Qué Abya Yala – Diciembre 2022
De recuperación por sus comunidades y naciones de las simbiosis de culturas con la naturaleza cuyas creaciones implicaron siglos de trabajo humano comunitario y constructor de equilibrios ecológicos según latitudes geográficas.
Historia y presente/ Ofensiva del sistema mundo capitalista / Alternativas emancipatorias
Historia y presente
El término Abya Yala es en sí mismo un símbolo de identidad y respeto hacia las raíces de los pueblos originarios; y en ese sentido, el poema Abya Yala Wawgeykuna (Hermanos Americanos), originario del pueblo Quechua de Argentina, hace un llamado a la unidad de los pueblos a mantener presente su origen y a continuar su camino siguiendo las huellas de sus ancestros. Tal como su título indica, Abya Yala Wawgeykuna.
Artes, saberes y vivencias de indígenas americanos, el libro que sostienen en sus manos es un tributo a la filosofía de ese poema, pues intenta plasmar el pasado y el presente de distintos pueblos originarios: sus modos de vida, sus manifestaciones artístico-culturales, sus creencias… y al fin y al cabo, su identidad. Leer
Estamos sumidos en una inflexión histórica como país, como continente y como mundo. El sistema capitalista local e imperialista maximiza el acaparamiento de tierras y de todos los otros bienes comunes hasta el extremo de arrasar la Cordillera, los océanos, los bosques nativos y las selvas. Es hora de generalizar la percepción (conocimiento y posicionamiento) sobre que: La destrucción de la Amazonía nos acerca más al precipicio y a la hecatombe climática. Una humanidad saludable y con futuro necesita de los bosques y pueblos amazónicos vivos.
Comprobemos hacia qué estudios, debates y programas apunta la solidaridad con los pueblos amazónicos:
El IX Encuentro Internacional del Foro Social Panamazónico,
Mocoa – Colombia 2020 se realizará de manera virtual del 12 al 15 de noviembre
29 de octubre de 2020
Debido a la crisis mundial a causa del Covid-19,el IX Encuentro Internacional del Foro Social Panamazónico, Mocoa – Colombia 2020 se realizará de manera virtual del 12 al 15 de noviembre, recreando las acciones que se tenían destinadas para el encuentro presencial de Mocoa y manteniendo su carácter organizativo y sus propósitos políticos.
Conozca aquí la programación del IX Fospa
Tal como se tenía previsto para el encuentro presencial, haremos énfasis en la articulación organizativa para:
- Generar programas y acciones frente al desarrollo extractivista
- Fortalecer la organización interna desde los Comités Territoriales y las Iniciativas de Acción en Fospa (IdeAs).
Con estos fines , apostamos a dos grandes momentos de interacción entre los participantes y los integrantes del Fospa y las IdeAs, en las que compartiremos diferentes reflexiones y especialmente experiencia de trabajos y acciones concretas que se desarrollan actualmente en la Amazonía. La idea de estos espacios es encontrar las coincidencias e intereses comunes y debatir y generar estrategias de acción de largo aliento en defensa del territorio Amazónico.
El primer momento esta centrado en las Malokas, como hemos llamado a los bloques temáticos, estas serán espacios para armonizar y compartir la palabra, en las que de manera general y por grupos de trabajo se debatirá, a través de preguntas orientadoras, alrededor de tres ejes programáticos (uno por cada Maloka), que estructuran el Foro.
En el trabajo de las Malokas, según sus intereses, usted podrá participar como persona u organización, con sus ideas, opiniones, propuestas y debates, en cualquiera de los grupos establecidos en cada maloka, con el fin de fortalecer a largo plazo las acciones y movimientos en los territorios. En estos distintos trabajos en grupo de cada Maloka, se pueden proponer la activación de nuevas iniciativas de acción, donde más de 3 organizaciones y países se encuentren para adelantar una lucha común.
DESCARGA AQUÍ PLAN METODOLÓGICO
El día 12 de noviembre en la tarde, abordaremos la Maloka: Territorios y caminos de vida, donde las acciones de resistencia y las alternativas al modelo extractivista que se han generado en la Amazonia, se encontrarán para reconocerse y fortalecerse, con el fin de generar estrategias articuladas que se puedan desarrollar en el territorio y le hagan frente al falso desarrollo y al modelo impuesto por el capital.
En esta Maloka, tendremos 5 grupos de trabajo:
Transición energética, encaminado a reconocer los modelos más adecuados para la producción de energía en la selva, desde propuestas locales de consumo y autoproducción, que estén en armonía con las formas de vida de la Amazonía.
Soberanía, seguridad y agroecología alimentaria, encaminado a proteger las formas de producir y garantizar la alimentación en el territorio amazónico, sin que la selva sea destruida por políticas de apropiación de las tierras.
Justicia hídrica, defensa de cuencas, ríos, páramos, acueductos comunitarios, encaminado a proteger las fuentes de agua de la destrucción generada por las empresas extractivas e hidroeléctricas y defender las dinámicas propias y limpias de consumo del agua.
Crisis climática y gestión comunitaria de la selva, encaminado a los mecanismos para proteger la selva frente a las acciones que generan el cambio climático, teniendo la capacidad de la Amazonia de ser una entidad biótica con capacidad de actuar en la armonización y equilibrio del clima mundial.
Economías transformadoras, encaminado a reconocer y fortalecer los procesos de economía propia, que están acordes con las dinámicas de la selva y combaten las desigualdades e inequidades sociales.
El día 13 de noviembre en la jornada de la mañana, trabajaremos en la Maloka: Pueblos y Culturas en Identidad Amazónica donde las representaciones de diferentes pobladores de la Amazonía se encontrarán, para dar a conocer sus culturas y desarrollos sociales, con el fin de proteger y salvaguardar sus visiones y planes de vida.
En esta Maloka, tendremos 5 grupos de trabajo:
Identidades amazónicas, encaminado al reconocimiento y articulación programática de los pobladores indígenas, campesinos, negras y urbanas, así como de mujeres, hombres, diversidades de género, jóvenes, niños y niñas, que habitan la Amazonía; con la armonización de sus saberes y espiritualidades ancestrales.
Educación comunitaria e intercultural, encaminado a presentar las diversas formas en que se ha concebido y construido la educación propia, desde el ámbito comunitario, la integración de las culturas y la memoria histórica de la vida en la Amazonía.
Ciudades Amazónicas para el Buen Vivir, encaminado a presentar las gestiones y procesos desarrollados en territorio amazónico, que se han enfatizado en edificar la vida desde Suma Kausai o Suma Qamaña, que se traduce en el establecimiento de una sociedad desde el buen vivir.
Salud en la Panamazonía, encaminado a reconocer y valorar las formas históricas de generar bienestar, salud y vida en armonía, desde las medicinas naturales, ancestrales y tradicionales.
Este mismo día en la jornada de la tarde, trabajaremos la Maloka: Autonomía y Gobierno Comunitario, las dinámicas políticas y organizativas propias, generadas en el territorio amazónico, se encontrarán para intercambiar experiencias y formas de ver y hacer la política.
En esta Maloka, tendremos 4 grupos de trabajo:
Derechos de los pueblos y de la naturaleza, encaminado a valorar los avances en materia de política local y global, para el reconocimiento de los derechos que tienen tanto los pobladores de la Amazonía, como la madre naturaleza.
Construcción de poder local, encaminado a generar intercambio de las experiencias de distintas organizaciones sociales territoriales, frente a la autonomía, el autogobierno y la organización comunitaria.
Planes de vida y ordenamientos social y ambiental del territorio, encaminado a discutir las visiones, programas y metodologías, que se llevan a cabo para estructurar y proteger la vida, el ambiente y la sociedad amazónicas.
Garantías para la participación y el liderazgo social, encaminado a la generación de estrategias para la protección y defensa, tanto de quienes asumen las responsabilidades de líderes y protectores del territorio, como de las comunidades y organizaciones que los acompañan.
En el segundo gran momento del IX FOSPA virtual, el centro será las Iniciativas de Acción -IdeAs- , en las que diferentes acciones de articulación organizativa de y por la Amazonía, desde sus trabajos de investigación, incidencias políticas, documentos, movilizaciones, acciones en territorio, entre otras dinámicas, se encuentrarán para presentar y fortalecer con otros, sus apuestas programáticas, objetivos de acción, líneas de trabajo, dinámicas organizativas y propuestas generales.
Descargar PDF detalle Malokas e Iniciativas de acción
Es importante señalar que las iniciativas, son un proceso que surgió en la VIII versión del FOSPA que se realizó en Tarapoto, Péru; en la actualidad son 10 las IdeAs activas en el proceso Fospa y se han fortalecido en 14 preforos que se han realizado en el camino hacia el IX Encuentro, y especialmente, en el último periodo gracias a la campaña Fospa en movimiento y su ciclo de conversatorios virtuales que desarrollamos desde el mes de agosto y hasta el 4 de noviembre , donde cada iniciativa pudo compartir los avances y proyecciones en sus apuestas, e invitar a más personas a sumarse a estas iniciativas.
Durante el evento el día sábado 14, las IdeAs serán protagonistas teniendo así la posibilidad de compartir con quienes se inscriban a cada una de ella para compartir análisis, reflexiones y apuestas de acción. Recuerda que para facilitar la participación en la mañana se trabajaran en 5 iniciativas de manera simultánea y en la tarde las 5 restantes. (…)
Fuente:http://www.forosocialpanamazonico.com/conoce-aqui-como-puedes-participar-en-el-ix-fospa-virtual/
Apreciemos cómo desde largo tiempo se resiste, a lo largo y ancho del Abya Yala, contra el modo capitalista de producción que es compartido e implica política de enclaves con saqueo y envenenamiento de los bienes comunes.
Encuentro de Mujeres en la defensa
del agua, la vida y el territorio en Guatemala
3 de diciembre 2012
Por Patricia Ardón y Orfe Castillo
En Guatemala la política de enclaves y de extracción de bienes naturales impulsada dentro del modelo de desarrollo y por las empresas trasnacionales, está teniendo un impacto en la vida de las comunidades y pueblos, particularmente de los pueblos indígenas y de las mujeres.
“En la lucha por el territorio, por los recursos naturales, lo que está en juego es la existencia misma”
Miriam Pixtún, Movimiento de Mujeres Indígenas Tz ́ununija
Con el objetivo de propiciar el intercambio de experiencias y análisis de mujeres que protagonizan la defensa de los derechos a la tierra, el territorio y los bienes naturales en Guatemala, Sinergia No ́j, T ́zununijá, Asociadas por lo Justo (JASS), Uk ́Ux B ́e, UDEFEGUA (Unidad de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Guatemala), AMEF (Asociación para Estudios Feministas) y UNAMG (Unión Nacional de Mujeres Guatemaltecas), convocaron al Encuentro “Mujeres en la defensa del agua, la vida y el territorio” realizado los días 11 y 12 de septiembre de 2012. En el Encuentro participaron más de cuarenta mujeres de distintos territorios de Guatemala.
“Resistimos por las desventajas de los megaproyectos, el desarrollo que ofrecen las empresas lo que deja es más pobreza, enfermedades, muertes, todo tipo de problemas. Utilizan pesticidas, productos químicos fuertes. Contaminan el agua…casas rajadas, muertes de animales, ahora la milpa ya no crece, está seco. El agua escasea y está contaminada; ¿de qué desarrollo se está hablando?”, explicó una de las participantes.
El espacio, mencionó Carmen Lucía Pellecer, Co-Directora de Sinergia Noj, posibilitó el intercambio de mujeres indígenas para hablar de las experiencias de resistencia desde sus comunidades y de su vida cotidiana como mujeres indígenas.
Otra participante señaló, “Los megaproyectos representan un choque con nuestra visión del mundo, los bienes naturales son elementos interconectados en la vida, somos parte de ella. Lo que hacen las empresas capitalistas tiene secuelas en la convivencia, usan el empobrecimiento para manipular a las personas, afecta la salud, genera enfermedades, de la piel, de la vista; las hidroeléctricas bloquean el recorrido de los ríos, provocan sequías. Nos hemos opuesto al cableado de alta tensión, al saqueo de las tierras, toda la comunidad lo ha detenido pero a costa de mucha criminalización. Nos atacan por no ceder, nos amenazan con encarcelarnos, no respetan los procesos de consulta que son vinculantes. Para las mujeres implica una recarga del trabajo, persecución, una militarización que reaviva las secuelas de la guerra. Vemos a los soldados, nos genera terror porque sabemos lo que les pasó a nuestras madres, tías, es fuerte.”
Este encuentro también se aprovechó para devolver el Informe de la delegación de la Iniciativa de Mujeres Premio Nobel y JASS, encabezada por las laureadas Jody Williams y Rigoberta Menchú, que recorrió Guatemala, Honduras y México en enero de este año y en la que participaron la mayoría de las asistentes a este Encuentro. Ello permitió hacer patente la importancia de tener una visión regional de la situación y las luchas de las mujeres. Ello da fuerza a la palabra de las mujeres y a su acción política, tal y como lo reconocieron muchas de las participantes.
Miriam PIxtún del movimiento de mujeres indígenas Tz ́ununija ́, destacó como frutos del encuentro la construcción de un espacio propio que reconoció y fortaleció la lucha pacífica por la defensa del territorio y de los bienes naturales, visibilizando que existen alternativas, como las alianzas que amplifican la información de los efectos de los megaproyectos a través de las fronteras. Miriam resaltó también el que se hayan generado compromisos concretos de continuar el análisis sobre temas clave para esta lucha.
Las organizaciones convocantes coincidieron en la relevancia de fortalecer el acceso a información oportuna, especializada y fidedigna del impacto de los megaproyectos en las sociedades y en las mujeres y de ampliar las redes y alianzas, desde el nivel local hasta el internacional, con todos los agentes que puedan contribuir a prevenir la muerte y el saqueo de los pueblos.
Finalmente, en el encuentro se compartió el trabajo que realiza la Iniciativa Mesoamericana de Defensoras y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos de Guatemala, espacios desde los cuales se ha contribuido al reconocimiento de las luchas de las mujeres y a la seguridad de las defensoras.
Miriam Pixtún, recuerda que en Guatemala, las mujeres indígenas tienen una larga trayectoria por la recuperación del sentido fundamental de la democracia que es el poder del pueblo; están aportando a la construcción de un vida digna y requieren de que otras y otros se sumen a este esfuerzo desde distintos lugares. Los pueblos indígenas y las mujeres tienen derecho a la vida desde su propia cosmovisión, a ser reconocidos como sujetos de derecho, como sujeta políticas.
Orfe Castillo es Coordinadora del Area de Acción Urgente de Asociadas por lo Justo/Mesoamérica (JASS). Patricia Ardón es co-directora de Sinergía No’j y consultora de JASS. JASS es un socio del Programa de las Americas www.cipamericas.org/es
Fuente: https://www.biodiversidadla.org/Noticias/Encuentro_de_Mujeres_en_la_defensa_del_agua_la_vida_y_el_territorio_en_Guatemala
Ofensiva del sistema mundo capitalista
Advirtamos la confrontación del Capital Estado en Chile contra el pueblo nación Mapuche y la profundización de la lucha Mapuche:
De la lucha territorial a la lucha por la libertad.
La prisión política Mapuche como mecanismo contrainsurgente
8 de septiembre de 2020
Por Edgars Martínez Navarrete (Rebelión)
A la violencia del Estado chileno, la represión policial y el asedio de los terratenientes y las multinacionales, los presos políticos Mapuche utilizan la huelga de hambre sólida y líquida como herramienta de resistencia en sus propios cuerpos. Tratados como “terroristas” y señalados como el “enemigo interno” por los medios del poder económico, los huelguistas entregan su newen (fuerza) para buscar la libertad de su pueblo.
Yo soñé que soñaba:
que fuimos sometidos
y nos gobernaban tiranos.
Me pongo en huelga de hambre
para despertar la rabia,
despegar el vuelo
y aniquilar el sueño.
Juan Jerónimo Lemus, Cherán, México.
Al momento de escribir estas líneas, los presos políticos Mapuche en huelga de hambre viven horas cruciales 1/. Los comuneros en la cárcel de Lebu llevan 50 días sin comer y los de Angol suman 113 días, pero desde el 24 de agosto iniciaron el ayuno seco, quizá la medida de presión más extrema que un ser humano puede tomar encerrado en una prisión. Si bien los presos de Temuco no se han plegado aún a esta iniciativa, ellos ya llevan 42 días en huelga de hambre. Fue gracias a esta medida y a las distintas movilizaciones alrededor del mundo, que el machi Celestino Córdova pudo doblarle la mano a los poderosos y fijó ciertos acuerdos mínimos, a cambio de terminar su huelga.
No obstante, en todo este tiempo el gobierno de Chile ha dado escasas señales para destrabar el conflicto con el resto de los huelguistas, cuestión irrisoria porque el petitorio de estos, que básicamente busca reglamentar la prisión vinculada a causas indígenas bajo los criterios de la legislación internacional, se encuentra enmarcado en el Convenio 169 de la OIT adoptado por Chile hace más de una década.
Para comprender esta situación es necesario explicar las razones de fondo que motivaron el encarcelamiento político de algunos comuneros. La madrugada del 29 de enero, más de un centenar de efectivos policiales allanó violentamente cinco viviendas en el Valle de Elicura, territorio lavkenche del Wallmapu. Entre golpes, forcejeos y vulneraciones a sus familias, se llevaron en calidad de detenidos a Matías Leviqueo, Eliseo Raiman, Guillermo Camus, Esteban Huichacura, Carlos Huichacura y Manuel Huichacura. Aquella misma tarde, todos los imputados quedaron en prisión preventiva bajo la presunta participación en la muerte de un vecino de la zona.
En la audiencia de formalización se pudo constatar que las únicas pruebas en su contra eran declaraciones brindadas por testigos protegidos. Además de ser contradictorios entre sí, los supuestos testigos no lograron establecer un vínculo entre los imputados y el delito. Ignorando estos vacíos jurídicos, los peñi del Valle de Elikura fueron trasladados a la cárcel de Lebu, en la provincia de Arauco, donde se encuentran realizando actualmente su huelga de hambre.
El weichan, la construcción del enemigo interno y la contrainsurgencia
Durante la década del ‘90, la emergencia del movimiento mapuche, en general, y su línea autonomista, en particular, pusieron en crisis por primera vez el carácter monocultural que el Estado – Nación chileno reprodujo a lo largo de su historia moderna. El prolongado tiempo de la chilenización criolla, impuesta a sangre, fuego y ley, y cristalizada con la frase de Augusto Pinochet “ya no existen mapuches, porque todos somos chilenos” fue rotundamente cuestionada por un pueblo dispuesto a transformar su realidad. Las viciadas promesas culturales del gobierno no pudieron contener la autodeterminación mapuche en la vuelta de siglo.
Las recuperaciones territoriales tomaron fuerza, proliferaron las organizaciones políticas y el weichan, tradición histórica del antagonismo mapuche, se convirtió en la praxis de los sectores que comenzaron a desconfiar de la institucionalidad neoliberal. La zona lavkenche cobijó a las primeras manifestaciones de insubordinación colectiva de este periodo: parió a la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y, con esta, todo un legado de rebeldía que se ramificó hasta la actualidad. Los procesos de reivindicación territorial en el Valle de Elikura, por ejemplo, son producto de toda una generación lavkenche criada y formada en este ciclo de insurrección.
En este contexto, viendo amenazados sus intereses en pleno ascenso del “milagro chileno”, las clases dominantes reacomodaron sus estructuras de poder para hacer frente al resurgimiento de un nuevo “enemigo interno”. El Mapuche en lucha pasó a ocupar el lugar predilecto del terrorista racializado. La criminalización pareció ser la vía más efectiva para hacer frente a esta amenaza “innovadora”. Así, se inaugura lo que podríamos caracterizar como un nuevo ciclo de “Conflicto de Baja Intensidad”, es decir, un escenario de contrainsurgencia basado en mecanismos pasivos y coercitivos de sometimiento, cooptación, explotación y persecución a los enemigos del modelo.
Un conflicto de baja intensidad que encubre una arremetida contrainsurgente y neocolonial sobre el pueblo Mapuche en weichan y que se desarrolla en tres niveles interconectados. En primer lugar, a través de una amplia maquinaria creada por los sectores de poder para arrinconar la resistencia, posibilitando la acumulación por desposesión y la reproducción ampliada de capital. A nivel continental esto se plasma en la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA) y el Tratado Transpacífico (TPP-11), entre otras. Y a nivel nacional, en el Plan Araucanía, en los intentos de modificación de la Ley Indígena y en el proyecto de Modernización y Ampliación de la Planta Arauco (MAPA). Estas iniciativas económico-políticas tienen tres objetivos: la apertura definitiva del Wallmapu a las corporaciones transnacionales, el saqueo y la expoliación de los recursos naturales y el sometimiento de la protesta territorial. En definitiva: la subsunción real de la naturaleza, las tramas espirituales y las capacidades políticas de la resistencia mapuche ante el capital.
No obstante, si bien la lógica coercitiva de estos planes proviene de una matriz transnacional movilizada por los intereses del imperialismo contemporáneo, su capacidad operativa reside en el despliegue de una multiplicidad de pivotes nacionales encargados de afirmar la doctrina chilena de “seguridad nacional” contra este nuevo “enemigo interno”. En este segundo nivel se encuentran los numerosos planes de persecución y criminalización que ha impulsado el Estado durante las dos últimas décadas para debilitar al movimiento Mapuche autonomista y acusarlo de “terrorismo”. La “Operación Paciencia” (2002 – 2004) dirigida a desarticular a la CAM, la irrisoria “Operación Huracán” articulada mediáticamente para “descabezar” a Weichan Auka Mapu y nuevamente a la CAM y la Operación Andes (2017), parte de la anterior, con la cual se pretendía vincular a las organizaciones del weichan Mapuche con el tráfico de armas y con estructuras político-militares de diversos territorios. Estos son sólo algunos de los planes conocidos de este nivel de contrainsurgencia.
La construcción de la figura del terrorismo como estrategia de los terratenientes
Pero la “lucha contra el terrorismo” es también la finalidad obstinada de los terratenientes, empresarios forestales y gremios de agricultores de la ultraderecha regional que hoy habitan el Wallmapu. Los herederos del settler colonialism, colonialismo de colonos o de asentamiento, beneficiados por el despojo territorial, el desplazamiento y la subordinación racial del Mapuche, persisten en justificar su presencia histórica, sus propiedades y sus inversiones bajo la defensa de una presunta supremacía blanca nacionalista asociada a una especie de Estado de derecho. Para esto, además de construir la idea del “mapuche terrorista”, se han organizado en grupos de autodefensa paramilitar que amenazan con recrudecer la violencia engendrada por ellos mismos y sus antepasados.
Específicamente para el Lavkenmapu, y para el Valle de Elikura, este plano de la contrainsurgencia se evidencia en la sistematización de datos que sacó a la luz el medio de prensa Mapuche Aukin bajo el titular “El nuevo plan represivo para la franja lavkenche”. En este documento se sintetizan las medidas que el gobierno, en diálogo con los “principales” sectores productivos de la zona, destinarían al sur de la provincia de Arauco con el fin de mitigar los índices de “violencia rural”, categoría mediática a través de la cual se hace referencia a la resistencia lavkenche. La creación de nuevas subcomisarías, la llegada de 100 efectivos a la zona, la presencia permanente de retenes policiales, el arribo de 16 carros blindados todo terreno, un helicóptero y la donación de drones de última generación serían solo una parte del plan represivo con el que se perseguirá a los lov y comunidades que defienden el Lavkenmapu.
El nivel más específico de este conflicto de baja intensidad está relacionado con la prisión política Mapuche. No es un secreto que las cárceles de América Latina tienen color, como señala la antropóloga Rita Segato (2007). Pero no es tan solo eso: la judicialización de la protesta indígena también tiene color. Durante las últimas tres décadas, en Chile se ha sometido de forma sistemática a militantes, dirigentes y autoridades culturales del pueblo Mapuche a largos procesos judiciales que generalmente concluyen en absoluciones o sobreseimientos por falta de pruebas.
Sin embargo, estas causas, famosas por sus inconsistencias técnicas y sus vacíos legales, no tienen necesariamente la finalidad de condenar. Más bien, se busca neutralizar a los combatientes Mapuche, fatigar el movimiento de resistencia y forzarlo a disputar la agenda del gobierno.
Por lo anterior, podemos observar que la prisión política, si bien genera cohesión y ciertos niveles de aglutinamiento socio-comunitario inclusive entre sectores orgánicamente disímiles, presiona al movimiento de apoyo a concentrarse en objetivos inmediatos, descuidando generalmente los fines estratégicos. En este contexto, la liberación de los presos o el mejoramiento de sus condiciones carcelarias pasan a ser, con toda razón, prioridades indiscutibles. Quienes reditúan políticamente de tal situación son las clases dominantes al “mantener” los niveles de insubordinación Mapuche atomizados a un objetivo, aparentemente efímero, pero que requiere del despliegue de un amplio repertorio de alianzas, negociaciones y prácticas contestatarias. A su vez, las acciones en apoyo a los presos políticos y, particularmente, en torno a las huelgas de hambre son procesos emocional y materialmente desgastantes para un movimiento que no se caracteriza por tener extensas redes de solidaridad más allá del Wallmapu o recursos en abundancia.
No obstante, existen momentos de ruptura en los que el movimiento Mapuche marca el ritmo de la agenda y obliga al gobierno a negociar, tal como ha ocurrido durante las últimas semanas donde se han incrementado las acciones de sabotaje, las ocupaciones de espacios públicos y otras medidas de presión que han doblegado la indiferencia gubernamental.
La crueldad como dispositivo biopolítico contrainsurgente
La cárcel y las huelgas de hambre constituyen mecanismos disciplinarios sobre el sujeto y su cuerpo, que se extienden como un dispositivo de dolor a las familias y círculos cercanos que acompañan este proceso. A los ayunos líquido y seco que dejan secuelas crónicas en el organismo de quien la realiza, se suma el sufrimiento producido por las detenciones, los allanamientos y los largos procesos judiciales que derivan en la prisión.
En las últimas tres décadas, cientos de mujeres, hombres, ancianos, ancianas, niños y niñas han sufrido la violencia de estos mecanismos biopolíticos contrainsurgentes, que dejan huellas imborrables en sus vidas. A sus cortas edades, muchos pichikeche (niños y niñas) han pasado sus infancias en territorios militarizados, entre el hostigamiento policial y los lúgubres pasillos de los Tribunales de Justicia. En esta misma lógica, y sin desconocer la ayuda comunitaria que suele activarse, es importante mencionar que son generalmente las mujeres quienes cargan gran parte del esfuerzo en estos contextos, ya que además de cumplir jornada completa en los campamentos levantados rudimentariamente fuera de las cárceles, deben hacerse cargo del trabajo cotidiano en sus hogares y de las múltiples labores en sus respectivos lov y territorios.
A pesar de todo esto, la acción coercitiva de la estructura de poder conformada por las elites chilenas y transnacionales no logran doblegar la voluntad colectiva de los huelguistas. Los presos políticos Mapuche no están luchando por una demanda individual: la huelga de hambre con la que arriesgan sus vidas, busca reglamentar un marco jurídico mínimo para que la prisión política indígena en Chile deje de ser invisibilizada.
Desde sus celdas, los presos políticos Mapuche enfrentan todas las acciones represivas y niveles de la contrainsurgencia. A la violencia de los consorcios económicos, estructuras políticas, poderes judiciales y aparatos represivos, la combaten con afafanes (gritos de aliento), ceremonias y pequeñas muestras de solidaridad. Es una contienda desigual, sin lugar a dudas, pero dentro de todo lo desgarrador de este proceso, los presos políticos Mapuche encarnan la mayor expresión de dignidad humana posible: entregan su vitalidad y su newen (fuerza) para buscar la libertad de su pueblo.
1/ Texto en honor a la digna resistencia de los presos políticos Mapuche en huelga de hambre de la cárcel de Lebu: Matías Leviqueo, Eliseo Raiman, Tomás Antihuen, Guillermo Camus, Esteban Huichacura, Carlos Huichacura, Manuel Huichacura, Cesar Millanao, Orlando Saez, Damian Saez, Robison Parra, Oscar Pilquiman. A la vez, lo dedico con cariño a Kelüray y Külapañgi, semillas de rebeldía en el Lavkenmapu.
Edgars Martínez Navarrete es militante de la causa Mapuche autonomista, integrante de AUKIN y candidato a doctor en Antropología por el CIESAS-CDMX
Fuente: https://rebelion.org/la-prision-politica-mapuche-como-mecanismo-contrainsurgente/
“Estamos viviendo un proceso de profundización e intensificación de la represión y militarización en el Wallmapu, proceso que busca desesperadamente frenar la justa lucha de nuestro pueblo por la reivindicación de nuestros derechos políticos, territoriales y culturales” expresa el siguiente comunicado:
Nación Mapuche. Hogares Estudiantiles Mapuche: denuncian
profundización e intensificación de la represión y militarización en Wallmapu
Resumen Latinoamericano, 21 de diciembre de 2022
Comunicado Público de los Hogares Estudiantiles Mapuche.
Ante los últimos hechos acontecidos y la huelga de hambre en curso, los hogares mapuche declaramos lo siguiente:
1- Estamos viviendo un proceso de profundización e intensificación de la represión y militarización en el Wallmapu, proceso que busca desesperadamente frenar la justa lucha de nuestro pueblo por la reivindicación de nuestros derechos políticos, territoriales y culturales.
La represión y militarización contra nuestro pueblo no es más que una muestra del fracaso del Estado, mismo Estado que usurpó nuestro territorio y lo repartió entre colonos y empresas forestales.
2- El fracaso del Estado en el intento de controlar nuestra lucha y justas demandas, ha llevado al gobierno de turno a replicar las mismas medidas que históricamente han hecho los conglomerados de izquierda y derecha -ex concertación, Nueva mayoría, Chile Vamos y etc-, transformados ahora en el nombre, pero no en el fondo, donde la regla es la represión y la prisión política en contra de nuestra gente, en vez de abordar la problemática de manera seria y con altura de miras.
A pesar de sus esfuerzos represivos y comunicacionales, el Estado no puede negar un hecho innegable, la llamada «Macrozona sur» es territorio mapuche y su nombre es Wallmapu, siendo la lucha mapuche un proceso inevitable y natural ante la ocupación militar que vivimos por parte del Estado chileno.
3- Respaldamos a nuestras comunidades en resistencia, a los weychafe que luchan por la defensa de nuestros territorios y a los presos políticos mapuche que actualmente están en huelga de hambre, mismos sobre los que el Estado ha desplegado inmensos operativos represivos que han conllevado su detención arbitraria y prisión política.
De igual manera, manifestamos nuestro repudio a los montajes judiciales y comunicacionales que han vivido nuestros weychafe, situación donde se les condena incluso antes del juicio y sin tener medidas probatorias sólidas para demostrar la culpabilidad.
Repudiamos también el arbitrario traslado de los presos políticos mapuche recientemente detenidos en la novena región hacia el penal de Valdivia, situación que pretende darles un doble castigo al tenerlos alejados de sus familiares y redes de apoyo.
Nos plegamos a las demandas de nuestros presos y exigimos su traslado al módulo comuneros de la cárcel de Temuco. De igual manera, pedimos se respeten los derechos carcelarios a los que todo preso puede optar cumpliendo los requisitos, beneficios que en el caso de nuestra gente solo han sido negados por su condición de mapuche, siendo evidente el sesgo racista de gendarmería y el poder judicial.
4- El Estado pretende, mediante fiscalía, imponer condenas enormes contra nuestra gente y dirigentes, condenas que no buscan más que enviar un mensaje de respaldo y tranquilidad hacia los grupos económicos que tienen intereses en Wallmapu, pero también es un mensaje de amedrentamiento y disciplinamiento en contra de nuestro pueblo; si se atreven a levantar sus legítimas demandas, prepárense para las consecuencias.
No aceptamos ni nunca aceptaremos esta posición que ha tomado el Estado, nuestra lealtad siempre será para con nuestra gente y nuestro territorio, no tememos al amedrentamiento del Estado porque nuestras demandas son justas y tenemos la verdad histórica de nuestro lado.
5- Hacemos un llamado a los jóvenes mapuche estudiantes y al resto de sociedad mapuche a estar atentos a la situación de nuestros weychafe y comunidades en resistencia, a seguir apoyando los procesos de lucha y defensa de nuestro territorio y a no claudicar en la defensa de nuestro Wallmapu y la reconstrucción de nuestra nación.
¡Avanzando hacia la reconstrucción nacional mapuche! ¡Juicio justo para nuestros presos políticos recluidos en las cárceles del Estado! ¡Traslado inmediato PPM recluidos en Valdivia a módulo comuneros de Temuco! ¡Fuera militares y policía militarizada de nuestro territorio!
Firman el presente comunicado:
– Hogar Txawün Lob, Los Angeles.
– Hogar Weliwen, Valdivia.
– Hogar Lawen Mapu, Padre Las Casas.
– Hogar Mapuche Pelontuwe, Temuco.
– Hogar Mapuche Purram Perú Zungu, Temuco.
Fuente: https://www.resumenlatinoamericano.org/2022/12/21/nacion-mapuche-hogares-estudiantiles-mapuche-denuncian-profundizacion-e-intensificacion-de-la-represion-y-militarizacion-en-wallmapu/
Recordemos que Colombia desde casi un siglo está en guerra contra comunidades campesinas e indígenas y el vigente Plan de Colombia desde 1999 agravó e intensificó aún más la actualidad de la expansión extractivista en el Abya Yala mediante militarización de las zonas de sacrificio. Cuestionemos cómo se puede enfrentar esta realidad con el gatopardismo siguiente:
La construcción política de la Paz en Colombia
se une a la geopolítica de Papa Francisco
17 de diciembre de 2022
Por Cristiano Morsolin| Rebelión
“Desde el Gobierno del Presidente Petro aplaudimos el lanzamiento del Manifiesto por el Desarme, para transformar las condiciones de violencias y de injusticias, para reconstruir la integración latinoamericana para la vida digna de todas/os”: Ministro de Defensa, Dr. Iván Velásquez
En el día internacional de los derechos humanos, la construcción política de la Paz en Colombia se une a la geopolítica de Papa Francisco
“Lamentamos con profunda decepción como se destinan inmensas cantidades de dinero a la guerra en vez de invertir en combatir con inteligencia y a fondo las causas de los conflictos”; fueron las palabras de Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano CELAM durante el Seminario Internacional sobre el desarme en América Latina y el Caribe efectuado el pasado 26 de julio de 2022 en la sede de Bogotá de la Universidad Santo Tomas USTA.
En la misma ocasión, Mons. Juan Carlos Barreto, ahora obispo de Soacha (anteriormente fue por 9 años obispo de Quibdó), actual presidente de la Comisión Episcopal de pastoral social, comentó que “el gobierno nacional del presidente Duque (2018-2022) se ha negado al dialogo, tuvo una posición rígida frente al conflicto. Hablé media hora con el Ministro del Interior Daniel Palacios en Quibdó. No se disculpó nunca frente a los obispos; decía que había malentendido en los datos que la Iglesia católica, en comparación con datos de Defensoría del Pueblo y Unidad de Victimas y la situación grave de violencia estructural que sufrimos.
Yo le dije que NO somos enemigos sistemáticos del gobierno, somos críticos.
El ministro Daniel Palacios me dijo que nos convocaba en Bogotá para hablar más en detalle. Nunca tuvimos otra reunión, nunca se concretó ningún dialogo. Nos dicen que somos de izquierda y que estamos ideologizados, cuando ponemos en práctica la Doctrina Social de la Iglesia” (1).
El Presidente de la Comisión del Esclarecimiento de la Verdad CEV, p. Francisco de Roux dijo el pasado 13 de julio de 2022 que «los obispos colombianos no pidieron perdón por las responsabilidades de la Iglesia católica» (2).
¿Por cuales razones, el cardenal Michael Czerny, estrecho colaborador del Papa Francisco, interviene nuevamente frente al silencio de los obispos colombianos sobre las recomendaciones CEV a la Iglesia Católica?
Durante el simposio ecuménico realizado el pasado 29 de noviembre de 2022 por la Comunidad Sant’Egidio de Bogotá, el profesor de teología de la Pontificia Universidad Javeriana, Edgar Antonio López, ha subrayado que “debemos ampliar el horizonte de la paz con justicia social (en un país como Colombia, entre los más inequitativo del planeta) como condición sostenible, con el papel central de la sociedad civil, ahora con la novedad del nuevo Comisionado de Paz, Danilo Rueda (estrecho colaborador del jesuita P. Javier Giraldo y animador de la teología de la liberación) que ha escogido cuatros mujeres para las negociaciones con el Ejercito de Liberación Nacional ELN, entre las cuales Adelaida Jiménez, pastora presbiteriana miembro del Consejo Mundial de Iglesias, que es una decisión que rompe la hegemonía de la Iglesia Católica y supera la mediación de Mons. Héctor Fabio Henao Gaviria”.
Fue emblemática la silla vacía y la ausencia de Franklin Castañeda (nuevo director de Derechos Humanos del Ministerio de Interior), frente a decenas de jóvenes líderes sociales convocados desde la Pastoral Social en el Centro de Memoria de la Alcaldía de Bogotá, en conmemoración del Día Internacional de los Derechos Humanos, al conversatorio sobre la situación de derechos humanos en Colombia y desafíos por el 2023.
¿Por cuales razones, en el día simbólico de los derechos humanos, la construcción política de la Paz en Colombia se ha unido a la geopolítica de Papa Francisco?
Histórica intervención del Ministro de Defensa, Dr. Iván Velásquez
El dialogo entre el Ministro de Defensa, Dr. Velásquez y el Cardenal Cznery, representa nuevas esperanzas para la construcción política de la paz en Colombia y a nivel latinoamericano.
El Ministro de Defensa, Dr. Iván Velásquez, en su intervención ha destacado que “hace poco se aprobó en Colombia la Ley de Paz Total, que instrumentos especiales al Gobierno en el proceso de conversaciones y/o negociaciones con generadores de toda clase de violencias para neutralizarlos y lograr la desarticulación de varias organizaciones del narcotráfico, de las oficinas de sicarios y de extorsión.
Los lemas fundamentales que el Gobierno de Colombia viene impulsando son el desarme y la concreción de la paz total, un proyecto en virtud del cual se pretende que tantas violencias cruzadas que afectan a la población puedan mitigarse.
El propósito del Gobierno es promover el desarme en organizaciones armadas y el desarme individual, por lo que ha establecido un programa que está a la espera de ser reglamentado, para entregar armas ilegales y amparadas. Empezamos ayer con el acuerdo entre dos bandas en el Puerto de Buenaventura: desde 90 días no hay ningún asesinato de jóvenes negros, tradicionalmente excluidos, también gracias al compromiso del Obispo Jaramillo.
La apuesta del Gobierno Nacional es luchar por la justicia social atacando la violencia, promoviendo oportunidades y seguridad humana como Colombia, potencia mundial de la Vida.
Desde el Gobierno de Colombia estamos a disposición de ustedes de la Alianza Internacional por el desarme y la justicia social, tenemos un objetivo, unos sueños y unas convicciones en común, es necesario que podamos construir espacios de vida digna para todos y todas, de reconstrucción de la integración latinoamericana desde la lucha por el desarme y la defensa de los derechos humanos”, ha concluido el Ministro Velázquez (que en 2021 fue miembro del jurado del Tribunal Permanente de los pueblos).
Cardenal Czerny y la geopolítica de Papa Francisco
El cardenal Michael Czerny, es famoso en Italia por defender los derechos de los migrantes y por eso criticó el Ministro italiano Matteo Salvini, por el proyecto político racista de la xenófoba Lega Nord.
“La guerra destruye todo lo que toca, a los combatientes, los civiles, al ser humano y a la naturaleza, un círculo vicioso de violencia y muerte, que solo puede resolverse con diálogo y negociación”. Este fue el pensamiento central de la intervención del, en la Conferencia de lanzamiento de la «Alianza por el Desarme y la Justicia Social», realizada en Bogotá, el pasado viernes 09 de diciembre de 2022.
En un videomensaje (3) proyectado en la apertura del evento, en la ciudad colombiana de Medellín, el cardenal Czerny hace referencia a los largos años de conflicto que ha vivido la nación suramericana y las numerosas víctimas provocadas allí y en tantos otros “conflictos olvidados” en el mundo.
“La guerra es un mal inmenso. Todo lo que toca, lo destruye. No solamente daña a los combatientes de todos los lados, sino que, con mucha mayor gravedad, daña a la población civil, destruye al ser humano y a la naturaleza que lo rodea. Se basa en la mentira y desencadena círculos viciosos de más violencia y más muerte”, afirmó.
Una guerra que para el purpurado vaticano comienza siempre por “razones que pueden resolverse de antemano mediante el diálogo y la negociación, sin armas y con la ayuda de otros”. Ejemplo de ello, la actual guerra en Ucrania y en otros lugares, porque “si dejas de negociar y vas a la guerra – asegura Czerny-, nunca sabes cómo terminará el conflicto”.
El prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral recuerdó que con el fin de “evitar todo este círculo vicioso del mal”, la Iglesia siempre ha propuesto un desarme real, compartido e integral, gestionado a través de un proceso multilateral internacional.
“Cualquier solución que busquemos para poner fin a la carrera armamentista que ha envuelto al mundo en los últimos años, requiere la conciencia y el compromiso de un diálogo real, franco y abierto, que no sólo es deseable, sino absolutamente necesario”, subrayó Czerny.
Tras insistir en la capacidad humana de abrirse y reconocerse como portadores de la misma dignidad, el purpurado recuerda las palabras del Papa Francisco en el documento sobre la Fraternidad Humana y en numerosas ocasiones en las que aboga por procesos de encuentro que construyan: “¡Armemos a nuestros hijos con las armas del diálogo! ¡Enseñémosles la buena batalla del encuentro!» (FT 217)”.
“La invitación entonces es a las Conferencias episcopales, asociaciones laicas y religiosas, y cada cristiano a ser protagonista de este diálogo en primera persona, en su propia realidad, para construir puentes y una convivencia basada en el mutuo reconocimiento como hermanos e hijos del mismo Dios”.
“Sólo a través de la verdadera cercanía a los que más sufren, reconociendo en ellos el rostro sufriente de Cristo, se puede entender el verdadero valor de la paz”, refirió Czerny.
En particular, el cardenal Czerny señaló que el Santo Padre plantea que mirar y estar al lado de las víctimas de todos los lados es el camino para terminar la guerra y llenarnos de la fuerza del Espíritu para la reconciliación. Incluso, recuerda lo que el Papa dijo a los obispos en la misa realizada en Medellín durante su Viaje Apostólico a Colombia en septiembre de 2017: “Si quieren la reconciliación y el final de la guerra vayan a acompañar a las víctimas. Pongan sus manos sobre el cuerpo ensangrentado de su pueblo”.
Al concluir su video-mensaje, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, agradeció la iniciativa de la «Alianza por el Desarme y la Justicia Social» y puso a disposición la colaboración del dicasterio “para su trabajo futuro, tan importante y necesario”.
“Este es en realidad un apreciable intento de dar vida a un proceso verdaderamente sinodal, pidiendo los aportes de toda la Iglesia de América Latina y difundir los principios, acciones y propuestas de la Iglesia relativas al desarme y la paz”, concluyó el Cardenal Czerny.
Martha Inés Romero, nueva secretaria mundial de Pax Christi International de Bruselas, ha evidenciado que “somos llamados a tomar una posición clara frente a la no violencia activa y creativa, hemos ido normalizando una violencia que ya es sistémica. No puede haber una guerra justa, necesitamos un nuevo marco de referencia que sea consistente con la no violencia”.
Marina Gallego ha agregado que “la Ruta Pacífica de Mujeres desde sus inicios ha trabajado por la desmilitarización de los territorios y la vida civil, considerando un asunto crucial para la construcción de la paz.
La desmilitarización es una apuesta ética y una garantía para la no repetición, se deben construir propuestas específicas desde las voces de las mujeres para las Reformas de las Fuerzas Armadas, garantizando un enfoque interseccional”.
Entrevista exclusiva a Nelson Villarreal Durán, ex Secretario de Derechos Humanos de Presidencia de Uruguay
Entrevista exclusiva a Nelson Villarreal Durán, ex Secretario de Derechos Humanos de Presidencia Uruguay (2016-2020) e integrante de la Red Latinoamericana de Renta Básica Universal, docente e investigador universitario, integrante de OBSUR Centro de Promoción e Investigación Socio-Pastoral.
Dr. Villareal Duran, ¿puede hacer una síntesis del Manifiesto por el Desarme y la Justicia Social que están lanzando?
Teniendo en cuenta que “la paz es obra de la justicia”. La nueva cultura de la convivencia, la fraternidad y el bienestar integral debe apoyarse en la paz, el desarme y la justicia social. El clamor por la paz, por el desarme y por la justicia social, el pacifismo, la no violencia, el antimilitarismo, la objeción de conciencia … muestran el surgimiento de un movimiento social, de un signo de los tiempos. Ello se expresa tanto en el desarme material como de conciencias. En las luchas por la equidad de género son un signo de los tiempos que apunta al fin del sistema patriarcal. El cuidado de la Casa Común como valor crucial de una nueva cultura. La fuerza histórica de la palabra que nos humaniza. Hoy comprendemos que no es por la vía de la fuerza sino por la palabra por la que nos hacemos más humanos. La palabra, el diálogo, la negociación política, los acuerdos internacionales o multilaterales, esto son los procedimientos relacionales de la nueva cultura; ellos fortalecen la democracia en todos sus niveles y garantizan la paz.
Dr. Nelson Villareal, ¿cómo interpreta esta Alianza progresista en Latinoamérica y alianza con Celam y Cardenal Czerny y la geopolítica del papa Francisco y las expectativas por la intervención del cardenal Czerny, exponente estratégico del Vaticano?
Para que América Latina y el Caribe logre un futuro de bienestar integral es necesario aunar esfuerzos, entre otras medidas, en favor de trastocar las inversiones en armamento, enfrentar el narcotráfico con legalización, regulación y freno de la demanda externa, cuestionar el machismo, la depredación de la naturaleza, construir procesos de convivencia basados en la justicia social contra la desigualdad, a favor de la equidad y el respeto a la dignidad humana en todos los niveles.
En este segundo ciclo progresista emergen sinergias que buscan aportar a la convivencia regional trastocando las bases subjetivas y materiales de la desigualdad y la violencia estructural que desgarra a las sociedades, particularmente a jóvenes, mujeres y colectivos y poblaciones vulnerabilizadas, excluidas y marginalizadas a lo largo de todo el continente. Asimismo, transversaliza el conflicto de visiones ideológicas entre el progresismo y la consolidación de extremas derechas en las Américas (ejemplos más claros son Brasil y EEUU, Centro América y varios países más) .
En el marco del día internacional de los Derechos Humanos, hemos lanzado a toda la región el Manifiesto por el Desarme y la Justicia Social que haremos el 9 de diciembre desde un espacio ecuménico y social con apoyo del gobierno de Petro y el Papa Francisco (representados en este caso por el Ministro de Defensa de Colombia Iván Velázquez y por el Cardenal Czerny del Dicasterio de Desarrollo Humano Integral, con la participación de Brasil, México y Uruguay que somos co-coordinadores de la actividad).
Por otro lado, el magisterio del Papa Francisco que convoca al Cuidado de la Casa Común desde una perspectiva de la Ecología Social que ve como dos caras de la misa realidad lo social y ambiental, a la vez la propuesta de una visión de fraternidad evangélica, que pasa a ser profundamente revolucionaria en el contexto decadente y reactivo del mundo actual.
La centralidad como plantea el Papa Francisco de “no sostener” más la “doctrina de la guerra justa” y su profética propuesta: “Y con el dinero que se usa en armas y otros gastos militares, constituyamos un Fondo mundial, para acabar de una vez con el hambre y para el desarrollo de los países más pobres”. Trastoca las bases del sistema depredador actual generando una geopolítica de la esperanza liberadora. En tal sentido la historia no puede ser vivida y pensada linealmente, tampoco como un eterno retorno, es un espiral ascendente en el que los dilemas que se producen en los recodos donde se dirime la esperanza a pesar de las dificultades.
La visión global y humanista del Papa Francisco, inspirada en el mensaje disruptivo de las Bienventuranzas del Evangelio y en lo más potente de la catolicidad, es decir de la universalidad inclusiva que reclama de fraternidad, justicia y tolerancia, genera un planteo de poliedro de dimensiones que apuntan a la integralidad para superar violencia, fragmentación, desigualdades y depredación de la Casa Común.
El nuevo rol que adquiere el CELAM y en este proceso el rol que ha tenido el Cardenal Czerny desde el Sínodo Amazónico y ahora desde el Dicasterio de Desarrollo Humano Integral aporta en los pasos para concretar un cambio tan necesario” concluyó el Dr. Nelson Villareal.
Aporte IPAZDE
En ocasión del Lanzamiento del Manifiesto por el Desarme y la Justicia Social, el Instituto de la paz y del Desarrollo IPAZDE, de la Universidad Santo Tomas de Bogotá, ha difundido un documento donde destaca que “este contexto de violencia estructural que ha señalado la Comisionada CEV, Lucia González (4), se ha reflejado en las afirmaciones del Ministro de Defensa, Dr. Diego Molano del Gobierno del Presidente Iván Duque (2018-2022) que el día 11 de marzo de 2022 dijo: “los grupos armados ilegales reclutan e instrumentalizan niños. Y, al convertirlos en combatientes, el Estado ya no tiene responsabilidad de restituirles sus derechos ni de responder por sus vidas”.
Estas declaraciones son repudiables, revictimizan a los menores reclutados forzosamente y violan los Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes.
(…) IPAZDE está profundizando el comercio internacional de armas entre Europa (sobretodo Leonardo-Italia y Sig Sauer-Alemania) y Colombia, la construcción de paz después del informe final de la Comisión de Esclarecimiento de la Verdad CEV (objeto de un trabajo académico importante de IPAZDE que ha involucrado la participación del presidente CEV, p. Francisco de Roux y de la comisionada Lucia González), la persecución a líderes sociales colombianos y europeos (Morsolin C. La bomba que hizo caer el Ministro. Europa empezó el boycott frente a la barbarie de Colombia. Ed. Antropos, 2021).
Este boicot europeo y denuncia de tráfico ilegal de armas entre Europa y Colombia tiene el respaldo del Gobierno de Alemania y de Terre des Hommes TDH Alemania y representa un proceso de presión internacional solicitado en ocasión de la 48 versión del Tribunal Permanente de los Pueblos, promovido por la Fundación Lelio Basso de Roma, sobre el “genocidio político en Colombia”.
En un contexto en donde las armas se convierten en un recurso para tratar las diferencias a nivel global y local, queremos compartir este “Expediente: Armas Sig Sauer en Colombia” realizado por Terre des Hommes Alemania a partir de investigaciones hechas por el periodista Julián F. Martínez durante los años 2017 a 2021.
Este trabajo invita a la reflexión sobre los efectos que ocasiona esta industria en la vida de millares de habitantes y, en especial de la niñez. El caso, “Los efectos del tráfico y comercialización de armas de fuego en los derechos de las niñas y niños colombianos (5)” hará parte de la presentación del informe Alterno que la sociedad civil colombiana expondrá ante el Comité del Niño (en 2023) en el marco del estudio periódico de país.
De esta forma IPAZDE subraya el protagonismo infantil de organizaciones sociales como la Comunidad de Paz de San José de Apartado que el día 04 de diciembre de 2022 ha encontrado al Ministro de Defensa, Dr. Iván Velásquez y el Comisionado de Paz, Dr. Danilo Rueda, donde se ha declarado textualmente (ver foto):
“Los niños y las niñas NO queremos armas en la región, somos semillas de paz”, como confirma el Ministro de Defensa Dr. Iván Velásquez Gómez, en twitter @Ivan_Velasquez_ .
“Hoy 04 de diciembre de 2022, en visita a la comunidad de paz de San José de Apartadó, recibí estos mensajes de los niños y escuché a hombres y mujeres que hablaron de dolores pasados, de frustraciones, de realizaciones y de esperanzas”, subrayó IPAZDE, bajo la coordinación del Director Andrés Inampues.
NOTAS
- Entrevista a Mons. Juan Carlos Barreto: «Nos dicen que somos de izquierda y que estamos ideologizados, cuando ponemos en práctica la doctrina social de la Iglesia». https://www.religiondigital.org/america/Mons-Juan-Carlos-Barreto-Iglesia-Colombia-Paz-Roux_0_2472952696.html
- https://www.religiondigital.org/america/Francisco-Roux-colombianos-responsabilidades-Iglesia-Colombia-CEV-paz_0_2468453133.html
- https://www.vaticannews.va/es/vaticano/news/2022-12/cardenal-czerny-videomensaje-colombia-alianza-desarme-justicia.html
- Francisco de Roux: «Estoy de acuerdo con la comisionada Lucía González, Colombia está al borde de ser inviable» – https://www.religiondigital.org/america/Francisco-Roux-Lucia-Gonzalez-Colombia_0_2460653919.html
- http://tdh-latinoamerica.de/wp-content/uploads/2022/10/SIG_SAUER_Dossier_terre_des_hommes_Juni2021_E-esp.pdf
Cristiano Morsolin, investigador y trabajador social italiano radicado en Latinoamérica desde 2001, autor de 10 libros en 5 idiomas, entre los cuales “Cambio Civilizatorio” (Ed. Antropos, 2018, con prólogo del Cardenal Turkson, Canciller de la Academia Pontificia de Ciencias Sociales de la Santa Sede). Analiza las relaciones entre derechos humanos, movimientos sociales, políticas emancipadoras y la geopolítica de Papa Francisco. Fue recibido por el Papa Francisco en audiencia en Vaticano en octubre de 2017. Comentarista invitado por algunas agencias internacionales, como SIR (Vaticano), VITA (Milán), CIPSI (Roma), Religión Digital (Madrid), ALAI (Quito). Actualmente colabora con el Instituto de la Paz IPAZDE de la Universidad Santo Tomas de Bogotà.
Prestemos atención a un análisis más acorde con las luchas por las necesidades e intereses de los pueblos del Abya Yala.
¿Guerras de movimientos o de posiciones en nuestra América?
22 de diciembre de 2022
Por Homar Garcés | Rebelión
Es un hecho, a lo largo de la historia humana, que el consentimiento y el control de los sectores populares han sido un asunto de vital importancia para la supervivencia de los grupos o clases dominantes.
En varias de las naciones de nuestra América existe un equilibrio inestable entre las fuerzas conservadoras o reaccionarias (que pugnan por preservar su hegemonía y el orden establecido) y las fuerzas populares (que pugnan por sus reivindicaciones y un nuevo orden), lo que ha sido matizado, de una forma u otra, por la disputa entablada por el imperialismo gringo contra Rusia y China con la finalidad de mantener el estatus de Estados Unidos como única y absoluta gran potencia hegemónica de nuestro planeta. Tal cuestión no representa novedad alguna, dado que ello es, prácticamente, la columna vertebral de la historia común de nuestras naciones. Por eso, las diversas protestas de calle que tienen lugar desde el norte hasta el sur de nuestro continente -siendo Perú el caso más resaltante de los tiempos más recientes-, con unas características y unos objetivos similares, en medio del marco de la legalidad permitida, exhiben resultados igualmente similares, entre estos, asesinatos y desapariciones de luchadores sociales, políticos, estudiantiles, ambientalistas, feministas, sexo-diversos, indígenas y campesinos; además de violaciones de la generalidad de los derechos humanos, gran parte de ellos sin castigo, lo que da cuenta de la complicidad de sus perpetradores y las autoridades encargadas de velar por el cumplimiento de la ley, pasando por encima de los derechos y los intereses colectivos.
Es un hecho, a lo largo de la historia humana, que el consentimiento y el control de los sectores populares han sido un asunto de vital importancia para la supervivencia de los grupos o clases dominantes. Por eso, la autonomía emancipatoria que puedan lograr los grupos subalternos (o populares) deberá enmarcarse en la construcción de una conciencia y de una homogeneidad que permita la construcción de un nuevo tipo de Estado; asumiendo (aún sin una legislación que así lo especifique) parte de las funciones que a este le corresponde, lo que dará paso a una nueva concepción del modelo civilizatorio vigente, traducida en una producción ideológico-cultural propia que es decir la construcción de poder. En tal sentido, es imprescindible trazar un camino de ruptura respecto al predominio ideológico cultural de las clases y grupos dominantes conservadores, cuestión que deben protagonizar y debatir en todo momento las diversas y disímiles formas de organización populares.
Como complemento, se debe tomar en cuenta que el miedo de las elites dominantes al pueblo consciente y organizado ha sido un rasgo constante de la historia. Por consiguiente, todo poder constituido tiende a autoprotegerse. Para lograrlo, éste se vale de legislaciones e instituciones que le otorgan la legitimidad necesaria para evitar y reducir hasta su mínima expresión cualquier tipo de disidencia y cuestionamiento. Si ello no ocurre, siempre habrá a la mano el recurso del terrorismo de Estado, desde el más sofisticado hasta el más salvaje (como se estila en las dictaduras fascistas), todo en nombre de la preservación de la libertad, de la democracia y, con poca diferencia a lo que se decía hasta muy adentrado en el siglo XX, de la cristiandad. Todo rasgo de rebeldía -aun aquel que resulte espontáneo y no conceptualizado- es acallado e invisibilizado de inmediato.
No obstante, la identidad oprimida de quienes son segregados y reprimidos en función del orden y el buen comportamiento de los ciudadanos, acaba por aflorar y extenderse, ejerciendo presiones sobre las minorías dominantes, a tal grado que estas se ven obligadas a ceder terreno. La tendencia es generar un comportamiento general similar al de las colonias de abejas y hormigas laboriosas, dedicadas exclusivamente a la satisfacción de los gustos, placeres y emociones egoístas de quienes rigen el sistema-mundo actual. De esta forma, se estimula y refuerza el establecimiento de un poder político y económico caracterizado por un ejercicio arbitrario y personalista que poco o nada tiene que ver con el interés y los derechos colectivos; como también de relaciones sociales, educativas, religiosas y laborales donde predominan actitudes represoras y autoritarias, acompañadas de relaciones económicas que hacen de las personas simples instrumentos que garanticen el afán de lucro de los dueños del capital nacional y transnacionalizado.
Citando a Octavio Alberola, “no es necesario leer El Capital para comprender que la apropiación de la plusvalía, producida por la explotación del trabajo, es la única razón de ser del capitalista, y que esta ambición de apropiación no tiene límites para él, salvo los que en ciertos momentos históricos le ha impuesto la lucha de clases. Así ha sido hasta ahora y, por el momento, nada indica que los capitalistas estén dispuestos a renunciar a la acumulación sin límites, pues ni siquiera les parece suficiente una justa retribución entre el trabajo y el capital”. Por eso, la humanización de los oprimidos y explotados es una subversión intolerable para los grupos y sectores privilegiados que viven a expensas de la plusvalía generada por los trabajadores, sea cual sea su denominación y ubicación geográfica.
Si se tuviera que utilizar un símil para explicar el avance de las luchas populares en las diferentes naciones de nuestra América éste tendría que ser el de una guerra de movimientos que, en el momento oportuno, llegará a convertirse en una guerra de posiciones, capaz de disputarle la hegemonía a los sectores o clases dominantes; sobre todo, en la situación de crisis económica generalizada, sin aparente solución inmediata, lo que plantea la factibilidad y/o certeza de la toma del poder constituido. En esta dirección, es fundamental la educación política del pueblo, lo que se hará acción política decisiva, más allá de los cánones tradicionales de la democracia y de lo simplemente permitido por las legislaciones vigentes; dando origen, en consecuencia, a una fuerza social y política transformadora, es decir, revolucionaria, forjadora de un nuevo Estado, de un sistema económico solidario y verdaderamente equitativo, y, en forma general, de un nuevo tipo de sociedad, en total correspondencia con estos elementos u órdenes.
Fuente: https://rebelion.org/guerras-de-movimientos-o-de-posiciones-en-nuestra-america/
Alternativas emancipatorias
Apreciemos en qué consiste: “La recuperación ancestral de los territorios por parte de las comunidades indígenas no es solo un derecho, sino que también es una acción constante de defensa de la vida, frente al modelo de muerte que insiste en mercantilizar y destruir la naturaleza. Los pueblos indígenas de toda la región construyen alternativas y nos enseñan, en sus prácticas cotidianas y de defensa de los territorios, que otra vida sin desigualdades, y en armonía con la naturaleza, es posible. Para conocer sus propuestas, la agencia de noticias BiodiversidadLA dialogó con Miriam Miranda, Defensora de los Derechos Humanos y lideresa de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH)”.
Miriam Miranda: “Estamos construyendo autonomía y autogestión comunitaria frente al capitalismo voraz que destruye la naturaleza” |
12 de diciembre de 2022
Entrevista a Miriam Miranda, Defensora de los Derechos Humanos y lideresa de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH).
Por Camila Parodi para la agencia de noticias BiodiversidadLA
El campamento “Wagueira Lee”, de la comunidad garífuna, está ubicado en la zona de Roatán, en Honduras. Es una recuperación comunitaria de tierras ancestrales que hace parte del proceso de supervivencia de la cultura y defensa de los territorios garífunas, contra el avance de la destrucción de la naturaleza y la vida. Entrevista a Miriam Miranda, Defensora de los Derechos Humanos y lideresa de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH).
La comunidad garífuna, que habita los territorios que preexisten al Estado hondureño, avanza firme en la recuperación de sus tierras ancestrales. Siglos de violencias y diferentes intentos de sometimiento se replican desde la conquista europea hasta la actualidad. Hoy, sus territorios rodeados de palmeras, selva, arena y agua cristalina, son codiciados por las empresas de turismo, así como por la industria palmera. Desde la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH) denuncian amenazas permanentes.
Si bien en su plataforma electoral la actual presidenta de Honduras, Xiomara Castro, habló sobre el respeto a las poblaciones indígenas del país centroamericano, las comunidades denuncian que, en los hechos, los atentados contra su soberanía territorial, cultural y política continúan. En ese marco, las comunidades garífunas organizan procesos de recuperación de la tierra para asentar a las nuevas generaciones y garantizar la supervivencia de su cultura ancestral.
Desde el mes de septiembre, integrantes de la Aldea Garífuna del Municipio de José Santos Guardiola, en las Islas de la Bahía, comenzaron la recuperación de una parte de su territorio ancestral. La ocupación “Wagueira Lee” (que significa “Esta es tierra nuestra”) toma el nombre del primer asentamiento garífuna de la zona, tras ser expulsados de la isla de San Vicente en 1791.
El pasado 7 de noviembre, un comando integrado por militares y policías desalojó violentamente a quienes allí se encontraban y detuvieron a seis personas, acusadas del presunto delito de “usurpación”; todo esto, sin respetar el convenio 169 de la OIT sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas ni la Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos. Si bien el 25 de noviembre, las y los defensores obtuvieron el sobreseimiento definitivo, esta causa contra la recuperación “Wagueira Lee” evidencia la perspectiva que construye el Estado Hondureño sobre sus pueblos indígenas y los territorios que habitan.
La recuperación ancestral de los territorios por parte de las comunidades indígenas no es solo un derecho, sino que también es una acción constante de defensa de la vida, frente al modelo de muerte que insiste en mercantilizar y destruir la naturaleza. Los pueblos indígenas de toda la región construyen alternativas y nos enseñan, en sus prácticas cotidianas y de defensa de los territorios, que otra vida sin desigualdades, y en armonía con la naturaleza, es posible. Para conocer sus propuestas, la agencia de noticias BiodiversidadLA dialogó con Miriam Miranda, Defensora de los Derechos Humanos y lideresa de la Organización Fraternal Negra Hondureña (OFRANEH).
Hemos visto que, durante el gobierno de Xiomara Castro, los desalojos y violencias contra el pueblo garífuna persisten. ¿Cuál es su lectura ante esta situación?
La situación es muy compleja. En el caso del desalojo, vemos cómo el aparato de la justicia de este país protege los intereses de los empresarios, de la gente que tiene el poder y el control económico a nivel nacional e internacional. Este juicio lo mostró con mucha claridad, se ven los vicios de nulidad: la fiscal que ordenó la captura de los compañeros y compañeras no estaba facultada para hacerlo y mucho menos la policía.
Nosotros y nosotras creemos que este es un contexto muy difícil para el pueblo garífuna, para los pueblos que luchamos por los territorios, porque el poder de la Corte Suprema de Justicia y del Ministerio Público se muestran permanentemente contra nosotros y a favor de los empresarios que nos quieren desplazar. Sin embargo, estamos decididos a seguir denunciando este tipo de hechos. A su vez, entendemos que la Presidenta, como la comandante en jefe tanto de la Policía como del Ejército, podría haber detenido ese desalojo. No se puede desmarcar la responsabilidad de este nuevo gobierno.
¿Por qué es importante escuchar y conocer la mirada del pueblo garífuna para comprender la historia de Honduras?
En nuestro país se dieron sucesivos golpes de Estado, aunque mucha gente no lo recuerde. Los pueblos garífunas, así como otros pueblos indígenas, vemos con claridad esa continuidad de amenazas contra nuestra soberanía territorial. No fue solamente el golpe del 2009, nosotros hemos vivido tres golpes de Estado sucesivos: en 2009 sacaron al Presidente de la República; en 2012, el Congreso Nacional dio un golpe contra la Corte Suprema de Justicia y sacaron a varios magistrados que se oponían al proyecto de muerte de las Ciudades Modelos, hoy conocidas como “Sedes”; y el golpe electoral que nos dieron en 2017, cuando Juan Orlando Hernández se impuso, a través de la bota militar, para seguir siendo Presidente de la República.
Con este escenario, es muy claro que estamos hablando de una destrucción de la institucionalidad; no se rompió solamente la construcción de esa democracia incipiente, sino que se generó un Estado fallido y es eso lo que se muestra en este momento. Nosotros sabemos que debe haber interdependencia entre los poderes del Estado pero, también, tiene que haber Justicia. Nosotros no queremos y no pretendemos que no haya interdependencia, que haya un solo gobierno que controle todos los poderes, porque así lo hizo Juan Orlando Hernández.
¿Cuál es la exigencia del pueblo garífuna en este contexto?
Nosotros estamos exigiendo que haya Justicia para los pueblos, porque eso fue lo que prometió la Presidenta. Hoy nos encontramos en una situación muy difícil para el pueblo garífuna, porque las empresas y el poder económico quieren avanzar sobre nuestros territorios. La situación es bastante grave porque son quienes controlan el país. Entonces, estamos entrando a una etapa diferente, porque quieren hacer desaparecer a nuestra comunidad. Nosotros hemos venido luchando y construyendo procesos genuinos y colectivos. Porque también, y quiero decirlo claramente, estos procesos supuestamente “democráticos” que se vienen impulsando por el actual gobierno atentan contra la vida del pueblo, contra la Soberanía Alimentaria y contra nuestra organización.
¿Cuáles son las propuestas cotidianas con las que OFRANEH construye alternativas a las planteadas por el gobierno?
Desde OFRANEH no defendemos solamente los derechos de los pueblos indígenas, mediante lo que es la movilización y la posibilidad de poder acudir a instancias internacionales. También estamos construyendo autonomía y autogestión comunitaria frente al capitalismo voraz, que destruye la naturaleza. En ese contexto, nosotros hemos construido el primer proceso para la producción masiva de cocoteros, en un territorio donde tenemos a nuestro alrededor las palmas africanas. Tenemos ese proceso comunitario no solamente para recuperar la dieta alimenticia del pueblo garífuna, sino también para generar autonomía y fortalecer la Soberanía Alimentaria, y que las comunidades puedan producir sus propios alimentos. Eso es lo que estamos haciendo ahora en la zona de Vallecito, un proyecto que no sólo produce coco conífera, sino que también lo estamos combinando con la producción de tubérculos, como la yuca, que es la base alimenticia del pueblo garífuna.
Las comunidades indígenas ponen la vida en el centro. Por eso es imprescindible, sobre todo frente a una crisis climática sin precedentes, conocer sus expresiones y propuestas de organización y vida social. ¿Qué lectura hacen de la crisis climática desde el territorio garífuna y cuáles serían las propuestas reales que podrían ponerle un freno?
No podemos perder de vista que este modelo y este sistema capitalista acumulador pone el capital por sobre la vida humana. Está poniendo en riesgo a toda la humanidad, y eso lo sabemos muy bien. Atenta contra la alimentación, la salud y las necesidades básicas del pueblo, ya que se han convertido en mercancías. La persona que tiene dinero puede tener acceso a la salud. Se pone en riesgo la vida humana porque la salud se ve como una mercancía, se ha generado una industria farmacéutica acumuladora de capital que pone al negocio por sobre la salud, que es un derecho humano.
Por eso, nosotras y nosotros creemos que son un fracaso absoluto las Cumbres Climáticas que se han venido dando, porque no solamente no se toman decisiones para reducir la emisión de gases y la polución, sino que tampoco se toman decisiones radicales que permitan hacer respirar al planeta. Para nosotras y nosotros hay que trabajar sobre el consumo desmedido de todo lo que daña el planeta y la naturaleza, como el plástico, por ejemplo. Si no se toman decisiones radicales y se sigue poniendo al capital por sobre la salud humana, vamos a perecer y a desaparecer como humanidad, pero la tierra se va a regenerar.
¿Cuál es la importancia de las Casas de Salud Ancestral y cuáles son los objetivos de este proyecto?
Cuando irrumpió el COVID 19, se cerró el mundo y se frenó la movilidad humana. Sabíamos que teníamos que tomar una decisión. Impulsamos la instalación de los centros de atención: treinta y tres centros en diferentes comunidades para atender y, sobre todo, asegurar la sobrevivencia de nuestros abuelos y abuelas. Porque son las que transfieren y transmiten la cultura, el saber y el conocimiento del pueblo garífuna. Teníamos que asegurar la sobrevivencia espiritual y cultural del pueblo garífuna, y pusimos eso en el centro. Por eso es que nos dedicamos, desde esas Casas, a brindar y generar salud para nuestras comunidades.
Nos convertimos en la organización pionera de las Casas de Salud Ancestral, como una medida y como una forma de atender a nuestras comunidades, mediante la elaboración de té de hierbas medicinales pero, también, a través de la distribución de todo lo que significaba un apoyo para el momento de emergencia. Pero, sobre todo, entendiendo que lo más importante es fortalecer el sistema inmune de nuestro pueblo. Mucho de la cultura y la identidad nuestra pasa por ese conocimiento ancestral de nuestra comunidad. Por ejemplo, para elaborar los tecitos que nos ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, lo que le resta ese gran poder que tiene la industria farmacéutica que hace que la gente se acostumbre y termine adicta a pastillas que no los curan. Al contrario, son medicamentos que terminan destruyendo a la humanidad y su salud.
En las Casas de Salud Ancestral se brinda no solamente atención primaria, sino que son espacios de movilización de las comunidades. Espacios para atender la salud en una forma integral, entendiendo que la salud también es luchar por los territorios y por las tierras, para que la gente pueda tener acceso a las plantas medicinales, a todos los bienes comunes que ayudan para la vida. Pero, también, entendiendo que debe haber una salud mental y una salud ambiental. Tenemos que luchar contra el plástico que está devorando el planeta. Toda la salud, viéndola de una manera holística e integral, no es únicamente para la persona humana, sino que es también para el planeta. Somos los pueblos indígenas quienes tenemos esos conocimientos y quienes podemos sanar al planeta.
Esta nota es parte del proyecto “Biodiversidad para el sustento. La comunicación para fortalecer a indígenas y campesinos en sus acciones», realizado con el apoyo de Swift.
Sigamos indagando cómo ya hay caminos abiertos hacia el poscapitalismo cuyo avance amenaza de extinción a la vida planetaria.
Una articulación por la vida digna en Paraguay:
“Somos los pueblos indígenas quienes podemos salvar a la tierra”
Mientras la criminalización y los desalojos hacia los pueblos indígenas y campesinos de Paraguay funcionan como política de Estado que legitima el avance del agronegocio, la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID) se organiza para defender los territorios de manera colectiva y construir alternativas frente a la crisis climática.
Camila Parodi
camilaparodi04@gmail.com
BiodiversidadLA
Durante el gobierno de Mario Abdo Benítez en Paraguay, la violación de derechos y los ataques cometidos contra los pueblos indígenas y campesinos se han recrudecido. Esto no es casual; por el contrario, se da como un proceso paralelo al avance de la frontera del agronegocio y su consecuente concentración de la tierra.
Como explican las diferentes convenciones sobre derechos internacionales, para respetar los derechos de los pueblos indígenas es necesario, primero, reconocer su relación con el territorio. Sin embargo, el Estado paraguayo desconoce, de manera cotidiana, los derechos de los pueblos; y lo hace a través de un mecanismo organizado de control: criminalización de la protesta, represión de las manifestaciones, desalojos ilegales, falta de participación y presupuesto, contaminación y envenenamiento, por nombrar algunos ejemplos.
Por ese motivo, desde el año 2020 más de 30 organizaciones y comunidades indígenas crearon la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (ANIVID): una respuesta organizada ante la falta de políticas públicas de participación y reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas pero, también, una instancia de diálogo y construcción de alternativas. Inicialmente, la ANIVID se articuló en torno a la exigencia de presupuesto para el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI). Hoy, la lucha que los encontró ha permitido la unión de los pueblos indígenas para la defensa de la tierra, sus derechos y su cultura, en el territorio paraguayo.
En Paraguay, según fuentes oficiales, el 97% de las personas indígenas tienen alguna Necesidad Básica Insatisfecha y el 65% vive en situación de pobreza. A su vez, más del 30% de las comunidades tienen dificultades para el acceso a la tierra. Frente a este panorama, la articulación de pueblos se propone fortalecer su capacidad de exigir e incidir políticamente, de manera cada vez más protagónica. Lo hacen de manera colectiva, con asambleas y formaciones, a través del intercambio de saberes ancestrales y culturales y del trabajo cotidiano con las juventudes, para que acompañen el proceso.
La recuperación y defensa de los territorios es urgente. No sólo como reconocimiento de los derechos de la naturaleza y sus defensorxs, sino también como un primer paso frente a la actual crisis climática, sobre la que los pueblos indígenas tienen mucho para decir. Para conocer sus miradas y formas de organización, BiodiversidadLA dialogó con Mario Rivarola, referente de la Organización Nacional de Aborígenes Independientes (ONAI), una de las 34 organizaciones que integran la ANIVID en Paraguay.
Durante el gobierno de Mario Abdo Benítez, los desalojos y las violencias cometidas contra las comunidades indígenas y campesinas se han profundizado. ¿Cuál es su lectura ante esta situación?
Últimamente, sufrimos muchos atropellos en Paraguay como pueblos indígenas y campesinos, de parte del gobierno nacional, el aparato represivo, fiscales, jueces y algunos civiles armados, que son pagados por los supuestos dueños de algún negocio sojero y ganadero, principalmente extranjeros. Todos nos están atacando. Nosotros, por ejemplo, sufrimos dos violentos desalojos en el último tiempo. Nos dejaron sin nada, destruyeron nuestros cultivos y nuestras casas. Quemaron todo, mataron a nuestros animales y se robaron las cosas de valor. Nos quedamos por el suelo: mujeres, niños, niñas y ancianos sin nada, con una sola ropa, sin colchón ni frazadas. Es una atrocidad contra nuestros pueblos, contra nuestra verdad. Incluso nos han criminalizado, nos imputaron y nos sacaron una orden de captura por luchar por nuestros derechos.
¿Cómo se organizan para defenderse?
Nos estamos organizando junto a diferentes comunidades, para planificar una defensa propia de la tierra. Cuando hay alguna amenaza en algún territorio, nos juntamos con las otras organizaciones, incluso no indígenas, como la Federación Nacional Campesina, y coordinamos la defensa de nuestro territorio. Hemos tenido nuestros triunfos: logramos un fallo a favor nuestro a través de una medida cautelar y ahora ya estamos dentro del territorio otra vez, donde tenemos nuestra casita y nuestra vida. Pero la defensa no es solamente habitar los territorios, nosotros también cultivamos y producimos en armonía con la naturaleza. La ausencia del Estado es muy fuerte, ya que privilegia a quienes vienen de afuera más que a los sujetos de la Reforma Agraria. Nosotros y nosotras somos el verdadero sujeto de la Reforma Agraria. Ellos dicen que nosotros somos invasores, pero nosotros somos originarios de acá, somos autóctonos de estas tierras y ellos son los invasores.
¿Cuáles son las propuestas y experiencias cotidianas con las que los pueblos indígenas construyen alternativas a las planteadas por el gobierno?
Como pueblos indígenas, estamos construyendo una unidad a través de la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna. Estamos tratando de unificar fuerzas en términos gremiales y reivindicativos, para una defensa integral del territorio. Apuntamos hacia una unidad nacional para proponer nuestra participación en un espacio de poder, por ejemplo, en el Parlamento. Los candidatos nos visitan cada cinco años en la época electoral, con propuestas buenas y abordajes espectaculares, pero en realidad ellos usan ese contexto para intentar legitimarse. Por eso queremos una representación real de los pueblos indígenas, y es eso lo que estamos construyendo ahora, a pesar de todas las violencias cotidianas.
¿Por qué es importante, frente a la actual crisis climática, conocer las propuestas de vida digna que proponen los pueblos indígenas?
Paraguay es un país oligárquico, capitalista, salvaje. Acá los que están en el poder y en las estructuras del Estado son la oligarquía de derecha. Desde esa perspectiva se da la degradación masiva del suelo, están aniquilando al medio ambiente. Eso obedece a los intereses de producción del agronegocio, sojero y ganadero, y a su expansión, que implica la deforestación. En la región oriental, por ejemplo, prácticamente ya no hay más monte ni bosques. Solamente quedan algunas comunidades indígenas conservando un pequeño remanente de bosque. Están matando a la naturaleza, y ella responde con fuerza: lo vemos en las temperaturas extremas, las sequías e inundaciones.
Por eso es importante que los pueblos indígenas recuperen los territorios como lo estamos haciendo: de manera organizada, a través del diálogo y la unidad, pero también produciendo de manera agroecológica y en comunidad. La única manera de respetar a la Madre Naturaleza en Paraguay es cambiando al gobierno, hay que echar a este gobierno corrupto que se enraizó en el poder. Necesitamos un gobierno más democrático que, por lo menos, pueda abrir caminos a discusiones más participativas. En este contexto, somos los pueblos indígenas quienes podemos salvar a la tierra y por eso resistimos.
Nosotros no queremos usar glifosato ni otros herbicidas en nuestras chacras. Pero los sojeros no quieren saber nada, estamos rodeados por sojales y hay fumigaciones con tractores y aviones que contaminan a toda la población indígena, pero también a las escuelas y hospitales. La única salida es elevar la conciencia de la población, no solamente indígena, sino también blanca. Nos estamos organizando frente a este atropello del capitalismo contra la naturaleza. Y para ellos, la recuperación del territorio indígena es un acto contra la propiedad privada, un crimen que estamos cometiendo. Y así llaman a la policía, a los fiscales, anotan nuestros nombres y enseguida aparece una notificación que dice que estás imputado por invasión. Los sojeros y los dueños del monocultivo de eucaliptus destruyen los montes, secan los cauces hídricos y los humedales que le dan vida a mucha gente. Todo está contaminado y eso no es delito para ellos. Para ellos lo fundamental es recaudar dinero; nosotros y nosotras tenemos otro concepto de la tierra: es nuestra madre, nos da la vida. Por eso no necesitamos ni universidad, ni farmacia, ni supermercado u hospital: en nuestro vínculo con la tierra lo tenemos todo.
¿Por qué es importante escuchar y conocer la mirada de los pueblos indígenas para comprender la historia de Paraguay?
Cuando éramos nosotros nomás, en la época del comunismo primitivo, no había atropello de la humanidad contra la naturaleza ni de la naturaleza contra la humanidad. Nos llevábamos bien con ella, había una reciprocidad, una relación de respeto. En Paraguay, había monte suficiente y la humanidad vivía bien, comía de la naturaleza y la naturaleza se sirvió de la humanidad. Después de la caída de la comunidad primitiva vino la esclavitud, desde el feudalismo al capitalismo.
Para nosotros, la tierra es nuestra madre. Ahí hay comida y nosotros nos pertenecemos a la tierra. Venimos de ella y, cuando llega nuestro fin, volvemos a ella y nos convertimos nuevamente en tierra. La naturaleza es el pulmón del universo, de toda la población mundial. Nosotros lamentamos mucho esta situación, donde quienes destruyen son premiados y nosotros, quienes la defendemos, somos discriminados y criminalizados.
Fuente: https://redlatinasinfronteras.wordpress.com/2022/12/22/paraguay-somos-los-pueblos-indigenas-quienes-podemos-salvar-a-la-tierra/