Info. Explica, de forma sencilla, con diagramas, cómo el desdoblamiento de la corriente en chorro polar encierra un anticiclón (una zona de altas presiones) en una región geográfica, de modo que la masa de aire cálido permanece permanentemente bloqueada sobre ella.
La relación entre el desdoblamiento de la corriente en chorro y el movimiento hacia el norte del alto de las Azores es objeto de debate entre los científicos. Como dice el autor del artículo, para algunos, «es el subidón lo que provoca el desdoblamiento del chorro»; para otros, «es el desdoblamiento lo que favorece el ascenso del subidón». Una cosa es cierta: «el desdoblamiento es una realidad que aumenta la extensión de los periodos secos y cálidos en nuestras latitudes».
Otra certeza es que hay pocas dudas de que el calentamiento global es la causa subyacente del desdoblamiento de la corriente en chorro. La estabilidad de la corriente en chorro viene determinada por el diferencial de temperatura entre el polo y el ecuador. Como el calentamiento en el Ártico es mayor que la media mundial, el diferencial se debilita y la corriente en chorro se vuelve más irregular, más lenta y más caprichosa, lo que puede provocar su desdoblamiento.
Por tanto, las olas de calor y las sequías son claramente atribuibles al cambio climático, sobre el que el IPCC lleva advirtiendo desde hace treinta años. Según el último informe del IPCC (WG1) «es prácticamente seguro que la frecuencia e intensidad de las olas de calor ha aumentado desde 1950 (a nivel mundial) y seguirá aumentando en el futuro, incluso si el calentamiento global se estabiliza en 1,5ºC». El informe afirma que «es probable que la combinación de olas de calor y sequía haya aumentado» y que «esta tendencia continuará». Para Europa, el informe proyecta (con un alto nivel de probabilidad) un aumento de las inundaciones pluviales en el noreste del continente y un aumento de las sequías en la región mediterránea, con una reducción de las lluvias de verano en el sureste.
Por tanto, no hay sorpresas: la realidad observada se ajusta a las proyecciones científicas. Excepto, y esto no es un detalle, que los supere con creces. Por mucho tiempo.
En realidad, todo se mueve mucho más rápido de lo que indicaban los modelos matemáticos. Los climatólogos entrevistados por la prensa no ocultan su sorpresa ante unas temperaturas que han subido repentinamente 4° o 5°C por encima de las medias estacionales. Más bien se esperaba, si los gobiernos hubieran seguido sin hacer (casi) nada, que tales extremos se produjeran hacia 2030 o más allá.
Debemos tenerlo en cuenta cuando lleguemos al segundo punto: la posible evolución.
Lo que el futuro depara y puede deparar
Al igual que otra gente, a menudo he llamado la atención sobre una publicación científica bastante reciente que ha causado bastante revuelo. Firmada por destacados expertos en la materia, trata de las retroalimentaciones positivas del calentamiento (en otras palabras, los efectos del calentamiento que lo favorecen). Su originalidad radica en examinar cómo las retroalimentaciones positivas podrían alimentarse mutuamente en una especie de efecto bola de nieve, o reacción en cascada.
La siguiente cita es clara: «las retroalimentaciones en cascada podrían empujar el sistema de la Tierra hacia un umbral global que, si se cruza, podría impedir la estabilización del clima con aumentos de temperatura intermedios y provocar un calentamiento continuado hacia un planeta humeante, incluso si se reducen las emisiones humanas».
Según las y los autores del documento, el proceso podría comenzar con un nivel de calentamiento relativamente bajo, entre +1ºC y +3ºC.
Una de las retroalimentaciones más probables para desencadenar el proceso es la desestabilización de la capa de hielo de Groenlandia. La capa de hielo de Groenlandia es un punto frágil particular. Los especialistas estiman que el punto de inflexión para su desintegración se sitúa en algún punto entre +1° (+1,5°C según el IPCC) y +3°C de calentamiento medio. Por lo tanto, ya estaríamos en la zona de riesgo, o acercándonos rápidamente a ella (con políticas sin cambios, el +1,5°C se superará antes de 2040, según el IPCC).
Si se alcanzara este punto de inflexión, ¿cuáles serían las consecuencias? En primer lugar, la entrada de agua en el océano aceleraría la subida del nivel del mar. El proceso tardaría mucho tiempo en llegar a término -un nuevo punto de equilibrio-, pero sería irreversible. Por otro lado, esta afluencia podría provocar un colapso repentino y abrupto de la Circulación Oceánica Media del Atlántico (AMOC), que determina el clima de las regiones que bordean el Atlántico. Y los impactos serían inmediatos.
Esto es lo que dice el reciente informe del Grupo de Trabajo 1 del IPCC sobre el riesgo de colapso del AMOC: «El declive del AMOC no incluirá un colapso abrupto antes de 2100 (confianza media). Pero ese colapso podría (podría) ser causado por una afluencia inesperada (de masas de agua) de la capa de hielo de Groenlandia. Si se colapsara, lo más probable es que provocara cambios bruscos en los climas regionales y en el ciclo del agua: un desplazamiento hacia el sur del cinturón de lluvias tropicales, el debilitamiento de los monzones en África y Asia, el fortalecimiento de los monzones en el hemisferio sur y la desecación en Europa» [subrayado D.T.].
Evidentemente, todo está en ese pero que abre la posibilidad de cambios bruscos. Una cosa es segura: las consecuencias de estos cambios serían extremadamente graves para los ecosistemas y las poblaciones. Especialmente, por supuesto, para las masas pobres de Asia y África. Cientos de millones de personas se enfrentarían a situaciones dramáticas.
Como hemos leído, Europa no se libraría. La Península Ibérica está especialmente amenazada. La desertificación avanza allí desde hace años. Ha cruzado un umbral cualitativo irreversible a escala humana.
¿Cuál es la posible relación con la actual sequía y ola de calor, dado que Groenlandia no está rodeada por la corriente en chorro que las explica? La relación es que, por diversas razones, el calentamiento sobre el Ártico es dos veces mayor que la media mundial. Según el IPCC, es «prácticamente seguro que la capa de hielo de Groenlandia ha estado perdiendo masa desde 1990»: los especialistas estiman que se han derretido 4890 gigatoneladas (mil millones de toneladas) de hielo (+- 460) entre 1992 y 2020, lo que ha provocado una subida de 13,5 mm del nivel del mar.
El IPCC subraya (¡una vez más!) un punto importante: estas proyecciones se basan únicamente en estimaciones del deshielo: no incluyen los procesos dinámicos que acelerarían la pérdida de masa (el desprendimiento de enormes fracciones de la capa de hielo que se deslizan hacia el océano), porque su «cuantificación es muy incierta», escribe el IPCC.
A la vista de lo que está ocurriendo en otros lugares del planeta, no es descabellado temer que la evolución en Groenlandia también sea más rápida de lo que proyectan los modelos. Eso es un eufemismo. De hecho, hay una serie de indicios claros de que así es.
Por ejemplo, a finales de julio de 2022, la temperatura en Groenlandia estaba muy por encima de las normas estacionales. El hielo se derritió el doble que en otros años en la misma época. Se calcula que en tres días se convirtieron en agua 18.000 millones de toneladas de hielo. Los científicos han calculado que la cantidad de agua liberada cubriría el territorio de Virginia Occidental (62.259 km2) con una capa de agua de unos 30 centímetros. Esta aceleración del proceso de fusión no tiene precedentes.
No es necesario insistir en esto: el clima futuro es más amenazante que nunca. Las luces parpadean en rojo, y es probable que los más pobres y vulnerables se vean muy afectados.
¿Qué hacer? (nos suena de algo)
Pasemos a las políticas que deben aplicarse. La catástrofe está en marcha y el IPCC nos dice que seguirá avanzando «incluso si el calentamiento se limita a 1,5°C». Observa de paso que el desastre actual es producto de un calentamiento de «sólo» 1,2ºC en comparación con la era preindustrial. No es muy difícil imaginar lo que ocurrirá a continuación…
Dada la situación, huelga decir que no podemos limitarnos a exigir medidas radicales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero: estas medidas son obviamente indispensables, ¡más que nunca!, pero deben combinarse con una política inmediata y muy concreta de adaptación al calentamiento observado y previsible.
Ante una combinación cada vez más frecuente e intensa de sequía y olas de calor, ¿qué se puede hacer para proteger a las personas, las plantas y los animales? Se necesita una visión a corto, medio y largo plazo. Debemos aspirar a articular un plan público de adaptación que sea a la vez vinculante (para ser eficaz) y flexible (para ser adaptable a lo inesperado).
Este plan debe incluir componentes prioritarios en el ámbito de la gestión del agua, la prevención de los efectos del calor extremo sobre la salud (para las personas vulnerables y en las ciudades, que se enfrentan al fenómeno de las islas de calor), la agricultura/silvicultura, la ordenación del territorio, las infraestructuras y la energía.
El último informe del Segundo Grupo de Trabajo del IPCC puede aportar ideas sobre cómo diseñar el plan y luchar por él desde los movimientos sociales. Evidentemente, el informe no es anticapitalista, pero afirma que «las estrategias de desarrollo dominantes van en contra del desarrollo climático sostenible». Las razones citadas son: el aumento de las desigualdades de ingresos, la urbanización incontrolada, las migraciones y desplazamientos forzados, el aumento continuo de las emisiones de gases de efecto invernadero, los cambios continuos en el uso del suelo, la inversión de la tendencia a largo plazo hacia una mayor esperanza de vida, etc.
La denuncia de las políticas neoliberales está implícita, pero es bastante clara.
En el lado positivo, el informe del IPCC insiste, con razón, en que la adaptación al cambio climático debe ser holística, social, democrática, participativa, reducir las desigualdades, apoyarse en los grupos sociales más débiles, reforzar las posiciones sociales de las mujeres, los jóvenes y las minorías, etc. Pero su enfoque se centra en los responsables de la toma de decisiones a los que pretende convencer, no en los movimientos sociales y sus luchas. Pero es de estos movimientos sociales de quienes depende todo, no de los gobiernos.
Este no es el lugar para elaborar un catálogo de reivindicaciones; nos contentaremos con algunas indicaciones y reflexiones.
La gestión del agua es un punto clave. Como escribe el IPCC (WG2), «mantener el estatus del agua como bien público es fundamental para las cuestiones de equidad». Esta es la referencia central.
Entre otras cosas, implica cuestionar la monopolización de los recursos hídricos por parte de los grupos capitalistas que producen agua embotellada y diversas bebidas, la monopolización de los bosques por parte de los productores de pasta de papel, pellets u otras mercancías (¡véase los daños ecológicos y humanos causados por las plantaciones de eucaliptos en Portugal o de la agroindustria en las aguas subterráneas de Andalucía!, por ejemplo)
Pero situar el agua como bien público implica también una serie de exigencias concretas más inmediatas: dar marcha atrás en el sellado de las superficies, en el drenaje de las aguas pluviales, en la rectificación de los arroyos, en la destrucción de los humedales; promover técnicas agrícolas y forestales que restauren el suelo y su capacidad de absorción limitando la escorrentía; reorientar la agricultura de forma mucho más radical hacia la agroecología; no olvidar la inversión en la red de distribución (en Valonia, por ejemplo, el 20% del agua producida no se factura, por lo que las fugas de la red son muy importantes).
Una gestión racional, social y ecológica del agua requiere una política de precios diferente. La política liberal del «coste real» es socialmente injusta, ya que todos los consumidores pagan por la depuración de grandes cantidades de aguas residuales por parte de la industria. Además, la política neoliberal fomenta el despilfarro del recurso, ya que los ingresos financieros de la distribuidora dependen en parte de que las y los usuarios también paguen por la depuración -inútil- del agua de lluvia que se va por el desagüe…
Habría que implantar otro sistema: para los hogares, el consumo gratuito correspondiente a la satisfacción razonable de las necesidades reales (beber, lavar, limpiar la casa, lavar la vajilla y la ropa…), y luego una tarificación rápidamente progresiva más allá de este nivel.
La protección de las personas debe ser otra prioridad efectiva. Lo que no ocurre ahora. Dirigida por el climatólogo JP van Ypersele, la Plataforma Valona para el IPCC señala que la ola de calor de 2003 c ausó más de 1.200 muertes, mientras que la ola de calor de 2020 causó más de 1.400… Entre ambas fechas no se ha hecho nada… a pesar de las promesas…
Un plan público de adaptación al calor extremo debería organizar, al menos, el reverdecimiento sistemático de las zonas urbanas (árboles por todas partes, para dar sombra), así como el aislamiento térmico de todos los hospitales, escuelas y hogares para personas mayores o con menos capacidad.
Más en general, debemos reafirmar la necesidad urgente de aislar y renovar todas las viviendas. No sólo para reducir drásticamente las emisiones de la calefacción (¡y la refrigeración!), sino también para proteger la salud y el bienestar. Tanto en este ámbito como en otros, está claro que las políticas neoliberales de incentivos basadas en los mecanismos de mercado son ecológicamente ineficaces y socialmente injustas. De lo contrario, prevalecerán las soluciones individuales, como la compra de aparatos de aire acondicionado, lo que supondrá un aumento del consumo de energía y de las emisiones de CO2.
El IPCC subraya la importancia de una política holística, que considere tanto la adaptación al calentamiento como la mitigación de las emisiones. Normalmente, el sector de la energía está a caballo entre ambas áreas. Falta agua para enfriar los reactores nucleares. Teniendo en cuenta las proyecciones, esta realidad sólo puede empeorar en los próximos años, de modo que la política de adaptación se enfrentará a alternativas infernales: ¿debe utilizarse el agua principalmente para enfriar las centrales eléctricas (¡calentando los ríos!) para producir electricidad, para beber o para regar los cultivos? (¿y qué cultivos?) Razón de más (¡hay muchas otras!) para no apostar por la energía nuclear como solución de mitigación…
No volveré sobre las medidas que hay que tomar para reducir estructuralmente las emisiones de gases de efecto invernadero, pues ya he escrito sobre ello en numerosos artículos. En resumen: hay que socializar la energía y las finanzas, al igual que el agua, hay que salir del agronegocio y organizar el rápido fin de la movilidad basada en el coche privado. Este paquete de profundas transformaciones estructurales es la condición necesaria -pero no suficiente- para una rápida y efectiva descarbonización de la economía mundial.
Sin este remedio anticapitalista, será rigurosamente imposible respetar las limitaciones climáticas explicitadas por los científicos. En ese caso, el «planeta invernadero» de Johann Rockström y los demás autores mencionados anteriormente se convertirá con toda seguridad en una realidad irreversible. Esto significaría un cataclismo humano y ecológico de proporciones inimaginables. Inconcebible.
¿Política climática nocional o ecosocialismo?
Todo tiene su lado positivo: ahora todo el mundo es consciente de la extrema gravedad de la situación y del terrible peligro al que nos enfrentamos. Reproduzco aquí un extracto de un post publicado el 11 de agosto en las redes sociales, relativo a la sequía en Europa:
«Con las inundaciones (de 2021 en Bélgica y Alemania), el cambio climático nos ha dado un golpe en la cabeza, por así decirlo. Un golpe en la cabeza duele, puede matar a los que están en primera línea. Con la sequía, el calentamiento global está demostrando que puede agarrarnos por el cuello y apretarnos poco a poco, cada día un poco más, sin prisa, de modo que tendremos mucho tiempo para ver –los más lúcidos ya la ven– cómo avanza la muerte: la muerte de las plantas, la muerte de los ríos, la muerte de los animales, nuestra propia muerte. Porque, ¿cómo podemos sobrevivir cuando todo desaparezca?
Ante este reto, también, todo el mundo puede tomar conciencia de que las políticas gubernamentales son totalmente inadecuadas y, de hecho, criminales.
Estas políticas no permiten reducir rápidamente las emisiones (¡las emisiones siguen aumentando!) para llegar al «cero de carbono» en 2050. De hecho, está ocurriendo lo contrario: la recuperación post-pandémica y la guerra de Putin contra el pueblo ucraniano han desencadenado una descarada carrera de compra de combustibles fósiles (carbón en China, Rusia, Turquía; lignito en Alemania; gas de esquisto en EE UU; gas en la UE). El resultado es un frenesí de acaparamiento neocolonial, rivalidades de poder y gestión bárbara de la migración.
Las políticas climáticas de los gobiernos no sólo son ineficaces, sino que aumentan las desigualdades sociales y no protegen a la población de las catástrofes. Esta protección de las poblaciones es, en teoría, la tarea constitucional básica de cualquier gobierno, de cualquier Estado.
Este formidable embrollo es un factor potencial que agudiza espectacularmente la crisis de legitimidad de los poderosos de este mundo, sea cual sea el bando al que pertenezcan.
La inestabilidad así creada está destinada a tener repercusiones ideológicas. Hace poco tuvimos un ejemplo de ello en Bélgica, en la columna gratuita en forma de autocrítica que el Sr. Bruno Colmant publicó en La Libre.
En este texto, el ex jefe de gabinete del muy liberal Didier Reynders, el economista que concibió la estafa del interés ficticio, considera que «el capitalismo neoliberal ya no es compatible con el desafío climático».
El Sr. Colmant tiene razón: el mercado libre no nos sacará del atolladero. Hacer frente al desafío climático requiere un plan público, objetivos sociales y ecológicos distintos del beneficio, medios públicos y, por tanto, una redistribución radical de la riqueza, contraria a las reformas neoliberales.
Sin embargo, tras criticar el capitalismo neoliberal, el Sr. Colmant se encuentra en la incómoda posición de alguien que se detiene en medio del camino.
De hecho, el dogma neoliberal del libre mercado no es el único obstáculo en el camino hacia una gestión racional de la catástrofe climática: la obligación capitalista de crecer es otro, aún más fundamental, que el Sr. Colmant no está dispuesto a superar. Puede existir un capitalismo no liberal, keynesiano o neokeynesiano. Un capitalismo sin crecimiento es, como decía Schumpeter, una contradicción en los términos. Sin una disminución del consumo de energía final -y, por tanto, sin una disminución de la producción y el transporte- es imposible conseguir cero emisiones en 2050. Aunque barramos el carbono bajo la alfombra con compensaciones, captura-secuestro y otras reducciones de emisiones ficticias, es imposible.
Es una necesidad objetiva: debemos producir menos, trabajar menos, transportar menos, compartir la riqueza y cuidar cuidadosa y democráticamente de las personas y las cosas. En otras palabras, debemos romper la máquina productiva capitalista. ¿Productivista? habría que decir destructivista, ya que está claro que «el capital arruina las dos únicas fuentes de toda riqueza: la Tierra y el trabajador» (como dijo Marx tras su giro antiproductivista).
La guerra climática ha comenzado y es una guerra de clases. Con esto quiero decir que se requiere una perspectiva sobre las necesidades reales de los hombres y mujeres, es decir, una perspectiva libre de la alienación mercantil y de la carrera por el beneficio egoísta que hace que la gente vea la realidad de frente.
Fuera de una orientación ecosocialista, internacionalista y feminista, no habrá salvación. Organicémonos para decirlo y actuar en esta perspectiva, más allá de las fronteras, los campos y los bloques. En resumen, es hora de atreverse a ser revolucionario.
Texto original: https://www.gaucheanticapitaliste.org/secheresse-canicule-et-revolution/
Traducción: viento sur
https://vientosur.info/sequia-ola-de-calor-y-revolucion/
Fuente: https://rebelion.org/sequia-ola-de-calor-y-revolucion/